Una sustancia de los cardos ayuda a prevenir el cáncer de piel
Según un estudio publicado en la revista "Journal of the National Cancer Institute", un compuesto derivado de la familia de los cardos, a la que pertenece la alcachofa, podría aplicarse algún día sobre la piel como una crema para prevenir el cáncer de piel, antes o después de haber tomado el sol.
Hace poco se descubrió que la edelfosina es un compuesto que provoca, en el laboratorio, el suicidio de las células tumorales malignas de una manera selectiva. Ahora, las alcachofas las que parece que podrían reducir el riesgo de padecer un tipo de cáncer muy común entre los humanos: el de piel.
Las flores de la alcachofa. Un informe publicado en el Journal of the National Cancer Institute asegura que un compuesto derivado de la familia de los cardos lecheros (a la que pertenecen las alcachofas) podría ser aplicado como cualquier bronceador para crear una pantalla protectora frente a los rayos del sol. Lo mejor de todo, aparte de su uso tópico, es que su efecto es igualmente beneficioso tanto si se aplica antes como después de los baños de sol. Esta sustancia, llamada silimarina, tiene un efecto antioxidante que impide la acción de los temidos radicales libres, causantes del daño en la piel tras la radiación ultravioleta.
La mayor parte del entusiasmo de los responsables de este estudio se debe a que los ensayos ya han demostrados un notable éxito con ratones de laboratorio y pronto empezarán las pruebas en seres humanos, y en ellas hay puestas enormes esperanzas. El doctor Rajesh Agarwal, del Hospital Universitario de Cleveland, y sus colaboradores han podido comprobar en los ratones cómo la silimarina previene la mutación inicial de las células que más tarde inducen al cáncer. Además, esta sustancia es capaz de inhibir las mutaciones adicionales que ya han tenido lugar en las células como resultado del proceso inflamatorio que producen los fotones sobre el DNA.
En cualquier caso, es pronto aún para saber si estos resultados son igualmente satisfactorios en las personas. El doctor Cooper, que no ha tomado parte en el estudio, pero es colaborador del máximo responsable del mismo, el doctor Agarwal, afirma que este hallazgo podría ser una especie de píldora del día después de la exposición al sol. Sin embargo, este científico advierte que no se han determinado todavía las concentraciones de silimarina que serían efectivas en seres humanos o si éstas podrían ser perjudiciales en otros sentidos si llegasen a ser demasiado elevadas. El caso es que actualmente la silimarina se encuentra disponible en tiendas de alimentación como aporte adicional en las dietas sanas así que, de entrada, no sería complicado incorporarla como protector solar. Lo que aún no está claro es si habrá que tomarla en pastillas como cualquier suplemento vitamínico, incluirlo en las cremas bronceadoras.