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"¡¿Qué haces?!", abofetea Akane al viejo, y entonces se da cuenta. Todos miran intrigados al ladrón... y ven a un niño inconsciente y magullado por la paliza. "Pensábamos que era el abuelo...", murmuran las chicas; "¡¿Yo?!", se indigna Happôsai, y se pone al borde del llanto: "¡Si yo no he hecho nada maloooooo!", y se carga el hato a la espalda y sale corriendo. "¡Para el carro!", le coge Ranma-h; "¡Suéltame que estoy paseando!", protesta el viejo, y justo entonces se despierta el niño ladrón, que coge una piedrecita y la lanza al lugar de la pelea, provocando una humareda y abalanzándose hacia Ranma-h. "¡Pincelada del Dios del Trueno!", exclama el niño, y Ranma-h es incapaz de reaccionar.
El humo va desapareciendo, mientras Ranma-h está estático y el viejo y el niño han desaparecido con la ropa. "Maldito crío...", murmura Ranma-h, y cuando Akane y el resto miran a Ranma-h se sorprenden de ver una pintada en su cara: "Tontolculo". "No es un niño normal, no dejó una sola fisura para esquivarle.", piensa Ranma-h, pero el resto está más sorprendido por otra cosa: "¡Menuda caligrafía! ¡Increíble para un niño tan pequeño!"; "¡No es en eso en lo que os debéis fijar!", protesta Ranma-h.
Mientras, el crío carga con Happôsai y los pantaloncitos botando por los tejados. "Gracias por sacarme de ahí.", le dice el viejo; "Toma.", dice el crío ofreciendo un pantaloncito ante la emoción de Happôsai; "Lee esto.", pide también dándole una carta.
"¡¿Tu discípulo?!", se solivianta Ranma-h cogiendo de las solapas al abuelo; "¿Pretendes enseñarle el camino de la ruindad y la perversión a ese crío?". "¡Me has llamado ruin!", protesta Happôsai; "Pocos hay más ruines.", afirma Akane. "¡Es mi obligación! Leed esta carta.", afirma Happôsai dándole la carta del crío a Sôun y Ranma-h... y sólo es una foto de Ranma-m a pecho descubierto; "¡¿Esto es una carta?!", grita furioso Ranma-h, pero Happôsai se lo aparta: "¡Me he equivocado, estúpido! Esta es la buena."; el texto dice: "Estimado Happôsai, te confío a mi biznieto Rakutarô. Rakkyôsai."; "¡Qué letra más bonita!", observa Akane.
"¿Algún conocido vuestro?", pregunta Sôun al viejo; "Era mi amigo del alma. Éramos Happy y Rakky, y estábamos muy unidos.", y Happôsai se recuerda a sí mismo como un hermoso joven pero es incapaz de recordar a Rakkyôsai. "Pero un día desapareció sin decir palabra.", dice el viejo, mientras el niño Rakutarô le lanza una mirada misteriosa. "No me puedo creer que me haya confiado a su biznieto.", se emociona Happôsai; "¿Estás seguro? Sus entrenamientos son muy duros.", le dice Sôun a Rakutarô. "No te preocupes. Este chico tiene más madera que Ranma.", proclama el viejo; "Muy divertido...", murmura Ranma-h con sorna, hasta que Rakutarô le pinta la cara; "Una cara muy divertida" pone el panda.
"No seas malo, Rakutarô.", le dice Akane; "Si Ranma se enfada te puede hacer daño."; "¿Cómo voy a enfadarme con un mocoso?", dice Ranma-h limpiándose; Rakutarô se ruboriza: "Lo siento, estoy muy arrepentido.", dice tocándole el pecho a Akane. Happôsai se indigna y le da un golpetazo al niño: "¡Eso no se hace! ¡Akane, deja que me disculpe entre tus brazos por lo que ha hecho mi discípulo!", pero Akane lo lanza al infinito de una patada. "Te estás pasando.", le dice Ranma-h a Rakutarô dándole unos golpecitos, pero el niño le enciende una bombeta en la cabeza, que estalla y le deja carbonizado. "¿No te enfadas?", pregunta Akane; "¿Cómo voy a enfadarme con un moc...?", y Rakutarô le da con un martillo en la cabeza. "¡¡Te vas a enterar!!", grita furioso Ranma-h saliendo en persecución del crío.
Ranma-h trata de cogerlo, pero Rakutarô se le escapa; hace otro intento fallido. "¡Ranma no le coge!", se maravilla Akane; "¡Ese crío es un hacha!", dice atónito Sôun. La persecución sigue por los tejados. Ranma-h levanta unas pocas tejas y se las lanza al niño, el cual recibe el impacto; "¡Te ten...!", exclama Ranma-h, pero Rakutarô se le vuelve a escapar y lanza su ataque: "¡Pincelada del Dios del Trueno! ¡Tinta pegajosa aprisionante!". Un chorro de tinta viscosa sale del pincel que maneja el crío e inmoviliza la parte superior de Ranma-h. "Es tinta con cola. Cuanto más trates de librarte, más te aprisionará. Tenía ganas de quedarme a solas con el otro discípulo.", dice Rakutarô. "Parecías tímido, pero das buenos discursitos.", replica Ranma-h mientras las nubes de tormenta se forman sobre ellos.
"Tengo algo que preguntarte. ¿Dónde está el tesoro de Happôsai, la mariposa de brocado?", pregunta Rakutarô; "¿La mariposa de brocado? ¿Qué es eso?", pregunta sorprendido Ranma-h mientras la lluvia comienza a caer. "No quieres decírmelo. ¡Pues te pintaré la cara!", grita Rakutarô abalanzándose; "¡Déjate de tonterías!", grita Ranma-m, y al darse cuenta, a Rakutarô le cambia la cara... y se abraza a los pechos de Ranma-m: "¡Mi niiiñaaaa!", grita emocionado. "¡Qué haces!", grita Ranma-h lanzándole de una patada al infinito; "¡Qué crío más pegajoso!", piensa.
Rakutarô ofrece un montón de braguitas a Happôsai; "¡Qué chico más solícito! Igual te hago primer discípulo.", se emociona el viejo. "¡No puedes perder, Ranma!", le dice Genma; "No sé qué maquina ese mocoso, pero lo descubriré.", piensa Ranma-h.
Nuevos personajes: Rakutarô.
Es el recuerdo que atenaza a Rakutarô mientras registra el cuarto de Happôsai; "Tengo que conseguir la mariposa de brocado.", piensa. Y un pie cae sobre su cabeza: "¡Hola Rakutarô! Siento interrumpirte, pero quiero saldar cuentas.", saluda Ranma-h; "¿No ves que estoy ocupado? ¡Pincelada del Dios del Trueno!", ataca el niño con el pincel, pero Ranma-h se defiende: "¡Patada cruzada!", grita pateando en la cara al crío y, con un rotulador entre los dedos del pie, escribiendo "Alelao". "He conseguido contrarrestar tu ataque.", se jacta Ranma-h, pero Rakutarô no reacciona.
"¿Qué pasa?", pregunta Ranma-h; "¡Sólo soy un niño?", lloriquea Rakutarô, y el resto de la familia Tendô entra al cuarto atraída por el ruido. "¿Le has hecho llorar?", pregunta Akane, y Rakutarô se lanza hacia su pecho: "¡Akane!". Pero Sôun se interpone: "Vamos, puedes llorar en mis brazos cuanto quieras.", propone el patriarca; Rakutarô frena en seco, lanza un cubo de agua sobre Ranma-h y se abraza a sus pechos: "¡Eres un tonto, compañero!", lloriquea Rakutarô mientras Ranma-m grita de incomodidad.
Happôsai al final se despierta con tanta escandalera: "¡Silencio!", grita lanzando con su pipa por los aires a sus discípulos. Al atravesar el techo, un cofrecillo aparece del entresuelo y cae sobre el viejo. "Vámonos a dormir.", propone Sôun a sus hijas. El abuelo despierta de su aturdimiento y lo primero que ve, salido del cofrecillo, es un paquete con una inscripción: "¿Mariposa de brocado?", murmura.
