Parte 1 | Parte 2 | Parte 3 | Parte 4 | Parte 5 | Parte 6 |
Parte 7 | Parte 8 | Parte 9 | Parte 10 | Parte 11 |
Días después, en Japón, Shampoo va con su bicicleta y ve a un magullado Mousse-pato. "¿Qué ocurrirte, Mousse?", pregunta la china, y tras atropellar al pato, lo examina y ve sorprendida cómo le rodean unos pantis. Mientras, Ryôga camina por las calles de Tokyo, y nota como un cubo de agua le va a caer encima. Se consigue proteger a tiempo con el paraguas y ve a la figura misteriosa de Zhou Quan Xiang. La lluvia empieza a caer; Ryôga recrimina al desconocido, el cual se quita la capa. La mirada de Ryôga se tiñe de terror.
Al dojo Tendô llega un magullado P-Chan atado con pantis, al que Akane coge gritando. Ranma-h observa extrañado los pantis, y Happôsai comienza a acariciarlos con deleite, y Ranma-h le sacude al tratar de quedárselos. Entonces aparece el panda, con un tremendo chichón y unos pantis enrollados. "¿Será cosa del mismo tipo?", pregunta en un cartel.
En el "Cat Cafe", la bisabuela anuncia que el guía les ha avisado del robo de la lista de usuarios. "Eso significa que el pantimaníaco y el ladrón deben ser la misma persona.", deduce Ranma-h; Akane dice que no tiene sentido: "A P-Chan también le ha atacado."; y cuando Ranma-h va a decir quién es el cerdito, éste le muerde insistentemente. "De momento, lo único que sabemos es...", dice Colonia, "...te regala unos pantis después del combate. Será un buen tipo.", le termina Happôsai. Tras noquearle, la bisabuela prosigue: "El guía nos dijo que buscaba a un hombre.". Ranma-h se da cuenta de que él es el único de los malditos que queda por ser atacado.
Esa noche, Ryôga habla con Ranma-h sobre el tejado de los Tendô. "Tienes que ir con cuidado. Ese pantimaníaco es un monstruo."; Ranma-h mira a Ryôga preocupado. De camino al Fûrinkan la mañana siguiente, Akane le pregunta a Ranma-h si está preocupado, pues el pantimaníaco derrotó a enemigos fuertes. En ese momento, la figura de la capa aparece desde el cielo y lanza un cubo de agua sobre Ranma-h. El chico consigue esquivarlo a duras penas y se encara al oculto enemigo: "¡Ya estás aquí, pantimaníaco! ¡Conmigo no podrás tan fácilmente!". Ranma-h ataca mientras el extraño contendiente ríe y va esquivando golpes; en la patada final de Ranma-h, el extraño personaje se descubre de su capa...
Un chico joven, de aspecto frágil queda al descubierto. "Maldito... Te arrepentirás.", le murmura a Ranma-h. Akane y Ranma-h están sorprendidos de que una persona así haya derrotado a sus amigos. "¡Deja de fanfarronear! ¿Quién eres?", le exhorta Ranma-h. La lluvia empieza a caer, y Akane grita a Ranma-h que tenga cuidado; éste decide iniciar su ataque. Pero cuando llega a la altura del chaval... una enorme figura surge de la nada y tumba con facilidad a Ranma-m, ante el espanto de Akane.
Una especie de gigantesco toro erguido, con rabo y alas, está en el lugar del muchacho. Akane y Ranma-m miran despavoridas: "¡Este tío es un monstruo!".
Nuevos personajes: el chico de los pantis (Tarô)/el monstruo de los pantis.
Pero el dedo de una pequeña mano detiene al gigantesco puño. Happôsai sonríe malévolo al monstruo; "Este combate lo ganaré yo. Si valoras tu vida, dame todos los pantis que lleves."; y el monstruo trata de atacarle con sus cuernos.
Pero Happôsai lanza un happôcírculo vicioso que deja atontado al monstruo con la explosión. Entre la nube de polvo, el anciano se lanza contra el monstruo: "¡El golpe de gracia!". Pero entre la polvareda, se distingue una figura en la peluda mano del monstruo. "¡Akane!", grita Ranma-m mientras el monstruo comienza a levantar el vuelo; Ranma-m corre y se agarra desesperada a la cola del monstruo, pero con el agua se le resbala entre las manos y cae al suelo. "¡Akane!", grita Ranma-m desesperada ante la huída del monstruo. "¡Cobarde!", grita Happôsai a la criatura.
