Está comprobado. La enfermedad más extendida en
nuestro planeta, en contra de lo que se pueda pensar, no es el
SIDA, ni el cáncer, ni... No. El virus que afecta en mayor
medida a la población mundial (con lo que excluimos un punto
cardinal) es la diarréa. Sí. Diarréa, eso es lo que sufren
millones de seres que mantienen su dichoso trasero apegado al
sillón para que la ponzoña que llevan en sus entrañas no
eyacule produciendo una lluvia de meteoritos marronáceos y
pegajosos.
Pero estos mismos culos que se preocupan tanto de no escampar su
confeti aromático nos deleitan, una y otra vez, y sin reparos de
ningún tipo, con tremendas lluvias de mierda. Cuando se
ejercitan en la diarréa bucal no ponen en juego su propia salud,
la cual ya está sentenciada, sino que escupen el microbio por
aire, espacio, cables eléctricos y demás en dirección a otros
cuerpos y mentes que seguramente quedarán infectados.
Este síndrome conlleva consigo comportamientos extraños y
preocupantes, tales cómo la imperiosa necesidad de mandar, la
seguridad absoluta de que se está en lo cierto,... y la
aparición de una disfunción cerebral por la cual el enfermo
tiende a tragarse todo lo que los demás defecan. De este modo se
crea una rueda que hace que cada vez se eleve más la cantidad de
cerebro afectado, acentuándose los rasgos descritos
anteriormente.
Se han llegado a presentar casos en los que el paciente, ofuscado
y enajenado, ha llegado a permitir e incluso a realizar actos
horripilantes, tales como: injusticias, matanzas, represión,
torturas,... Todo esto tiene un culpable: la diarréa.
PD: Los últimos estudios sobre esta extraña y extendida enfermedad revelan que se puede diferenciar en dos tipos:
D. mental es la 1ª fase, dónde el cerebro va perdiendo poder sobre sí mismo y comienza a delirar. Con un poco de suerte se puede curar administrando el tratamiento, recién descubierto.
D. bucal es la 2ª y definitiva fase, dónde el microbio, ya totalmente contaminado el cerebro, comienza a necesitar más espacio, por lo que el sujeto en cuestión comienza a dar chácharas, a explicar extrañas teorías de superioridad y cosas por el estilo. Esto sí que es practicamente irreversible.
Pero bueno, con el nuevo tratamiento puede que demos cerco a esta enfermedad, ya que los pacientes a los que se les ha suministrado han respondido muy bien. El tratamiento en cuestión consiste en... LEER!!!