En su camino al instituto, Akane recrimina a Ranma-h: "No tienes que ponerte así. Es sólo un niño."; "Tú misma has visto que no es un crío normal.", afirma Ranma-h; "Pero me pregunto qué será esa mariposa de brocado que busca...", medita Ranma-h; "Dijo que era un tesoro. ¿Qué secreto esconderá?". Y casi se cae de la impresión cuando tras de sí escucha a Happôsai ofrecer algo a Akane: "Toma, Akane, un regalo."; "¿Mariposa de brocado?". Ranma-h salta sobre el viejo y coge el paquete; "Voy a ver qué es esto."; y al abrir el paquete, sólo ve una barra de tinta de un extraño color con la inscripción "Mariposa de brocado".
El ataque llega por sorpresa: "¡Tinta pegajosa aprisionante, hilo de araña!", suena la voz de Rakutarô mientras cae una maraña de tinta en forma de telaraña. Ranma-h consigue apartar a Akane a tiempo, pero Happôsai cae en el cebo de los sostenes del centro de la telaraña. "¡No puedo soltarme!", se queja el viejo, mientras Akane y Ranma-h ven a Rakutarô: "¡Ya vuelves a aparecer!". Y el crío ve lo que lleva Ranma-h en la mano: "¡La mariposa de brocado!".
"¡Será mía!", grita Rakutarô lanzando un pincel con un hilo anudado, y arrebatando la cajita de la mano a Ranma-h; "¡Me la ha quitado!", grita Ranma-h. Rakutarô huye riendo feliz... hasta que ve que la caja sólo contiene un extraño fetiche. "¡Tontolabaaaass!", se burla Ranma-h tras él mientras sostiene la pastilla de tinta; "Si la quieres tendrás que acabar conmigo.", propone Ranma-h. Rakutarô le mira con desprecio y lanza su ataque: "¡Pincelada del círculo ígneo!"; y pinta un círculo de tinta alrededor de Ranma-h, que instantáneamente empieza a arder. "¡Minipinces explosivos!", grita Rakutarô lanzando unos cuantos que impactan sobre Ranma-h y lo hacen caer a la calle.
"¡Ranma!", llama Akane al ver caer a su prometido: "¡Deja de pelear con el niño, que no es rival para ti! ¡Abusón!". "¡Es él quien abusa de mí!", se queja Ranma-h. "¡Pincelada al cráneo!", grita Rakutarô cayendo sobre la cabeza de Ranma-h y arrebatándole la tinta. El crío sale corriendo por los tejados, pero Happôsai se pone a su altura: "¡Eres un desgraciado! ¡Sólo querías engañarme para quedarte con la tinta!", se queja el viejo. "Eso es.", sonríe malévolo Rakutarô; "¡Esa tinta es el símbolo de mi de amistad con Rakky! ¡No consentiré que me la robes!", grita Happôsai recordando la escena de manera distinta: una cesión pacífica, él guapo y Rakky sin rostro. "¡Tonterías!", grita Rakutarô lanzando una pincelada hacia el viejo.
Mientras, Ranma-h se echa un cubo de agua; "¿Aún tienes ganas de juerga?", le pregunta Akane cuando Ranma-m sale a perseguir a la pareja; "Me pregunto qué tiene esa mariposa de brocado. ¿Tan especial es esa tinta?", piensa Akane. Ranma-m mientras corre enrabietada por los tejados: "Ese imbécil de Rakutarô se va a enterar."; llega al lugar donde Happôsai y Rakutarô pelean y llama al crío mientras se abre la camisa y deja sus pechos al aire. Ambos contendientes se lanzan hacia ella. "¡Habéis caído! ¡Lo siento viejo, pero también vas a cobrar!", grita Ranma-m abrazándolos fuerte y lanzándose hacia un tejado: "¡Rakutarô, vas a ver el infierno!".
El trío atraviesa el tejado... y cae a la piscina de agua caliente de los baños públicos. "¡El horror del abrazo masculino!", proclama Ranma-h ante el grito de horror de Happôsai. "¡¿Cómo os sentís?!", ríe Ranma-h, pero Rakutarô habla con una voz distinta: "Maldito chiquillo... ¡me las pagarás!", grita un viejo que ocupa el lugar del niño. "¡Pero si es Rakky!", grita asombrado Happôsai mientras Ranma-h también mira estupefacto; "Ha pasado mucho tiempo, Happy...", murmura Rakkyôsai.
Nuevos personajes: Rakkyôsai.
"¡Tinta picante!", lanza Rakkyôsai, y Ranma-h y Happôsai tratan de huir, pero las gotas de tinta estallan y el humo les hace lagrimear. Un chorro de agua fría impacta sobre Ranma-h; Rakkyôsai mira a Ranma-m; "He esperado tanto este día. Con la tinta de siete colores, la mariposa de brocado, podré completar mi técnica más mortífera, ¡la pincelada del Dios del Trueno!"; Ranma-m mira preocupada recordando las técnicas que ya ha sufrido: "¿Y sólo eran la punta del iceberg?".
"¡Ahora veréis!", grita Rakkyôsai lanzando la pastilla de tinta al aire; "¡La técnica definitiva de la pincelada del Dios del Trueno!"; restrega el pincel contra la pastilla y lanza su ataque: "¡Revoloteo de mariposas!". En el aire se forman reflejos a partir de la tinta de siete colores con forma de mariposa. "¡Acabemos!", grita Rakkyôsai saltando hacia Ranma-m con el pincel y un papel en la mano. Ranma-m le lanza cubiletes y consigue parar el ataque; "¿Crees que así podrás contrarrestar mi ataque?", amenaza el viejo; "Intentabas atacarme sólo a mí.", deduce Ranma-m; "Deberías estarme agradecido. Vas a ser la primera víctima de mi técnica.", le informa Rakkyôsai. Mientras, Happôsai llora de emoción: "¡Ranma, qué chico tan bueno! ¡Arriesgando su vida por protegerme!"... y sale corriendo: "¡Te tendré en mis recuerdos!". Pero Ranma-m lo agarra.
"¡El revoloteo de las mariposas!", vuelve a gritar Rakkyôsai iluminando con la tinta multicolor los baños. "¡Ahora verás!", vuelve a amenazar; pero Ranma-m pone a Happôsai por delante y... Rakkyôsai le pega el papel en la cara. "¿Cómo te atreves a usarme como escudo?", se enfada Happôsai, y lanza una de sus bombetas: "¡Círculo vicioso!". Y los baños públicos se inundan del humo de la explosión.
Sobre un tejado, Ranma-m pregunta a Happôsai: "¿Qué tipo de técnica es el revoloteo de las mariposas?"; mientras, piensa en lo que le ha hecho sentir: "Me daba escalofríos. La energía utilizada es impresionante."; pero observa al viejo: "La ha recibido de pleno...". Happôsai también está intrigado: "Me ha atacado y desconozco sus efectos. Pero su objetivo debe ser...". Y entonces vuelve a sonar la voz de Rakkyôsai: "¡Revoloteo de las mariposas!"; y Happôsai parece ver la luz: "¡Ya lo entiendo!"; tanto Ranma-m como Rakkyôsai quedan sorprendidos, pero Happôsai actúa rápido: "¡Ranma, no te muevas!", grita poniéndose tras ella y bajándole la camisa para dejar sus pechos al descubierto ante el ataque con papel de Rakkyôsai...
Y el papel se posa en los pechos de Ranma-m, y Rakkyôsai lo coge y sale gritando de alegría: "¡He conseguido una impresión de sus pechos!". "¡Yo también quiero verla!", grita Happôsai, y ambos pervertidos se ponen a mirar extasiados el papel: "Brilla con siete colores, parece una mariposa de brocado."; "He conseguido perfeccionar mi técnica.", dice orgulloso Rakkyôsai, y Happôsai se disculpa por el incidente del pasado: "¡Esta es la nueva prueba de nuestra amistad!". Y Ranma-m cae sobre sus cabezas, agarrando y destrozando el papel: "¿Así que era eso?", y los viejos atacan: "¡Da igual que lo rompas! ¡Sacaremos más impresiones!".