En casa de los Tendô, Ryôga le sacude a Ranma-h: "¿Que han raptado a Akane? ¡Pero si estabas con ella!". Sôun también amenaza a Ranma-h con su cara de espíritu gigante. Happôsai les dice que basta de jaleo, y les muestra la lista de usuarios; "Este tipo está buscando a alguien...", recuerda el viejo; "Volverá a buscarla.", concluye Ranma-h mientras hojea la lista. Entonces se da cuenta de que todos los nombres están tachados excepto uno; "¡Por culpa de ese tío han raptado a Akane!", estalla Sôun. Mientras, Ryôga y Ranma-h tratan de descifrar el jeroglífico del nombre infructuosamente. El viejo lo coge enfadado y lo lee en voz alta: "¡Happôsai!". Todos lo miran enfurecido mientras el viejo comienza a sudar, y de repente recuerda: "Hace diez años..."
El guía enseña el campo de Zhou Quan Xiang a Happôsai, y de repente ven a una joven mujer embarazada con dolores de parto. Tras ayudar a nacer al niño, Happôsai lo lava en uno de los estanques, hasta que el guía lo ve: "¡Qué hace!"; al sacar al niño, Happôsai se encuentra una pequeña figura peluda, con cabeza de toro, alas y rabo escamado. "¡Es el manantial del Niu Heman Maoren Niaoquan, donde hace dos mil quinientos años se ahogó un yeti montado en un toro que agarraba una anguila y una grulla! ¡Es la leyenda más dramática de Zhou Quan Xiang!".Sôun, Ryôga y Ranma-h tratan de imaginarse qué cosa se ahogó en aquel manantial. "Ese niño ha crecido.", dice Happôsai emocionado mientras Ranma-h le sacude.
Mientras, Akane despierta de su inconsciencia, rodeada de tinieblas. "¡Ju! Ya has despertado.", dice el muchacho apoyado sobre una barandilla. Akane se lanza furiosa hacia él, pero el chico esquiva la patada y la liga con un panti, aplastándola contra el suelo. "¡Ju! No pienso bajar la guardia porque seas una chica.", le dice, mientras Akane pide ayuda a Ranma con el pensamiento.
Mientras, en el dojo Tendô, Happôsai se escabulle por la ventana gritando que no va a entrometerse en los asuntos del monstruo. El panda, Sôun y Ryôga yacen inconscientes mientras Ranma-h, magullado, dice que si lo pilla se lo da en bandeja al monstruo.
Escenas inolvidables: la escena del yeti sobre un toro agarrando una anguila y una grulla para ahogarse en el manantial.
De repente, la casa empieza a temblar, y el monstruo aparece atravesando la pared del dojo con una tetera en la mano. Se transforma y el chico sonríe; Ryôga le increpa y le pregunta por Akane, y el muchacho dice que la devolverá a cambio de la lista. Sin embargo, Sôun le entrega una pelota de pantis en la que está Happôsai: "Es el hombre que andabas buscando.". Pero el chico deshace la pelota y no hay nadie, y se transforma enfurecido. De repente, aparece el viejo con la lista en la mano y se planta en sus narices: "¡Mira, tengo la lista!"; y se la come en su cara. El monstruo le ataca enfurecido, pero el viejo suelta un happôcírculo vicioso especial y huye, dejando al monstruo inconsciente y al resto magullados.
En el "Cat Cafe", todos reunidos miran al inconsciente muchacho. "¿Se transforma por culpa de Happy?", pregunta Colonia; "Es natural que le odie, también es una víctima.", murmura Ranma-h. Ryôga ya se ha cansado de esperar y despierta al chaval a base de guantazos. "¿Dónde has escondido a Akane?", le grita; "Cerdo idiota.", es lo único que murmura. Y Ryôga va a aplastarle pero Sôun lo detiene y Ranma-h lo transforma antes de que lo mate.
Ranma-h empieza a hablar tranquilamente con el chico: "Que sepas que ese viejo es el culpable de tu transformación."; al muchacho se le enciende la mirada, mientras Ranma-h prosigue: "Entiendo cómo te sientes, porque transformarte en semejante monstruo ridículo es muy triste.", y le palmea el hombro como queriendo darle ánimos. "¿Y no es más triste transformarse en chica?", replica él, y le lanza un vaso de agua con los pies, y le remata: "Idiota travestido.". Ranma-m se enciende: "¡Eres un desgraciado pantimaníaco!", y le lanza un vaso de agua ante el pavor de los presentes.
El monstruo aparece en la calle agarrando a Ranma-m. Shampoo y Colonia ven cómo han destrozado su local, y la bisabuela los manda fuera de un garrotazo.
