Federico García Lorca
I Gacela del amor imprevisto
Nadie comprendía el perfume
de la oscura magnolia de tu vientre.
Nadie sabía que martirizabas
un colibrí de amor entre los dientes.
Mil caballitos persas se dormían
en la plaza con luna de tu frente
mientras que yo enlazaba cuatro noches
tu cintura enemiga de la nieve.
Entre yeso y jazmines, tu mirada
era en pálido ramo de simientes.
Yo busqué para darte por mi pecho
las letras de marfil que dicen < siempre.
Siempre, siempre>, jardín de mi agonía,
tu cuerpo fugitivo para siempre,
la sangre de tus venas en mi boca,
tu boca ya sin luz para mi muerte.
I  Gacela of Love Unforeseen
No one understood the fragrance
of your belly's dark magnolia.
No one knew you were torturing
a hummingbird of love between your teeth.
A thousand Persian ponies were dozing
in the moonlit square of your brow,
while for four nights I was embracing
your waist, enemy of snow.
Your gaze, between plaster and jasmine,
was a pale cluster of seeds.
On my chest I sought to give you
letters of ivory saying 'forever.
Forever, forever': garden of my anguish,
your fleeting body forever,
the blood of your veins in my mouth,
your mouth without light to my death.
II Gacela de la terrible presencia
Yo quiero que el agua se quede sin cauce.
Yo quiero que el viento se quede sin valles.
Quiero que la noche se quede sin ojos
y mi corazón sin la flor del oro.
Que los bueyes hablen con las grandes hojas
y que la lombriz se muera de sombra.
Que brillen los dientes de la calavera
y los amarillos inunden la seda.
Puedo ver el duelo de la noche herida
luchando enroscada con el mediodía.
Resisto un ocaso de verde veneno
y los arcos rotos donde sufre el tiempo.
Pero no me enseñes tu limpio desnudo
como un negro cactus abierto en los juncos.
Déjame en un ansia de oscuros planetas,
¡pero no me enseñes tu cintura fresca!
II  Gacela of the Terrible Presence
I want the stream to lose its banks.
I want no slopes to cradle the wind.
I would have the night eyeless
and my heart yield up its fine gold;
oxen converse with broad leaves
and the worm die of shadow;
the skull's teeth glitter
and the yellows flood the silk.
I can bear to see the grief of wounded night
struggling in the coils of noon.
I withstand a sunset of green venom
and shattered arches where Time mourns.
But do not show me your lucent nakedness
as a black cactus opens out in reeds.
Leave me to yearn for dark planets
but do not show me your young waist.