Ranma 1/2. Tomo 29

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Parte 7 Parte 8 Parte 9 Parte 10 Parte 11

Parte 1. El temible mandoble del fénix.


En una tienda de antigüedades de lucha, Kunô observa algo curioso; "¿El huevo del fénix? ¿Qué es esto?", dice mirando un gran huevo con el símbolo "luz" grabado. "Es una especie de amuleto para luchadores.", responde el tendero; "El fénix dicen que trae buena suerte, y el luchador que consiga este huevo con su nido dicen que consigue dominar automáticamente el temible mandoble del fénix."; "¿¡El mandoble del fénix!?", exclama Kunô; "¡Se lo compro!". El viejo le mira severo: "Es demasiado peligroso. Ni aunque me restregaras un fajo de billetes...", y Kunô le da un sopapo con un gran fajo de yenes; "Tuyo.", responde el hombre.

Kunô se aleja mirando el huevo y preguntándose qué será el mandoble del fénix, y recuerda las últimas palabras del vendedor: "¡Nunca te lo pongas en la cabeza!". "Habría que ser imbécil para eso...", piensa Kunô... y es arrollado por Ranma-h que persigue a Happôsai: "¡Vuelve, vejestorio!". Ranma-h ve caer el huevo y el nido y lo recoge; se revuelve para ver a Kunô precipitándose hacia él: "¡Devuélvemelo!". Ranma-h le da la patada de rigor; "¡Vaya, es Kunô! Toma.", dice poniéndole el huevo en la cabeza. "Me parece que acabas de meter la pata...", murmura Kunô.

El huevo comienza a resquebrajarse y se rompe provocando un cegador destello. Ranma-h recupera la visión para ver sobre la cabeza de Kunô... un pajarraco gordo y feo que eructa sin pudor. El pájaro lo mira... y comienza a picotearle sin compasión; "¡Ay, ay, ay! ¡Desgraciado!", se queja Ranma-h contraatacando, pero el pájaro vuelve a destellear, deslumbrando a Ranma-h, momento que Kunô aprovecha para asestarle el espadazo definitivo. Kunô mira incrédulo lo que ha hecho: "¡He ganado a Ranma Saotome! ¡He dominado el mandoble del fénix!", exclama pleno de gozo, mientras el fénix sigue haciendo ruidos raros y Ranma-h se pregunta qué es eso del mandoble del fénix.

Kunô se gira satisfecho; "Espero que hayas aprendido la lección. No te me vuelvas a acercar."; pero el pajarraco se lanza y picotea a Ranma-h, arrastrando a Kunô; "¡Te he dicho que adiós!", insiste Kunô mientras el fénix trata de morderle en la cabeza a Ranma-h; "¡Pues márchate, pesado!", exclama enfadado Ranma-h mandándole de una patada al infinito. Y el fénix vuelve a caer sobre él para picotearle, arrastrando a Kunô.

En casa de los Tendô, Akane pone cara de incredulidad al oír la historia; "¿Que no se separa de Ranma?", pregunta. Kunô está con ellos mientras el fénix no para de picotear a Ranma-h. "Es un polluelo fénix...", observa Sôun; "Esto me resulta muy molesto.", comenta Kunô. "¡Eso debería decirlo yo!", replica Ranma-h. "El temible mandoble del fénix...", murmura Sôun. "¿Conocéis el apego natal?", pregunta; ambos miran expectantes a Sôun, que muele algo en un mortero; "¿Qué machacas?", pregunta el panda en un cartel; "Es sólo para descargar la tensión.", responde Sôun, y sigue contando: "El apego natal hace que los polluelos recién nacidos piensen que el primer individuo que ven es su madre. De igual manera, el polluelo fénix considera un enemigo al primer individuo que ve."

"Así que el mandoble del fénix consiste en sufrir los ataques del polluelo y el amo a la vez.", concluyen. "Así que el polluelo tiene apego maternal por Ranma...", murmura Kunô, y coge a Akane en brazos: "¡Tenemos vía libre para una cita!"; "¿¡Qué tienes en la cabeza!?", ataca Ranma-h, pero el polluelo lo patea y Kunô le da un mandoble. "Si quieres salir con Akane tendrás que derrotarme.", reta Kunô mientras el fénix sigue picoteando a Ranma-h. Y Akane da un martillazo a Kunô para dejarlo inconsciente. "Cualquiera que no seas tú le puede tumbar.", sugiere Akane; "Ya veo.", entiende Ranma-h mientras el fénix sigue picoteando sus manos.

Tras remojarse, Ranma-m saluda al ya consciente Kunô; "¡La chica de la trenza!", sonríe él, pero Ranma-m se dispone a atacarlo... momento en el que el fénix parece alarmarse más y de repente pone cara de auténtica furia, lanzando un tremendo destello luminoso que paraliza a Ranma-m, a la cual empieza a atacar con picotazos tan vigorosos que dejan inconsciente a la chica. "¡Ha adivinado que es Ranma!", se sorprende Akane; "¡Qué increíbles dotes deductivas!", se maravilla Sóun; "¡Y la ha atacado más violentamente que cuando era un hombre! ¡Entonces es una hembra!", señala Nabiki, y el pajarraco parece asentir con un ruido esperpéntico.

Ranma-m consigue levantarse y hace un poco de teatro; "Entre Kunô y yo hay un obstáculo insalvable hasta para nuestro amor... ¡ese pájaro!"; Kunô se emociona: "¡Chica de la trenza! ¡No lo permitiré, me lo arrancaré!". Pero por más que tira y sacude, el pájaro no se mueve; "¡No me lo puedo quitar!", se queja Kunô, y se abraza a Ranma-m: "¡Perdóname!", y el fénix aprovecha para cebarse en Ranma-m.

Un golpe de martillo deja de nuevo a Kunô en el suelo; "Se ha encariñado de Kunô...", murmura Nabiki; "¡Vaya lío!", exclama Akane; "¡Te voy a arrancar de aquí como me llamo Ranma!", amenaza Ranma-h al picoteador pajarillo.

Nuevos personajes: El vendedor de antigüedades, el fénix.

Escenas inolvidables: La aparición del pajarraco fénix, que poco tiene que ver con la bella ave que se espera.

Parte 2. El invencible mandoble del fénix.


Akane retorna al dojo Tendô tras su carrera matinal y ve con sorpresa como Kunô permanece solo, con el fénix sobre su cabeza, practicando con la espada. "¿Y Ranma? Se supone que el polluelo no dejaba de atacarle en ningún momento.", pregunta a Kunô; el chico se vuelve hacia ella: "¿Nos damos un beso de buenos días?". "¡Cuando te pregunto algo haz el favor de contestar!", replica Akane estrellándolo contra la pared.

Y entonces aparece Ranma-h: "Por muy fénix que sea de noche no ve un pijo. Fue fácil escapar."; "¿Así que has huído con la cola entre las piernas?", pregunta el desafiante Kunô mientras el fénix eructa. Ranma-h proclama su ataque: "¡El enemigo natural de los pájaros son las serpientes! ¡Vas a probar el efecto del golpe viperino que me he pasado la noche ensayando!"; "¡Doble mandoble del fénix!", replica Kunô. Y Akane ve con sorpresa como de nuevo el fénix se queda picoteando al magullado Ranma-h, mientras Kunô se ve arrastrado por la fuerza del pollo. "¿Qué dices que has entrenado?", pregunta Akane; "¡Cállate!", replica Ranma-h.

Y entonces aparece de la nada el viejo de la tienda: "¡Se lo advertí! ¡Y el polluelo ha acabado por nacer!"; "¡El viejo de la tienda!", reconoce Kunô. El abuelo sale corriendo gritando "¡Es el fin!", pero Ranma-h lo para de un golpe; "¿Cuál es su punto débil?", interroga Ranma-h; "No tiene. Pero en algún momento abandonará el nido y dejará de atacarte."; Ranma-h sonríe: "¡Haberlo dicho antes! ¿Cuánto tardará?"; "¡Cien años!", responde el viejo. Y Ranma-h le sacude un golpe.

Pero el viejo lleva la solución consigo: "Tengo este pienso especial que acelera el crecimiento.", dice mostrando un paquete. "¿Cuánto cuesta?", pregunta Ranma-h; "¡Un millón de yenes!", contesta el viejo, pero tras el patadón de Ranma-h rectifica: "A ti te lo dejo por cien.".

Bolsa de pienso en mano, Ranma-h se encara a Kunô: "¡Puedes ir preparándote!"; el fénix pía ferozmente. "¡Aquí tienes el pienso del fénix!", grita Ranma-h lanzando un grano a la boca del polluelo... pero Kunô lo parte con su espada antes de que llegue. "¡Ataque múltiple!", exclama Ranma-h mientras lanza decenas de granos a la vez, que Kunô va rompiendo antes de que lleguen al pájaro. "Desgraciado...", se queja Ranma-h; "¡Nada de lo que hagas te servirá!", proclama Kunô; y Ranma-h se moja ante sus narices, para llamar a Kunô en forma femenina: "¡Kunô, guapo!". Kunô se lanza a abrazar a Ranma-m mientras el fénix parece ciego de furia, y Ranma-m aprovecha para meter un puñado de granos de pienso en la boca del polluelo.