Mientras, en el refugio del monstruo, Akane trata de escapar bajando por un acantilado, hasta que llega a un punto donde hay una intensa corriente de agua. Se lanza a ella y casi se muere, pero consigue llegar a la orilla recordando que no sabe nadar.
Mientras, Ranma-m está agarrada a los cuernos del monstruo volante, y P-Chan hace lo propio mordiendo su pelambrera. El monstruo lanza un puñetazo hacia Ranma-m, que lo esquiva e impacta sobre su cabeza, y lanza otro más con el mismo resultado. A consecuencia de los golpes, se queda atontado; "¡Ja, ja! ¡Te estás dando a base de bien!", ríe Ranma-m. Pero el monstruo comienza a caer en barrena y Ranma-m y el cerdito tratan de agarrarse lo más arriba posible. Por suerte, el bicho consigue recuperarse y remontar el vuelo, pero dejando a Ranma-m y a P-Chan en el vacío, iniciando su caída hacia un río.
Akane prosigue su huída, pero se da de bruces contra el monstruo. Un chapuzón llama su atención, y consigue ver sobre un tronco en el río que transcurre junto a ellos a Ranma-m, inconsciente, y a un P-Chan con ojos de impotencia. "¡Raaanmaaaa!", grita Akane.
Pero una inoportuna cascada aparece ante la mirada atónica de Akane, provocando la caída de los tres seres. Akane llama a Ranma, y queda expectante mirando la cascada; un burbujeo anuncia que alguien sale... pero es el monstruo, que se dirige hacia ella. "¿Dónde está Ranma?", se pregunta Akane.
Ranma-m flota inconsciente en el río mientras P-Chan la arrastra a la orilla. Al llegar, la mira con lástima, pero al instante escucha un ruido tras los arbustos y se lanza contra los intrusos. Una mano le detiene: "¿Por qué tan agitado estar, Ryôga?", dice Shampoo; Mousse, tras ella y con una tetera en la mano, dice que han venido a ayudarles y que menuda forma de recibirlos.
En su refugio, el muchacho trata de vendarse con un panti la herida en el brazo mientras recuerda las palabras de Ranma-m ("¡Pantimaníaco!") y el golpe con el tronco. Akane se acerca a él y le ofrece ayuda; "No te voy a dejar huir.", le responde él, pero Akane insiste: "Dime entonces por qué haces esto.". El chico le cuenta algo de la historia; "¿Que te transformas por culpa de Happôsai?", se sorprende Akane; pero el chico la corta: "No es eso. Me siento bien cuando me transformo, me siento fuerte. Mi odio no procede de una memez como esa."; Akane se da cuenta de que tiembla de la rabia y se pregunta qué puede haber peor que eso. "Pero antes, ¡me encargaré de aplastar a ese travestido bocazas!", grita enrabietado. Akane le mira interrogante: "¿Y por qué a Ranma?". Y el chico se da cuenta de que el vendaje que le ha hecho Akane es del tamaño de un balón de fútbol; "Mejor que vuelvas a empezar.", le dice.
Mientras, Ranma-h recobra el conocimiento ante la alegría de Shampoo. Ranma-h se sorprende al verlos; "El enemigo es un monstruo. Cuantos más seamos, mejor.", le dice Mousse. Ryôga no acaba de fiarse: "¿No estaréis tramando algo?"; Mousse le mira triste: "Es muy triste que no confíen en nuestra amistad."; "Nos necesitáis. No abandonar podemos.", concluye Shampoo. Ryôga llora y se agarra a ellos: "¡Perdonadme! ¡No os merezco!". Pero mientras Mousse piensa: "Si espero a que Ranma esté agotado y lo derroto, Shampoo pasará a ser mía."; y Shampoo: "Confusión aprovechar para acabar con Akane."
Mientras, en su refugio, el muchacho enciende una pila de madera ante la mirada extrañada de Akane. "Es como si quisieras guiarles hasta aquí.", le dice; "Exacto.", sonríe él. "Menosprecias a Ranma.", le recrimina Akane; "Además de fuerte es terco como una mula.". "¡Ju! Veremos quién es más terco.", se burla el chico.
A lo lejos, los cuatro amigos ven la fogata. "Espera, Akane. Voy a rescatarte.", piensa Ranma-h. Y los cuatro se lanzan a la carrera hacia el lugar donde está la hoguera.
Escenas inolvidables: el vendaje de Akane al chico, tan torpe como siempre.