Ranma-m empieza a girar: "¡Os haré morder el polvo!", grita, mientras trata de esquivar los sucesivos ataques de ambos vejestorios... hasta que Rakkyôsai ve que Happôsai le ha quitado la tinta; "¡Traidor!"; "¡Todas las impresiones de pechos serán mías!", responde Happôsai. Pero Ranma-m saca un sostén y Happôsai se lanza hacia ella, con lo que aprovecha para quedarse con la tinta: "Mejor me lo quedo yo.". Ambos viejos vuelven a unirse en el ataque, pero Ranma-m ya ha completado el círculo y lanza su mejor ataque: "¡Dragón volador ascendente!". Los viejos maldicen a Ranma-m desde el remolino; "¡Esto no ha terminado! ¡Las impresiones de pechos...!".
En casa de los Tendô, Ranma-m pone el punto y final: "Tomad, cada uno una impresión de pechos. He tirado la tinta."; Happôsai salta de felicidad; Rakkyôsai llora de emoción: "¡Eres un buen chico!". Akane pregunta a Ranma-m: "¿Estás segura de querer darles esas impresiones de tus pechos?"; Ranma-m sonríe dulcemente: "Si el asunto se resuelve sólo conmigo como víctima estoy de acuerdo.". Y mientras, el pobre dueño de un restaurante trata de limpiar las manchas de tinta del pecho de su figura de tejón: "¿Quién habrá sido el gamberro?".
Escenas inolvidables: El primer uso de la mariposa de brocado sobre Ranma-m, y el mosqueo del dueño del tejón.
Ranma-h y Akane se sorprenden al ver a una figura canina familiar: "¡Blanconegra, la perra de Ryôga!". Blanconegra lleva un paquete al lomo con un sobre que pone "Para Akane"; Akane lee la nota interior: "Akane, estoy en casa. Tengo una pequeña herida y no puedo moverme. Mis padres están fuera. Me siento tan solo... Firmado: un hombre abandonado.".
Y Ryôga, en su casa, a falta de margaritas arranca las tirillas de la mopa: "Vendrá, no vendrá...", hasta que se queda con la última: "No vendrá.". "Debería haber escrito una carta más clara. Estoy tan solo...", se lamenta. Pero un ruido llama su atención... y Katsunishiki atraviesa la pared con Akari al lomo. "¿Ryôga...?", llama, pero el chico está bajo las pezuñas del cerdo; "¿Será que no está?", suspira Akari, pero Ryôga consigue incorporarse: "¡Hola Akari!". Ambos se sientan frente a frente y empiezan a actuar nerviosamente.
"¿Qué haces aquí tan de improviso?"; "Es que como hacía tiempo que no nos veíamos...", murmura Akari; "¿He venido en mal momento?", pregunta con una dulce mirada. Ryôga se ruboriza: "¡Claro que no!", exclama supernervioso; "Menudo lío. Mis padres no están, estoy a solas con mi novia, ¡y es día de buen augurio!", piensa mirando el calendario; "¡Es la típica escena de película romántica de adolescentes!". Coge a Akari de las manos: "¡Akari!"; "¡Ryôga!", exclama ella; "Por fin ha llegado el momento decisivo...", piensa Ryôga llorando de felicidad...
Y Ranma-h se le planta en la cabeza: "No te veo tan mal.", le dice; "¡Ranma Saotome!", le reconoce Akari; "¡Vaya, tu novia!", se sorprende Ranma-h; "Soy Akari Unryû.", le recuerda Akari ruborizándose. "He llegado en mal momento. ¿Qué haces con la cabeza gacha?", pregunta Ranma-h; "¡Es porque tengo un maldito mono en ella!", grita Ryôga dándole un puñetazo. La pareja vuelve a mirarse: "¡Akari!"; "¡Ryôga!". Y Katsunishiki y Ranma-h miran expectantes. Ryôga vuelve a alejar de un puñetazo a su amigo y vuelve a mirar a Akari; y entonces suena el timbre.
Ryôga, ya mosqueado sale a la puerta a abrir: "¡Ranma, deja de dar la vara...!", y se encuentra de morros con Akane, acompañada por Blanconegra. "¡Ryôga! ¿Cómo va tu herida? He pensado que estarías solo...". A Ryôga se le olvida todo al ver a Akane. "¿Has venido a visitarme?", pregunta incrédulo; "Espero no importunarte.", dice Akane. "¡Para nada!", exclama Ryôga, y vuelve a recordar: "Menudo lío. Mis padres no están, Akane ha venido a verme, ¡y es día de buen augurio! ¡Es la típica escena de una comedia romántica de adolescentes!".
Y Ranma-h se le vuelve a plantar en la cabeza: "Eh, tú."; Ryôga le vuelve a soltar otro puñetazo pero Ranma-h insiste: "¿No olvidas algo importante?"; "¡¿De qué hablas?!", replica Ryôga.
Akari, desde otra sala, escucha la escandalera. "Debe ser una visita. Prepararé el té. ¿Dónde estará?". Y al abrir la puerta de la cocina, un cordelito tira de algún lado.
Ranma-h y Ryôga paran la pelea al escuchar el ruido; "¿Hay alguien ahí dentro?", pregunta Akane. Y entonces Ryôga cae en la cuenta: "¡Akari! ¡Me había olvidado!", piensa. "No se acordaba de ella, el muy desgraciado...", adivina Ranma-h.
Al entrar en la cocina, ve a Akari inconsciente junto con la nota típica de su madre. "¡Akari!", exclama cogiéndola entre sus brazos. "¿Estás bien, Ryôga?", pregunta Akane desde fuera; "¡No, Akane va a entrar!", piensa, y vacía un armario para meter dentro a Akari. "¿No habéis oído nada raro?", disimula Ryôga cuando Akane y Ranma-h entran. "¿Se puede saber qué te traes entre manos?", pregunta acusador Ranma-h, y Ryôga le pide salir fuera solos, dejando a Akane. "¿Pretendes jugar a dos bandas?", le pregunta Ranma-h. "¿Me crees capaz de algo tan ruin? Pero es como si hubieran llegado el festival de verano y de fin de año a la vez. ¡Quiero estar a solas con Akari, pero también con Akane! ¡Haz la vista gorda!". Pero Ranma-h ya ha llamado a Akane: "Venga, vámonos."; y Ryôga lo lanza al infinito de una patada: "¡¿Es que no me escuchas, lerdo?!".
Akane mira curiosa a Ryôga; "Te veo muy recuperado."; y Ryôga empieza a fingir: "¡Ay, qué mareo...!"; Akane se alarma: "Venga, apóyate en mí y vamos a tu habitación."; y Ryôga coge a Akane y la arrastra por las escaleras: "¡Buena idea!". En la habitación, Ryôga agradece a Akane, la cual está bastante extrañada.
Plantado en su cabeza sobre el tejado, Ranma-h maquina su plan: "Pretende jugar con dos chicas... le prepararé un severo castigo.". Mientras Ryôga ha bajado a la cocina; "¿Pasa algo malo?", pregunta la recuperada Akari; "¡Nada de eso! Estate aquí quieta que ahora vengo.", le pide Ryôga.
Es Ryôga, moviendo los trastos del trastero. "¡Qué habitación tan extraña!", se sorprende Akari, acompañada por Katsunishiki, mientras Ryôga trata de excusarse: "Parece un armario, ¿eh? Voy a prepararte el té.". Y sale para ir a la habitación contigua donde espera Akane; "¡Siento haberte hecho esperar!", se disculpa; "¿Hay alguien en la habitación de al lado?", pregunta Akane. Ryôga pega un bote: "¡No hay nadie, estamos tú y yo solos!", proclama...
