TRANSTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

MARIA DEL PILAR YAG�E, R.N.
Diplomate University of Valladolid and Alfonso X University, Madrid, Spain.




TRANSTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

Trastorno Obsesivo-Compulsivo

D�cada del Cerebro


�QUE ES OCD?
�CUAN COMUN ES EL OCD?
CARACTERISTICAS CLAVES DE OCD
�QUE CAUSA EL OCD?
�TENGO OCD?
TRATAMIENTO DE OCD: PROGRESO A TRAVES DE LA INVESTIGACION
COMO OBTENER AYUDA PARA OCD
QUE PUEDE HACER LA FAMILIA PARA AYUDAR


�QUE ES OCD?

El trastorno obsesivo-compulsivo (OCD) [siglas corresponden el nombre en ingl�s], uno de los trastornos de ansiedad, es una condici�n que es potencialmente debilitante y que puede perdurar a trav�s de la vida de una persona. El individuo que padece de OCD se vuelve atrapado en un esquema de pensamientos y conductas repetitivas que carecen de sentido y que son angustiantes, pero que son muy dif�ciles de vencer. OCD ocurre dentro de una gama de leve a severo, pero si es severo y no se trata, puede destruir la capacidad de una persona para funcionar en el trabajo, la escuela, o hasta en la casa.

Los historiales en este panfleto son t�picos para aquellos que padecen del trastorno obsesivo-compulsivo -- un trastorno que puede ser tratado efectivamente. Sin embargo, estos personajes no son reales.

(Estos historiales ser�n entremezclados en el folleto, cada uno en una p�gina, con una foto relevante y una declaraci�n corta escrita en primera persona.)

Isabel es inteligente, pero no est� aprobando su clase de biolog�a a primera hora porque llega tarde o falta a la clase. Se despierta a las cinco de la ma�ana con la esperanza de llegar a tiempo a la escuela. Usa las siguientes tres horas tom�ndose una ducha larga y luego cambi�ndose de ropa repetidamente hasta que le "sienta bien." Finalmente, ella guarda y vuelve a guardar sus libros hasta que est�n perfectamente bien, abre la puerta, y se prepara para bajar las escaleras. Pasa por un ritual de hacer una pausa en cada escal�n por un intervalo espec�fico. A pesar de que reconoce que sus pensamientos y conducta carecen de sentido, se siente forzada a completar sus rituales. Una vez que los ha completado, se precipita locamente hacia la escuela y llega cuando la primera clase ha casi terminado.

El embarazo de Meredith fue un per�odo de expectaci�n julibosa. Si sinti� algunos momentos de duda acerca de cuidar un beb� peque�o, �stos se pasaron r�pidamente. Ella y su esposo orgullosamente trajieron un beb� var�n, bello y perfecto, del hospital a la casa. Meredith ba�� al beb� y le dio de comer, lo consol� cuando estaba inquieto y llego a ser una madre joven y competente. Entonces empezaron los pensamientos obsesivos; ella tem�a que iba a lastimar a su hijo. Una y otra vez se imaginaba que estaba acuchillando a su beb�. Se ocupaba de sus tareas en la casa y trataba de pensar en otras cosas, pero el pensamiento angustiante perduraba. Se volvi� aterrada de usar los cuchillos de cocina o sus tijeras de coser. Ella sab�a que no quer�a lastimar a su hijo. �Por qu� entonces ten�a estos pensamientos angustiantes y ajenos?

Durante su �ltimo a�o universitario, Juan se dio cuenta de que le estaba tomando cada vez m�s tiempo para prepararse para sus clases, pero trabaj� intensamente y se recibi� dentro del primer diez por ciento de su clase con un t�tulo en contadur�a. Acept� un trabajo con una contadur�a prestigiosa en su ciudad natal y empez� a trabajar con muchas visiones aspirantes del futuro. A las pocas semanas, la firma empez� a tener dudas acerca de Juan. Cuando se le daba trabajo que deber�a llevar dos o tres horas, �l revisaba y volv�a a revisar los n�meros, verificando y volviendo a verificar. Una tarea le llevaba una semana o m�s. El sab�a que le estaba llevando demasiado tiempo para completar una tarea, pero se sinti� forzado a revisar continuamente. Cuando se cumpli� su intervalo de prueba, la compa��a lo despidi�.


