Manzanas
podridas
Desde la mecedora siguen
hablando todavía ciertos sabios, de la Libertad.
Y dicen que la Libertad es la voluntad de mecerse de izquierda a
derecha.
De ir en sordos y rítmicos vaivenes, de una manzana podrida, a
otra manzana podrida.
Porque más allá de este balanceo no hay más que un muro negro
y espeso.
Y si un hombre o un pueblo se levanta de pronto y va a estallarse
los sesos
contra un muro negro y espeso
le gritan que es loco o es violento.
Pero no es loco ni es violento.
Si no hay una manzana sin gusanos en el mundo, ¿para qué quiero
los sesos?
Creo que la última prueba se encuentra en el cerebro roto del
hombre.
El que pierda su cerebro la encontrará-
Encontrará libertad.
Extraído
del poema de León Felipe "Las tres manzanas podridas"
(1938)