COCINA URUGUAYA

  1. Brochettes de mar
  2. Buseca
  3. Carbonada criolla
  4. Cerdo picante a la chino García
  5. Creppes de berberechos
  6. Chivitos
  7. Hongos deliciosos a la Provenzal
  8. Huevos al colchón
  9. Huevos al curry
  10. Huevos con espinaca
  11. Huevos con jamón a la salsa
  12. Huevos en el nido
  13. Huevos Poché
  14. Huevos rellenos al gratín
  15. Húngaras con papas a la crema
  16. Lemon pie
  17. Mantambre a la leche
  18. Mantambre relleno
  19. Mejillones a la provenzal
  20. Milanesa
  21. Mojos
  22. Polenta con cosas
  23. Pollo para la polenta
  24. Puchero criollo
  25. Sopa de ajo
  26. Sopa de cebollas
  27. Sopa de mejillones
  28. Tallarines con pesto (ojo!!, no es cualquier pesto)
  29. Tallarines verdes (de albahaca), con salsa de brócoli
  30. Torta frita
  31. Torta pascualina de mi mama
  32. Torre de Pisa
  33. Vermiccelli a la vóngole

--- Tallarines con pesto ---

Si tengo tiempo y me dan las ganas, los tallarines los suelo hacer yo mismo, en la creencia de que no hay pasta comprada que se pueda igualar a la casera amasada a mano, pero eso depende de los gustos.
Hay muchas maneras de hacer la pasta, pero la que yo uso es así, en el centro de la mesa de amasar coloco, en forma de corona, tantas tazas de harina como comensales hay, 10 comensales, 10 tazas de harina. En el medio de la corona hecho tantos huevos y cucharadas soperas de aceite de oliva como tazas de harina o comensales haya, que si uno es un buen matemático deben siempre coincidir, por último piscas de sal a gusto. Se rompen los huevos con un tenedor y se va volcando la harina dentro del líquido; luego se le mete mano y se amasa hasta que esté bien suave y pareja. Se la deja reposar unos minutos, cubierta con un paño, luego se la corta en trozos y se la estira del grosor deseado.  Enharinamos esta masa estirada, la enrollamos y la cortamos transversalmente con un cuchillo, haciendo así los tallarines, los que se desenrollarán sobre la mesa y se espolvorearán con harina. Listo el pollo, digo la pasta.
El pesto es así:

INGREDIENTES:

PREPARACIÓN:
Se baten todos los ingredientes juntos en la procesadora, en la batidora eléctrica o a mano; cualquiera sea el método tiene que quedar una mezcla homogénea y de la consistencia de una crema.  Esto se lo colocás por encima a los tallarines bien calientes, entonces se comienza a derretir y embadurnar toda la fuente, comenzás a segregar saliva y jugos gástricos por el olorcito que emana, te los comés y después me contás. Se acompaña con cantidades incalculables de vino tinto y los sobrevivientes tendrán la obligación moral de recoger los cadáveres de sus contertulios, llamar a los deudos y entregarse sin resistencia en gordos anónimos.

--- Tallarines verdes (de albahaca), con salsa de brócoli ---

Esta es una antigua receta que me legaron unos amigos italianos y que la he hecho pasar por el tamiz de mi corrupta mente gastronómica, que, como cualquiera puede darse cuenta, se encuentra en avanzado estado de descomposición. Proviene, y esto es en serio, de campesinos italianos del siglo pasado, en no muy agorero estado económico, pero que tiene la frescura del campo, la inventiva infinita de la necesidad y la inocencia de Mike Tyson.
La fórmula de la pasta básica de los tallarines es la misma, of course, que la proporcionada anteriormente, en las mismas proporciones exactas y los mismos exactos ingredientes, el único cambio es que se le agrega, en medio de la corona de harina, 1 taza de albahaca finísimamente picada (suponiendo que estemos trabajando con unas 10 tazas de harina). Desde este momento se procede igual que para la pasta amarilla. Tal vez ésta, por el agregado de la albahaca, sea algo más húmeda que la anterior, pero no cambia demasiado la cosa. Cuando estos tallarines se vuelquen en el agua hirviendo, no quieran saber ni le pregunten a nadie, la cantidad de ptialina y diversos jugos digestivos que les hará segregar el olorcito a albahaca que emanará de vuestras ollas, y eso que ni siquiera tienen una mísera salcita encima.

SALCITA DE BRÓCOLI (y otros venenos adjuntos)

INGREDIENTES:
Para unas 10 personas.

PROCEDIMIENTO: (extremadamente fácil)
Se corta el tocino en trocitos bien chiquitos, se colocan en una sartén con un poco de aceite de oliva y se lo salta allí. Cuando soltó toda su gracita y comenzó a dorarse, se le echa la cabeza de ajo pelada y bien picadita, y se cocina hasta que el ajo comience a dorarse.
Previamente se habrá cocinado el brócoli, en agua hirviendo con sal y un cubo de caldo de carne.
Incorporaremos el brócoli a la sartén con el ajo y el tocino, entreveraremos todo, fraccionando el brócoli, lo saltearemos un momento con el resto de los ingredientes y se los pondremos por encima a los tallarines recién sacados del agua, o sea, muy calientes. Todo esto sucede en una fuente honda, en la que rociaremos todo el menjunje con abundante aceite de oliva y espolvorearemos con la pimienta negra recién molida (ojo, esta pasta no lleva queso rallado por encima, aunque siempre habrán transgresores - bienvenidos).

--- Torta frita ---

Primero tenés que saber que el Uruguay no tiene, en sí mismo, una cocina propia que lo distinga como País. En la cocina, como en tantas otras cosas, recibimos la herencia cultural que nos ha legado España, sobre todo, y la inmigración italiana. Hemos integrado su cocina a nuestra idiosincrasia y, poco a poco, a través de sucesivas modificaciones, creando una cocina nuestra que tiene un gran cariz europeo. Pero hay 2 o 3 cosas que yo diría, a falta de mejor información, que son absolutamente típicas de Uruguay, por ejemplo "LAS TORTAS FRITAS".

INGREDIENTES:

PREPARACIÓN:
En un recipiente grande se tamizan juntos la harina, el Royal y la sal, se le agrega las cucharadas de grasa y se mezcla con la harina, con mucha paciencia y con un tenedor, integrando todo, de modo que quede una mezcla homogénea. Luego se le puede meter mano para entreverar, lo que a veces es más fácil. No se angustien si queda algún pequeño trocito de grasa con harina formando un grumo, desaparecerá luego con el agregado de los líquidos y con el amasado.
Luego se le agrega paulatinamente los líquidos y, ahora sí, a mano, se mezcla y amasa todo, hasta que quede una masa muy tersa y no demasiado dura. Una vez lograda, se deja reposar unos 5 minutos, tapada con un paño ligeramente humedecido.
Lugo se cortan pequeños trozos, que deben estirarse del tamaño y forma de un plato de postre y de alrededor de medio centímetro de espesor, sólo la practica os dirá cuanta masa deben tomar del bolo primigenio, lo que sí importa es el espesor de 1/2 cm. La estirada puede hacerse a mano o con palote de amasar. Yo recuerdo a mi abuela materna que sobaba esta masa sobre sus rodillas cubiertas por un paño blanco, durante mucho tiempo, luego fraccionaba la masa y la estiraba y daba forma también a mano, fueron las mejores que probé en mi vida; tal vez esa manualidad sea el secreto de la perfección, o tal vez el tiempo, la niñez, la admiración y el cariño hagan verdad aquello de Manrique de que "todo tiempo pasado fue mejor".
Usado el método que se os cante donde vosotros queráis, una vez obtenidas las tortas estiradas del tamaño de un plato de postre y de 1/2 cm. de espesor´, las pincharemos un poco con el tenedor y las freiremos en abundante grasa de vaca (1 kilo aproximadamente), derretida al fuego en una cacerola. Allí introduciremos nuestras tortas y dejaremos que se doren por un lado (un dorado pálido, por favor) y luego las daremos vuelta. Las sacamos de la grasa, las colocamos sobre papel de cocina para que absorba el exceso de grasa, y nos las comemos calientes, con mate, con café con leche, con chocolate , con té, con vino o con lo que quieran. Los golosos, proyectos de diabéticos, pueden espolvorearlas con azúcar antes de ingerirlas, que también quedan sensacionales.
Salen un montón, como para 8 personas normales, para desaforados, calcular más, aumentando las proporciones de los ingredientes en forma geométrica.

