"El referendo no es contra los políticos"

"El episodio de la Cámara de Representantes es un suceso de subida de fiebre de un enfermo en estado grave": Néstor Humberto Martínez.

Colprensa Santa Fe de Bogotá

El Gobierno exhortó a los partidos a no tenerle miedo a la democracia participativa, al tiempo que anotó que el referendo no está dirigido contra la clase política, sino contra la forma de hacer política en el país.

El ministro del Interior, Néstor Humberto Martínez, en entrevista con Colprensa, calificó de peligrosa, grave y osada la propuesta de incluir a la guerrilla dentro de una asamblea nacional constituyente, cuando la subversión no ha dejado sus prácticas terroristas.

Igualmente, aclaró que para el Gobierno no todos los congresistas son corruptos, por cuanto de haberlo considerado así dentro del referendo hubiese propuesto la inhabilidad para todos ellos, para que no se pudieran postular al nuevo Congreso.

Nuevamente, Martínez desechó la propuesta del ex candidato Horacio Serpa de establecer en el país el régimen parlamentario y sostuvo que eso sería como indicarle al elector que integre un Congreso y que éste a su vez se encargue de la conformación del Gobierno.

- ¿Por qué el Gobierno no busca un acuerdo nacional para encontrar una salida a la incertidumbre política actual?

- Realmente no hay ninguna incertidumbre política. El país le tiene que perder el miedo a la democracia participativa. En la Constitución del 91 escogimos este modelo de organización del Estado y apelar al pueblo para que produzca grandes transformaciones es la más legítima vía institucional para que la política se reordene.

En esa materia no debe haber ningún tipo de dudas. Estamos avanzando en el modelo de la Constitución del 91. La gente está muy satisfecha con eso.

- La pregunta va dirigida al temario del referendo, que es lo que origina este maremágnum político...

- El temario del referendo, como se ha visto en las encuestas, en las expresiones públicas de opinión, está recibiendo un apoyo y solidaridad nacional incalculable, casi insospechada. Me atrevería a decir que es el primer proyecto de Estado, que en medio de tanta fisura y tanta fractura social, logra aglutinar el pensamiento nacional. Más del 90% de los colombianos creen que hay que dar este paso.

- ¿Pero ese apoyo es a la propuesta del cierre del Congreso, a la decisión de revocarlo?

- El Congreso no se cierra. No hay que decirle a la gente lo que no se está proponiendo. Estamos utilizando la vía institucional, el Estado de Derecho para que el pueblo se pronuncie sobre unos cambios profundos a la forma de hacer política; para que haya unos instrumentos en la lucha contra la corrupción y para que el pueblo decida, no el Gobierno, si quiere que se convoque a elecciones el próximo 29 de octubre. Esa será la decisión soberana del pueblo.

- En todo momento el Congreso ha sido señalado como un factor corrupto, eso no es de ahora. ¿Si la pregunta se hubiese hecho en otra época la acogida no sería igual?

- El episodio de la Cámara de Representantes es un suceso de subida de fiebre de un enfermo en estado grave. Es un episodio febril de un enfermo grave. La causa no es solamente lo que ocurre en el Congreso, la causa es el sistema político.

Por eso el sistema hay que renovarlo, abriendo nuevos espacios de participación política, pegándole un estartazo a la participación ciudadana para que elija a sus representantes en las corporaciones públicas, evitándole la avispa que es la operación sinónima del clientelismo, y que es la base de un sistema viciado por efectos de ética. Eso es lo que hay que cambiar.

Por su puesto, si en el Congreso todos fueran personas malas lo lógico era que quedaran todos inhabilitados. No. En el Congreso hay personas buenas, de unos grandes méritos y unas grandes condiciones profesionales y esas personas no las puede perder la democracia. Obviamente, el país tiene que distinguir (entre unos y otros).