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F elipe Bueno Gonzalez, primogenito de Felipe y Tulita, nacio el 24 de abril de 1921 E n Monterrey N. L., habiendo vivido su infancia en Piedras Negras, Coahuila. L a Fotografia Munguia, de su papa, Felipe Bueno Munguia fue el lugar donde I ba y venia en su ni�ez al lado de sus hermanos Virginia "la Nena", Rogelio y el P eque�o Fernando, asi vivio sus primeroa a�os junto a Durazo y Tinajero y asi E ntre las prisas por las inundaciones del Rio Bravo, conviviendo con los Riojas. B eatriz Viesca Cardenas, la menor del matrimonio formado por la U nion de Miguel Viesca Vasquez y Carmen Cardenas Valdes, nacio E n Torreon, Coah. el 9 de octubre de 1923, teniendo cuatro hermanos, la N ena, Carmen, Rebeca y Miguelito, al morir su papa en 1926 y ella de 4 a�os O tra vez vuelve la familia al lugar de origen, Saltillo, en la calle de G eneral de Iturbide No. 7, con papa grande Severiano y mama Lita. O rdenadas las tres ni�as primero en la escuela Coahuila, la Academia Coahuila y en la N ormal del Estado. Al terminar sus estudios, Beatriz trabajo en la Z aragoza "arriba" en la ferretera Sieber, donde al ejemplo de don Lalo Suess A fianzo sus conocimientos, conocio la pulcritud del orden y el trabajo arduo. L a voluntad de Dios Nuestro Se�or fue que el joven Felipe, laborara en Saltillo E n la Camara de Comercio, como gerente, que por vecinidad con la calle Z aragoza y por cuestiones de trabajo, en los cotidianos Y endo y viniendo, conociera a Beatriz en "la ferre" B ien pudiera escribirse un libro de las anecdotas de E se noviazgo; la flor, la tarjeta, el acrostico, la mirada, la busqueda en la A lameda y tatas tantas serenatas los jueves por la T arde y domingos por la noche en la Plaza de Armas de Saltillo, teniendo el R epicar de las campanas de Catedral y la capilla como musica de fondo. I lusionados ya como novios y muy enamorados Felipe y Beatriz Z igzagueaban alegremente evadiendo al abuelo Severiano por las calles de Saltillo V ivieron asi un particular noviazgo, muy de acuerdo a la epoca. I ntrigado y fascinado Felipe, se enamoro de la musica de las manos que E n la casa de Beatriz deleitaban suave y melodiosamente en el piano, no S abiendo que no lo tocaba Beatriz, sino do�a C armelita, la que al pasar el tiempo, Seria su suegra. y A hora si, previas comisiones, pedimento de mano, plazos y C ondiciones, el joven Felipe ya podia pasar A la casa grande, abandonando su solitario y antiguo R efugio... el famoso poste de la esquina. D ios Nuestro Se�or permitio Que su amor cristalizara. E n aquel 11 de Febrero de 1946 quienes ante el Santo Cristo de la capilla y Dios N uestro Se�or, se juraron etero amor, hoy hace 50 a�os. A si hoy 11 de febrero de 1996, a los 34 descendientes de Felipe y Beatriz S olo nos queda decir, un Padre Nuestro en gratitud, por ser ramales de ese Arbol de Amor. |