--- Milanesa ---

Otra de nuestras tradicionales comidas es la "MILANESA", bife de carne empanado que no es para nada conocido en Milán, por lo que no tengo la menor idea de dónde proviene su nombre, de porqué lo llamaron así y, lo único que se me ocurre, es que sea otro producto más de la incordinación, imaginería y fantasía con que se adornan nuestros pueblos. Es también típicamente uruguayo, fácil de hacer, riquísimo y no demasiado caro.

Se toma 1 kilo de pulpa de carne vacuna (cadera o cuadril, ignoro los nombres de los cortes en España, pero basta que sea pulpa, puede, inclusive, ser hasta lomo), sin grasa ni aponeurosis ni nervios, carne sola.
Se corta en bifes de 15 por 15 aproximadamente (no interesa demasiado la precisión), de 1 cm. de grosor, y se pasan por la tiernizadora (ésta es un aparato que las marca y les deja tajos), careciendo de tiernizadora, se golpea los bifes con el dorso de la cuchilla, en un sentido en un lado y en el perpendicular en el reverso y se sazona.
En un plato hondo se habrá preparado 6 huevos enteros batidos a los cuales se les agrega una cabeza de ajo picada y un atado de perejil picado, más una o dos pizcas de sal y un poco de pimienta negra recién molida.
Se prepara un recipiente rectangular grande, lleno de 1/2 kilo de pan rallado y se procede de la siguiente manera, se pasan los bifes de carne vacuna por la mezcla de huevo, ajo y perejil y luego se coloca en el recipiente con el pan rallado y se empana el bife, procurando que el pan rallado quede lo más pegado a la carne posible, se logrará esto cubriendo el bife con el pan rallado y presionando y golpeando con la mano.
Luego, se lo sacude para sacar el exceso de pan rallado, no absolutamente pegado y se repite la operación, se pasa por el huevo y luego se empana.
Se fríen en abundante aceite bien caliente, se sabe cuando están cocidas porque por ambos lados (hay que darlas vuelta) están doradas.
Se acompañan de puré de papas, de papas fritas, de ensaladas varias, con huevos fritos además o con arroz blanco o en varias de sus formas.
Se sirven bien calientes en un plato y se las rocía con jugo de limón.

--- Buseca ---

Plato típicamente de invierno debido a la cantidad espantosa de calorías que uno ingiere por cucharada.

INGREDIENTES

PREPARACIÓN:
Primeramente se pone a cocinar el mondongo, o callos, en abundante agua con sal (colocar el mondongo en la olla una vez que el agua hierva, dado que nos interesa el sabor del mismo y no hacer un caldo de callos). Cocinar hasta que el mondongo se haya ablandado algo, pero todavía tenga una buena consistencia, puesto que continuará su cocción con el resto de los ingredientes. Llegado a este punto se saca del agua, se reserva ésta, y se procede a cortar el mondongo en tiritas de 1 cm de ancho por 5 de longitud, aproximadamente claro. Apartarlo hasta el momento de usarlo.
Mientras se cocinaba el mondongo, que demora lo suyo, doramos en una sartén grande, con un poco de aceite de oliva, todos los ingredientes cárnicos que disponemos, la pata de cerdo, los chorizos, las longanizas, etc.. A medida que se vayan dorando se los irá colocando en una olla grande, donde se realizará la cocción definitiva, con capacidad de unos 20 litros. finalizado el salteado de estos elementos se colocará en la olla suficiente líquido de la cocción de los callos y del remojo de los hongos, como para cubrir todos los elementos. Se llevará a hervor y se cocinará hasta que los trozos de pata de cerdo lleguen al mismo punto de cocción que los callos, y en este momento se agregarán los mismos, junto a los garbanzos y porotos, así como al resto de los vegetales, (excluídos los repollitos de Bruselas) los que previamente habremos saltado en nuestra sartén con aceite de oliva.
Este también es el momento de hechar todos los condimentos, pimentón, orégano, guindillas, rectificar la sal (cuidado con ésta pues ya hay sal en el agua de cocción así como en el tocino, de todas maneras yo creo que necesitará más en este momento, lo dicho, sal a gusto), y las hojas de laurel.
Debemos cuidar también que haya suficiente líquido para cubrir, y sólo cubrir, todos los elementos sólidos, al final la buseca debe quedar caldosa pero no demasiado, predominando siempre la parte sólida.
Se continúa la cocción hasta que se comprueba que todos los ingredientes están a punto, cocidos y bien tiernos, sobre todo los callos y los cueros de los trozos de la pata de cerdo. Cuando nuestro instinto de cocinero nos indique que faltan unos 15 minutos para que esto suceda, agregaremos las patatas cortadas en dado y los repollitos de Bruselas; se finaliza la cocción cuando éstos estén a punto.
La preparación de este plato es altamente recomendable realizarla el día anterior a consumirse, dando tiempo al reposo y al hermanado de todos sus múltiples ingredientes, será mucho más sabrosa nuestra Buseca. Una vez terminada la cocción, la olla debe enfriarse lo más rápidamente posible, para evitar que todo el conjunto fermente, por lo tanto recomiendo que se saque a la intemperie, teniendo buen cuidado de perros y gatos, o que se tape la olla y se coloque bajo el chorro de agua fría del grifo.
Al otro día se calentará en la misma olla, lo que sobre podrá congelarse en el freezer durante tiempo inmemorial, disfrutándolo el próximo invierno.
Se sirve bien caliente y se espolvorea abundantemente con queso parmesano.
Se acompaña de cantidades navegables de vino tinto y, si después no están dispuestos a salir a pelear desnudos sobre la nieve, o sienten algo de frío, anótense en el club de Juana de Arco y lleven los reglamentos hastas sus últimas consecuencias.

--- Polenta con cosas ---

INGREDIENTES

PREPARACIÓN:
Se coloca el líquido, agua o caldo, en una olla y se hace hervir, a continuación se toma la harina de maíz a puñados y se va espolvoreando de a poco sobre el caldo hirviendo, a medida que, con un batidor de alambre, se bate continuamente. Se continúa con este procedimiento, para evitar que se formen grumos, hasta que toda la harina esté en la olla, luego se sustituye el batidor de alambre por una cuchara de madera, se baja un poco el fuego (ojo!, no acercarse demasiado a la olla porque cuando espesa se forman unas burbujas que, al reventar, salpican y queman) y se continúa revolviendo, ahora en forma más espaciada, hasta que finalice la cocción, unos 20 0 30 minutos o hasta que la cuchara se mantenga parada sola enterrada en la masa.
En este momento se le agrega la manteca y el queso rallado, se revuelve para incorporarlos y si quedó muy espesa, se le agrega leche.
Se sirve bien caliente con una buena cantidad de estofado de cordero por encima, o con pollo, o con otras cosillas, a saber:

--- Pollo para la polenta ---

Se frita 1 o 2 cebollas picadas con aceite de oliva, junto a 1 o 2 morrones rojos, también picados (no muy fino), una cucharada de ajo y perejil picados, 4 tomates sin cáscara picados, una cucharada de pimentón dulce, una taza de hongos secos remojados y picados, 2 hojas de laurel, orégano, sal y pimienta a gusto y finalizando con un gran vaso de vino blanco seco de buena calidad.
A parte se doran en aceite de oliva 2 pechugas de pollo cortadas en dados y se le agrega a la salsa ya hicha, cocinando todo junto un momento más, antes de hecharlo sobre la
polenta.
Puede sustituírse el pollo por chorizos colorados o salchichas, o ambos; o por jamón serrano o por tocino, con la grasa y cortado en dados, procediendo lo mismo que con el pollo.
Si se hace con chorizos colorados y se quiere un sabor realmente fuerte, sustituír el pimentón dulce por pimentón picante.
Se sirve espolvoreado con queso rallado.
Si ha sobrado polenta sola, sin la salsa, se deja enfriar un poco, cuando todavía esté tibia se estira sobre una chapa de horno, con la ayuda de un palote de amasar. A otro día, cuando esté fría, se corta en cuadrados de 10 x 10cms. y se fríen en aceite vegetal, pudiéndose ser utilizadas como torrejas, comerse solas o acompañar carnes, etc, son deliciosas.