�CUAN COMUN ES EL OCD?

Por muchos a�os, los profesionales de salud mental pensaron que el OCD era una enfermedad no muy com�n porque s�lo una peque�a minor�a de sus pacientes ten�an esta condici�n. El trastorno frecuentemente no era reconocido porque aquellos que padec�an de OCD no buscaban tratamiento para as� poder ocultar sus man�as y pensamientos repetitivos. Esto llev� a subestimar el n�mero de personas con la enfermedad. Sin embargo, una encuesta hecha a principios de los a�os ochenta por el Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) -- la agencia federal que apoya investigaciones a nivel nacional sobre el cerebro, enfermedades mentales, y salud mental -- proporcion� nuevos conocimientos acerca del predominio de OCD. La encuesta de NIMH mostr� que OCD afecta m�s del 2 por ciento de la poblaci�n, lo cual significa que OCD es m�s com�n que enfermedades mentales severas, tales como esquizofrenia, trastorno bipolar, o trastorno de p�nico. OCD afecta personas de todos los grupos �tnicos. Hombres y mujeres son afectados por igual. Se estim� en 1990 que los costos sociales y econ�micos de OCD son de $8,4 billones (DuPont et al., 1994).

A pesar de que los s�ntomas de OCD t�picamente empiezan en la adolescencia o en la edad adulta temprana, investigaciones recientes muestran que algunos ni�os desarrollan la enfermedad a edades m�s tempranas, a�n durante los a�os preescolares. Los estudios indican que al menos una tercera parte de los casos de OCD en adultos empez� durante la ni�ez. El padecimiento de OCD durante las etapas tempranas del desarrollo de un ni�o puede causar problemas severos para el ni�o. Es importante que el ni�o reciba evaluaci�n y tratamiento por un m�dico informado para evitar que el ni�o no pierda oportunidades importantes a causa de este trastorno.


CARACTERISTICAS CLAVES DE OCD

Obsesiones

Estas son ideas o impulsos no deseados que surgen repetidamente en la mente de la persona con OCD. Temores persistentes que pueda ocurrirle mal a uno o a un ser querido, una preocupaci�n sin raz�n de contaminarse, o una necesidad excesiva de hacer cosas correctamente o perfectamente son comunes. Una y otra vez el individuo siente un pensamiento inquietante, tal como "Mis manos deben estar contaminadas -- me las debo lavar" ; "Puedo haber dejado el gas prendido" ; o "Voy a causarle da�o a mi hijo". Estos pensamientos son intrusos y desagradables y producen un alto nivel de ansiedad. A veces las obsesiones son de naturaleza violenta o sexual o est�n relacionadas a enfermedad.

Compulsiones

Muchas personas con OCD recurren a conductas repetitivas llamadas compulsiones a ra�z de sus obsesiones. Las m�s comunes de �stas son lavando y verificando. Otras conductas compulsivas incluyen contar (muchas veces a la vez de desempe�ar otra acci�n compulsiva tal como lavarse las manos), repetir, guardar, y arreglar objetos infinitamente de manera que est�n en alineamiento preciso los unos con los otros. Problemas mentales, tales como repetir frases mentalmente, hacer listas, o verificar tambi�n son comunes. Estas conductas son destinadas a defender a la persona con OCD o a otros contra da�o. Algunas personas con OCD tienen rituales regimentados mientras que otros tienen rituales que son complejos y cambiantes. Desempe�ar rituales puede darle a la persona con OCD alg�n alivio de ansiedad, pero s�lo es temporario.

Percepci�n

Personas con OCD tienen alg�n grado de percepci�n acerca de la falta de sentido de sus obsesiones. A menudo, especialmente cuando no est�n teniendo una obsesi�n, pueden reconocer que sus obsesiones y compulsiones no son realistas. Otras veces pueden estar inseguros acerca de sus temores o creer profundamente en su validez.

