Capítulo 2: Cachondeo en la cafetería.

 

y dijo ............................. - 'Chúpamela maldita zorra' -

Julián Valverde, con su Magnum del calibre 25, apuntaba la cabeza de Josefa. El reía como un hijoputa , con el pulso tembloroso, y babeaba semen de su compañero de atraco. El semen que por entre sus dientes salía, caía lentamente sobre el café agridulce que yo me estaba tomando. La mano de Julián temblaba, el gatillo estaba siendo apretado ligeramente, la culata se estaba levantando, y Josefa comenzaba a oler un poco a mierda (pero solo un poco).

Josefa asintió con la cabeza, y Julián soltó lentamente el gatillo, y cogió de la lengua a Josefa, cortándola con una navaja toledana de poco más de cuarenta duros.

La gente del bar, se cagaba, potaba y acojonaba por momentos. Una voz preguntó porque le corto la lengua, a lo que Julián dijo que era para favorecer la lubricación de su polla. Valverde reía, su compañero, Antonio Farfolla, se estaba poniendo más nervioso de la cuenta, y lo notamos porque no dejaba de pegarse cuescos. Todos estabamos asustados, cuando de pronto, Josefa, saco un bazoka marca ACME de su bolso, y se los pone en el culo a Valverde, y le dijo 'hijoputa, dime ahora quien se la va a chupar a quien!' al mismo tiempo de que una tremenda hemorragia de su boca, manchaba todo el suelo de la cafetería.

Farfolla, el amigo de Julián, se abalanzo sobre Josefa, pero en ese mismo instante un coagulo de sangre le bloqueo el riego sanguíneo del cerebro y murió en el aire, no sin antes haber eyaculado en el intento. De todos modos, yo me aseguré que estaba muerto, porque cogí su garrote de 7 kilos y le reventé los genitales de un golpazo tremendo. Las gónadas del chaval fueron a parar a la maquina del chocolate, y desde aquel día nadie las ha vuelto a ver, y curiosamente todos los chocolates servidos desde entonces tienen un sabor ligeramente pastoso.

Todo esto acababa aquí, aunque la gente estaba pletórica, aplaudían, saltaban, brincaban, me metían dinero en el tanga, etc...... Pero Josefa todavía tenia a Julián cogido por los huevos, y se dispuso a reventarlo de un cañonazo, cuando Julián pidió clemencia y un cigarrillo antes de morir. Josefa, le pasó un porro que ella personalmente había liado para fumárselo después de follar conmigo esa misma tarde, y Julián lo fumo con alegría, parsimonia y sin ganas de fumarlo. Cuando de pronto, su cara comenzaba a deformarse, sus dientes cobraban tamaño exagerado, la hostia santa, se estaba transformando en un especímen difícilmente reconocible, y cojones, daba puta pena verlo.

Pude observar que Josefa ni se inmuto, pero también me di cuenta de que de su entrepierna caían como costrillas, cuajaroncillos rojos y pelillos canosos. ¿Era la menopausia o era el chocho de la anciana que se estaba deshaciendo en pedazos?, no lo sé, la verdad es que me estaba planteando el hecho de no montármelo con ella esa misma noche si sobrevivíamos al bicho infernal.

Cuando me apercibí, Julián había cambiado a un 'Ser' (y lo pongo entre comillas porque para eso están en el teclado) extraño, de doble tamaño y con cabeza cuadrada, gafas oscuras y al grito de FAMILIA, comenzó a echar potas a diestro y siniestro. Una de esas potas fue a parar a la maquina del café, la cual fue corroída completamente, varias de ellas cayeron sobre clientes que se desintegraron completamente, quedando solamente de ellos el reloj, algunos empastes y varias piedras de riñón. Yo pude esquivar una de ellas y Josefa, apuntó a los huevos de Julián. Cargó a la máxima potencia la bazoka (ya que es nuclear) y ................

¿Que pasara?

 


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