REGALO DE CUMPLEAÑOS
CAP.15.- LOS EVOLS
 
 
Lo que hay que ver.

Fresa resopla y se deja caer en una de las sillas de piedra que tenia a su espalda.  No acaba de ver muy claro que esta pasando allí, pero desde luego sus tías tienen muy buen ojo para los sirvientes. Un príncipe, si le pinchan no sale sangre.

Vícaro también ha descendido del ascensor, donde se había quedado para no molestar a su señor, cuando se encontrase con su nieto ...y para evitar alguna reacción peligrosa por parte de los jóvenes "invitados".

Por fin Yver se dirige a su abuelo, no comprende que hace allí, viviendo con sus enemigos.

Nexus se ríe, es largo de explicar. No existe ningún enemigo. Los evolucionados ("evols") son su servidores, el hizo que sus científicos los crearan, a las ordenes de su buen y leal Vícaro, el genetista más brillante del sistema de Domo. Sus  seres artificiales son soldados perfectos, muchísimo mas fuertes que cualquier  humano y sin debilidades, ni sentimentalismos.

Gracias a ellos todavía gobierna el sistema y después lo harán los de su estirpe, generación tras generación.

El rey parece muy satisfecho de si mismo, cuando les explica que no se arriesgó perder, tarde o temprano, en la prueba de la justicia y que otra persona le arrebatara "sus" queridos dominios. Tras dedicarse en cuerpo y alma a su mandato, había conseguido prosperidad y bienestar, pero su logro se ponía en peligro por una estúpida tradición demagógica.

No tenia que probar nada a nadie, así que decidió hacer lo mejor para sus súbditos, aunque implicase sacrificar algunas cosas en el camino, como un padre que castiga a sus hijos para evitar que se equivoquen. 

Para eso, en secreto,  puso en marcha el proyecto Saga. Con ayuda de su nuevo ejercito invadió su propio reino, acabando con el consejo, y desde entonces ha seguido ocupando el mando, en la sombra,  sin que  nadie pudiera disputárselo.

Los evols no se cuestionan su poder, para ellos él es un dios al que obedecen y adoran. Cometió algunos errores, pero era necesario. 

Yver aprieta los labios, sin hacer ningún comentario, el gesto no se le escapa a su abuelo, que sigue con su historia.

El regente se disculpa, había hecho un trato con su madre para que lo mandara a estudiar a Domo, de todos sus hermanos es el elegido para sucederle. Pero hubo una confusión, sus ordenes fueron mal interpretadas y cuando lo supo ya era tarde, había escapado. El anciano sonríe con amabilidad, resulta lamentable, pero aunque lo intentó con todos los medios a su alcance, no fue capaz de encontrarlo.

Vícaro también escucha silencioso, el regente lo mira con cierta dureza y le señala con un dedo. Su "fiel" Vícaro no quedó muy satisfecho con el resultado de sus experimentos y empezó a trabajar por su cuenta diseñando una "bomba genética".  Una especie de anticuerpo hecho a medida para destruir de forma fulminante a los evols. Ya había finalizado su pequeño dispositivo de sabotaje, cuando sus espías lo descubrieron. 

Fue castigado por alta traición (el rey dedica otra mirada significativa al hombrecillo).  Decidió desterrarlo, lejos de palacio durante algún tiempo, para  que recapacitase, hasta tener  claro de parte de quien le convenía estar. 

Una suerte, porque gracias a esa desagradable circunstancia conoció a Yver. Desgraciadamente no sabia quien era, ni lo supo hasta mucho después, por pura casualidad, cuando su señor decidió perdonarlo y volvió a reclamar sus servicios. Preocupado por la desaparición de su nieto,  el rey Nexus le encargó que investigase de la manera lo mas discreta posible y al ver la imagen del joven príncipe, el doctor lo reconoció inmediatamente. 

Nexus habla de Vícaro, sin considerar el efecto de sus palabras. Su intención era alejarlo de la corte para siempre, pero pensó que el viejo aun podía serle útil y por eso lo perdonó. Yver mira al hombrecillo,  que se mantiene ligeramente inclinado, en señal de sumisión mientras su abuelo le quita la poca dignidad que aun conserva.
 


