Nativos del planeta desierto de Tatooine, los jawas son carroñeros inteligentes de aspecto de roedores, obsesionados por la recogida de hardware anticuado y abandonado. De un metro de altura aproximadamente, llevan capas y capuchas toscamente tejidas por ellos mismos, para protegerlos de los rayos hostiles de los soles gemelos de Tatooine. Normalmente sólo unos ojos de brillo intenso brillo relucen bajo los oscuros confines de una capucha jawa; pocos han llegado a ver que se esconde dentro de la oscura vestimenta. Pero una cosa está clara: para las otras razas el olor de un jawa es desagradable y más que ligeramente ofensivo. Los jawas entienden el lenguaje común del Imperio, pero prefieren su lengua natural, un torrente de gruñidos guturales y siseos inteligibles para la mayor parte de los habitantes de Tatooine... al menos para los que tratar con ellos. Los jawas también hablan un extraño y variable dialecto de su lengua que resulta incomprensible para los no-jawas; esto ayuda en gran medida a su habilidad para negociar con extraños. Los granjeros de humedad suelen aprender a las malas que es más seguro tratar con un jawa que con un comité jawa. Los jawas vagan por el desierto de Tatooine, recogiendo droides abandonados, maquinaria rota y cualquier otro resto de tecnología avanzada que puedan encontrar. Viajan en enormes hogares-fortaleza con cadenas llamadas "reptadores de las arenas", rastreando los incontables páramos en busca de restos. Estos mecánicos migrantes son básicamente tratantes de residuos tecnológicos que recogen lo que la gente tira para vendérselo a otros. Se sabe que incluso han llegado a coger material de las manos de granjeros de la humedad... especialmente si no está guardado o firmemente fijado en su lugar. Después de unas pocas semanas de reconexiones y alteraciones, estos comerciantes poco escrupulosos pueden incluso intentar vender el equipo al propietario original... con un sustancial margen de beneficio, evidentemente. (La mayoría de las razas consideran que esto es traición y robo; los jawas lo consideran un buen negocio.) Los jawas son inherentemente paranoicos y lo temen todo, pero aparentemente sólo tienen dos enemigos naturales: los moradores de las arenas y los dragones krayt. A los moradores de las arenas no les gusta atacar cosas tan grandes como un reptador de las arenas, pero constantemente buscan oportunidades para asaltar equipos de rapiña jawas que se alejan demasiado de las fortalezas móviles. Los dragones krayt no tiene tales escrúpulos y se sabe que han atacado en diversas ocasiones los gigantescos vehículos móviles. Aunque cobardes, si se les presiona demasiado, los jawas utilizaran sus armas:blásters de diseño propio, montados a partir de piezas de una amplia variedad de fuentes mecánicas. Hay informes de granjas de humedad totalmente aplanadas por reptadores. Se desconoce si estos raros incidentes son sucesos accidentales o alguna forma de justo castigo, pero la mayoría de los jawas preferiría escabullirse antes que luchar. En las pocas ciudades que se elevan en los yermos de Tatooine, se pueden encontrar jawas adulando excitadamente la vasta concentración de vehículos y droides que allí se encuentran. Frecuentemente su miedo deja paso a sus tendencias obsesivas en presencia de tanta tecnología avanzada y las criaturas deben ser alejadas repetidamente a la fuerza. Muchos visitantes se quejan de salir de una cantina para encontrarse con docenas de jawas correteando sobre sus deslizadores recién limpiados, toqueteándolos y baboseándolo de una manera desagradable. A pesar de su apariencia, Los jawas son consumados reparadores con una maña innata para analizar cualquier tipo de maquinaria. Quizá no entiendan la teoría robótica o los motores de repulsión, pero pueden hacer que un droide averiado trabaje o que funcione un deslizador terrestre insensible... al menos el tiempo suficiente para vendérselo a un granjero de humedad desesperado. Los jawas no están interesado ni en la política local ni en la galáctica (y probablemente no se lo permitirían si estuviesen) y no han mostrado ninguna inclinación hacia la Rebelión ni hacia el Imperio. Sus únicos interés consisten en hacer tratos y adquirir más y más de su preciosa tecnología.