--- Carbonada criolla ---

"Poner en una cacerola media taza de aceite, dorar en él 2 dientes de ajo picados, una cebolla finamente picada, agregarle después medio kilo de carne de ternera cortada en daditos, saltarla un poco, añadirle 2 tomates pelados y cortaditos, 100 grs. de manteca, un ramito compuesto de hierbas aromáticas, una papa, un pedazo de zapallo y otro de batata (es nuestro boniato), todo cortado en pedazos; pedacitos chicos de choclo, 3 cucharones de caldo (unos 3/4 litros supongo yo), sal y pimienta; tapar la cacerola y dejar hervir hasta que esté todo casi cocido; agregarle entonces 250 grs. de arroz, una manzana pelada y cortada en pedacitos, 3 duraznos pelados y cortados, o duraznitos chicos, enteros y pelados; tapar y dejar hervir lentamente hasta quer el arroz esté cocido, que será a los 20 minutos más o menos.
Si hiciera falta más caldo se le añadirá, pues debe resultar jugosa pero espesa. También se le pueden agregar orejones de duraznos"

El zapallo es, ni más ni menos, que la denominación americana, proveniente de los indios Quechuas ("sapallu"), para designar a la calabaza, de la que hay innumerables variedades. La que más usamos nosotros para nuestros guisos son esas enormes, que pesan varios quilos, de cáscara rugosa e intenso color verde oscuro, que acá se venden en rodajas que se cortan como los gajos de una naranja y luego en trozos más pequeños para guisar.
Y el choclo es la denominación, americana también, de la mazorca tierna del maíz, de la que también tenemos varias clases, como supongo que Uds. tendrán también. Ahora está llegando al mercado uno que es muy tierno, de un grano grande y muy parejo, de color amarillo pálido y que es básicamente dulce.

--- Húngaras con papas a la crema ---

Es un plato sumamente rico pero tengo el problema que desconozco si hay "húngaras" en España, acá les llamamos así a una especie de franckfurters, tienen la misma forma y tamaño, pero con un relleno como de chorizo y con pimentón dulce. Bueno, en caso de que se puedan obtener, se toman la cantidad de húngarasde acuerdo a la cantidad y voracidad de los comensales, calculando 3 o 4 por persona normal o más si se trata de amigotes, de esos que uno tiene, que se parecen más a desaforados hotentotes que a miembros de la Cámara de los Lores. Se pincha cada húngara prolija y abundantemente con un tenedor. Se toma una cacerola algo profunda y se procede de este modo: se coloca en el fondo de la misma una camada de papas cortadas en rodajas de 1 cm. de espesor, más o menos (es fundamental comenzar por la capa de papas pues, si la cacerola no es de teflón, seguramente y por más cuidado que se ponga, esta primera capa se pegará al fondo), encima de esta capa se coloca otra capa de húngaras pinchadas, encima de éstas una capa de cebollas cortadas en rodajas finas y, por último, se espolvorea con un buen queso parmesano rallado. Luego, por encima de todo esto, vuelve a repetirse la operación de las capas: papas en rodajas, húngaras, las cebollas y la espolvoreada con el queso, hasta finalizar con la cantidad de húngaras previstas.
Finalizado esto, se hecha en la cacerola crema de leche en suficiente cantidad como para llegar a los 2/3 de la altura que ocupan los ingredientes sólidos en la cacerola (luego de la cocción éstos descenderán y la crema prácticamente cubre todo). Se tapa y se lleva a fuego lento; cuando las papas están cocidas, comprobable por el método del pinchazo con el tenedor, el plato está pronto. No necesita sal, pero eso va en gustos, tal vez un poco de pimienta negra molida, en el momento y sobre cada plato, no caiga nada mal.
Te aseguro que es absolutamente delicioso, la crema doble suaviza y amalgama todos los gustos y las húngaras, lentamente, van soltando su grasita mezclada con el rojo del pimentón.

--- Mojos ---

(o salsas para diversas aplicaciones, sobre todo para ingerirlas).

Mojo 1: Se toman una o dos cabezas de ajo, un par de atados de perejil y se pican cuidadosamente, a cuchillo o con la picadora eléctrica (que es lo que yo uso siempre hago como profilaxix de una espantosa tendinitis y, sobre todo, para ahorrarme el trabajo, que de eso y no de otra cosa se tratan las invenciones y el progreso humano), se coloca todo dentro de un frasco de vidrio y se le agrega una cucharada de orégano seco, media de guindilla molida, algo de pimentón dulce, una cucharadita de curry picante y una taza de hojas de albahaca muy picadas, sal a gusto y se le va hechando, a medida que se revuelve todo, un buen aceite de oliva, hasta que todo quede cubierto por el mismo. Las proporciones de los ingredientes pueden ir cambiando a gusto de los consumidores, la hermosura de esto es ir probando e innovando.  Este mojo sirve, además de para comerlo sólo con pan, para acompañar carnes asadas. Se conserva mucho tiempo si se lo mantiene siempre cubierto con aceite y en el refrigerador, por lo que se puede encarar hacer una gran cantidad.

Mojo 2: Se hará una mayonesa (o mahonesa?), yo procedo así, 6 yemas de frutos de gallina, sal, dos cucharadita de mostaza en polvo (Colman's please), dos cucharadas de jugo de limón y a revolver en forma continua y pareja, hechando chorritos finos de aceite, de maíz o de oliva, a gusto, hasta que espese correctamente. Es importante que todos los ingredientes estén a la misma temperatura para que la mayonesa no se corte, si eso llega a suceder, además de proferir innumerables injurias en todos los idiomas que se les ocurra, proceder de la siguiente manera: poner en un plato hondo una cucharada de agua e ir pasando, paulatinamente la mayonesa cortada allí, revolviendo cuidadosamente y en forma pareja, como por encanto y milagro la mayonesa se hará correctamente. Bueno, obviando las macanas y desgracias, una vez hecha la mayonesa yo le agrego 6 u 8 dientes de ajo picados mas 2 o 3 cucharaditas de alcaparras picadas, revuelvo todo bien y ya está. Una delicia.

Mojo 3: La misma mayonesa de antes (receta, por supuesto, a la de antes ya le hechamos ajo y alcaparras) se le agrega un
puñado de hojas de albahaca y otro de ciboullette, bien picadito.

Mojo 4: Otra vez la mayonesa, se le agrega ajo y perejil picados y pimienta negra recién molida.

Mojo 5: Ufa!, otra vez mayonesa, con el agregado de un morrón rojo (pimiento?) dulce, pelado y sin semillas, se lo pasa por la picadora eléctrica y se le agrega a la mayonesa; como verán el único límite es la imaginación, prueben y comuniquen.

Mojo 6: La misma mayonesa de antes, a la cual se le agregará 1/2 taza de nueces pasadas por la procesadora, más media latita de anchoas, también pasadas por la picadora eléctrica y pimienta negra recién molida, a gusto.
Se usa, aparte de sola con pan (viva el pringaso!!), sobre ensalada Cesar: hojas de espinaca crudas + croutones + endivia + manojo de berro sin los tallos + panceta ahumada cortada en daditos y dorada hasta que esté crocante + la mayonesa, o sobre pollo frío.

P.D.: saben lo que es la mayonesa?, pues una emulsión; y una emulsión?, pues una dispersión coloidal estable líquido-líquido o
sólido-líquido. Que barbaridad!, las cosas que se pueden hacer con un diccionario. La próxima vez que inviten amigos a comer díganles que la entrada será atún con dispersión coloidal estable, hasta que vean de que se trata quedarán Uds. muy refinados.