Probablemente es el único que  verdaderamente  adora a su rey.

Bueno, eso es todo, el viejo regente se queda frente a su nieto, orgulloso de cómo ha conseguido lo que quería. Complacido por haberlo encontrado se acerca al chico y le pone sus manos sobre los hombros, es aún mas alto que su nieto. Hablando en tono paternal reconoce comprender que este enfadado y siente haberle causado tantas molestias, nada mas lejos de su intención.

Pronto lo habrá olvidado todo.
 


Yver esta asqueado e indignado, al límite de su paciencia. Con rabia se sacude las manos de Nexus de los hombros. Ahora es él quien le va a contar como le ha ido en Domo, su reino-paraiso. Como bien ha dicho, ha sufrido algunas  molestias, gracias al  "interés" de su abuelito. 

Le cuenta como actuan sus guardias y todo lo que pueden hacer con un prisionero indefenso, y si Vícaro no se lo ha contado aun, para no destruir su imagen idealizada de gobierno,  como sobrevivir  en una de sus  "Instituciones de conversión" donde estuvo casi dos años... Porque no escapó, el doctor lo conoció durante la larga temporada que estuvieron encerrados en una de sus prisiones. Siente decepcionarle pero su lacayo no le informó bien de cómo se había producido su penoso encuentro, probablemente para no preocupar a su "dios". Es mucho más agradable oír solamente lo que uno quiere escuchar ¿verdad?. 

También trabajó, como una bestia, en una granja industrial. Donde sus "queridos súbditos", probablemente los "niños malos", mueren tan deprisa como en las minas de maná para proporcionar comida a sus otros súbditos, la minoría de privilegiados a los que se debía referir cuando  hablaba de "bienestar y prosperidad". 

No le será difícil mantener ese sistema, porque  sus fieles evols disponen aún de muchas vidas humanas  para explotar. 

Casi lo olvidaba. Sufrió algunas "pequeñas molestias" como siervo de un prospero cliente de Reubicación. Por suerte, se conformó con tirárselo, como a los otros infelices que había comprado antes. Teniendo la "delicadeza" de no darle después una paliza de muerte, al estilo de sus vigilantes. Yver chasqueó la lengua,  todo muy educativo. Sus estudios en Domo han sido realmente completos.

Probablemente esta aburriendo a su majestad, así que ya le contara otro día porque esta lleno de cicatrices. Como una súbdita leal, totalmente en su derecho, lo torturó  para divertirse un rato. Sin que nadie la acusara de otra cosa que no fuera rebajarse a meter a un sirviente en su cama.

Siente  llevar la contraria al gran regente de los siete mundos, pero no es capaz de olvidar nada. Yver tiene que hacer un esfuerzo para no golpear a Nexus, el tono en el que habla a su abuelo ha ido pasando de la ironía al rencor más profundo. 

Antes de que el chico acabase el relato, el rey se ha tapado la cara con las manos, herido y avergonzado. Espantado por las consecuencias de sus actos, murmura una pobre defensa, mientras niega con la cabeza. ¿Su mundo se ha vuelto tan inhumano como sus creaciones?. 

Todo por lo que ha luchado se viene abajo frente a lo que acaba de oír. La voz de Yver es un revulsivo que consigue que su majestad empiece a ver las cosas tal como son, es la única persona que se ha atrevido a hablar claro en su presencia desde hace mucho tiempo.

En realidad, hace años que perdió el trono a manos de sus evols. Soñando con su estirpe de reyes, ha vivido voluntariamente aislado en la torre, tratando de  ignorar lo que le resultaba desagradable y engañándose para no reconocer su tremendos errores. Renunció a su familia, que se vió obligada a vivir oculta en otro planeta. Su único hijo murió pensando que luchaba por él, y su nieto, el futuro heredero, ha vivido un infierno gracias a su obsesión por conservar el poder. Por mucho que le ofrezca, nunca podrá reparar el daño que ha hecho. 

Todos se quedan en silencio. Nexus, desolado, se enfrenta con la realidad. Ha estado ciego, destruyendo poco a poco lo que luchaba por conservar. Se pregunta, qué es en realidad lo que ha conseguido. 