Y el aspirador le cae sobre la cabeza; "Perdón, se me ha ido la mano.", dice Ranma-m, vestida de asistenta, que arroja a Ryôga fuera de la habitación. Aunque Akane la ha reconocido, no lo ha hecho Ryôga: "¿Quién eres?", pregunta Ryôga incorporándose en el pasillo; "Soy la criada.", miente Ranma-m; "No sabía que tuviéramos criada...", piensa Ryôga; "No me ha reconocido...", ríe Ranma-m. "Por cierto, señorito, está jugando a dos bandas.", le dice Ranma-m, y Ryôga pega un bote de terror; "Tranquila, soy su aliada.", le miente Ranma-m. "¿En serio?", se maravilla Ryôga; "Le ayudaré a cumplir sus deseos. ¡Retoce con la muchacha cuanto le guste!", le dice Ranma-m introduciéndole de una patada en el trastero de Akari.
Y Ryôga casi se muere cuando ve a Akari en kimono de dormir sobre el lecho preparado. "La criada ha insistido en que me quedara a dormir. Siento causarte tantas molestias.", se disculpa Akari inclinándose. A Ryôga se le va a salir el corazón por la boca; "¡El clímax está a la vuelta de la esquina!", piensa; "¡No te precipites, no pierdas los estribos!", trata de dominarse.
Y justo en el cuarto de al lado, Ranma-m pega la oreja a la pared mientras Akane le pregunta qué hace. "Akari... ¿no crees que es un poco temprano para esto?", pregunta nervioso Ryôga; "La verdad... es que yo aún no tengo sueño.", contesta Akari recogiendo la cama; "¡No me refería a eso!", grita nervioso Ryôga. Y entonces Ranma-m hace un agujero circular en la pared y lanza el cascote, que cae cubriendo a Ryôga y Akari, que quedan abrazados. "Ven y mira. Verás qué divertido.", le dice Ranma-m a Akane.
Pero al asomarse no ven a la parejita; "Aquí no hay nada.", dice Akane, mientras Ranma-m salta sobre el cascote y mira incrédula. Y debajo del cascote, Akari se desmaya de felicidad al sentir sobre ella a Ryôga. Entonces Ranma-m levanta el cascote y despierta a Ryôga: "El señorito debe ir a ver a Akane.", le dice. "Pero... no puede dejar escapar esta oportunidad.", dice mirando a Akari dulcemente dormida; "Pero es que quiere frotarle la espalda en la bañera...", le susurra Ranma-m, y sólo de imaginárselo, Ryôga se pone como un tomate. "No puedo creérmelo...", piensa, mientras Ranma-m salta hacia el agujero donde aún está Akane.
Ranma-m arrastra a Akane escaleras abajo, la cuál pregunta intrigada qué cuchicheaban. Mientras, Ryôga pone a Blanconegra sobre Akari para dar el pego y baja corriendo al baño. Allí espera Akane, cada vez más mosqueada. Y Ranma-m se cruza en el camino de Ryôga encerando el suelo; Ryôga tropieza con el cubo de agua fría... y P-Chan entra volando al cuarto de baño. "¡P-Chan! ¿Qué haces en casa de Ryôga? ¡Estás perdido de cera!", se sorprende Akane; "Te lavaré con agua caliente.", propone la chica recogiendo agua de la bañera, mientras el pobre cerdito tiembla aterrorizado y aprovecha un descuido para escapar ante la sorpresa de su dueña.
"¿Se lo ha pasado bien el señorito?", sonríe burlona Ranma-m; "Ha sido casi como un sueño, ¡pero mi sueño es otro! ¡Akari!", proclama Ryôga; "Así me gusta, con decisión.", sigue burlándose Ranma-m. Ryôga sube al trastero... y al entrar ve a Akari preparando la comida junto a Blanconegra; "¿Ya estás de vuelta? Como me aburría he preparado un cocido.", le sonríe Akari. "¡Si no hubiese cedido antes!", se lamenta Ryôga; "Es mi castigo por jugar a dos bandas...", piensa. "¿No quieres probarlo?", pregunta apesadumbrada Akari; "¡Claro que sí!". Ambos comienzan a comer; "Soy tan feliz, no debería ser tan egoísta...", piensa Ryôga. Pero Ranma-m aparece y le hace cambiar de opinión: "Akane dice que quiere abrazarle.".
Ryôga pega un respingo y se despide de Akari: "¡Ahora vengo!", y sale acompañado de Ranma-m; "¿Es eso cierto?", pregunta incrédulo; "¡Claro!", grita Ranma-m... hasta que se topan con Katsunishiki disfrazado de Akane, que abraza a Ryôga dándole un susto de muerte. "¡¿En qué se parece esto a Akane?!", grita furioso Ryôga golpeando al cerdo, "¡Señorita Akane!", dramatiza Ranma-m, y entonces Akane aparece tras ella echándole agua caliente: "¿En qué se parece a mí?". Y Ryôga, al ver a Ranma-h, lo lanza al infinito de un puñetazo.
Ryôga reflexiona; "He sido un idiota. Tengo que elegir, ¡ahora!", y hace una especie de pasatiempo que le conduce a elegir a Akari. "¡Akari!", llama entrando al trastero... para ver que no está. "¡Pero si no he podido hacer nada con ellaaaaa!", se desespera Ryôga.
Pero en el salón acaban Akari, Akane, Ranma-h y Ryôga. "¿Cuánto llevas aquí, Akane?"; "¿Y tú, Akari?"; "¿Les decimos la verdad, señorito?", se burla Ranma-h; "Chitón.", ordena Ryôga.
Escenas inolvidables: El careto de Ryôga cuando se ve a Akari en kimono dispuesta a acostarse con él, y Katsunishiki disfrazado de Akane.
Y a la salida, una tormenta se abate sobre Nerima; "Y yo sin paraguas...", se lamenta Akane, y va a la caja de paraguas de préstamo; "Aún queda uno.", dice Akane cogiéndolo y abriéndolo... para ver el letrero "Amor correspondido" en la tela. "¡Akane! Me vas de perilla, volvamos juntos.", dice llegando Ranma-h, también sin paraguas. "¡Estás en peligro, Akane Tendô!", grita Kunô apartando a Ranma-h de un mandoble; "Has estado a punto de caer irremediablemente enamorada de Ranma Saotome.", le dice Kunô, y Ranma-h se planta sobre su cabeza: "¿Qué dices?". "¿Será este el paraguas?", se pregunta Akane.
"¡Pamplinas!", dice escéptica Nabiki; "La mujer más realista sobre la faz de la tierra...", murmura Kunô; "No sé si es verdad o no, pero... podríamos probarlo.", y abre el paraguas y sale persiguiendo a Akane, hasta que Ranma-h lo lanza lejos de una patada. "¿Qué pasa?", se enfada Kunô volviendo... y se pone accidentalmente junto a Nabiki.
Una oleada de luz parece invadir a la pareja, sorprendiendo a todos los presentes. "Nabiki Tendô, te encuentro incomparablemente atractiva.", dice Kunô; "No tenía ni idea de que fueras tan apuesto...", balbucea Nabiki. "¡Va a caer en las garras de Kunô!", grita Akane desesperada. "¡¿Cómo puedo demostrarte la pureza de mi amor?!", exclama Kunô; "¡Te lo dejo por diez mil yenes! Es una oferta, suele costar más.", responde Nabiki. Y a la gente casi le da un pasmo. Nabiki llora de alegría con su billete de diez mil, hasta que Ranma-h, ya asqueado, cierra el paraguas; "¿Qué he estado haciendo?", se pregunta Nabiki; "No te he visto muy diferente.", le confirma Akane.
Kunô tiene su confirmación: "¡Es el paraguas alcahueto! ¡Amémonos, Akane!", grita saltando hacia ella. Pero Akane le pone un tejón decorativo; "¡Qué profundo es el amor!", dice Kunô extasiado. "¡Deja el paraguas!", grita Ranma-h arrebatándoselo, y entonces llega Ukyô: "¡Ran-chan, justo a tiempo! No he traido paraguas.", dice alcanzándole... pero Akane lanza a Ranma-h a la lluvia quitándole el paraguas.