El chico mira a Akane: "Haré que se acerque.", y habla al grupo: "¡Escucha, travestido! Si no vienes a salvarla le pondré unas medias en la cabeza y veréis cómo se le deforma la cara."; todos le miran con horror; Ryôga se echa las manos a la cabeza: "¡Basta ya! ¡Pónmelas a mí y no a Akane!", y sale corriendo hacia donde están. El chico sonríe y pisa un tronco que cae cuesta abajo, dejando surgir un tremendo chorro de agua que arrastra a Ryôga.
Ranma-h sale tras ellos, que empiezan a huir, llamándole cobarde. Llega a un lugar donde le ha perdido la pista y lo llama: "¿Dónde te has metido, pantimaníaco?", y tras él el chaval libera unas piedras y un chorro de agua se abalanza sobre Ranma-h. Pero unos cables lo enganchan a tiempo y Mousse lleva a Ranma-h a lugar seguro, ante la rabia del chico, pero con aviesas intenciones. Pero un oportuno salto del muchacho sobre la compuerta que hay sobre Mousse lo transforma en pato; el chico huye mientras Ranma-h se compadece del pobre palmípedo.
En una cueva, Akane yace atada y amordazada. Shampoo aparece; Akane cree que viene a rescatarla, pero Shampoo sólo piensa en acabar con ella. Akane trata de avisarla, pero al primer paso en falso Shampoo tropieza con una cuerda y se pega un remojón. El chico aparece para capturar a la gatita y sonríe satisfecho: "Ahora sólo falta el travestido.".
Mientras, Ranma-h escala montaña arriba, tratando de evitar las trampas de agua a duras penas. Su insistencia tiene premio y consigue agarrar el borde de la cima... pero un pie pisa su mano. El muchacho lo mira condescendiente: "¡Vaya! Impresionante. En consideración, no te mojaré.", pero a cambio le golpea en un hombro con una vara que lleva. "Esto por lo de antes.", le dice recordando el golpe con el tronco en el río mientras Akane llama desde la caseta a su prometido. Ranma-h se aúpa a la cima y sonríe al chico: "Ahora estamos igualados, así que ¡voy a por ti, pantimaníaco!".
Escenas inolvidables: la terrible amenaza del chico sobre Akane (¡Qué horror! ¡Ponerle unas medias en la cabeza!).
"¡Eres un cobarde!", le increpa Ranma-m al atacarle, pero el chaval se la aparta de una patada; "¡Tú solo te has transformado en chica!", le responde. "Yo no me corto con las chicas, ¡y menos con los travestidos!", grita por último y lanza su ataque a Ranma-m; ella consigue cogerlo con las piernas del cuello y lanzarlo al suelo: "¡Yo soy un hombre!". Pero el golpe en el suelo hace temblar la roca y ante la desesperación de Akane un enorme chorro de agua surge; "Si se transforma es imposible que Ranma le venza.", piensa apesadumbrada.
Pero Ranma-m ha conseguido apartar del alcance del chorro al chico y lo ha cubierto. El chaval en agradecimiento la estampa contra el suelo: "¡Ju! Gracias por protegerme."; un nuevo chorro surge y el chaval comienza a poner nerviosa a Ranma-m: "Será mejor que yo también me transforme.". Ranma-m trata de apartarlo de una patada, y él le devuelve un puñetazo; luego patea el suelo, pero Ranma-m lo aparta antes de que se moje, pero aprovecha su guardia baja para volver a golpear a la chica. El chaval ríe: "¡Ju, ju! ¡Qué divertido!"; "Si sigo así no aguantaré demasiado.", piensa preocupada Ranma-m.
Mientras, Mousse-pato y P-Chan consiguen encontrar un estanque caliente y se sumergen para volver a su forma humana. "¡Ya podemos volver a pelear!", exclama Ryôga; "¿Sabes dónde estamos?", le pregunta Mousse; "Me acuerdo perfectamente del camino.", replica Ryôga (el que siempre se pierde), "Pero no me acuerdo de la forma de la roca donde estaba el templo."; "¡Yo la vi perfectamente!", le responde Mousse (el que no ve tres en un burro). "¡Combinando nuestras fuerzas será perfecto!", ríen.
Tan perfecto que ambos se plantan en una planicie, Mousse señalando a cualquier parte y Ryôga corriendo con el agua caliente hacia el lado opuesto. Mientras, Ranma-m resuella y evita como puede los ataques del muchacho; "¿Qué pasa, travestido? ¿Por qué sólo te defiendes?", le grita mientras le lanza puñetazos. Akane ya está desesperada: "Si sigue así perderá. ¡Necesita agua caliente!", piensa. Y entonces ve a la pareja genial con el agua caliente abajo de la montaña; "¡Ryôga, Mousse!", les llama, pero Mousse mira en la dirección opuesta haciendo aspavientos y Ryôga, a pesar de verla, se mueve hacia el lado opuesto.
