COMPARACION ENTRE EL CAMINO DEL CARPINTERO Y EL DEL GUERRERO.La comparación entre el Camino del Guerrero y el del carpintero se establece a partir de la misma noción de "casa" o linaje. Se habla de casa noble, de casas de guerreros, de las Cuatro Casas, se habla de casas en decadencia, casas prósperas, del estilo de la casa, la tradición de la casa y del nombre de la casa.
El carpintero utiliza un plan maestro para sus construcciones de igual modo a como lo hace un general durante sus campañas en los campos de batalla. Si quieres aprender el arte de la guerra, medita con calma sobre lo que vas a leer en este libro.
Que el maestro sea la aguja y el hilo el alumno, para que los dos practiquen sin descanso.
Como el maestro carpintero, el general debe conocer las leyes naturales, las leyes del país y las leyes de las diferentes escuelas y familias. Tal es el camino del experto. El maestro carpintero debe conocer las teorías arquitectónicas para la construcción de Torres y Templos; es capaz de diseñar los planos que permitan construir palacios y sabe dirigir a los hombres a su cargo para que levanten los edificios. De tal manera que, el Camino del carpintero, es el mismo que el del comandante de una familia guerrera.
Debe saber elegir las maderas que utilizará en sus construcciones: maderas largas, rectas y sin nudos, de la más bella apariencia, para el exterior y recibidor; para las zonas privadas del interior de la casa empleará las que puedan tener algún pequeño defecto; para el pórtico, dinteles y las puertas correderas escogerá una madera vistosa, aunque sea más débil que las anteriores, de igual modo que utilizará la madera más recia, por más que sea nudosa o esté torcida, en aquellos lugares que hayan de soportar un paso o uso constante. Y por último aquella madera frágil o absolutamente nudosa se utilizará para la construcción de los andamios y más tarde como leña para alimentar el fuego.
El Maestro carpintero elige a sus obreros de acuerdo a sus habilidades: soladores, especialistas en puertas, en pórticos, en dinteles, techadores y así sucesivamente. Los menos diestros tenderán las viguetas en el suelo y los de peor capacidad cepillarán la madera de la tarima, fabricarán cuñas y realizarán los trabajos menores. Y si el maestro por su conocimiento ocupa a cada uno de sus hombres en las tareas adecuadas y les exige el máximo rendimiento en el empleo de la técnica el resultado final será bueno. Para ello, además, tendrá siempre en cuenta las habilidades y limitaciones de sus hombres, deambulará entre ellos sin hacerles peticiones irracionales, sabrá de su moralidad y de su espíritu, alentándoles siempre que sea necesario. Tal es también el principio fundamental de la Estrategia.
Miyamoto Musashi
Libro de los Cinco Anillos, 1643
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