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Un olorcillo a comida, auténtica y deliciosa, despierta a Fresa. Esta un poco fuera de onda, pero un vistazo a su alrededor, la sitúa enseguida. Por lo visto hace una semana que esta en casa de sus tías. Siente una felicidad inmensa. Apenas intenta incorporarse de la cama, oye un grito de alegría, hay alguien cuidando de ella. Concretamente tía Flera, que se le abraza comiéndosela a besos, a la vez que con su vocecilla de flauta llama a las demás. La niña esta despierta. Como si estuvieran esperando detrás de la puerta. No ha pasado ni un segundo, cuando Fauva sonriente entra sosteniendo una bandeja cuyo contenido es lo que huele tan bien. Su pequeña Fresita necesita comer un poco, ya verá como enseguida se encuentra mejor. Intenta no tropezar con Privima, que ha cogido carrerilla para entrar primero y al ser bastante mas bajita que sus hermanas se le ha colado sin dificultad por debajo de un brazo. Claro que, al no ser adecuada la anchura de la puerta para que dos señoras llenitas pasen derrapando a la vez, el batacazo es espectacular. Flera se tapa los ojos para no verlo, tiene un alma muy sensible. Una hábil mano sujeta la bandeja en el aire, consiguiendo que no se caiga, casi nada. Vícaro sonríe satisfecho de su hazaña y las tres señoras lo miran con admiración. Por favor, no ha sido nada. A continuación se dirige a Fresa muy animado, sus enfermos se recuperan tan bien, que cuando se reponen son aun mas guapos que antes. La chica esta desbordada por la efusividad de sus tías. Pero consigue asomar la cabeza, entre tanto cariño y preguntarle a Vícaro que demonios hace allí. Flera se escandaliza, que lenguaje para una niña. El querido doctor es su invitado, sonrisas de pelicano de las tres señoras (señoritas) dedicadas al hombrecillo que se pavonea muy complacido. Ha sido tan amable en ofrecerse a cuidar de ella personalmente hasta que se restablezca, ...y más siendo toda una personalidad, ¡el gran héroe de Domo, vencedor de los evols!. Es tan modesto, apenas ha ido a ningún homenaje de los muchos que ha recibido. Vícaro sonríe algo nervioso y mira a la chica de reojo. Esta muda. Fauva pellizca la cara de Fresa, claro su pequeña no se ha enterado de nada de lo que ha ocurrido en estos últimos ocho días. Ha sido un milagro. Las tías la ponen al día rápidamente. El consejo se ha hecho con el mando de nuevo y la servidumbre ha sido abolida. Recuperada la libertad, se han abierto los centros de formación y las escuelas. Todo ha cambiado mucho y es mejor incluso que en los viejos tiempos. Ya lo verá cuando esté algo mejor. Privima interrumpe con tristeza, es muy doloroso que la familia real no se salvase. Como señal de respeto al buen rey Nexus se ha decidido dejar vacante por siempre el puesto del regente. Lo cierto es que nunca llego a perder en la prueba de la justicia, luego nadie lo reemplazara jamás. Suspiran las tres a la vez. Fresa esta empezando a notar un tic nervioso en una ceja, arruga la nariz dispuesta a decir algo, pero Vícaro se adelanta. Son demasiadas emociones, la paciente aun esta débil y necesita descansar, es mejor que se marchen. Las tías obedecen como corderitos, mas sonrisitas y aleteos de pestañas en dirección al "gran héroe". Cuando salen Vícaro coge la muñeca de Fresa para tomarle el pulso, la chica lo mira con descaro. Será cínico, ...menudo sinvergüenza, va a continuar piropeándolo cuando el hombrecillo la manda callar. Si no eres una paciente buena, no dejare que veas a tu chico. Fresa se olvida de todos los otros "asuntillos" que tiene que discutir con Vícaro. El pulso se le dispara. Yver ... no ha muerto. Aún hay un poco de caos en su mente, pero recuerda que estaba agonizando cuando tuvo que dejarlo, tenía la certeza de que no había sobrevivido. Ansiosa, interroga al hombrecillo sobre el estado del chico. El doctor la tranquiliza. Se repone en su antigua habitación, allí mismo en casa de sus encantadoras tías, un sitio ideal para restablecerse. Por supuesto, aun esta muy débil pero es muy fuerte y él un medico magnífico. Fresa inmensamente feliz, respira aliviada. No puede creer que este vivo, la herida que sufrió hubiera matado en el acto a cualquier persona, verdaderamente es excepcional. Vícaro se