"¡Akane, cuando estás celosa no hay quien te aguante!", le recrimina Ranma-m desde la lluvia; "No estoy celosa, sólo se me ha ido el pie.", responde la chica ruborizándose; "¡Ya! Así que no te importa con quién me ponga bajo el paraguas, ¿no?", le reta Ranma-m. Y Kunô salta soliviantado: "¡Claro que no! ¡Metámonos juntos bajo el paraguas!", grita saltando hacia la lluvia con el paraguas en la mano. "¡El paraguas alcahueto!", cae en la cuenta Ukyô, mientras Ranma-m se aparta de una patada a Kunô y agarra el paraguas. Un chorro de agua caliente cae sobre ella y Ranma-h ve a Ukyô sonriente con la tetera en la mano: "Vamos, Ran-chan, metámonos bajo el paraguas.", propone, pero una mesa llega y arrebata el paraguas de la mano de Ranma-h. "Se me resbaló la mano...", disimula Akane desde dentro.
El paraguas cae... sostenido por Kunô... y aterriza junto a Ranma-h. Ambos chicos se miran ante el estupor del resto de la gente. "Ranma Saotome, reconozco que hemos tenido nuestras rencillas...", murmura Kunô; "Yo también te he hecho mil trastadas...", reconoce Ranma-h; "¡Quisiera que nuestra amistad diera paso al amor!", propone Kunô cogiéndole de las manos; "¿Puedo llamarte 'hermanito'?", pide Ranma-h. "¡Que alguien pare esto!", pide uno de los compañeros, y Ukyô le da un palazo a Ranma-h, el cual reacciona dándole un patadón a Kunô: "¡Con que hermanito!".
El paraguas sale volando de nuevo, y Akane lo coge al vuelo: "¡Esto no vale para nada bueno, hay que destruirlo!", proclama intentando romperlo, pero las espatulillas de Ukyô la atacan sin piedad: "¡Idiota! ¿Quién puede pensar así?". "¡Mío!", exclama Kunô quitándoselo a Akane; "¡Allá voy!", grita lanzándose sobre Akane, que mira aterrorizada... pero Ranma-h contraataca con una patada: "¡Date por vencido!"; pero Kunô no se queda corto: "¡Técnica secreta: Mandoble destructor de impedimentos amorosos!", grita dando un espadazo. "¡Si es lo de siempre!", grita Ranma-h quitándoselo de encima de una patada.
Ranma-h alcanza el paraguas y cae... junto a Akane. La pareja se mira; todos miran a la pareja; Akane y Ranma-h se ruborizan, el corazón les late fuerte. "¿Y... y ahora... qué?", piensa Akane bajando la mirada; "¡Te... tengo que decirle algo!", piensa Ranma-h también cabizbajo y avergonzado. Y los espectadores los miran y hablan: "Akane, Ranma... Sentimos tener que echaros un cubo de agua fría, pero... el paraguas se ha roto."; y así lo ven al alzar la mirada y quedarse paralizados del ridículo.
Así finalizó una de las siete leyendas del instituto. El reinicio de la lluvia se ve aliviado por la llegada de Kasumi; "¿Qué les pasa a Ranma y Akane?", pregunta la hermana mayor al ver lo callados que van; "Por un momento han deseado que se les tragara la tierra.", le cuenta Nabiki.
Escenas inolvidables: Las amorosas escenas bajo el paraguas (en especial la de Kunô y Ranma-h) y lo avergonzados que se quedan Ranma-h y Akane al creerse bajo el paraguas y luego descubrir que no.
Toda la clase va a la piscina; "Me pregunto si la señorita Hinako sabe nadar.", piensa Ranma-m. "Empezaremos por la base.", le dice Hinako a Akane; "¡Darse una ducha!", exclama mientras se meten bajo el chorro de agua fría; "¡Calentamiento!", grita mientras hacen los estiramientos. Y entonces Hinako hincha un balón de playa, planta la toalla y la sombrilla, se pone bronceador, y se tumba a tomar el sol; "Estoy hecha polvo.", se queja; "¡Señorita!", se enfada Akane. Ranma-m se encara a Hinako; "¿Seguro que sabes nadar?"; "¡Descarada! Me llaman 'Hinako, la molino de agua'. Vas a ver.", responde, y salta a la piscina.
Todos miran asombrados como Hinako sólo es capaz de dar vueltas sobre sí misma en el agua (como un molino)... hasta que queda inerte flotando. "Se ha ahogado.", murmuran. Ranma-m la saca y le quita el agua de los pulmones; cuando Hinako despierta, se dirige a Akane: "¡Vamos a competir a ver quien de las dos aprende antes!"; "No quiero perder, y menos contra ti...", piensa Akane llorando de vergüenza ajena.
Ambas empiezan hinchando los flotadores; Hinako bromea poniéndose uno de collar, pero lo utiliza con Ranma-m para el Happôataque de los cincuenta yenes. "No hay nada que mi versión adulta no pueda conseguir.", proclama mientras todos los chicos lloran de alegría. "¡Eso es trampa!", protesta Akane; "Ahora veréis como nada una mujer de verdad.", dice Hinako lanzándose a la piscina... para empezar a ahogarse; "¡Vamos a practicarle la respiración artificial!", gritan los chicos lanzándose a por ella, pero Hinako se defiende: "¡Happôenergía reversible, versión acuática!".
El rayo de energía arrolla a los chicos y el retroceso impulsa a Hinako, que va chocándose con todo bicho viviente de la piscina. "¡Es como un motor de propulsión!", grita Ranma-m... pero sin freno, porque la ruta de Hinako acaba estrellada contra la pared de la piscina. "Esto no me convence.", murmura sarcástica Ranma-m.
Pero a Akane se le ocurre algo: "¡Claro! Si me impulso con una de mis patadas, podré llegar al otro lado."; y así lo intenta... provocando una grieta en la pared de la piscina y casi ahogándose. Al sacarla Ranma-m, sus amigas la aconsejan: "Deberías aprender a flotar."; Hinako llega aún aturdida del golpe: "Estamos empatadas, Tendô. ¡Pero acabo de inventar un nuevo estilo de natación!". Akane se desespera: "¡Ojalá pudiera al menos mantenerme a flote!". "Pero piensa que puedes hacerlo. Sólo hay que llenarlo de aire.", le dicen sus amigas; "¿Eh?", se sorprende Akane; "¿A qué viene eso?", pregunta Ranma-m; "¡Así que consiste en llenar el cuerpo de aire, y no de agua!"; Ranma-m la mira incrédula: "¿Eso era lo que estabas haciendo?".
Akane afronta ilusionada su nueva oportunidad, mientras Hinako vuelve en forma adulta tras haber robado energía a unos cuantos chicos más y se dedica de nuevo a impulsarse con la Happôenergía reversible, pero esta vez saltando hacia arriba; "¡Claro, así no se choca con el borde de la piscina!", piensan sus alumnos. "¡No lo permitiré!", piensa Akane lanzándose al agua. Una vez en el fondo, vigilada por Ranma-m, expulsa todo el aire que ha guardado y llega a la superficie. "¡Floto!", grita alegre mientras Ranma-m la mira... y entonces Hinako cae encima de Ranma-m, quedando ambas flotando e inconscientes, y Akane volviendo a hacer aspavientos para evitar ahogarse.
Pero las tenaces contendientes siguieron intentándolo, y al final... Akane nada; "¡Mira Ranma! ¡Estoy nadando!", grita ilusionada mientras Ranma-m observa el palmo de agua que queda en la piscina e Hinako sigue persiguiendo a sus chicos para conseguir más energía. "Este año no habrá clases de natación.", concluye uno de los compañeros.
El silencio se hace en el "Cat Café", y el mal gesto se apodera de todos los comensales; "Pensaba que me desmayaba.", dice Colonia; "¡Son de un mal sabor asesino!", gritan todos llorando de lo mal que les han sentado. Shampoo observa el montón de cajas: "Haber comprado un montón por ser a buen precio."; "No sirve ni para los cerdos.", comenta Mousse; "Habrá que ofrecer un incentivo.", murmura Colonia, y saca un fideo rayado de una caja: "Un fideo liofilizado con 4.000 años de historia. ¡El fideo 'Santo soy yo solo en el cielo y en la tierra'!" (la frase que el Buda dijo al nacer). "Son fideos que al comer sólo uno se adquiere la potencia de cien hombres. Los hombres más valientes se han enzarzado en batallas por un solo fideo.", informa la bisabuela.