"¡Se lo ha tragado!", exclama Akane. Y de repente el polluelo se hace diez veces más grande, encorvando a Kunô hasta límites inhumanos. El fénix mira con mala leche a Ranma-m, que se percata del nuevo problema: el pollo ataca con fuerzas diez veces mayor, y Ranma-m apenas consigue esquivar sus brutales picotazos. "¡Oh, no! ¡Como es hembra ataca con más fuerzas a Ranma chica!", grita Akane; Ranma-m huye mientras el fénix, arrastrando al inconsciente Kunô, le persigue con furia. "¡Agua caliente!", grita Akane arrojando una tetera que impacta sobre Ranma-m, haciendo que pase a ser hombre. Kunô, recién recuperado, ataca a Ranma-h: "¡¿De dónde has salido?!", grita lanzando un mandoble que parte la bolsa de pienso.

El pienso empieza a precipitarse ante la desesperación de Ranma-h, cayendo sobre un parque en el que un grupo de chicos hace deporte. Ranma-h se precipita hacia allí, seguido del fénix que impacta brutalmente sobre los chicos gimnastas. "Tengo que cogerlos uno a uno y hacérselos tragar...", piensa Ranma-h, que va recorriendo el parque y lanzando los granos a la boca del pajarraco, cada vez más enorme. En un supremo esfuerzo, Kunô se levanta con el gigantesco pajarraco sobre su cabeza. "¡No conseguirás que deje el nido!", proclama lanzando otro mandoble hacia Ranma-h, que éste esquiva con dificultad. "¡Come!", grita Ranma-h; "¡No comas!", grita Kunô.

El sudoroso Ranma-h mira la escena; "Kunô, ¿no te duele el cuello?", pregunta al ver que, en vez de su cabeza, el cuerpo de Kunô sustenta al bicharraco; "Ni pizca.", replica Kunô. "¿Seguro que abandonará el nido?", se pregunta Akane; "¡Parece una figura de barro!", exclama el viejo anticuario recordando una figurilla precolombina; "¡No escurra el bulto!", se enfada Akane.

Y de repente el fénix da un enorme graznido y se ilumina refulgentemente, comenzando a aletear; "¡Por fin!", exclaman Ranma-h y Akane; el pajarraco vuela a lo lejos y Ranma-h, Akane y el viejo lo ven alejarse con alivio. "¡Qué rabia! Ahora que había conseguido dominar el mandoble del fénix.", se queja Kunô, que aún tiene la cabeza hundida entre los omoplatos. De repente, Akane y el viejo ven algo: "¡Un huevo! Lo habrá puesto antes de marcharse. Como era hembra..."; "Hay que guardarlo en lugar seguro...", murmura el viejo, hasta que Kunô le sacude con un fajo de billetes: "¡Compro!"; "¡Vendo!", responde el viejo, mientras Akane y Ranma-h miran incrédulos.

Escenas inolvidables: Kunô con el pajarraco gigante sobre su cabeza; una imagen de lo más esperpéntica.

Parte 3. Las semillas del drama.


Hace diez años, en China, Colonia lleva consigo a la niña Shampoo; "Voy hay comprar unas medicinas tradicionales. Tú espera aquí y cuidado con los niños de este pueblo, que son muy traviesos."; "¡Vale!", se despide Shampoo. Mientras juega, una niña de pelo corto se le acerca; "Tú ser de las amazonas Nujiezu, ¿cierto?", pregunta; "Esto ser señal de amistad, ¿cierto?", sonríe la niña haciendo un gesto con las manos. De repente sopla un polvillo sobre Shampoo: "Un poco de viento, por favor.", y comienza a echarle agua: "Un poco de agua, por favor."; Shampoo se revuelve y le da una patada: "¿Qué hacer?". "No preocupar. Sólo ser experimento de hierbas medicinales, ¿cierto?", responde la niña marchándose. Shampoo nota como algo le crece sobre el cuerpo: "¡Ah! ¡¿Qué ser esto?!"; y un grito helador rompe el silencio del campo. Así fue como arraigaron las terribles semillas...

En el Tokio actual, Shampoo en su bicicleta llama alarmada a Ranma-h; "¡Ranma!", grita aterrizando sobre la cara del chico; "Oye...", se enfada Ranma-h; "¡Mirar esto!", dice Shampoo enseñando un papel, que resulta ser el periódico de las Nujiezu; "¿La boda del mes?", se sorprende Ranma-h al ver la foto de Shampoo y la suya bajo el titular. "Te lo traduciré: haber entrevistado a Shampoo, que vivir feliz en Tokio en Japón. Y habernos contado todo de su excitante vida de casada con Ranma."; "¡¿Qué es esto de que me he casado contigo?!", se enfada Ranma-h; "Es algo que pasará.", asegura Shampoo, pero señala la foto del "Cat Café" en el periódico; "Lo importante es que haber desvelado mi ubicación. Tener que ir con cuidado. Pretender matarte a ti también."; y Ranma-h se queda con expresión preocupada.

Caminando sobre el muro piensa en las palabras de Shampoo: "Unos enemigos terribles perseguirme, y tú como mi marido estar en su punto de mira."; "Parecía aterrorizada, ella que no tiene miedo a nada.", piensa; "Debe ser alguien realmente fuerte."; de repente, nota como algo cae hacia sí y logra esquivarlo a duras penas. "¿Quién anda ahí?". Ranma-h ve una figura femenina, cubierta por una capa, sobre un muro; "Un poco de viento, por favor.", dice la chica; "¿Semillas?", se pregunta Ranma-h al ver los granos flotar en el aire; "Tú ser marido de Shampoo, ¿cierto?", ríe la chica que lleva el periódico Nujiezu. "¿Esta es la que persigue a Shampoo?", se sorprende Ranma-h. "Pues no pareces tan poderosa.", dice Ranma-h saltando frente a ella; la lluvia comienza a descargar y la chica mira a las nubes: "Buen tiempo, ¿cierto? Lo de antes ser saludo, ¿cierto? Zai jian.", se despide. La lluvia se hace más intensa, mientras Ranma-m se sigue preguntando qué tiene esa chica de malo, hasta que empieza a notar como algo crece de sus ropas; "¡¿Qué es esto?!". Un grito helador se explande por las calles de Nerima.

Akane camina por las calles de Tokio cuando ve a la inconsciente Ranma-m, aún cubierta por las extrañas formas vegetales, parecidas a muñequitos, y con dos de ellas en las manos. "¿Qué ha pasado? ¿Qué es esto?", grita Akane. Y de repente, tras ella aparece una chica igualita a la de antes: "¡Ahhh! ¿Quién haber hecho esto, por favor?", grita alarmada. "¿Quién eres?", pregunta Akane; "Ser hierbas venenosas terribles, mandrágora, ¿cierto?", dice la chica; "La mandrágora ser planta venenosa y tener raíz que parece persona. ¡Si arrancar, dar grito tan terrible que el que oye tal grito morir inmediatamente!", explica la chica, y se pone unos tapones y le pone otros a Ranma-m; Akane se tapa sus oídos y la chica va arrancando las raíces de la ropa de Ranma-m. Luego coge una serie de potingues, los mezcla en un bol y le da de beber a Ranma-m: "Tomar antídoto, por favor.". Ranma-m logra despertar; "Haber estado en peligro, ¿cierto?", pregunta la chica, y Ranma-m se enfurece: "¡¿Pero qué me has hecho, animal de bellota?!"; la chica empieza a llorar y se va corriendo: "¡Yo que haber esforzado en curarle, desagradecido! ¿Cierto?". Ranma-m se queda sorprendida; "No parece la misma de antes...", piensa.

En el "Cat Café", Shampoo recibe la noticia: "¡¿Que te han atacado ya?!"; "Sí, pero me curó inmediatamente.", responde el sorprendido Ranma-h sentado junto a Akane; "Al menos acabar bien.", replica Shampoo, que observa algo: "En el periódico no dice que te conviertes en chica."; Akane echa un vistazo, y le da un mazazo a Ranma-h: "¿Qué es eso de la boda del mes?". Pero Shampoo nota algo raro y lanza una de sus mazas contra un biombo: "¡Ahí estar!". Una figura salta y la chica queda sobre una mesa; "¡Oh! Tú seguir vivo, ¿cierto?", se sorprende al ver a Ranma-h; "Ahora sí que matar, ¿cierto? Un poco de viento, por favor.", dice y lanza sus semillas venenosas; "¡Mandrágora!", exclama Ranma-h; "¡No caer en ese truco!", grita Shampoo lanzando con un abanico las semillas hacia los clientes. La mandrágora crece en las sopas y vasos de agua... y al cogerla todos caen desmayados por el grito, excepto Ranma-h, Akane y Shampoo que se tapan los oídos.

La chica salta hacia el grupo: "¡Shampoo, tenía tantas ganas de verte! ¿Cierto?"; pero la chica empuña cuatro armas distintas en cuatro manos; "¡Cuatro brazos!", se sorprenden Ranma-h y Akane. Shampoo logra contrarrestar el golpe y alejar de sí a la chica: "¡Dejar de tonterías!". De repente, la figura se parte en dos; "¡Se ha divido!", se extraña Ranma-h. Y sobre una mesa, la capa se aparta y deja ver a dos chicas como dos gotas de agua; "¡Ser hermanas gemelas!", informa Shampoo; "¡Haberlo dicho antes!", recrimina Ranma-h.

Cada chica lleva un símbolo en el pecho de su traje: veneno y medicina. "Soy Pink, especialista en plantas venenosas, ¿cierto?", dice la de pechera negra con el símbolo del veneno; "Soy Link, especialista en plantas medicinales, ¿cierto?", dice la de pechera blanca con el símbolo de medicina. "Haber venido a matar a Shampoo y su marido Ranma, ¿cierto?", proclaman al unísono. "Shampoo y su marido Ranma, ¡Qué bien sonar!", murmura Shampoo; "¿A mí sólo me quieren de segundo plato?", se queja Ranma-h; "¿Es lo único que tienes que decirme?", pregunta sardónica Akane.

