Todo tiene un principio...
    Y en un principio RT había pensado en John Buscema (JB) como dibujante, pero por aquel entonces los emolumentos de JB eran superiores a los que RT podía ofrecer. El mismo problema tuvo a la hora de pensar en el ya fallecido Gil Kane (GK). Así que recurrió a un joven dibujante británico, con el que ya había tenido alguna colaboración y que vería con buenos ojos ocuparse de su propia serie y despuntar fuera como fuera en Marvel.

    Tras visitar La Meca del Comic, BWS tiene que volver al Reino Unido, por no tener los papeles de residencia en regla, y es desde allí, donde realiza el primer número de "Conan El Bärbaro" (CEB), una historia que RT titula "La llegada de Conan".

    El Tándem RT-BWS duraría unos 21 números más, con alguna desavenencia económica que otra de por medio. BWS deja la serie hacia los números 17 y 18, los cuales dibujaría GK.

    Con GK las ventas de la serie suben y BWS vuelve a dibujarla. Pero vuelve un nuevo artista, con una línea evolucionada respecto de la hasta entonces llevada a cabo. Más que un dibujante de comics, vuelve un artista. Destacan en esta etapa "La Hija del Gigante de Hielo", "Halcones del Mar", "El Sabueso Negro de la Venganza", "Clavos Rojos" y "La Canción de Red Sonja",  sin duda este último, el mejor título.

    Los exigentes plazos de entrega, las cada vez más frecuentes desavenencias con RT y con Stan Lee, así como una mayor convicción de que todo su trabajo y esfuerzo no eran realmante "valorados", hacen que Barry deje no solo la serie sino también Marvel, con el sincero convencimiento de, no se hasta que punto, no dibujar más comics, pero sí al menos no más Conan.

    Esta falta de aprecio por la labor artística de BWS es tan solo aparente. A la pregunta de: ¿qué vamos a hacer ahora?, y tras sustituir al dibujante con JB ("El rey ha muerto. ¡Viva el Rey!"), Roy Thomas contesta: "Ganaremos menos premios, pero venderemos más comics". Este comentario da fe de la valia del joven Barry a la vez que demuestra que los fines económicos están, indudablemente, por encima de cualquier otro interés. En Marvel sabían de la pericia de Smith, pero no se le reconocía.


 


  "Splash" de la adaptación del relato de Robert Erwing Howard (REH) al comic, llevada a cabo por el guionista
Roy Thomas y BWS en 1973.

    Durante esta etapa Barry empieza a elaborar unas viñetas cada vez más recargadas en detalles: ladrillos, estrellas, colgantes, hojas, arbustos, joyas, sangre salpicada... Incluso una patada a un perro. Una profusión tal de pormenorizaciones totalmente inusual en un comic de aquella época. Tal es así, que en un momento dado el autor se ve a si mismo en esa tesitura detallista que roza casi lo enfermizo y en una de sus viñetas nos deja el siguiente guiño: