Desde México, país con gran riqueza cultural milenaria, nos llega un
ejemplo del quehacer artístico de los nuevos valores de la pintura
contemporánea en manos del joven pintor Roman Barretto. En su pintura
podemos apreciar un toque de frescura quizá subrayado por el ímpetu
neoprimitivista y expresionista que destaca en casi toda su obra,
principalmente en las últimas etapas en las cuales con una visión
personal se puede apreciar un sentido temático hacia las tradiciones y
costumbres de su país, la intención es ocuparse con la pretensión de
abrir posibilidades de comprensión al contemplador, de insinuarle
actitudes para enfrentarlo con un mundo nuevo de posibilidades
expresivas, un mundo aveces olvidado por el ajetreo de la vida moderna.
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