Ranma 1/2. Séptima parte.

¡NOVEDADES!

En esta parte, la edición española se hace a partir de la original japonesa y no desde la edición americana como hasta ahora.
Capítulo 1 Capítulo 2 Capítulo 3 Capítulo 4 Capítulo 5
Capítulo 6 Capítulo 7 Capítulo 8 Capítulo 9 Capítulo 10
Capítulo 11 Capítulo 12 Capítulo 13 Capítulo 14 Capítulo 15
Capítulo 16 Capítulo 17 Capítulo 18 Capítulo 19 Capítulo 20
Capítulo 21 Capítulo 22 Capítulo 23 Capítulo 24 Capítulo 25
Capítulo 26 Capítulo 27 Capítulo 28 Capítulo 29 Capítulo 30
Capítulo 31 Capítulo 32 Capítulo 33 Capítulo 34 Capítulo 35
Capítulo 36 Capítulo 37 Capítulo 38 Capítulo 39 Capítulo 40
Capítulo 41 Capítulo 42 Capítulo 43

Capítulo 1. Una historia de fantasmas. Maomorin.

Número 1.
"Era una noche en la que soplaba un viento con olor a pescado..."; Akane está viendo medio asustada la televisión y sigue la acción. "¡Ayúdeme!", grita un hombre; "¿Ha visto al hombre sin cara?". Ranma-h se asoma y justo en el momento en que se gira el hombre sin cara grita al oído de Akane, que salta de terror. Akane sale persiguiendo a Ranma-h, que ríe como un niño. En plena pelea, la pared es atravesada por una vieja conocida: Shampoo en su bicicleta. "¡Nihao, Ranma!", saluda.

Shampoo les enseña un enorme cascabel: "Un souvenir de China. El cascabel legendario Maomorin."; Shampoo agita otro cascabel pequeño que lleva con ella y le ofrece el grande a Ranma-h: "Así estaremos conectados. Está encantado, ¿sabes?". Pero Ranma-h lo rechaza secamente: "¿Es un cascabel de compromiso? No lo quiero.". Pero Shampoo se enfurece: "¿Crees que Shampoo se quedará tan tranquila?", y se echa el agua de un florero; Ranma-h huye despavorido de Shampoo-gato y abraza el cascabel diciendo que le gusta mucho, mientras Akane le mira con desprecio.

Esa noche, Akane aún piensa en el incidente en la cama, pero un ruido la sobresalta; se incorpora y ve el cascabel gigante. De repente, unos enormes ojos felinos surgen de la oscuridad y una voz misteriosa le dice algo: "Cásate conmigo.". Akane grita aterrorizada, despertando a su padre y a Kasumi; corre enfurecida hacia el cuarto de invitados y le estampa a un dormido Ranma-h el cascabel en la cabeza. Cuando Akane cuenta la historia, Ranma-h se queda incrédulo: "¿Que entré en tu cuarto para espiarte?"; Akane prosigue: "Y esa proposición..., no te atrevas a hacerla nunca más."; Ranma-h flipa: "¿Qué proposición?"; Akane se ruboriza y baja la mirada: "Me pediste que me casara contigo.". Soun llega y emocionado abraza a ambos: "¡Sí, Ranma! ¡Al fin!". Ranma-h se defiende: "¡Yo no entré! ¡Fue el cascabel!"; "¿Se mueve solo?", replica Akane, pero el cascabel, aún sobre la cabeza de Ranma-h, replica por sí mismo: "Cásate conmigo.".

Soun le da un golpe que casi vuela la cabeza de Ranma-h. El cascabel sale volando mientras Soun y Ranma-h lo persiguen; éste último consigue darle una patada y el cascabel acaba en un rincón oscuro, del cual sale una forma. Ranma-h se acerca decidido hacia la forma, mientras Akane le pide precaución, pero él llega y agarra la forma: "¡Eh, tú! ¡Mírame a la cara!". Y la forma se vuelve... y maúlla: es un gato gigante. Se abraza a Ranma-h pidiendo que no le pegue más, mientras él grita con terror. "Es monstruo gato.", dice Soun; "¡Qué monada!", comenta Kasumi que acaba de llegar.

En la sala de estar, Ranma-h yace temblando y con los ojos tapados, mientras Soun, Akane y el panda hablan con Maomorin. "¡Buscas novia?", le pregunta Soun; "Miau; ¿Conocéis a una chica con un cascabel?"; Akane se acuerda de Shampoo y le pregunta al gato si el cascabel es un cascabel de compromiso: "Miau, el que nos une a la mujer y a mí. ¿Has visto el cascabel pequeño?". Pero antes de que Akane pueda responder, Shampoo aparece atravesando la pared con el pedido de ramen encargado por Kasumi; Shampoo se sorprende al ver a Maomorin y su cascabel suena. Maomorin, al verlo, se abalanza sobre ella: "¡Mi noviaaa!".

Pero Shampoo replica con una patada que manda al gato gigante al jardín. "¡Shampoo ya tiene a Ranma!", dice la chica china empujando al aterrorizado Ranma-h contra el gato. "¿Tú me vas a quitar a mi novia?", pregunta Maomorin, pero Ranma-h sólo puede gritar: "¡Aléjate de mí!", y le da un puñetazo. El gato cae dolido y se oculta en el cascabel, el cual sale volando prometiendo que volverá. Ranma-h llora de terror ante la perspectiva del regreso, mientras Shampoo le abraza y Akane le golpea diciendo que la suelte. Soun y el panda devoran ramen sin inmutarse.

Nuevos personajes: Maomorin, el monstruo-gato.

Capítulo 2. ¡Terror! La novia del monstruo gato.

Número 1.
Esa tarde sopla un viento húmedo. Soun y Akane contemplan el ocaso mientras Akane recuerda la promesa de venganza de Maomorin. Nabiki se interesa por el estado de Ranma-h, el cual está envuelto en una manta, temblando de miedo, murmurando "Viene el gato... viene el gato..."; Shampoo hace gesto de tragedia y coge el cascabel: "Porque esto une a Shampoo y Maomorin, él atacará a Ranma.". "¡Pues tíralo!", le dice Ranma-h llorando; "No quiero.", replica Shampoo.

En ese momento, el ruido de un cascabel llena el ambiente y se ve la figura del gato aproximándose a la casa de los Tendo. Ranma-h se esconde tras su padre; el gato abre la puerta de la casa de los Tendo; Genma dice:"Durante generaciones los samurais se han enfrentado a los demonios... ¡ve, Ranma!", y lanza a Ranma-h contra Maomorin. Del golpe ambos caen llorando de dolor y terror; Genma levanta a su hijo pidiendo que siga atacando, mientras Ranma-h grita que le deje. "¡La lucha ya ha empezado!", dice Soun; "¿Lucha? Los dos están llorando.", comenta Nabiki. Maomorin se acerca a Ranma-h: "Para que Shampoo sea mía, ¡¡usaré la magia negra del gato!!", y se abalanza con una enorme boca sobre el aterrorizado Ranma-h.

Pero Maomorin se mete en el cascabel y luego traspasa su espíritu a Genma, ante la incredulidad de todos. "He poseído el cuerpo de tu padre. ¿Serías capaz de atacar a tu propio padre?", le reta Genma-Maomorin, sin saber muy bien lo que dice. Ranma-h sonríe y dice una frase: "Durante siglos los samurais se han enfrentado a los demonios. Perdona, papá.", y comienza a darle una paliza de espanto a Genma-Maomorin; Kasumi y Nabiki se pregunta si lo hace sólo porque le ha poseíido el gato. "Miau, ¿no respetas a tu padre?", dice un destrozado Genma-Maomorin; "Eso te pasa por poseer a mi viejo.", le replica Ranma-h, y de un último puñetazo expulsa al gato de Genma.

El cascabel reacciona rápido: "Poseeré a Shampoo."; pero la guerrera china patea el cascabel y le da cuatro bofetones, lanzándolo finalmente contra el muro. El cascabel habla con tono lastimero: "Entiendo; abandono a Shampoo... miau.". Shampoo abraza a Ranma-h y habla al cascabel: "¿Comprendes ahora nuestro amor?"; Ranma-h ya está harto: "¿De qué vas?"; "Luchaste por nuestro amor.", le dice Shampoo y Ranma-h replica enfurecido: "¿Por tu amor? ¡Lo que eres es una egoísta!".

El silencio se hace en el jardín de los Tendo; a Shampoo le empiezan a aflorar las lágrimas; vuelve la espalda a Ranma-h, el cual ya se ha conmovido. Shampoo coge el cascabel y recuerda que debe ser la novia de Maomorin; Akane acude a ella: "Que Ranma te rechace no significa que debas ser la novia del gato."; Ranma-h acude y se une a la propuesta; "Pero Shampoo es egoísta..."; "Por eso debes ser fuerte.", le replica Ranma-h. Shampoo mira a Ranma-h poniéndole el cascabel en la mano... y lo arroja al estanque.

Ranma-m sale del estanque preguntándose qué pasa y agita el cascabel... e inmediatamente Maomorin se lanza sobre ella: "¡Una nueva novia! ¡Y qué mona!"; la agarra con sus zarpas mientras Ranma-m grita de terror, y la lame. Ranma-m se queda paralizada... y comienza a maullar. Soun recuerda, micro en mano, que Ranma-m se ha convertido en gato y va a usar el puño de gato. Y así es como ataca ferozmente a Maomorin, el cual retrocede asustado: "Miau, qué mujer más violenta... no quieres ser mi novia.", y se esconde en el cascabel y sale volando. Todos contemplan su huída, y Akane reconoce que le da un poco de pena.

Al día siguiente, Maomorin está en la entrada del Furinkan repartiendo cascabeles entre las alumnas, que huyen despavoridas. Akane mira con incredulidad, Ranma-h huye y Shampoo comenta la tenacidad del gato.

Capítulo 3. Entrenamiento intensivo. La chica del martillo.

Número 1.
Frente a la piscina del Furinkan, Akane recuerda las palabras de la profesora de gimnasia: "La semana que viene, examen de natación.". Akane suspira con preocupación: "Soy la única que no sabe nadar.". De repente, el director llega corriendo y vociferando: "¡Miss Akane! ¡No te precipites!", y al llegar a la piscina la tira al agua; "Oh, my God! He llegado tarde.", se lamenta el director mientras Akane se esfuerza por no ahogarse; cuando la saca, el director Kuno le pregunta por qué se ha tirado; Akane replica furiosa: "¡Pero si usted me empujó!". Al enterarse, el director se queda helado: "¿No sabes nadar?"; comienza a llorar dolorido: "Somos un equipo cruel..."; Akane, harta de tanta ironía, le sacude con un banco en la cabeza y al director se le ocurre algo: "Te haré un entrenamiento intensivo de natación.".

Esa noche, Ranma-h se queda perplejo al oir las intenciones de Akane, mientras el resto de la familia la anima. En el balcón de su habitación, Akane reflexiona en voz alta: "Cada vez que llega la primavera, me siento miserable. Ya sea en la playa o en la piscina, con un bañador nuevo... es inútil."; Ranma-h, que cuelga boca abajo del balcón le dice que la comprende: "Aunque lleves un bañador nuevo, no tienes figura para...", y Akane lo calla de una patada; señala una estrella en el cielo y ruge: "Te lo juro por esa estrella. ¡Aprenderé a nadar aunque tenga que llevar una piedra!", y se despide de Ranma-h diciendo que no interfiera.

A la mañana siguiente, el rumor ha corrido por todo el Furinkan y todos los chicos están ansiosos por ver a Akane en bañador, y al llegar a la piscina... se quedan de piedra al ver que Akane lleva una enorme roca atada a la espalda. "Vaya, es cierto que lleva una piedra.", murmura Ranma-h. Pero la sorpresa no acaba ahí: de la piscina salta un enorme tiburón azul. Akane no se lo puede creer: "¿Qué es eso?"; el director se ríe de su ignorancia y le da una definición científica del animalito de 7 metros. Akane se larga enfadada, pero el director la retiene con un potente argumento: "Todos los hawaianos aprenden a nadar con una piedra a la espalda. ¿Vas a abandonar?"; el comentario de Akane es alucinante: "¡Fantástico! Los hawaianos son increíbles.", provocando la huída en desbandada de todos sus compañeros. Akane y el director se cogen de las manos; "¿Lo has comprendido, Miss Akane?", ríe el director; pero Akane es más lista y lo lanza con la piedra al agua: "¡Usted primero!".

El director Kuno se hunde en el agua y todos los alumnos observan; al ver que no aparece, todos comienzan a largarse tranquilamente comentando lo horrible de su muerte; pero Akane se siente responsable y se lanza al agua ante la incredulidad de todos. Y en el fondo de la piscina se encuentra al director con su equipo de submarinismo completo. Ambos salen a la superficie, donde Akane hace esfuerzos por no ahogarse; el director sonríe: "Ahora comienza el entrenamiento.", y el tiburón comienza a acercarse ante la alarma de todos.

Por fortuna, una patada a tiempo de Ranma-h deja K.O. al tiburón, al cual se agarra Akane para no hundirse mientras mira con agradecimiento a su prometido. El director recrimina a Ranma-h su intromisión, mientras Ranma-h replica que nunca conseguirá que la inútil de Akane aprenda a nadar. Ambos se pican en un diálogo para besugos de "¡Nadará!", "¡No nadará!", hasta que Akane, enmedio de ambos, se harta y tira a Ranma-h al agua. Medio ahogándose, habla al director: "Me esfogzagué."; "Never give up!", ríe el director, mientras Ranma-m insiste: "Seguro, seguro, seguro que no aprende.".

Capítulo 4. El espíritu de dentro del agua.

Número 1.
Junto a la piscina, el director prosigue su lección de natación: "Tengo otro plan: cisne."; Akane sueña con la elegancia del cisne: "¿Podré nadar como él?"; mientras, Ranma-m piensa irónica cómo va a ir en línea recta si se hunde. El director entrega una maleta a Akane: "Aquí está el traje de entrenamiento. He estado haciéndolo toda la noche; con esto tú también serás un cisne."; Akane se imagina un traje de ensueño...

Y al ponérselo, ella y todos los demás descubren que el disfraz es de un pato bizco; "¿Esto es un cisne?", grita Akane enfurecida mientras le da un alazo al director; "¡Estoy haciendo el tonto!"; el director se acerca a ella y le pide que le deje explicarse, pero Akane lo rechaza furiosa, hasta que ve en las yemas de sus dedos los pinchazos de la aguja, algo que la conmueve: "¿Lo hizo por mí?"; "Arriesgando mi vida.", le dice el director. Y sin mediar otra palabra, la tira al agua.

Akane chapotea tratando de no hundirse, y sus compañeros preguntan al director qué hace sin actuar. Éste saca un mando a distancia y acciona un botón, y las patas del traje de Akane comienzan a moverse con rapidez; la gente lo comprende ahora: "¡Claro! El cisne flota sobre la superficie, manteniéndose gracias al movimiento de sus patas bajo el agua.". Pero las patas del traje de Akane están sobre el agua, y bajo ella el resto del cuerpo de Akane, que es incapaz de respirar hasta que ve a Ranma-m haciéndole burla bajo el agua. Ranma-m sale con unos cuantos chichones y Akane le recrimina que no le ayudara directamente; Ranma-m insiste con su tesis: "Mejor será que te rindas.".

Pero Akane no está dispuesta y le pide el siguiente paso al director: el proyecto sirena. Y el director la lanza al agua con sus piernas cubiertas por un traje que emulan la cola de un pez. Vuelve a poner en marcha el mecanismo con el mando, y Akane se mueve de uno a otro lado de la piscina tragando agua a más no poder; Ranma-m golpea al director y pregunta cuál fue el fallo del proyecto Cisne; "No lo experimenté hasta el final.", reconoce el director. Para ayudar a Akane, le lanza el anzuelo de una caña de pescary la aguanta a flote; "Con esto no te hundirás. Relájate y nada.", le dice el director. Y Akane comienza a nadar con tal fuerza que el director sale despedido del borde de la piscina e incrusta su cabeza contra el borde del lado contrario. Todos lo miran preocupados, hasta que Ranma-m se da cuenta de que Akane se ha hundido y salta para rescatarla.

Akane se despierta rodeada de sus compañeros; "¿Estás bien?", le pregunta el director; "I'm sorry. Soy un incompetente."; el hombre comienza a llorar, y Ranma-m se sorprende al verificar que el director se lo había tomado en serio. Akane le sonríe: "Está bien; siento haberle preocupado. Si no sé nadar, no viviré en un barco; y si viene un tsunami correré a la montaña.". Akane sale corriendo, dándoles las gracias, pero no puede evitar el llanto: "¡No pude nadar!". Ranma-m aparece ante ella: "¿Está bien así, Akane? ¡Anímate! Si no lo consigues, no abandones."; Akane la mira con sorpresa, y el resto de compañeras y compañeros le repiten sus ánimos. Todos lloran de la emoción, y Akane se vuelve hacia el director; "Lección tres.", dice él, y Akane sonríe con nueva ilusión.

"Miss Akane, aunque te hundas como una piedra, hay un método que te permitirá nadar."; todos contienen la respiración a la espera del revolucionario método que es... un flotador. Y el resultado es una Akane hundida en la piscina, con las piernas sobresaliendo del agua a través del flotador; el director, desesperado, proclama su abandono, mientras Ranma-m mira con incredulidad la postura de Akane.

Escenas inolvidables: Akane con el disfraz de pato mareado. Pocas veces me he reído tanto.

Capítulo 5. ¡¡Sal fuera!!

Número 2.
Ranma-m corre preocupada por la orilla del mar: "Maldito viejo. Lleva una semana desaparecido."; recuerda las palabras de su padre sugiriendo el entrenamiento junto al mar.

En una enorme mansión, un panda con pajarita y gafas oscuras toma el sol; Ranma-m llega y le arrea una patada: "¡Maldito viejo! ¡Ibas a entrenar y mira que estás haciendo!", dice mientras lo abofetea. Pero una voz le interrumpe: "¡No le hagas daño a mi Kumahachi!", le grita un niño desde la cama de una habitación que da a la terraza. El niño llama al panda, el cual va hacia él a cuatro patas; "No creo que sea papá.", piensa ahora Ranma-m. Pero el niño le ofrece comida al panda, y por la forma de coger los palillos y esparcir la salsa, Ranma-m no tiene dudas y le da un rodillazo.

Pero el sonido de cacharros al caer la detiene; una hermosa mujer ha entrado por la puerta y mira con gesto dolorido: "Ese panda... ¿es tuyo?". El niño se arroja hacia ella llamándola: "¡Maman! ¡Kumahachi es mi panda!"; Maman abraza al niño: "Yotaro...".

Maman explica la historia: "Mi hijo Yotaro nació débil; odia salir a jugar fuera."; "¿Y eso que tiene que ver con un panda?", pregunta intrigada Ranma-m, mientras el panda come indiferente; Maman prosigue: "Me dijo que si tuviera un panda saldría fuera, y hace una semana encontré a éste.". Ranma-m palmea al panda: "Es un sitio muy bonito, papá.", y le sacude un mamporro: "¡Así que has estado comiendo y durmiendo con Yotaro, aprovechándote de esta casa!". Enfurecida, se lleva arrastrando al panda, pero Yotaro entra llorando: "¡No te lo lleves! ¡Kumahachi es mi panda!", y se abraza al oso que sigue comiendo un cangrejo. Maman abraza a su hijo y le dice que tiene una buena noticia: "Esta chica saldrá a jugar contigo."; Ranma-m le pregunta de qué va, y Maman hace un repaso a todo lo que ha devorado el panda en esa semana: "Nadie me devolverá el precio de su comida.".

Ranma-m se queda al final con Yotaro y el panda, y decide probar suerte: "¿Salimos un poquito fuera?"; "Si lo hago, ¿me darás a Kumahachi?"; el panda saca un cartel diciendo que es del niño, y Ranma-m, ya harta lo moja con agua caliente y llama a Yotaro... pero éste se ha dormido ante su desespero, y Genma aprovecha para echarse agua fría y volver a ser panda. Ranma-m insiste: "Vamos afuera. Si no, no te pondrás fuerte."; comienza a tirar de Yotaro, pero éste se agarra de la cama con tal fuerza que se levanta la cama antes que él. Ranma-m se huele algo: "¿Tú no serás un perezoso?"; Yotaro llora: "¡Yo soy débil de verdad! ¡Chica mala!", y comienza a pegarle, primero con sus puños, luego con martillos, y luego con un jarrón... Ranma-m se harta y lo coge del cuello: "¡Eres un niño muy malo! ¡Te voy a sacar fuera!", y Yotaro gime diciendo que le da miedo.

Ranma-m se da cuenta de que no va por buen camino y decide cambiar de estrategia: "Yotaro..., ¿Quieres salir conmigo?", le pregunta exhibiendo una linda sonrisa; evoca pensamientos: "Cielo azul, nubes blancas,... y Yotaro y yo corriendo juntos..."; pero la respuesta de Yotaro es evidente: "Bah."; Ranma-m se enfada y se enfurece al ver al panda con un cartel: "Pareces tonto.", y decide la mejor solución: "¡Vámonos ya!". Ranma-m sale arrastrando al panda, el cual se resiste; Yotaro los ve y sale corriendo tras ellos.

Maman pasea por la playa; escucha pisadas aceleradas y, de repente, ve una escena que la sobrecoge: Ranma-m corriendo por la playa con el panda a cuestas y Yotaro corriendo tras ellos; "Yotaro ha salido de casa, y está corriendo... ¡Dios mío!". A la luz del sol poniente aún se ve al trío corredor.

En casa de los Tendo, Ranma-m resopla, Yotaro se tumba diciendo que está cansado y el panda se tumba a su lado. Akane y Kasumi aparecen maravilladas de que hayan llegado corriendo desde el mar.

Nuevos personajes: Yotaro, Maman.

Capítulo 6. La técnica del sello misterioso.

Número 2.
Noche cerrada en el bosque; Ryoga se está haciendo su eterna pregunta: "¿Dónde debo estar?". De repente, un ruido le sorprende, y ve una figura con un enorme pincel que se abalanza sobre él al grito de "¡Comida!". Ryoga se deshace de él con facilidad y al acercarse a verlo ve que es un viejo barbudo y desharrapado.

El viejo devora parte de las provisiones de Ryoga mientras habla con él: "Soy el inventor de la técnica de la cara de la felicidad."; Ryoga le pregunta por esa técnica, y el viejo, tras terminar su copiosa comida, le levanta la camiseta y le palpa el vientre. Ryoga le da un toque preguntando de qué va, y el viejo le explica el secreto de la técnica: la fuerza humana reside en el abdomen y es ahí donde se debe concentrar. En recompensa por la comida, decide enseñarle la técnica y comienza a preparar la tinta con la que dice que debe dibujar un símbolo especial en el abdomen. Ryoga no se lo cree y emprende la marcha, pero el viejo le detiene con una frase retadora: "¿No quieres ser el hombre más fuerte del mundo?"; Ryoga se para, pensando que ello le permitiría derrotar a Ranma-h, momento que el viejo aprovecha para lanzarse sobre él con el pincel mojado; y Ryoga, al mirarse el vientre tras el asalto, se queda entre maravillado y horrorizado.

Ranma-h está esperando a Ryoga, mientras recuerda su carta de desafío: "Ya ha pasado una semana. ¿Se habrá perdido?". Y justo entonces, Ryoga pasa por al lado, preguntándose en voz alta dónde está el descampado, y Ranma-h lo llama. Ryoga descarga su bolsa, repleta de carteles de dojos; Ranma-h le pregunta por ellos y Ryoga le contesta que ha hecho turismo y ha vencido a todos esos dojos. "Atácame por donde quieras.", le dice, y Ranma-h no se lo piensa; pero su sorpresa es mayúscula al ver como de un suave movimiento de mano Ryoga lo lanza contra el muro, destrozándolo. Ryoga le pica: "¿Tienes miedo a que te haga daño? ¡Pelea en serio!"; Ranma-h se lanza sobre él, pero Ryoga esquiva uno a uno sus golpes, hasta que le presiona con el meñique en la frente y lo tumba.

"Te he ganado con el dedo meñique. Ya no me preocuparé más por ti; pensaba que tú me vencerías."; y Ranma-h se queda aún más sorprendido. Ryoga entonces le cuenta la historia del viejo; "Es verdad que soy mucho más fuerte... ¡pero también un desgraciado!", y le muestra el vientre a Ranma-h; en el abdomen tiene dibujada una ridícula cara sonriente. Ranma-h la observa y la comienza a frotar con un trapo; "El sello no puede borrarse.", insiste Ryoga; pero Ranma-h lo intenta con un estropajo y Ryoga le pega un puñetazo que lo lanza por los aires. Al volver, Ryoga le cuenta que lo ha probado todo, y que el viejo le contó que sólo hay un método: ser vencido por alguien más fuerte. Ranma-h comprende entonces el significado del montón de carteles; "Ni siquiera tú que has dedicado tu vida a las artes marciales has podido vencerme."; el orgullo de Ranma-h se resiente y se dirige a Ryoga: "Eres mi único rival y te aprecio; por eso te borraré el sello; ¡conseguiré que pierdas!". Ryoga se emociona: "Ranma... tú... ¡eres un tío genial!", y le da un puñetazo de amistad; Ranma-h desaparece de su vista ante su sorpresa: "Idiota, le dices algo amable y huye."; Ranma-h, incrustado en un tejado, hace un juramento: "¡Te juro que haré que pierdaaaass!".

Nuevos personajes: El abuelo de la Cara Flotante de la Felicidad.

Capítulo 7. ¡El pincel de hierro! El poder del dibujo.

Número 2.
En el dojo Tendo, Ryoga está de pie con los ojos vendados, las manos atadas juntas y los pies encadenados a bolas de acero; Ranma-h le pregunta sorprendido qué hace, y Ryoga le dice que le facilita las cosas. Ranma-h se reafirma: "No necesito trabas; vas a perder.", y se lanza al primer asalto... acabando incrustado en el techo mientras Ryoga le pregunta por qué no ataca.