Nuevos personajes: Pink y Link.

Parte 4. Flores maternales, ¿cierto?


Las gemelas vuelven a proclamar su intención: "Venir a vengarnos de Shampoo y su marido, ¿cierto?"; "¿Qué les has hecho Shampoo?", pregunta Akane; "¿Por qué me meten en el ajo?", se queja Ranma-h. "¡Yo ser víctima!", dice Shampoo, y explica la historia: "Hace diez años estar a punto de morir por mandrágora de Pink."; "¿Qué decir? Link, que pasaba por allí...", replica Pink, y recuerda la escena de la niña Link viendo el terrible estado de Shampoo, dándole el antídoto... y luego Shampoo arreándole un buen golpe. "¡Golpeó a Link, que no tenía culpa!", dice Pink; "Me golpeó a mí.", llora Link. "El dolor de Link ser mi dolor, ¿cierto?", dice Pink; "Aunque eso sólo me dolió a mí, ¿cierto?", replica Link, y gritan a la vez: "¡Matar a marido de Shampoo y así saborear nuestra misma tristeza!"; "¡Ser terrible!", grita Shampoo; "¡Diles que no estás casada con él y no hagas tanta pantomima!", recrimina Akane.

Pink y Link saltan: "¡Preparaos Shampoo y su marido!"; Pink coge unas flores negras: "¡Flor masculina ligeramente venenosa, por favor!"; y Link unas blancas: "¡Flor femenina hierba medicinal piadosa, por favor!". "¡Mezcla!", gritan lanzando a la vez; "¡Otro truco!", grita Ranma-h. Y los contendientes salen a través de la cristalera del "Cat Café" justo cuando un grupo de viriles deportistas pasan por allí. "¡Un poco de viento, por favor!", gritan las gemelas lanzando las flores a la calle, flores que can sobre las cabezas de los deportistas.

Y de repente los viriles muchachos se ponen a hacer la comida, la colada, a coser... "¿Qué ha ocurrido?", se sorprenden Shampoo, Ranma-h y Akane; "Ser técnica conjunta. Si poner estar flores maternales sobre la cabeza convertirse en magnífica esposa y mejor madre, ¿cierto?", informan Pink y Link; "Además, mirad qué pasar si hacer esto...", dice Pink tirando por los suelos una mesa recién puesta; el chico que la ha preparado grita y se pone a llorar como una magdalena; "Nunca enfadarse ni ponerse violento.", resalta Link. "La hostilidad desaparece.", confirma Akane; "¡Poder atacar continuamente! ¡Qué terribles flores ser!", exclama Shampoo. Y Akane se revuelve justo para ver como Ranma-h está tratando de ponerle dichas flores en la cabeza; "¡¿En qué estás pensando?", grita mandándolo de una patada al infinito.

"¡Shampoo, prepararte por favor!", gritan las gemelas tratando de atacar a Shampoo; "¡Volver otro día!", replica ella dándoles un patadón. "Caramba, que por algo de la infancia se tengan que poner así.", comenta Akane; "¡Qué rencorosas!", afirma Ranma-h; "Yo ser víctima. Desde entonces, cada vez que encontrarme, dar cien patadas a cada una.", termina por decir Shampoo; "Ahí está.", deduce Akane; "¿Así que te dedicabas a torturarlas?", pregunta Ranma-h.

"Ya estamos aquí.", avisa Akane al entrar en casa; "En qué embrollo nos hemos metido.", comenta Ranma-h; "Ranma, tienes la bañera preparada.", avisa Kasumi; Ranma-h entra al baño y comienza a desnudarse; "En menudo lío estoy metido. Quieren matarme, ¡pero es que son dos chicas!", piensa; "Me da reparo golpearles...", medita mientras abre la mampara... para encontrarse con Pink y Link que han creado un jardincillo en la bañera. "¡¿Se puede saber qué hacer tú aquí, por favor?", preguntan las gemelas; "¡Eso debería preguntarlo yo!", replica Ranma-h, que mira a las flores; "Son las flores maternales.", dice; "Este sitio ser perfecto para plantarlas.", contesta Link; "No molestar o hacerte daño...", amenazan, momento en el que Pink lanza unos apósitos: "¡Apósitos venenosos, por favor!"; Ranma-h los esquiva con presteza: "¡Nunca podréis conmigo!", se jacta el chico... que al caer pisa el jabón y se da un coscorrón que lo deja KO, momento en el que Pink pega los apósitos sobre el cuerpo.

La escandalera ha atraído a Sôun, Akane y el panda, que entran al baño apresuradamente, momento en el que Link les lanza apósitos medicinales a sus puños que hacen que golpeen sin piedad sobre los apósitos de Ranma-h. "¡Los apósitos se atraen!", exclama Akane sin poder evitar moler a puñetazos a Ranma-h.

"¿Qué haberte parecido, marido de Shampoo? ¡La venganza acaba de empezar!", proclaman las gemelas, y cierran la mampara. El magullado Ranma-h, ya sin apósitos, se lanza hacia la bañera: "¡Estoy harto!". Pero al abrir la mampara, una enorme hoja le cierra el paso. Al otro lado, Pink y Link observan su obra: "Barricada terminada, ¿cierto?". Pero entonces Shampoo aparece mazas en mano a través de la pared. "Pink, Link, ¿de veras tener que meter a Ranma en el asunto?", pregunta furiosa Shampoo. "¡Pues claro! ¿Cierto?", dice Pink; "Porque dolor de marido ser dolor de Shampoo, ¿cierto?", confirma Link; "¡Pues no haber elección!", ataca Shampoo, pero cae en la trampa: "¡Acaba de caer en trampa! ¡Esto ser criadero de flores maternales! ¿Cierto?", dicen las gemelas. Y una lluvia de pétalos de flores blancas y negras caen sobre Shampoo.

Al otro lado de la hoja, el grupo escucha el terrible grito de la chica china; "¡Ese grito es de Shampoo!", se alarma Akane; pero cuando logran superar la hoja, sólo ven el boquete en la pared y la bañera con flores. "¡No hay nadie!", exclama Ranma-h; "¡Mira el espejo!", señala Akane; allí pueden leer: "El próximo ser marido, ¿cierto?". "Entonces, Shampoo está ya...", musita Akane; "Vaya, las había menospreciado...", reconoce Ranma-h.

Escenas inolvidables: El varonil grupo de atletas convertidos en sumisas amas de casa y el intento de Ranma-h de poner las flores maternales sobre la cabeza de Akane.

Parte 5. Shampoo, atrapada.


"¡¿Que las gemelas del pueblo medicinal han atrapado a Shampoo?!", exclama Colonia en el "Cat Café" al enterarse a través de Ranma-h y Akane. "Justo cuando no estaba.", se lamenta Colonia; "También van por Ranma.", comenta Akane. "Espera, yerno.", dice Colonia y de un salto se acerca a un rincón para traer una espada con una especie de flor en la punta y un escudo. "¿Qué es?", pregunta Ranma-h curioso cogiendo ambos objetos; "El escudo anti-veneno y la espada derrota-veneno.", informa Colonia. "El escudo protege de cualquier veneno y la espada es capaz de derrotarlo. Igual te sirven.", termina por decir.

De repente, un ruido en el exterior les hace salir. La gente mira estupefacta el crecimiento de un enorme tallo con flor en la punta. El capullo se abre y deja a la vista a una inconsciente Shampoo, presa por los estambres de la flor. "¡Es Shampoo!", exclama Ranma-h; "¡Fíjate, tiene flores maternales en el pelo!", indica. Pink y Link aparecen sobre un muro contiguo; "Shampoo ha perdido toda su hostilidad por las flores maternales, ¿cierto?", dice Pink, "¡Si queréis salvar vida de Shampoo no perdáis tiempo!", afirma Link. Ambas hermanas saltan velozmente hacia la cumbre de la flor mientras Ranma-h las mira con rabia; alcanzada la corona de la flor, el tallo sigue creciendo a velocidad endiablada.

"Ya que me han metido en esto, no tengo alternativa.", piensa Ranma-h lanzándose al ataque con la espada y el escudo; "Cuidado, yerno. La espada derrota-veneno y el escudo anti-veneno no son omnipotentes.", piensa Colonia. Ranma-h asciende por el tallo y cuando se acerca a unos bulbos, estos empiezan a temblar. Y de repente la espada se pone a gritar por la boca de la flor: "¡Hay veneno, hay veneno!"; Ranma-h se queda de piedra al sentir como la espada parece temblar de terror: "¿Qué le pasa a esta espada?"; "¡Viene veneno!", grita la espada en el momento que los bulbos estallan esparciendo su ponzoñosa carga. "¡Claro, también detecta el veneno!", deduce Ranma-h, y se dispone a atacar el polvo que va hacia él con la espada... y ésta se da la vuelta: "¡Yo paso!", grita.

Ranma-h interpone el escudo y para la polvareda tóxica. Cuando se mueve se encara a la espada: "¡¿Pero no eras capaz de derrotar cualquier veneno?!"; y la espada parece violentarse. Pero otra acometida venenosa la hace gritar: "¡Viene veneno!"; "¡Ya lo veo, leñe!", grita Ranma-h ante la insistencia de la parlanchina espada.