Ranma-m ya está en las últimas. Akane no puede más, y llena de rabia se levanta y hace tal fuerza con el cuerpo que desgarra los pantis que la atan. "¡Espera!", grita mientras baja corriendo el acantilado y alcanza una tetera. Ranma-m reacciona al chico: "¡Nadie me ha llamado travestido y ha salido impune!", le grita, y le lanza un puñetazo que lo estrella contra la pared. Ahora sí que se resquebraja y el chico se transforma ante la desesperación de Ranma-m.
Pero Akane lanza la tetera: "¡Ranma, agua caliente!", le grita. "¡Perfecto!", grita Ranma-m mientras se lanza hacia ella y el monstruo se gira sorprendido.
Escenas inolvidables: el equipo "perfecto" formado por Ryôga y Mousse.
Y plantados en el suelo, Ranma-h sostiene a su prometida por la cintura. "¿Estás bien, Akane?", le pregunta él; "Sí, gracias.", le sonríe la chica. Ranma-h mira a monstruo con rabia; "Sabía que Akane estaba aquí, y lanzó la roca.", y sale a la carrera diciendo a Akane que se quede; "¡Ten cuidado!", le grita ella; "¡Siendo un chico no hay problema!", grita él. Pero al primer pisotón en la roca, ante la vergüenza ajena de Akane, un nuevo chorro de agua le transforma. A pesar de eso, Ranma-m sigue botando hacia la cima, donde se encuentra a Ryôga peleando con el monstruo y a Mousse mojando con el agua caliente los budas del templo mientras Shampoo-gato se desespera maullando.
Ranma-m arrebata el agua a Mousse y transforma a Shampoo (muy sugerente ella sólo cubierta con los pantis que la ataban) y a sí misma. Ryôga es tumbado por el monstruo; Ranma-h se planta sobre su cabeza pero Ryôga se lo quita de encima: "Monstruo, no te perdonaré que hayas pasado tantos días solo con Akane.", le dice. Shampoo también tiene sus motivos: "¡No perdonarte humillación de atar con pantis!"; y Mousse: "¡No te perdonaré lo que le has hecho a Shampoo!". Y Ranma-h propone la solución: "¡Gana el más rápido!", y los cuatro se abalanzan sobre el monstruo.
Ranma-h y Ryôga alcanzan a dar una primera patada; Shampoo lanza otra que hace tambalear al monstruo. Mientras, Akane está llegando a la cima por su cuenta y casi cae al vacío impulsada por el aire que mueve el monstruo, que ha remontado el vuelo con sus cuatro oponentes encima. Ranma-h no deja de golpearle en la cabeza, pero no parece afectarle y llama a sus compañeros: "¡Una, dos y tres!", y los cuatro a la vez le golpean. "¡Creo que le ha afectado!", sonríe Ranma-h.
Pero el monstruo aún controla y se dirige hacia la pared del acantilado, donde Ranma-h ve una figura familiar: "¡Akane!".
Pero claro, el monstruo trata de golpear al abuelo, que se muestra sorprendido: "¿Por qué viene hacia aquí?"; "¡Si es a ti a quien más odia!", le recuerda Akane. Ranma-h le grita a Happôsai que se aparte de Akane, pero el viejo sólo dice que él la protegerá. "¡Hay que hacerle cambiar de dirección!", opta Ranma-h, algo que consigue Ryôga de una patada y vuelve a convocar a los cuatro para darle un puñetazo a la vez...
Pero el monstruo es más listo y pasa bajo una cascada antes de que le sacudan. Sólo Ranma-m aguanta agarrada a los cuernos mientras el resto caen al agua al remontar el monstruo el vuelo. Mientras, Akane coge la ropa interior de viejo, que no deja de protestar, y hace un lazo con todos los pantis metiendo una roca dentro. Empieza a hacerla girar y lo lanza hacia el monstruo, enrollándose en uno de sus cuernos. "¡Gracias! ¡Maldito pantimaníaco! Te vas a enterar.", grita Ranma-m, y comienza a usar la tira de pantis para atar las alas al monstruo.