Resistencia

Muchas personas con OCD luchan para desterrar sus pensamientos no deseados y compulsivos y para evitar entrar en conductas compulsivas. Muchos pueden mantener sus s�ntomas obsesivos-compulsivos bajo control durante las horas de trabajo y escuela. Pero la resistencia puede debilitarse con el pasar de los meses o a�os y, cuando esto ocurre, el OCD puede volverse tan severo que los rituales que llevan tiempo pueden tomar posesi�n de la vida de los enfermos, lo cual impide que contin�en desempe�ando actividades fuera del hogar.

Verg�enza y secreto

Los que padecen de OCD muchas veces tratan de ocultar su trastorno en vez de conseguir ayuda. Muchas veces logran ocultar sus s�ntomas obsesivos-compulsivos de sus amigos o colegas. Una consecuencia desafortunada de este secreto es que personas con OCD por lo general no reciben ayuda profesional hasta a�os despu�s del comienzo de su enfermedad. Llegado a ese punto, pueden haber aprendido a manejar sus vidas -- y la vida de sus familiares -- en torno a estos rituales.

S�ntomas duraderos

OCD tiende a perdurar por a�os, incluso por d�cadas. Los s�ntomas pueden volverse menos severos de tanto en tanto, y pueden haber intervalos largos cuando los s�ntomas son leves, pero para la mayor�a de los individuos con OCD, los s�ntomas son cr�nicos.


�QUE CAUSA EL OCD?

La antigua creencia que OCD era el resultado de experiencias personales ha sido debilitada ante la evidencia creciente de que el factor biol�gico es un colaborador primario al trastorno. El hecho de que pacientes con OCD responden bien a medicamentos espec�ficos que afectan el neurotransmisor serotonina sugiere que el trastorno tiene una base neurol�gica. Por esa raz�n, OCD ya no es atribuido s�lo a actitudes que un paciente puede haber aprendido durante la ni�ez -- por ejemplo, un �nfasis inusitado en la limpieza, o una creencia de que ciertos pensamientos son peligrosos o inaceptables. En vez, la b�squeda de causas ahora est� enfocada en la interacci�n de factores neurobiol�gicos e influencias ambientales, as� como procesos cognitivos.

A veces OCD est� acompa�ado con depresi�n, problemas de comer, abuso de droga, trastorno de personalidad, trastorno de d�ficit de atenci�n, u otros de los trastornos de ansiedad. Trastornos coexistentes pueden hacer que el OCD sea m�s dif�cil de diagnosticar as� como de tratar.

Los investigadores apoyados por NIMH han usado un mecanismo conocido como escansionador de tomograf�a de emisi�n de positrones (PET) [siglas corresponden el nombre en ingl�s: "positron emission topography scanner"] para estudiar los cerebros de pacientes con OCD de manera de poder identificar factores biol�gicos que pueden ser importantes en el comienzo o en la pertinacia del OCD. Varios grupos de investigadores han obtenido resultados de las exploraciones PET que sugieren que los pacientes con OCD tienen esquemas de actividad cerebral que difieren de los de personas sin enfermedad mental o con alguna otra enfermedad mental. Los estudios de formaci�n de im�genes cerebrales de OCD que muestran actividad neuroqu�mica anormal en regiones conocidas por su funci�n en ciertos trastornos neurol�gicos sugieren que estas �reas pueden ser fundamentales en los or�genes de OCD. Tambi�n hay evidencia de que tratamiento con medicaci�n o terapia conductista puede producir cambios en el cerebro que coinciden con una mejor�a cl�nica.

(Eploraciones PET: Normales y de OCD)
La actividad cerebral en el cerebro de una persona con OCD (derecha) y el cerebro de una persona sin OCD (izquierda). En OCD, hay un aumento de actividad en una regi�n del cerebro llamada la corteza frontal cerebral.
FUENTE: Lewis Baxter, UCLA Center for Health Sciences, Los Angeles, CA.

Estudios preliminares recientes usando formaci�n de im�genes de resonancia magn�tica (magnetic resonance imaging - MRI) mostraron que los casos con trastorno obsesivo-compulsivo ten�an significativamente menos materia blanca que los casos normales de control, lo cual sugiere una anormalidad cerebral ampliamente distribuida en OCD. El entendimiento acerca del significado de este descubrimiento ser� explorado en mayor profundidad con estudios neuropsicol�gicos y estudios de formaci�n de im�genes neurol�gicos (Jenike et al., 1996).