La publicidad se extiende por Nerima: "Fideos fríos que incluyen el fideo 'Santo soy yo solo en el cielo y en la tierra'. Cómetelos y serás más fuerte."; los chicos del Fûrinkan, Ranma-h incluído, lo leen, y acuden en masa al "Cat Café". "¡Ranma también haber venido!", saluda Shampoo mientras sirve los platos; "Sólo haber un fideo 'Santo soy yo solo en el cielo y en la tierra', y no saber en qué plato estar.", les informa. "¡A comer!", dicen los chicos... y al primer mordisco se les desfigura la cara y caen desmayados, excepto Ranma-h que a duras penas aguanta el tipo. "No haber tenido suerte.", concluye Shampoo.
"¡Invita la casa a otro plato!", ofrece Shampoo a Ranma-h; "¡Paso!", rechaza Ranma-h, pero Kunô aparece tras él, con la cara desfigurada y fideos colgando pidiendo uno más. "Saotome, que sepas que ya has perdido.", le dice Kunô; "¿Cómo?", replica Ranma-h, pero Kunô no habla, hasta que Ranma-h da una palmada; "¡Me había desmayado!", dice Kunô, y se pone a la mesa frente a otro plato que le trae Shampoo; "¡Qué obstinación por ser el más fuerte!", dice la bisabuela; "Puede que sea él quien lo encuentre.".
Ranma-h ya no se cree nada; "¡Qué chorrada!", exclama marchándose, hasta que tropieza con un cuerpo inerte: "¡Ryôga!"; "No dormir aquí que estorbar.", pide Shampoo. Ryôga consigue resucitar: "He estado a punto de cruzar la frontera entre este mundo y el de los muertos. Pero quiero más.", y llega a sentarse a la mesa; "¡Otro!", pide también Kunô. "¡Si alguno de estos encuentra el fideo bueno se haría más fuerte que yo!", piensa entonces Ranma-h, y se une a los comensales. "¿No te habías retirado?", pregunta Kunô; "Es que mi sangre de luchador se ha puesto a hervir.", reconoce Ranma-h; "No sé cómo os atrevéis conmigo, temerarios.", se jacta Ryôga.
Pero los tres casi caen muertos al primer bocado del nuevo plato; "¡Qué panda de cabezotas! ¡Comed el plato especial de la casa!", ofrece Colonia poniendo una montaña de fideos sobre la mesa. "¡Seguro que ahí está el fideo!", exclaman los espectadores. "¡Hay que comer rápido y en grandes cantidades!", piensa Ranma-h; pero Kunô no está dispuesto y lanza un espadazo a través de los fideos: "¡No voy a dejar que te comas ni uno!"; Ranma-h salta sobre su cabeza: "¡Y parecía tonto!"; Ryôga trata entonces de atacarle, pero Ranma-h le echa un vaso de agua y el inofensivo P-Chan ya no es un estorbo.
"¡A comer!", se apresta Ranma-h... que cae casi muerto con la mitad de la montaña en su estómago. Una imagen surge ante sus ojos; "¿La laguna estigia?", se pregunta Kunô que está junto a él; "Yo he estado aquí antes.", recuerda Ryôga; "Claro, se han comido lo que yo he dejado.", piensa Ranma-h; "¡Hay que poner fin a esta estúpida competición!", grita Ranma-h saliendo a la carrera; "¡No vuelvas al mundo de los vivos!", gritan los otros dos.
Los tres se despiertan al unísono en el mundo real. "¡Aquí tener otro platito!", dice Shampoo trayendo otra montaña de fideos. "Shampoo, ¿seguro que el puñetero fideo está en algún plato?", pregunta mosqueado Ranma-h; "Yo creo que pronto salir a la luz.", opina Shampoo.
Pero en la cocina se cuece otro plan; "Pandilla de estúpidos...", piensa Mousse; "¡¿Creéis que voy a dejar que os comáis el fideo 'Santo soy yo solo en el cielo y en la tierra' que da la potencia de cien hombres?!", dice, y echa el fideo a hervir; "¡Yo seré el afortunado!", exclama yendo a comérselo... y entonces el trío cae sobre él y empieza a pelear por el fideo con sus respectivos palillos. "¿Cómo se han enterado?", pregunta Mousse; "Porque haberlo gritado, tonto.", le dice Shampoo.
Tanto Ryôga como Kunô tienen el mismo pensamiento: "¡Hay que eliminar al rival más fuerte!"; y atacan al unísono a Ranma-h. Ambos enganchan el fideo cada uno de un extremo; "¡Ahora que Ranma no está...!", grita Kunô; "¡¿Crees que podrás vencerme?!", proclama Ryôga. Pero Ranma-h consigue alzarse y con los fideos sobrantes lanza su ataque: "¡Tornado de fideos!", grita enganchando sus rivales con los fideos; "¡Caida a la fideuá!", grita tirándolos contra el suelo. El fideo especial cae suavemente sobre los palillos de Ranma-h; "Descansad en paz; me volveré más fuerte pero no os olvidaré...", piensa emocionado dispuesto a hincar el diente...
Todos miran expectantes cuando Ranma-h lo come y da un respingo; "¿También asqueroso?", preguntan. Ranma-h mira a la bisabuela: "Habéis hecho esto para sacaros de encima unos fideos mortalmente asquerosos."; Colonia ríe al verse descubierta; "¡Voy a estrenar mi nueva fuerza contigo!", grita Ranma-h lanzando su ataque contra Colonia... pero la vieja lo tumba con facilidad; todos miran sorprendidos la escena: "¿Es que no ha conseguido la potencia de cien hombres?".
Y de repente Ranma-h lanza un grito: "¡Tengo hambreeeee!"; "Todavía quedar fideos.", ofrece Shampoo poniendo otra montaña en la mesa, mientras Colonia explica: "La pontencia 'digestiva' de cien hombres.", y Mousse, Ryôga y Kunô miran con compasión a Ranma-h.
Escenas inolvidables: La cara que ponen todos al probar los fideos.
"¡Ven aquí, viejo de opereta! ¡Esa leche es mía!", reclama Ranma-h persiguiendo a Genma, que ríe burlón, por un pasillo. Al final del pasillo está la muñeca, con el cartel "Peligro no tocar". Ranma-h arrea una patada a Genma, pero éste le enrolla la toalla a una pierna y lo arroja contra la mesilla de la muñeca. Genma ríe huyendo, mientras Ranma-h lo mira enrabietado, hasta que ve la muñeca rota, con la cabeza separada del cuerpo. "Mierda, si se enteran me la harán pagar.", murmura, y trata de arreglarla y colocarla; "¡Perfecto!", exclama viendo a la muñeca de nuevo en la mesa, pero en una posición ridícula. Ranma-h se va, pero la muñeca parece empezar a cabrearse.
Akane vuelve a su cuarto por el pasillo; "¡Qué miedo! Todo por las historias de Nabiki.", piensa; "Y tengo que pasar por delante de ella...", hasta que llega a la mesilla y ve que la muñeca no está. "¡Qué raro!", piensa Akane. Y entonces tras de ella siente algo; alcanza a girarse para ver a la muñeca precipitarse sobre ella; "¡Tomaré este cuerpo!".
"Sí que tarda Akane.", se queja Nabiki en la mesa de la cena; "Empecemos sin ella."; "No, Ranma ha ido a buscarla.", insiste Kasumi. Entonces llega Akane, vestida con un extraño kimono y con la mirada extraviada. "¿Qué hacías?", pregunta Nabiki; "¿Ya con el kimono de verano?", pregunta Kasumi. "¿Dónde está ese desvergonzado?", inquiere la extraña Akane; "¿Ranma?", responde extrañada Kasumi. "Ranma...", murmura Akane dándose la vuelta; "Así que se llama Ranma...", piensa.
