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El propósito del prólogo y el epílogo de un texto
El propósito del prólogo y el epílogo de un texto
Al inicio de una obra es común encontrar la exposición introductoria del autor, el traductor, el presentador, el recopilador, el editor, etc. A esta exposición se le llama prólogo. El prólogo por lo general es breve y tiene como objetivo la justificación, es decir, el porqué el autor escribió su libro o su propósito al escribir la obra. En algunas ocasiones el prólogo se le encomienda a una persona distinta del autor (el prologuista), quien hace comentarios elogiosos para el autor y su obra. Últimamente, los prólogos se han convertido en una parte independiente de la obra, en donde se realizan estudios profundos de ésta.
El prólogo es el principio introductorio de toda obra y el epilogo es el fina, el resumen o compendio de todo lo dicho en el libro. El epílogo concluye una obra científica o literaria.
A continuación se presentan algunos ejemplos de prólogo y epílogo breves. Se pueden clasificar en presentación o introducción; estudio, análisis o presentación o introducción; estudio, análisis o presentación elogiosa.
Prólogo
Es cada vez más numeroso el grupo de profesionales que, en los ámbitos educativos y de las ciencias de la comunicación, básicamente, se pronuncian por la creación de una didáctica de los llamados mass media. Cine, radio, televisión y prensa, cuyo predominio cuantitativo es innegable y cuya influencia, aunque no profundamente investigada, es motivo de preocupación para muchos educadores, requieren de "receptores" que asuman actitudes tanto críticas como creativas ante los mensajes de diversa índole que estos medios conllevan.
Esta preocupación por crear una didáctica de los medios de información masiva, surgida a nivel personal en 1972 durante el curso de pedagogía educativa dirigido por el doctor Nervi Fre, en el Doctorado de Pedagogía de la Escuela Normal Superior de México, ha dado un fruto; ese fruto es el presente trabajo, cuya mira es acorde con las ideas antes enunciadas. De todos los medios de información masiva existentes, se ha elegido uno: la prensa, y de éste, una variante: la historieta o comic.
Los altísimos tirajes anuales –setenta millones– de historietas y el hecho de que entre sus consumidores se cuentan en gran número niños y adolescentes cuyas lecturas extraescolares espontáneas son precisamente los comics, en obvio detrimento de la lectura de obras literarias o científicas, es motivo de preocupación para el maestro de enseñanza primaria y para el maestro de español de grados posteriores, ya que éstos se enfrentan con alumnos-lectores desinteresados, que encuentran extensos y cansinos los libros en los que hay predominio de mensajes lingüísticos y que manifiestan una crasa inexperiencia en cuanto lecturas realizadas en libros.
El comic o la historieta en la enseñanza
El signo icónico –elemento fundamental de la historieta– no es, pese a lo que pudiera pensarse, decodificado por los jóvenes lectores de comics. En una investigación realizada con mil jóvenes, cuyas edades fluctuaban entre los 12 y 14 años, éstos demostraron, tras la lectura de una historieta y la resolución de un cuestionario relacionado con la misma, que habían decodificado pocos mensajes icónicos al leer; asimismo, demostraron que no hubo una decodificación más amplia ni lingüística ni icónicamente, así como tampoco reflexión crítica en torno de lo leído.
La presentación de esta obra, por tanto, consiste precisamente en desarrollar un proceso cuyos objetivos primordiales son:
Aumentar la capacidad crítica de los alumnos frente a los medios de información masiva, particularmente frente a la historieta.
Desarrollar la capacidad crítica de los jóvenes alumnos.
Aumentar la capacidad creativa de los educandos.
Estas páginas están dedicadas a los educadores que, comprometidos consigo mismos y con sus alumnos, deseen buscar nuevas alternativas.
La autora
Epílogo
La educación tecnificada es una imperativo de nuestro tiempo que puede, si se usa con un criterio humanístico y democrático, solucionar algunos de los problemas educativos a que nos enfrentamos en la actualidad.
Es importante, dado el contexto cultural de nuestro tiempo, que el alumno aprenda a percibir y a emitir mensajes estructurados con signos icónicos. Todo maestro, por lo tanto, debe abocarse a la tarea de enseñar a sus alumnos a realizar análisis iconográficos e iconológicos, utilizando como recurso las historietas o comics.
La escuela cumplirá su misión de agente formativo en tanto se vincule con el entorno que rodea al alumno y capacite a éste para interrelacionarse con su medio de forma crítica, autodeterminada y creativa
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