Los s�ntomas de OCD se ven en conjunto con algunos otros trastornos neurol�gicos. Hay un aumento en la tasa de OCD en personas con el s�ndrome de Tourette, una enfermedad caracterizada por movimientos y vocalizaciones involuntarios. Los investigadores actualmente est�n estudiando la hip�tesis de que existe una relaci�n gen�tica entre OCD y trastornos de tic.

Otras enfermedades que pueden estar ligadas a OCD son tricotiloman�a (el deseo repetido de arrancarse las pesta�as, cejas, pelo del cuero cabelludo, o de otras partes del cuerpo), trastorno dism�rfico de cuerpo (preocupaci�n excesiva con defectos de apariencia imaginarios o exagerados) e hipocondriasis (el temor de tener una enfermedad grave a pesar de evaluaciones m�dicas y resultados tranquilizadores). Los estudios gen�ticos de OCD y otras condiciones relacionadas pueden capacitar a cient�ficos para concretar la base molecular de estos trastornos.

Otras teor�as de las causas de OCD est�n enfocadas en la interacci�n entre conducta y el medio ambiente y en creencias y actitudes, y tambi�n en c�mo se procesa informaci�n. Estas teor�as acerca de conducta y cognici�n no son incompatibles con explicaciones biol�gicas.


�TENGO OCD?

Una persona con OCD tiene conductas obsesivas y compulsivas que son lo suficientemente extremas como para interferir con la vida diaria. No se deben confundir personas con OCD con un grupo mucho m�s grande de individuos que a veces son llamados "compulsivos" porque tienen un nivel alto de desempe�o y son perfeccionistas y muy organizados en su trabajo y a�n en sus actividades de recreo. Este tipo de "compulsividad" muchas veces sirve un prop�sito valioso al contribuir al autoestima de la persona y su �xito en el trabajo. En este respecto, difiere de las obsesiones y rituales destructivas de la persona con OCD.


TRATAMIENTO DE OCD; PROGRESO A TRAVES DE LA INVESTIGACION

Las investigaciones cl�nicas y experimentos que se llevan a cabo con animales respaldadas por NIMH y otras organizaciones cient�ficas han provisto informaci�n que ha llevado a tratamientos tanto farmacol�gicos como conductistas que pueden beneficiar a la persona con OCD. Un paciente puede beneficiar significativamente de terapia conductista mientras que otro puede beneficiar de la farmacoterapia. Algunos otros pueden usar tanto medicaci�n como terapia conductista. Otros pueden empezar con medicaci�n para ganar control sobre sus s�ntomas y entonces continuar con terapia conductista. Cu�l terapia usar debe ser decidido por el paciente individual en consulta con su terapeuta.

Farmacoterapia

Pruebas cl�nicas en a�os recientes han mostrado que drogas que afectan el neurotransmisor serotonina pueden reducir significativamente los s�ntomas de OCD. El primero de estos inhibidores de la ingesti�n de serotonina (SRI) [siglas corresponden al nombre en ingl�s: serotonin reuptake inhibitors] espec�ficamente aprobado para uso en el tratamiento de OCD fue el antidepresivo tric�clico clomipramina (Anafranil*). Esto fue seguido por otros SRI llamados "inhibidores selectivos de la ingesti�n de serotonina" (SSRIs) [siglas corresponden al nombre en ingl�s: "selective serotonin reuptake inhibitors"]. Aquellos que han sido aprobados por la Administraci�n de Alimentos y Drogas (Food and Drug Administration - FDA) para el tratamiento de OCD son fluoxetina (Prozac ), fluvoxamina (Luvox*) y paroxetina (Paxil*). Otro que ha sido estudiado en pruebas cl�nicas controladas es sertralina (Zoloft ). Estudios extensos han demostrado que m�s de tres cuartos de pacientes son ayudados, al menos un poco, por estos medicamentos. Y en m�s de mitad de los pacientes la medicaci�n alivia s�ntomas de OCD al disminuir la frecuencia e intensidad de las obsesiones y compulsiones. La mejor�a por lo general lleva tres semanas o m�s. Si un paciente no responde bien a uno de estos medicamentos, o tiene efectos secundarios inaceptables, otro SRI puede dar una respuesta mejor. Se est�n haciendo investigaciones sobre el uso de un SRI como el medicamento principal y uno de una variedad de medicamentos como una droga adicional (un aumentador) para pacientes que s�lo son parcialmente sensibles a estos medicamentos. La medicaci�n es �til en el control de los s�ntomas de OCD pero a menudo, si se deja el medicamento, luego habr� una reca�da. De hecho, a�n cuando los s�ntomas han disminuido, la mayor�a de las personas necesitar�n continuar con medicaci�n indefinidamente, quiz�s con una dosificaci�n m�s baja.