Ranma-h va a su habitación y busca en su mochila algo muy especial: "¡Aquí está! ¡El libro secreto!". Se dirige de nuevo al gimnasio, mientras Ryoga, impaciente, se examina el dibujo. Ranma-h llega y grita con seguridad: "Ya no soy el mismo; voy a usar... ¡el misterioso truco sucio de la escuela Saotome!"; Ryoga se queda sorprendido y Ranma-h... señala tras él gritando: "¿Qué es eso?"; Ryoga se da la vuelta y Ranma-h le ataca con el "Ataque de la Garra del Lobo"... para acabar con la cabeza bajo el pie de Ryoga. Ranma-h vuelve a examinar el pergamino buscando el segundo truco sucio: "El golpe del fiero tigre.". Ranma-h señala al suelo: "¡Una moneda de cien yenes!". Y aparecen Soun y el panda buscándola con desespero.

Ryoga le aplasta la cabeza contra el suelo preguntándole de qué va; "No tenía que haber esperado tanto.", murmura, pero se detiene al oír a Ranma-h sollozar: "Lo siento; no soy fuerte... eres demasiado fuerte y no he podido...", y comienza a llorar como un niño. Ryoga se acerca para consolarle, diciendo que no es culpa suya... y Ranma-h saca una pistola de agua y moja a Ryoga. Ranma-h se levanta riendo, mirando a P-Chan: "Este era el más secreto de los trucos sucios: te postras ante el enemigo como si fueras una rana atropellada. ¡La técnica de la rana chafada!". Y se lanza sobre el cerdito... el cual lo manda a través del tejado con fuerza sobrecogedora; P-Chan se queda suspirando de impaciencia, hasta que unas conocidas manos lo cogen: "¡P-Chan!", dice Akane, y ve el dibujo en el vientre del cerdito; "¿Qué es este dibujo? Es horrible; ¡con esto pareces tonto!"; el cerdito llora de vergüenza y escapa corriendo de las manos de su dueña.

Ryoga llora desesperado sobre el tejado de los Tendo: "Lo ha visto; Akane lo ha visto."; y recuerda sus palabras: "¡Qué dibujo tan idiota! ¡Pareces tonto!". Ranma-h aparece tras él y le da ánimos; "He estado pensando en ese dibujo; aunque no puedas borrarlo...", y Ryoga se vuelve hacia él con interés, mientras Ranma-h piensa en una fiesta de empresa con Ryoga donde él les hace el baile del vientre a cambio de dinero; Ryoga se enfurece al adivinar sus pensamientos y lanza a Ranma-h por los aires.

Akane va con un trapo en la mano llamando a su cerdito: "¡Ven, P-Chan! ¡Te voy a borrar el dibujo!"; escucha ruidos tras la esquina del gimnasio y se dirige hacia allí. Allá es donde Ryoga está aún vapuleando a Ranma-h; "Por tu culpa, Akane ha visto el dibujo en P-Chan; así que ahora Akane no puede verme el estómago.", y lanza un puñetazo contra Ranma-h, el cual se escabulle y le levanta la camiseta: "¿Y por qué tendría que mirar tu barriga?".

Justo entonces, Akane dobla la esquina y los ve a ambos: "¿Ryoga...?". Ranma-h y Ryoga se quedan lívidos; "A... Akaneee...", llega a decir Ranma-h. Y Akane se da cuenta de que el dibujo es el mismo que el de P-Chan. Ranma-h y Ryoga atraviesan juntos el muro del jardín de los Tendo, y Akane sale tras ellos pero no los ve. Tras una esquina, Ryoga coge a Ranma-h del cuello de la camisa. "Ja,ja... creo que hemos metido la pata...", trata de reír Ranma-h, mientras Ryoga hace esfuerzos para no matarle.

Escenas inolvidables: La cara que ponen Ryoga y Ranma-h cuando Akane les descubre y ve el dibujo de Ryoga.

Capítulo 8. Ryoga, el que no huye.

Número 3.
Noche. Akane, en el balcón, aún piensa en lo sucedido: "El dibujo en la barriga de Ryoga y de P-Chan son el mismo. ¿Por qué?". Y al ir a hablar con Ranma-h, éste se gira haciéndose el sueco; "¿Por qué te giras?", le pregunta mosqueada Akane mientras le vuelve la cabeza; "Es sobre Ryoga y P-Chan.", insiste ella, y Ranma-h vuelve a volver la cabeza; Akane se la vuelve a girar: "Tú no habrás dibujado nada, ¿verdad?". Ryoga escucha tras unos matorrales del jardín, temiendo que Akane descubra quién es P-Chan; "Ese dibujo... lo he visto en otra persona.", confirma Akane, y a Ryoga casi le da un pasmo; pero la frase final de Akane le rompe del todo: "Pensé que lo habías dibujado tú.".

Ranma-h decide aprovechar la oportunidad: "No digas nada hasta ver esto.", y comienza a hacer un dibujo que entrega a Akane; Ryoga alaba mentalmente a Ranma-h, mientras Ranma-h se autohalaga por su bondad sin límites. Pero Akane da la vuelta a las cosas: "Este dibujo no se parece en nada.", y Ryoga le pega un puñetazo a Ranma-h: "¡Idiota!". Ryoga y Akane quedan cara a cara; "Estoy limitado por el dibujo. Que me descubra es cuestión de tiempo."; las lágrimas afloran a sus ojos; "Adiós. ¡Me voy de viaje!", grita mientras salta el muro. Akane no entiende nada y recrimina a Ranma-h: "Tú tienes algo que ver, ¿verdad?", pero al girarse no lo encuentra. Ranma-h está sobre el tejado, recordando las lágrimas de Ryoga y preguntándose qué va a hacer; piensa en la manera de ganarle para borrar el sello: "Necesito una pequeña oportunidad...", y de repente se le ocurre algo: "¡Aún me queda un ataque!".

Ryoga camina incansable, hasta que decide parar para comer algo; "He andado toda la noche. ¿Dónde estaré?"; y tras él pasa el panda, que lo saluda con un cartel; "¡Estoy en la misma ciudad!". Pero una voz le saca de su sorpresa: "¡Haz la recepción!", y ve caer una bola de voley; se flexiona para recibirla y entonces una chica cae sobre él: "¡Un hueco!"; la chica (Ranma-m) consigue asestarle una patada en la cara, pero cuando va a rematar la faena Ryoga la manda por los aires de un puñetazo. Al caer, Ranma-m llora; Ryoga, que no la ha reconocido, trata de consolarla: "Lo siento; cuando me atacan mi cuerpo reacciona solo."; Ranma-m aprovecha que se está disculpando para volver a atacar, pero de nuevo el puñetazo de Ryoga no se hace esperar, ante su desespero: "¡Nooo! ¿Qué le he hecho a esa frágil chica?", y sale a buscarla, mientras Ranma-m está incrustada de cabeza en un tejado.

La viejecita que riega las calles salpica a Ryoga. Mientras, Akane hace su carrera matinal pensando en lo extraño de la situación: "Ryoga se fue anoche de viaje; P-Chan tampoco está. Lo que significa... ¡no, no puede ser!", pero sus dudas desaparecen al ver a su cerdito, al cual abraza con alegría.

Mientras, Ranma-m, aún sobre el tejado, maldice a Ryoga, y se pregunta cómo es que pudo tocarlo con la patada. Y de repente se da cuenta de algo.

En el jardín de los Tendo, Akane lava a P-Chan: "Tranquilo, voy a quitarte este graffitti. No lo entiendo; tienes el mismo dibujo que Ryoga. Eso es porque... ¡P-Chan y Ryoga son la misma persona!"; al cerdito casi le da un pasmo y tiembla y lagrimea de terror; "Pero no puede ser, porque Ryoga ha salido de viaje."; el cerdito casi asiente, desesperado. "Ahora...", dice Akane, "... te aclararé con agua caliente.", y saca una tetera, haciendo que P-Chan dé un gruñido de terror.

Ranma-m va saltado de tejado en tejado: "Si mi idea funciona... borraré el dibujo. ¡Espera, Ryoga!".

Akane deja caer la tetera vacía, y mira con sorpresa y pavor hacia el suelo: "¿P-Chan? Tú...".

Escenas inolvidables: El sufrimiento del pobre P-Chan cuando Akane trata de lavarlo; ¡cómo tiembla el pobre bicho!

Capítulo 9. Y el dibujo desapareció.

Número 3.
"¡Sal, Ryoga! ¡Tengo un modo de borrarte el sello!", va gritando Ranma-m, pero al llegar a casa de los Tendo ve la escena: Akane temblando, como bajo un shock, y mirando la tetera vacía y la cinta de Ryoga. "¿Le tiraste agua caliente a P-...?", le pregunta nerviosa Ranma-m; Akane responde medio temblando: "Creí que podría quitarle el dibujo..."; Ranma-m se imagina la escena: Ryoga desnudo frente a Akane, corriendo y llorando por la humillación de haber sido descubierto. "Akane... supongo que te asustaste. Perdónale; seguro que Ryoga también se siente mal."; pero la respuesta de Akane es sorprendente: "¿Ryoga? ¿Por qué?", y le cuenta la escena: al ir a echarle agua caliente, el cerdito se amorró al pitorro de la tetera y se bebió toda el agua caliente. "Entonces Ryoga... ¿qué tiene que ver con esto?", le pregunta Akane a una sudorosa Ranma-m.

Tras unos matorrales, el cerdito, hinchado por el agua bebida, resopla con esfuerzo, hasta que un chorro de agua caliente lo devuelve a su forma humana; "Tu tenacidad es maravillosa.", le dice Ranma-h. Al enterarse, Ryoga se alboroza: "¿Que sabes cómo quitar el sello?".

Mientras, Kasumi se encuentra a Akane en el jardín: "Me gustaría que me echaras una mano. La verdad es que hoy...".

Ranma-h y Ryoga van al dojo y se ponen tras unas cortinas; Ranma-h le explica la idea: "Si te ataco de frente no tengo posibilidad, pero cuando recibiste el balón de la bellísima chica de voleibol, ¡pude tocarte!"; Ryoga se sorprende: "Eso significa... ¡que eras tú!", y le un codazo; "¡No es momento de eso!", le replica Ranma-h. "El caso es que al mover tu estómago el dibujo se arrugó. Luego si mueves el estómago puede que no tengas tanta fuerza.". Ryoga comienza a doblarse de manera extraña, deformando el dibujo, y Ranma-h lanza su ataque... quedando tendido en el suelo; "Muévelo otra vez.", insiste Ranma-h.

Mientras, Soun entra a la cocina preguntando a Kasumi si está todo listo; Akane está colaborando, poniendo nata a una tarta, pero sigue pensando en lo mismo: "Ranma... me pregunto que estás tramando. ¿Y Ryoga? ¿Por qué pronunció su nombre?".

Tras las cortinas de dojo, Ranma-h sigue picando a Ryoga: "¡Inútil! Parece la barriga de un bebedor de cerveza. ¡Un esfuerzo más!"; Ryoga se retuerce de manera imposible, deformando el dibujo hasta que resulta tan cómico que Ranma-h no aguanta la risa; "¿De qué te ríes?"; "De tu movimiento. ¡Vamos a conseguirlo!". Ryoga vuelve a retorcerse...

Y de repente se abren las cortinas y Ryoga queda ante un nutrido grupo de mujeres de todas las edades, desde bebés hasta abuelitas. Y al fondo Akane y Kasumi con bandejas de comida. Ryoga se queda paralizado de espanto, mientras las mujeres comienzan a murmurar. Ranma-h se acerca a Akane confuso: "¿Qué son estas señoras?", le susurra; "Hemos prestado el dojo para la reunión femenina del barrio.", le aclara Akane. Y de repente estalla el griterío femenino: "¡Eh, jovencito!", grita una vieja; "¡Un strip-tease!", grita otra mujer; "¡Un pervertido! ¡Parece tonto!", gritan dos adolescentes muertas de risa. Ryoga sólo puede pensar una cosa: "¡Ojalá esté muerto!".

Ranma-h aparece con un martillo y golpea la cabeza de Ryoga; "Gané...", murmura, y el dibujo se deshace poco a poco en su vientre; todas las mujeres aplauden entusiasmadas: "¡Qué buen truco!"; Ranma-h saluda, cogiendo a un Ryoga KO, y Akane cree comprenderlo todo: "¡Ryoga estaba ensayando para este show!".

Aquella tarde, Akane y Ranma-h están en el porche; Akane aún tiene preguntas: "¿Por qué P-Chan tenía el dibujo en la barriga?"; "Igual Ryoga quería practicar.", le contesta Ranma-h, que sigue pensando: "Ryoga aún debe estar afectado. Volverá dentro de un tiempo.". Pero una frase de Akane le saca de su convencimiento: "¡Bienvenido, P-Chan!"; Akane abraza a su cerdito, alegrándose de que el dibujo se haya ido, y Ranma-h piensa en lo alegre que está con la barriga limpia.

Escenas inolvidables: Ryoga muerto de vergüenza ante el enfervorizado público femenino.

Capítulo 10. El aprendiz de Santa Claus.

Número 3.
Akane se despide de sus amigas a la salida del instituto, y ve a dos pequeños niños en la calle; "Estoy cansada, hermano.", dice la niña, la más pequeña; "Un poco más, Hanako.", le pide el niño. Akane se acerca a preguntarles qué hacen, y el niño le entrega un papel: "Buscamos a este señor.", y Akane ve en el papel el evidente retrato de Happosai. Y justo tras ella aparece el viejo, con su saco a la espalda y perseguido por multitud de chicas; "¡Hola, Akane!", saluda, pero Ranma-h aprovecha su despiste para tumbarlo. Las chicas se abalanzan sobre él y lo vapulean. El niño se acerca al destrozado viejo y mira el retrato; "¿Os ha robado algo?", les pregunta Akane, pero la respuesta del niño es muy distinta: "¡Señor Santa! Sabía que ese era Santa."; Hanako también se alegra del hallazgo. Happosai se recupera y al verlos se acuerda de ellos; "Hemos venido para que cumpla su promesa.", le dice el niño. Akane y Ranma-h preguntan al maestro qué significa todo esto.

Happosai se explica: "Una Nochebuena salí a hacer mi ruta, y al volver me encontré unas medias solitarias temblando en un balcón.", y relata cómo al ir a cogerlas, una pesa le cayó encima y el niño lo capturó con un cazamariposas, proclamando ante su hermana que había venido el señor Santa; y Hanako muy contenta con sus braguitas de regalo. "¿Te hiciste pasar por Santa?", le susurra Ranma-h; "No iba a traicionar el sueño de unos niños."; pero la realidad la explican los hermanos: "Papá y mamá no habían venido y dábamos pena. Teníamos pollo, pastel y sake."; y Happosai reconoce que lo hizo para divertirse. Pero el niño recuerda la promesa: al irse Happosai, le dijo que quería ser Santa y que le aceptara como aprendiz, y Happosai le dijo que cuando se volvieran a encontrar.

Happosai reconoce entonces que le han buscado, y el niño le enseña la pista por la que partieron: las braguitas de regalo en las que detrás hay escrito: "Nerima. Dojo Tendo. Happosai."; Ranma-h da un golpe al viejo: "¡Encima escribe el nombre y el vecindario donde roba!". El niño le recuerda su promesa y acepta seguir cualquier entrenamiento, por duro que sea; Happosai decide aceptarlos y sale con ambos hermanos, anudándose su clásico pañuelo bajo la nariz.

Happosai comienza su particular adoctrinamiento: "Lo primero es conocer a la gente.". El trío asoma tras una esquina, y el viejo se lanza sobre un balcón repleto de ropa interior que arroja abajo a los niños; Ranma-h le da un golpe y le pregunta qué enseña a los niños; "Estoy eligiendo los regalos de Navidad. ¡Toma unos pocos!", y comienza a llenar a Ranma-h de ropa interior. Justo entonces sale la dueña de la casa y lanza a Ranma-h por los aires.

"Lo segundo, familiarizarse con las chimeneas."; pero la chimenea es de un baño público y Happosai y los niños están mirando la parte femenina. Ranma-h vuelve a caer sobre el viejo, el cual se enfada: "¡Me interrumpes en la primera y segunda lección!"; Ranma-h se dirige a los niños: "No hagáis caso de este viejo."; pero Happosai es más rápido y lo lanza dentro del baño femenino al grito de: "¡No voy a destruir el sueño de unos niños!". Los ecos de la paliza resuenan mientras el trío se va camino de la siguiente lección.

"La tercera lección, comer rápidamente."; están en un restaurante, y Happosai se atiborra rápido para salir corriendo sin pagar; "¡Escapa sin pagar!", grita la camarera. "Debéis entrenar las piernas.", comenta Happosai, pero se para al ver que los niños no le siguen. Se asoma por la puerta y ve hablar a los hermanos: "Hermano, creo que Santa es pobre."; el niño rompe su hucha con la esperanza de poder pagar, y el viejo se conmueve.

Ranma-h se arrastra tras la paliza, maldiciendo al viejo, hasta que ve al trío sobre unas tuberías de una obra. "¿Qué entrenamiento viene ahora?", le pregunta el niño, radiante de ilusión; Happosai se emociona por su inocencia, y al recordar la dureza de sus antiguos discípulos, se conmueve aún más. Ranma-h cae sobre él diciendo que no le haga esas cosas a los niños, pero el niño lo defiende, pidiéndole que no le haga daño. Happosai decide parar: "¡Ya basta!", y comienza a pensar en cosas buenas... pero tanto piensa que al final estalla ante la sorpresa de todos.

En casa de los Tendo, el viejo yace enfermo. "¿Le asustó hacer cosas buenas?", preguntan Soun y Genma; el niño lagrimea con decepción: "Hemos sido demasiado para el señor Santa. Ya no seremos sus discípulos. Nuestro regalo de despedida, su ropa interior favorita...", dice echando mano a su bolsa, y al oírlo el viejo resucita. "Son de papá.", dice el niño mostrando unos grandes calzoncillos, y el pobre viejo estalla del todo.

Ambos niños vuelven a casa acompañados por Akane y Ranma-h. "Es terrible lo de Santa. No quiero ser así.", comenta el niño. Akane sugiere algo a Ranma-h: "¿No crees que esto habrá hecho pensar al maestro?"; Ranma-h responde que tal vez. De repente, una estela de fuego cruza el cielo y se escucha a Happosai: "Es el gran esplendor de Happosai. Como habéis sido buenos, os doy otro regalo de Navidad.", y unos espléndidos fuegos artificiales estallan en el aire ante la maravilla de los niños.

Nuevos personajes: Hanako y su hermano.

Capítulo 11. La espada sagrada Manganmaru.

Número 4.
El cartero llega a casa de los Tendo: "Un paquete para la señorita Akane Tendo y la señorita de la trenza."; Akane y Ranma-h comienzan a abrirlo con curiosidad, y de repente aparece el rostro de Kuno, provocándoles un susto de muerte. El paquete envolvía un busto de Kuno con casete incorporado que comienza a hablar: "Me voy a ausentar de la escuela dos o tres días. Akane Tendo, chica de la trenza, estaréis solas; ésta es mi imagen; podéis besar mis labios...", y Ranma-h parte el busto de una patada.

En un templo budista, una enorme cola formada por varios hombres espera su turno, y en ella Kuno: "He venido hasta aquí porque he escogido la legendaria espada Manganmaru."; Kuno recuerda la historia de la espada, incrustada en los cimientos del templo desde la guerra civil, y su poder: quien la arrancara tendría tres deseos; "Muchos héroes militares trataron de arrancarla, pero fallaron.". Y el aspirante actual sigue fallando, ante la risa jocosa de los monjes del templo. El monje más anciano habla: "Para arrancar la Manganmaru se necesita fuerza y destreza. El afortunado hombre que la obtenga deberá dar gracias al destino."; los aspirantes siguen fallando uno tras otro en su intento... hasta que llega Kuno. Un monje joven habla al maestro: "¿No será este nuestro hombre?"; el monje mira el papiro que lleva en las manos y confirma la sorprendente afirmación: "¡No hay duda! Según los antiguos documentos conservados durante generaciones, ¡éste es nuestro hombre!", y Kuno se acerca a la Manganmaru y con sorprendente facilidad la saca de la roca. Los gritos de sorpresa se extienden por todo el templo.

Kuno va camino del Furinkan observando la Manganmaru; "Me da tres deseos, pero tengo un problema: tengo buena cara, buena figura... Para una persona próspera, de carácter, fuerte e inteligente tres deseos son demasiado.". En ese momento, Ranma-h se planta sobre su cabeza: "¡Vaya, ya has vuelto!". Y a Kuno se le ocurre su primer deseo: "Manganmaru, mi primer deseo: ¡castiga a Ranma Saotome!", dice desenvainando la espada; "Hare lo que ordenas.", responde ésta ante la sorpresa de todos, incluídas Akane y Nabiki; Kuno se lanza sobre Ranma-h, que sonríe diciendo que la espada no le da miedo; pero cuando Kuno va a dar su mandoble, la espada se convierte en un mazo de madera, y Ranma-h se queda tan sorprendido que Kuno le tumba con facilidad. "He ganado.", dice Kuno feliz; "¿De dónde ha sacado esa espada?", se preguntan Ranma-h y Akane. Mientras, el panda, que mira desde un muro, saca dos carteles: "Esa era...", "La legendaria Manganmaru".

"¿Que eres el elegido por la espada? ¿Tú?", pregunta Nabiki a Kuno sin poder creérselo; "¿Seguro que no hay ningún error?"; Kuno, ante su incredulidad, le lanza el pergamino que llevaba el monje: "Mira estos documentos."; Nabiki lo abre y solo ve un centenar de "Correcto" escritos; Nabiki pregunta que significa esto y Kuno evoca el momento: el hombre un millón que trató de sacar la Manganmaru; "Nunca olvidaré un día tan emocionante.", llora Kuno, mientras Nabiki revela en su mirada lo absurdo que le parece esa "elección" de la espada. "De todas maneras, te quedan sólo dos deseos.", le recuerda un compañero; Kuno se pone en plan tirano: "Teniendo a Manganmaru, conquistar el mundo no es un sueño."; "¡Que alguien le pare!", gritan todos alarmandos, pero Kuno expresa su deseo sacando la espada: "¡Tendré una cita con la chica de la trenza!", y todos suspiran de alivio.

Sobre la rama de un árbol del Furinkan, Ranma-h y Genma están hablando. "¿Es cierto que esa espada concede deseos?", pregunta Ranma-h, y su padre se lo confirma: "¡Tenemos que conseguir esa espada!"; "Cierto, si se lo pedimos... ¡no volveré a ser una mujer!", dice Ranma-h; "¡No volveré a ser un panda!", grita Genma.

A Kuno le cae entonces una flecha de ventosa con una nota en la cabeza; el contenido de la nota: "Querido Kuno, salgamos juntos. Chica de la trenza."; a Kuno le estalla un volcán en la cabeza y grita con emoción: "¡Oh, inmediatamente! ¡Que haga buen tiempo, Manganmaru!". Por la ventana asoma Ranma-h, al que todos ven menos Kuno, riendo interiormente al pensar que lo conseguirá.

Capítulo 12. La cita de la traición.

Número 4.
"¿Una cita con Kuno? ¿Lo dices en serio?", pregunta Akane a Ranma-m; Genma concreta el plan: "Si he oído bien, aún le quedan dos deseos. Ranma, trata de robarle la espada durante la cita."; "Será fácil; gracias a ella seré un hombre completo. ¡Me comportaré como una chica adorable!", dice mientras se pone un bonito vestido y exhibe su sonrisa más amable, ante la emoción de Genma y la vergüenza ajena de Akane. Ranma-m piensa: "En la cafetería, en el cine, en las atracciones... Tengo muchas oportunidades.". Pero Nabiki llega con el toque realista: "La cita perfecta de Kuno... ¿crees que será tan fácil?".

Akane comienza a pensar y se imagina la escena: Ranma-m y Kuno han perdido el último tren, Ranma-m borracha, Kuno pone un somnífero en su copa, Ranma-m cae rendida y Kuno, en forma de lobo, se abalanza sobre ella desgarrando sus ropas... "¡Ihhhh! ¡Está babeando!", grita Akane aterrorizada, mientras Ranma-m, enfadada, le dice que refrene su imaginación. Genma y Ranma-m siguen a la suya: "Me pondré minifalda."; "No olvides pintarte los labios."; mientras, Akane se pregunta si esto está bien.

Amanece; son las cuatro y cinco de la mañana; Ranma-m duerme, pero Kuno corre por el barrio, llega a casa de los Tendo, y se mete en su habitación con un ramo de rosas: "¡Vámonos!"; Ranma-m apenas reacciona; Soun y Akane corren alarmado hacia donde han oído los ruidos. Kuno bromea con Ranma-m: "Ja, ja, te has dormido."; Ranma-m coge el reloj: "¿Pero has visto qué hora es?". Justo entonces llega Akane, y a Kuno le entran las dudas: "Perdona, Akane Tendo. Prometí a la chica de la trenza que saldríamos hoy. ¡Ya sé! Manganmaru, mi tercer deseo...", y al escucharlo Genma y Ranma-m se quedan lívidos, y antes de que Kuno pronuncie una palabra Ranma-m ya se ha vestido y lo saca de allí.

En la playa, ambos contemplan el amanecer. Pero Ranma-m piensa en otra cosa: "Sólo le queda un deseo, y somos mi padre y yo. Seré yo quien me convierta en hombre."; Kuno comienza a correr por la orilla: "¡Vamos, corramos hasta la colina!"; Ranma-m sale tras él... pero Genma le persigue; "¿Qué pretendes, papá?"; "Lo mismo que tú.", contesta Genma, y Ranma-m lo tira la agua y sigue corriendo tras Kuno. A lo lejos, Akane les observa y recuerda las palabras de Nabiki: "Estoy preocupada. No sé si esto estará bien.". Ranma-m sigue corriendo sin alcanzar a Kuno, que ríe delante de ella; Ranma-m tropieza y cae en la arena; Kuno se acerca preocupado a ella: "¿Estás bien?", y Ranma-m se abalanza sobre él: "¡Te cogí!", y busca coger la Manganmaru. Pero un ruborizado Kuno se la aparta: "Vamos, hay una manera de probar nuestra amistad. Como estudiantes de instituto, empecemos intercambiando nuestros cuadernos.", dice riendo y ruborizado; "¡Oh, Kuno, que formal eres!", le dice Ranma-m que no se lo puede creer.