--- Cerdo picante a la chino García ---

INGREDIENTES:

PREPARACIÓN:
Primero que nada hay que preparar todos los ingredientes, que es lo que lleva más tiempo, pues la cocción es relativamente rápida: deshuesar y desgrasar la carne del cerdo y cortarla en trozos delgados y cudrados de aproximadamente 1 cm. de lado, pelar las zanahorias y cortarlas por la mitad, a lo largo y luego rebanarlas transversalmente en en trozos delgados, limpiar los puerro, seleccionando sólo la parte blanca y rebanarlos, también en rodajas finas; los morrones se lavan, se les saca las semillas, se cortan en tiras delgadas y luego, transversalmente en trozos de unos 5 coms. de longitud; el repollo se corta en juliana y así también la cebolla, no necesariamente muy delgados; el zapallito se lava y se corta en dados pequeños, sin pelarlo, el perejil y el ajo se pican finamente.
Se calienta bien una olla, preferentemente de hierro, a fuego vivo; se coloca allí el aceite de oliva y, cuando esté bien caliente, se hecha allí la carne del cerdo. Cuando ésta comience a dorarse, se le agrega el ajo y el perejil y se termina de dorar la carne, asegurándose el sellado de los trozos de cerdo y la conservación de sus jugos, por eso todo esto debe transcurrir a fuego fuerte.
Una vez que esté dorado se agrega toda la verdura, en crudo, las hojas de laurel, los condimentos y el caldo, rectificando la sal poco antes de finalizada la cocción, que como ya dijimos debe ser bastante rápida, y haberse agregado la salsa de soja, pues ésta tiene bastante sal. Seguir cocinando a fuego vivo, revolviendo muy frecuentemente con el cucharán, hasta que la verdura esté cocida, pero con un buen grado de firmeza, les diría que las zanahorias deben estar casi, sólo casi, crocantes. Retirar inmediatamente del fuego y de la olla de hierro pues ésta conserva un calor del demonio durante mucho tiempo y la cocción continúa, cosa que no queremos.
Se sirve caliente, sólo o acompañado de arroz blanco para embeber en la salcita que es exquisita, valga la rima.

--- Brochettes de mar ---

Yo las hago de dos maneras, una carísima para estos lares (te diré que la hice una sola, vez cuando la comida con amigos la pagábamos entre todos) y otra no tanto.
La carísima es así: en un pincho para brochettes (madera o metal) se alternan langostinos crudos, pelados y limpios, con cubos, de unos 5 cms. de lado, de pez espada o salmón. Salpimentarlos.
Aparte se prepara una pasta de ajo y perejil picadísimos, que se mezclará con aceite de oliva y pan rallado, sal y pimienta negra recién molida, de modo de obtener un masacote, absolutamente pegajoso, con el cual untaremos abundantemente nuestras brochettes. Estas se harán a la parrilla (carbón o leña, como gustéis), también quedan soberbias hechas sobre una plancha de hierro, rociada de aceite de oliva, la cual se colocará encima del fuego de nuestras convencionales cocinas. Son espectaculares como entradas.
La versión menos honerosa omite, por supuesto, los langostinos, y se hace sólo alternando el pez espada y el salmón. Nadie se dará cuenta del cambio (sobre todo porque no sospechan los ingredientes originales) y, orgullosamente, podrán recibir las felicitaciones de vuestros contertulios, sin el menor remordimiento.

--- Hongos deliciosos a la Provenzal ---

Tomaremos 1 kilo 1/2 de hongos deliciosos (lactarius deliciosus, son los hongos que crecen en los bosques de pinos en el otoño, debajo de la cama de agujas que tapiza el suelo, de color rosado pálido, de copa de gran tamaño y grosor), les cortaremos el pie y cepillaremos su copa (no lavar porque pierden propiedades organolépticas - me compré un diccionario y, como véis, es un vicio - digo gustativas, pierden el gusto, en una palabra). Los reservaremos mientras preparamos la portuguesa, procediendo así:
Picar finamente una o dos cebollas grandes (depende de la cantidad de hongos que quieran hacer), además 1 o 2 morrones (pimientos dulces) rojos, una cabeza de ajo, seguimos picando finamente todo, un atado de perejil. Colocar en una cacerola media taza de aceite de oliva y saltar todo esto a fuego vivo. Cuando todo esté casi dorado, agregar 4 tomates grandes, pelados y trozados, así como 2 hojas de laurel, y continuar la cocción, revolviendo ocasionalmente, salpimentar ahora.
Consumir el líquido a la mitad y agregar una cucharada de pimentón picante y 1 vaso grande de vino blanco seco y bueno, de esos que dejan un gran bouquet; simultáneamente agregar los hongos, cuidar de que q ueden cubiertos por la salsa y continuar cocinando hasta que éstos tengan la consistencia de una carne de estofado, lo cual ocurrirá no después de mucho tiempo, prueben.
Se come acompañado de PURÉ DE PAPAS: Perdón, no pretendo esnseñar cómo hacer puré de papas sino comunicarles cómo lo hago yo. Cocino 1 kilo de papas cortadas en dados, hirvéndolas en abundante agua salada. Una vez blandas, las cuelo, las reintegro a la misma cacerola de la cocción y comienzo a pisarlas con la puretera. Más adelante, siempre sobre el fuego, le agrego unas 4 o 5 cucharadas de mantequilla, 1/2 taza de queso parmesano rallado (o más, según los gustos) y leche entera a medida que lo sigo pisando con la puretera. Debe quedar de la consistencia de una crema, y nos servirá para mojar la salsa de los hongos.
Seguramente les sobrará hongos en salsa de provensal, por lo que pueden optar por guardarlos en el refrigerador, en el freezer, o, al otro día, hechárselos por encima a unos tallarines. Háganlo pues de otra manera se perderán un manjar.

--- Puchero criollo ---

Lo que sigue, si bien de origen español, creo yo, es una comida absolutamente típica de Uruguay, fuimos criados a puchero, engordados a puchero y, cuando nuestros hijos amagaban a llorar, decíamos que hacían pucheros. Se trata de poner en una cacerola, bastante grande, agua hasta más arriba de la mitad, dejar hervir, agregarle sal y ponerle 2 kilos y 1/2 de falda de primera, de vaca o de novillo (también puede usarse asado, que es el corte de las costillas ventrales del animal); cuando ha hervido unos 20 minutos, añadirle zanahorias,puerros, nabos y perejil; también se le ponen 3 choclos (mazorca de maíz tierno), 2 tomates enteros y 2 cebollas. Dejar que siga hirviendo a fuego lento durante 40 minutos más, agregarle, entonces 1 kilo y 1/2 de papas grandes, y dejar hervir, siempre a fuego lento, hasta que estén cocidas.  Aparte se cocinan, en agua con sal, juntamnete, un epollo (col), 400 grs. de boniatos (batata), 1/2 kil de zapallo (calabaza),
300 grs. de tocino, 5 chorizos y 3 morcillas.
Cuando ya esté todo cocido, se saca un poco del caldo del puchero y se cocinan 300 grs. de arroz, previamente lavado, durante 20 minutos.
Se sirve el puchero, acompañado de las verduras, el arroz, los chorizos y las morcillas.
En lugar de este arroz se puede servir fariña, procediendo así: poner en una sartén 1/2 taza de aceite, dorar en él una cebolla finamente picada, añadirle 200 grs. de fariña, remojar con el caldo del puchero y cocinar durante 10 a 15 minutos. Se sirve caliente.
También se puede agregar a este puchero garbanzos y porotos.
Se cocinan con la carne nada más que las verduras que no pueden darle gusto fuerte al caldo, como ser: papas, choclos, zanahorias, perejil y nabos; en cambiose cocinarán a parte, el repollo, los chorizos, el tocino (500 grs.), las morcillas, el zapallo y los boniatos (estos últimos hacen obscuro el caldo).
No hay necesidad de espumar el puchero, pues antes de emplear el caldo para la sopa se debe pasar por un colador. En total , un puchero debe hervir de 1 hora y 1/4 a 2 horas.
Cuando se emplee carne de ternera, se debe poner a cocinar ésta junto con las verduras, de este modo no se recuece.
Para que la carne quede sabrosa, se debe poner en el agua ya hirviendo, así los tejidos se contraen y no dejan salir los jugos. Hay que hacer hervir el puchero a fuego lento, pues se cocinará mejor y más pronto, saldrá más sabroso, hará mejor el caldo y se economizará combustible. Se debe acompañar, también, con una buena ensalada de vegetales crudos. El puchero de gallina se hace de la misma forma, se lo puede hacer mixto, poniéndole una parte de carne de vaca y otra de gallina.
Para aprovechar la carne del puchero que sobre se puede hacer "salpicón" o "ropa vieja".
"Ropa vieja": Cortar en rebanadas finas el resto del puchero, 2 papas cocidas (las del puchero), 1 tomate, 1 cebolla y 1 morrón. Poner en una sartén una taza de aceite de oliva, agregarle la cebolla picada y dejarla dorar, añadirle el tomate y cocinar un momento, ponerle luego el morrón, la carne, las papas y el perejil; salpimentar y dejar saltar bien todo, por último agregarle 3 huevos batidos con un tenedor, revolver todo al ponerlos y dejar cocinar 4 minutos más. Se sirve acompañado de pan frito en aceite o manteca.

