Maria viene a vivir en el alma
"Una infinidad de �ptimos efectos produce en el alma esta devoci�n practicada fielmente (darse completamente a Maria y por medio de ella a Jes�s).
El principal de ellos es que Maria viene a vivir en el alma de modo que ya no es el alma que vive, sino Maria que vive en ella y que llega a ser, por as� decirlo, el alma de la propia alma.
Y �Qu� maravillas no obra Maria cuando por una grazia realmente inefable llega a ser Reina de un alma?
Obra grandes maravillas y trabaja sobre todo en los corazones, y muchas veces en la ignorancia del alma misma, ya que si �sta se diera cuenta de lo que sucede en ella se expondr�a al peligro de perder, por causa de la vanidad, esta belleza suya.
Maria es la Virgen fecunda, en todas las almas en las que vive hace brotar la pureza del coraz�n y del cuerpo, la rectitud en las intenciones y abundantes buenas obras.
No cre�is que Maria, la m�s fecunda de las criaturas puras, que lleg� al punto de pruducir un Dios, permanezca inactiva en un alma fiel.
Ser� justo ella la que har� que el alma viva incesantemente por Jesucristo, y har� que Jes�s viva en el alma:
� Hijos mios, que yo de nuevo doy a luz, hasta que Cristo no se forme en vosotros �cfr. Gal 2,20).
Como Jes�s, que cuando vino al mundo quiso ser fruto de Maria, as� sucede en cada alma; y en aquellas en las que Maria puede habitar m�s libremente se ve mejor que es su fruto y obra maestra. (...)
Habiendo Dios venido al mundo, la primera vez, en la humildad y en el secreto por medio de Maria �No se podr�a afirmar que vendr� tambi�n la segunda vez por medio de Maria para reinar en todos, como espera la Iglesia, y para juzgar a vivos y muertos?
Nadie sabe c�mo y cu�ndo suceder�; pero s� que Dios, cuyos designios se elevan sobre los nuestros m�s que el cielo sobre la Tierra, llegar� en el tiempo y en la forma que los hombres menos se esperan, incluidos los m�s versados y competentes en las Sagradas Escrituras, que en este punto permanecen muy oscuras.
A pesar de esto, creo tambi�n que en los �ltimos tiempos, y quiz�s antes de lo que se piensa, Dios suscitar� grandes hombres llenos de Espiritu Santo y del esp�ritu de Maria a trav�s de los cuales esta divina Soberana har� grandes maravillas sobre la Tierra, para destruir el pecado y establecer en el mundo corrupto el reino de Jesucristo su Hijo."
De �La vera e perfetta devozione�, de San Luis Mar�a Grignion de Montfort (1673-1716). (nn.55-59).
Oraci�n
Se�or, da hijos y siervos a tu Madre: libres seg�n tu libertad, desapegados de todo; esclavos de tu amor y de tu voluntad, hombres seg�n tu coraz�n� verdaderos hijos de Maria tu santa Madre, generados y concebidos por su caridad. (de San Luis M. Grignion de Montfort).
Preparado por el "Movimento de los Focolares"