Kuno le ofrece entonces comer algo: "Me he pasado toda la noche preparándolo."; Ranma-m saca un somnífero y lo esparce sobre el pastel de arroz que va a coger Kuno, el cual... se lo hace comer a Ranma-m. Kuno se gira, de nuevo ruborizado, buscando el té, pero al volverse ve a Ranma-m dormida y decide que una siesta no está mal. Se tumba, mira al cielo, mira a Ranma-m, y se pone sobre ella sudando: "Por supuesto; hagamos de esto un momento memorable..."; pero Akane llega a tiempo de dejar KO con un mazo a Kuno, ya convertido en lobo. "¡Ranma! Recuerda para qué has venido!", le dice Akane despertándola con agua helada. Pero Genma ha aprovechado el momento para coger la Manganmaru y salir corriendo.

Ranma-m sale tras él, pero Kuno la coge: "Vamos, sigamos con nuestra cita."; pero Ranma-m se lo quita de encima: "¡Tú ya no me sirves!". Y justo entonces Genma saca la Manganmaru: "¡Manganmaru, concédeme un deseo! ¡Quiero dejar de ser un panda!", y Ranma-m se queda helada de desesperación. Pero la respuesta de la espada es sorprendente: "Eres la persona equivocada. No puedo servirte."; Akane y Ranma-m se dan cuenta: "La espada sólo hace caso a los deseos de Kuno."; Ranma-m le quita la espada a su padre y expresa su misión: "Le pediré a Kuno no volver a ser mujer.", y vuelve con Kuno mientras Genma llora y Akane está segura de que no va a ser tan fácil.

Escenas inolvidables: Todo lo que imagina Akane sobre la cita entre Ranma-m y Kuno.

Capítulo 13. Concédeme un deseo.

Número 4.
Kuno corre tras una risueña Ranma-m por un monte lleno de florecillas; Genma y Akane miran desde lo lejos; "¿Qué piensas hacer?", piensa Akane, y se imagina la escena en la que Ranma-m pide a Kuno que quiere dejar de ser mujer; "No creo que sea tan fácil.". Kuno trata de coger a Ranma-m, pero falla una vez tras otra; "¡Ya está! Le pediré a Manganmaru poder cogerte."; pero Ranma-m se lo impide de una patada: "¡No pidas esas cosas! ¿Luego podré pedirte una cosita? Es algo muy importante."; Kuno responde que no hay problema pero vuelve a la carga: "Tengo sed. Le pediré a Manganmaru una cafetería.", y Ranma-m le grita que pare ya.

En el mirador, Kuno pregunta a Ranma-m qué le preocupa; "Hablemos de ello.", le propone Kuno, y Ranma-m le hace prometer que le concederá lo que le pida; "Tengo un problema con mi cuerpo. Hasta ahora no estoy satisfecha con él."; Kuno se levanta y desenvaina la espada: "Entendido. Manganmaru, haz que el pecho de la chica de la trenza sea más gran..."; pero Ranma-m le para: "¡Te equivocas!". Ambos deciden ir a comer, seguidos siempre por Akane y Genma; "Si Ranma dice esas cosas tan fuertes, Kuno acabará dándose cuenta.", concluye Akane.

En el restaurante, Ranma-m ya está perdiendo la paciencia; Genma y Akane observan por la rendija de la puerta. "Será mejor que me conceda el deseo pronto.", piensa Ranma-m; "Usaremos los grandes medios."; y se acerca a Kuno y comienza a hacerle arrumacos; Genma y Akane no se lo pueden creer; "Kuno, si le pides a Manganmaru mi deseo... a cambio haré lo que quieras."; a Kuno le estalla el clásico volcán en la cabeza y comienza a sudar: "Quieres decir...". Akane abre la puerta enfurecida: "¡Ranma! ¿Es que no tienes vergüenza?"; Genma llora a su lado: "Tu padre está triste.". Kuno, como siempre, piensa de la forma equivocada: "He salido con la chica de la trenza y ella me ha seguido hasta aquí.", y se lanza sobre ella para abrazarla. Akane le da un puñetazo; Ranma-m se encara con ella: "¡No te metas en esto!"; "¿Tanto deseas convertirte en hombre?", le contesta Akane. Ranma-m coge a Kuno, que se despide llorando de Akane, y sale corriendo del restaurante, seguidos por Akane. Una vez fuera, Ranma-m ve una cascada y decide ocultarse en ella. Akane les pierde de vista.

Junto a la cascada se ve un cartel: "Fuentes termales". Y dentro de la cascada, Ranma-h sonríe satisfecho: "Estamos a salvo, Kuno."; pero Kuno que lo está viendo alucinado le ruge: "¡Rannnmmaaaa Saotoooommmmeee!"; Ranma-h se da cuenta de lo que ha pasado: "¡Mierda!". "¿Dónde está mi chica de la trenza?", grita Kuno asestando un mandoble a Ranma-h, que lo esquiva y huye; y a Kuno se le ocurre pedírselo a Manganmaru: "Busca a la chica de la tr...", pero Ranma-m aparece antes, aún chorreando agua fría. Ambos se abrazan y Kuno recuerda lo que antes le pidió Ranma-m: "Sobre lo de antes..."; "Dime qué quieres que haga.", le dice Ranma-m; "Cierra los ojos.", responde Kuno. Ambos se miran y Kuno llora de la emoción: "En la primera cita, el primer beso.".

Una mano toca el hombro de Ranma-m. "No lleves tu decisión hasta aquí. Tu padre no está seguro.", le dice Genma; "¡Estoy seguro!", replica Ranma-m; Akane también dice algo: "No pienso intervenir."; de nuevo Kuno queda confundido, pero Akane le grita que por ella está bien. Kuno y Ranma-m se enfrentan; "Si puedo pasar esta prueba...", piensa Ranma-m; "¡Quiero convertirme en hombre!", y aprieta los ojos. Akane vuelve la vista llorando y pensando: "¡Ranma, imbécil!". Pero Ranma-m lanza a Kuno por los aires de un puñetazo: "¡No puedo! ¡La cita ha acabado!", y sale corriendo mientras llora. Pero Kuno logra cogerla: "¡Espera! La cita ha sido muy divertida."; Ranma-m se para y Kuno saca la Manganmaru: "Tenía intención de regalarte uno de mis deseos desde el principio."; Ranma-m y Akane no se lo pueden creer; Ranma-m llora de alegría: "¡Este Kuno es un buen tipo!", piensa. "¡Manganmaru, concédeme un deseo!", grita Kuno. "Haré lo que ordenas.", contesta la espada, y surge una pequeña estatua de Kuno cogiendo a brazos a Ranma-m y la leyenda: "Tatewaki Kuno - Chica de la trenza. Primera cita".

En casa de los Tendo, Akane explica que la estatua es un regalo del aniversario de Kuno y Ranma-m; Kasumi dice que es muy bonita; "Los chicos querrán ver esto.", dice Nabiki; "Pienso lo mismo.", dice Genma. Y Ranma-h llora contra el suelo, golpeándolo: "¡No es verdaaaad!".

Capítulo 14. El rey del juego.

Número 5.
Ukyo barre la calle frente a "Ucchan's" y se dispone a abrir su negocio. De repente nota algo tras ella: "¡Me atacan!"; replica con sus espátulas, pero su mano se llena con un curioso contenido: "¿Cartas?", dice mirando las cartas de póker que tiene en la mano. Tras un poste, suena una risa: "Ju, ju... Aquí está el que no pierde."; la figura se acerca a ella: "Tengo una pareja, lo que significa... ¡mira, es una Royal Straigh Flash!", dice mostrando una escalera de color en sus manos. Ukyo, ya harta, le pega con su espátula gigante: "¿Y a mí que me cuentas? ¿Quién eres?"; al personaje se le cae el sombrero y Ukyo aparece sorprendida: "Tú... tú eres...".

"King, el rey del juego, ¿ha vuelto?", pregunta sorprendido Ranma-h; tras él, Akane no comprende muy bien lo que pasa. "Si jugabas contra él se convertía en tu enemigo.", recuerda Ranma-h; "Ha vuelto por lo de hace diez años.", le recuerda Ukyo, "A vengarse de Ranma y de mí.". De repente, un dado gigante aparece por los aires; "¡Par!", dice una voz, y el dado cae sobre Ranma-h. "Aquí está el que no pierde.", vuelve a decir la voz, y vemos aparecer a un hombrecillo con cara de rey de baraja de póker; hace un gesto amenazador: "King ha vuelto a vengarse por lo de hace diez años. Estoy cansado de caminar, quiero sentarme."; Ranma-h le lanza el dado y lo tumba: "También puedes hablar de pie.". Akane aún se pregunta qué fue lo que pasó.

Las respuestas llegan pronto. En el dojo Tendo, King recuerda...
Por entonces tenía un casino donde jugaban los niños. Un día, la pequeña Ukyo apareció retadora: "Basta ya. Te aprovechas de los niños. Juega conmigo."; "¿Qué apuestas?", le dice King; "¡Mi carro!". Y una vez tras otra, King gana a Ukyo.

Ukyo recuerda ahora cómo fue a pedirle ayuda a Ranma-h, y así fue como el pequeño Ranma se enfrentó a King, perdiendo hasta la ropa. "Ya no te queda nada.", se burla King, pero Ranma-h se saca un as de la manga: "Tengo esto. ¡Ésta es mi firma!", y le da un papel a King. De nuevo Ranma-h se queda con el joker malo y pierde.

Y por último recuerda Ranma-h: "Pensamos que no podía ser, así que lo atamos y lo tiramos al río."; Akane les mira con vergüenza ajena: "¡Si vais así por el mundo, no me extraña que os pasen estas cosas!"; King rubrica su frase: "¡Debería daros vergüenza!". "¿Vergüenzaaaaaa?", dice Ranma-h con ironía, y recuerda cómo al ver que se le habían caído las cartas a King tras tirarlo al río comprobaron que todas eran jokers malos; "¡Eso no se hace a la gente, y menos a niños!", grita Ranma-h dándole un coscorrón.

King sonríe: "Aún tengo vuestros documentos de cesión."; Soun y el panda aparecen; "Lo he oído todo; Ranma, si hiciste una promesa has de cumplirla.", dice el patriarca de los Tendo; Ukyo grita que eso es absurdo, pero al recordar que su cesión era el carro y que ya no lo tiene, King queda contrariado. "Aún tengo la cesión de Ranma.", dice hurgando en sus bolsillos; "¿Qué le prometiste?", pregunta Akane; "Ni idea. Una promesa de niños.", responde Ranma-h; Soun ríe: "Debió ser algo sin importancia."

Y King saca el papel: "Según esto, ¡debes entregarme el dojo Tendo!". Las caras de Soun, Akane y Ranma-h son auténticos poemas; Soun se convierte en máscara gigante y amenaza a Ranma-h; King recuerda la cesión: "¿Dojo Tendo? ¿Qué es esto?"; "Ahora es de un amigo de papá, pero en el futuro será mío.". Akane suda: "¿Le diste... a... ese...?"; Ranma-h suda más: "Su... pongo que... sí."; Ukyo ahora lo recuerda, y Soun se encara a Ranma-h: "¡Raaaannnmmaaaaa!". King se despide diciendo que a la mañana siguiente volverá para el traspaso. El gimnasio queda silencioso; Soun habla tranquilo: "Tiene la cesión, pero debe haber algún modo...", y lanza a Ranma-h a través del tejado con un encargo especial: "¡No vuelvas sin la cesión!".

En "Ucchan's", Ukyo cocina un okonomiyaki mientras Ranma-h reflexiona en la barra: "Si sigue así no podré volver al dojo. Maldito King."; "No te preocupes, puedes quedarte aquí esta noche.", le dice Ukyo dándole una palmadita en la espalda. Al otro lado de la puerta del local, Akane arde de celos al ver la escena: "¿Que... quedarseeee?".

Nuevos personajes: King, el rey del juego.

Capítulo 15. Mañana apostemos al juego.

Número 5.
Noche. Las tres hermanas Tendo están reunidas en el salón; "¿Ranma se apostó el dojo en una partida de cartas?", dice incrédula Nabiki; "Papá está muy enfadado.", recuerda Kasumi; y Akane sólo piensa en que Ranma-h y Ukyo pasarán juntos la noche: "¿Qué estarán haciendo? Son amigos de la infancia, pero hombre y mujer; y se miran de esa manera...". Nabiki viene a complicar el asunto: "¿Crees que Ucchan desaprovechará la ocasión?"; a Akane no le hace ninguna gracia la pregunta, y Kasumi, viendo lo que podría suceder, le propone algo a Akane: "Llévale esta ropa a Ranma. Al fin y al cabo, estará un tiempo en casa de Ukyo.".

Camino de "Ucchan's", Akane sigue pensando: "Ranma, imbécil. Siempre das problemas."; recuerda de nuevo la frase de Nabiki; "No soy tan egoísta; no voy a intervenir.". Al entrar a "Ucchan's", Akane empieza a escuchar a ambos; "¡Ran-chan, no hagas eso!", grita Ukyo; Akane llama a Ranma-h, pero no hay respuesta; "Ya está... he elegido comportarme como un hombre.", dice Ranma-h tras la puerta; "Mmmm... ¿por qué has tirado eso?", replica Ukyo. Akane se mosquea y sube la escalera, poniendo el oído en la puerta. "Ah... Espera un poco...", vuelve a decir Ranma-h; Akane ya está furiosa: "Ese Ranma... ¡está jugando a dos bandas con Ukyo y conmigo!". "¡Sabía que era aquí!", exclama Ranma-h satisfecho; "¡Kyaaa!", grita Ukyo. Akane ya no puede más.

"¡Ranma!", grita abriendo la puerta de par en par. Unos sorprendidos Ranma-h y Ukyo, que juegan a las cartas, la miran; "¿Qué haces, Akane?", le pregunta Ukyo, y Akane se queda muda de la vergüenza. La pareja le explica lo que hacen: se están entrenando a jugar a las cartas; "Os ayudaré.", dice Akane; "Bah, no sabes jugar a esto.", le responde Ranma-h, pero le deja unirse a la partida. Desde fuera se escuchan los gritos de la partida toda la noche: "¡Gané!", "¡Otra!", "¡Otra más!". Y al llegar la mañana, un desplumado Ranma-h en calzoncillos pregunta a ambas chicas por qué son tan buenas.

Esa misma mañana, el panda va anunciando por las calles de la ciudad el casino de King. Todos los niños del barrio acuden en masa al antiguo dojo Tendo, donde King vigila y juega contra los niños y Nabiki hace de croupier. Soun llega haciendo una propuesta: "Si te venzo, ¡me devolverás el dojo!", y apuesta el salón de los Tendo; y pierde, ante la vergüenza de sus hijas. Otra voz se alza a la entrada del gimnasio: "¡King, esta vez yo seré tu contrincante!", dice Ranma-h; "Verás el resultado de una noche de entrenamiento."; tras él, Akane se pregunta si está bien; "¡Perdóname, Ranma!", se disculpa Soun. Ranma-h se juega el recibidor de los Tendo... y pierde; "¡Imbécil!", grita Soun lanzando a Ranma-h a través del tejado.

Soun vuelve a confiar en sí mismo y comienza a jugar contra King; una tras otra, va perdiendo el recibidor, la cocina, las escaleras, la habitación de Akane... pero al llegar a la habitación de Nabiki, ésta pide jugar por sí misma y gana a King mientras sus hermanas sujetan a Soun, presa de un ataque de nervios. Nabiki propone una nueva partida; "Es imposible que me derrotes.", se jacta King, pero la chica le da la sorpresa y le gana; "¡Una partida más!", pide Nabiki. King se da cuenta: "Es verdad; siempre he ganado a niños; ahora son de instituto."; Kasumi no se lo puede creer: "No puede ser que sólo haya jugado con niños."; Soun llora: "¡Pero yo no soy un crío!"; "Sí...", dice Kasumi con cierta resignación; "Y Ranma tampoco...", piensa Akane. Nabiki, mientras, ya ha recuperado hasta el salón y se apresta a ganar el gimnasio; "Ahora es por orgullo.", piensa King; y Nabiki da el grito final: "¡Gané!"; "No es posible...", piensa King.

En "Ucchan's", Ranma-m da la bienvenida a los clientes; "¡Qué camarera más guapa!", comenta un cliente; Ranma-m ríe, y Ukyo le muestra la cesión que le ha hecho: "Como te gané en el entrenamiento, debes trabajar para mí."; "Malditas cartas.", llora Ranma-m. Esa noche, al volver de los baños públicos, Ukyo habla alegre a un preocupado Ranma-h: "Si eres paciente, el entrenamiento dará resultado."; pero Ranma-h apenas presta atención y Ukyo se da cuenta: "No estarás... ¿quieres volver con Akane?"; Ranma-h se ruboriza: "¡Qué cosas dices! No, no volveré hasta que venza a King."; Ukyo se abraza a él: "¡Bien! ¡Así haremos okonomiyakis juntos!", exclama mientras se ruboriza ligeramente; "Si tengo tiempo suficiente...", piensa, "... aprovecharé la mejor oportunidad de mi vida y seduciré a Ran-chan.".

Pero al llegar a "Ucchan's" se encuentra con una sorpresa que trunca sus planes: la familia Tendo al completo. "Lo siento. Cuando recuperemos la casa nos iremos.", le dice Kasumi; "¡Perdiste la partida final!", llora Soun; "¡Porque es un tramposo!", se queja Nabiki; "¡Qué tontos habéis sido!", le dice Ranma-h a Akane; "Lo hicimos tan mal como tú.", contesta ella. Fuera, King los escucha proclamar que van a empezar el entrenamiento; "Ju, ju... venid, ignorantes.", ríe sosteniendo en su mano cuatro jokers malos.

Escenas inolvidables: La reacción de Akane cuando escucha la conversación entre Ranma-h y Ukyo tras la puerta; esto sí que son celos.

Capítulo 16. ¡El entrenamiento especial! La lucha del póker.

Número 5.
En la clase 1-F del Furinkan pasan lista: "Ranma Saotome..., Akane Tendo,... Ukyo Kuonji..."; los compañeros se sorprenden al no verlos. Los tres siguen en "Ucchan's" entrenándose, y de nuevo Ranma-h se queda con el joker; "¡Mierdaaa...!", se queja; "Eres muy malo.", reconoce Ukyo; "Adelante, después de clase te enfrentarás a King.", le anima Akane, que sigue diciendo que no le parece bien seguir en casa de Ukyo; "Sólo lo hago por Ran-chan.", reconoce ella; "Sentimos haberte metido en esto.", se disculpa Akane, y Ranma-h vuelve a decir que recuperará el dojo; "¿Y cómo serás más fuerte?", le pregunta Akane.

Una voz les viene a sacar de dudas: "Os enseñaré cómo derrotar a King."; es Nabiki, que recuerda que fue la única que pudo ganarle. "Mientras jugaba, encontré un fallo en King; si pongo el joker haciendo que sobresalga un poco, ¡seguro que escoge esa carta!". Akane no se lo puede creer; Ranma-h se dispone a coger una carta a Akane mientras dice: "Nadie en el mundo puede caer en un truco tan tonto."; Akane pone el joker sobresaliendo y... Ranma-h lo coge; "Deberías tener cuidado con eso.", le comenta con ironía. "¡Pero King aún tiene otro punto débil letal!", sigue Nabiki: "Si durante la partida tiene el joker y pones la mano sobre él, su cara se alegra...", y Ukyo, jugando con Ranma-h, pone su dedo sobre una carta y Ranma-h irradia felicidad, "... pero si la pones sobre otra, pone una cara que parece que se haya acabado el mundo.", y Ukyo cambia de carta y Ranma-h pone cara de funeral. "Ranma también es un buen jugador.", dice con ironía Nabiki.

Toda la familia Tendo y el panda aparecen en el gimnasio: "¡Basta ya!", grita Soun; "Papá parece más fuerte.", comenta Kasumi; "Yo creo que le sale la fuerza por la boca.", responde Nabiki; "Recuperaremos la casa y el dojo.", asegura Soun. Kasumi pregunta a Akane dónde está Ranma-h, y recuerda lo último que le dijo: "Voy a tratar de eliminar mi punto débil. Gana tiempo."; todos se ponen a jugar con King, mientras Akane aún piensa: "Ranma... vuelve pronto. Temo que no puedas llegar a tiempo.".

Ranma-h mientras tiene el rostro lleno de pinzas; está con Ukyo en el gimnasio del instituto, y cuando ella pone la mano sobre una carta sonríe... y una pesa se estrella contra su rostro; "Cuanto antes aprendas a disimular antes iremos. Creo que ya estás preparado."; pero Ranma-h insiste: "¡Tiene que ser perfecto!".

Mientras, en el casino, Nabiki, Kasumi y Akane recuperan parte de la casa; "¡Estas son mis hijas!", dice Soun orgulloso; pero al jugar él, pierde. Nabiki insiste y entre las tres hermanas siguen recuperando toda la casa; al final, Nabiki consigue todo el fajo de cesiones, y cuando ella y Kasumi se aprestan a ir a la casa escuchan a su padre: "¡Recuperaré el dojo! ¡Apuesto el salón!". Nabiki y Kasumi se convierten en gigantes: "¡No volverás a jugarte la casa!", amenaza Nabiki; "Eso está muy mal.", dice serenamente Kasumi. Y es Akane quien se decide: "¡Yo jugaré! Ranma no va a llegar a tiempo."; se reparten las cartas...

"¡Espera!", dice una voz, y en la entrada se ve la figura de Ranma-h: "Esta partida, ¡es mía!"; "Vaya, ha venido.", dice Akane con cara de circunstancias; "¿Te ha ido bien el entrenamiento?", le pregunta; "No ha servido de nada.", reconoce Ukyo; "Se le veía todo en la cara.". Y Ranma-h levanta su rostro vendado: "Al esconder mi cara, no podrá ver mi reacción.". Todos aplauden la tenacidad de Ranma-h, y King le dice que le deja jugar una vez más; "¡Claro! Aun con la cara tapada, Ranma es peor que Akane.", dice Nabiki. "¿Qué apuestas?", le pregunta King, pero Ukyo se adelanta y le pone un papel: "¡La tienda de okonomiyakis "Ucchan's"!"; Akane no se lo puede creer y se acerca a Ukyo. "¿Y si pierde?"; "No perderá, pero si lo hace me ha hecho una promesa."; "¿Una promesa? ¿Qué quiere decir?", se pregunta Akane.

King y Ranma-h se enfrentan cara a cara; "Será fácil, Ranma Saotome."; "Seré indulgente en la lucha del póker.", dice Ranma-h, y todos los niños notan algo en su rostro: "¡Se ha reído!"; "¿Qué lucha del póker?", grita Akane.

Capítulo 17. Cambio de juego.

Número 6.
Sigue el enfrentamiento entre King y Ranma-h, uno por "Ucchan's" y el otro por el dojo Tendo. Pero Akane está más preocupada por otra cosa: "¿Si pierde se convertirá en el cocinero de "Ucchan's"?", dice sorprendida al conocer la promesa de Ranma-h a Ukyo; "Eso es.", contesta ella, y empieza a imaginar su vida juntos, en el carro de okonomiyaki; y a Ranma-h haciendo un okonomiyaki, donde con salsa escribe "Te quiero, Ukyo", y ella descubriéndolo y ambos abrazándose con cariño... "Seguro que nacerá el amor.", dice temblando de emoción; "Oye, tú...", dice Akane con mirada agria, no muy de acuerdo con la historia. Pero los gritos de admiración hacen que ambas entren al gimnasio a ver la partida.

King va a coger; Ranma-h hace sobresalir el joker y King lo coge; Ranma-h sonríe, y va a coger; de nuevo King hace sobresalir el joker y Ranma-h lo coge; todos se dan cuenta de lo que pasa: "Lo único que hacen es cogerse el joker mutuamente. ¡Los dos son igual de tontos!". De repente, Ranma-h se da cuenta: "Esta carta que sobresale... ¡es el joker!", y coge otra carta con un grito de satisfacción: "¡Abandona! No voy a volver a coger el joker...", pero al mirar sus cartas se lo encuentra. Akane se da cuenta: "¡Le ha puesta el joker mientras Ranma-h cogía la carta! ¡Es un tramposo!"; Ranma-h la calma y decide seguir, haciendo sobresalir el joker.

King sonríe: "No va a ser tan fácil."; pulsa un botón con el pie y tras Ranma-h sale un espejo que deja ver sus cartas; Akane lo rompe sin más dilación; King le da a un botón de su butaca y ésta se mueve hasta ponerse detrás de Ranma-h, cogiéndole entonces la carta. Akane da un rodillazo a King y éste comienza su ataque de jokers asesino, lanzádole todos los jokers a Ranma-h; éste aprovecha la ocasión para cogerlos todos y comérselos. "¡La partida ha acabado!", proclama Ukyo.

Sin embargo, Ranma-h mira con tristeza a King; todos se pregunta qué es lo que pasa; Ranma-h empieza a hablar: "Quiero pedirte perdón por esta partida. Para ganarte he seguido un doloroso entrenamiento; por eso... por eso..."; Ukyo acaba su frase: "Por eso has jugado tan bien."; King se emociona y comienza a llorar: "¡Lo siento, Ranma Saotome!". King coge dos cartas: un joker y el as de picas; las mezcla y las deja boca abajo en el suelo: "Quien coja el joker pierde.", propone King; Ranma-h acepta mientras se quita los vendajes. "¡Vamos!", grita; Akane se da cuenta de que King sonríe: "¡Ha puesto dos jokers!", piensa, y grita: "¡Ranma, no cojas ninguna! ¡Es una trampa!". Pero Ranma-h ya se ha lanzado a por una. Akane empieza a lagrimear al pensar en Ukyo y Ranma-h haciendo vida juntos... pero Ranma-h gira la carta y muestra el as de picas: "He ganado."; King se queda boquiabierto mientras el resto están más que sorprendidos.

Esa noche, King camina apesadumbrado por las calles del barrio. "Estoy seguro de que puse dos jokers... eso quiere decir...".

En el salón de los Tendo, Ukyo felicita a Ranma-h: "Que suerte que ganaras, Ran-chan."; "Es que soy muy bueno.", comenta Ranma-h, y al quitarse nuevos vendajes empiezan a caer cartas escondidas: "Tramposo...", le dice Akane. "Parece que el entrenamiento ha servido de algo.", comentan Kasumi y Nabiki.

Pero la cesión de ser camarera sigue vigente, como Ukyo le recuerda a Ranma-m mientras ésta sirve en "Ucchan's" y Akane mira con cara de circunstancias.

Escenas inolvidables: La "futura" historia de amor entre Ranma-h cocinero y Ukyo dueña del negocio.

Capítulo 18. Objetivo: la trenza.