--- Sopa de cebollas ---

Esta es, evidentemente, de origen francés, la famosa "soupe a l'ognon", pero con evidentes toque italianos y uruguayos.

INGREDIENTES:

PREPARACIÓN:
Se derrite la manteca en una cacerola grande, a fuego lento, de modo de no quemarla, y se coloca allí la cebolla picada, lo más finamente posible. Cocinarla a fuego lentísimo (sólo para militantes del club de Job), hasta que esté transparente, prohibido dorarla!!!. Retirar del fuego e irle agregando la harina de a poco, revolviendo contínuamente para que no se agrume (suerte!). Agregamos ahora el caldo caliente, también de a poco y revolviendo bien con cuchara de madera para diluir el masacote formado por la cebolla y la harina, y luego incorporamos la leche. Subir un poco el fuego y dejar cocinar por 15 o 20 minutos, revolviendo ocasionalmente.
En este momento se puede colar para retirar la cebolla de la sopa, esto es a gusto, a mí, personalmente me gusta con la cebolla dentro.
Aquí picamos el huevo duro y se lo agregamos dentro; paralelamente hemos cortado el pan del día anterior en cubitos y los hemos dorado, de modo que queden bien crocantes, en otros 100 grs. de manteca.
Dos o tres minutos antes de retirar la sopa del fuego le agregamos (opcional pero recomendado) el vaso de vino blanco seco. Una vez retirada del fuego se le coloca un chorrito de Oporto, se distribuye en cazuelas individuales de barro, se le pone por encima delgadas lonjas de gruyère, y se espolvorea abundantemente con queso parmesano y un poco de pimienta negra recién molida.
La sopa debe quedar cremosa, si se considera que el resultado final no es lo suficientemente espeso, se arregla por el fácil procedimiento de diluír un par de cucharadas de Maicena en un vaso de leche, e ir agregándolo paulatinamente, continuando la cocción y revolviendo, hasta obtener el resultado buscado, el que, no necesariamente, necesitará de todo el vaso preparado.  Se llevan las cazuelitas al horno, se gratina, de modo que el queso quede dorado, y se sirve con los croutones que tenemos preparados.
Les garantizo el éxito social total y absoluto, la envidia mortal de vuestros amigos cocineros (no me digan que ése no es el fín último buscado por cada uno de nosotros, no me digan que no necesitamos eso más que el aire que respiramos, si me dicen que eso no es lo que se considera éxito no les creo, VIVA LA ENVIDIA!!! - termino esta receta mientras mi mujer averigua la dirección del manicomio más próximo y llama a mi sastre para encargar el chaleco de fuerza - pero, entre nosotros, no hay algo de eso? je!, je!, je!, je!. Los dejo porque ya está la ambulancia en la puerta y no quiero hacerlos esperar.)

--- Sopa de ajo ---

Esto puede ser visto como un atrevimiento mío, por ser esta sopa evidentemente española, pero es lo que comía casi todos los días mi abuelo paterno, Pedro García, que era directamente importado de Galicia, junto a mi abuela Ana, y que trabajó, desde tiempos inmemoriales en el mismo lugar de nuestro común amigo Hans, la UTE (es la compañía de electricidad de nuestro País) y, que para orgullo de todos era incha absolutamente fanático del glorioso club de fútbol "PEÑAROL" (por favor, de pie todo el mundo), el que, allá por el año 1965, por lo menos por una vez (después nos ganaron siempre), supo ganarle la copa del mundo de clubes al "REAL MADRID", fijate como sería mi abuelo de fanático, que él festejó el triunfo de Peñarol.
Bueno, la cosa es así, ponés en una cacerola las tres cuartas partes de una taza de aceite de oliva, calentar y dorar en él una cabeza grande de ajo,bien picada. Cuando ya está casi pronta se le hecha una cucharada de pimentón español dulce (o 1/2 de dulce y 1/2 de picante o, para los aguerridos, 1 de picante), 2 litro de consomé y se deja hervir durante 10 o 15 minutos.
En cada plato se coloca un huevo crudo, batido con el tenedor y se le agrega, despacio, el caldo de ajos hirviendo, mientras se revuelve.
Se acompaña de croutons y de unos buenos chorros de jugo de limón en cada plato. Buen provecho.

--- Torta pascualina de mi mama ---

Como se podrán dar cuenta esta receta está absolutamente teñida de nostalgia y recuerdos, porque es bien sabido que para los hombres no hay nada mejor que lo que nos hacía mamá, esto ha creado, a través de los tiempos, severos conflictos con las esposas, no dándose cuenta ellas, que a su turno serían también mamás, lo que nos da la razón, como siempre, a nosotros los hombres. Mi psicoanalista no está muy conforme conmigo y no alcanzo a saber porqué, alguien puede ayudarme?.
Bueno, la cosa es así, muy sencilla, consíganse

INGREDIENTES

PREPARACIÓN:
Poner en la mesa, en forma de corona, 450 gr. de harina, n el medio, poner 50 gr. de manteca, un huevo entero, un poquito de sal fina, agua como para formar una masa más bien blanda, pero que se pueda amasar; hacerlo hasta que quede lisa y suave, dividirla en 8 partes, formar con ellas unos bollitos y dejar descansar.
Mientras tanto preparar el siguiente relleno: Poner en un bol 3 atados de espinaca y 3 atados de acelga, previamente cocidas, exprimidas y bien picadas, 3 huevos enteros, 2 zanahorias bien cocidas hechas puré, la miga de medio pan remojada en leche, las puntas de un atado de espárragos, también previamente cocidos y picados; condimentar con sal, pimienta y nuez moscada (poco), añadirle 150 gr. de queso parmesano rallado, media taza de aceite de oliva y revolver todo muy bien.
Una vez preparado el relleno, se estiran los 8 bollitos de masa, dejándolos bien finos y de forma redonda. Se forra con una de estas masas un molde redondo (tipo tortera), enmantecado y enharinado, se unta con un poco de aceite y se pone encima otra de las masas, cuidando que tomen bien la forma del molde, luego se sigue el mismo procedimiento con otras dos masas, uniéndole los bordes.
Por encima de estas masas se coloca la mitad del relleno (advertencia: según el tamaño de los atados de verdura en cada lugar, así como del tamaño del molde elegido, puede llegar a sobrar relleno. Soluciones: aumentar la masa y hacer 2 pascualinas, hacer una hermosa tortilla con el sobrante, o, tirar lo que sobre, allá Uds.), se hacen 4 o 5 hoyitos, rompiendo, en cada uno de estos, un huevo y cubriendo todo con el resto del relleno; se espolvorea con queso rallado y se tapa con el resto de las 4 masas estiradas y colocadas como las 4 primeras, teniendo cuidado de que cada capoa de masa que coloquemos pegaremos sus bordes con las anteriores. Co todas las masas que sobresalen en los bordes haremos un repulgue bonito y cortaremos el sobrante.
Pintaremos toda la torta con huevo batido por encima y llevaremos al horno a temperatura regular durante 1 hora y cuarto aprox.
Es fantástica como entrada y se come tanto caliente como fría, como fiambre o para un picnic como plato fuerte, admite la mayonesa, en todas sus formas, admirablemente cuando está fría.