"¡Akane!", va llamando Ranma-h por los pasillos; "¿Estás aquí?", pregunta hurgando en un cubo de basura, donde ve algo familiar; "¿Esta no es la muñeca de antes?", se pregunta cogiendo la muñequita, que tiene cara de estar inconsciente y guarda un gran parecido con Akane. De repente Ranma-h siente algo y se aparta a tiempo de evitar un tremendo mazazo de Akane; "¡Raannnnmaaa!", grita ella furiosa; "¿Pero qué mosca te ha picado?", huye Ranma-h con la muñeca en la mano. En uno de los ataques, Ranma-h suelta la muñeca, que al caer al suelo parece despertar.
La muñeca con cara de Akane parece ponerse a pensar: "¿Qué me pasa? ¡Ya recuerdo, esa muñeca me atacó!", y entonces ve a Ranma-h y Akane de pelea; "¡¿Qué hago yo ahí?!", dice la muñeca, que es realmente Akane. "Eres bueno.", le dice la falsa Akane a Ranma-h; "¿Qué dices?", se sorprende Ranma-h; "Otra vez de pelea. ¡Qué se enfría la cena!", exclama Nabiki que ha llegado a buscarles.
Y mientras, la auténtica Akane, en su cuerpo de muñeca se desespera: "¡No puedo moverme!". Ranma-h se acerca; "¡Ayúdame, Ranma!", piensa. Ranma-h la coge y la mira con lástima; "Pobrecilla, te dejaré donde estabas.", y la pone sobre la mesilla en otra ridícula postura mientras explica a Nabiki que la encontró en la basura. "¡Soy una muñeca!", cae en la cuenta Akane; "¡Esa de ahí no soy yo!", deduce al mirar a la falsa Akane de mirada extraviada.
Ranma-h airea sus trapos en el balcón y la falsa Akane llega por detrás... para empujarle. "Voy a darme un baño.", se aparta justo a tiempo Ranma-h, y la falsa Akane cae. "¡Pero qué patosa!", dice Nabiki mientras Ranma-h le pregunta a la falsa Akane si le duele algo; "Aquí.", dice mostrando su mano; Ranma-h la mira, y la falsa Akane saca un martillo que va a estamparle en la cabeza... pero Ranma-h se aparta: "Esto se cura con una tirita."; y al volverse ve a Akane, ardiendo de furia, y con la mano aplastada por su martillo. "¿No te parece que Akane está rara?", pregunta Nabiki a Kasumi; "Un poco.", responde la hermana mayor.
Mientras, la auténtica Akane, en su cuerpo de muñeca, trata de moverse; "¡Tengo que decirles que soy la auténtica Akane!", piensa. El esfuerzo da sus frutos y Akane-muñeca comienza a moverse... para caer de la mesilla abajo. Pero se alza y se estira; "Suerte de entrenamiento.", piensa... hasta que un cliente pega un grito: "¡La muñeca hace ejercicios de flexibilidad!".
Mientras, la falsa Akane sigue ardiendo de rabia al mirar a Ranma-h; "No deja ni una fisura. Tendré que hacerle bajar la guardia.", piensa. Mientras, Akane-muñeca no deja de avanzar; "¿Aún no llego?", se pregunta; y de repente nota que el suelo desaparece bajo ella y cae un escalón abajo; "¡Si esto es la entrada! ¡Me he equivocado de dirección!". Y un pie cae sobre ella; "Creo que he pisado algo. Me lo habrá parecido.", piensa Ranma-h, autor del pisotón.
"¡Ranma! ¡Soy yo, Akane!", llama desesperada con el pensamiento Akane-muñeca, pero alguien la alza. "Molestas.", le dice la falsa Akane; "Me harás un favor hasta que me vengue.", y la pone bajo un monolito; "Ahí quietecita.", indica. "¿Qué pretenderá Akane? Me ha invitado a dar un paseo.", dice Ranma-h, y al acercarse la falsa Akane insiste: "Hoy te encuentro rara. Tan basta como siempre pero rara."; "¡Desgraciado!", piensa Akane-muñeca, que está viendo la escena.
Y la falsa Akane coge a Ranma-h del brazo y se abraza a él, ante la incredulidad de Akane-muñeca. "¿Qué mosca te ha picado ahora?", se ruboriza Ranma-h; "¡Tonto! ¿No entiendes lo que siento por ti?", dice la falsa Akane, mientras Akane-muñca hace aspavientos: "¡Oye tú! ¡A ver que haces, que es mi cuerpo!".
Nuevos personajes: La muñeca vengativa.
Escenas inolvidables: Akane-muñeca desesperada al ver cómo se insinúa la usurpadora.
Mientras, Akane-muñeca maldice su mala suerte; pero una pareja llega y la ve; "¿Qué hace aquí esta muñca?", pregunta la chica; "Pobrecilla.", dice el chico levantando el monolito que la aprisiona. Akane-muñeca se alza y les hace una reverencia de agradecimiento, y la pareja sale corriendo: "¡Nos ha hecho una reverenciaaaaa!". "Tengo que seguir a Ranma.", piensa Akane-muñeca poniéndose en marcha.
Ranma-h espera, ruborizado y con los ojos cerrados, mientras la falsa Akane alza un buda de piedra con una cuerda por la rama de un árbol y trata de lanzarlo hacia él. "¿Qué tramará?", piensa Ranma-h, y justo cuando la falsa Akane lanza con intenciones asesinas el buda, le da un estornudo y evita el impacto de la estatua, que en el retroceso golpea a la falsa Akane.
"¡Akane!", se alarma Ranma-h al ver que la chica ha caído. Akane-muñeca llega entonces arrastrándose terraplén abajo; "¡Akane, levanta!", llama Ranma-h a la falsa Akane, aún inconsciente; "¡Ranma!", llama con el pensamiento Akane-muñeca, saltando hacia él y cayendo en su cabeza; "Si es una muñeca...", se sorprende Ranma-h; "¡Es una impostora!", trata de decir Akane-muñeca. Pero la falsa Akane se ha despertado y se lanza hacia Ranma-h: "¡Abrázame, Ranma!", pide; "¿En serio?", dice el incrédulo Ranma-h mientras Akane-muñeca le golpea en la cabeza. "¡Es mío!", piensa la falsa Akane cogiendo una afilada rama.
Pero Ranma-h le detiene la rama; "¿Me ha descubierto?", piensa la falsa Akane; "¡Se acabó el juego!", piensa Akane-muñeca. Pero Ranma-h sale por otro lado: "Otros no se darían cuenta, ¡pero yo lo veo muy claro!", y salta hacia unos matorrales golpeando. Y de allí salen Genma, Sôun y Nabiki; "¡¿Qué espiáis?!", pregunta Ranma-h, mientras Akane-muñeca se cae del pasmo. "Ranma, deberías ser más hombre y dar el primer paso.", le dice su padre; "Soy un practicante de artes marciales. No puedo flirtear con mujeres.", asevera Ranma-h; "¿Pero qué dice? ¡¿No piensa flirtear conmigo nunca?!", se solivianta Akane-muñeca. Y la falsa Akane toma la iniciativa: "¡Vamos a otro sitio!", exclama arrastrando a Ranma-h de la trenza, mientras Akane-muñeca se agarra a él como puede. "¡Tú puedes, Akane!", anima Sôun.
En un banquito, la falsa Akane se abraza a Ranma-h; "Oye, Akane...", dice Ranma-h, un poco incómodo; "Te encuentro rara."; "¿En qué?", pregunta la falsa Akane; "Te veo más guapa, atractiva y sincera.", logra contestar Ranma-h. Akane-muñeca se enfada de verdad. "¿No te gustan las chicas guapas?", pregunta la falsa Akane cogiéndole de la mano; "No... es que... claro...", tartamudea Ranma-h, mientras Akane-muñeca llega a alcanzar un pedrusco y trata de aplastar con él el pie de Ranma-h.
Entonces la descubren; "¡Una muñeca!"; la falsa Akane la mira con odio y Ranma-h con curiosidad; "¡Ahora me hará como antes!", piensa Akane-muñeca, viéndose otra vez inmovilizada; "¡Tengo que huir!". Pero Ranma-h la coge en el aire mientras Akane-muñeca trata de correr; "¿La tenía encima todo el rato?", se pregunta Ranma-h; "¡Suéltame, imbécil!", grita con el pensamiento Akane-muñeca; "¡Cómo se mueve! ¿Va a pilas?", insiste Ranma-h; "¡Te voy a matar!", se enfurece Akane-muñeca.
