Los droides de utilidad astromecánica son robots sofisticados de reparación de computadores y recuperación de información, especializados en el mantenimiento de las naves espaciales y capaces de funcionar en ambientes hostiles tales como el espacio profundo. Bajos, rechonchos y por regla general cilíndricos, los astromecánicos son trípedos, moviéndose sobre un par de piernas con cadenas con una tercera pierna retráctil para terrenos difíciles. A bordo de las naves comerciales y privadas no militares, los droides astromecánicos se conectan con los sistemas del computador de la nave, controlando y diagnosticando de manera continua las prestaciones de vuelo, iniciando reparaciones en caso necesario y aumentando las capacidades de navegación y de pilotaje. Sus complejos circuitos de intelecto barren instantáneamente en tiempo real la información técnica para localizar problemas potenciales o para depurar codificaciones erróneas. Muchos cazas espaciales de uno o dos tripulantes tienen enganches especialmente diseñados para que estos droides trabajen desde ellos. El droide es virtualmente "enchufado" en la nave y pasa a ser parte integral del sistema de control del computador del caza: pero un droide es mucho más que una extensión de hardware. Las populares unidades R2 diseñadas por Industrial Automaton, supervisan continuamente todos los sistemas y transmisiones de sensores, clasificando y evaluando millones de bits de información y pasando sólo lo más importante al piloto. Sus complejos computadores internos Intellex IV realizan más de 10.000 operaciones por segundo. Aconsejan e informan a los pilotos, enviando información directamente a través del monitor del pequeño computador del cuadro de mandos o mostrándola en el sistema de proyección de hologramas de la nave. El droide tiene acceso a todo el resto de los sistemas mecánicos y computerizados de la nave, lo que le permite redirigir señales y circuitos de control. Sus sofisticados computadores almacenan cartas de navegación, información sobre hipersaltos y maniobras de evasión y combate táctico. En estas versátiles unidades se pueden almacenar hasta 10 saltos hiperespaciales preprogramados. Son casi copilotos, capaces de aumentar las capacidades de la nave y de sus pilotos. Los astromecánicos disponen de una amplia variedad de dispositivos para facilitar las reparaciones en vuelo. Muchos droides astromecánicos también son pilotos bastante hábiles, capacitados para hacer volar o aterrizar la nave si el piloto está incapacitado o simplemente necesita descansar. En caso de emergencia, los enganches astromecánicos están equipados con dispositivos de eyección y la construcción de los droides les permite existir en el vacío durante un espacio de tiempo ilimitado. Los droides astromecánicos están equipados con diversos dispositivos especializados. Su extenso paquete de sensores incluye receptores infrarrojos, receptores electrofotográficos, receptores energéticos de banda fija, receptores auditivos y detectores de calor y movimiento. Algunos también están equipados con sensores de formas de vida; sus computadores son lo suficientemente complejos como para utilizar la información para localizar el tamaño y el número de formas vitales en un área concreta, así como buscar una forma particularmente conocida en un radio dado. Proyectores holográficos, conectores de almacenamiento/recuperación de información, aparatos contra incendios y diversos apéndices especializados de mantenimiento son comunes en la mayoría de los modelos. El R2, por ejemplo, es capaz de hacer un poco de todo: viene equipado con unidades de soldadura, aplicadores de electroshock, sierras circulares, cortadores láser, faros de gran potencia y aferradores con garras para asistirlos en su trabajo.