La ciudad de Viveiro se constituye a finales del siglo XII como resultado de las repoblaciones reales,que pretendían consolidar el tráfico comercial del Cantábrico. De esa época datan las murallas de Viveiro,con murallas almenadas, seis puertas y cuatro portillos. Los arabes primero,y despues los soldados de Napoleón,se encargaron de darles utilidad. El poder lo ostentaron,despues de la mitra de Mondoñedo,señores feudales como los Páez de Cora, alfeiran, Vizoso, o Gallo. En la edad moderna Viveiro fue tierra rica en vino,en la industria de salazones,lienzos,madera,artesanía y comercio en general. En el ámbito político el linaje de Los Vivero apoya a la realeza frente a las rebeliones de los nobles gallegos,concediendo privilegios al concejo los Reyes Católicos, Carlos I de España y V de Alemania, Felipe II, y Felipe III. Dejando aparte los avatares militares,Viveiro vivió también otras efemérides típicas de las ciudades medievales como los incendios, en 1381,1540, y 1610; la Peste, en varias ocasiones,siendo la más grave la de los años 1569 al 1576. y una inhundación en agosto de 1666 conocida como El Diluvio De San Mamede. Por último destacar el papel importantísimo de Viveiro como centro cultural de la zona a lo largo de los siglos,de lo cual rinde cuenta la estatua de la plaza mayor, en honor a nuestro Nicomedes Pastor Diaz, poeta destacado del romanticismo español, periodista y político.Volver