Si estás pensando en contratar algún servicio con Dispal Astur S.L. y has llegado hasta esta página, léetela con atención porque igual te ahorro algún disgusto.
Situémonos un poco, antes de empezar a echar por los suelos a los incompetentes de la tienda en cuestión. Estamos a Agosto de 1995, y me quiero comprar un ordenador (mi primer ordenador, ya que hasta la fecha, para usar un ordenador tenía que ir a casa de mi hermana). Después de patearme todo Oviedo mirando tiendas, me convenció Dispal Astur ya que a un "buen" precio (325.000 pelas con IVA) unía que la placa que montaba tenía 6 bancos de memoria, y en el resto de las tiendas sólo ponían placas con 4 bancos. Total, me compro el ordenador en Dispal.
Empiezan los problemas. Quiero suponer que por un problema de juventud del equipo, el caso es que cuando me pongo a probar el equipo para ver si hacía lo que se supone que tiene que hacer un ordenador, resulta que cuando comprimo unos archivos con el BACKUP del DOS y me pongo a descomprimirlos, el ordenador no reconoce los disquetes. Paso por la tienda para preguntárles a qué podía deberse el fallo, y lo más lúcido que se le ocurre al que me atiende, es tratar de convencerme que no todas las disqueteras son iguales, y que no tiene por qué reconocer los disquetes de otro ordenador (¿?). ¿No se supone que he pagado un PC compatible? ¿Tampoco va a reconocer los disquetes que ella misma graba? ¿Entonces para que me vale la disquetera? Como poco, increíble. Al final resultó que el problema era una pijada y se debía a que la copia del DOS que me habían instalado era defectuosa.
Seguimos con problemas un poco más serios. Al poco de tener el ordenador en casa, me empieza a dar problemas con el disco duro al usar un programa que venía con la SoundBlaster. Les llamo para comentarles el problema, y comienzan las chapuzas. Cuando llamo yo, me dicen que les tengo que llevar el ordenador a la tienda porque la garantía no incluye el transporte, y cuando se lo digo a mi padre les llama y vienen a buscar gratis el ordenador por casa (no será la única vez que lo hagan).
Me tienen el ordenador una semana en la tienda, y cuando me lo devuelven me dicen que no le han encontrado nada. Por supuesto, el fallo sigue produciéndose, por lo que tengo que volver a mandar el ordenador a la tienda. Esta vez, como tampoco encuentran nada, deciden cambiarme el disco duro, y me traen otra vez el ordenador. Que nada, que el fallo persiste. Presos de la desesperación, deciden que como no saben lo que pasa, lo mejor es volver a montarme un ordenador "nuevo" (o eso dicen; lo único cierto es que le cambian la caja).
Fíjate tu que cosas, el fallo que sigue ahí, y por fin se les ocurre la feliz idea de que si me preguntan igual les puedo explicar cuando sucede el fallo, y así con la ayuda del técnico que por fin mandan a casa (mira que les costó), arreglan el fallo de configuración de la BIOS que era lo que daba los problemas.
En una de estas idas y venidas al taller me di cuenta de que en vez de la tarjeta gráfica que yo había pagado (una Trident de un mega) me habían instalado la que les había dado la gana (una Cirrus de un mega). Cuando se lo digo, me la cambian por otra que tenían por el taller de segunda mano (¿no se supone que he pagado 325.000 pelas por algo nuevo?).
No se vayan todavía, aun hay más. Al mes de tener el ordenador otra vez en casa (supuestamente en perfecto estado), SCANDISK detecta unos sectores defectuosos, y a la semanita mi disco duro desaparece (haciéndome perder de paso todo lo que ya tenía metido en el ordenador). Otra vez mi ordenador a la tienda a ver que le pasaba. Me tienen algo más de un mes con el ordenador en la tienda y después de insistirles más de tres veces (dos por teléfono y otra más en la tienda, por lo menos) me devuelven el ordenador con un disco duro nuevo ya que no pudieron arreglar nada del viejo ni rescatar nada de su contenido. ¿Cuánto se tarda en cambiar un disco duro? ¿un mes, o diez minutos? (Tengo la sospecha de que si me dejas diez minutos en su taller, puedo perfectamente cambiar mi disco duro yo solito). Otra pregunta más, suponiendo que mi disco duro fuese nuevo (sospecho que es mucho suponer) ¿cuál es la probabilidad de que mi disco duro no tarde ni tres meses en irse al garete, sobre todo teniendo en cuenta que el primer mes no estuvo prácticamente en mi casa?
No te vayas todavía, que te aseguro que queda lo mejor. Tras la última de las visitas de mi ordenador al taller de Dispal, me lo entregan con un ruido estraño al arrancar y sin que funcione el altavoz interno. Harto de que por cualquier pijada me tengan el ordenador en la tienda un par de semanas, decido aguantar con estos fallos, y no volver a llevarles el ordenador a la tienda (por fin han conseguido lo que estaban buscando). El caso es que aguanto con mi ordenador en este estado hasta que se me termina la garantía y decido abrirlo (el Sábado 25 de Abril de 1998) para echarle un vistazo y ver que tal está el asunto para ampliarle memoria. ¡SORPRESA, SORPRESA! Por empezar por lo obvio y menos interesante, comentar que mi altavoz interno no funciona sencillamente porque está estropeado (no es que esté mal conectado, que es lo que yo esperaba; sencillamente está roto). Ahora viene el plato fuerte.
Digamos que es una lástima que estuviese sólo cuando abrí la torre, porque la cara que se me quedó al descubrir que el ventilador de mi CPU en vez de estar enganchado al micro para refrigerar correctamente mi P-100, estaba colgando de los cables a la buena de Dios, tuvo que ser todo un poema. Resulta que el último que tocó mi ordenador (hace ya más de tres años) olvidó el pequeño detalle de que el ventilador tiene que ir sobre el micro, por lo que mi ordenador lleva funcionando tres años de milagro, y no me he quedao con el micro fundidito de casualidad.
¿Puedo añadir algo más? Pues si, que el milagro de que mi ordenador todavía funcione, lo achaco a su placa ACER y al micro P-100 de INTEL.
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