Yver.

De pronto, el anciano se da cuenta de que no están solos. Un evol ha entrado por el balcón y desde hace algún tiempo se encuentra sobre una de las columnas, de espaldas al chico. En modo de combate. El regente trata de evitar lo que va a pasar, pero sus monstruos no fallan nunca.

Fresa da un grito cuando ve aquel ser volar velozmente hacia Yver. Es tan rápido que ni siquiera observa con claridad lo que sucede.

El chico nota un golpe en la espalda, algo lo empuja contra su abuelo que lo agarra de forma refleja. Yver se separa molesto, no sabe que demonios le ha hecho caer. Entonces siente el frío . Aun esta ahí, puede ver como la retira. La mano del evol le ha atravesado limpiamente. Aturdido, se queda mirando su propio cuerpo con asombro, es sangre lo que cae, pero la herida abierta donde antes estaba su pecho es enorme. No puede ser real, estaría muerto.

Mira a Nexus pidiendo ayuda, el anciano esta tan blanco como las paredes de la sala. Gracias a que lo vuelve a coger entre sus brazos, impide que su nieto se desplome sobre el suelo. Yver intenta hablar, pero la sangre le llena la boca. Su suerte , su condenada mala suerte. Apenas oye a la princesa, esta gritándole algo y su abuelo lo llama cada vez mas lejos. La vida se le escapa.

Objetivo alcanzado y destruido. El evol que custodia al regente, arropado por sus alas, se balancea en la barandilla del gran balcón. 

Decir la verdad es muy peligroso en la torre del poder. Mortal. 

Reaccionando con la misma eficacia de siempre Vícaro saca un pequeño detonador explosivo de una de sus mangas y lo arroja sobre el ser alado. El efecto es devastador, hay trozos de la criatura por todo el salón. A grandes males, grandes remedios.

Fresa esta junto a Nexus, el regente aún conserva gran parte de su fuerza y sostiene a Yver como si fuera un bebé, intentando protegerlo inútilmente. La chica no logra asimilar lo que pasa. Contempla, incrédula, como los restos del evol empiezan a moverse lentamente.  Vícaro corre junto a ellos, hay que arriesgarlo todo, antes de que el ser  se autorregenere y avise a los demás.

Es otra de las muchas "cualidades" de los bichitos.

El pequeño doctor  sabe dar ordenes. Yver se muere, tiene que llevarlo a su laboratorio para intentar salvarlo. Pero necesita que Nexus lo ayude,  porque desgraciadamente ni él, ni Fresa, tienen la fuerza necesaria para trasladarlo. Así que solo queda una persona para activar la bomba. 

Alarga la mano hacia el rey y este, sin necesidad de explicaciones, le entrega una llave rectangular que se arranca de una cadenita que lleva al cuello. 

Vícaro coge la mano de Fresa y la cierra sobre la llavecita. Felicidades vas a ser la libertadora de los mundos conquistados.

¿...?

El mecanismo es sencillo, en lo alto de la torre esta el mirador. Allí , incrustado detrás del símbolo real de la pared norte, esta el dispositivo que contiene el Ú-N-I-C-O método que existe para destruir a los evols. Subes, entras, metes la llave,  la giras y se acabó. No es muy difícil de comprender. 

Facilísimo. Fresa se pregunta si el pobre ha perdido la cabeza, con tanto jaleo. Se niega tajante, de eso nada. Esta aferrada a una sola idea, no piensa dejar a  Yver, la necesita.

Que tontería. Vícaro, carraspea y repite el mismo discurso, esta vez de forma algo más contundente. ¿No quiere darse cuenta de lo que pasa?, ...hazlo por el principe. Si pudiera contar con alguien más, quien sea,  no la mandaría a ella, pero no dispone de otra ayuda.  La mira suplicante, no te equivoques niña. 

Claro.

Antes de que pueda reaccionar, los  dos hombres  se llevan a Yver a través de un pasadizo dejándola sola, confusa y asustada. Pero solo le preocupa su chico, siervo, príncipe o lo que sea. Lo demás le da igual,  ya esta empezando a acostumbrarse.
 


 
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