Virgen Del Pozo
Sabana Grande, Puerto Rico.

Historia

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Historia

El 23 de Abril de 1953 la Sant�sima Virgen se le apareci� a tres humildes ni�os, el Barrio Rinc�n de Sabana Grande. Los ni�os: Juan Angel Collado, Ramonita Isidra Bel�n, quienes estudiaban en la peque�a escuelita Lola Rodr�guez de T�o, contaban entre las edades de siete a nueve a�os. Era costumbre enviar a los alumnos a la hora del almuerzo en busca de agua a un peque�o pozo cercano a la escuela. Ese d�a, cuando Juan Angel fue a buscar agua al pozo, se hizo un profundo silencio en el lugar e hizo su aparici�n la Sant�sima Virgen por primera vez, parada en una nube blanca sobre el pozo, vestida con un traje blanco y un broche que lo abotonaba, un manto azul sobre su cabeza, un cintur�n, entre sus manos tra�a un rosario, sobre su cabeza una corona de siete estrellas y calzaba sandalias.

El 25 de abril la Sant�sima Virgen se identific� a los ni�os como la Virgen del Rosario. La Sant�sima Virgen hizo treinta y tres apariciones hasta el 25 de mayo y desde el segundo d�a estuvieron presentes junto a Juan Angel, Ramonita e Isidra. Las autoridades escolares prohibieron a los ni�os visitar el pozo con el prop�sito de continuar las clases. Debido a la gran multitud de personas que visitaban el lugar, se hac�an imposibles las tareas docentes. Las Sant�sima virgen, entonces caminaba desde el pozo hasta la escuela y asum�a el papel de maestra de los ni�os.

Todas sus ense�anzas a los videntes fueron comunicadas por ella por medio de s�mbolos, im�genes, visiones y vivencias reales, las cuales llevaban las ense�anzas para la creaci�n de una nueva generaci�n. Durante las apariciones ocurrieron miles de milagros y curaciones con el prop�sito de que la Virgen diera testimonio de su presencia en el lugar para que todos creyeran cuando se llevaran al pueblo de los siete mensajes que dej� a trav�s de los videntes. Todas sus apariciones desde el 23 de abril hasta el 25 de mayo fueron simb�licas. Son treinta y tres d�as de apariciones y manifestaciones de la Virgen que simbolizan que en el a�o 33 de nuestra era Cristo funda su verdadera Iglesia. Al tercer d�a de su aparici�n. La Virgen pone los pies sobre la tierra que simboliza la resurrecci�n de la vida de Nuestro Se�or. La Virgen utilizaba mucho el numero siete, s�mbolo de Plenitud. Su vestuario consiste en siete prendas de vestir; la primera es una corona de estrellas que simboliza los siete Sacramentos de la Iglesia de Cristo. Su manto azul que simboliza la protecci�n y direcci�n espiritual que ella nos brinda. El broche en su cuello simboliza el sacerdocio como apostolado nuestro. El cintur�n simboliza la obediencia a la Iglesia verdadera. Sus sandalias simbolizan el dar ese paso en nuestra vida de cristianos y su rosario simboliza la prenda de oraci�n, el cual nos exhorta a rezar con fervor. La Sant�sima Virgen del Rosario, como Madre pendiente siempre de nuestras necesidades, viene para alertarnos, dirigirnos, ense�arnos, guiarnos y a definirnos el Verdadero camino hacia la salvaci�n.

Su prop�sito era dejarnos el mandato de formar una nueva generaci�n reconoci�ndola como Madre del Verdadero Camino hacia su Amad�simo Hijo y Madre de la Verdadera Iglesia, recordando que consta de siete Sacramentos ya establecidos por Jesucristo, de los cuales debemos hacernos part�cipes. Nuestra Se�ora del Rosario quiere tambi�n que imitemos sus siete virtudes que son: humildad, generosidad, castidad, paciencia, templanza, caridad y diligencia. Para conseguir esto, debemos practicar la oraci�n, la penitencia y el sacrificio.