|
SONETO XC
Pens� morir, sent� de cerca el fr�o,
y de cuanto viv� s�lo a ti te dejaba:
tu boca eran mi d�a y mi noche terrestres
y tu piel la rep�blica fundada por mis besos.
En ese instante se terminaron los
libros,
la amistad, los tesoros sin tregua acumulados,
la casa transparente que t� y yo construimos:
todo dej� de ser, menos tus ojos.
Porque el amor, mientras la vida nos
acosa,
es simplemente una ola alta sobre las olas,
pero ay cuando la muerte viene a tocar a la puerta
hay s�lo tu mirada para tanto vac�o,
s�lo tu claridad para no seguir siendo,
s�lo tu amor para cerrar la sombra.
Pablo Neruda, 1959
Cien Sonetos de Amor (1959) Noche
|