OBI-WAN KENOBI


Obi-Wan Kenobi


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Durante su extensa vida, Obi-Wan Kenobi fue protector de la Antigua República, general en las Guerras Clónicas, fugitivo del Nuevo Orden del Emperador y mentor del aprendiz de Jedi Luke Skywalker. En una vida repleta de valentía, de coraje y de heroísmo, su último acto fue posiblemente el más grande: dio su vida por salvar a la Alianza Rebelde contra Darth Vader y la Estrella de la Muerte.

A temprana edad, Obi-Wan Kenobi, dotado en la Fuerza, superó la vigorosa preparación mental y corporal necesaria para llegar a ser un caballero Jedi. Poco se sabe de su maestro, excepto que había entrenado Jedis desde hacía literalmente cientos de años. Evidentemente, el maestro de Obi-Wan vio algo especial en el joven Kenobi. Vio un Jedi con potencial para llegar a ser algún día un maestro. Así, sabiendo que algún día tendría que pasar la antorcha del conocimiento a un Jedi más joven, enseñó a Obi-Wan a ser maestro de Jedi, para llevar el entrenamiento de la Orden Caballeresca en el futuro.

Los días oscuros habían hecho su incursión en la galaxia, destruyendo el pacífico modelo de vida de la Antigua República. Las Guerras Clónicas sacudieron todos los planetas y Obi-Wan blandió su sable de luz en defensa del gobierno galáctico. Combatió al lado de héroes como Bail Organa de Alderaan y su buen amigo Anakin Skywalker, alcanzando el rango de general y dirigiendo la República hacia la victoria.

Obi-Wan, héroe de la galaxia, quizás ebrio del embriagador brebaje de la victoria, decidió poner a prueba sus poderes y habilidades Jedi tomando un joven aprendiz. Darth Vader, un prometedor guerrero y buen amigo, aprendió los caminos de la Fuerza de Kenobi. Pero Obi-Wan todavía no era un maestro y su alumno se perdió en los seductores poderes del Lado Oscuro. Para culminar esta vergüenza, el estudiante caído ayudó al senador corrupto y sediento de poder llamado Palpatine a derrocar la Antigua República que Kenobi había jurado defender.

El emperador Palpatine, como se autodenominaba, vio a los El emperador Palpatine Caballeros Jedi como la mayor amenaza para su nuevo Orden. En consecuencia ordenó su destrucción y la mano que los traicionó y asesinó pertenecía al estudiante de Kenobi, Darth Vader. Enfurecido por que su antiguo amigo y discípulo fuera el agente de la destrucción de su orden, Obi-Wan se enfrentó a Vader en un duelo a muerte. Cada uno empuñaba un sable de luz (el de Kenobi resplandecía con un brillo claro, el de Vader con una fría luz maligna). Cuando acabó la batalla Kenobi dio a Vader por muerto. Luego desapareció, desvaneciéndose de la memoria con su estimada Antigua República.

Percatándose de que no serviría para nada morir en una muestra imprudente de rebelión, Kenobi se retiró a los Territorios del Borde Exterior para esperar a que llegase el momento adecuado, cuando la chispa de los Jedi pudiese volver a ser atizada como fuego purificador para la galaxia. Sin embargo, su corazón siguió partiéndose una y otra vez a medida que Jedi tras Jedi eran cazados y asesinados por las fuerzas del Imperio. Se sentía responsable de cada muerte: Darth Vader había sobrevivido a su enfrentamiento y estaba utilizando sus poderes para encontrar y destruir a sus viejos camaradas. Obi-Wan se endureció, bloqueando de la mejor manera que pudo la experiencia de las muertes. Pero por más que lo intentase, todavía podía oír en la Fuerza el eco de los gritos de muerte.

Viviendo como ermitaño en el Mar de Dunas Occidental del planeta desierto de Tatooine, Kenobi adoptó el nombre de Ben y Owen Lars, el tio de Luke fue respetado, y hasta cierto punto temido, como brujo loco por los granjeros de humedad del lugar. Pocos interfirieron en su soledad. Vigilaba al joven Luke Skywalker desde lejos, viendo en el hijo de su amigo una esperanza para el futuro. La Fuerza era potente en el chico, como lo había sido en toda su familia. Pero su tío, Owen Lars, no dejó que el "Viejo Ben" se acercase al chico; no quería que se llenase la cabeza de su sobrino con los "desvaríos" de Kenobi. La aventura destruyó al padre de Luke y no permitiría que destruyera a Luke.

Pasaron los años y pasado un tiempo Kenobi casi había logrado olvidar su destino, disfrutando de los sencillos placeres de entrar en comunión con la Fuerza. Pero el Imperio no iba sencillamente a desaparecer y la responsabilidad llegó en forma de un pequeño droide astromecánico. Llevaba un mensaje de la Princesa Leia Organa, hija adoptiva del viejo amigo de Obi-Wan, Bail Organa, pidiéndole que reasumiese su cargo como general y sirviese a la creciente rebelión como antaño había servido a la Antigua República.

Obi-Wan había envejecido desde que se recluyó. Prestaría la fortaleza que pudiese aportar, pero se daba cuenta que su mayor contribución a la Alianza Rebelde sería proporcionarle una nueva generación de Caballeros Jedi. Luke Skywalker sería el primero de estos caballeros, tomando el sable de luz de su padre y uniéndose a Obi-Wan en una "idealista cruzada de locos" para salvar la galaxia. Quizás podría entrenar a Luke mejor que como lo hizo con Vader.

Sin embargo, antes de poder completar el entrenamiento de Luke, Obi-Wan volvió a encontrarse con su viejo aprendiz. Vader y Kenobi midieron por segunda vez sus poderes, pero el Señor Oscuro se había hecho más poderoso desde su anterior batalla. Así, a bordo de la Estrella de la Muerte imperial, Obi-Wan sacrificó su vida para que Luke, la Princesa Leia, el contrabandista Han Solo y los droides pudiesen escapar y unirse a la Alianza, llevando con ellos los planos para destruir la estación de batalla.

No obstante, antes de que el sable de Vader lo partiese en dos, dio una lección final a su anterior alumno. "No puedes ganar, Vader," le explicó Kenobi, sonriendo tristemente. "Si me matas, seré más poderoso de lo que posiblemente te puedas imaginar." Pero Vader no quedó impresionado. Golpeó con su filo una vez más... y una gran luz se extinguió en la galaxia.

¿Qué es la muerte para un maestro de la Fuerza? Sea cual fuere el reino que exista más allá de la frontera final, parece que los Jedi pueden cruzarla libremente cuando surge la necesidad. Luke Skywalker reivindica que Ben (Obi-Wan) Kenobi volvió a él en más de una ocasión para ofrecerle consejos, apoyo y seguridad. Quizás Vader perdió más de lo que ganó con ese golpe final.



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