Número 6.
Región de Chinhai, China. Del restaurante "El desastre", sale una voz desesperada: "¡No os lo diré!"; cuatro sombras amenazadoras acosan a un hombre; "Dinos dónde está la fórmula del Bigote de Dragón.", pide una de las sombras; "Eso puede provocar una abominable confusión. No os lo daré. Mi vida es ya miserable."; una de las figuras saca su espada: "¡Entonces, muere!". Y el encargado empieza a cantar: "Ahora recuerdo que bla bla bla ese chico bla bla bla era extranjero bla bla bla..."; "¡Habla más despacio!", grita una de las sombras, y el encargado decide darles un retrato robot: "Es más o menos así.", y el dibujo nos muestra una familiar figura con trenza. Las sombras corren montaña abajo: "El objetivo está en Japón. Le encontraremos y le obligaremos a darnos el Bigote de Dragón.".

En el dojo Tendo, el jefe de la asociación de vecinos pide a Soun que proteja el barrio de la ola de cortadores de pelo. "¿Cortan trenzas?", pregunta curiosa Akane; "Todas las víctimas llevaban trenza.", confirma Soun. Ranma-h sonríe señalándose su trenza: "Tenemos un buen cebo.". Justo entonces cuatro sombras saltan a por él: "¡Danos esa trenza!"; Ranma-h se enfrenta a ellos y los tumba con facilidad; cuatro figuritas tapadas con sombrero quedan tendidas en el suelo; "Veamos sus caras.", dice Ranma-h quitándoles los gorros. Y deja al descubierto a cuatro pequeños tipos con cabeza de pastel: de carne (C), de judías (J), dulce (D) y de pizza (P). "¡Pasteles de carne!", exclaman todos sorprendidos; C se encara a ellos: "¿Dónde están?"; Akane discute que son pasteles de judías, y Ranma-h insiste en que son de carne; "¡Somos humanos!", gritan ellos. Soun va al meollo de la cuestión: "El caso es que vais cortando trenzas. ¿Por qué?", dice cogiendo a C; "Prefiero la muerte.", contesta; "Pues muere.", dice Soun, y el enano contesta rápido: "Buscamos el Bigote de Dragón.".

Ranma-h se queda lívido al escucharlo; J mira a Ranma-h y saca el retrato; "¡Eres tú!", confirma; "¡Ni me parezco!", grita Ranma-h con la misma cara que en el retrato; los hombres pastel se disponen a atacar, pero Ranma-h los lanza por los aires; "¿De qué van?", dice furioso mientras se toca la trenza. Sobre un tejado, los hombres pastel discuten un plan para vencerle.

Akane observa a Ranma-h en el balcón desde la puerta; "Cuando oyó lo del Bigote de Dragón, se quedó helado.", piensa. Ranma-h se toca preocupado la trenza; "Mierda. A partir de ahora debo salvarla.", piensa; Akane se pregunta la relación del asunto con su trenza. De repente, ambos se dan cuenta de que los cuatro hombrecillos están pintando la baranda del balcón; "¡Somos pintores!", dice uno lanzándose sobre Ranma-h; consigue esquivarlo, así como los botes de pintura que le lanzan después. "Hemos sido muy lentos.", reconocen los hombres pastel; pero un cubo de pintura cae sobre la cabeza de Ranma-h; "Tendrás que lavarte el pelo.", le dicen con ironía; "¡No voy a lavarme!", replica Ranma-h lanzándolos al infinito.

Ranma-h se lava la cabeza bajo la mirada de las tres hermanas Tendo. "Será mejor que te deshagas la trenza.", le dice Akane; "De ninguna manera.", replica decidido Ranma-h; "No se irá la pintura.", insiste Kasumi; "Ya está bien.", replica Ranma-h; Genma llega y le coge la trenza: "No seas obstinado."; Ranma-h le responde con una patada: "¡No me toques el pelo!". Kasumi y Nabiki deciden tomar parte y acorralan a Ranma-h; "¿Qué es eso?", dice señalando detrás para despistar; las hermanas no caen y le persiguen, mientras Akane se sigue preguntando por qué no se deja. Ranma-h corre por el pasillo perseguido por el resto de la familia, y se tropieza con Happosai, el cual lo manda con su pipa a través del tejado.

Ranma-h cae KO y todos se aprestan a deshacerle la trenza, pero antes de que puedan tocársela los hombres pastel caen sobre él y examinan su trenza. "No hay duda. El cordón que ata esta trenza es el Bigote de Dragón.", constatan con alegría. Ranma-h despierta a tiempo: "¡El Bigote de Dragón es mío!", grita lanzándoles a través del tejado. "Explícate, Ranma.", le dice Genma; "¿Qué es eso del Bigote de Dragón?", insiste Akane; Ranma-h pone cara de preocupación: "Es mi sello. Si me lo quitaran, ¡pasarían cosas terribles!". Todos se quedan helados; "Si el Bigote de Dragón es el sello de su trenza, ¿cuál es su secreto?", se pregunta Akane.

Sobre un tejado, los achichonados hombres pastel insisten en su empeño: "Conseguiremos el Bigote de Dragón. ¡Lucharemos!".

Nuevos personajes: El encargado de "El desastre", los hombres pastel (C, J, D y P).

Capítulo 19. Sin el sello.

Número 6.
"¿Qué es lo que podría pasar?", insiste Akane a Ranma-h camino del Furinkan. Unos ojos escrutan desde lejos la trenza de Ranma-h; "El Bigote de Dragón está en su sitio.", murmura C, mientras el resto suda: "No pensé que fuera tan difícil."; "No podemos usar sólo la fuerza.", y se les ocurre una idea: "Ponemos un somnífero en un pastel de carne, lo ponemos en el lazo, y cuando caiga...", y así lo hacen. Pero el que cae es Happosai, y los cuatro lo patean cuando cae dormido; pero el viejo se recupera rápido y los hombres carne se humillan ante él tras la paliza. "Vaya, sois los de anoche.", reconoce Happosai; "¿Nos podría echar una mano con el Bigote de Dragón?", le pide uno de ellos, y Happosai le pide que le cuenten en qué consiste, y al escucharlos el rostro se le sorprende enormemente: "Así que ese es el secreto del Bigote de Dragón...".

En la clase de gimnasia, Akane no puede dejar de pensar en Ranma-h; "Bueno, es algo que no me incumbe.", concluye. Ranma-h juega al beisbol, recogiendo las bolas... pero una bola resulta ser una happollamarada que estalla ante él. Happosai se pone frente a Ranma-h: "Pórtate bien y dame el Bigote de Dragón.", ruge amenazador; "Si vienes a cogerlo...", alcanza a decir Ranma-h, pero Happosai con un gesto le lanza un rayo de su espíritu de lucha, que impacta sobre Ranma-h y lo tumba. El viejo se acerca: "¡Dame el Bigote de Dragón!"; pero Ranma-h se resiste: "¡No te lo daré tan fácilmente!", y comienza a lanzar sostenes desde dentro de su ropa; "¡El ataque de los sostenes!", dicen admirados sus compañeros mientras Akane no se lo puede creer. Pero sorprendentemente el viejo pasa de la lencería y le da un puñetazo; "Ese Bigote de Dragón me hará fascinante."; comienza a acumular los sostenes, y al volver a levantar la vista ve que Ranma-h ya no está.

Ranma-h está apoyado junto a la fuente de agua; "He escapado por los pelos.", murmura. Pero ahora llegan los hombres pastel y le lanzan pasteles de carne; estos estallan ante él y de ellos sale un gas que Ranma-h nota que le paraliza. Los hombres pastel están cubiertos por caretas antigás; "¡Resígnate!", gritan mientras inician su ataque con objetos cortantes. Akane va buscando a Ranma-h, hasta que lo ve por los aires forcejeando con los hombres pastel; Ranma-h consigue saltar a un ábol; "Mi cuerpo... ¡no se mueve!", piensa; se abraza al tronco del árbol y los hombres pastel caen sobre él. "¡El Bigote de Dragón!", dicen echando mano a la trenza. Pero a Ranma-h le queda aún rabia suficiente: "¡No me hagáis perder el tiempo!", grita lanzándolos por los aires... pero a lo lejos ve que uno de ellos lleva un cordel en la mano. Ranma-h se gira y con mirada aterrorizada ve como su trenza comienza a deshacerse.

"Ja, ja... Tenemos el Bigote de...", grita C, pero Akane lo captura y le quita el cordón; "¡Ranma!", llama mostrándoselo; Ranma-h sigue sobre el árbol con mirada de terror y cogiéndose el pelo con las manos; "¡Akane! ¡No me mires!", grita mientras salta hacia el barracón de equipamiento deportivo del Furinkan. Akane sale persiguiéndolo: "Este Bigote de Dragón no es sólo un cordón.", piensa.

Akane entra en el barracón; "Ranma... ¿estás aquí?"; bajo una colchoneta ve el cuerpo de Ranma-h temblando de miedo. "¿Qué haces aquí escondido? ¡Sal!", le dice Akane tirando de él. Y cuando queda al descubierto, Akane lo mira con sorpresa: "¡Ranma! Tú...".

Capítulo 20. El secreto del Bigote del Dragón.

Número 7.
Akane sigue mirando incrédula: "Ranma, ¿qué te ha pasado?"; Ranma-h aún siente rabia y decepción: "Mierda, no he podido evitarlo.", y recuerda la historia que le llevó a esto...
China, durante el viaje de entrenamiento. Ranma-m camina con aire agotado; "Tengo hambre...", murmura; de repente, surgen un hombre con un bol de arroz y el encargado de "El desastre" tras él. "¡Devuélveme ese arroz!", le grita; pero Ranma-m derriba al hombre y se come el arroz en un pis pas. "Te lo has comido.", dice el encargado mientras Ranma-m pide otro; el encargado le abre el kimono y mira sus pechos, a lo que Ranma-m replica con una patada; "Eres una mujer, qué bien.", dice el encargado. Ya en el restaurante, el encargado le explica: "Ese arroz es nuestra especialidad; se hace caldo con Bigote de Dragón; ese caldo no afecta a las mujeres, pero si lo come un hombre puede hacer un sueño realidad."; Ranma-m, curiosa, se acerca hacia una tetera; "Lo escondo para que no ocasione disturbios. Es bueno que seas una mujer...", y Ranma-m se echa el agua caliente. Desde fuera del restaurante se oyen los gritos: "¡Ahhhh! ¡Eres un hombre!"; "¿Esto es el deseo de un hombre?"; y el encargado, lleno de chichones, le muestra el cordón de Bigote de Dragón: "Debes sellarlo con esto.".
"Desde entonces siempre he llevado el Bigote de Dragón.", comenta Ranma-h a Akane; "Claro, por eso le persiguen...", deduce Akane.

En el "Café Gato", Genma habla con Colonia; "¿Quieres conocer el secreto del Bigote de Dragón?", pregunta Colonia; "Un viejo demonio chino de 300 años debería saberlo.", dice Genma. Colonia se enfada: "Es el origen de un disturbio; no te lo diré. Y menos a alguien como tú.". Genma sale y camina por las calles pensando cuál puede ser el secreto; de repente, pasa Happosai diciendo que conseguirá el Bigote; luego pasan los hombres pastel con idéntico objetivo; y Genma se da cuenta: "Todos los que persiguen el Bigote de Dragón... ¡son calvos! El Bigote de Dragón... ¡es un crecepelo!".

Algo que confirman las inmensas melenas de Ranma-h, que ya cubren parte del barracón y que siguen creciendo ante la sorpresa de Akane. "Si ato la trenza con el Bigote de Dragón, el crecimiento parará.", dice Akane tijeras en mano, que en un instante corta el pelo y hace la trenza... la cual queda a modo de pirri sobre la cabeza de Ranma-h. La puerta del barracón se abre de repente: "¡Ranma!", grita Genma, "¡Has estado engañando a tu padre!"; de su cuerpo sale una tremenda aura de fuerza; "No pensé que mi padre también me atacara.", dice Ranma-h. Tras Genma aparecen los hombres pastel y Happosai, pero Genma los lanza por los aires; Happosai vuelve diciendo que lo castigará, pero Genma le vuelve a golpear: "¡No te perdonaré si tocas a Ranma!".

Tanto Akane como Ranma-h están intrigados por la reacción de Genma, el cual se dirige a su hijo con rostro triste: "No creí que no confiaras en mí. Si mi hijo tiene problemas, me haré cargo del Bigote de Dragón. Este padre...", y Ranma-h lo para de una patada antes de que su mano alcance la trenza: "¿Y esa mano?". Genma se cansa de actuar: "¡Voy a derrotarte totalmente!", y se lanza contra su hijo, el cual responde sin compasión. Genma cae en el suelo gimiendo; Ranma-h sonríe autosuficiente, pero ve algo en su padre que le hace dudar: "¿Lágrimas?"; Genma murmura: "No lloro por haber perdido, sino por el crecepelo. ¡Son lágrimas que surgen de tu corazón!", dice abrazando a su hijo... y le quita el cordón: "Es mentira.".

Genma sale corriendo y Ranma-h, de nuevo melenudo, sale tras él, pero las chicas del equipo de gimnasia pisan su pelo y le hacen tropezar y caer. Colonia llega con un cubo de agua fría y transforma a Ranma-h. "¡No lo hagas sin avisar!", se queja Ranma-m, a la cual ya no le crece el pelo; empieza a cortarse las melenas mientras Colonia va comentando cosas: "Ese Bigote de Dragón es algo horrible. Será mejor que lo recuperes, pues si te conviertes en hombre sin tener el Bigote de Dragón, en menos de una semana... ¡perderás el pelo!".

Capítulo 21. Mi confusión.

Número 7.
Genma contempla con satisfacción su tesoro. "Al fin tengo el Bigote de Dragón que hará revivir mi joven cabello negro."; pero le asalta la duda: "¿Cómo se usa? Frotando..., golpeando..., pegándolo..."; una tras otra hace las pruebas sin efecto visible. "¡Maldita sea! ¡No sé cómo usarlo!", grita desesperado. Y Ranma-m le da un rodillazo: "¿Para qué lo querías entonces?"; a Genma se le ocurre una solución: "Si me dices como se usa, te doy diez yenes.".

Akane entra entonces: "¡Señor Saotome! ¿Quiere que Ranma sea mujer para siempre?"; Genma no comprende, pero Colonia entra para aclarar las cosas: "Es un crecepelo para calvos, pero para alguien que ya tiene pelo es peligroso. Si no sellamos la trenza del yerno, ¡se quedará calvo!". Genma se sorprende, y echa agua caliente a Ranma-m; y Ranma-h aparece echando unas tremendas melenas que Genma acaricia con envidia; "¿Has escuchado algo?", grita Ranma-h mientras le golpea y Akane insiste en que le devuelva el cordón. De repente, unas bombas de humo caen en la sala; Happosai sale con el Bigote de Dragón cantando alegremente, pero Ranma-h se transforma y muestra sus pechos; Happosai acude a ella, Genma le quita el Bigote, Ranma-m se lo quita a Genma, y Happosai se lo quita a Ranma-m y sale corriendo. "Como siempre, el Bigote de Dragón provoca el enfrentamiento entre maestro y alumno.", concluye Colonia, aunque Akane sigue sin entenderlo bien.

Los hombres pastel comentan el cambio de planes al saber que el Bigote ha cambiado de dueño; Happosai cae sobre ellos y les exige que le digan la forma de usarlo; "No me importa abandonar este mundo.", dice uno; Happosai se enfurece: "¿Quieres morir?", y el mismo replica que se lo diga alguien. Happosai se dispone a hervir el cordón mientras los hombres pastel observan desesperados atados a un árbol; Happosai lo arroja al agua hirviendo... pero Ranma-m se lo quita a tiempo y se anuda la trenza. "¡Maldito Ranma!", grita Happosai tirándole el agua caliente, pero Ranma-h ya ha sellado su pelo: "¡Estoy listo!". En ese momento llega Genma por detrás, y Ranma-h se revuelve para quitárselo de encima; y Happosai aprovecha para cortarle la trenza, volviendo a esparcirse las melenas de Ranma-h mientras Genma pide al maestro compartir el Bigote.

Ranma-h se ha hartado; coge su pelo y ata con él bloques de piedra, neumáticos y barriles, y comienza a girar la cabeza atacando con esos objetos volantes a sus rivales. La gente está alucinada, pensando que es un demonio, mientras Akane y Colonia llegan preocupadas; Ranma-h consigue capturar a Genma, lanza un sostén a Happosai y lo coge, comenzando a apretarle el cuello con su pelo: "¡Admira mi ataque del cabello negro!".

Pero su pelo se quiebra ante los atónitos ojos de Colonia y Akane; Ranma-h ve que el crecimiento ha parado; Happosai lo mira con sorpresa: "¡Te vas a quedar sin pelo!"; Ranma-h cae en la desesperación. Akane se acerca a él... y no puede decirle nada; se vuelve... y sigue sin decir nada; "No debe ser imposible poder decirme algo.", comenta malhumorado Ranma-h. Genma se acerca a su hijo: "Perdona; por eso eres hijo mío... Teníamos que hablar de esto tarde o temprano.", le dice palpándose el cráneo; Ranma-h se enfada: "¡Encima presumes de ello! ¡Maldito seas!", y se lanza en su persecución.

Pero de repente piensa algo: "Si como arroz con Bigote de Dragón... ¡volverá a crecer!", y se dirige a Happosai; el viejo ríe al esquivar su ataque: "Happosai no lo soltará fácilmente...", pero al palparse la ropa, descubre algo: "¡Lo he perdido!". Y Ranma-h cae desmayado del susto. Colonia se acerca a él y le palpa el cabello: "No se le cae y le ha dejado de crecer. El efecto de la medicina ha pasado.", concluye; "¿De veras?", dice Akane alegre. Pero Ranma-h sigue KO, sin haberse enterado de nada, mientras su padre y Happosai buscan el cordón entre los restos de pelo.

En el "Café Gato", Shampoo sirve a los hombres pastel arroz de Bigote de Dragón. Los cuatro hombres lloran emocionados al ver cumplido su sueño. Colonia llega y ve la escena con preocupación; "Shampoo, ese arroz..."; "Le pregunté al encargado de "El desastre" cómo prepararlo; ayer caducó su garantía de 400 años, pero... no creo que se den cuenta."; Colonia sonríe al ver a los hombres pastel soñando con sus futuras melenas: "Mejor no decírselo.".

Pero en casa de los Tendo, la lucha continúa; Ranma-h golpea a Genma: "¡Maldito seas! ¡Mi pelo!"; "¡No sé por qué te preocupas!", le replica Genma, lleno de chichones. "Si no te has quedado sin pelo.", insiste Akane.

Capítulo 22. Vamos a los baños termales.

Número 7.
En la rifa de la feria, el encargado agita la campanilla: "¡Ha ganado!", le dice a una Akane que grita alegre. Junto con Kasumi, van hacia casa mientras observa el premio: "Una invitación para una competición atlética en unos baños termales sólo para parejas. El premio para los ganadores es un viaje a la fuente termal del mundo que prefieras."; Kasumi hace una observación: "Si ganas podrías ir a Jusenkyo.".

Una vez en casa, Kasumi se lo cuenta a su padre, mientras Akane habla con Ranma-h en el jardín; "Fuentes termales... ¿atléticas?", pregunta Ranma-h sorprendido; "Es gratis, y el premio es...". Pero Soun aparece llorando, seguido del panda: "¡Os doy permiso! ¡Id a las fuentes termales!", y se imagina la escena...

Akane y Ranma-h, sentados uno junto a otro con un cestito de pasteles y té entre ellos; ambas manos van a por un pastel y chocan; sus caras ruborizadas se enfrentan. Y, mientras susurran sus respectivos nombres, una flor cae...
"¡Ranma, te lo suplico!", llora Soun. Akane grita indignada: "¿Es una broma, no? ¿No creerás que vamos a las fuentes termales para...", y Ranma-h acaba de arreglarlo: "¿ Cómo se te ocurre que vaya con este cardo a unas fuentes termales?". Akane mira a Ranma-h y le estampa la caseta de pájaros en la cabeza; se aleja diciendo que ya encontrará a alguien, mientras Soun llora preguntándose por qué y Kasumi hace un acertado comentario: "Hubiera salido bien si no te hubieras metido.".

En el restaurante de Shampoo, Mousse le está haciendo la misma proposición: "La pareja ganadora puede viajar a cualquier fuente termal del mundo; podremos librarnos de nuestra maldición si vamos a Jusenkyo...", pero Shampoo le echa un cubo de agua mientras coge la invitación y se va con su bicicleta mientras Mousse-pato la llama desesperado.

Y aparece otro afortunado; Ryoga mira con indiferencia la papeleta: "Fuentes termales atléticas...", y la tira. "No soy un anciano. ¿Para qué ir a unas fuentes termales a las que sólo pueden ir parejas?". Pero se le cruza un pensamiento por la mente...

Akane y Ryoga, sentados uno junto a otro con un cestito de pasteles y té entre ellos; ambas manos van a por un pastel y chocan; sus caras ruborizadas se enfrentan. Y, mientras susurran sus respectivos nombres, una flor cae...
Y Ryoga agarra con pasión la papeleta...

Akane está pensativa en su habitación. "Ranma, imbécil. No escuchas lo que te dicen. Sólo pensaba ir por Ranma..."; y va a romper la papeleta... pero se para en el último momento. Vuelve a ir al gimnasio, donde encuentra a Ranma-h haciendo pesas; "Ranma, te doy esto.", le dice mostrándole la invitación. "Antes no he podido decírtelo; el premio es...". Pero Shampoo aparece con su bici atravesando la pared del gimnasio y cayendo sobre Ranma-h; y se adelanta a Akane diciéndole el premio que les espera: "¡Un viaje a Jusenkyo!", exclama Ranma-h con felicidad mientras Akane se queda lívida. "Sé la pareja de Shampoo.", propone la chica china; "Sí.", dice Ranma-h. Akane tiembla de celos y les pega un remojón; "¡¡ Qué haces, tonta!!", grita Ranma-m tratando de quitarse a Shampoo-gato, mientras Akane se va despechada.

Akane empieza a partir unos ladrillos en el jardín para aliviarse; "No le preocupan los sentimientos de la gente.", piensa; tras la esquina de la casa, Ryoga tiembla pensando en cómo pedírselo a Akane; "Un poco más...", se dice a sí mismo, y se imagina una escena en la que sale bien. "Ahora. ¡Adelante, Ryoga Hibiki! ¡Díselo!". Y sale de la esquina como un robot, diciendo: "He ganado este ticket para unas fuentes termales...".

Pero Akane ha desaparecido jardín abajo; Ryoga corre tras ella, pero una bici conducida por Mousse le cae encima: "¡Shampoo!". El muchacho abraza a Akane llorando: "¿Por qué no quieres ser mi pareja?"; Akane le propina una patada y Mousse se pone las gafas para ver su equivocación. Mousse se lo dice, y Akane le cuenta la noticia; "Haría cualquier cosa por ella.", llora Mousse mientras Akane le mira apenada; luego mira su billete y le hace una proposición: "¿Vamos juntos?"; al ver el ticket, Mousse se ilusiona y coge a Akane de las manos: "Akane Tendo, aunque no seas la pareja que quiero, iré contigo."; "¡Esto no nos relaciona!", exclama contrariada Akane.

Ryoga ha visto toda la escena y se siente hecho polvo. Ranma-h llega y lo ve, pero ante su saludo, Ryoga sólo le da la espalda; "¿Qué pasa, has tenido un desengaño?", le pregunta Ranma-h. Ryoga se vuelve con mirada inyectada en sangre; Ranma-h se asusta, pero no puede evitar su golpe que lo lanza por los aires; "¡Tú no entiendes mis sentimientos!", le grita Ryoga, mientras él grita que, efectivamente, no entiende nada.

Ryoga camina esa noche por las calles preguntándose aún por qué no lo hizo; "Menuda tontería.", piensa, y cierra los ojos, hace como si mostrara el ticket y habla en alto: "Por favor, ven conmigo a las fuentes termales.". Y al abrir los ojos se encuentra con Ukyo, que barre la calle frente a "Ucchan's"; Ryoga trata de disculparse: "¡No! ¡Es un malentendido!", pero Ukyo observa con atención el ticket; "Fuentes termales... habrá gente acalorada... será un buen negocio.".

Así, la noche anterior a la competición, Akane cena con Mousse-pato y Colonia, Shampoo prepara la mochila con Ranma-h y Ryoga se resigna a ayudar a Ukyo a llevar el carro de okonomiyaki.

Escenas inolvidables: La escena imaginaria Ranma-h/Ryoga-Akane en los baños termales.

Capítulo 23. ¡Gritad! La batalla de las fuentes termales.

Número 8.
En los baños termales Zekkyo, la megafonía da la bienvenida e indica las normas: "Los participantes se deben presentar en la salida cogidos de la mano.". Hay decenas de parejas. Ranma-h sólo está pensando una cosa: "Si gano, podré ir a Jusenkyo y ser un hombre completo.". De repente escucha una voz retadora: "¡Has venido, Ranma Saotome. Me esforzaré al máximo en esta competición."; es Mousse, que habla a un muñeco de nieve mientras Akane le pregunta si lleva gafas. A Ranma-h le pica la curiosidad; "¿Qué haces aquí, Akane?"; "No te importa.", responde ella; Shampoo le da un masaje a Akane en la espalda mientras le dice que se haga muy amiga de Mousse.

Mientras, Ukyo vende okonomiyaki y Ryoga se pregunta por qué Akane escogió venir con alguien como Mousse. Ukyo le pega con su pala gigante: "¡No estés tan deprimido!"; Ryoga le recrimina: "¿Quién eres para meterte conmigo?"; "Si eres tan indeciso, ¿qué harás cuando quieras volver a hablarme de amor?", replica ella. Akane entonces los ve y se acerca; "¿También habéis venido?"; Ryoga tiembla mientras Ukyo pregunta a Akane si también ha venido a participar. Y para redondear el asunto, Ranma-h cae sobre la cabeza de Ryoga: "¿También por aquí?". Ryoga se ve muy agobiado y toma una decisión: "Me marcho."; "¿No has venido por Jusenkyo?", le pregunta sorprendido Ranma-h. Y entonces Ryoga cae en la cuenta del premio de la carrera, lanza a Ranma-h por los aires y coge a Ukyo con decisión para ir a la salida.

