En este cartel de autor anónimo y sin fecha de edición, se nos presenta a una mano adulta presentando varias camisas a un niño que llora con cara de confusión. Recordemos que durante la República y la guerra los miembros juveniles de los distintos partidos llevaban un uniforme distintivo. No envenenéis a la infancia es una llamada contra la excesiva politización de la infancia, un intento de alrtar sobre los peligros de introducir en la mente de alguien de pocos años ideas que sólo pueden asimilarse fanáticamente Todos hemos visto alguna vez fotografías en las que padres posan con sus hijos y observan satisfechos cómo sostienen una pistola, saluda a la romana o cierra el puño. Estar en desacuerdo hoy con estos tipos de actos es normal. Pero criticarlo en medio de un conflicto civil, donde la supervivencia de muchas cosas está mucho más en peligro que en una lucha internacional. Capacidad autocrítica, porque el dibujante de JJLL no pensaba a la hora de diseñar el cartel en los falangistas ni los carlistas, sino en los socialistas (camisa roja), los comunistas (camisa azul con corbata) y en los propios anarcosindicalistas (camisa negra)