Cepa Carménère

Historia

Características

Producción

 

 

Carménère
Dulce, con taninos suaves y algo alcoholatado.  Durante años se le confundió con merlot, pero hoy es la cepa que distingue a Chile en el extranjero

El vino que produce esta cepa es de color rojo violáceo muy llamativo y profundo. Tiene un notable aroma, con notas de frutas rojas, tierra húmeda y especias, y notas vegetales que se van apaciguando en la medida que la uva se deja madurar más tiempo en la planta. Sus taninos son más suaves y amigables que los de un Cabernet Sauvignon y por sus notas vegetales es menos elegante que un Merlot. Produce vinos de cuerpo medio, fáciles de beber. Son vinos que deben beberse jóvenes. Bastante más persistente y entretenido que el Merlot, la cepa Carménère presenta aromas a frutilla madura, betarraga dulce y presencia aromática característica. Vivo y entretenido, en el caso de los con guarda en barrica se potencian los aromas tostados a cuero y vainilla, predominando siempre su carácter frutal con gran cuerpo y persistencia.
En primavera los ápices de los brotes nuevos de esta cepa presentan un indumento algodonoso y sus hojas jóvenes son brillantes, acampanadas y con un característico color anaranjado, con esfumaturas bronceadas. Luego, durante la floración, los estambres se presentan apretados.
En verano las hojas adultas son brillantes, orbiculares, con cinco lóbulos y un seno peciolar con bordes ligeramente sobrepuestos. Frecuentemente en la base de los senos laterales se presenta un diente. Los dientes del contorno de la hoja son de tamaño medio y rectilíneos. La nervadura presenta una ligera pigmentación antociánica y el limbo es acampanado con un indumento escaso en la fase inferior.
En otoño el limbo toma una pigmentación antociánica que le confiere un característico color rojizo. Su forma acampanada se acentúa, doblándose sus bordes intensamente hacia el envés, lo que produce en muchas ocasiones un aspecto semejante al de hojas de vides afectadas por Leaf roll.
En la época de madurez sus racimos son de tamaño pequeño a medio, relativamente suelto. Las bayas son esféricas, de color negro azulado y sabor herbáceo, incluso piracínico.
Al igual que el Merlot, se recomienda su consumo con pastas y platos de consistencia media y condimentación más bien baja como cordero sin salsas, pulpa de cerdo, guisos de verduras y quesos cremosos con algo de condimento. Temperatura ideal entre los 15 y 17°C.
Hasta el momento la región que ha mostrado las mejores características para su cultivo es la zona de Colchagua. Hoy existen infinidad de vinos Carménère elaborados por diferentes viñas.
La planta es muy sensible al ataque de ácaros como la falsa arañita roja de la vid (Brevipalpus chilensis) o como la erinosis (Colomerus vitis). También puede ser muy afectada por plagas del suelo (margarodes y nematodos), que la hacen perder vitalidad en dos o tres años, hasta secarse y morir. De ahí su desaparición de Francia producto de la filoxera.

"Este vino tiene un notable aroma, con notas de frutas rojas, tierra húmeda y especias, y notas vegetales que se van apaciguando en la medida que la uva se deja madurar más tiempo en la planta".

 

La cepa chilena

La cepa Carménère fue originalmente francesa. Sin embargo, la temible filoxera la hizo desaparecer de los viñedos europeos a mediados del Siglo XIX. Elmaldito insecto que devora las raíces de las parras terminó con el reinado de ese cepaje bordalés, del Medoc. Carménère fue la reina de las cepas de Burdeos pero con el gran defecto de ser muy sensible al ataque de diferentes plagas, como ocurrió alrededor del año 1860. En esa época se produjo el gran desastre de la filoxera (insecto que devora las raíces de la parra), especialmente en Europa, donde arrasó con los viñedos. La que más sufrió fue esta cepa, que desapareció de las plantaciones y fue definitivamente olvidada... hasta que fue re descubierta en Chile, país que tiene su exclusividad, por lo menos en el nivel de calidad premium, porque hay unas pocas hectáreas en Francia y en Italia, sin llegar a ser importantes su producción ni su calidad.
El destino intervino en beneficio de nuestro país, ya que poco antes de esa verdadera catástrofe natural la cepa fue traída a Chile confundida con otras variedades. Y aquí comenzó a reproducirse, sana y libre de la peste que asoló a su congénere europea... aunque con otro nombre. Tanto es así, que en noviembre de 1994 el conocido ampelógrafo francés Jean Michel Bousiquot descubrió que más de la mitad de los Merlot que se cultivaban en Chile eran, en realidad, Carménère. También se la identificó en nuestro país erróneamente como Cabernet franc, probablemente producto de que el Carménère es (o era) cultivado en Italia bajo la denominación incorrecta de Cabernet franco. Este cepaje se conoce también en Francia como Grande vidure, Carmenelle, Cabernelle, Grant carmenet y Carbouet.

Adaptación a nuestros valles
Aunque los franceses intentaron reimportar la cepa, llevando plantas desde Chile, ya no obtuvieron una buena adaptación a sus tierras de origen y debieron dejarla de lado. No alcanzaba la calidad de las parras y racimos chilenos. En Italia también existe, pero en una bajísima proporción, ya que tampoco tiene un buen desarrollo. El Carménère había adoptado a Chile como la tierra de sus amores. Acá, según los expertos, se producen vinos de calidad notable, lo que ha incentivado el mercado para este cepaje.
Tras años de ser confundida con el Merlot, la variedad de vino tinto Carménère es una de las cepas top de Chile. Tanto, que algunos estiman que debe convertirse en nuestra uva vinífera emblemática, como el Pinotage para Sudáfrica, el Malbec para Argentina, el Shiraz (Sirah) en Australia, o el Zinfandel de California.
La ventaja de Chile está en que el Carménère no tiene competidores en el mundo, mientras que las cepas símbolo de los otros países sí existen en todas partes. Y en nuestro país también alcanzan gran calidad.
Cabe destacar que en 1997 sólo tres viñas producían esta variedad. Hoy son decenas. En ese año había unas 300 hectáreas plantadas. Hoy son más de cuatro mil...

Distribución en Chile
En el país, de acuerdo a los datos que posee el Servicio Agrícola y Ganadero correspondientes al catastro vitícola del año 2000, hay 4.719 hectáreas plantadas con Carménère. Ellas se distribuyen de la siguiente manera: 116 en la Cuarta Región, 141 en la Quinta, 2.290 en la Sexta, 1.757 en la Séptima, 34 en la Octava y 381 en la Metropolitana.
Los valles productores de Carménère por excelencia son, entonces, los de Colchagua y el Maule.

Universidad Tecnología Metropolitana

Facultad de Ingeniería

Ingeniería Ejecución Industrial

Profesor: Carlos Cifuentes

Integrantes :

Max Vega

Nelida Valdez

Neil Ocaranza

Francisco Contreras