El jefe de la organización explica las normas: "Los participantes deben ser dos personas con sólo tres piernas. Atáoslas con estas toallas. Hay que sortear una barrera natural, unos rápidos montados en un tronco."; la gente empieza a mosquearse al oirlo.

Se da la salida; Ranma-h y Shampoo salen rápidos, seguidos por Mousse y Akane. Al llegar a los rápidos, un hombre les da una pértiga para saltar sobre los troncos; el resto de parejas no es tan hábil y caen rápidamente al río, pero Akane y Mousse, con la pértiga como arma, caen sobre el tronco de ellos. Akane abraza a Mousse y grita aterrorizada: "¡No sé nadar!"; Shampoo pica a Ranma-h: "Mira cómo le abraza. Deberías estar celoso."; Ranma-h replica: "¿Quién puede estar celoso de Akane?", y ésta le propina un rodillazo.

Y en la línea de meta, Ryoga y Ukyo yacen en el suelo al haber salido Ryoga corriendo en la dirección contraria; "¡Ese sentido de la orientación!", le grita Ukyo mientras le golpea. Mientras, las otras dos parejas se siguen peleando sobre el tronco. Ryoga y Ukyo ya llegan, y el muchacho no duda en atacar con la pértiga; Ranma-h se cubre y Mousse aprovecha para tratar de golpearle, pero Ranma-h salta con Shampoo y la pértiga alcanza a Ryoga, que cae inconsciente sobre el tronco. "Ranma y Shampoo son muy fuertes.", dice la muchacha china apretándose contra Ranma-h, y éste recibe un paletazo de Ukyo: "¡Ran-chan! ¿Qué haces con esa mujer? Te trata con demasiada familiaridad."; "¿La conoces?", pregunta Shampoo, y se hacen las presentaciones. "Yo soy Shampoo, y Ranma es mi futuro marido."; "Yo soy Ukyo, la prometida de Ran-chan.".

Ranma-h trata de poner paz: "Unamos nuestras fuerzas y ganaremos.", pero ambas mujeres no se muestran de acuerdo, lo tumban de un golpe y se preparan para el enfrentamiento. "Muere mujer amigo de Ranma", dice Shampoo; "Muy interesante.", sonríe Ukyo. Ranma-h les pide que paren, pero Ukyo le golpea diciendo que no es lugar para discutir y Shampoo le agarra preguntándole cuántas prometidas tiene. Akane y Mousse observan la escena con ironía y deciden aprovechar la ocasión para tomar ventaja; Akane vuelve la mirada para observar con algo de tristeza a Ranma-h, el cual se da cuenta y salta con Shampoo hacia ellos. Ukyo ve que se le escapan y despierta a Ryoga a bofetones.

Shampoo y Ranma-h superan ya a Mousse y Akane, pero ella se queja de que no había acabado con Ukyo y Ranma-h le dice que se calle y piense en Jusenkyo. Mousse les lanza un lazo y los coge de los pies... y de repente todos se dan cuenta de que se precipitan por una cascada. "La segunda barrera... ¡los rápidos!", dice la megafonía de la organización; el resto de parejas se precipitan, pero Ranma-h, Shampoo, Akane y Mousse logran caer bien sobre el tronco... y sobre ellos cae el tronco de Ukyo y Ryoga, dejando K.O. a Mousse y Ranma-h.

Ryoga llora mientras le dice a Akane que se alegra de que esté bien; ella responde con una extraña sonrisa; Shampoo y Ukyo ya están de nuevo frente a frente y Ranma-h sólo puede balbucear algo en inglés: "Neeevaa gip ap."

Escenas inolvidables: El primer encuentro Shampoo-Ukyo; comienza la rivalidad a alto nivel.

Capítulo 24. La lucha de las dos personas con tres piernas.

Número 8.
La organización de la competición está preocupada: "¿Aún quedan seis personas? Si gana alguien, el pueblo no tiene dinero para pagar el viaje.". Pero el jefe les recuerda algo: "Nuestras fuentes termales tienen abundantes rápidos, corrientes y cascadas; no hay baños más peligrosos. ¡Seguro que todos se retiran!", grita mientras arde de emoción.

Mientras, la competición sigue: "La tercera barrera es el baño termal de los cocodrilos."; Akane y Mousse van en cabeza, saltando de un cocodrilo a otro, mientras Ranma-h y Ryoga llevan arrastrando la pelea entre Ukyo y Shampoo. Akane mira apenada hacia atrás: "Ranma, imbécil. Si hubieras sido mi pareja no tendrías estos problemas.". Ranma-h, viendo como está el cotarro, susurra algo a Ryoga, el cual asiente; y se desatan de sus compañeras y se atan entre ellos, dejando a las sorprendidas chicas en solitario.

En un momento adelantan a Mousse y Akane, pero Mousse hace un comentario que cambia la situación: "Akane Tendo, con esa forma tan penosa de correr vamos a perder."; y Ryoga se revuelve para atacar a Mousse: "¡No te atrevas a hablar así de Akane!"; "¿Qué vas a hacerme?", sonríe Mousse; "¡Te voy a pegar hasta en el carnet de identidad!", le grita Ryoga. Y comienzan a pelear ante la impaciencia de Ranma-h y la incredulidad de Akane, la cual ve como Ranma-h se deshace de Ryoga y se ata a ella. Ambos salen saltando entre los cocodrilos; "¡Adelanteeee!", grita alegre Ranma-h.

A Akane le invade una cierta tristeza; "Tal vez sea mejor así.", piensa; "A Ranma le da igual la pareja, sólo quiere ir a Jusenkyo.". Pero Ranma-h hace un comentario sorprendente: "Debiste ser mi pareja desde el principio."; y le coge del hombro mientras le sonríe: "Debí suponer que eras la mejor.". A Akane casi le da un vuelco el corazón y mira con esos ojillos a Ranma-h; "Eres la mejor compañera.", insiste él, mientras Akane se ruboriza y gira la cabeza: "¡No digas esas cosas!", dice avergonzada. Y Ranma-h lanza la frase definitiva: "Nada, lo mejor para esta carrera es una tía forzuda y hormonada como tú. ¡A la victoria!".

Akane se enfurece y le clava la cabeza contra una roca, sorprendiendo hasta a los cocodrilos: "¡Una tía hormonada es lo peor!", le grita. Y sobre él caen Ukyo y Shampoo, que le recriminan su comportamiento con las mujeres, y luego Ryoga y Mousse, el cual golpea insistentemente la cabeza del magullado Ranma-h. Akane toma la iniciativa y le propone seguir a Ryoga; Ranma-h se levanta soliviantado; Ryoga llora de emoción: "¿Quieres ser mi pareja?"; "Nos llevamos bien.", contesta Akane; Ranma-h replica: "¿Y no te llevas bien con P-C...", pero Ryoga lo calla de un codazo. Ryoga y Akane salen corriendo.

"¡Aún quedan participantes!", grita alarmado uno de los organizadores. "No puede ser.", dice el jefe; "No podrán superar la cuarta barrera.", dice sonriendo malévolamente; "Parecemos una organización de mafiosos.", comenta otro de los organizadores.

Ranma-h se lanza sobre la pareja Ryoga-Akane, pero Ryoga se lo quita de encima de un puñetazo, momento que aprovecha Shampoo para atarse con él. Ukyo y Mousse se unen por las circunstancias. Las tres parejas bajan por unas escaleras mientras la megafonía anuncia la cuarta barrera: "¡Las minas de agua intermitentes!". Shampoo y Ranma-h son los primeros en llegar, pero en cuanto pisan, un enorme chorro de agua los hace salir despedidos hacia arriba; Ryoga sonríe a Akane y le propone seguir, pero de repente sobre ellos caen una aterrorizada Ranma-m y Shampoo-gato. Akane se da cuenta: "¡Es agua fría!", y Ryoga se queda de piedra, pero demasiado tarde, pues el suelo bajo ellos ya ha empezado a temblar y el chorro de agua sale de la tierra mientras Ryoga piensa aterrorizado que no tiene escapatoria. Por el aire, Akane ve desaparecer a Ryoga, pero un golpe de Ranma-m la despista y la tira al suelo.

Akane, empapada, descubre a Shampoo-gato, también mojada, ante sí. Ukyo, también calada, se pregunta dónde ha ido a parar Mousse, sin caer en la cuenta de que es el pato que hay junto a ella. Ranma-m sigue corriendo aterrorizada hasta que tropieza con un árbol; al reanimarse descubre a P-Chan sobre ella, y ambos pegan un estornudo simultáneo.

En la casa de la organización, uno de los empleados anuncia al jefe que los participantes ya han llegado a las rocas termales. El jefe sonríe: "En las minas, sus cuerpos se helaron. Ahora es inevitable que se calienten."

Ryoga y Ranma-h toman un relajante baño caliente en la fuente termal; llega entonces Mousse-pato. Las chicas también está disfrutando de su baño caliente. Unos y otros están separados por una pared de roca, ignorando la presencia de los otros. "¿Qué les habrá pasado a Ran-chan y los demás?", pregunta Ukyo; "Tal vez se nos han adelantado.", replica Akane; "Akane es cruel.", dice Shampoo. "¿Qué les habrá pasado a Akane y las demás?", pregunta Ryoga; "¿Te imaginas que estuvieran en estas mismas fuentes?", hace chanza Ranma-h; "Estás hablando de un sueño...", replica Mousse.

Mientras, el jefe se enfada: "Ya veo que las fuentes termales han sido un gran error."; "Esto ya no parece una competición atlética.", comenta un abuelete de la organización.

Nuevos personajes: El comité organizador de la carrera.

Capítulo 25. Gritos en los baños mixtos.

Número 8.
Los chicos, en los baños termales, siguen alabando sus cualidades terapéuticas; "Un baño te quita los problemas, olvidas las peleas y no tienes ganas de moverte.", dice Ranma-h; Ryoga y Mousse ríen, y Ranma-h aprovecha para acercarse a la orilla y salir. Pero Ryoga lo detiene antes.

El grito de Ryoga alarma a las chicas al otro lado de la roca; "¿Hay alguien por ahí?", pregunta Akane atemorizada; "Segura es Ranma.", dice alegre Shampoo; "¡Shampoo va!"; Ukyo la llama desvergonzada, y Akane le hace entrar en razón: "Quizás es un animal."; Shampoo parte entonces una piedra y lanza uno de los pedazos al otro lado.

Ryoga y Ranma-h siguen discutiendo, pero sobre Ranma-h cae el pedazo de roca. Las chicas reconocen el ruido y deciden ir a mirar; mientras, Ryoga y Mousse se pregunta qué puede haber sido, y Mousse lanza su hipótesis: "¡Shampoo y las otras! Debemos asegurarnos.", y se dirige al otro lado. Ryoga lo recrimina: "Si haces algo tan asqueroso como mirar...", pero Mousse le toca su punto flaco: "También está Akane Tendo."; Ryoga se imagina la escena, viendo a Akane tomar su baño... y se la quita de la cabeza; "¡Yo no puedo hacer eso!". Pero Mousse ya está camino del borde de roca y Ryoga, arrastrando al inconsciente Ranma-h, le sigue.

Las chicas aparecen por uno de los lados, y no ven a nadie. Los chicos aparecen por el otro, y tampoco ven a nadie. Ambos grupos regresan al centro de sus estanques preguntándose las chicas por el ruido y maldiciendo los chicos no haberlas encontrado.

Mousse y Ryoga deciden irse después de tanto descanso, dejando al dormido Ranma-h en el estanque. Pero al ir a salir se dan cuenta: "Al transformarnos... ¡hemos perdido nuestra ropa!"; y el grito no se hace esperar: "¡Cojamos la de Ranma!". Al otro lado, las chicas ya lo han oído con claridad: "Ryoga y Mousse...".

Ryoga ha conseguido tumbar a Mousse, pero antes de poder salir, Ranma-h le clava el codo en la cabeza: "¡No te perdonaré que me quites la ropa!"; "¡No comprendes mi situación!", responde Ryoga. Y de repente... ¡Shampoo salta, completamente desnuda, hacia ellos!; "¡Ranma!", saluda. A Ryoga le da un pasmo de la impresión y empieza a sangrar por la nariz, cae hacia atrás y se golpea con una roca; Shampoo abraza a Ranma-h, pero Ukyo llega y hunde al chico, encarándose con Shampoo: "¿Qué le haces a mi Ranma?". Cachos de roca empiezan a caer sobre ellos. Es Akane, que para cuando se da cuenta de que es Ranma-h; "¿Pero qué te he hecho?", le pregunta; y Akane le responde con una pedrada en la cara.

Mousse mientras, sabiendo la escena que se está perdiendo, busca sus gafas con desespero; "¡Había quedado con Shampoo!", piensa con rabia; "¿Por qué soy el único que siente este dolor?", grita dando un puñetazo a un tronco que sobresale en el agua. Junto a él hay un cartel que pone: "Al golpear esto se quita el tapón.". Y, efectivamente, el tapón del fondo se abre, y un remolino arrastra a los seis hacia un lugar desconocido.

Ranma-h despierta y ve junto a él una cueva por la que parece haber llegado; está solo; pega un estornudo, y a pocos metros de él ve una cesta con ropa: un yukata (kimono de baño) y unos zuecos. Al ponerse el yukata, percibe que está lleno de cadenas y que el obi (cinturón) es de plomo. Y al calzarse nota que los zuecos son de acero. Una vez cubierto con tan pesada vestimenta, piensa que necesita una pareja. Un ruido le hace revolverse y ve a Akane, vestida como él; "¡Akane! ¡Qué suerte encontrarnos aquí!".

Pero Akane lo mira con odio y se da media vuelta; Ranma-h la sigue; "Puedes hacer pareja con Shampoo o Ukyo.", le dice Akane. "¡Tonta! ¿Aún estás enfadada por lo de antes?", le replica Ranma-h. Akane le suelta un golpe y se vuelve con las lágrimas a punto de aflorar: "Yo te invité primero a venir... ¿por qué ahora, Ranma?"; Ranma-h se sorprende: "¿Me invitaste?"; Akane pone cara de incredulidad y se larga gritando: "¡No quiero saber naaadaaa máss!". Ranma-h la sigue a pesar de que ella le dice que no lo haga; ambos se introducen en los baños de arena; Ranma-h insiste: "¿Cuándo me invitaste?"; "¿De verdad no te acuerdas?", replica Akane.

Y de repente, ambos se hunden en la arena. La megafonía de organización anuncia: "El clímax de la carrera. ¡Los baños de arena!".

Escenas inolvidables: Shampoo lanzándose desnuda sobre Ranma-h, y el pasmo que le da al pobre Ryoga.

Capítulo 26. ¿¡Ranma abandona!?

Número 9.
La megafonía sigue anunciando: "Este es el terrible hormiguero de los baños de arena Zekkyo. Ahora mismo ha caído una estúpida pareja."; Ranma-h grita a Akane: "¡Burra! La próxima vez mira dónde pisas."; Akane tiembla de rabia, y Ranma-h se prepara, pero Akane se calma: "Lo siento Ranma, he sido una carga. Antes no querías venir."; Ranma-h lo soluciona a su modo: "Siempre eres igual de tonta y torpe. No te enfades contigo misma."; Akane se enfada de verdad y levanta a Ranma-h: "¡Pero serás...! No quiero ser tu pareja nunca más. ¡¡Desaparece de mi vista!!", y lo lanza hacia una plataforma de madera que hay en medio de la arena.

Ranma-h, por el aire, le vuelve a preguntar qué le ha hecho, y recuerda su frase anterior: "Yo te invité a venir primero...", y al caer en la plataforma recuerda la escena en el jardín de los Tendo. Akane, mientras, piensa que no debía haber venido; "De todas formas, Ranma sólo piensa en ganar para ir a Jusenkyo...". Y casi se muere del susto cuando Ranma-h aparece tras ella: "Entonces, ¿te has enfadado conmigo por eso?"; "Eres tonto. ¡No vas a poder salir!", le dice Akane. Pero Ranma-h viene con un mensaje de disculpa: "Lo olvidé. Tú me invitaste."; Akane se sorprende, pero Ranma-h no calla: "Será mejor que me pidas perdón humildemente. Compórtate como una chica."; Akane vuelve a enfadarse.

Pero Shampoo y Mousse saltan sobre la cabeza de Ranma-h y llegan a la plataforma; Ranma-h los ve imparables y reacciona. "Akane, no es el momento de pelearnos."; la sube en sus brazos y le cuenta el plan: "Si te lanzo hacia la plataforma, yo saldré por mí mismo.". Pero Ranma-h se hunde; Akane escarba en la arena hasta conseguir sacarlo; ambos quedan pensativos. "Si no hacemos algo nos hundiremos.", observa Akane. De repente, aparece un helicóptero de la organización, descolgando una escalera hacia ellos: "Si no cogéis la escalera y salís pronto de la arena, no habrá nada que hacer.", les dicen; Ranma-h se niega, pero desde el helicóptero se lo recuerdan: "No podrás llegar muy lejos con esa ropa: el yukata lleno de cadenas y los zuecos de acero.".

A Ranma-h se le ocurre una idea y desgarra el yukata, quitádole las cadenas y atándolas a un zueco. El aparato resultante lo hace servir a modo de lazo, y al pasar Ryoga y Ukyo, lo lanza para engancharse a ellos, consiguiéndolo. Akane y Ranma-h salen arrastrados, mientras Ryoga se pregunta qué es lo que le está retrasando. Ranma-h y Akane van llegando a la plataforma, pero se dan cuenta, demasiado tarde, de que se van a estrellar contra ella. Ranma-h queda estampado contra uno de los postes y Akane cae a la arena. Ryoga y Ukyo consiguen llegar a otra plataforma y se dan cuenta del zueco y la cadena, que lanzan a sus espaldas. La cadena termina de enrollar a Ranma-h contra el poste, el cual cae.

Akane despierta del golpe, pero al tratar de salir de la arena, se hunde aún más; "Ra-Ranma...", llama asustada. El muchacho le responde: "No te muevas, ahora voy."; Akane lo ve atado al poste, y Ranma-h hace un esfuerzo sobrehumano arrastrando el bloque de madera para poder acercarse a su prometida. Akane sigue hundiéndose, y Ranma-h no llega. De nuevo aparece el helicóptero con la escalera. Ranma-h maldice con el pensamiento y habla a Akane: "No puedo ayudarte, coge la escalera."; Akane se estremece: "¿No quieres ir a Jusenkyo... por ayudarme?"; "Se acabó.", dice él resignado.

Akane alza su mano temblorosa hacia la escalera... y la aparta de un manotazo: "¡Ni hablar! ¡Es demasiado pronto para abandonar!"; se sumerge en la arena, como si buceara y aparece bajo el poste, desenganchado a Ranma-h y saltando hacia la siguiente plataforma. "¡Ja, ja, hemos salido!!", ríe; Ranma-h la mira con sorpresa: "Tienes muchas agallas.".

Capítulo 27. La última elección.

Número 9.
La megafonía anuncia: "Esta es la última barrera de la competición. Si superan la mansión de las lágrimas Zekkyo, la meta estará ante vuestros ojos.". Akane y Ranma-h llegan veloces; "Somos los últimos, pero eso va a cambiar.", gritan. Se dan cuenta de que el camino se divide en tres: victoria rápida, victoria sencilla y victoria completa. "No tenemos tiempo que perder. ¡Todo recto!", gritan al unísono; entran por "Victoria sencilla"; "Nada puede sorprendernos.", dice Ranma-h.

Y al entrar se encuentran un montón de mujeres desnudas bañándose. "¡:Baños femeninos!", dice Ranma-h sorprendido; los gritos de las mujeres no se hacen esperar, así como la lluvia de cubos sobre Ranma-h. Akane le venda los ojos, pero Ranma-h, ante la lluvia de objetos, para y se echa un cubo de agua fría. "¿Qué hacéis?", grita Ranma-m mostrando sus pechos; "¿Una chica no puede entrar en unos baños femeninos?". Las mujeres paran y se disculpan, pero Akane se arroja al agua caliente... y la lluvia de cubos comienza de nuevo: "¡Estaba segura de que era un hombreeeee!".

Mientras, Ryoga y Ukyo se han perdido; "¿Dónde estamos?", pregunta Ryoga; "Bajo el tejado.", contesta Ukyo.

Ranma-h cae completamente magullado y hecho polvo. Akane cierra tras ellos la puerta; "El camino sencillo nos ha ido bien.", dice; "Seráaaasss...", murmura Ranma-h. En ese momento, la megafonía avisa: "Bienvenidos a la sauna Zekkyou. Será mejor que encontréis la salida pronto."; una reja cae tras ellos y aquello empieza a acalorarse; "¡No hay salida!", dice Akane; "¡Haremos una!", exclama Ranma-h.

Mientras, Shampoo y Mousse están en los baños termales del bosque misterioso; Shampoo piensa en el paradero de Ranma-h y Mousse cree que ha llegado su momento: "Estoy a solas con Shampoo. ¡Es el momento de conquistarla!". Se vuelve hacia ella y se encuentra cara a cara con un mono, pero no lleva las gafas; "Shampoo, ¡quedémonos a vivir aquí!", propone al mono, el cual le araña la cara. "¡Shampoo! ¿Por qué eres tan fría conmigo?", se queja Mousse mientras el mono le sigue arañando y Shampoo le pregunta por qué habla solo.

En ese momento, en una pared se abre un hueco y salen unos acalorados Akane y Ranma-h. Shampoo se abraza a él; Mousse se pone las gafas y comienza a atacarlo, pero el trío Akane-Ranma-h-Shampoo sale corriendo; "¡Ranma es mi pareja!", le grita Akane a Shampoo; "¡Mira sus piernas!", le dice la china; efectivamente, Ranma-h tiene su pierna derecha atada a Akane y la izquierda a Shampoo. Pero ambas chicas están muy ocupadas en competir la una con la otra y salen corriendo arrastrando a Ranma-h, el cual tropieza en cada escalón con su cabeza y al llegar al llano, la levanta y ve con terror como cada chica se va por un pasillo y que su entrepierna va a chocar contra la esquina común a ambos corredores.

"Vaya, que mala suerte.", murmura Mousse mientras Ranma-h llora de dolor; pero las chicas siguen yendo a la suya, tirando cada una de su lado de Ranma-h; "¡Suéltalo! ¿No ves que le duele?", dice Shampoo; "¡Eres tú quien debe soltarle!", replica Akane; y Ranma-h, en medio, sólo gime de dolor. Entonces interviene Mousse: "Este es el final; en la época Edo, dos madres se peleaban por el mismo niño, y recurrieron al juez Erazen Oooka. La solución sería hacer lo mismo; si partimos a Ranma en dos, ¡no habrá problemas!". Pero Ranma-h se revuelve y lo lanza de una patada por una ventana: "¡No pienso dejar que me partan!".

Ranma-h se queda con ambas chicas; "Escuchad las dos; ¡decidid que camino escogemos! Sólo quiero ganar para ir a Jusenkyo, me da igual con quien ir. No quiero más retrasos.". Pero las chicas plantean la nueva pregunta; "Ahora decide si quieres a Akane o a Shampoo.", dice la china; "Eso; será mejor que no discutamos más.", la apoya Akane. Y Ranma-h se queda lívido: "¿Yooo?". Ambas chicas le dirigen una mirada tan sensual como amenazante; "Shampoo era tu primera pareja.", dice Shampoo; "La primera en invitarte fui yo.", recuerda Akane. "Shampoo quiere ir al Pingüino sonriente."; "Yo quiero ir a los baños del Gran tigre Zekkyou.". Y hacen la propuesta final: "O Shampoo o Akane; ¡elige!". Ranma-h tiembla aterrorizado; "¡Este no es el momento ni el lugar para estooooo!", grita en su interior.

Mientras, Ryoga y Ukyo siguen perdidos. "¿Dónde estamos?", pregunta Ryoga; "¡Nos has traído debajo del tejado, idiota!", le grita Ukyo dándole un puñetazo.

Escenas inolvidables: La entrada por la "Victoria sencilla" y Ranma-h arrastrado por Shampoo y Akane hasta estrellar su entrepierna con la esquina.

Capítulo 28. La meta móvil.

Número 9.
En la meta, el comité organizador espera; "No viene nadie.", comenta uno. El jefe sonríe: "La mansión de las lágrimas Zekkyou, nuestro gran lujo. ¡No hay manera de que salgan ilesos."; "Creo que van a salir.", comenta otro; "Ajá.", reafirma un compañero.

Mientras, en la casa, por un lado Ukyo y Ryoga aparecen en un armario; "Es un laberinto horrible.", dice Ryoga; "Es por tu sentido de la orientación.", dice Ukyo mirándole con desprecio. Y en otro lado, Ranma-h sigue entre Akane y Shampoo; Shampoo insiste en ir al Pingüino sonriente; Akane calla mientras piensa que no tiene motivos para seguir preocupándose: "Está claro que no quiere venir.", piensa. Ranma-h habla por fin; "Lo he pensado y... tengo un problema. ¡Voy a ir a los baños del Gran tigre Zekkyou!".

Akane no se lo puede creer. Shampoo se queda pálida; Ranma-h habla con ella: "Lo siento, Shampoo. No puedo mentir sobre mis sentimientos."; y Akane casi se derrite. Shampoo comienza a llorar y sale corriendo hacia el Pingüino sonriente; Akane siente pena, pero Ranma-h sale corriendo tras ella: "¡No vayas!"; la alcanza justo cuando abre la puerta; "Ranma ha escogido a Akane.", insiste Shampoo adentrándose en la puerta; "¡Tonta! El Pingüino sonriente quiere decir...", pero la megafonía acaba sus palabras: "Han entrado en unos baños de agua muy fría.".

Ambos caen al agua, y Ranma-m sale despavorida junto con Shampoo-gato y se meten en los baños del Gran tigre Zekkyou; ambos caen en un líquido caliente. Shampoo se abraza a Ranma-h: "Shampoo sabía que el destino no podía separarnos."; Akane llega y le pega un codazo a Ranma-h; "Si no puedes mentir sobre tus sentimientos...", dice recordando la frase de Ranma-h con ironía. Pero de repente, el color de la cara de Ranma-h le hace darse cuenta de algo a Akane: "Este agua caliente... ¡es sake caliente! ¡Sal, Ranma, o te emborracharás!". Pero Shampoo se está aprovechando y tiene bien cogido a Ranma-h; Akane le pega un codazo a Ranma-h, y éste se levanta con decisión: "¡No es momento de hacer esto!".