Terapia conductista

Psicoterapia tradicional, dirigida a ayudar al paciente a desarrollar percepci�n acerca de su problema, generalmente no es �til para OCD. Sin embargo, un m�todo espec�fico de terapia conductista llamada "prevenci�n de exposici�n y reacci�n" [exposure and response prevention"] es efectivo para muchas personas con OCD. Este m�todo implica que el paciente se enfrenta, deliberada o voluntariamente, al objeto o idea temida, ya sea directamente o con la imaginaci�n. Al mismo tiempo, el paciente es alentado a abstener de sus rituales con apoyo y estructura provistos por el terapeuta, y posiblemente por otros que el paciente reclute para asistirle. Por ejemplo, una persona que se lava las manos compulsivamente puede ser alentada a tocar un objeto que �l/ella cree est� contaminado y luego la persona es instada a evitar lavarse por varias horas hasta que la ansiedad provocada se haya reducido en gran parte. El tratamiento entonces procede paso por paso, guiado por la habilidad del paciente a tolerar ansiedad y controlar los rituales. A medida que progresa el tratamiento, la mayor�a de los pacientes gradualmente sienten menos ansiedad causada por los pensamientos obsesivos y pueden resistir los impulsos compulsivos.

Estudios de terapia conductista para OCD han encontrado que es un tratamiento exitoso para la mayor�a de los pacientes que lo completan. Para que el tratamiento sea exitoso, es importante que el terapeuta sea totalmente capacitado para proveer este tipo espec�fico de terapia. Tambi�n es �til que el paciente est� muy motivado y tenga una actitud positiva y determinada.

Los efectos positivos de la terapia conductista perduran una vez que el tratamiento ha terminado. Una compilaci�n reciente de estudios de resultado indica que de m�s de 300 pacientes con OCD que fueron tratados con prevenci�n de exposici�n y reacci�n, un promedio del 76 por ciento todav�a demostraba aligeramiento significativo 3 meses a 6 a�os despu�s del tratamiento (Foa & Kozak, 1996). Otro estudio ha encontrado que el incorporar componentes de prevenci�n de reca�da en el programa de tratamiento, junto con sesiones de seguimiento luego de terapia intensiva, contribuye al mantenimiento de mejor�a (Hiss, Foa y Kozak, 1994).

Un estudio provee nueva evidencia de que terapia cognitiva-conductista tambi�n puede ser efectiva para OCD. Esta variante de terapia conductista hace �nfasis en cambiar las creencias y esquemas de pensamiento del enfermo de OCD. Se requieren otros estudios antes de que la promesa de terapia cognitiva-conductista pueda ser evaluada adecuadamente. La b�squeda continua de causas, junto con investigaciones acerca de tratamiento, promete producir a�n m�s esperanzas para personas con OCD y sus familias.


COMO OBTENER AYUDA PARA OCD

Si usted piensa que tiene OCD, debe conseguir la ayuda de un profesional de salud mental. M�dicos de familia, cl�nicas y organizaciones de mantenimiento de salud pueden proporcionar tratamiento o recomendar centros y especialistas en salud mental. Adem�s, el departamento de psiquiatr�a de un centro m�dico importante o el departamento de psicolog�a de una universidad pueden tener especialistas informados acerca del tratamiento de OCD y que pueden proporcionar terapia o recomendar otro m�dico en el �rea.