En la flor, Pink y Link observan hacia abajo; "Ya decir yo que oír ruido. Haber venido marido de Shampoo, ¿cierto?", dice Pink; "Los mataremos a los dos juntos, ¿cierto?", replica Link. Y de repente aparece Shampoo tras ellas: "Os ver muy confundidas."; "¡Pues claro! ¿Cierto?", replican al unísono... hasta que se dan cuenta de que es su enemiga la que les ha hablado... y se desarrolla una paliza de muerte. "¿Es que flores maternales no hacer efecto?", se preguntan las magulladas y confundidas Pink y Link; "Tener esto puesto en el pelo.", muestra Shampoo: una base floral que impide el contacto con el cabello. "¡Qué terrible enemiga!", exclaman las gemelas. "Bueno, ahora me ayudar, ¿verdad?", pregunta Shampoo agarrándolas amenazadoramente de las solapas.

Ranma-h alcanza la flor, para ver a Shampoo llorando de felicidad y a las magulladas Pink y Link con aire amenazante; Ranma-h ve rara la escena: las gemelas lagrimeando, pensando en la terrorífica paliza que les ha dado Shampoo, y Shampoo actuando como si tuviera las flores maternales haciéndole efecto. "¡Ahora verás! ¡Golpe definitivo! ¿Cierto?", exclaman las hermanas saltando hacia Ranma-h; "¡Viene veneno!", grita la espada; Pink esparce sus polvillos y Link abanica hacia Ranma-h, pero éste pone el escudo para repeler el ataque y golpea con la espada a las chicas; "Tranquilas, no os he dado con el filo.", les dice Ranma-h. "¿Conque tranquilas, cierto?", se queja Pink; "¡Nos haber dolido mucho!", le recrimina Link.

Ranma-h se gira; "¿Estás bien, Shampoo?", pregunta; "Contigo aquí estar tranquila.", responde ella; "¿Tanto te han afectado las flores maternales?", pregunta Ranma-h extrañado, pero Shampoo le grita que se gire, justo cuando Pink y Link inician otro ataque; "¡Viene veneno!", sigue gritando la espada; Pink lanza las semillas y Link las esparce; Ranma-h vuelve a interponer el escudo mientras Shampoo se emociona: "Ranma estar luchando para protegerme. Los lazos que nos unen hacerse más estrechos. ¡Creo que haber final feliz!".

Las gemelas se han dado cuenta del poder del escudo; "Ser terrible escudo, ¿cierto?", dice Pink; "Repeler todo tu veneno.", afirma Link; "Sí, parece que este escudo rechaza cualquier veneno.", confirma Ranma-h. "¿Podría ser el legendario escudo antiveneno, cierto?", exclaman las gemelas, y Link se acerca vertiendo algo al escudo: "Medicina para ojos, estómago y resfriado, por favor.". Y el escudo comienza a deshacerse como atacado por un ácido. "¡El escudo antiveneno no es omnipotente! ¿Cierto?", proclama Pink; "Ser débil ante medicinas, ¿cierto?", confirma Link. "¡Ahora no poder proteger!", exclaman lanzando su nuevo ataque. "¡No estoy vencido!", proclama Ranma-h empuñando la espada que no deja de gritar: "¡Viene veneno!".

Pink y Link lanzan su veneno; "¡Paso!", grita la espada tratando de huir; "¡No huyas, cobarde!", se queja Ranma-h, y en un supremo esfuerzo asesta un mandoble a la nube tóxica; "¡Ser legendaria espada derrota-veneno!", se percatan Pink y Link. "¿Ves como si quieres puedes?", le dice Ranma-h a la espada; y la flor parece poner cara de mal cuerpo y cae de la punta de la espada; "Encárgate tú del resto.", logra decir antes de fenecer. "La espada derrota-veneno poder usarse sólo una vez, ¿cierto?", dicen las gemelas. Y de repente una enorme nube de polen surge de las entrañas de la flor y Ranma-h y Shampoo caen paralizados. "Haber cambiado las tornas, ¿cierto?", dice Pink; "Ahora resarcirnos de todo lo que haber hecho, por favor.", afirma Link, mientras Ranma-h y Shampoo maldicen su despiste.

Escenas inolvidables: La reacción de la espada anti-veneno a cada ataque, y el careto de Pink y Link tras la paliza de Shampoo.

Parte 6. El bosque de hierbas venenosas.


Colonia y Akane miran con preocupación la flor gigante. "Ya hace una hora que se fue Ranma.", dice Akane; "Le debe haber pasado algo.", concluye la bisabuela. De repente, la flor se desprende del tallo y sale volando como un helicóptero; "Haber que descender en lugar apropiado, ¿cierto?", dicen Pink y Link desde la altura, mientras Akane y Colonia las persiguen desde el suelo para ver como acaban por aterrizar en un lugar familiar: "¡En el instituto!", exclama Akane al tiempo que un estallido lumínico invade la noche al aterrizar la flor. Y un salvaje y tupido jardín aparece de repente ante los ojos de las espectadoras; "¡Un bosque de hierbas venenosas!", exclama Colonia; "Entonces Ranma y Shampoo...", dice Akane.

"Esto convertirse en tumba de Shampoo y su marido, ¿cierto?", proclaman las gemelas mientras en una jaula hecha por raíces y llena de bulbos Shampoo hace su representación dramática y Ranma-h comienza a enfurecerse: "¡Esta jaula es ridícula!", grita agarrando una raíz, y casi se electrocuta; "Deber advertirte que si tocar jaula pasar corriente, ¿cierto?", dicen las hermanas mientras Ranma-h lucha por dejar la corriente. Ranma-h cae hacia atrás aplastando unos bulbos, y un polvillo se desprende haciendo toser a Ranma-h mientras Shampoo lo mira alarmada. "El interior estar lleno de trampas de plantas venenosas, ¿cierto?", sonríe Pink; "Que lo sufras bien, ¿cierto?", afirma Link. Ranma-h maldice mientras Shampoo medita la situación: "Haber que ir con cuidado o veneno afectarnos mucho."; pero Pink ataca lanzando unos objetos que Ranma-h y Shampoo esquivan de un salto, con la mala pata de que Ranma-h agarra una rama de las que cuelgan y sobre ellos empieza a caer un líquido: "¡Ácido sulfúrico!", gritan los presos mientras las hermanas miran con satisfacción el éxito de su venganza.

"El bastón flameante y el abanico tramontana.", ofrece Colonia a Akane, y un objeto más: "El talismán de cambio de cuerpo, que sólo se puede usar una vez.", dice mostrándole un monigote de papel. "Ya te he explicado como funciona. ¡Ve con cuidado!", se despide la vieja; "¡Entendido señora!", dice Akane, adentrándose en el ponzoñoso jardín; "¡Aguanta Ranma! ¡Voy a salvarte!", proclama. Akane salta entre las ramas, pero su pie impacta con una ramita.

Unas campanillas suenan junto a Pink y Link; "Un intruso, ¿cierto? Vamos a encargarnos de los pesados.", dicen saliendo a la búsqueda de Akane. Ranma-h se da cuenta: "¿Un intruso? ¡Si Akane se metiera en un sitio como este...!". Pero el abrazo de Shampoo interrumpe sus pensamientos: "¡Al fin solos!"; Ranma-h se ruboriza: "No creo que sea el momento para..."; "¡Haber que aprovechar para profundizar nuestro amor!", le interrumpe Shampoo; "¡Estúpida, hay que salir de aquí!", grita Ranma-h; "No podrás escapar en una jaula tan pequeña.", sonríe Shampoo; "¿¡Pero eres consciente de en qué situación estamos!?", se enfada Ranma-h.

Akane prosigue su avance hasta que ve a las gemelas volar hacia ella; "¡Bomba venenosa, por favor!", proclama Pink lanzando el veneno; "¡Un poco de viento, por favor!", dice Link agitando la gran hoja; "¡Abanico tramontana!", responde Akane agitando el abanico, que provoca que la bomba vuelva hacia las hermanas y les estalle en las narices. "Mi veneno ser efectivo, ¿cierto?", dice la turulata Pink; "Hacer antídoto, ¿cierto?", responde la impactada Link haciendo una mezcla que acto seguido beben para recuperar la salud. "¡Temible rival! ¿Cierto?", proclaman; "Entonces matar con ramas venenosas, ¿cierto?", dice Pink pateando la base de un tronco y haciendo que las ramas vayan hacia Akane. Pero Akane apoya el bastón flameante en el suelo y una llamarada surge de su boca de dragón, churruscando la maleza y a las dos chicas, que caen al suelo llenas de carbonilla. Akane se acerca a ellas: "¡Decidme dónde está Ranma y Shampoo y prometo no haceros daño!"; "¡Pero si habernos dado la del pulpo! ¿Cierto?", se quejan las ennegrecidas gemelas.

Mientras, Ranma-h está esquivando los envites de Shampoo; "¡Para Shampoo!", grita él; "¡No moverte, ser peligroso! ¡Dejarte abrazar de una vez!", ríe Shampoo. Y en un paso en falso Ranma-h cae sobre un bulbo cuyo contenido lo deja catatónico. "¡Al fin haberte calmado!", dice Shampoo, y se acerca para besarle... y una llamarada quema la jaula. Akane mira con cara de muy pocos amigos mientras Pink y Link están con la boca abierta; "¡¿Qué haces, Akane?!", se queja el chamuscado Ranma-h; "¡¿Cómo atreverte a interrumpir este momento de intimidad?", le reprocha Shampoo. Akane baja la mirada... y lanza otra llamarada: "¡Tomad!".

