Alejada de su hogar a una edad temprana por Obi-Wan Kenobi, Leia Organa a penas si recuerda a sus padres naturales. Le contaron que murieron y que Bail Organa la tomó a su cargo. En realidad, Obi-Wan la dejó secretamente bajo el cuidado de Bail cuando su verdadero padre, Anakin Skywalker, se convirtió en Darth Vader. Los Organa fueron unos buenos padres adoptivos y ella se consideraba como su verdadera hija. Después de las Guerras Clónicas, Organa llevó a Alderaan una época de paz, ayudando al planeta, todavía marcado por las batallas, a olvidar el dolor y la miseria de las guerras y empezar a reconstruir su maltrecha economía y su ecología marchita. Como su hija, Bail era un administrador brillante; más pronto de lo que cualquiera hubiese creído posible, devolvió a su planeta la anterior salud y prosperidad. A petición suya, se prohibieron todas las armas en Alderaan para demostrar la filosofía de paz y vida del planeta. Como Bail era virey de Alderaan por aquella época, Leia recibió la mejor educación en las mejores escuelas. Creció para ser un lider político fuerte y llegó a ser uno de los miembros más jóvenes del Senado Imperial. Desde su cargo, ella luchó por reformas y normalmente no tuvo éxito. Pronto empezó a trabajar para la Alianza. Cuando el emperador Palpatine tomó el poder y la injusticia y tiranía desenfrenadas de su Nuevo Orden empezaron a tomar forma, Alderaan pasó a ser el centro de la resistencia al despotismo del Emperador y allí nació la Alianza Rebelde. Valiente, franca y admirada por los jóvenes de toda la galaxia, Leia Organa utilizó su status senatorial para ayudar a la Rebelión. Aunque para alguien tan a la vista del público era extremadamente arriesgado, regularmente transportó abastecimientos, entregó fondos, reclutó miembros y participó en misiones clandestinas... mientras al mismo tiempo luchaba por las reformas bajo el techo del Senado. Leia mantuvo esta peligrosa doble vida hasta que el Emperador, disgustado por la creciente resistencia por parte de jóvenes senadores como Leia, desbandó todo el Senado. Previendo sagazmente la jugada del Emperador contra el Senado y dándose cuenta de que ésto significaría el fin virtual de cualquier posibilidad de cambio legítimo desde dentro del Imperio, el Virrey de Alderaan finalmente mostró abiertamente su apoyo a la Rebelión. Falto de líderes experimentados, envió a su hija a Tatooine para encontrar a su viejo amigo, el famoso general Obi-Wan Kenobi, para que consiguiese alistar su ayuda a la Rebelión. Cuando Darth Vader y su Destructor Estelar Imperial siguieron la pista de los planos hasta su nave, Tantive IV, Leia se movió con rapidez. Instalando las lecturas en un droide astromecánico, dirigió al droide para que encontrarse al general Kenobi y le entregase su petición de ayuda. Leia retrasó a los soldados de asalto hasta que el droide escapó; poco después, la Princesa era capturada. Acusada de traición y aprisionada a bordo de la Estrella de la Muerte, Leia sufrió dolorosas torturas de manos de Lord Vader y del Grand Moff Tarkin, que intentaban forzarla a revelar la localización de los planos y de la base rebelde oculta. Rechazó tricionar a la Alianza, resistiéndo todas las degradaciones y la agonía que pudieron inventar. En un esfuerzo final para romper la voluntad de Leia, el Gran Moff Tarkin amenazó con destruir Alderaan. Leia, a pesar de que le horrorizaba la idea de perder a su familia y amigos, siguió rechazando la rendición. Esperando retrasar la destrucción de su planeta, reveló la localización de una base rebelde abandonada en Dantooine. Tarkin ordenó destruir Alderaan de todas maneras, obligando a Leia a ver como el mundo indefenso que era su hogar, era arrasado sin previo aviso. En vez de quebrar su espíritu, este brutal asesinato en masa incluso reforzó su convicción de acabar con el reinado del Emperador y su Nuevo Orden. Líder carismático de la rebelión, Leia Organa es arrogante y resuelta. Su deber para con la Alianza pasa por delante de cualquier cosa. Siempre se controla, dejando raramente que sus emociones verdaderas salgan a la superficie. Como resultado de ello, parece fría y altiva, aunque los que la conocen saben la verdadera profundidad de sus sentimientos y pasiones. Aunque fue criada en los niveles más elevados de la sociedad imperial, Leia está igualemtne a gusto con los de niveles inferiores y a veces disfruta de "vivir en los barrios bajos" con pillos y canallas. En su juventud, la preparación de la Princesa en protocolo y gracias sociales fue suplementada con entrenamiento en armas. Aunque su padre consideraba doloroso enseñarle habilidades que su planeta había abjurado, a medida que crecía el poder de Palpatine, Organa previó el día en que serían necesarios guerreros que defendiesen la justicia. Por esa razón Leia está familiarizada con la utilización del bláster militar. Leia también estudió pilotaje de pequeña (aunque fuera tanto un placer como una necesidad) y se encuentra en su elemento al mando de una nave espacial.