Capítulo 7: La clave está en la leche.

 

Ramona sorió con una boca grande y una enorme sonrisa que dejaba ver la grandiosa fila de dientes negros y amarillos con musgo que poblaban su boca... De repente se oyó una trompeta militar, y comenzaron a desfilar una montón de lombrices que salían de una cavidad de alguna de las muelas de Ramona. Como todos ustedes, amigos/as míos, podreis conprender, Atilano echo las rabas en el teclado, mientras las lombrices hizaban la bandera mientras sonaba el himno nacional.

Ese que viene por ahí, ¿es alien? preguntó uno... no, es Casiopeo. Efectívamente, era Casiopeo que venía con una camiseta con un bmp bordado en el salía un perro chupándole el coño a su mujer. "Haz el favor de salir de aquí, guarro". Atilano se levantó, le dijo a Ramona con cariño - vámonos puta - y se fué. Echo la mirada atrás y vió como Casiopeo con cuchara en mano, se comía las potas que Atilano había echado... (que tendencias más raras tiene este muchacho, penso Atilano).

Ramona se cogió del brazo de Atilano, y le dijo - bésame, aún no sé como sabe tu boca -, y Atilano le dijo con dulzura - maldita zorra, hasta que no mates al regimiento de lombrices sidosas que residen en tu boca, no hay nada que hacer. Aparte de todo, ¿quieres tomar algo, perra? -. Ramona entusiasmada contestó - sí cariño.

Atilano condujo a patadas a Ramona hacia la Cafetería de la Facultad. Allí le pidió una coca-cola a Ramona, y él se pidio un vaso de leche. Atilano puso a Ramona al lado de la estufa, que estaba a toda hostia, y le bloqueó las ruedas de la silla para que no diese el coñazo. El camarero del bar le dijo a Atilano - mira, cabronazo, lo siento pero leche de la marca "Pene fructuoso" no me queda, solo tengo de la marca "COVAP". Pues de esa misma, cojones, échame esa misma- contestó Atilano Cabra del Monte. Cuando el camarero abrió el tetrabrik y echó su contenido en un vaso, Atilano vió como había cuajarones rojos y trozos de carne..... - ¿que cojones es esto?, ¡macho!, ¡parece un plato de tropezones!. El camarero contestó, - es que esta leche es así. Atilano que fenecía poco a poco debido al puto pestazo que echaba la leche de los cojones, cogió el envase y leyó las bases de un concurso que hacia la casa COVAP. "¿Quiere mandar sus testículos a Marte?. Solo tiene que mandarnos 69 envueltas de nuestro tetrabrick, y decirnos el nombre de la vaca que sale en el cartón."

Atilano pensó... hummm mis testiculos en Marte, eso sí que estaría bien, eso le daría un nuevo sentido sentido a mi vida. Coño, voy a participar.

- Camarero, guardeme todos los cartones de COVAP que queden, pues voy a participar en el concurso de la leche. Si no lo hace, le obligaré a pasar una noche con mi esposa.
- No se preocupe, no le caera la breba, por cierto, su santa esposa parece el doctor infierno.

Atilano se giro, y efectívamente, allí estaba Ramona pegada a la estufa como una loncha de bacon a una sartén. Atilano le dijo al camarero, - dele la vuelta - y se fué.

Atilano cogió prestado el coche de un vecino. Arrancó y dos manzanas después, se le caló en un semaforo. El coche ya no arrancaba. Atilano se dirigió a un par de moros que vendian jaco en el semáforo, y les preguntó - ¿les importaría empujarme hasta los autobuses?. Sí, lo sé, es duro, pero yo que culpa tengo de que Atilano siempre caiga en el mismo error. Bueno, pues sí, los dos moros sacaron a Atilano del coche, lo abrieron de pierna, y lo empujaron, ¡digo!, lo empujaron los dos por rachas hasta la parada de autobuses de linea. Cuando llego, Atilano tenía el culo más abierto que el coño de la Madonna.

Deme un ticket para Pozoblanco - ¿on the bus? - no diga gilipolleces.

(Autobus camino de Pozoblanco)

Atilano iba en el autobús, y miraba los pinos, las sequollas, los cedros, los olmos, los chaparros, los chopos de Antequera y algún olivo que se veía por ahí. De pronto el autobús pegó un petardazo tremendo..... Habíamos pinchado. ¡Hostia puta! - no blasfemes - le dijo un negro con bigote que había al lado. Atilano se bajó a mear. Se sacó la tranca para mear tranquílamente, cuando leyó un cartel que decía: "Cuidado, vacas sueltas". Me encantan los animalitos del campo, pensaba Atilano mientras descargaba sobre unos matorrales. De entre esos matorrales, salió la cabeza de un corderito, que sin la más mínima duda, se amorró al pene de Atilano. Atilano, se quedó petrifi- cado, pero no hizo nada por apartar al becerrillo.

¡JOSEFINA!, ¡JOSEFINAAAAAAA!...... ¿ande coño tás metio?. De repente y a lo lejos, aparecio una pastora, con unos pantalones de pana y con unas botas de pescar ranas de color rosa verdoso. - Hola, me llamo Raquel, hijo de puta, ¿no ha visto usted el cartel?, ¿acaso no sabe que no es bueno darle de comer a las corderas entre horas?. Atilano contestó - disculpe usted, pero si estaba meando tranquilamente y la becerra esta se me abalanzó pa chuparme el nabo y yo... disculpe nuevamente.

Raquel comenzó a llorar... Atilano, le dijo, - ¿que coño te pasa?. Raquel con lágrimas de semen que rodaban por su cara dijo, - ¡es muy dura la vida de pastora!. Yo todo el día aquí en el monte, ¡sola!, mi novio en Córdoba haciendo largos en el Guadalquivir, y para colmo las alumnas de FP de Laboratorio del pueblo vienen muchas noches a follar con los toros, y luego al día siguiente los pobres no tienen fuerza ni para pegar un par de muletazos. Bla.....bla .... bla.... tanto Paqui, como Mari Carmen .... bla.... la más puta es Tere que se lo monta con 2 toros al mismo tiempo....bla ..bla... Asun, Mariló, Nines, Ana hacen gargaras después de que los toros se corran en sus bocas .... bla... bla y bla.

¡Ah, ah, ah, ahhhhhhhhhhh! (ataques epilépticos de Atilano). De pronto una masa viscosa y blanca sale disparada pringando y manchando todo lo que pilla por delante. Josefina, la corderita, bala alegre y feliz con la boca llena de semen (lefa para los Canarios) mientras Raquel mira con cara de mala leche a Atilano Cabra..... Saca la garrota y comienza a meterle hostias a Atilano mientras Atilano huye por el monte pegando saltos...


¿Qué pasará en el siguiente capítulo?
¿Encontrará a la vaca de COVAP?
¿Me pegarán dos hostias por haberme pasado con las cabras de Pozoblanco?
¿Me escribirán cartas de agradecimiento las alumnas de FP Laboratorio?
¿Por qué el novio de Raquel hace largos por el Guadalquivir y no pajas, como todo el mundo? ¿Por qué no mato ya a Atilano , y acabo con esta historia?

 


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