Akane se encara a Ranma-h: "¿Cómo te atreves? ¡Y yo preocupada por ti!"; "¡Si tan preocupada estabas no tenías que achicharrarme!", replica Ranma-h; "Akane ser la más peligrosa.", se burla Shampoo. Y Pink se acerca dándoles palmaditas: "No pelearos, por favor.", y Shampoo la lanza de un puñetazo por los aires: "¡Meter en tus asuntos!". Akane aprovecha para sacar el abanico tramontana y lanzar a Shampoo por el aire; "¿Qué hacer?", se enfada Shampoo; "¡Arreglad vuestros asuntos entre las tres!", le replica Akane, y arrastra a Ranma-h de la trenza: "Nos vamos.".

Shampoo golpea las cabezas de las gemelas: "¡Luego seguir!", y sale tras la pareja: "¡No dejar que te me llevar mi Ranma!", proclama Shampoo, seguida por las gemelas; "Muy agresiva estas para estar bajo el efecto de las flores maternales.", murmura Ranma-h mientras corre. Link habla en susurros: "Ahora parecer estar dominadas por Shampoo, ¿cierto?"; "Haber preparado trampa, ¿cierto?", responde Pink; "¿Cuándo, cierto?"; "Al dar palmaditas les haber puesto semilla de planta venenosa. Cuando calentar por temperatura corporal, ¡no poder escapar!". Y entonces el fragor de la discusión entre Ranma-h y Akane hace que las semillas germinen y los tallos comiencen a inmovilizarlos.

Parte 7. El antídoto definitivo.


Los tallos crecen y en sus puntas surgen unas boquitas que muerden a Akane por todo el cuerpo; Akane recuerda las palabras de Colonia: "El talisman del cambio de cuerpo puede sufrir cualquier calamidad por ti, pero sólo una vez."; y su último movimiento es tenderle el monigote de papel a Ranma-h, mientras ella cae inconsciente.

Shampoo también ha caído en letargo. "Si hierba de serpiente venenosa pinchar a alguien entonces se seca y muere, ¿cierto?", comenta Pink; "Y si te pinchar, entonces tú dormir y no despertar jamás, ¿cierto?", concluye sonriendo; "Pink, tu veneno tener terribles efectos. Ahora poder vengarnos, ¿cierto?", responde Link. Y empiezan a patear sin piedad a la inconsciente Shampoo.

Mientras, Ranma-h ve cómo los brotes de hierba de serpiente van muriendo, particularmente los que se han pegado al monigote de papel. "El talismán de cambio de cuerpo... Si Akane no me lo hubiera ofrecido, ahora estaría dormido.", piensa, y coge a Akane en brazos: "¡Resiste! ¡Voy a encontrar a las gemelas para conseguir un antídoto!".

Pink y Link han terminado con Shampoo; "Haber dado cien golpes, ¿cierto?", dicen; "¡Ahora dar golpe de gracia! ¿Cierto?", proclaman lanzando sendas puñaladas hacia la dormida Shampoo... que responde con un puñetazo que las lanza al infinito. "¿Qué estar pasando aquí, cierto?", se preguntan las hermanas mientras Shampoo se acerca a ellas, las coge de las solapas y las abofetea sin piedad. "¿Es que no haber afectado mi hierba de serpiente venenosa, cierto?", pregunta Pink; "¡No poder ser! ¿Cierto?", dice Link; pero Shampoo sí que está profundamente dormida, como les revela un examen de cerca de su cara.

El sol comienza a despuntar; "Está a punto de amanecer.", murmura Colonia, y entonces observa cómo de uno de los capullos se desprende un polen que hace caer a un pajarillo que pasaba por allí. "¡El efecto venenoso del bosque aumenta!", se sorprende la vieja. Y también Ranma-h, en el interior se percata; "¡Polen venenoso! ¡Claro, aunque sean venenosas siguen siendo plantas! ¡Por la mañana su actividad se acelera! ¡Tengo que salir de aquí!".

Pero Ranma-h en su huída con Akane a cuestas se encuentra con una curiosa escena: Shampoo dormida y pateando sin piedad a Pink y Link. "¡¿Pero qué hacéis?!", pregunta sorprendido; "¿No lo ver, cierto?", se queja Pink; "Habernos dado ya quinientos golpes, ¿cierto?", llora Link. Y entonces una gigantesca flor comienza a rugir junto a ellos; "¡Puedo usar el abanico tramontana de Akane!", piensa Ranma-h y lo agita... con tal falta de habilidad que atrae todo el polen hacia ellos; "¡Sólo haber removido polen!", se queja Pink, y Link se pone a hacer el antídoto, pero Shampoo intenta estrangularla; "¡No molestes, Shampoo!", la agarra Ranma-h.

Pero un nuevo ataque vegetal se avecina; unos tallos se abalanzan sobre ellos, pero Ranma-h responde con el bastón flameante quemándolas. "¡Perfecto! ¡Usaré esto!", piensa. Y justo entonces la cabecilla de dragón cae como muerta; Ranma-h la agita alarmado pero otra flor lanza una nueva oleada de polen que casi ahoga a todos. "¡Link! ¿Todavía no estar antídoto, cierto?", grita Pink víctima de una presa de Shampoo; "¡Ya estar! ¿Cierto?", dice Link. Y le ofrecen una pildorita a Ranma-h; "¿Antes que vosotras?", se intriga Ranma-h; "Ser el único capaz de contrarrestar la situación, ¿cierto?", le responde Link; "En el fondo son buenas personas...", piensa Ranma-h, y se toma la pildorita.

Y empieza a dar unos saltos terribles; "¿Pegho qué egh eghto?", pregunta echando fuego por la boca y con los labios hinchados; "Me salir demasiado picante, ¿cierto?", se lamenta Link; "Antes morir que tener morros como él, ¿cierto?", proclama Pink. Y ambas hermanas deciden dejarse llevar por el polen mientras Ranma-h las llama desesperado. "¿Qué puedo hacer? ¡Ni yo puedo llevarme a las cuatro antes de que el veneno las afecte definitivamente!", piensa Ranma-h; "¡Tiene que haber algún modo!", grita; y entonces lo ve: "¡Claro! ¡Esta medicina tan picante!", y coge en antídoto de Link y le mete un puñado bien gordo al dragoncillo del bastón flameante. La cabecilla empieza a lagrimear del efecto picante mientras Ranma-h carga con las cuatro chicas. Y entonces el bastón suelta una llamarada gigantesca que Ranma-h aprovecha para impulsarse hacia arriba: "¡Lo conseguí!", grita alegre.

Desde el exterior, Colonia ve la gran llamarada y un bulto subir hasta el infinito. Y algo cae hacia ella, que consigue coger al vuelo: "¡Bastón flameante!", se sorprende al ver la boca del dragón con los labios hinchadísimos. Y junto a ella cae de repente Ranma-h sosteniendo a Akane, Shampoo, Pink y Link; tiembla... y se desploma; "Me alegro de que estés bien, yerno.", dice cínicamente Colonia. Y Ranma-h pasó un mes entero en la cama.

Colonia informa a la ya recuperada Shampoo: "Pink y Link se marcharon a su pueblo, pero dejaron el antídoto contra la planta de serpiente venenosa. Será su agradecimiento hacia el yerno por haberlas salvado.". Pero el periódico de las Nujiezu da pie a una nueva afrenta: "Pink y Link declaran que el marido de Shampoo es una nenaza.", reza el titular. "¡Cuando curar heridas ir a atizarles!", proclama Shampoo junto al malherido Ranma-h; "¡Ve tú sola!", propone él, mientras Akane aún lo mira con sorpresa: "¿Cómo te rompiste tantos huesos?".

Escenas inolvidables: La violenta Shampoo sonámbula y los morros que se le quedan a Ranma-h tras probar el antídoto.

Parte 8. El temible ogro y la haba.


"¿Un ogro? ¿Quiere que derrotemos a un ogro?", pregunta Ranma-h, que va acompañando al panda y a Sôun al templo. "Sí.", dice el monje, y explica la historia: "Hace cien años el monje mono luchó contra el terrible ogro y lo consiguió encerrar en una caja."; el monje recuerda la escena de lucha del monje mono contra el gigantesco monstruo. El monje muestra el altar con la desvencijada caja de madera, que tiembla como poseída; "Esta caja estaba sellada con un papel especial, pero los símbolos se están borrando y para mantener al ogro hay que establecer un nuevo sello.".

Y entonces de la caja sale un fogonazo. "¡Deben impedir que el ogro salga!", exclama el monje al tiempo que Ranma-h, Sôun y el panda se apresuran a tapar la caja; "¡Allá va el sello!", exclama el monje con un papel en la mano. Y entonces aparece Happôsai, con un catarro considerable pero con su inseparable hato de ropa interior a la espalda: "Entrenar en invierno es malo.", dice arrebatando el papel al monje y sonándose la nariz. Todos se quedan de piedra; Ranma-h se dirige hacia el viejo; "¿Qué hacéis aquí, chicos?", pregunta Happôsai; "Eso lo debería decir yo.", responde Ranma-h, y lo lanza de una patada al infinito.

"¡Se escapa!", exclama desesperado Sôun. Un espeso humo lo cubre todo; "Estúpidos humanos, os habéis atrevido a encerrarme.", resuena la voz del ogro; "¡Por fin ha llegado el día de mi venganza!", proclama. Se produce un estallido luminoso y Ranma-h se queda de piedra al ver... una bolita con cuernos, dos ojos y boca desdentada, con bracillos y patillas y una especie de calzoncillos piel de tigre, y que no para de reír. "¿Este es el temible ogro?", pregunta el chico; "¡Exacto!", dice el monje; "¡Pronto veremos una muestra de su maldad!".