El bicho comienza a caer en picado, ante la alegría de Akane que ya ve la pelea acabada. Pero el monstruo es tenaz y se apoya con una mano antes de caer para voltearse y tratar de caer de espaldas, aplastando a Ranma-m. En su esquiva a la desesperada, Ranma-m se da cuenta de que los pantis se le han enganchado al brazo, y también el monstruo se percata, por lo que empieza a hacerla girar y la lanza contra la roca.
"¡Picaste, pantimaníaco!", grita alegre Ranma-m; y al llegar a la roca da un tremendo rebote y golpea al monstruo con una potencia bestial: "¡Panti-patada fugaz!". Y el monstruo cae inconsciente. Akane se da cuenta: "¡Ha aprovechado la elasticidad de los pantis!"; y Happôsai llora al ver que todos sus pantis están dados de sí. Antes de que el monstruo se recupere, Ranma-m consigue arrastrarlo hasta un estanque caliente, de donde sale Ranma-h autosuficiente... hasta que el chaval trata de agarrarlo por detrás y Ranma-h le da el golpe de gracia. "He vencido.", murmura Ranma-h.
En su refugio, el chico permanece atado con pantis mientras el consorcio lo mira. "Menudo follón has montado. ¡Di algo, pantimaníaco!", le exhorta Ranma-h con su habitual delicadeza. "¡Travestido!", responde; Ranma-h le sacude y Happôsai grita: "¡Parad ya! ¿A qué viene todo esto?", y el grupete le pega una paliza de espanto y lo deja bien atado: "¡Todo esto es culpa tuya!". Ranma-h vuelve a hablar con el chico: "Aunque te transformes no tienes por qué estar tan resentido. A todos nosotros nos pasa, ¿verdad, Ryôga?", y Ryôga se hace el sueco dada la presencia de Akane.
Pero Akane recuerda algo: "A ti no te molesta transformarte. Tu odio se debe a algo más serio.", le dice al chico. "¡Ju! ¡Exacto! Después de bañarme en Zhou Quan Xiang, ¡el viejo me hizo algo peor!"; y todos se quedan con el interrogante en la boca...
"Da igual, yo me llamo Ranma. ¡Así que no vuelvas a llamarme travestido, pantimaníaco!", grita Ranma-h. "¿Y tú cómo te llamas?", le pregunta el viejo; y el chico pone cara de incredulidad: "¿En serio que no te acuerdas?". Y el viejo empieza a cavilar y entonces recuerda... según las leyes, al haberlo lavado, la madre le pidió que le pusiera nombre al niño; "Voy a darte un nombre que será la envidia de todo el mundo.", le decía Happôsai. Y tras tres días y tres noches pensando, se decidió: "¡Este niño se llamará Panty Bonico!".
Todos se quedan de piedra, excepto Panty Bonico que se sonroja. Ranma-h parece arrepentido: "Yo, que te he llamado pantimaníaco todo el tiempo, a partir de ahora te llamaré correctamente, Panty Bonico."; "¡Ni se te ocurra!", le grita Panty Bonico aún más sonrojado. "¿No te gusta?", le dice sorprendido Happôsai; "¿Hubieras preferido Panty Guay?". Y ahí empiezan a opinar todos que mejor Panty Bonico que no Panty Guay. Y el pobre chico se pone tan furioso que rompe sus ataduras y se lanza acantilado abajo... "¿Se habrá ofendido?", se pregunta burlón Ranma-h. Hasta que se dan cuenta de que abajo está el mar.
Y efectivamente aparece el ofendido monstruo atacando al grupo, pero Happôsai lo detiene con un happôcírculo vicioso y se ríe del monstruo: "Te está bien empleado, desvergonzado.". Pero Ranma-h, Ryoga y Mousse le pegan una paliza y lo ponen a disposición de Panty Bonico; "Puedes atizarle todo lo que quieras, Panty Bonico.", le dice Ranma-h; "¡No me llames así!", le grita. Y coge al viejo: "Me vas a cambiar el nombre ahora mismo."; "¿No te gusta?", llora el viejo, y le lanza otro happôcírculo vicioso que aprovecha para escapar mientras solloza: "¡Pues a mí me gusta Panty Bonico!".
Panty Bonico queda inconsciente y desesperado. Akane y Ranma-h van a consolarlo; "¿Por qué no te cambias el nombre tú y ya está?", le sugiere Ranma-h; "¡Ju! Si pudiera, ¿crees que haría esto?", y les explica que según las leyes de su pueblo sólo puede hacerlo quien se lo puso. Una risa malévola se escucha; el viejo ríe maléficamente: "Lo he oído. ¡Serás Panty Bonico toda tu vida! ¡No pienso cambiarte el nombre por nada del mundo!". Panty Bonico se cree morir...
