"El nuevo orden mundial (y el viejo)", por Noam Chomsky
Editado por Crítica (Las letras de Drakontos)

A través de este libro Chomsky, reputado lingüista y crítico incasable de las políticas estadounidenses, nos presenta una imagen del mundo discordante a la que nos ofrecen los gobiernos y los medios de comunicación.
Comienza hablándonos sobre la guerra fría, que junto con la amenaza comunista sirvió como tapadera para prácticamente cualquier acción impropia. Repasa varios temas históricos, algunos conflictos y hechos, Noam Chomsky
encontrando siempre tras de ellos intereses encubiertos. Nos explica en qué consiste este nuevo orden mundial en el cual por suerte (o más bien por desgracia) nos ha tocado vivir: Chomsky dice de este nuevo orden que no es más que una réplica del antiguo con nueva máscara. La Doctrina Clinton pretende, ahora que los rojos indeseables han sido aplastados y no hay enemigo respetable a la vista, ampliar mercados: esto es, someter a más y más territorios a su política económica y a sus designios. También se habla de la ingeniería histórica con la que nos obsequian Estados Unidos, que recalcan o hechan tierra sobre los hechos según convenga.
Los débiles están sometidos a la fuerza de la ley (aunque esta no cuenta cuando de los poderosos se trata); se impone a los pobres la "racionalidad económica", el liberalismo, mientras los ricos se aprovechan del poder y el intervencionismo de estado.

A continuación unos fragmentos que ya tenía pasados al ordenador (y que no son del todo representativos de la obra por lo puntual). A quien puedan interesar:

"El pretexto para las operaciones terroristas es la guerra contra la guerrilla y los narcotraficantes. Según AI y otros investigadores, lo primero es una verdad muy parcial; lo segundo, un mito. Un mito que en gran medida se inventó para sustituir la "amenaza comunista" cuando la guerra fría llegaba a su fin, junto con el sistema de propaganda basado en ella. En realidad, las fuerzas oficiales de seguridad y sus socios paramilitares trabajan mano a mano con los señores de la droga, el crimen organizado, los terratenientes y otros intereses privados en un país donde hace tiempo que no se producen avalanchas de movilizaciones sociales, situación que debe perpetuarse mediante la intimidación y el terror..." pag. 76

 

"Es bien sabido que el motivo principal de la ayuda no ha sido acabar con la pobreza, sino servir a los intereses del donante, que obtiene aliados útiles, apoyo para sus objetivos estratégicos o promoción para sus exportaciones" (ECONOMIST)". pag. 166

 

"La General Motors tiene previsto cerrar más de veinte fábricas en los Estados Unidos y Canadá; sin embargo, se ha convertido en el mayor empresario de México, aprovechándose del "milagro económico" que tantos elogios mereció y que en la última década provocó un acusado descenso salarial. Según el economista David Barkin, en México la participación del trabajo en la renta personal disminuyó del 36% a mediados de los años setenta hasta el 23% en 1992, mientras que menos de ocho mil cuentas (incluyendo quinientas pertenecientes a extranjeros) controlaban más del 94% de la participación accionarial en manos públicas, a lo que hay que añadir los inusitadamente altos niveles de desigualdad alcanzados bajo el control estadounidense."

"La doctina imperante es tajante: el valor supremo es el beneficio para los inversores y todo lo demás debe subordinarse a él. La vida humana tiene valor en la medida en que contribuye a este fin [...] Es altamente improbable que la integración de la economía estadounidense en el Tratado de Libre Comercio (TLC) produzca ningún aumento salarial significativo en México, con sus consolidados métodos de represión de los trabajadores y con sus millones campesinos expulsados de las tierras porque el "libre comercio" hace que la agricultura local se vea aplastada por las empresas agrícolas estadounidenses. Poco después de que la Cámara de Representantes aprobase el tratado, el New York Times informó que "los economistas prevén que probablemente varios millones de mexicanos perderán sus puestos de trabajo durante los cinco años siguientes a la entrada en vigor del TLC", y el efecto del tratado sobre los salarios es igualmente predecible. Un estudio realizado por el principal diario económico mexicano, El Financiero, reveló que en los dos años siguientes a la entrada en vigor del TLC México podría perder casi una cuarta parte de su industria manufacturera y el 14% de los puestos de trabajo." Pags. 206-209