Entonces el ogro se lanza sobre el panda, al cual le salen unos cuernecillos; "¡Cuernos!", grita Ranma-h sorprendido; "Así posee a otro ser.", informa el monje. Y el panda empieza a pintarrajear la cara de Sôun; "Se dedica a hacer todo tipo de maldades.", vuelve a decir el monje. "¿Cómo se le puede vencer?", pregunta el decepcionado Ranma-h; "Sale si se le atiza un golpe.", le responde el monje. Y a Ranma-h no le tienen que decir más: "¡Está hecho!", grita lanzando al panda al infinito de un puñetazo. "¡No deberías permitir que saliera de aquí!", le reprocha el monje; "¡Lo cogeré!", afirma Ranma-h.

Pero cuando llega al exterior del templo se encuentra con un personaje familiar; "¿Qué has hecho? ¡Mi corazón está lleno a rebosar de amor y me obligas a hacer el mal!", grita Kunô, con cuernecillos, atacando a Ranma-h. "¿Acaso no está igual que siempre?", se enfada Ranma-h dándole un patadón. "¡Se vuelve a escapar!", se lamenta el monje.

En casa de los Tendô, Ryôga está de visita. "¡Hola Ryôga!", saluda Kasumi; "Ranma está fuera, derrotando a un ogro, y Akane está en el baño. Puedes esperar aquí.". Y la casualidad hace que Kunô caiga sobre su cabeza; "¡Bienvenido Kunô!", saluda Kasumi. Y el ogro salta de Kunô... y cuando aparecen Ranma-h y Sôun llegan para ver a Ryôga con cuernecillos. "¡Je, je, je! Desconozco la razón, pero me han entrado ganas incontrolables de hacer el mal.", ríe el chico; "¡Voy a atizarte!", proclama Ranma-h, pero Ryôga le sacude antes: "¡No te entrometas!". Ryôga sale a la carrera por el pasillo; "¿Dónde vas?", pregunta Ranma-h; "Lo sabes de sobra. ¡A perpetrar la mayor maldad de la historia! ¡A espiar a Akane en el baño!". "¡¿Cómo?!", grita Ranma-h.

Akane, recién salida del baño y con la toalla aún rodeando su cuerpo, escucha la escandalera de la persecución. Y de repente la puerta cae abajo y Ranma-h y Ryôga entran en avalancha. El golpe de Ranma-h a Ryôga hace saltar al ogro... pero Akane les coge antes de que puedan hacer nada, sacude diez mil bofetadas a Ranma-h y lanza a ambos a través del tejado.

En el salón, el monje pregunta a Ranma-h; "¿Y el ogro?"; "Lo he perdido.", reconoce Ranma-h; "¿Que le has perdido?", pregunta incrédulo el monje; "Bueno, no era tan terrible...", sonríe Ranma-h. Kasumi llega entonces con la cena: "Toca cocido.", informa sonriente a conjunto de invitados: Kunô, Ryôga, el monje y los habituales de la casa Tendô. Todos prueban el plato... y todos caen bajo el mismo efecto: "¡Aghhhh! ¡Había una droga paralizante!". Kasumi, con cuernecillos, se lleva la mano a la boca: "¡Ah! ¡Lo siento, chicos! Una fuerza irrefenable me ha llevado a hacer el mal."; "Kasumi, ¿desde cuando tienes cuernos?", pregunta incrédula Akane; "Anda, es verdad.", responde ella tocándoselos.

Kasumi termina de remendar la chaqueta de Ranma-h, que ahora luce un hermoso letrero bordado: "Travesti"; "Gracias.", llora Ranma-h. Kasumi empieza a planchar al panda, que sufre lo suyo. "¿Quieres que te haga un masaje, papá?", pregunta a Sôun; "A pesar de estar poseída eres tan dulce...", murmura Sôun; y Kasumi deja a la vista unas enormes y puntiagudas uñas con las cuales empieza a hacer un doloroso masaje a su padre. "¿Te relaja, papá?", pregunta mientras Sôun llora. "¿No podemos hacer nada?", pregunta Akane a Ranma-h; "Si le doy un golpe saldrá. ¡Pero no puedo pegar a Kasumi!", piensa Ranma-h. Y Sôun se transforma en el gigante furioso: "¡Nadie va a pegar a mi hija!"; "¡Que he dicho que no lo haría!", se defiende Ranma-h.

"Sólo hay un modo de sacarlo.", les dice el monje, "¡Pegando un papel mágico en su frente!", exclama ofreciendo uno con la palabra "Hava"; "¡Haberlo dicho antes!", grita Ranma-h golpeándole. Sôun se lo pone a su hija en la frente... y ella empieza a dibujarle en la cara; "Aquí no sale nada.", observa Ranma-h; "¡No puede ser! ¡El ogro debe salir si se pega un papel con la palabra "Haba" en él!", exclama el monje. Y entonces se dan cuenta de la falta de ortografía; "¡Está mal escrito!", grita Ranma-h golpeando al monje mientras Akane corrige el papel. El ogro salta de Kasumi, y Ranma-h salta hacia él con la caja en una mano y el sello en la otra: "¡Vuelve a la caja!", grita metiéndolo dentro y sellando la caja. Sôun llora emocionado al ver a su hija libre, que pregunta a su padre qué pasa; "Mil años más de tranquilidad.", respira el monje; "Muy peligroso no era, ¡pero qué engorro!", reconoce Ranma-h.

Y al día siguiente, Ranma-h y Akane ven al monje persiguiendo al ogro; "¡¿Que se ha desfondado la caja?!", grita el indignado Ranma-h; "Es que tenía ya mil años.", llora el monje.

Nuevos personajes: El monje y el ogro.

Escenas inolvidables: El ogro de por sí ya es un choteo de dibujo; y Kasumi haciendo maldades es una risa.

Parte 9. El desafío del estilo Kashaô.


Nabiki Tendô, 17 años, en la flor de su juventud, aparece elegantemente vestida para citarse con su "víctima", cuyo rostro se oculta por una mancha y su voz se distorsiona para proteger su privacidad. "Gracias por tu carta.", dice Nabiki; "Es un sueño citarme contigo.", responde el chico. Y van a comer, al cine, le compra un regalo a Nabiki... y llega el fin de cita: "¿Cuándo te volveré a ver?", pregunta el chico; "Creo que es mejor que no volvamos a vernos.", responde ella; "¡Si me has hecho gastarme un montón de dinero! No es lo importante pero...", y Nabiki contraataca: "¿Recuerdas tu carta? He hecho copias. ¿Me las compras?"; "¡¿Por cuánto?!", responde la víctima. Así es Nabiki Tendô, 17 años, un poco usurera para su edad. Pero algo la hace estremecerse tras acabar con su último "proveedor"; "Siento una terrible mirada...".

"¿Que alguien te persigue?", se sorprende Ranma-h, en una mesa de un café frente a Nabiki; "Desde hace no mucho, pero es desagradable. Bastaría con que le dieras una pequeña lección.", le informa Nabiki; "Por supuesto, te lo agradeceré.", insiste mostrando unas fotos muy sugerentes de Ranma-m; "Las vendo por cinco mil yenes, pero a ti te las regalo.", le dice al desdibujado Ranma-h. Y Nabiki da un respingo: "¡Otra vez! ¡Todo tuyo, Ranma!", grita saliendo por la puerta, mientras Ranma-h grita indignado al pedirle la camarera la cuenta: "¡Dijiste que me invitabas!". En un sombrío rincón, una misteriosa figura acompañada de otra figura pequeñita ha observado la escena; "Nabiki Tendô, será una digna rival. Vamos allá, April."; "Sí, señorito.", responde la figura pequeña.

Una carta de desafío le ha llegado a Nabiki; "Estos días te he estado observando. Quiero luchar contra ti. La fecha..."; "¿Por qué a ti? ¿Hay alguien que te odie?", le pregunta Akane; "No. Pero formo parte del dojo Tendô y no puedo echarme atrás.", responde Nabiki, y palmotea a Ranma-h: "Ánimo, mi doble."; "No soy tu doble.", se queja Ranma-h, mientras Akane destaca un detalle: "El lugar es un restaurante de lujo. Hay que ir de etiqueta.".

Y de esa guisa se presenta Ranma-m en el restaurante; Nabiki y Akane están en otra mesa; "¿Nos podemos permitir este lujo?", pregunta Akane preocupada; "Se le enchufa la cuenta al rival y listos.", resuelve Nabiki. Y se escucha una voz: "Hola, Nabiki Tendô; lo del desafío era broma. ¿Quieres pasar una estupenda velada conmigo?"; es un elegante y guapo muchacho, portando un ramo de flores. Nabiki aparta a Ranma-m de un manotazo: "¡Claro que acepto!".