Akane recrimina al viejo, pero éste se burla de ella y se larga. "Este viejo es un ruin empedernido.", comenta Ryôga; "Si mete algo en cabeza él, no manera de hacer recapacitar.", confirma Shampoo. Panty Bonico llora de impotencia, pero a Ranma-h se le ocurre algo; "Hey, Panty Bonico..."; "¿Qué quieres, travestido?", responde agriamente; Ranma-h le sacude: "Puedo ayudarte a cambiarte el nombre, con una condición...".
Escenas inolvidables: el careto de todos al conocer el nombre de Panty Bonico, y sus especulaciones sobre si le queda mejor Panty Bonico o Panty Guay.
"¿Y qué condición le has puesto?", pregunta interesado Sôun. "Que se lleve al viejo al extranjero.", responde Ranma-h; Sôun agarra las manos de su futuro yerno con llanto emocionado; Akane es más práctica: "¿Qué has pensado?", y Ranma-h enseña un guión: "Se llama... ¡La táctica de '¡Han desaparecido todos los pantis del mundo! ¡Ojalá pudiera volver al día en el que cometí ese error! ¡El viejo viaja en el tiempo!' "; "Un poco largo, ¿no?", dice Ryôga. Pero Ranma-h empieza con su táctica: se transforma y se pone unos pantis, y Happôsai aparece inmediatamente y es noqueado por ella.
"¡Primer acto!"; en el Fûrinkan hacen una audición para todas las chicas, a las que Ranma-h pide que se quiten los pantis. Panty Bonico hojea el guión: "¿Seguro que esto funcionará?", y Ranma-h ríe seguro mientras observa al dormido viejo.
Unos focos se encienden y despiertan a Happôsai; "¿Dónde estoy?", se pregunta el viejo, y al girarse ve a todas las chicas del Fûrinkan llorando; "¿Qué pasa, Akane?", le pregunta Happôsai preocupado; "¡Han desaparecido todos los pantis del mundo!", llora la chica. Happôsai no se lo cree... y le levanta la falda: "¡No tiene!"; Akane lo lanza por los aires y el viejo aprovecha para hacer lo mismo con el resto de las chicas para comprobar, horrorizado, que en efecto ninguna tiene pantis. "¿Pero por qué?", grita Happôsai desesperado.
Entonces aparece el monstruo; "¡Es el gran demonio Panty Bonico!", gritan todas las chicas. Una de ellas muestra una percha vacía: "¡Perdónanos! ¡No tenemos más pantis que ofreceros!". El viejo está confuso, y Akane le explica la historia: "Es su culpa, abuelo. Panty Bonico ha hecho honor a su nombre y ahora quiere poseer todos los pantis del mundo."; Happôsai se estremece por su pasado error y desde los bastidores Ranma-h sonríe satisfecho pensando que ahora el viejo deseará volver al día del bautizo para cambiar de nombre... pero el abuelo coge una de sus bombas y se lanza a por el monstruo: "¡Voy a acabar contigo!", grita. "¡Así no!", grita Ranma-h, que lo deja inconsciente de un martillazo mientras Panty Bonico, ya humano y magullado, le pregunta si sigue siendo buena idea.
Shampoo llega con un encargo de Ranma-h: "Incienso alucinatorio traer."; Ranma-h lo enciende y se lo hace oler al inconsciente viejo: "Ese día en Zhou Quan Xiang...", le murmura. Happôsai despierta y se ve rodeado de los manantiales de Zhou Quan Xiang; una figura aparece entre la niebla; "¡Son la madre y el bebé!", exclama el viejo; "Póngale nombre a este niño.", le pide la madre. En la realidad, Ranma-m sostiene a P-Chan y los manantiales son piscinitas con cañas clavadas; "Está completamente hipnotizado.", comenta Akane; "Si ahora pone un nombre distinto estará todo solucionado.", afirma Shampoo ante el expectante Panty Bonico. Happôsai coge al cerdito: "¡Este niño se llamará... Panty Bonico!"; y al pobre Panty Bonico casi le da un pasmo.
Ranma-m se aleja haciendo carantañas al cerdo: "Se convertirá en un gran amante de los pantys. Cuchi, cuchi, Panty Bonico..."; y Happôsai recuerda el incidente en el "futuro" y llama a la "madre". "¡Sí!", piensan Ranma-m y Panty Bonico. "Aún estoy a tiempo...", dice el viejo... y saca otra de sus bombas de Happôcírculo vicioso ante la incredulidad de Ranma-m y P-Chan. "¡Yo, Happôsai, arrancaré de cuajo la raíz del mal!", grita iniciando su ataque. Ranma-m consigue devolver una de las bombas que estalla junto al viejo, el cual cae inconsciente.