QUE PUEDE HACER LA FAMILIA PARA AYUDAR

OCD afecta no s�lo al enfermo sino a la familia entera. La familia a menudo tiene dificultad aceptando que la persona con OCD no puede abstener de la conducta angustiante. Los miembros de la familia pueden demostrar su enojo y resentimiento, lo cual resulta en un aumento de la conducta de OCD. O, en un intento de mantener la paz, pueden asistir en los rituales o hacer promesas tranquilizadoras constantemente.

La educaci�n acer ca de OCD es importante para la familia. Las familias pueden aprender maneras espec�ficas de alentar a la persona con OCD a cumplir por completo con la terapia conductista y/o programas de farmacoterapia. Libros de autoayuda tambi�n pueden ser una buena fuente de informaci�n. Algunas familias buscan la ayuda de un terapeuta de familia que est� capacitado en el campo. Adem�s, en los �ltimos a�os, muchas familias se han unido a uno de los grupos de apoyo educativos que se han organizado a trav�s del pa�s.




Materiales de Lectura Sugeridos

Baer L. Getting Control. Overcoming Your Obsessions and Compulsions. Boston: Little, Brown & Co., 1991.

DeSilva P y Rachman S. Obsessive-Compulsive Disorder: The Facts. Oxford: Oxford University Press, 1992.

Foa EB y Wilson R. Stop Obsessing! How to Overcome Your Obsessions and Compulsions. New York: Bantam Books, 1991.

Foster CH. Polly's Magic Games: A Child's View of Obsessive-Compulsive Disorder. Ellsworth, ME: Dilligaf Publishing, 1994.

Greist JH. Obsessive Compulsive Disorder: A Guide. Madison, WI: Obsessive Compulsive Disorder Information Center, rev. ed., 1992. (Discusi�n a fondo de farmacoterapia y terapia conductista.)

Jenike MA. Drug Treatment of OCD in Adults. Milford, CT: OC Foundation, 1996. (Contesta preguntas comunes acerca de OCD y tratamientos con drogas.)

Johnston HF. Obsessive Compulsive Disorder in Children and Adolescents: A Guide. Madison, WI: Child Psychopharmacology Information Center, 1993.

Matisik EN. The Americans with Disabilities Act and the Rehabilitation Act of 1973: Reasonable Accommodation for Employees with OCD. Milford, CT: OC Foundation, 1996.

Neziroglu F. y Yaryura-Tobias JA. Over and Over Again: Understanding Obsessive-Compulsive Disorder. Lexington, MA: DC Health, 1991.

Rapoport JL. The Boy Who Couldn't Stop Washing: The Experience and Treatment of Obsessive-Compulsive Disorder. New York: E.P. Dutton, 1989.

Steketee GS y White K. When Once is Not Enough: Help for Obsessive Compulsives. Oakland, CA: New Harbinger, 1990.

VanNoppen BL, Pato MT y Rasmussen S. Learning to Live with OCD. Milford, CT: OC Foundation, 1993.

Videocassette

The Touching Tree. Jim Calliner, escritor/director, Awareness films. Distribuido por el OC Foundation, Inc., Milford, CT (sobre un ni�o con OCD).

Referencias

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Foa EB y Kozak MJ. Obsessive-compulsive disorder: long-term outcome of psychological treatment. In Mavissakalian & Prien (Eds.), Long-term Treatments of Anxiety Disorders. Washington, DC: American Psychiatric Press, 1996, 285-309.

Hiss H, Foa EB, y Kozak MJ. Relapse prevention program for treatment of obsessive-compulsive disorder. Journal of Consulting and Clinical Psychology 62:4:801-808, 1994.

Jenike MA. Obsessive-compulsive disorder: efficacy of specific treatments as assessed by controlled trials. Psychopharmacology Bulletin 29:4:487-499, 1993.

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Pato MT, Zohar-Kadouch R, Zohar J y Murphy DL. Return of symptoms after discontinuation of clomipramine in patients with obsessive-compulsive disorder. American Journal of Psychiatry 145:1521-1525, 1988.

Swedo SE y Leonard HL. Childhood movement disorders and obsessive compulsive disorder. Journal of Clinical Psychiatry 55:3 (suppl):32-37.

Swedo SE y Leonard HL. Excessively compulsive or obsessive-compulsive disorder? It's Not All in Your Head. New York, NY: Harper Collins, 1996.






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