La cena comienza; "¿Así que eres hijo de familia rica?", pregunta Nabiki; "El séptimo heredero del estilo Kashaô, Kinnosuke Kashaô.", responde el chico. Ranma-m se pregunta qué estilo será ese, y Akane está preocupada por la cuenta. "Huelo mucho dinero. No estaría mal salir con este primo.", piensa Nabiki. El camarero llega a la mesa de Nabiki y habla a Kinnosuke: "¿Pagará con tarjeta?"; "Sí, llamaré a mi criado.". Y saca un muñequito con aspecto de mayordomo con el que hace ventriloquía: "Usted dirá, señorito. ¡Ohhh, qué incompetencia! Olvidé las tarjetas."; "¡April, eres un incompetente!", se queja Kinnosuke mientras Nabiki, Akane y Ranma-m se sorprenden de su habilidad. "Es un problema, no suelo llevar mi cartera a las citas.", dice Nabiki; Kinnosuke la mira entusiasmado: "¡Eres fantástica! ¡Hoy lo pasaremos de maravilla!", exclama levantándose y saliendo con Nabiki; "Ha encontrado usted una excelente pareja, señorito.", dice April. Y el camarero se acerca a la mesa de Ranma-m y Akane y les da un susto de muerte: "La cuenta de sus amigos.".

La siguiente visita es a una tienda de ropa; "Me sabe mal.", disimula Nabiki; "Vamos, que yo quiero renovar vestuario.", responde Kinnosuke mientras se autopelotea con April: "Le queda muy bien.". Cuando la dependienta le va a decir la cuenta, Kinnosuke se excusa en que va al lavabo; Nabiki ve entonces como Ranma-m y Akane la han seguido; "¡Esto te queda de perlas, Ranma!", dice metiendo a Ranma-m en un probador con un traje, y les dice a las dependientas que paga su amiga. En la ventana del baño espera a Kinnosuke, que no tarda en salir; "¿Dónde vamos ahora?", pregunta Nabiki sonriente. Y lo siguiente es un parque de atracciones alquilado en exclusiva para ellos.

Llega el momento de la despedida; "Lo he pasado muy bien.", dice Kinnosuke; "Yo también.", afirma Nabiki; "¿Volveremos a vernos?", pregunta Kinnosuke; "¡Claro!", responde Nabiki. La chica camina hacia su casa: "He comido a reventar y tengo un montón de regalos. He encontrado una buena mina de oro.", piensa.

Pero al llegar a su casa se encuentra una sorpresa; el dojo está a oscuras; todas las propiedades de la casa, panda incluído, están empeñadas; Sôun está enfermo, cubierto por una manta empeñada también, claro. "Nabiki, me han dicho que has tenido una cita con alguien del clan Kashaô.", murmura Sôun; "Sí, y me lo he pasado muy bien.", responde Nabiki; "¡Pues todas las facturas las hemos tenido que pagar nosotros!", grita Sôun adoptando su aspecto de cara de monstruo. "Han venido los acreedores y nos lo han quitado todo. Estamos a dos velas.", informa Kasumi; "¡Ya decía yo que era un chico raro!", reconoce Nabiki; "¡Un buitre!", responde Ranma-h. Sôun anuncia lo que sabe: "El estilo Kashaô se basa en vivir sin gastar un céntimo, haciendo que el otro pague. Todos los que se han enfrentado a ese estilo han acabado endeudados hasta las cejas."; "Es decir, ¡ha gorroneado de nosotros!", se indigna Nabiki.

Kinnosuke pasea con April en la mano por las calles oscuras; "Señorito, le noto desanimado.", dice el muñeco; "He perdido la batalla de hoy.", reconoce Kinnosuke; "¡¿Por qué?!", se escandaliza April; "He esquivado las facturas, ¡pero Nabiki Tendô no se ha gastado ni un yen! En la próxima cita lo conseguiré. ¡El nombre de mi clan está en juego!", dice Kinnosuke; "Usted puede, señorito.", se autorresponde con April.

Y Nabiki arde en deseos de venganza: "Maldito demonio que se aprovecha de las chicas inocentes. ¡Le voy a chupar hasta el último céntimo la próxima cita!", proclama. "¡Lo que tienes que hacer es no volver a salir con él!", ruega su padre.

Nuevos personajes: Kinnosuke Kashaô, April.

Escenas inolvidables: La cita de Nabiki con su "víctima".

Parte 10. El rey y la reina de los deudores se enfrentan.


"Señorito Kinnosuke, ya es de día.", dice April; Kinnosuke abre los ojos y da los buenos días al muñeco; junto a su cabeza, la placa de su disciplina: "Bellas Artes Deudoriles". "Hoy hace un tiempo magnífico.", dice el muñeco mayordomo; "Un día ideal para tener una cita.", dice Kinnosuke levantándose.

En medio de un parque, junto a una caja de cartón que hace las veces de residencia de verano, Kinnosuke se cepilla los dientes usando el agua de una fuente pública, ante la sorpresa de los traunseuntes. Recuerda a Nabiki; "Nabiki Tendô, eres la única mujer con la que he salido que no se ha gastado un céntimo. ¡Pero hoy vas a gastarte el dinero!", proclama Kinnosuke.

En el dojo Tendô, en venta, Ranma-h observa lo vacío que está todo mientras Akane y Kasumi hacen manualidades para venderlas. "Los acreedores se llevaron todo.", reconoce Akane; "Es engorroso no tener suelo ni paredes.", se resigna Kasumi. De repente, Ranma-h ve caer un papel del aire; lo coge y lee: "¿Factura?". Sobre su cabeza ve entonces como sobrevuela el dojo un helicóptero del que cuelga una escala a la que está subido Kinnosuke: "¡Nabiki Tendô, vengo a invitarte a una cita!", exclama; "Impresionante, señorito.", se autoalaba con April. Akane y Ranma-h miran las facturas: "Alquiler de un helicóptero, incluso el traje y las flores...", y Sôun pone cara de querer morirse.

Aparece entonces Nabiki, vestida con un hermoso traje nuevo que realza su magnífica figura; "Impresionante llegada.", reconoce viendo a Kinnosuke; "¿De dónde has sacado ese vestido?", pregunta Sôun; "Tengo una cita. Le he enchufado la factura a otro.", responde Nabiki; "¿A quién?", pregunta Sôun al borde de un ataque; "A ti.", responde su hija, y los flechazos de las deudas caen sobre su espalda. Nabiki se encara a Kinnosuke; "Kinnosuke Kashaô, ¿te apuntas a una apuesta? ¡Si uno de los dos se gasta un mínimo de diez yenes hoy, pagará todas las facturas, incluyendo las que pagó mi familia!", reta Nabiki. "Veo que has descubierto mis intenciones.", sonríe Kinnosuke; y Ranma-h y Sôun caen sobre su cabeza: "¡Se ven a la legua!", grita Ranma-h; "¡Nada de citas! ¡Nada de deudas!", grita Sôun. Pero el patriarca Tendô cae víctima de las deudas mientras Nabiki monta en el helicóptero: "¡Venceré a nuestro enemigo!", proclama.

Kinnosuke piensa en lo ingenuo de la apuesta; "Diez yenes... se los haré gastar en un momento.", piensa. El cebo son unas niñitas que dentro del helicóptero están haciendo una colecta; "¡Por favor, colabore!", piden las dulces niñas a Nabiki; "No tienes escapatoria ante estas adorables niñas. ¿Les romperás su corazón?", piensa Kinnosuke. "No puedo negarme.", dice Ranma-h; "Toma, cien yenes.", ofrece Akane a una niña. "¿Qué hacéis aquí?", pregunta extrañada Nabiki; "Tu padre nos ha pedido que vigilemos lo que gastáis.", contesta Ranma-h; "Gracias, papá.", piensa Nabiki derramando una lagrimita, y saca su artilugio: una caja en forma de corral con un platillo. "Vamos, por diez yenes.", le dice a una de las niñas; al poner la moneda, un mecanismo se activa y de detrás de la tela metálica aparece un pollito que se lleva la moneda; las niñas quedan encantadas: "¡Qué divertido! ¡Yo también quiero!". Y una a una van poniendo sus monedas.

Kinnosuke no se lo puede creer: "¡Está ganando dinero! ¡Esta chica es terrible!", piensa, y decide un cambio de táctica. "¿Vamos a comer?", pregunta; "¿A dónde?", interroga Nabiki; "¡Nada de lujos!", exclama exasperada Akane; "¡Un bol de fideos va bien!", grita Ranma-h. "¿Fideos?", responden Kinnosuke y Nabiki con un pensamiento al unísono.

En Hong Kong, en un restaurante muy caro, Nabiki y Kinnosuke disfrutan de los fideos mientras Akane y Ranma-h se conforman con el agua; "¿Qué pasa? ¡Si están de muerte!", se burla Nabiki. "¡Ahora iremos a jugar!", sugieren. Y acaban en un casino donde Ranma-m tiene que hacer de camarera con uniforme de conejita; "Un casino...", tiembla aterrorizada Akane; "¡No os endeudéis!", ordena Ranma-m; "¡Tú gana dinero con las propinas!", le dice Nabiki mientras Kinnosuke apuesta. Evidentemente pierden y la pareja se larga mientras Akane contempla la factura de cien millones de yenes y alguien se lleva a Ranma-m para venderla en el mercado negro.

En el helicóptero de vuelta a Japón, Nabiki se sorprende al ver a Ranma-h; "¿Al final no te vendieron?", le pregunta; "¿No pensáis en lo que puede pasar más adelante?", pregunta Ranma-h cada vez más verde; "¡A cada centímetro que volamos el alquiler del helicóptero sube!", se desespera Akane; "Vale, nos divertiremos más discretamente. Iremos al karaoke.", propone Nabiki a Kinnosuke; "¡Eso es!", afirma Ranma-h.

Pero cuando ve que han alquilado el Tokio Dome para ellos casi se muere; "Lo hemos alquilado todo.", dice Kinnosuke; "Cantad, hay que aprovechar.", dice Nabiki a los inmóviles Ranma-h y Akane.