--- Huevos Poché ---

Poner en una cacerola agua hasta la mitad, se le añade una taza de vinagre y un poco de sal; colocar al fuego fuerte y, cuando rompa el hervor, revolver rápidamente con una cuchara. Romper el o los huevos en el centro, cuidando de que la clara cubra la yema (nos ayudaremos con la cuchara para cubrirla de clara). Dejarlos unos minutos, según para que se los desee y sacarlos con la espumadera, colocándolos sobre una rejilla para escurrir.
Pueden estar prontos entre 2 a 5 minutos.

--- Huevos con espinaca ---

Cocinar, en agua con sal, 6 atados de espinaca, escurrirlas, exprimirlas para sacarles el exceso de agua, picarlas finamente, haciendo como un puré (podemos pedirle ayuda a la procesadora), y saltarlas ligeramente en dos o tres cucharadas de manteca, donde se habrá saltado, previamente, 3 dientes de ajo muy picados.
Preparar 6
huevos poché.
Preparar, también, una salsa blanca término medio, ni muy espesa ni muy chirla.
Colocar las espinacas en una fuente para horno, encima poner los huevos, espolvorear con abundante queso parmesano, cubrir todo con la salsa blanca, rociar por encima con manteca derretida y gratinar al horno.

--- Huevos al colchón ---

Tostar en aceite o manteca (a gusto), 6 rebanadas de pan, dorándolas bien. Poner en una cacerola 1/2 taza de aceite de oliva y una cucharada de manteca. Cuando esté caliente se pone a freír 2 cebollas, cortadas en rebanadas finas, cuando la cebolla esté transparente se le agregan 5 tomates pelados y cortados también en finas rebanadas, así como 2 morrones. Cuando haya recuperado el hervor le colocamos una hoja de laurel y 1/2 vaso de vino blanco seco. Dejamos todo cocinando a fuego lento hasta que se reduzca el líquido, condimentando con sal y pimienta negra recién molida a gusto, nuez moscada, poco, y una cucharadita de café de azúcar.
Freír 6 huevos, dejándolos bien enteros y recortarlos después, o no, para que queden en buena forma. Cuando está todo preparado, se colocan las rebanadas de pan en una fuente, se cubren con la salsa y acomodan encima los huevos.

--- Huevos con jamón a la salsa ---

Se cortan 6 rebanadas de pan alemán, del grosor de un dedo (digamos de 2 cm. de espesor, para no establecer polémicas en cuanto al tamaño de los dedos, que te puedo decir que yo he visto cada dedo que más vale no contar), se les quita la corteza y se las fríe en un poco de aceite de oliva, dejándolas luego en un lugar caliente pero fuera del aceite.
Se preparan 3 gruesas y grandes rebanadas de jamón serrano y se las corta por la mitad, haciendo 6 pedazos del tamaño de las rebanadas de pan.
Ponemos en una sartén una cucharada de manteca y media taza de aceite de oliva, calentar bien y agregarle 1 cebolla cortada en rodajas finitas. Se deja cocinar un poco, hasta que la cebolla esté transparente, y se le añaden 2 tomates pelados y picados y 1 morrón (pimiento) rojo, también picado. Se deja cocinar todo junto y se condimenta con sal y pimienta negra recién molida, 1/2 vaso de vino blanco seco, 1 hoja de laurel y una cucharadita de azúcar. Se deja cocinar a fuego lento, hasta que la salsa se haya consumido y esté espesa.
Se fríen las rebanadas de jamón, a fuego fuerte, vuelta y vuelta.
Hacemos 6 huevos fritos y, cuando todo esté preparado, se colocan las rebanadas de pan en una fuente, sobre cada una se coloca una de las rebanadas del jamón, se cubre con la salsa bien caliente y, sobre ella, se colocan los huevos fritos, cubriéndolos, también, con un poco de salsa.

--- Huevos rellenos al gratin ---

Hacer 6 huevos duros, cocinándolos, con cáscara, durante 13 minutos; cortarlos por la mitad, a lo largo, sacarles las yemas y pasar éstas y el contenido de una lata de atún, por el cedazo; condimentar con sal y pimienta y rellenar con ésto el blanco de los huevos.
Preparar una salsa: Poner en una cacerola 60 gr. de manteca, colocar en el fuego y dorar en ella 2 cucharadas de cebolla finamente picada, agregarles 3 cucharadas de harina, dejar cocinar un momento y añadirle 3/4 litro de leche. Continuar cocinando a fuego lento hasta que esté espesa, salpimentar y agregarle 2 yemas, revolver.
En una fuente para horno, poner la mitad de la salsa, colocar encima las mitades de los huevos rellenos, cubrirlos con el resto de la salsa, rociarlos por encima con manteca derretida, espolvorear con queso rallado y poner a gratinar en horno bien caliente.

--- Huevos al curry ---

Cocinar en agua hirviendo, durante 7 minutos, 6 huevos. Pelarlos y mantenerlos al calor.
Preparar una salsa: ponemos en una sartén 1 o 2 cucharadas de manteca y doramos en ella 2 cebollas picadas muy finas, le añadimos 2 cucharadas de harina, una cucharadita bien llena de Curry en polvo, una taza de leche (250 cc), 1 taza de caldo, 1 manzana pelada y cortada en rodajas bien finitas y continuar cocinando a fuego lento, revolviendo continuamente, hasta que la salsa esté espesa; condimentar con un poco de sal y pimienta (esta última depende de si usamos Curry picante o no).
Preparar 200 gr. de arroz blanco a la manteca. Una vez todo listo, ponemos el arroz en una fuente, en el centro los huevos, y los cubrimos con la salsa. Lo servimos bien caliente.

--- Huevos en el nido ---

Preparar 3/4 kilo de puré de papas (ya saben: papas, manteca, leche y queso parmesano), ponerlo en una manga con boquilla rizada y hacer, sobre una chapa para horno enmantecada, seis nidos redondos con el puré, primero el piso y luego las paredes, de unos 15 cm. de diámetro.
Prepararemos luego 6 huevos Poché (de acuerdo a la receta primera), dejándolos cocinar unos 3 a 4 minutos. Se sacan y se escurren.
Se cocinan 6 atados de espinaca (perdón José Luis, ignoro cómo se mide la espinaca en España y carezco de otro parámetro) en poca agua con sal. Una vez cocidas se pican y se hace con ellas un puré, agregándole 1 cucharada de manteca y algo de pimienta negra recién molida.
Luego hay que hacer un poco de salsa blanca o Bechamel, la que se les cante (por Dios no voy a dar aquí la receta de la salsa blanca en sus varias formas porque no quiero que me tachen de premio Nobel de la obviedad).
Una vez que todo está pronto, se pone una buena cucharada de puré de espinacas en cada nido, encima del puré un huevo y sobre el huevo una cucharada de salsa blanca de modo de cubrirlo totalmente, sin desbordar el nido, por lo que la experiencia les dirá cuan altas hacer las paredes del nido. Se espolvorea con parmesano rallado, se coloca un poco de manteca derretida por encima y se gratinan al horno.

