GRABADO A LA CERA PARAFINA.
Realmente no sé que tan nueva es esta técnica de grabado. A mí me la enseñó
Carlos Guzmán, un grabador local quien a su vez la aprendió de Manuel Pérez
Coronado "MAPECO", otro gran grabador ya fallecido, quien fundara una Escuela
de Grabado en la ciudad de Uruapan, México.
Se trata de una técnica de grabado mixto, pues se trabaja tanto en alto y bajo relieve,
en una placa que se puede reciclar varias veces. Una característica interesante es
que se imprime sin tórculo ni ningún otro aditamento, excepto con la palma de la mano.
MATERIALES:
-Aprox. 1 kilo de plastilina. |
-Un cristal con los bordes pulidos o una placa de |
PROCEDIMIENTO:
Sobre el cristal, se hace una valla con la plastilina de unos 7 cms. de altura, formando |
Por otra parte, se ponen a fundir juntas la parafina y la cera de abeja en el recipiente, ya sea a baño maría o a fuego directo lento. Cuando estén en estado líquido, se vacía el contenido dentro de la superficie encerada y se deja enfriar, lo cual puede tardar varias horas. |
El siguiente paso es retirar la plastilina con cuidado y voltear nuestra placa de cera-parafina. El lado liso es el que se formó en el cristal, y ésta será la superficie negativa de la placa. |
GRABANDO LA PLACA:
Aún cuando a veces es posible registrar detalles muy finos,
esta técnica
se adapta mejor cuando trabajamos sobre la placa sin muchos detalles.
Como se comentó en el principio, esta es una técnica de grabado mixto, por lo que se puede trabajar rascando, cortando, registrando objetos varios con una presión más o menos suave, haciendo incisiones sobre la placa, etc., pero también pegando a anexando formas y relieves sobre ella (en este caso se pueden usar pedazos de plastilina, hilo, monedas, etc. |
Cuando hemos decidido que la placa está lista, se procede a poner la valla de plastilina de nuevo,
ésta vez unida a los bordes exteriores de la placa. A continuación debemos
engrasar toda la superficie con aceite comestible.
HACIENDO EL POSITIVO:
Cuando la placa está lista para recibir el positivo, se pone a calentar la cola de conejo, que debió estar humectándose por lo menos durante 24 horas con un poco de agua (atención: este preparado no es similar al usado en imprimaturas para lienzos. En este caso se debe poner solamente el agua que apenas cubra la superficie delos gránulos de cola.) |
Cuando la solución esté caliente y tenga la consistencia de miel, se retira del fuego y se añaden
dos cucharadas de glicerina pura y unas gotas de ácido fénico. Esta solución se vierte a la placa negativa y
se deja reposar por lo menos doce horas. Al término de este tiempo se retira la placa posterior, que tendrá
apariencia de goma y corresponde a la placa positiva, la que vamos a destinar para la impresión.
IMPRESIÓN:
La placa positiva se coloca en una superficie sólida para ser entintada. Como tenemos un cliché bastante moldeable, podemos entintar manualmente, colocando los colores localmente o usando rodillos o cualquier otro método que se nos ocurra. Cuando la placa está lista, se coloca un papel encima y se hace presión suave con las manos limpias, recorriendo toda la placa. Cuando hemos revisado que la impresión está terminada, podemos retirar el papel. |
RECICLAR.
Prácticamente todos los materiales principales de esta técnica pueden reciclarse. La cera y la parafina se limpian y se pueden volver a fundir; lo mismo la cola de conejo, que una vez limpia puede ser usada varias veces, procurando remojarla de nuevo si la placa ha endurecido demasiado.
Personalmente, esta técnica me gusta por el manejo de la placa positiva, la facilidad de impresión y la posibilidad de reciclar materiales. A veces hago impresiones y las combino con otros medios como pastel, acuarela, tinta, etc., para darle más carácter y aprovechar los accidentes propios del método de impresión.
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