Sale fuera del baño y se ata a Akane, pero antes de empezar a correr cae dormido. Shampoo aprovecha para tirarle de la trenza y sumergir su cabeza en el sake mientras ríe. Akane se echa Ranma-h a caballito; "¡Vamos a Jusenkyo! ¡Yuju!", grita Ranma-h. Finalmente, logran salir y Akane ve la meta a pocos metros; Ranma-h también la ve, pero reproducida múltiples ocasiones, con lo que sale corriendo sin dirección, arrastrando a Akane.

Akane le echa un cubo de agua fría, y Ranma-m aparece ya serena. Ambas corren hacia la meta con decisión. Los organizadores no se lo pueden creer: "Nada puede ser peor. Sólo nos queda una alternativa.", dice el jefe.

Akane y Ranma-m se extrañan: "¿No deberíamos haber llegado ya?"; y de repente ven como los organizadores se están llevando la meta. Pegan un salto para alcanzarlos, pero ellos giran y consiguen evitar el paso de la pareja. Lanzan la pancarta en unos esquís colina abajo; "¡No podréis cogerla!", dice satisfecho el jefe, hasta que uno de sus colegas le llama y le muestra que la meta se ha parado a pocos metros contra una roca.

Ranma-m no deja de pensar que es la última vez que tiene ese cuerpo, y habla con Akane: "Akane; gracias; me has ayudado mucho."; Akane sonríe satisfecha. Ambas chicas gritan alegres en el último metro: "¡Tras la meta está Jusenkyo!". Pero tras la meta, la roca nevada se abre... y aparecen Ukyo y Ryoga pasando bajo la pancarta; "¿Dónde estamos?", pregunta Ryoga, mientras la organización, Akane y Ranma-m no se lo pueden creer.

Ya en casa de los Tendo, Ranma-h sigue maldiciendo a Ryoga, Akane concluye que había varios caminos y Shampoo sigue con resaca. Recuerdan la despedida de Ryoga y Ukyo, mientras los organizadores lloraban por su ruina. "Ryoga estaba muy contento... Me pregunto dónde habrán ido.", comenta Akane.

Y en la playa de Atami, Ryoga llora desesperado preguntándose dónde está Jusenkyo y Ukyo sonríe mientras vende okonomiyaki a los turistas: "Esto es genial para los negocios.".

Escenas inolvidables: Ranma-h borracho perdido y la cara que se les queda cuando Ryoga y Ukyo salen y cruzan primero la meta.

Capítulo 29. Que te aproveche el primer combate.

Número 10.
Instituto Furinkan; es la hora de la comida y el tumulto en el comedor es el habitual; Ranma-h y sus amigos se disponen a comer cuando empiezan a escucharse voces: "¡Mi comida! ¡Ha desaparecido!". Una extraña figura se mueve entre los estudiantes con elegante sigilo, y a medida que va pasando se suceden las desapariciones de los comestibles. Ranma-h lo ve: "Ese movimiento no es el de una persona normal."; la figura se lanza contra Ranma-h y sus dos amigos, pero Ranma-h logra esquivarlo.

La figura, envuelta en una capa, deja su rostro claro al descubierto. "¡Un occidental!", dicen todos sorprendidos; los amigos de Ranma-h se dan cuenta de la desaparición de su comida; "Devuélveselos. Les has hecho llorar.", le dice Ranma-h. "No debegía acusagme de ese modó.", dice el hombre con claro acento francés. "Ese manto es sospechoso; seguro que mi pan está ahí debajo.", le recriminan los amigos de Ranma-h. Pero el hombre se quita la capa y deja al descubierto una mesa elegantemente dispuesta, dejando a todos boquiabiertos.

En ese momento aparecen las tres hermanas Tendo; "Aquí es donde podremos comer comida francesa.", comenta Nabiki; "Nos invita un tal Picolet Shaldon. ¿Será francés?", se pregunta Akane; "Me ha hecho venir al instituto.", dice Kasumi. El occidental abre una botella de champagne: "¡Très bien, queridás! ¡Estoy encantadó al veg a tges mademoiselles tan hegmosás!". "¿Eres Picolet?", pregunta Nabiki mientras el hombre le sirve; Ranma-h pregunta a Akane si lo conoce, y ella responde que no. Pero lo sorprendente es el brindis que hace: "¡Bgindó por mi futuga esposá!".

Ranma-h se mosquea un poco y le lanza un pan. El alimento desaparece antes de llegar a Picolet ante la sorpresa de todos; "Has integgumpidó mi bgindis.", dice Picolet mirando amenazadoramente a Ranma-h. Éste, divertido, le lanza un aonori (pan de alga azul), el cual también desaparece; "¡Es fantástico lo rápido que come!", comenta la gente. Ranma-h le lanza otra cosa, y vuelve a desaparecer; Picolet se limpia con la servilleta... y muestra el borrador que le había lanzado Ranma-h. "¡Te getó a un dueló!", le dice Picolet. Ambos se sientan en la mesa y Picolet agita la campanilla; unos camareros llegan con los platos y Picolet se explica: "Va a seg un dueló a veg quién come más comida fgancesá. Ganagá quien acabe antes su comidá.".

Ranma-h se muestra muy seguro: "Será un aperitivo."; "Quien piegda este dueló pagagá la factugá.", le dice Picolet. La campanilla da aviso de que se puede comenzar... y Picolet empieza a comer de manera que no se le ven las manos. Sus platos van cayendo vacíos uno por uno; "¡Ya va por los postres!", dice alguien. "Ranma es muy veloz; es imposible que pierda.", dice Akane, pero se tiene que tragar sus palabras al ver a Ranma-h atragantado, con la boca repleta; "Puede ser rápido con las manos, pero...", comenta Kasumi. Picolet ya se está tomando el café mientras Ranma-h lo maldice.

Picolet sonríe a Ranma-h: "La basé del combaté gastgonomicó es... ¡abgig la boca elegantementé!", y se abre con las manos una boca dos veces más grande que toda su cara, ante el asombro de todos. "Te he ganadó.", dice; se despide de las hermanas y deja tras de sí el papel de la cuenta. "Ranma ha perdido.", es el comentario que se extiende entre la gente; Ranma-h casi llora de humillación; "Al final no nos dijo que quería.", comenta Kasumi; y Nabiki, que ha recogido la factura, dice: "¡Ranma! ¡La factura es de cien mil yens!". Y a Ranma-h casi le da un patatús.

En casa de los Tendo, las hermanas nombran a Picolet y Soun y el panda se echan a temblar; "Nos mudamos, chicas.", dice Soun agarrando el carro de mudanza. Pero sus tres hijas crecen a tamaño gigante y le demandan una explicación. Picolet aparece micro en mano: "¡Ésta es la suegté que os tenía resegvadó el destinó!". Soun relata que, veinte años atrás, Genma y él llegaron con mucha hambre al restaurante del padre de Picolet, y viendo que si ganaban el combate gastronómico era gratis, se arriesgaron; "Y perdisteis.", comenta Akane mientras su padre ríe nerviosamente; y al no tener nada de dinero, le prometieron dar a alguna de sus futuras hijas como prometida de su hijo. "¡Yo no pensaba que iba a tener hijas!", llora Soun.

Picolet se abre la boca mientras comenta: "No se sabe pog qué, durante genegacionés, los hombges de la familia Shaldon hemos tenido pgoblemás con nuestgas pgometidás."; "¿ No se te ocurre por qué?", le pregunta Nabiki observado su boca; "La mademoiselle que seá mi esposá tendgá que sometegse a un entgenamientó especial.", anuncia. Soun llora, pensando que va a hacer, pero una voz le soluciona la papeleta: "Aún queda otra prometida.", dice Ranma-m desde la puerta; "Yo haré ese entrenamiento."; Picolet se queda prendado en cuanto ve a Ranma-m: "Qué mademoiselle más hegmosá...", y descorcha una botella por ella.

Y así empezó el verdadero infierno.

Nuevos personajes: Picolet Shaldon.

Capítulo 30. ¡Qué extraño! La elegante mansión.

Número 10.
Soun, Ranma-m y Akane se encuentran frente a una inmensa mansión; mientras esperan que les abran, Soun pide disculpas a Ranma-m por tener que ofrecerse a cambio de sus hijas, pero a Ranma-m le mueven sus propios motivos: "¡Voy hacer que Picolet muerda el polvo!". Picolet abre sonriente, dando los buenos días a todos; Ranma-m también se muestra radiante... pero el beso de Picolet, cubriendo con su boca toda la cabeza de Ranma-m, los deja de piedra; y Ranma-m lo lanza por los aires.

La mansión está llena de cuadros de la familia, todos comiendo inmensamente. Picolet, aún con el chichón, sirve té y pastas; "Te ha asustado mi besó. Qué corazón más pugo tienés."; Ranma-m ríe, mientras Akane piensa que lo que le asustó del beso no fue precisamente que fuera puro e inocente. Al ir a coger una pasta, Ranma-m nota el peligro y se aparta; cuatro tenedores se clavan donde ella estaba, y distingue su procedencia: una oscura figura con vestido largo.

"¡Qué vulgar! ¿Cómo puede atreverse a comer en público?", dice la figura, que se revela como una mujer de severo gesto. Picolet la presenta: "Ésta es la entgenadoga especial de pgometidás, mademoiselle Saintpaul."; Saintpaul le pone un platito con una pasta sobre la cabeza a Ranma-m; "Coma otra vez."; Ranma-m coge la pastita con la mano... y mademoiselle Saintpaul comienza a sacudirle sartenazos; "¡Vulgar, vulgar!", le grita. La mujer se retira llorando, mientras Ranma-m, totalmente magullada, pregunta qué hace mal. Akane y Soun se imaginan las comidas de Ranma-h con su padre y piensan que ese es el motivo, pero Picolet les va a hacer la demostración.

Se pone el platito sobre la cabeza... y la pasta desparece sin que la haya tocado. Todos se quedan sorprendidos. Picolet repite: "Lo hagé otga vez lentamente."; Ranma-m mira con atención... "Un", dice Picolet sacando la lengua, "Deux", y la alarga hasta la pasta encima de su cabeza (mientras Akane pone cara de pánico), "Trois", y se lleva la pasta con la lengua a la boca. Mademoiselle Saintpaul llora de emoción, mientras Ranma-m hace patéticos intentos por alargar su lengua y Akane llama monstruo a Picolet.

Llega la hora de la despedida; "¿En serio que piensas quedarte en esta guarida de demonios?", le pregunta Akane a Ranma-m; "Claro, encima de que me vencieron..."; Akane lo mira con reprobación. "Ya que eres tan cabezota, toma.", le dice dándole una bolsita; Akane mira al suelo con timidez y preocupación; "Ábrela si tienes problemas."; Ranma-m está sorprendido ante tanta dulzura; "La verdad es que estaba guapa.", piensa al volver dentro de la mansión. Fuera, Soun trata de animar a Akane: "Tranquila, seguro que descubre los secretos del combate gastronómico."; Akane le recrimina: "¡Igual no sale con vida por saber esos secretos!".

Un grito terrible inunda la mansión de Picolet; las doncellas se preguntan qué puede ser; "Ha llegado una candidata a prometida del señor Picolet.", es la respuesta que da una. Ranma-m grita de dolor mientras madame Saintpaul le está apretando una curiosa prenda de vestir; "¿Qué es esto?", pregunta Ranma-m; "Un corsé de acero.", responde madame Saintpaul; "No podrá quitárselo hasta que se convierta en una dama elegante.".

Esa noche se da la presentación en sociedad de Ranma-m, en un salón con mesas repletas de comida y múltiples invitados. Ranma-m luce un bonito vestido largo. Se dispone a comer, pero cuando va a coger un filete con el tenedor... todos los filetes desaparecen, y Ranma-m ve a dos mujeres con los carrillos hinchados alejándose de la mesa. Hace un nuevo intento con otra pieza, y tres hombres le arrebatan con sus lenguas todo lo disponible. Ranma-m se da cuenta; "Todos aquí conocen las técnicas del combate gastronómico. Sólo tengo una posibilidad, la velocidad de mi mano.". Y al siguiente intento tiene éxito en coger el pollo, pero en cuanto se lo mete en la boca, madame Saintpaul le da un sartenazo: "¡¡Hiiii!! ¡No deben verla comer en público!".

En casa de los Tendo, Nabiki hace un comentario: "Envidio a Ranma; debe estar hinchándose a comer comida francesa."; "Espero que no le siente mal.", comenta Kasumi; Soun concluye: "El entrenamiento le habrá dado hambre y comerá rápido.".

Pero lejos de eso, a Ranma-m le rugen las tripas en su cama: "Tengo hambreee... no he podido comer nada."; recuerda las palabras de Akane sobre la bolsita: "Ábrelo si tienes problemas."; Ranma-m lo abre y deja caer su contenido, un par de bolitas, sobre su mano; "¿Caramelos? Al menos me llenarán el estómago.", y se los traga, mientras piensa con agradecimiento en Akane.

Akane desde el balcón mira la noche y piensa en Ranma-m; "Ahora te debes estar tomando ese fuerte purgante...".

Y a Ranma-m le están entrando unos retortijones mortales; "¡Qué vulgaridad!", comenta madame Saintpaul al verla; "Mademoiselle Ranma, yo siempgé me pgeocupagé por ti.", le dice Picolet.

Escenas inolvidables: El primer beso de Picolet a Ranma-m y la propia Ranma-m víctima de los retortijones del purgante de Akane.

Nuevos personajes: Madame Saintpaul.

Capítulo 31. La hambrienta mademoiselle.

Número 10.
En la mansión de Picolet, llega la hora de la comida para Ranma-m. Vestida sólo con el corsé de acero, con zuecos y una bandeja en la cabeza, camina sobre una cuerda en el aire mientras madame Saintpaul la increpa: "¡Comience a comer pronto!". Picolet la mira con lágrimas en los ojos: "Pobre mademoiselle Ranma; ya lleva una semana sin comer."; Ranma-m sigue intentando alargar la lengua, pero no puede; Picolet alcanza uno de los manjares que hay sobre su cabeza con la lengua y llora mientras lo devora: "Puedo compgendeg tu sufgimientó.". Ranma-m le suelta una patada en pleno rostro: "¡Cómo te atreves a comer solo!". Madame Saintpaul le da un sartenazo por la agresión; "Como castigo, se quedará sin comer.", le dice; las doncellas miran apenadas a Ranma-m; "Madame Saintpaul es muy estricta en el entrenamiento.", comentan; "Son las pruebas para que se convierta en una dama elegante.".

Ranma-m mira a través del cristal; "Ju..., estoy acostumbrado a no comer en los entrenamientos. Esto no es nada."; pero cuando ve pasar a unos niños con golosinas se amorra al cristal de una manera que los niños llaman a sus amigos para ver el espectáculo. Una voz le hace girarse: "Esto no funciona, Ranma. ¿Por qué no lo dejas y volvemos a casa?"; Ranma-m se vuelve y se sorprende al ver a Akane con el traje de criada; "Me he vestido así para poder verte.". Akane le trae un regalo: un pequeño croissant; "Come; sólo he podido traerte uno."; Ranma-m cae a sus rodillas, escuchando campanas, mientras coge el croissant y se dispone a comer...

Pero se detiene; Akane la espeta: "Alguien puede venir."; pero Ranma-m se lo devuelve: "Si como ahora, el entrenamiento será inútil."; Akane no se lo puede creer: "¿Te quieres morir? Seguro que no te lo tomas tan en serio."; y Ranma-m lo agarra de nuevo y responde: "Es verdad.". Pero una familiar lengua se lo arrebata de la mano; Picolet las mira desde la puerta; "Mademoiselle Ranma", le dice, "yo siempge cuidagé cálidamente de ti."; Ranma-m lo lanza al infinito a través de la ventana.

Esa noche, los rugidos de las tripas de Ranma-m son inmensos. Se levanta medio sonámbula con una sola palabra en la boca: "Comidaaaa."; baja hasta la cocina, abre la nevera... y se ve al panda congelado. Akane se despierta con los ruidos, y al asomarse al pasillo ve a Ranma-m corriendo con el panda helado. Llegan al baño y lo arroja a la bañera con agua caliente. Genma se deleita: "Después de un banquete, lo mejor es un baño."; Ranma-m le da una patada: "¡Dejaste la nevera vacía!"; Genma se excusa: "¡He estado en esta casa buscando el secreto de la escuela de combate gastronómico!"; pero Akane llega y hace una afirmación que Genma no niega: "Vino por la comida francesa, ¿verdad?". Genma elucubra entonces otro pensamiento: "Si Ranma no descubre el secreto del combate gastronómico y se casa con Picolet, tendremos comida francesa todo el día."; y dice en alto:"¡Tu padre no te desearía ese horrible destino!"; Ranma-m le da una patada: "Lo estás pensando.".

Ranma-m se quita el camisón: "¿Quién quiere ser su prometida? Le voy a enseñar a Picolet como soy realmente."; se arroja al agua caliente, pero de repente descubre su error; Ranma-h lanza gritos de dolor, y Akane, al percatarse del corsé, le echa un cubo de agua fría. Ranma-m cae en la cuenta: "Mientras tenga puesto este corsé, ¡no puedo convertirme en hombre!".

A la mañana siguiente, Ranma-m le da la noticia a Picolet; éste está abrumado: "¿Que te niegas a seg mi pgometidá?"; Picolet se arrodilla: "¡No pienso genunciag a ti, mademoiselle Ranma!"; Ranma-m se baja el vestido y le enseña el corsé: "¡Quítamelo!". Picolet la mira inquisitivo: "Eso es pagte del entgenamientó."; y lanza algo al aire; Ranma-m lo ve: un panecillo. Y salta hacia él, lo alcanza con la lengua y se lo mete en la boca. Picolet y las doncellas sonríen: "¡Ha comido! ¡Y con extrema elegancia!"; Picolet aplaude: "¡Este es el gesultadó que se obtiene al llevar el corsé!". Madame Saintpaul llora de emoción tras la puerta; "Sabía que esa chica tenía talento.", piensa. Se acerca a ella y le comunica la noticia: "A partir de ahora, el entrenamiento será más severo.".

Tras otra puerta, el panda devora un pollo mientras Akane le hace la pregunta del millón: "¿De verdad va a dejar que Ranma se case?".

Capítulo 32. ¡¡Ataque fatal!! El gourmet du foie-gras.

Número 11.
En el dojo Tendo, Happosai está que trina: "¡Esos libros son míos!"; la familia Tendo está rebuscando en los libros del maestro. Akane llega preguntando por noticias; justo entonces Soun encuentra algo: "¡Mirad! Los miembros de la escuela de combate gastronómico no han cambiado en cuatrocientos años."; un libro muestra una serie de retratos de tipos con enormes bocas y lenguas, pero Akane encuentra uno con cara normal. "Si pudo vencer con una boca tan pequeña, no está todo perdido.".

En la mansión Shaldon, Picolet, Ranma-m y madame Saintpaul están en plena comida, sin verse siquiera las manos de la velocidad; el tiempo acaba y la mesa es retirada; Ranma-m se lanza hacia los restos de su plato: "¡Aún no he terminado!"; pero madame Saintpaul le da un sartenazo: "¡El tiempo ha acabado!".

En su habitación, Ranma-m reflexiona: "Siempre he intuido las técnicas de combate, pero en el combate gastronómico..."; el panda sale tras ella con un cartel: "Tienes la boca pequeña.", y se la estira. Le golpea y sigue pensando: "Es más que eso. Combate...", y recuerda qué es combate (en japonés, pelea o soplar la comida); "¡Claro! Debo comer sin apartar la vista del plato. ¡He olvidado atacar!".

Y de repente, sale Soun vestido de criada: "¡Ya estoy aquí, Ranma!"; Ranma-m casi se muere del susto; "Sólo podía colarme así.", se excusa Soun, y le enseña el libro de antes. "Durante toda la historia, ha habido una facción rebelde, los petite bouche, porque su boca pequeña los ponía en desventaja. Crearon una nueva técnica: ¡el fatal gourmet du foie-gras!"; Ranma-m se lanza ávida hacia las páginas del libro: "¿Dónde está?". Pero descubre el problema: "Esa página está arrancada.".

Esa noche, Ranma-m y Picolet pasean por el jardín. "Picolet, ¿puedo hacerte una pregunta?", le dice Ranma-m; Picolet accede; "¿Te suena de algo el gourmet du foie-gras?". A Picolet se le cae la mandíbula hasta la cintura, se tambalea y se agarra a una estatua; "¿Tan mortífero es?", se pregunta Ranma-m. Pero la respuesta de Picolet es obvia: "Jamás lo he oído nombrag."; "¡Y quieres que me lo trague!", se solivianta Ranma-m; luego pone un gesto dulce e insiste: "Me ocultas algo.". Picolet se aprieta la boca: "Mis labios están selladós.". Ranma-m toma la iniciativa: "Me voy a casa."; Picolet la alcanza: "¡Espegá! ¡Te lo enseñagé!"; Ranma-m está expectante, y Picolet... le enseña un plato con una pastilla de foie-gras. "Es el plato más delicado de la cocina fgancesa. Se hace con hígado de ganso cebado.", explica el francés. Ranma-m insiste en saber más, y Picolet dice: "El gourmet du foie-gras es... esto.", y se lo come de un lengüetazo. "Eso es todó.", concluye.

Ranma-m, Akane, Soun y el panda miran cada uno su pedazo de foie-gras; en una mesita tienen una pila de pastillas de foie-gras. "Esto puede acabar con nosotros.", comenta Soun; "Tengo que descubrir el secreto de la técnica.", dice Ranma-m. Los cuatro lo prueban a la vez... se estremecen... y comentan la jugada. "Es sabroso; se extiende por todos los rincones de la boca.", dice Soun. "Y su aroma asciende deliciosamente hasta la nariz.", comenta Akane; "Espléndido es poco decir.", señala el panda en un cartel. "Es sabroso, aromático y exquisito.", piensa Ranma-m; "¿Dónde está el peligro?".

Mientras, Picolet se lo está contando a madame Saintpaul; a la mujer se le cae la mandíbula hasta la cintura. "Desde siempre, el gourmet du foie-gras ha sido nuestra mayor maldición. ¿Cómo se habrá enterado esa mocosa?". Ambos toman una determinación: "Antes de que aveguigüe algo, ¡nos casagemós!".

En la habitación de Ranma-m, Soun y el panda se pelean por un pedazo de foie-gras, mientras Akane pide que paren. Ranma-m está algo ausente, pero al girar la vista y ver Soun recriminando al panda, el cual se rasca satisfecho la barriga, cree ver algo: "Quizá... si sólo hay una porción de gourmet du foie-gras... ¡Pero no me parece lo bastante cruel!".

Escenas inolvidables: La aparición de Soun vestido de criada (y con bigote)

Capítulo 33. ¡Entrenamiento intensivo en el baño!

Número 11.
Picolet muestra un pollo entero a Ranma-m: "Abge la bocá."; Ranma-m consigue capturarlo en su enorme boca; "Una boca preciosa.", comentan las criadas. "Te has convegtidó en la novia pegfecta de la casá Shaldon.", dice Picolet estirándose la boca; "Aún no estoy a la altura de mi maridito.", dice Ranma-m estirando la suya, casi tan grande como la de Picolet.

Ranma-m se despierta gritando; "Sólo era un sueño."; al verse rodeada de oscuridad se pregunta si es aún de noche, pero un "Bonjour!" le saca de dudas: está dentro del beso de buenos días de Picolet, el cual sale volando por los aires.

Picolet la lleva a ver su regalo: un vestido de novia. Madame Saintpaul aparece: "Creo que tu novia está casi preparada, sobrino. Celebraremos la ceremonia la próxima semana."; Ranma-m se alarma, pero antes de poder decir nada, madame Saintpaul le encasqueta una sandía en la boca; "Antes tendrá que comerse esta sandía.", le dice; Picolet, con otra sandía en su boca, le da ánimos. Pero Ranma-m sólo puede pensar en que le queda una única semana para dominar el gourmet du foie-gras.

En la habitación de Ranma-m, el grupo hace repaso del combate gastronómico: "Consiste en comer lo más rápido posible."; el panda y Soun hacen un asalto, mientras Ranma-m hace repaso de las técnicas: "Deja a un lado el sentido común, bírlale la comida al adversario o impídele que coma."; "Pero si estás tan ocupado no puedes comer deprisa.", comenta Akane. "El gourmet du foie-gras gana a pesar de su boca pequeña, así que aún no tengo oportunidad de atacar.".

En la puerta del baño, Akane está haciendo guardia, mientras recuerda las palabras de Ranma-m: "Vigila que no entre nadie y no se te ocurra mirar."; "Debe estar entrenándose en el baño.", piensa. Del techo del baño, cuelgan cubos con agua fría y teteras con agua caliente; "Un cuerpo débil y la técnica del gourmet du foie-gras. No sé qué se propone.", piensa Genma. Ranma-m está en una silla, sólo vestida con el corsé de acero y un cuchillo y un tenedor; da orden a su padre de comenzar, y éste tira de una cuerda. Los cubos y teteras se precipitan hacia ella; "Sólo tocaré agua fría.", piensa. Con el cuchillo y tenedor va destrozando los cubos y dejando intactas las teteras a una velocidad endiablada.

"Qué técnica tan perfecta.", comenta Soun. Pero Genma ataca a traición a Ranma-m con agua caliente y éste empieza a gritar. Akane entra alarmada y cuando ve a Ranma-h con el corsé de acero se queda de piedra; y Ranma-h también: "¡Idiota! ¡Te dije que no entraras!", le recrimina. Soun tapa los ojos a Akane y la pone de espaldas: "Comprende como se siente Ranma. A causa del entrenamiento tiene que llevar un corsé de acero que comprime su cuerpo... ¡y tiene pinta de pervertido!". "¡Mira quién fue a hablar! ¡La criadita con bigote!", responde Ranma-h.

Tres días después, la comida finaliza sin que Ranma-m haya acabado con su plato; madame Saintpaul le llama la atención; "Es que con los nervios de la boda...", se excusa ella. "¡Es usted adogable, mademoiselle Ranma!", ríe Picolet, y ella secunda su risa. Pero madame Saintpaul está preocupada; "Ha cambiado. En los dos o tres últimos días...", y le cae la mandíbula a la cintura; "¡El gourmet du foie-gras! ¡Esa horrible técnica!".

Mientras, Akane pregunta a Ranma-m en su habitación: "¿De verdad da resultado el entrenamiento?"; Ranma-m contesta afirmativamente, pero Akane sigue sin verle el truco al entrenamiento de los cubos y las teteras. "Además, cada día tiene peor aspecto.", piensa observando a la demacrada Ranma-m.