Pero una enorme aura sale del cuerpo de viejo, horrorizando a todos los presentes. "Debo derrotar a Panty Bonico para recuperar los pantis del mundo.", grita el enorme Happôsai, que comienza a pasearse por la ciudad provocando el pánico. Panty Bonico agarra a Ranma-h de las solapas, y este ríe forzadamente: "Mi plan necesita algún retoque.".
Escenas inolvidables: Ranma-m con P-Chan haciendo de madre y bebé.
Y mientras, Ranma-h, Akane, Shampoo y el panda disfrutan del té. "¡No podemos quedarnos quietos!", grita entonces Ranma-h y salen al encuentro de los dos rivales al cesar la lluvia. "No podemos ni acercarnos.", comenta Ryôga al ver tales monstruos; Happôsai lanza un potente rayo que tumba al monstruo; "No color haber.", dice Shampoo. "Tengo que intervenir.", dice Ranma-h decidido, y se lanza hacia el aura de Happôsai... a quien lanza unos pantis. El viejo vuelve a su tamaño normal y va a abrazarse a su querida prenda... hasta que las pesas que llevan dentro le impactan en la cabeza y lo dejan KO.
Mientras, Ranma-h ha transformado a Panty Bonico; "Te ha ido por los pelos. No hace falta que me lo agradezcas.", le sonríe, y Panty Bonico le suelta un golpe. Mientras, Happôsai despierta; "He tenido un terrible sueño...", y llama a Panty Bonico, que está a la gresca con Ranma-h: "Panty Bonico, te pondré un nuevo nombre.". El muchacho casi no se lo puede creer; "¡¿En serio?!", grita abrazando al viejo, y mira al cielo llorando de emoción.
Ranma-h mira desconfiado al viejo: "No valen nombres como Panty De Seda o Sostén Guonderbrá."; "Tranquilos.", dice el viejo, "Te llamarás... ¡Calzoncillo Manchado!". Panty Bonico no se lo puede creer, y le da un golpe al viejo. "¡Taparrabo corto!", propone el abuelo, y recibe otro golpe; "¡Cucaracho Sexy! ¡Acidez Destomago!". Panty Bonico está llorando de rabia; "No se me ocurre que ponerte para que lo acapares tú solo.", protesta Happôsai. Panty Bonico huye: "¡Jamás has querido ponerme un nombre decente!". "¡Yo sólo quiero ponerte un nombre inofensivo, para que no acapares todos los sostenes, pantis y bragas del mundo.", logra gritar Happôsai. "¿Cómo que inofensivo?", le dice Ranma-h pisándole la cabeza.
Panty Bonico llora en un mirador. "Panty Bonico...", le llama Ranma-h, que ha acudido con el resto del grupo y el viejo; "El abuelo te pondrá el nombre que quieras.", le dice Akane sonriendo; "Le hemos convencido.", dice Ranma-h. "¿Por qué os esforzáis tanto?", pregunta Panty Bonico; "Los amigos se ayudan.", ríe Ranma-h. "Ya había pensado un nombre para mí.", dice Panty Bonico: "¡Tarô Bonico!".
El silencio del grupo es sobrecogedor. "Es un poco idiota, pero...", piensa Akane; "De lo más hortera ser.", piensa Shampoo; "Si mis padres me ponen un nombre así, me habría hecho ermitaño o algo así...", piensa Ryôga. "¿Seguro?", le pregunta Ranma-h tratando de disimular su desconcierto; "Sí. Gracias por todo; me encargaré del viejo.", y coge a Happôsai y se transforma para salir volando. "¿Seguro que está bien así?", pregunta Akane; "Si él está contento...", concluye Ranma-h.
Y sobrevolando el mar de Japón, Happôsai vuelve a tener una genial idea: "La verdad es que Panty Bonico te quedaba mejor. ¿Verdad, Panty Bonico?"; y al pobre bicho le da tal shock que suelta al viejo en el mar y sigue volando sin rumbo, mientras el viejo le increpa.
Y mientras, Ranma-h, Akane, Ryôga, Shampoo y Mousse-pato disfrutan del té sin saber lo que les espera...
Escenas inolvidables: el careto que se les queda cuando Tarô decide llamarse Tarô Bonico.
Tomo 17 | Índice | Tomo 19 |