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Letra O
Objeto sagrado
Los objetos sagrados son pequeñas representaciones de todas las cosas reverenciadas por las religiones: estrellas, cruces, martillos, rosarios, ungüentos, vino bendito, enseñanzas sagradas y muchas cosas más. Qué constituye exactamente un objeto sagrado depende de la campaña en la que se halle tu personaje. Todos los buenos objetos sagrados tienen efectos similares sobre los muertos vivientes y otras criaturas malignas. siempre que sean llevados por un seguidor de una creencia asociada con esos objetos. Así pues, las reglas que se refieren a los símbolos sagrados y el agua sagrada se aplican a todos los objetos similares, siempre que esos objetos hayan sido especialmente preparados por la orden del clérigo.
Debido a su naturaleza especial, los objetos sagrados no pueden ser comprados normalmente. Las distintas sectas tienden a proteger los símbolos de su fe para impedir su mal uso o su corrupción. En consecuencia, dichos objetos deben ser obtenidos a través de los auspicios de una congregación local. Esto no es difícil para los seguidores sinceros de esa fe, aunque las peticiones de objetos raros o poco usuales deben ser siempre justificadas. A los no creyentes se les entregan objetos santos sólo si hay un claro peligro inmediato para la fe.
Obligaciones del personaje jugador
Cada vez que un personaje jugador acepta un servidor, seguidor o escudero, se compromete a ciertas obligaciones y costumbres que rodean a tales tratos. Algunas de ellas son obvias, puesto que han sido acordadas por anticipado entre el personaje jugador y el PNJ. Normalmente el salario y la duración del servicio son decididos antes de alcanzar ningún otro acuerdo. Para servidores y seguidores, esto significa una cantidad de dinero cada día, semana o mes, o una retribución por un trabajo específico. Los escuderos reciben comúnmente una porción (1/2 de una parte normal) de todo tesoro y magia hallados en la aventura. Sin embargo, normalmente se espera que un personaje jugador contribuya con un poco más de sus propios fondos.
Otras obligaciones del personaje jugador son variadas. Algunas pueden ser consideradas siempre, mientras que otras casi nunca entran en efecto. Se espera que un personaje jugador proporcione comida y cama (a menos que el PNJ tenga su casa cerca). Esta es la obligación más común y se aplica a los PNJ de todos tipos de vida. Para aquellos dedicados a metas más peligrosas, sin embargo, es preciso garantizar concesiones adicionales. Puesto que los caballos son caros, los personajes jugadores deberían estar dispuestos a cubrir el coste de las monturas perdidas en combate o en una campaña. No es razonable esperar que un mercenario compre una nueva montura con sus escasos ahorros. Del mismo modo, otros artículos del arte de la guerra – armas y armadura – deben ser reemplazados por el personaje jugador. Se espera que todos los soldados se ocupen de su propio equipo cuando son empleados por primera vez, pero el personaje jugador debe reemplazar todas las pérdidas. Ciertamente, cabe esperar que todos los personajes jugadores paguen el coste del transporte especial: asegurar los pasajes en barcos y disponer carros para los equipajes. En los casos más tristes, se espera que los personajes jugadores paguen por un entierro decente (aunque terriblemente caro).
Una de las obligaciones más poco usuales de un personaje jugador es la de rescatar a sus hombres. Esto es especialmente cierto con respecto a los hombres perdidos durante una campaña. El mayor número de soldados perdidos en batalla no resultan muertos sino capturados. La práctica común en tiempos medievales era rescatar oficialmente a esos prisioneros a cambio de un precio establecido. Un albardero común podía valer 2 mo, un sacerdote menor 8 mo, el escudero de un caballero 200 mo, y un hombre del rey 500 mo. Ese dinero era pagado por el señor del prisionero. Se espera que un personaje jugador (como señor y amo) haga lo mismo. Por supuesto, el personaje jugador puede traspasar la mayor parte de este coste a sus propios súbditos y los familiares del prisionero. Así, los hombres pueden languidecer durante largos períodos de tiempo en manos del enemigo antes de que se consiga reunir el rescate. Por otro lado, si un personaje jugador rescata a un servidor, seguidor o escudero, tiene todas las razones para esperar un servicio leal de ese hombre en el futuro. Después de todo, ha demostrado su voluntad de salvar al PNJ de las privaciones y la muerte.
En un mundo de fantasía se espera también que un personaje jugador se haga cargo del coste de los conjuros mágicos lanzados en beneficio de sus hombres. Puede arreglar las cosas de modo que sus hombres sean bendecidos antes de la batalla o curados después. No debería gruñir respecto a los gastos, puesto que los conjuros tienen también un buen sentido táctico. El conjuro de bendición incrementa el éxito de su ejército en el campo. Las curas mágicas hacen que su ejército esté de nuevo en pie antes. Todas esas cosas pueden traerle mucho éxito al tiempo que lo hacen popular entre sus hombres.
Finalmente. se espera que el personaje jugador haga un esfuerzo para revivir o restaurar a los escuderos muertos o heridos. Normalmente no se espera lo mismo de los servidores o seguidores (aunque puede ocurrir en casos extremos). El esfuerzo debería ser honesto y leal. Un personaje jugador no debería engañarse a sí mismo pensando que nadie se dará cuenta si no hace todo lo posible. El personaje jugador que regresa de una aventura con un escudero menos se ve sometido automáticamente a una nube de sospechas pese a sus más vehementes protestas. Un personaje jugador ha de tener mucho cuidado en mantener su reputación como un empleador bueno y leal.
Ocultarse en las sombras
Un ladrón puede intentar desaparecer entre las sombras o en cualquier otro tipo de refugio: arbustos, cortinas, hendiduras, etc. Un ladrón puede ocultarse de esta forma sólo cuando nadie le está mirando; permanece escondido durante tanto tiempo como siga virtualmente inmóvil. (El ladrón puede hacer movimientos pequeños, lentos y cuidadosos: extraer un arma, descorchar una poción, etc.) Un ladrón nunca puede permanecer oculto mientras un guardia le está observando, no importa cuál sea su tirada de dados: su posición es obvia para el guardia. Sin embargo, intentar ocultarse de una criatura que se halla enzarzada en batalla con otra sí es posible, puesto que la atención del enemigo se halla fija en otra parte. El DM tira los dados y mantiene el resultado secreto, pero el ladrón siempre piensa que está oculto.
Ocultarse en las sombras no puede hacerse en una oscuridad total, puesto que el talento reside tanto en engañar al ojo como en encontrar un auténtico escondite (un camuflaje, podríamos decir). Sin embargo, los personajes ocultos se hallan ocultos igualmente para aquellos con o sin infravisión. Los conjuros, los objetos mágicos y las habilidades especiales que revelan objetos invisibles pueden revelar la localización de un ladrón oculto.
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