--- Vermiccelli a la vóngole ---

Típico plato italiano pero, como ya dijimos, es de las cosas que se consumen por estos lares, en forma bastante frecuente y, dudo que en Italia los hagan de la misma manera que nosotros (ojo!, tal vez los hagan mejor, pero ciertamente diferentes). Sé que por algunos lados este plato se hace con almejas, pero nosotros lo haremos con BERBERECHOS, simpático y sabroso bivalvo que se encuentra en nuestro País por cantidades industriales en las costas del Departamento de Rocha, cerca de nuestros límites con el Brasil. Para mí y mi familia es un típico plato de verano, pues solemos ir a alguna de las playas solitarias de Rocha, con nuestros hijos y sus amigos, a recoger berberechos. Este verano estuvimos en "La Esmeralda", una playa absolutamente solitaria y perdida, sumamente abierta y peligrosa para el baño, pero donde recogimos unos 5 kilos de
berberechos. No son muy grandes pero sirven para nuestro propósito. Bueno, se trata de tomar unos 2 kilos de berberechos con sus cáscaras, limpiarlos, lavándolos de arena, y ponerlos en una olla, con dos vasos de agua, y colocarla al fuego a hervir. Una vez que rompe el hervor, a los 5 minutos, remover un poco con una espumadera y controlar al poco tiempo de que todos los berberechos se hayan abierto (descartar los que no lo hagan). Reservar el agua que queda en la olla, parte de la cual se usará para la elaboración de la salsa.  Luego, munirse de mucha paciencia o pedir colaboración a la familia, para separar los berberechos de sus cochas y colocarlos en un plato.
Tomaremos dos cebollas grande y las picaremos bien finitas, para fritarlas en una cacerola en la que pusimos a calentar una taza de aceite de oliva. Cuando la cebolla esté transparente, le agregamos una cucharada de ajo picadísimo y finitísimo (lo que yo hago con el ajo es, cuando tengo tiempo libre y estoy aburrido - rara vez-, tomo 8 o 10 cabezas de ajo, la máquina eléctrica de picar, pico todo bien fino y lo coloco en un frasco con algo de sal y lo tapo con aceite de oliva. Se conserva muchísimo tiempo en la heladera y me saca de apuros y ahorra tiempo).
Sin esperar que la cebolla o el ajo se doren, echamos 5 grandes tomates pelados y pasados por la procesadora, así como 2 cucharadas de extracto de tomate, sal fina, que rectificaremos más tarde, algo de orégano, bastante pimienta recién molida (para los de paladar de amianto yo le agrego guindilla molida, picante, of course), una cucharada de pimentón, un vaso de vino blanco, 2 hojas de laurel y un cucharón del agua de cocción de los berberechos. Se deja cocinar a fuego fuerte, cuando comienza a hervir, se baja bien el fuego y se deja consumir, revolviendo, con cuchara de madera, de vez en cuando.
Cuando la salsa se haya consumido un poco, le agregamos los berberechos, dejamos cocinar 5 minutos más, rectificamos la sal, y ya tenemos una fabulosa salsa para echársela por encima a nuestros vermiccelli.
La salsa alcanzará, por lo menos, para 1 kilo de fideos (suponemos que usamos fideos secos de sémola de grano duro), los que cocinaremos en abundantísima agua hirviendo con sal, durante 15 minutos (por supuesto, los probarán cuidadosamente y los sacarán al dente). Pecado mortal lavar la pasta con agua fría, para los no creyentes baste decir que esto es un delito penal no excarcelable. Pecado menor, pero excluyente del Paraíso, es escurrirlos totalmente, no dejándoles una pizca del agua de cocción a su alrededor.
Se colocarán en una gran fuente, se los cubrirá con la exquisita salsa, s los cubrirá, en cada plato, puesto que los gustos son diferente, con queso parmesano.
Se garantiza que en cada bocado se sentirá el ruido de las olas rompiendo en la playa. Se acompaña de vino tinto de consistencia, preferentemente, masticable y, en el segundo plato se garantiza oír el canto de las sirenas. En la tercera botella y/o plato, no nos hacemos responsables ni creo que haya compañía de seguros que cubra riesgo total. Se atenúa un poquito con sal de frutas y 1 semana de abstinencia.

--- Mantambre a la leche ---

Volvemos al mismo problema, no sé si en España existe ese corte, supongo que sí, en todo caso, nuestro egregio Diccionario
de la Real Academia Española, define matambre como: "capa de carne y grasa que se saca de entre el cuero y el costillar de
los animales vacunos". De todas maneras es como una manta de carne, con poca grasa, la que sobra se saca fácilmente, de 1 o 2 cms de espesor y de unos 40 por 60 cms. (a veces más, a veces menos). Es muy tradicional en nuestro País.
Bueno, hacemos así: colocamos un buen matambre, de unos 2 kilos en una asadera o plancha profunda para horno, lo salamos
y condimentamos con orégano, tomillo, pimienta recién molida, guindilla molida y sal, lo tapamos con leche y lo dejamos
reposar allí durante 8 a 12 horas.
Calentamos el horno a 250 Gº, y colocamos el matambre allí. Lo cocinaremos por tiempo que no podemos determinar
(depende del grosor y peso del matambre, así como de su consistencia). Probaremos su consistencia y lo sacaremos solamente cuando esté muy tierno. Si la leche se seca antes de que esté suficientemente tierno, se agrega má, de modo de tenerlo siempre cubierto, cuenado ya está por estar, rectificamos la sal y hechamos en la asadera una buena cantidad de vinagre, de modo que la leche se coagule.
Se come acompañado de puré de papas, de papas fritas, o de ensalada.

--- Mejillones a la provenzal ---

INGREDIENTES
Para n personas: (no puedo ignorar mi condición de ingeniero)

PREPARACIÓN:
Luego de la tediosa tarea de limpiar los mejillones, si no los compraste donde vengan bien limpitos (Eskamas - Punta del Este), picas finito el ajo y el perejil e introduces todo en la cacerola que te venga bien; nada de agua, pues los mejillones sueltan la suya, lo mismo la sal - cualquier cosa pones el salero en la mesa. Ponlo al fuego hasta que los mejillones hayan abierto sus caparazones y agrégales el vino, conviene revolver de vez en cuando. Para servir pasas todo el contenido a algo más coqueto, puede ser una olla de barro, y le pones a cada comensal un potecito de barro para que se vaya sirviendo. Lo más práctico para ingerirlos es abrir los mejillones con los dedos y, la conchilla que te ha quedado vacía usarla como cucharita para coger la pulpa de la otra. El jugo que soltaron los bichitos, con el ajo y el perejil, se untan con pan y resulta delicioso. Resulta muy práctico proveer a los comensales con sendos cacharritos con agua para higienizar sus dedos y otro cacharro más grande para que todos puedan ir echando las conchillas vacías.
Esto no termina aquí. Lo que te sobre, si fuiste lo bastante generoso, lo empleas al día siguiente para acompañar cualquier pescado. Con el jugo preparas algo así como una salsa blanca, lo mezclas con el pescado y los bichitos y ¡al horno!


--- Sopa de mejillones ---

Receta de mi esposa.

INGREDIENTES
Para 6 a 8 personas previo copetín y luego postre:

PREPARACIÓN:
Con la cebolla, leche, harina y el agua de los mejillones se prepara algo así como una salsa blanca. Se le añaden los mejillones y cuando todo soltó el hervor, la crema y el queso. Rectificar la consistencia de la sopa en la forma tradicional: si está demasiado espesa añadir  líquido, si está demasiado chirla, preparar un ungüento con maicena y parte del líquido y agregar.
No se arrepentirán ni vosotros ni vuestros invitados.