Akane vuelve al dojo y pregunta a Happosai; "¿Gourmet du foie-gras? ¿Qué es eso?", pregunta el viejo mientras asa unas patatas. Akane le muestra las páginas arrancadas del libro, y luego observa la hoguera, donde ve arder unas páginas en francés.

Mientras, Ranma-m sigue el entrenamiento en la casa Shaldon. Uno tras otro, abate los cubos y deja las teteras. "Tiene una puntería excelente.", comenta Genma; "Es imposible seguir el tenedor con la vista.", dice Soun.

Mientras, Kasumi se esfuerza en traducir lo poco que Akane ha rescatado de la hoguera de Happosai, las últimas líneas del gourmet du foie-gras. "La explicación ha ardido.", piensa, pero lee las líneas: "Es muy peligroso usar esta técnica. El maestro del gourmet du foie-gras se debilita hacia el final."; y Akane se alarma al recordar el aspecto de Ranma-m.

Capítulo 34. ¿Una técnica mortal perfecta?

Número 11.
Akane corre alarmada hacia la casa Shaldon recordando lo leído: "El maestro del gourmet du foie-gras se debilita hacia el final.".

En la habitación de Ranma-m, ésta está a punto de hacer una demostración a Soun y el panda. "Prestad atención. Voy a hacer que desaparezca la sandía.", comenta mientras los espectadores comen sendas rodajas. "¡Técnica fatal del gourmet du foie-gras!", grita Ranma-m y mueve sus manos con rapidez. Akane irrumpe en la habitación en ese instante y ve a Ranma-m plantada en el movimiento final, pero no se ve la sandía. "La sandía ha...", comenta Soun; "Desaparecido", termina el panda en un cartel. Akane no sabe lo que ha pasado. "Lo logré.", dice Ranma-m dejando caer el cuchillo; "Logré dominar el gourmet du...", y cae desmayada hacia atrás, golpeándose con una sandía.

Akane comenta el descubrimiento a su padre mientras todos vigilan a la inconsciente Ranma-m en la cama. "¿Cómo actúa esta técnica?", pregunta Akane a su padre; "No te asustes.", le responde Soun; Akane mira expectante; "Estábamos comiendo sandía y no nos dimos cuenta de lo que hacía."; Akane los mira con cara de incredulidad. "Sólo he perfeccionado el gourmet du foie-gras.", comenta Ranma-m que ya ha vuelto en sí. "Prepárate, Picolet. Te las verás conmigo.", dice levantándose. Akane trata de pararla: "¡Ranma! ¡En este estado...!"; pero Ranma-m la corta: "¿Te parece bien que me case con Picolet?". Soun le da la razón: "Debes vencerle a cualquier precio.". El panda le quita el vestido y deja de nuevo a la vista el corsé de acero; Akane ya está convencida: "Ahora Ranma no puede convertirse en hombre.".

Y ante sus ojos atónitos, el corsé cae a los pies de Ranma-m. Al principio no cae en la cuenta, pero a los pocos segundos lo nota: "Ha caído."; Soun la felicita: "¡Éste es el premio a tan severo entrenamiento!"; Ranma-m grita alegre: "¡Me puedo convertir en hombreeee!". Todos deciden irse, pero Ranma-h, tras haberse transformado, los para: "Ese Picolet, se va a enterar. Me humilló siendo hombre y como hombre se lo haré pagar ¡con la técnica fatal del gourmet du foie-gras!". "¡Ranma!", le llama Soun; "¡No me detendrás!", insiste él; pero Soun insiste: "¿No irás a salir con esa pinta?". Y Ranma-h se da cuenta de que aún lleva medias y liguero, mientras el panda le llama pervertido en un cartel y Akane vuelve la vista con vergüenza ajena.

En el salón, Picolet toma té y pasteles de la forma habitual. Ranma-h entra con decisión: "¡Picolet! ¡Acabemos con esto!". Picolet sonríe: "Tú egés el de la otga vez..."; Ranma-h sonríe: "Veo que no me has olvidado."; "Claró que no. Me debes cien mil yens.", dice enseñando la factura con la punta de la lengua. Ranma-h se da un golpe de despiste en la cabeza y sale diciendo "Adieu"; "Que gagó es todo estó.", piensa Picolet mientras se apresta a seguir con su té. Unas manos salen tras él y le estiran de la boca; "¿Quién soy?", le dice Ranma-m.

Picolet escucha la solicitud de Ranma-m: "Antes de la boda quiero enfrentarme a ti, y si gano... ¡cancelaremos la boda!". Picolet sonríe condescendiente: "Es una niñá adogable. Cree que puede vencegmé."; madame Saintpaul aplaude la idea: "En todas las bodas de la familia Shaldon, se celebra un banquete de graduación en honor a la prometida."; Ranma-m sólo piensa en que va a poder mostrar los frutos de su entrenamiento. Pero al quedarse solos, madame Saintpaul se lo comenta a Picolet; "Tiene un ocho o nueve porciento de probabilidades de no equivocarse usando el gourmet du foie-gras."; a Picolet se le cae la mandíbula del susto.

De nuevo en su habitación, Ranma-m se apresta a hacer una demostración a Akane: "Le doy la comida a los demás y yo no como nada."; se lanza sobre las dos rodajas de sandía y éstas desaparecen ante la mirada de Akane, que al volverse las ve en las bocas de Soun y el panda. "Para hacer el foie-gras se ceba a los gansos.", comenta Ranma-m; "Se llama técnica del gourmet du foie-gras porque se ceba al contrincante.". Akane recuerda el ejercicio del baño y la frase de "débil hacia el final", y ya le encuentra sentido a todo.

Pero madame Saintpaul tiene un as en la manga: "Monsieur Picolet, conozco un método para contrarrestar la técnica del gourmet du foie-gras."; Picolet se alegra: "¡Aún tengo una posibilidad de ganag!".

Escenas inolvidables: Ranma-h con medias y liguero; todo un pervertido.

Capítulo 35. ¡¡La batalla decisiva!! Combate en la mesa.

Número 12.
Instituto Furinkan; la megafonía anuncia un combate gastronómico en el gimnasio tras las clases. Llegado el momento, en el gimnasio hay un ring con una mesa elegantemente dispuesta, mientras que el público que lo abarrota comenta los rumores. "¡Adversarios al ring!", llama una voz; todos se giran para ver pasar a Ranma-m, con un bonito vestido, seguida de Akane con el traje de doncella. "¡En la esquina azul, la aspirante a prometida, Ranma Saotome!", dice la megafonía; los compañeros de Ranma-h le animan para que vengue el robo de su comida en su día. Entonces aparece la misteriosa figura de Picolet, caminando hacia el ring y soplando toda la comida a su paso; "¡En la esquina rosa, Picolet Shaldon!", dice la megafonía mientras Picolet entra en el ring aún masticando.

"Confía tanto en ganar que se ha tomado un aperitivo.", comenta Soun en la esquina, aún con el traje de doncella; "¡Perderá!", piensa Ranma-m; "Con mi técnica fatal del gourmet du foie-gras, le meteré la comida en la boca y le sacaré ventaja.". Picolet sonríe: "Mademoiselle Ranma, sin dudá voy a ganag este combaté. Te convegtigás en mi prometida.", y le da un beso de los suyos ante los gritos de asco del público; y Ranma-m lo manda por los aires. Madame Saintpaul, árbitro del encuentro, recuerda las reglas: "Ganará quien antes se acabe la comida del plato. No debe de verse comer a los participantes; si se les viera comer, serán penalizados.". Kasumi y Nabiki comentan algo; "Ranma suele combatir en la escuela.", recuerda la mayor; "Se hundirá si vuelve a perder delante de todos.", comenta la mediana. Y mientras, los compañeros de Ranma-h lloran y piden venganza por sus panes robados.

Ambos contendientes se sientan; "A sus puestos... en posición de comer... ¡adelante!". El combate comienza; la velocidad de movimientos es tal que, efectivamente, no se les ve comer; "¡Los platos de Ranma están más vacíos!", comenta alguien; "¡Si sigue así ganará!"; Akane piensa que es todo debido al gourmet du foie-gras, ya que Picolet ha de comer lo que le mete Ranma y lo suyo. Pero Picolet hace entonces un comentario que deja helada a Ranma-m: "Voy a contragestag el gourmet du foie-gras."; y de repente, del techo caen dos enormes pollos asados. Ranma-m tiembla: "¿Ha descubierto la técnica...? ¡No puede ser!"; vuelve a lanzar un costillar, pero... la boca de Picolet está cubierta con un plato y rebota; "¡No puede ser!", piensa Akane.

Madame Saintpaul está encantada: "¡Qué elegancia!"; "¿Te parece elegante?", comentan entre el público. Pero Ranma-m no se rinde; lanza otro plato que se encasqueta en la boca de Picolet junto al otro, dejando entre ambos hueco suficiente para que Ranma-m empiece a colarle de nuevo comida; "¡Esta chica es despreciable!", piensa madame Saintpaul. Picolet hace un nuevo comentario: "Ahoga el segundo movimientó..."; escupe ambos platos hacia arriba, momento en el que Ranma-m trata de meterle un nuevo pedazo... y todos quedan atónitos al ver como Picolet ha desviado la boca hacia arriba, evitando su entrada. Ranma-m vuelve a intentarlo, y Picolet gira la boca hacia otro lado; y otra vez; "¡Hace unas muecas espantosas!", grita Soun espantado; "¡Tú lo has dicho!", replica Akane también con cara de asco.

Picolet sonríe mientras voltea un pollo: "Sólo ega una defensá. Ahora, yo... ¡inicio mi ataque!", y se lanza con el pollo hacia Ranma-m, la cual a su vez se abalanza sobre él con otro pedazo. El público ve espantado el resultado: Picolet ha evitado su pedazo pero Ranma-m tiene encasquetado el pollo en la boca; "¡Ciento cincuenta puntos de penalización por vulgar!", grita madame Saintpaul dando un sartenazo a Ranma-m. Akane está alarmada: "¡El gourmet du foie-gras no funciona! ¡Ranma tendrá que ser su novia!".

Capítulo 36. Después del banquete.

Número 12.
Todos están expectantes. "Mademoiselle Ranma, ese método ya no te sigve conmigó.", dice Picolet; Ranma-m piensa: "Si vuelvo a usar el gourmet du foie-gras, irá en mi contra... como sea..."; y vuelve a lanzarse contra Picolet con un pollo en la mano, a pesar de las advertencias de Soun y Akane; "Inténtalo todas las veces que quiegás.", sonríe Picolet, y hace la mueca de desvío mientras lanza su comida contra Ranma-m. Pero Ranma-m gira la cara y evita que meta la carne en la boca; y todos ven entonces que la mano de Ranma-m sostiene... una flor. Picolet queda sorprendido, y sobre su boca caen tres pollos, que traga uno tras otro. Todos sonríen: "¡Una finta ofensiva!"; "¡Se le ha visto comer!", reclama Soun; "Eso", insiste el panda en un cartel. Pero madame Saintpaul estaba "casualmente" mirando a otro lado y no lo ha visto.

"Esplendidó, mademoiselle Ranma. Estoy deseando que seas mi prometidá.", sonríe Picolet; "¡Ganaré este combate!", le replica Ranma-m. Picolet cierra los ojos: "Basta de juegos... luchemos en serio. ¡La técnica secreta del combate gastronomicó!", grita alzando los cubiertos en las manos ante la mirada sorprendida de Ranma-m. Y, sorprendiendo a todos, deja caer los cubiertos, se inclina sobre el plato... y ante el asco de todos comienza a chupetear su contenido; "¡Come como un perro!", grita uno de los compañeros de Ranma-h. "¡Picolet Shaldon, eres un cobarde!", grita Soun; "Si adoptas esa posición es porque temes el gourmet du foie-gras."; sin embargo, madame Saintpaul está satisfecha; "Está en apuros, mademoiselle Ranma.", piensa.

Pero al girarse para ver a Ranma-m, la ve moviéndose a toda velocidad y vaciando los platos; "¿A dónde va a parar la comida?", se pregunta Akane; y al girarse a preguntar a su padre, le ve con la boca llena de la comida que ha lanzado Ranma-m, la cual también se reparte entre sus compañeros que mastican agradecidos. Pero Soun hace un comentario: "¡Ranma está en desventaja! Sus movimientos no afectan a Picolet, pero su debilidad puede traicionarla."; Akane también se da cuenta: "Te entrenaste sin comer ni beber; te fallarán las fuerzas.", piensa. Ranma-m ya empieza a debilitarse; "Casi no veo.", piensa mientras sigue lanzando platos a diestro y siniestro. Y Picolet se prepara para el asalto final: "¡Este es el plato final!", grita mientras se abalanza sobre una pequeña hamburguesa.

Pero Ranma-m le quita el plato y lo lanza por los aires. Sin embargo, éste describe una parábola en el aire y vuelve volando hacia la mesa; "¡A Ranma aún le quedan dos platos!", grita el público. "Dentgo de pocó esto habrá tegminado.", dice Picolet esperando con la boca abierta. Ranma-m se desespera: "¡Si hubiera comido más, tendría más fuerzas! ¿Qué hago? ¡Tengo tanta hambre que no puedo ni pensar!"; y de repente cae en la cuenta; "¡Se acabó!", grita. Y comienza a comer con tal voracidad que no se ve la comida entrar en su boca.

El plato continua su viaje... y Ranma-m lo para antes de que entre en la boca de Picolet; "Estaba delicioso.", comenta irónica mientras se limpia y sus platos relucen sin comida. "¡Ha ganado!", grita el gimnasio al completo.

Picolet se despide; "Mademoiselle Ranma, eges libre. Lamento profundamenté que no podamos casagnós."; "Bueno, anímate.", le dice Ranma-m, a la que acompaña Akane. "Pero mi cogazón segá tuyo paga siempre.", dice el muchacho volviendo la mirada y marchando con aire triste; Ranma-m aún lo llama: "¡Picolet! ¡Anímate! Seguro que encuentras una novia mejor que yo."; Picolet se vuelve con sonrisa melancólica y da su despedida final: "Adieu.". "Picolet, eres un gran tipo.", dice Ranma-m; "Se ha portado como un caballero.", comenta Akane.

Pero al poco tiempo, Picolet vuelve a la casa de los Tendo con la factura del primer combate; "Tendrás que dagme una hija como prometidá.", le dice a un incrédulo Ranma-h. "Akane, no tengas hijas.", le dice Soun a su hija con lágrimas en los ojos; "¡Y a mí que me cuentas!", le replica Akane.

Escenas inolvidables: Picolet sorbiendo de los platos como un perro.

Capítulo 37. ¡No quiero a Ranma!

Número 12.
Casa de los Tendo; Akane va a la carrera tras Happosai, que porta un sujetador; "¡No cojas mi ropa interior!", le grita Akane; en ese momento sale Kasumi con una bandeja de té y salsas; Akane coge la salsa de soja y se la arroja al maestro, que la esquiva. Pero el bote sigue su trayecto hacia la puerta, que entonces se abre: "¡Ya estoy en casa!". Es Nabiki, y sobre ella cae el bote; mira con preocupación la mancha en la cazadora; "Era nueva.", murmura. Akane está muy apurada, y se acerca a su hermana pidiendo disculpas; "Las manchas de soja no se van.", observa Kasumi; "Y es blanca.", dice Nabiki. Akane vuelve a disculparse: "Lo siento, de verdad."; Nabiki se la quita: "Vale; la verdad es que es tuya."; y cuando Akane la coge cae en la cuenta y se enfada.

En la habitación de Nabiki, ambas hermanas discuten; "No te pongas así.", dice la mayor; "¡Encima de que me coges la ropa!", le recrimina Akane; "Venga, te doy lo que quieras.", le dice Nabiki abriendo el armario; Akane coge un vestido: "¡Qué bonito...! ¡Si es mío!". Akane sigue registrando la habitación de su hermana y encuentra un montón de cosas; "¿Tienes algo más?", pregunta enfurecida; "Sólo lo había cogido prestado.", comenta tranquilamente Nabiki. En ese momento entra Ranma-h con una toalla; "Nabiki, la toalla que me dejaste está hecha un asco; limpié el gimnasio con ella."; "Da lo mismo.", dice Nabiki mientras Akane coge la toalla y se enfurece: "¡Este bordado lo hice yo!"; Nabiki le pregunta y Akane responde llorando: "¡Sí, la del dibujo de conejitos!". Ranma-h se sorprende: "¿Conejitos? ¿No eran medusas?"; y Akane empieza a echar fuego por el cuerpo.

En la cena, Ranma-h come cubierto de hematomas; Nabiki le habla: "Siento tener una hermana tan violenta."; Ranma-h asiente; "¡La mala eres tú! ¡Cogiste mis cosas!", replica Akane. Nabiki la ignora: "Pero eres su novio. Estarás acostumbrado."; "Ajá.", responde Ranma-h; Akane se solivianta: "¡Ranma! ¿Por qué te pones de su parte?". Ranma-h la mira sonriendo: "La verdad, me alegro de que no se te estropease el vestido que mejor te queda."; Akane, sorprendida, empieza a pensar cual puede ser, pero Ranma-h la saca de dudas: "¡El kimono de artes marciales! Da igual que se te estropeen el resto."; Akane le estampa la mesa en la cabeza mientras Soun pide a las hermanas que dejen sus peleas.

Akane se alivia rompiendo ladrillos y llamando imbéciles a su prometido y su hermana. Kasumi, mientras, va a hablar con Ranma-h; "¿Que consuele a Akane? ¿Por qué yo?", le pregunta Ranma-h; Kasumi le contesta dulcemente: "Akane es violenta y muy desobediente. No es cuidadosa, es torpe y poco agraciada; pero es una mujer."; Soun y Nabiki aparecen; "Exacto; tú eres su novio.", dice el padre; "Sólo debes decirle algo amable.", sugiere Nabiki; Ranma-h le pregunta por qué no ella, pero Nabiki se niega: "Yo he hecho enfadar a Akane, pero tú la has ofendido.".

En el balcón, Akane sacude su toalla mientras piensa que hasta que no se disculpen no le hablará. Pero nota entonces a Ranma-h tras ella, colgado boca abajo de la viga del balcón; ella gira la cabeza; Ranma-h se pone a otro lado y Akane vuelve a esquivarlo; Ranma-h vuelve a moverse; "¿Qué?", le grita Akane ya cansada. "¿Qué te he hecho?", le pregunta Ranma-h; "Te has compinchado con Nabiki para dejarme en ridículo.", responde Akane. La interfecta aparece entonces; "Akane, te precipitas; haces el ridículo, pero..."; "No estamos compinchados.", concluye Ranma-h; "Hemos actuado por separado.", insiste Nabiki; "Si hemos coincidido ha sido por casualidad.", repite Ranma-h. Akane se está enfadando; "¡No volváis a hablarme!", grita mientras da un puñetazo al suelo del balcón. Y éste se rompe en mil pedazos, mientras en el salón Kasumi recuerda su penoso estado y Soun dice, tranquilamente, que ya lo arreglará.

Akane se precipita al vacío. Da una vuelta en el aire y consigue apoyarse en la rama de un árbol; pero ésta se rompe y cae de culo; se acaricia las doloridas posaderas cuando se da cuenta de algo: "¡Nabiki! ¡No sabe reaccionar ante...!"; y al volverse ve a Ranma-h caer con Nabiki en brazos. "Vaya, me has salvado, Ranma.", dice ella; "Estabas en peligro.", responde él. Akane no se lo puede creer. Nabiki reconoce la situación: "Has metido la pata. Te has equivocado de chica y me has salvado a mí."; Ranma-h lo niega: "¡Qué tontería! Lo he hecho porque tú eres más débil."; se dirige a Akane: "Estás bien, ¿verdad?"; pero Akane está dolida por lo que ha pasado. Se revuelve y le da un bofetón; "¡Déjame en paz!", grita con lágrimas en los ojos; "¡Si quieres prometerte con ella, por mí no hay problema!".

"¿Pero qué tonterías estás diciendo?", dice extrañado Ranma-h; pero Nabiki da la sorpresa: "Akane, ¿me lo regalas? Gracias.", dice cogiendo a Ranma-h. A Akane le tiembla el corazón; Ranma-h se queda helado. Akane se vuelve a mirarlos; "No es un préstamo. Me lo quedo.", dice Nabiki con sonrisa malévola; "¡No te lo pienso devolver!". Y Akane, encabezonada, le pone a Ranma-h una etiqueta de regalo: "¡Te lo regalo!".

Capítulo 38. Una confesión sincera.

Número 13.
El rumor se ha corrido como la pólvora en el Furinkan; "Ranma ha cambiado a Akane por Nabiki."; ambas hermanas entran al instituto; "Me pregunto cómo lo han sabido.", dice Nabiki; "Lo saben por ti.", dice Akane, que al volverse ve a Nabiki arrojando panfletos que lo anuncian a los cuatro vientos. Kuno está satisfecho: "Akane Tendo, eres libre. ¡Puedes refugiarte en mis brazos!", dice lanzándose sobre ella. Ranma-h cae sobre su cabeza; "Buenos días, Kuno."; "Buenos días, hermanito.", le dice el alumno senior, y Ranma-h le pregunta qué dice, y Nabiki le da un codazo de recordatorio; "Akane estará en buenas manos conmigo.", insiste Kuno. Y Akane lo lanza por los aires.

"Tú también piensas que Ranma es fantástico, ¿verdad?", dice Nabiki; "Por cinco mil yens es tuyo.", termina por decir; "¡Me vendes!", grita indignado Ranma-h; Akane se niega y da un consejo a su hermana: "Será mejor que empieces a entrenarte. Ya lo comprenderás.". Ukyo, desde una ventana, ha visto la escena mientras leía uno de los panfletos, y un plan toma forma en su cabeza. En la clase 2-E, Nabiki recibe un okonomiyaki volante citándola detrás del gimnasio.

Allí aparece, preguntando a Ukyo qué pasa; "Yo también soy la novia de Ranma. Pensé que debíamos saludarnos."; pero el plan de Ukyo es muy distinto: "No lucha tan bien como Akane; si la asusto un poco, ¡seré la única prometida!".

Mientras, Ranma-h se ha enterado: "¿Que Ucchan y Nabiki...? ¡No puede ser!", y sale corriendo; las compañeras preguntan a Akane si no va, y ella dice que no; "Nabiki, idiota. Si eres la novia de Ranma no durarás mucho tiempo con vida.", piensa.

Nabiki ha visto las intenciones de Ukyo; "¡No tendré compasión!", dice la cocinera mientras se lanza con su pala gigante, a la vez que aparece Ranma-h tratando de evitarlo. Pero Nabiki lanza una propuesta: "¿Y si te lo vendo por seis mil yens?". Ukyo acepta: "¡Lo compro!"; Ranma-h se cae de la impresión. "Es tuyo.", dice Nabiki; pero antes de que Ukyo pueda comenzar a disfrutarlo, unas mazas de gimnasia caen sobre ella; el aire se llena de pétalos de rosa negra; "Vender a Ranma por ese precio... ¡esto no quedará así!", dice una voz, y Kodachi aparece en sus maillots haciendo una nueva oferta: "Seil mil cien yens.". Entre ambas comienza una escalada: "6.200", "6.250", "6.300, mi última oferta.", "6.350". Nabiki mira contrariada a Ranma-h: "¿Es que las estudiantes no se gastan dinero en hombres?"; "¡Pero serás...!", le replica Ranma-h muy enfadado.

Pero de repente nota el peligro y coge a Nabiki, apartándola a tiempo de una de las mazas de Shampoo; "Nabiki, ha llegado tu hora.", le dice. Nabiki, al ver a las otras pretendientes, cae en la cuenta. Mientras, Akane sigue dándole vueltas a la cabeza; "No sé como miraré a mi hermana a la cara; y él la salvó."; y piensa en ambos abrazados, ella preguntando si la salvará otra vez, Ranma-h respondiendo que sin dudarlo; Akane se llama tonta. Pero sale con unas ramas de árbol en las manos a ver que pasa; y ve a Nabiki y Ranma-h huyendo del ataque del resto de prometidas.

"¡Devuélvemelo ya!", exige Ukyo; "¡La vida de Ranma, mi prometido, es preciosa.", grita Kodachi; Ranma-h, mientras, recibe todos los palos protegiendo a Nabiki; "Te arriesgas por protegerme.", dice ella y Ranma-h le grita que todo es culpa suya. Shampoo se lanza sobre ellos, pero golpea a Ranma-h; Ukyo trata de golpear a Shampoo; y Kodachi se lanza sobre Ukyo. Y al final se dan cuenta de que Ranma-h y Nabiki han desaparecido. En unos arbustos, ambos se esconden, Nabiki ilesa y Ranma-h lleno de chichones; "¿Volverás a protegerme si me atacan?", pregunta Nabiki; "¡Ni hablar!", dice Ranma-h muy decidido. En ese momento se dan cuenta de que están sobre alguien conocido; "¿Akane? ¿Qué haces?", pregunta su hermana.

Esa noche, en casa de los Tendo, Kasumi insiste a Akane: "Debes reconciliarte con Ranma."; Soun saca a relucir el tema del negocio: "Para el dojo Tendo, los sentimientos de los implicados no cuentan."; "Pero Nabiki seguro que vende el dojo y se gasta el dinero.", presiente Kasumi. "¡Reconcíliate con Ranma!", suplica Soun a su hija menor. Akane, más tarde, tumbada en su cama, reflexiona: "Tal vez no van en serio."; y recuerda lo que le dijo Kasumi: "Fue una pelea de enamorados."; así que Akane se decide y va hacia el cuarto de su hermana.

Pero antes de entrar escucha la voz de Ranma-h. "¡No me digas esas cosas! ¡Estás diciendo cosas muy raras!", dice Ranma-h; "No lo digo en serio. Ya sabía yo que estabas enamorado de Akane.", le sonríe Nabiki mientras le sigue curando los rasguños. "¿De ese marimacho?", replica Ranma-h, y Akane aprieta los puños tras la puerta; "Pero es culpa tuya que no podamos reconciliarnos.", recrimina a Nabiki. Pero ella pone la mirada seria: "¿Aún no te das cuenta de lo que siento?"; Ranma-h queda sorprendido e intrigado; Akane apoya la oreja en la puerta. Nabiki sigue hablando: "No pensaba decírtelo nunca. Hace mucho tiempo que... estoy enamorada de ti.". Y a Ranma-h casi le da un pasmo; se aleja de ella sudando; "¿Es una broma?"; pero Nabiki dice algo muy convincente: "Te quiero.".

