La pena de muerte como negocio

Comencemos hablando de la llamada "pena de muerte". Mucha gente la ha defendido argumentando que es un método rápido y eficaz. Además debería provocar cierto miedo a los delincuentes potenciales, aunque a veces la rabia haga desaparecer ese temor. Lo que esta gente no menciona (me refiero a los que de verdad manejan el negocio, porque al fin y al cabo es un negocio, como absolutamente todo en este mundo (por desgracia) ) son los costes que llegan a ahorrarse de esta forma: no se tiene que alimentar y vestir a un preso de por vida, se le quema, ahorca, decapita, electrocuta, empala, pincha,... y asunto arreglado. Se matan dos pájaros de un tiro (y nunca mejor dicho): se preserva "limpia" la calle y lleno el bolsillo . Hay incluso en lugares donde la podredumbre de los gobiernos llega a crear situaciones como las que se viven actualmente en China: periódicamente se realizan ejecuciones públicas en grandes estadios, pabellones,... las cuales son retrasmitidas para todo el país. Una de las cosas que más llama la atención (aparte, claro está, de la demencia de los dirigentes) es que las personas que van a ser ajusticiadas injustamente (valga la contradicción) llevan carteles colgados del cuello en los que se pueden leer mensajes tales como: "Soy un/a asesin@", "Soy un/a ladrón",... Cada uno lleva colgado en el momento de su muerte un cartelito que indica la "razón" por la cual el sujeto va a morir. Pero se sabe a ciencia cierta que ni mucho menos mueren por ser ladrones, asesinos, violadores o cosas por el estilo. No. Mueren porque hay un mercado de órganos internacional que paga muy generosamente por los restos de los ejecutados (que, ya a propósito, les hacen arrodillarse y les pegan un tiro en la nuca. Horroroso. Ah! y que ningún país trate de impedirlo!). Sí, así es. El número de condenados a muerte en China varía depende de como se encuentre el mercado de los dichosos órganos. Y otro apunte, porque direis: "¿Y los familiares no pueden reclamar?", "Pero para donar los órganos tiene que firmarlo previamente". Ahhh, ¡ahí si que la hicimos buena! Lo de la firma poco importa en lugares como las cárceles chinas, y a propósito de los familiares es muy difícil que tengan ciencia cierta de lo que ocurre, ya que muchas veces el condenado es ejecutado sin previo juicio (con lo que la "presunción de inocencia" queda reducida a la nada).

Y esto ocurre en nuestros días, pero no solo en China. La gran potencia mundial que es hoy por hoy Estados Unidos, a la que se le atribuyen palabras como "desarrollo", "fama", "riqueza", incluso "libertad" a veces... esa gran nación que todos sabemos que no trafica con armas, que no tiene sus calles pobladas de gentes sin recursos, que no es la sede mundial del capitalismo, ese lugar. Pues bien, añadamos la pena de muerte a las fechorías con las que nos obsequia USA. Además aquí se ve incluso más claramente que en otros lugares la fuerza del dinero. La gran mayoría de los condenados al tétricamente llamado "corredor de la muerte" (entre los que se encuentra Mumia) son emigrantes con muy pocos recursos económicos, a los que se les asignó un mal abogado en el juicio y que casi siempre fueron condenados con muy pocas pruebas e incluso sin ninguna. De este modo "solo" son condenadas las gentes más pobres, muchas veces siendo inocentes. Si O.J. Simpson no hubiera tenido el dinero y el poder que tiene, sin ninguna duda hace tiempo que le habrían sentado a la silla eléctrica. Sin ninguna duda. Pero como tiene una fama, un prestigio,.. no se le puede tocar (con esta crítica no estoy pidiendo, ni mucho menos, la muerte de OJ Simpson, pero creo que es un ejemplo claro de como funciona la "Justicia" (¡vaya nombre!), y no solo en Estados Unidos).

Molusko (1998), [email protected]