--- Creppes de berberechos ---

Cito directamente del cuaderno de mi esposa, pues las cantidades no están bien claras, pero dejo librado todo a vuestra imaginación e inteligencia.
"Se hacen los panqueques."
"Se dora cebolla en manteca, se agrega perejil y 2 vasos de vino blanco seco + ½ kg pulpa de berberechos y un poco de crema doble. Se rellenan los panqueques y se doblan como pañuelos. Se ponen al horno hasta que estén levemente dorados. Agregar queso rallado y el resto de la crema y volver al horno, sólo el tiempo necesario para calentar la crema"

--- Mantambre relleno ---

Tomaremos un matambre grande, de unos 30 por 50 cms., si no lo conseguimos, unimos 2 pequeños, previo regularizarle los
bordes para que nos resulte aproximadamente rectangular. La unión se hace por el simple procedimiento de coser un borde con otro, con un grueso hilo de coser y una aguja grande, usando puntadas muy apretadas y próximas, entrando y saliendo la aguja no muy cerca de l borde, para que luego en la cocción, que es prolongada, no se suelte.
Lo colocamos en un lugar plano, donde después podamos rellenarlo y arrollarlo cómodamente. Lo salpimentamos y lo rociamos de perejil picado fino, dejándolo descansar mientras preparamos el relleno.
RELLENO: Cocinamos unos 6 huevos duros (la cantidad, de todo el relleno a preparar depende, en definitiva, del tamaño del matambre que vayamos a cocinar, sólo la experiencia sacrosanta, bastante paciencia y algo de desperdicio, les dirá la cantidad exacta; cuando hayan preparado su matambre número 650 no tendrán como equivocarse, ánimo!!), en cuanto estén los huevos los apartaremos del fuego y los dejamos enfriar en la propia agua de cocción.
Cocinar 2 o 3 atados de acelga en olla tapada con muy poca agua, picarla muy fina y reservarla en un recipiente, previo escurrirla muy bien.
Picar muy finas 2 cebollas y ponerlas a freír en una sartén o cacerola, con una tacita de aceite de oliva, cuando está transparente le agregaremos una cucharada de ajo finamente picada y cocinaremos 2 o 3 minutos más. En este momento le agregamos la acelga que teníamos reservada, 2 hojas de laurel, salamos adecuadamente y rehogamos bien todo junto durante algunos minutos. Luego retiramos el laurel, escurrimos el líquido sobrante de la fritura (aceite y agua de la acelga) y extendemos todo, en forma pareja, sobre el matambre, cuidando de cubrirlo todo, salvo en un margen de unos 2 cms. sobre los bordes.
Una vez preparado así nuestro matambre, rociaremos sobre él guindilla molida picante, distribuiremos equidistantemente los
huevos duros pelados, siempre teniendo en cuenta que vamos a arrollar todo el conjunto y que la distribución debe ser pareja,
permitiendo, por lo menos, enrollarlo 2 veces sobre sí mismo.
Nos procuraremos 500 grs. de tocino y lo cortaremos en tiritas, las que distribuiremos, también en forma regular, en los espacios dejados por los huevos, procurando enterralos un poco en la capa de acelga. Procederemos de igual forma con tiritas de zanahoria cruda, así como con tiritas de morrón crudo.
Luego enrrollaremos el matambre, comenzando por el borde más corto, mientras procuramos doblar los bordes laterales hacia
adentro. Puede ser que en este procedimiento nos salga afuera algo del relleno, no tiene ninguna importancia y lo descartaremos. Una vez enrrollado, procederemos a coser el borde final sobre el cuerpo del rollo, de modo de sellar todo. Lo haremos usando el mismo procedimiento que explicamos anteriormente, del hilo fuerte y grueso de coser y la aguja grande. Tal vez precisemos algo de ayuda para mantener el matambre en su posición mientras lo cosemos, llamen a su cónyugue y díganle que deje de mirar la comedia de la TV, que Uds. precisan un par de manos extras.
Una vez finalizado el procedimiento, nos procuraremos un hilo grueso y fuerte con el que ataremos y rodearemos nuestro
matambre como si fuera un jamón artesanal. Obtendremos un gran y pesado cilindro de carne rellena, el que colocaremos en
una también gran olla, con agua hirviendo y sal. Lo haremos hervir allí durante un buen tiempo, que depende del tamaño del
matambre, pero que es seguro que será más de una hora. Debe quedar muy tierno, por lo que les recomiendo que lo prueben,
pinchándolo con el tenedor, antes de finalizar la cocción.
Si al agua de la cocción le agregamos verduras: tomate, puerro, cebolla, apio, zanahoria, pimientos, etc., obtendrán una sopa
que ni les cuento, de lo mejor que hayan probado en vuestras vidas.
Una vez obtenido el grado de cocción y ternura deseados, se saca del agua y se coloca sobre una fuente, encima de él colocaremos una gran tabla de picar u otra fuente y, encima, un peso considerable, que puede ser una olla de hierro o una
cacerola con agua, de modo de prensarlo bien. Lo dejaremos así hasta el otro día, donde lo liberaremos de la prensa.
Se sirve cortado en rebanadas de 2 cm. de grosor, previo liberarlo de los hilos. Es absolutamente delicioso servido como
fiambre, acompañado de ensalada rusa o de ensalada verde, con mayonesa o sólo y hasta en emparedado con lechuga y
tomate. En fin, que elaboramos un delicioso fiambre y una sopa de novela, todo en uno.

--- Lemon pie ---

INGREDIENTES:

1) MASA:

2) RELLENO:

3) MERENGUE:

PROCEDIMIENTO:
Se tamizan juntos la harina, el polvo Royal y la sal. Se agrega la manteca bien fría, mezclando con un tenedor. Se añade el agua
helada y se une hasta formar una masa suave, procurando amasarla lo menos posible.
Se extiende la masa de 1/2 cm de espesor y se acomoda en un molde para pastel (fondo desmontable), de 20 cms. de diámetro aproximadamente, adaptandola bien al fondo y a los lados.
Se vuelcan los bordes hacia abajo y se realiza el repulgue, con los dedos o con un tenedor.
Se pincha con un tenedor toda la masa que cubre el fondo, así como los bordes, y se cocina al horno precalentado a una temperatura de 220 grs.C. durante 12 minutos.
Una vez frío se vierte el relleno en el pastel y se cubre con el merengue.
Se coloca nuevamente en el horno a temperatura baja durante 10 a 15 minutos para que se dore el merengue, cuidando de no
quemarlo.
RELLENO: Se bate ligeramente el huevo y las yemas con el azúcar y se le agrega la cáscara rallada, el jugo del limón y la manteca. Se cuece al baño María hasta que espese.
MERENGUE: Se baten las 6 claras con 1/2 cucharadita de cremor tártaro y el Royal. Se agregan, poco a poco, las 12 cucharadas de azúcar, la cucharadita de vainilla; tapar la superficie del pastel con el merengue, asegurándose de que toca bien los bordes de la tarta para que no se encoja en la cocción. Es un fantástico postre.

--- Chivitos ---

Es una variación de sandwich que se da aquí, aunque en Brasil tienen algo parecido llamado Baurú, copiado de nuestro chivito. Se trata de coger un panecillo, de los aquí llamados tortuga o catalán, se la corta al medio, se untan con mayonesa y se les pone un bife finito carne vacuna hecho a la plancha. Existen variaciones más complicadas, que les agregan jamón o panceta también pasado por la plancha, huevo duro, pickles, lechuga tomate etc. Se puede comer a mano, o al plato con cubiertos, en este caso se pueden acompaña de papas a la Parmentier (célebre alquimista francés que inventó lo que hoy llamamos simplemente papa frita). Tengo conocidos argentinos que cuando cruzan el charco, como le decimos al Río de la Plata, se desviven por esta especialidad. Si en lugar de bife se pone bife de carne picada, lo único que cambia es el nombre y pasa a llamarse hamburguesas al pan. Si milanesa, milanesa al pan. La variación brasileña consiste en que en lugar de huevo duro
ponen un huevo hecho a la plancha por ambos lados.

--- Torre de Pisa ---

De esto no se puede negar su uruguayez, ya que creo que la inventó mi suegra.
Para cada comensal se comienza por freír una rodaja o más de pan, se coloca en el plato. Encima un buen churrasco (por si no conocéis el término, bife de lomo, cuadril u otro corte apropiado). Encima, unas lonjas de panceta pasada por la plancha. Encima unos trozos de morrón saltado, cebolla dorada y, finalmente, uno o dos huevos fritos. Se acompaña de papas fritas. El nombre se debe a la peligrosa inclinación que puede adquirir, llegando a veces a la mesa desmoronado; en tal caso ese plato va para el que lo sirve.



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