aclara la voz y aprieta un poco la mano de Fresa. Tiene razón, literalmente, Yver es excepcional. La actitud del hombrecillo cambia, volviéndose mucho más serio. Quizá no es el mejor momento, pero para lo que va a contar ningún momento es bueno. Ni siquiera el chico lo sabe. Solo su madre, Nexus y él mismo están al tanto. Quiere ser honesto con ella, se lo merece. En su larga vida ha tenido pocas ocasiones de ver una relación tan envidiable como la que ellos tienen, pero su conciencia no le permite callar. Al menos uno de los dos debe saberlo todo. Cuando Nexus puso en marcha su proyecto de dominio absoluto, Saga fue el segundo plan. Primero intentó otra cosa porque, realmente, su meta era conseguir una raza superior a la de los humanos que perpetuara el reinado a través de su propia estirpe. En aquella época, Tupla la madre de Yver estaba embarazada y aquel niño era perfecto para sus planes. Quien mejor que su futuro nieto. La princesa Tupla fue sometida a un tratamiento que él mismo diseñó. Era un acto infame, pero nunca ha sabido negarse a los deseos de su señor Nexus. Usó la excusa de un inexistente riesgo de aborto y lo disfrazó de unos cuidados médicos necesarios para que el parto se desarrollase con normalidad. Sin embargo no salió bien, el regente necesitaba algo más espectacular, que le asegurase el cumplimiento de su objetivo. Yver parecía un niño normal, aunque más despierto y resistente que los otros. Vícaro sonríe mirándola compasivo, ...ya lo ha podido comprobar, había una posibilidad entre un billón de que un ser humano normal sobreviviese al ataque del evol. Yver tenía gravemente dañados casi todos sus órganos vitales y en apenas una semana se ha recuperado. Fresa se acuerda de los trozos del evol despedazado. Parece que Vícaro lee su pensamiento. Confirmando su temor, explica como cuando hizo a los bichitos aumentó al mil por cien esa capacidad de regeneración. Pero el prototipo fue Yver. Al crear a los evols sobredimensionó los cálculos que había hecho para el bebé. Ya no se trataba de obtener un ser humano, así que jugó tranquilamente con los niveles genéticos, hasta obtener a los monstruos. En realidad el regente nunca lo descartó, seguía pensando en él como sucesor, a fin de cuentas tenía algunas cualidades que lo hacían especial. El día que sus criaturas invadieron Domo el padre de Yver trató de poner a salvo a su familia, pero Nexus ordenó que les impidieran llevarse al niño. Todavía creía que alterándolo genéticamente llegaría a convertirlo en un pequeño dios. Vícaro agachó la cabeza. A pesar de su lealtad al regente, él no pudo seguir apoyándole en la monstruosidad que estaba cometiendo e intentó remediarlo, a su manera. Desgraciadamente no pudo impedir la muerte del hijo de Nexus cuando protegía a su hijito, pero logró devolverle el crío a su madre. Incluso los llevó, junto con los otros niños hasta Escarpia. Tupla era nativa de ese planeta y su familia contaba con una situación económica lo bastante buena como para que viviesen con comodidad. Además con el carácter independiente de los escarpios, no era fácil que los espías de Nexus la encontrasen. Intentó engañar a su señor para que creyese que todos habían muerto en un desgraciado accidente, pero el rey no era tonto e investigó por su cuenta. Tardó varios años pero acabó dando con ellos. Yver tenia once años la última vez que su abuelo le vió. El viejo se presentó en Escarpia e hizo un trato con Tupla. No se llevaría al niño, encargándose de que viviesen con el mayor bienestar posible, pero a cambio Yver iría a Domo, en su momento y él le ofrecería la oportunidad de ser su sucesor, para lo que había nacido. |
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Seria libre de elegir. Nadie podía negarle ese derecho. Tupla no podía oponerse a su fuerza y aceptó. Nexus la tenia en sus manos, a ella y a todos sus hijos. Lo demás ya lo conoce. El hombrecillo suelta la mano de Fresa
que ha tenido entre las suyas todo este tiempo y sin esperar ninguna respuesta,
se marcha de la habitación, cerrando la puerta suavemente. La chica
se queda inmóvil, sentada sobre su cama. Esta historia supera su
capacidad de razonar. ¿Qué va a hacer?, no esta segura de
nada.
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