Los mon calamari, o calamarianos, son una inteligente raza anfibia bípeda de color asalmonado con manos palmeadas, cabezas abovedadas y grandes ojos. Toman el nombre de su acuoso planeta, Calamari, que comparten con los quarren.
El agua cubre la mayor parte de Calamari. El planeta es tectónicamente estable y, como resultado de ello, las montañas son raras y las islas y minúsculos continentes que existen contienen ciénagas, pantanos y cadenas lacustres.
Los calamari y los quarren hablan una lengua similar, pero la mayoría de los calamarianos ha adoptado como propia la lengua común de la galaxia. Debido a la desafortunada historia reciente de Calamari, se pueden encontrar trabajadores calamarianos tanto en campos de trabajo imperiales como en las filas de la Alianza Rebelde. Son por lo general de voz suave, amables y razonables como personas, incluso en sus tratos con el Imperio.
Los mon calamari son criaturas terrestres habitantes de las costas con afinidad con el agua. Sus ancestros primitivos subsistían principalmente gracias al pescado, los crustáceos y las frutas y, con el paso de los milenios, desarrollaron un rudimentario sistema de acuacultura, criando peces en rediles y cultivando quelpo. Los avances tecnológicos fueron lentos según los estándares humanos, retrasados por la pobreza de minerales del manto de Calamari. Quizás este lento avance explique la pacífica historia de los calamari; o quizás la explicación radica en la propia amabilidad de los mon calamari.
Los calamari descubrieron y contactaron con los quarren, que habitaban en las profundidades marinas; después de alguna confusión inicial, desarrollaron una civilización simbiótica. Así empezó la verdadera edad dorada de su planeta. A medida que avanzaban los calamari, construyeron gradualmente grandes ciudades flotantes que se convirtieron en centros de aprendizaje, gobierno y cultura. Fueron ayudados por los quarren , que, minando los minerales depositados en las aberturas volcánicas del mar profundo, proporcionaron los minerales apropiados para una tecnología avanzada. Actualmente estas ciudades mecánicas flotantes salpican de puntos los océanos, como continentes artificiales descansando en un mar constante.
Las ciudades flotantes de los calamari se extendieron tanto sobre como debajo del agua, proporcionando el espacio necesario para que las granjas de peces, los centros industriales y las instalaciones de alojamiento. Deslizadores de olas viajan de ciudad en ciudad y lanzaderas van y viene de las grandes plataformas espaciales que están en órbita alrededor del planeta a las ciudades que cabalgan sobre las olas. Los quarren viven en los niveles más profundos de las ciudades, mientras que los mon calamari prefieren los niveles más cercanos al sol.
Los calamarianos han creado una cultura altamente civilizada. El arte, la música, la literatura y la ciencia están a un nivel de creatividad no superado en la galaxia conocida. Casi desde el principio, la literatura calamariana ha descrito las estrellas como islas en un mar galáctico. Muestra un anhelo apasionado por explorar el espacio en busca de otras civilizaciones con las que compartir esperanzas y aspiraciones, como los calamari han hecho con los quarren. (Sin embargo, los quarren ven esta relación con una luz algo diferente) La tecnología avanzada les dio finalmente los medios para alcanzar sus sueños de comunión galáctica... pero la nube de la guerra hundió su mundo acuático en la oscuridad.
La primera nave espacial calamariana se encontró con el Imperio he hizo sondeos pacíficos. El Imperio, no obstante, no vio una civilización avanzada con la que comerciar; en vez de ello vio una civilización avanzada y una gente amable, y en consecuencia estúpida, lista para ser conquistada. El Imperio vio una especie naturalmente esclava cuya industria podría explotar para servir la maquina de guerra del Imperio.
Cuando las fuerzas imperiales les invadieron, fueron recibidas como amigos. Pero cuando el Imperio empezó a incautar propiedades y a tratar los instrumentos de poder y de gobierno calamarianos con desprecio, fueron impulsados a la resistencia pasiva.
El emperador no iba a permitir ningún desafío. Ordenó la destrucción de tres ciudades calamarianas como muestra de su poder. El mar creció con la sangre de miles de seres. Esto, estaba seguro, acobardaría a sus enemigos.
La respuesta fue inesperada Esta pacifica raza, este mundo sin historia de guerras, se alzó como uno solo, transformando utensilios de paz (instrumentos de cocina, aperos de jardín, herramientas metalúrgicas) en armas de guerra. Los calamari destruyeron a sus enemigos, expulsando la primera ola de invasión.
El emperador intentó esclavizar a los calamari; en la práctica les enseñó el arte de la guerra.
Ahora las industrias calamari tienen un nuevo propósito. Fabrican armas como quería el Imperio, pero no para su uso. Los calamarianos buscaron sus sueños entre las estrellas. Lo que encontraron fue una guerra terrible y un sueño diferente: un sueño de libertad, un sueño de esperanza, un sueño mantenido por un creciente grupo de razas que se llama la Alianza.
La capacidad industrial, las naves y la tecnología de los calamari resultan una gran ayuda para la Alianza, pero son posiblemente lo menos importante que ofrecen los calamari: se les llama "el alma de la Rebelión" y aportan a la Alianza la entrega, su fortaleza y una visión de un congreso de muchas razas creando conjuntamente una civilización promotora de vida y que abarque toda la galaxia. Los mon calamari se han tomado muy a pecho la causa, comprometiéndose a luchar hasta que el Imperio sea destruido... o hasta que los calamari sean borrados de la galaxia.
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