Tras la puerta, Akane siente al corazón salírsele del pecho; "Hermana, ¿es verdad eso?", se pregunta.

Capítulo 39. Los sentimientos de Akane.

Número 13.
A la mañana siguiente, Akane aún piensa en las palabras de su hermana: "Estoy enamorada de ti."; "No conocía los sentimientos de mi hermana.", piensa, y se pregunta qué hará Ranma-h. Ranma-h está entrenándose en el jardín; Akane asoma tras la esquina y lo observa, pero Ranma-h la ve de reojo; "¿Qué quieres?"; Akane sonríe con ironía: "No estás en forma. Te va bien con Nabiki, ¿no?"; Ranma-h da una negativa: "Los sentimientos no influyen en mi entrenamiento. Y no eres mi prometida, así que te da igual.". Akane sigue pensando: "Era una confesión muy directa. ¿Qué pensará de Nabiki?". Pero la respuesta le viene cuando aparece su hermana: "¡Buenos días, Ranma!"; Ranma-h casi se desmaya de los nervios y acude como un perrito cuando Nabiki se le ofrece para limpiarle el sudor; y Akane los mira temblando de celos.

"¡Ese Ranma! ¡Lo odio!", va gritando Akane mientras corre camino de la escuela. Al llegar al Furinkan, como en los viejos tiempos, sale el grupo de chicos para pelear con ella, pero de nuevo como en los viejos tiempos, Akane se deshace de ellos sin contemplaciones. "Vaya hermanita tengo. Igual que antes de tener novio.", sonríe Nabiki; Ranma-h, junto a ella, comenta que no sabe qué le ven.

Aula 1-F. En plena clase de inglés, Ranma-h lanza un papelito a Akane; Akane lo abre y lee: "Haz las paces con Nabiki."; Akane le devuelve un papel con una sola palabra: "Idiota."; Ranma-h responde: "Idiota tú, idiota."; Akane le lanza un cuaderno con todas sus páginas repletas de "Idiota"; Ranma-h salta: "¡Es culpa tuya que no podamos arreglar esto!", le grita; "¿Pero qué dices, cretino?", le responde Akane. Y ambos acaban en el pasillo con sendos cubos de agua; Ranma-h sigue insistiendo: "Yo no tengo lo culpa; lo nuestro fue un compromiso de conveniencia."; "Pues para eso ya te sirve Nabiki.", contesta Akane; "Tienes razón; no volveré a liarme con una marimacho que me casca, me mete en líos y no es guapa.", responde Ranma-h, y se apresta a la defensa. Pero Akane permanece con la mirada baja; y al mirarla, Ranma-h ve que las lágrimas están a punto de aflorarle; "Eso que has dicho, le gustará a Nabiki.", dice ella.

En el patio del Furinkan, Ranma-h habla con Nabiki; "¿Qué pasa?", le pregunta ella; "Lo de ayer, era broma, ¿no?", sonríe Ranma-h. Nabiki gira la cabeza con gesto triste: "¿No te gustan las chicas mayores?"; y se tapa la cara como si fuera a llorar; "¿Me has cogido manía?". Y Ranma-h salta alarmado hacia ella: "No... no me importa la edad."; Nabiki se encara a él: "¿De verdad? ¡Qué feliz soy!", grita con una espléndida sonrisa. Ranma-h piensa en la situación; decirle que no puede ser su novio, y Nabiki, incapaz de aguantarlo, yéndose para siempre; "No, no quiero herir sus sentimientos.", piensa.

Y mientras Ranma-h busca la forma de decirlo, Nabiki está de negocios con los chicos del Furinkan. Ranma-h siente algo y se gira hacia Nabiki, ya solitaria; pero a Nabiki se le caen las pocas fotos que le quedaban; "¿Qué es esto?", dice Ranma-h, que se está poniendo malo de ver las fotos de Ranma-m desnuda; "Aunque salgas con esa pinta, ya no puedo guardar esas fotos de la persona que amo.", le responde Nabiki. "¿Y las vendes?", le grita Ranma-h; "¡Se prestan a venderlas!", protesta Nabiki.

Una voz habla desde el aire: "Negociar con el amor; si eres capaz de hacer eso, ¡acepta tu destino, Nabiki Tendo!"; es Ukyo que lanza una espátula sobre Nabiki; Ranma-h la para pero ve un papelito atado a la misma, que resulta ser un billete de mil yens; "El alquiler de Ranma.", dice Ukyo; "Mil yens la hora.", le informa Nabiki. Y mientras Ukyo se lo lleva, un grupo de chicos viene a alquilarlo para un partido, a pesar de las protestas de Ranma-h.

Akane pasea triste por las calles de Tokyo; "No quiero ir a casa, donde están mi hermana y Ranma. No quiero volver.", piensa; pero una voz la saca de sus pensamientos: "¡Akane! ¿Qué te pasa? Parece que se vaya a acabar el mundo."; es Nabiki, que sonríe a su hermana: "Es por Ranma, ¿eh? Dos mil yens y es tuyo."; Akane sólo mira a su hermana con un suspiro en la boca. Nabiki la mira contrariada: "¿No lo quieres? ¡Cabezota! Si lo quieres debes decírselo."; "Yo no soy como tú.", acierta a murmurar Akane; y se gira casi llorando: "¡No puedo decir esas cosas!"; y Nabiki la mira con sorpresa.

Escenas inolvidables: Ranma-h nervioso perdido ante Nabiki.

Capítulo 40. Lo siento, Ranma.

Número 13.
Ambas hermanas conversan en un salón de té. "¡Ja, ja! ¡No lo decía en serio, Akane!", ríe Nabiki; "No estoy enamorada de Ranma.". La cara de su hermana es de alivio; "Eso no está bien, hermana.", le responde Akane; "Eres una persona fría y manipuladora. No parecía una broma.", dice recordando la declaración de Nabiki. "¿No lo quieres por mil quinientos yens?", insiste Nabiki; "Imposible.", responde Akane; "¡De saldo! Novecientos ochenta."; Akane se vuelve a negar: "Quiero a Ranma. Por eso soy desobediente."; Nabiki trata de insistir otra vez, pero su hermana la corta; "Bien.", dice Nabiki con mirada pérfida.

Esa noche, Ranma-h se arrastra hacia casa de los Tendo, apoyado en un palo; "Maldita Nabiki. No se lo perdono; cortaré con ella.", va diciendo mientras recuerda la paliza deportiva que ha tenido toda la tarde. Y así entra a casa de los Tendo: "¡Eh, Nabiki!", grita; y ella se abraza a su cuello: "¡Bienvenido, cariño!"; Ranma-h se asusta, mientras Kasumi y el panda miran con sorpresa; la propuesta de Nabiki es más atrevida: "¿Quieres darte un baño? Te frotaré la espalda.". En ese momento, una ola de furor se apodera de la casa; Akane aparece ardiendo de celos; Nabiki sonríe; "Ahora te costará más caro.", piensa; Ranma-h está asustado: "¿Qué te pasa? Acabo de llegar y aú no te he..."; pero el furor de Akane desaparece como vino; y ella se marcha a pesar de la llamada de Ranma-h. Y durante la cena, Nabiki da de comer a Ranma-h y la ola de furor vuelve a surgir, ante el terror del panda expresado en un cartel y el de Soun; "Papá, tienes mala cara.", observa Kasumi.

Esa noche, Akane está pensando en su cuarto; "Vale. Ranma y Nabiki pueden hacer lo que quieran. No me importa."; pero escucha a su hermana en el cuarto contiguo hablar: "Oh, Ranma, adelante."; apoya un vaso en la pared y se pone a la escucha; "¡Para, Ranma! ¡Hasta que no nos casemos no podemos llegar al final!"; a Akane se le quiebra el vaso en la mano y se imagina la escena: Ranma-h, convertido en lobito babeante, sobre su hermana, excusándose en que están prometidos. Akane irrumpe en la habitación de Nabiki: "¡¡Ranma!!". Pero sólo está su hermana tomando un té; "Te he pillado, Akane. Ranma empieza a descontrolarse; ¿no me lo quieres comprar?", insiste; "No me lo creo.", dice Akane casi furiosa; "¿No te importa Ranma?"; Nabiki responde pragmáticamente: "Sólo cinco mil yens.".

A la mañana siguiente, mientras hace su carrera matinal, Akane sigue pensando; "Me reconciliaré con Ranma."; piensa en la frase que provocó todo el lío; "¿Por qué dije eso? Si le digo que lo siento, todo será como antes...". Pero Ranma-h aparece de un salto frente a ella; Akane se ruboriza y desvía la mirada; "¡Menudo susto!", se queja; Ranma-h habla con mirada severa: "No sé muy bien por qué, pero lo siento. ¿Podríamos hacer que todo fuera como antes?"; Akane lo mira con sorpresa.

Ambos se apoyan en la valla del canal; Akane habla mirando al suelo: "A mí no me importa."; "Vaya. Está bien.", le sonríe Ranma-h; Akane se ruboriza; nerviosa, vuelve a mirar al suelo y a hablar: "Lo siento; me he portado mal."; Ranma-h la mira y le da una efusiva palmada en la espalda, que casi la descoyunta: "¡Tranquila, todo arreglado!", pero Ranma-h no para ahí: "He sido víctima de una pelea entre hermanas. No importaba quién fuera la prometida. ¡No sé quien es peor, la hermana liosa o la marimacho! ¡Ja, ja!". Akane, que se ha ido enfadando, estalla y lo lanza al canal. "¡Idiota, eres un insensible!", le grita desde arriba; "¿Te has vuelto loca?", le recrimina Ranma-m; "¡Sí, eso es!", le grita Akane y le lanza un buzón. Akane corre a su casa llorando: "Ranma, eres un imbécil. Pensé que podríamos hacer las paces, pero...".

A la hora del desayuno, Nabiki nota que la tensión entre ambos se puede cortar con un cuchillo. Ranma-h se levanta y da una orden: "Prometida Nabiki, vamos al colegio.", y arrastra a su nueva prometida, que llama infructuosamente a su hermana; "Esa idiota de Akane.", piensa Ranma-h. Todos miran a Akane, y mientras, Nabiki piensa que la ruptura parece ir en serio.

Escenas inolvidables: Los terroríficos ataques de furor celoso de Akane.

Capítulo 41. Lo siento, Akane.

Número 14.
En el Furinkan, Akane aún está meditando el asunto de la mañana: "Ese idiota; creí que podríamos hacer las paces..."; Ranma-h también mira a Akane con mala cara; "No sé de qué va. Podríamos haberlo arreglado.", piensa. Entonces, llega la tercera parte; "¡Ranma, prometido mío!", llama Nabiki; Ranma-h acude a ella y las miradas de reojo entre Akane y la pareja no se hacen esperar.

Nabiki y Ranma-h hablan en la azotea del Furinkan; "¿Romper? ¿Así de repente?", pregunta Ranma-h; "Te quieres reconciliar con Akane, ¿verdad?", pregunta Nabiki; Ranma-h lo niega, pero Nabiki insiste: "Si me das cinco mil yens te dejaré en paz."; Ranma-h va a apoyarse en la valla; "Tonta, no quiero romper contigo."; y Nabiki se sitúa junto a él y ataca: "Entonces, bésame.". Ranma-h se queda helado; Akane, que escucha tras una esquina, arde de celos; Ranma-h tiembla: "¿Qué dices?"; "Si no quieres romper tendrás que demostrármelo.", insiste Nabiki. Tras un tiempo esperando, ella suelta una frase demoledora: "Lo sabía, no puedes hacerlo."; Ranma-h se queda de piedra.

Y Nabiki se echa a llorar tapándose la cara: "¡Eres horrible! ¡Has estado jugando conmigo! ¡Me has usado para vengarte de Akane!"; Ranma-h está conmovido; Nabiki sigue hablando: "Si quieres compensarme, ¡romperemos por seis mil yens!", dice extendiendo la mano hacia Ranma-h; pero él ya ha desaparecido. Nabiki pone cara de mal humor: "Ha huido."; Akane, que lo sigue viendo todo, llega a su conclusión: "Nabiki ha enredado a Ranma con sus trucos.".

Pero Ranma-h tiene auténtico cargo de conciencia: "¡Qué asco doy!", piensa en la rama de un árbol; "He jugado con los sentimientos de Nabiki sin darme cuenta. Soy despreciable."; y por una extraña lógica piensa: "Para repararlo, ¡voy a reconciliarme con Akane!". Y comienza su ensayo de disculpa frente al árbol, provocando los comentarios de la gente que pasa, y finalmente cree haberlo encontrado.

Y en la clase 1-F, Akane escucha el ruido de la puerta de entrada y ve a Ranma-h acercarse a ella; él sólo lleva un pensamiento: "Lo siento, Akane."; pero al llegar frente a ella se transforma en una actitud desafiante: "¡Eh, Akane!"; "¿Buscas pelea otra vez?", responde agresivamente ella; "Me he portado mal.", dice Ranma-h. Akane se muestra sorprendida: "¿Qué has dicho?"; "Que me he portado mal, pero tú también."; Akane se enfada un poco; Ranma-h sigue: "Si estás de acuerdo, podemos hacer las paces.".

Akane se pone en plan borde; "Bien, si te va mal con mi hermana..."; Ranma-h replica soliviantado: "¿Qué dices?"; "Entonces, ¿quieres volver a ser mi novio?", le pregunta Akane. Y en el corrillo de compañeros corre la frase: "Sabía que estaba enamorado de Akane."; Ranma-h se ruboriza y sale corriendo: "¡Estáis todos equivocadoooos!". Akane lo mira y piensa que se ha pasado; "Es imposible que hagamos las paces.", concluye.

Esa noche, Kasumi y Nabiki hablan en el salón de los Tendo; "Deberías dejar que Ranma volviera con Akane.", dice la mayor; "No puedo, hace mucho tiempo que estoy enamorada de él.", responde Nabiki; "¿Es una broma?", pregunta Kasumi; "¡Claro!", ríe Nabiki. Y Ranma-h, que escucha tras la pared colgado del techo, no se lo puede creer: "¿Qué?". "Con esas cosas no se juega.", dice Kasumi con mirada severa; "Si Ranma se entera te matará."; Nabiki sonríe: "Es un cobarde; no me da miedo.". Pero Ranma-h, realmente enfadado, ríe siniestramente al escucharla.

Esa noche, Ranma-h entra en la habitación de Nabiki y le solicita una cita; cuando se va, la chica piensa con agobio: "Se está poniendo pesado. Si no le paro los pies me meterá en un lío.". Y va al cuarto de Akane a darle una noticia: "Ranma quiere salir contigo. Seguro que hacéis las paces."; a Akane le tiembla el corazón; Nabiki le da el papel con el lugar de la cita; Nabiki sale; Akane coge con fuerza el papel y sonríe con el rostro radiante: "¡Qué feliz soy!", piensa, y canturreando comienza a escoger vestido.

Pero Ranma-h arde en la pasión de la venganza; "Prepárate, Nabiki; te tengo preparado algo más terrible que la muerte.", piensa. Y Nabiki, ajena a esto, piensa en su cama que la reconciliación es segura; "Al final me he portado como una buena chica.", dice.

Escenas inolvidables: Como juega Nabiki con Ranma-h pidiendo que le bese; y cómo arde Akane al escucharlo.

Capítulo 42. El laberinto del amor y la venganza.

Número 14.
Akane, con un vestido muy mono, avisa en casa: "Voy a dar una vuelta."; Kasumi le pregunta intrigada dónde va, pero Akane no responde; sigue con el pensamiento ilusionado: "Seguro que lograré reconciliarme con Ranma."; y mientras, Ranma-h, aún ardiendo en el fuego de la venganza está comprando unas rosas; "Nabiki, se acabó. No volverás a burlarte de mí.", piensa; "¡Prepárate para la cita de hoy! ¡Vas a saber lo que es auténtico terror!", ríe sádicamente, ante las miradas de pánico de los traunseuntes. Y Nabiki también lo ve al pasar con la bicicleta y se da cuenta: "¿Me ha tendido una trampa? Pobre Ranma, no pienso jugarme la vida. Es Akane quien irá; lo siento Ranma.", piensa; y se va con la bici soltando una falsa lágrima. Pero al seguir ve a Akane de lejos, con los ojos iluminados; "Parece muy feliz.", piensa.

Ranma-h espera en el parque; una voz le llama; es Nabiki que viene en su bici; "Has caído en la trampa.", piensa él. Pero Nabiki pasa por encima de él con la bici; "Voy a sacrificarme para proteger a mi hermana.", piensa; y comienza a correr diciendo a Ranma-h que a ver si le pilla. Mientras, Akane llega al parque y se sienta en un banco.

Ranma-h sigue persiguiendo a Nabiki, y de un salto se pone en la bicicleta; "Ayer desaproveché una gran oportunidad.", le dice Ranma-h poniéndole la mano en el hombro; y Nabiki mira esa mano con preocupación; "¿Qué libertades son esas?", le pregunta; Ranma-h sonríe pensando en que inicia su venganza, pero Nabiki usa un viejo truco: "¡Ah, Akane!". Ranma-h se despista buscándola con la mirada y se estrella contra la rama de un árbol; Nabiki sigue pero se gira y le habla: "Si te preocupas tanto por Akane, ¿por qué no cambias de prometida?"; Ranma-h corre tras ella gritando que no diga tonterías.

Akane sigue esperando, y ya piensa cosas: "Llegas tarde. Quizás ha cambiado de opinión, o no pensaba venir."; pero de unos arbustos tras Akane, Ranma-h sale corriendo y gritando; Akane se vuelve sorprendida: "¿Ranma?".

Siguiendo a Nabiki, Ranma-h se ha metido en un laberinto de setos; no la encuentra, pero piensa que es un buen sitio: "Aquí no podrá pedir ayuda.". Ranma-h corre, y en el lado contiguo corre Nabiki; Ranma-h lo nota y atraviesa el seto con el brazo, dando un susto de muerte a Nabiki; Nabiki va esquivando todas las tentativas de la mano de Ranma-h; "¿Quiere pegarme?", piensa. Ranma-h acaba por atravesar el seto: "¡No huyas! No volverás a jugar con los sentimientos de nadie.", amenaza. Nabiki comienza a actuar: "¿Todo porque te dije que te quería?"; Ranma-h sonríe: "Sí, por esa broma."; Nabiki pone cara de desesperación: "¿Crees que fue una broma? ¡Es horrible!", grita, y se va llorando.

Ranma-h se queda confundido. Tras una de las esquinas, Nabiki ríe: "¡Qué pardillo! Se lo traga todo."; pero Ranma-h sale por encima del seto, habiéndola escuchado, y se lanza en su persecución: "¡Maldita, no te lo perdonaré!".

Akane también está dentro del laberinto, con mirada triste; "¿No quería salir conmigo?", piensa, y considera la posibilidad de irse. Y junto a ella pasa Nabiki corriendo, pero no la llega a ver; y al subir la cabeza para mirar... los brazos de Ranma-h salen del seto y se abalanzan sobre ella. Nabiki se vuelve alarmada; Akane pone cara de terror; Ranma-h cree atrapada a su víctima; "¡Espera, Ranma! ¿Qué le haces a Akane?", le grita Nabiki desde el otro lado; "¡No volverás a engañarme!", piensa él; "¡No te lo perdonaré!", piensa Akane furiosa dentro del seto.

"Es la hora de mi venganza. Vas a probar el amargo sabor del sufrimiento.", piensa Ranma-h, y comienza a hablar mientras saca a Akane del seto: "¡Óyeme bien! Yo, ¡te quiero!"; y abraza a Akane. Nabiki mira con sorpresa desde el otro lado; Akane tiene los ojos como platos; Ranma-h aún no se ha dado cuenta y prosigue: "No te será tan fácil romper conmigo. Es un gran erro..." y entonces ve a Akane entre sus brazos. Ella lo mira con sorpresa; Ranma-h no se lo puede creer; "¿A... Akane?"; se pone como la grana y comienza a hacer aspavientos mientras grita: "¡Es un error!"; Nabiki hace como los niños: "¡Lo he oído! ¡Lo he oído!". Nabiki se despide de su hermana deseando que todo vaya bien, y al alejarse no puede dejar de pensar en lo ridículo de la venganza.

"Lo de antes... pensaba que eras Nabiki.", trata de explicarse Ranma-h, ya fuera del laberinto; "Lo he captado, pesado.", le responde Akane. Ranma-h propone irse, pero Akane le recuerda el propósito de la cita: "¿No íbamos a hacer las paces? Pensaba que querías salir conmigo."; Ranma-h se queda algo sorprendido. Le ofrece el ramo que aún llevaba: "¿Las quieres?"; Akane las coge y sonríe deliciosamente: "Gracias.".

Escenas inolvidables: La extraña venganza de Ranma-h, y como se queda al ver que ha cogido a Akane.

Capítulo 43. Los sentimientos de Akane(?).

Número 14.
Nota: creo que el título del capítulo está mal traducido, pues coincide con el del capítulo 39.
La feria; una atracción se presenta particularmente atractiva: las pinturas malditas chinas de más de tres mil años de antigüedad. "¡Qué interesante!", dice Akane; "¿Entramos?", propone; las tres hermanas Tendo se deciden a pasar, preguntándose dónde habrán ido a parar Ranma-h y Genma. Dentro de la caseta, un chino explica la muestra al público: "Ahora van a ver tres dibujos. Unas pinturas espeluznantes."; depliega un pergamino, y se ve a un monstruo cornudo rodeado de calaveras; "Mi abuelo murió al año de pintarla."; el pergamino tiene un papelito pegado que anuncia "Sello protector". El chino despliega otra, y sale un monstruo de lengua viperina y ocho patas, rodeado de arañas, y con el mismo sello; "Mi padre murió a los tres años de pintarla."; el público hace comentarios de asco al ver ambas figuras. "Pero aún queda uno. ¡Admiren mi obra maestra!", dice el chino, y despliega un pergamino.

Y justo entonces entran Ranma-h y Genma, el hijo dando una patada al padre: "¡Devuélveme mis buñuelos!", exige Ranma-h. Genma se estrella contra el último pergamino mientras Ranma-h recoge los buñuelos. Y un papel de sello cae sobre la cara de Genma; el chino grita alarmado; una figura empieza a moverse en el aire; "¡El dibujo cobra vida!", grita alguien. "Las pinturas malditas, hechas con un pincel maldito en un rollo maldito. Y tú has arrancado el sello.", le dice el chino a Ranma-h; "Mi obra maestra maldita se ha liberado.". Y Genma y Ranma-h se aprestan a enfrentarse al monstruo liberado...

Pero la confusión cunde al aparecer un panda dibujado con trazo infantil; "¡Soy libre!", grita. Nadie se lo puede creer; "Yo no pretendí hacer un panda.", confiesa el chino; "¡Una pintura abstracta!", dice Kasumi; "¿Seguro que no es un panda?", pregunta Nabiki. El chino se acerca a Ranma-h con el sello y le pide que se lo ponga en la espalda para que vuelva al rollo. Ranma-h se acerca al panda, que parece ser una hembra; ella lo mira con dulzura: "¿Has sido tú quien me ha liberado? Gracias.", y le coge de las manos. Pero al ver el sello se retira asustada, diciendo que no quiere volver al pergamino.

La panda llora desconsolada: "Quiero disfrutar de mi libertad esta noche. Me gustaría salir con un chico fantástico; es mi pequeño sueño."; Ranma-h y Akane se apiadan de ella, al ver que es inofensiva; "Si tu sueño se hace realidad, ¿prometes volver?", le pregunta Akane; y la panda, con gesto feliz, afirma con la cabeza. Ranma-h coge a su padre antes de que huya; lo moja y se lo lleva a la panda, la cual se muestra muy decepcionada: "¡Es horrible! Mi sueño así no se hará realidad."; y echa una mirada de reojo a Ranma-h. Y el panda lo coge antes de que huya.

Todos los visitantes del parque se muestran sorprendidos al ver a la panda por todos lados con Ranma-h: en los caballitos, comiendo buñuelos, persiguiéndose... Hasta que Ranma-h se da cuenta de lo que está haciendo; se dirige al chino y le pide el sello, pero el hombre lo ha perdido: "Tendrás que hacerla volver a rastras.", le dice. La panda se acerca a Ranma-h riendo, con algodón dulce en la mano y Ranma-h ríe con ella. Las tres hermanas hacen comentarios; "¡Qué indeciso!", dice Nabiki; "Está muy amable.", señala Kasumi; Akane decide poner fin a la situación.

Se dirige a Ranma-h y habla con él: "Recuerda tu promesa."; Ranma-h no se entera y Akane se lo tiene que explicar: "Es un truco para que la dejes."; pero la panda que ha visto a Akane siente algo: "Ranma, esa chica, ¿no será tu novia?"; Ranma-h niega con mucha intensidad: "¡No, no, no!"; y Akane lo lanza por los aires de una patada. La panda y Ranma-h aparecen sentados en un banco; "Que felicidad. Me gustaría estar siempre así.", dice el dibujo; "Pero mi lugar está en el pergamino.", admite. Y se gira hacia Ranma-h: "Gracias, Ranma. Nunca olvidaré esta noche."; Ranma-h le sonríe.

Pero la panda tiene algo más que pedir; "Si puedo ayudarte...", le contesta Ranma-h; "Bien, dame un beso.", le pide la caricatura; a Ranma-h le saltan todas las alarmas; Nabiki agarra a Akane antes de que vaya. La panda pone su morrito en posición y una lágrima cae de sus ojos cerrados; Ranma-h se acerca, mientras Akane se pregunta si será capaz; veinte minutos después, aún se está acercando. La panda hace un comentario: "Qué mono eres. ¡Lo haré yo!", y se lanza hacia él; "¡Basta!", grita Akane muerta de celos, pero... la panda da con su frente en los labios de Ranma-h. Se despide dando las gracias y se va con el chino. "Quería un beso en la frente.", dice Kasumi, mientras el resto de la familia mira a Ranma-h, medio KO en el suelo.

Unos días después, en la misma exposición, el chino presenta la nueva versión de su obra maestra: la panda con Ranma-h. "Yo no tengo esa pinta.", protesta Ranma-h.

Nuevos personajes: La panda maldita, el chino de las pinturas malditas.


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