¡Asesinato...!

El ácrata le llamaban
lo detuvieron un día
un día negro y oscuro
cuando la lluvia caía.
Lo llevaron a la cárcel,
le dieron sendas palizas
y entre folios y papeles
quedó su cuerpo hecho trizas.
La sangre que le manaba
era roja y cristalina
en él saciaron sus ansias
sucias manos asesinas.
Su cuerpo inerte quedó
su corazón, no latía...
quisieron reanimarlo
mas nunca reviviría.
Quedó cubierto de sangre,
tendido en sucia tarima,
una vieja manta cubre
los despojos de la víctima.
Fueron unos desalmados,
fueron unos homicidas,
bebieron sangre humana
de sus profundas heridas.
Con un papel y una firma
lo tienen todo resuelto
la vida de un semejante
vale menos que un pimiento.
¿Por qué ocurren preguntáis
estos sucesos sangrientos?
-es fácil responder-
porque son hombres honestos.
Estos seres que se llaman
anarquistas integrales...
combaten la injusticia
propoagan los ideales.
Por esto, esos mercenarios
vanguardia del capital,
matan de muchas maneras
¡Son ley, son el poder Estatal!
Ese Cristo que adoráis
que lucís a flor de labios...
se sonroja allá en su cruz
aunque recéis a diario.
Por eso yo os maldigo,
por eso yo os detesto,
por qué sois peor que fieras
por qué vivis y ya estáis muertos!
Victor Pizarro V.