La Suite Royal del Grand Hotel de Tokio es el siguiente punto de destino; Akane y Ranma-h están a punto de caer en una crisis nerviosa. "¿Por qué estáis tan apagados?", pregunta Nabiki; "Si hemos alquilado la Suite Real deberíais estar contentos.", ríe Kinnosuke. "¡Oye cría, que sólo eres una estudiante!", recrimina Ranma-h a Nabiki; "Pues así me comportaré.", dice ella resueltamente, y se pone a jugar con la tinta: "Haré caligrafía.". Nabiki salpica de tinta a Kinnosuke, y éste responde salpicando a Nabiki. Ambos se enzarzan en una fingida pelea salpicando de tinta toda la habitación; Nabiki decide quedarse con parte de la decoración mientras Kinnosuke y April se encargan de hacer añicos los platos decorativos. A Ranma-h le da un patatús mientras Akane llora de terror al ver la alfombra llena de tinta.

Ranma-h se encara a Nabiki y le hace la pregunta del millón: "¿Estás segura de que puedes ganar?"; "No sé.", dice indiferente Nabiki. "¡Que no sé!", explota Ranma-h; "¡Nabiki!", se solivianta Akane; "No pienso causaros más molestias!", responde Nabiki; "¡Pero si cada vez te endeudas más!", le recrimina su hermana. Nabiki se pone cara al espejo; "Siempre puedo hacer trampas para ganar.", susurra mirando a Kinnosuke en el reflejo; "¿Y por qué llegar a ese extremo?", pregunta Akane; "Lo que me revienta es que este tipo juega con el corazón de las chicas inocentes.", dice Nabiki mientras una lágrima resbala por sus mejillas; "Era mi primer amor..."; Ranma-h y Akane miran incrédulos, pero Nabiki acaba la frase: "...el hombre con el que creía que podía salir sin gastar un céntimo.". Y Akane y Ranma-h se miran sin poder creérselo.

"April, ¿a cuánto asciende la factura?", se autointerroga Kinnosuke mientras termina un graffiti en la pared; "Quinientos millones de yenes entre los dos.", replica el muñeco. "Es el momento de dar el golpe de gracia.", piensa Kinnosuke.

Escenas inolvidables: Los caretos de Akane y Ranma-h cada vez que ven la nueva burrada de dinero que se gastan Nabiki y Kinnosuke.

Parte 11. ¡La infernal batalla de los diez yenes!


En un trasantlántico, Nabiki y Kinnosuke regresan al puerto; "Lo he pasado muy bien, Nabiki; ¿volvemos a casa?", pregunta Kinnosuke, mientras Nabiki parece apenada. "¿Seguro que se ha enamorado de Kashaô?", se pregunta Akane, que mira desde el puente junto a Ranma-h; "No, creo que es una bola.", responde cínicamente el chico. "Te noto desanimada.", dice Kinnosuke; "Tú no entiendes a las chicas, ¿verdad?", pregunta Nabiki. Entonces el muñequito toma la iniciativa: "Nabiki, no me diga que mi amo le..."; "No te preocupes, April. Es imposible, lo sé."; "Entendido, haré todo lo posible por ayudarla.", dice April; "¿De verdad?", se alegra Nabiki tomando las manos del muñeco mientras Kinnosuke sonríe: "¿Qué cuchicheáis?", dice.

Kinnosuke sigue la comedia y hace como si April le llamara aparte, mientras Nabiki deshoja una flor; entonces Kinnosuke se vuelve hacia ella con sorpresa: "¡Nabiki! ¿Es cierto que tú...? ¡No me había dado cuenta!", exclama cogiéndola de las manos; "¿Por fin comprendes cómo me siento?", dice Nabiki. Ranma-h y Akane miran con diferente cara la escena, Ranma-h con mosqueo y Akane con escepticismo. "Pero ahora somos enemigos en la infernal batalla de los diez yenes.", se lamenta Nabiki; "¡El amor y la guerra no deben mezclarse!", exclama Kinnosuke.

La pareja se planta frente a una fuente; "Es la fuente del amor. Si echas diez yenes en ella, el amor florecerá.", dice Kinnosuke a Nabiki; "¡Fantástico!", responde ella cogiendo una moneda. Y Ranma-h y Akane ponen cara de terror... hasta que Ranma-h salta sobre la fuente y la hace ciscos. "¡Oh, se ha roto!", disimula Nabiki; "¡Qué pena!", se lamenta Kinnosuke. Nabiki pide una prueba de amor: "Cómprame un anillo."; junto a ellos hay una máquina de baratijas por diez yenes; Kinnosuke saca una moneda, haciendo que Ranma-m y Akane sonrían de esperanza... pero ve una papelera de latas de refresco y coge una de las anillas para ponérsela a Nabiki: "El anillo del amor que el dinero no puede comprar."; "Maravilloso.", responde Nabiki; "¡Es invencible!", dice Ranma-m con rabia.

De vuelta al helicóptero, les espera una dote de lujosos regalos; "Una dote magnífica.", sonríe Nabiki; "No podía esperar.", dice Kinnosuke; "Más facturas...", tiembla Akane; "Por cien millones más o menos...", concluye Ranma-h, y entonces April lo tumba: "Son mil millones.". El helicóptero de repente comienza a desestabilizarse y empieza una caída en picado; "¿Qué pasa?", se preguntan. Kinnosuke se ha lanzado en paracaídas, llorando por Nabiki; Ranma-h lo llama desde arriba: "¡No huyas, la batalla no ha concluído!"; "¡La batalla sigue! ¡Ve a la cabina del piloto!", responde Kinnosuke. Y cuando Akane y Ranma-h entran a la cabina, ven que la máquina de pilotaje funciona con monedas de diez yenes. "¡Lo tenía pensado desde el principio!", se enrabieta Akane, mientras Nabiki parece melancólica.

En su caída, el muñeco April parece volver a tomar conciencia propia; "¿Está seguro de que es lo mejor? ¿No piensa en Nabiki?"; "¡Calla April! Estoy entrenando y me debo a mi entrenamiento.", se autorresponde Kinnosuke. Entonces tira de la anilla del paracaídas... y sale un cartel de "Sigue buscando"; Nabiki cae a su lado; "¿Me lo has cambiado tú?", pregunta Kinnosuke; "Soy una chica enamorada. Sólo pienso en ti, en cuáles serán tus movimientos o en qué piensas. Nos divertimos imaginando qué hará el chico de nuestros sueños.", responde Nabiki, mientras Akane y Ranma-h caen junto a ella, con los paracaídas a la espalda, mirándola con sorpresa. "¿Hasta tal punto...?", pregunta Kinnosuke; "¡Vive! ¡Hazlo por mí! Te vendo este paracaídas por diez yenes.", le ofrece Nabiki. Kinnosuke se pone cabeza abajo; "¡Puedes salvarte por diez yenes!", le grita Akane. "Kinnosuke...", murmura Nabiki; "Nabiki...", dice él.

El impacto es audible en toda la ciudad. Pero April aún se mueve: "¡Señorito, ha de ser fuerte!"; "No se ha gastado diez yenes ni en un paracaídas.", dice incrédula Akane; "A mí me da más miedo Nabiki que no se lo dió gratis.", afirma Ranma-h. "¡No mueras, Kinnosuke! ¡Te quiero!", llora Nabiki; Kinnosuke abre los ojos y muestra un papelito: "Llama a este número, es mi médico de cabecera."; y entonces ven la cabina telefónica que va a diez yenes; "¡El teléfono! ¡La batalla sigue en pie!", se sorprenden Akane y Ranma-h. Pero April tiene una reacción inesperada: "Nabiki, usa esta moneda."; "Pero April, son diez yenes de Kinnosuke.", dice Nabiki mientras maneja el muñequito; "La vida del señorito está en peligro.", se autorresponde por April, mientras Kinnosuke trata de impedirlo.

Nabiki va a la cabina e introduce la moneda; "¿Ha ganado?", se preguntan Ranma-h y Akane mientras el malherido Kinnosuke se arrastra hacia ella para impedirlo. Pero tras hablar, los diez yenes caen al cajón de devolución. "¡Te los ha retornado!", exclama Ranma-h; y al llegar la ambulancia, Nabiki se da cuenta: "¡No, llamé al número gratuíto de emergencia!"; "La batalla no está resuelta.", ríe Kinnosuke mientras April retorna a su mano: "¿Qué he estado haciendo?". Nabiki se lamenta mirando la moneda: "Me han traicionado mis instintos ahorradores. Soy inexperta y no merezco salir con Kinnosuke."; se encara al chico: "Debemos cortar. Tus diez yenes... ¡me los quedo como indemnización!".

Las flechas de las deudas caen a miles sobre la espalda de Kinnosuke. "¡Flechazos por valor de mil millones de yenes!", grita Akane; "¡El combate se ha resuelto!", exclama Ranma-h.

Así, el heredero Kashaô fue derrotado, y se fugó del hospital sin pagar la factura. Pero Nabiki llora triste en su cuarto, sobre su escritorio; "¿Qué le pasa?", pregunta Ranma-h a Akane mirando desde la puerta; "A veces se pone a llorar como si se acordase de algo."; "Debía haber apostado diez mil yenes; ¡sólo he ganado diez yenes!", piensa Nabiki derramando lágrimas. "Era su primer amor, no hay duda.", murmura su inocente hermana; "¿Eso crees?", dice escéptico Ranma-h.

Escenas inolvidables: Kinnosuke prefiriendo darse una leche de padre y señor mío antes que comprar el paracaídas, y Nabiki tomando control de April contra la voluntad del muñeco.


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