"Ranma...", llama la falsa Akane; y al girar la mirada ve cómo se ha desprendido del kimono y se muestra casi desnuda ante él. "¡Anda lo que he visto! ¡No mires!", grita mentalmente Akane-muñeca tapándole los ojos a Ranma-h. "¡Es mío, recibe tu castigo!", grita la falsa Akane lanzando su ataque, que Ranma-h esquiva por poco. "¡He fallado!", se queja; "¡Te has pasado!", piensa Akane-muñeca, que salta hacia la impostora. "¡Fuera!", la golpea la falsa Akane; Ranma-h coge a Akane-muñeca y sale huyendo al ver que la falsa Akane reinicia su ataque.
Ranma-h llega a un lugar tranquilo y observa a Akane-muñeca; "¡Qué extraña muñeca! Parecía como si quisiera salvarme. Pobrecilla, está tan sucia...", la acaricia Ranma-h. "Tal vez no pueda volver a ser humana. ¡Nadie se dará cuenta de quién soy!", se desespera Akane. Ranma-h se da cuenta; "Se parece a Akane..."; "¡Soy yo!", trata de gritar Akane-muñeca; "¡Abre los ojos, Ranma! ¡Por favor!", y las lágrimas empiezan a salir de sus ojos. "¡Está llorando!", se sorprende Ranma-h, mientras sobre él se cierne de nuevo el peligro.
La falsa Akane salta desde el árbol que hay sobre Ranma-h y lo arrastra abismo abajo; "¡Saborea mi venganza!", proclama la falsa Akane. "¡Te vas a hacer daño!", le advierte Ranma-h; "¡Me importa un rábano! ¡Este cuerpo es prestado!", confiesa la falsa Akane; "¡Igual da!", grita Ranma-h y la separa de sí para amortiguar la caída con su cuerpo.
Caen al agua y en el burbujeo, Akane percibe algo: "¡Me ahogo!". "¡Akane!", la saca alarmado Ranma-h; "¿Estás bien?"; Akane se da cuenta de que ha vuelto a la normalidad, mientras la muñeca flota en el agua; "He recuperado mi cuerpo. ¡Qué miedo he pasado!", grita y empieza a llorar abrazando a Ranma-h; "Venga, ya pasó.", trata de consolarla Ranma-h. Y desde unos arbustos, Nabiki comenta la jugada: "Akane está llorando."; "¿Qué le habrá hecho ese animal de Ranma?", se pregunta Genma.
"Así me libré de la maldición de la muñeca, pero no sé por qué estaba tan enfadada.", recapitula Akane, hasta que ve a Ranma-h recolocar la muñeca en la posición ridícula; "¡Era por tu culpa!", grita lanzando al chico al infinito.
"Ya me parecía raro una Akane tan insinuante.", dice Kasumi en la vuelta; "Es que estaba poseída.", explica Nabiki; "Me gustabas más antes...", lloriquea Ranma-h mientras Akane le da un buen golpe; "Déjalo, Akane...", ordena Sôun.
Escenas inolvidables: Las reacciones de Akane-muñeca en este episodio son divertidísimas, especialmente cuando la falsa Akane se desnuda.
Tras el incidente, el director desapareció y todos fueron a parar a la isla desierta. "Vamos a pasar lista para las chicas.", dice la profesora Hinako; "Había tres: Ranma Saotome..."; "¡Soy un chico!", protesta Ranma-m, mientras sus compañeros suspiran hambrientos. Entonces llegan las otras dos chicas: Akane y Ukyô. "¡Señorita, parece que la isla estaba habitada!", informan.
El grupo entero llega a un poblado desierto; "Bienvenidos a Jaguai" pone un cartel. "Parece un lugar de vacaciones. ¿Por qué lo abandonarían?", se pregunta Ranma-m, mientras sus compañeros buscan desesperados algo que comer. Entonces Ranma-m encuentra un diario y empieza a leer: "23 de Julio de 1.990, soleado. Los empleados masculinos se han rebelado... es el fin de isla Jaguai. Todos los alimentos están contaminados por los gérmenes aloha.", leen las tres chicas. "¡Cuidado!", trata de avisar Ranma-m; "¡Los alimentos están...!".
Pero al girarse ve al director ofreciendo comida a diestro y siniestro a los hambrientos chicos; "¡Yo también quiero!", protesta Hinako. Ranma-m cae sobre la cabeza del director; "Lea esto.", le indica; y el director al verlo se alarma: "¡Oh, no! La legendaria enfermedad causada por los gérmenes aloha."; "¡Que no comas!", grita Ukyô a Hinako dándole un cachete; "¿Por qué?", lloriquea Hinako; "¿No te has enterado?", se enfada Ukyô. "¿Sabe algo, director?", pregunta Akane. "Es una dangerous enfermedad endémica de Hawai que diezmó la población hace años. Todos los infectados acabaron... ¡siendo recién casados pasando la luna de miel en Hawai!".
Y así le ha pasado a los chicos, que han cambiado sus bañadores por ropajes hawaianos y guirnaldas de flores. "¿Y qué tiene de particular?", pregunta Ranma-m al director, y justo entonces uno de sus compañeros la coge en brazos: "¡Vamos muñeca! ¡Al fin solos!"; pero el resto también se abalanza: "¡Es mi esposa! ¡Mi novia!", gritan todos. Akane y Ukyô también se ven perseguidas. "¡Todos esos donjuanes buscan novia! ¡No os acerquéis!", grita Hinako... pero todos pasan de la criaja. Herida en su ego, Hinako lanza su Happôataque de los cincuenta yenes y todos se lanzan como posesos sobre la mujerona, que lanza su ataque reversible contra ellos. "¡Han estado a punto de atacarme en serio! ¡Hay que huir!", sugiere Hinako al resto de chicas.
"¿La vacuna aloha? ¿Si se la damos dejarán de comportarse así?", pregunta Ranma-m; "¡Yes! Yo poseo todo tipo de remedios para enfermedades hawaianas.", responde el director mostrando la botella con la vacuna. "Pues démela.", pide Ranma-m, pero el director hace gesto compungido: "¡Había olvidado algo muy importante! ¡Estamos de colonias de verano!"; y sale corriendo; Ranma-m le persigue: "¡¿Y qué?!"; "Nos entrenaremos para la maratón de Honolulu.", ríe el director.
"¡Ven aquí!", llama enfadada Ranma-m; "¡Cógeme si puedes!", ríe el director; y entonces aparece el tropel de chicos persiguiendo a Ranma-m: "¡Ven aquí preciosa!". Una cáscara de plátano lanzada por el director hace caer a Ranma-m y se ve atrapada por todos los chicos: "¡La obligación del recién casado! ¡Deja que te ponga cremita en la espalda!". Y todos los chicos comienzan a untarle la espalda, a hacerse fotos de recuerdo, a darle de comer... hasta que Ranma-m los lanza de una patada por los aires a todos.
El efecto de la cremita ha hecho que Ranma-m tenga escrito en la espalda "Te quiero"; "¡Qué bronceado más raro!", dice Hinako; "Pues si a ti que eres un hombre te han hecho esto...", murmura Ukyô; "No será fácil librarnos.", confirma Akane. Y Akane ve entonces acercarse una muchedumbre con antorchas; "¿Dónde está mi amada?", preguntan como zombis los chicos. "¡Hay que mantener la calma!", grita histérica Hinako.
Pero bajo la caseta donde están, el director ya ha montado su negocio: conquista mediante dardos; "Vamos a hacer cerbatanas.", propone a los chicos. "¡Hay que quitarle la vacuna!", grita Ranma-m lanzándose con Akane y Ukyô al ataque; los chicos lanzan sus dardos, pero las chicas los desvían y esquivan. "No os peleéis con vuestros queridos.", se burla el director; "¡Haga el favor de soltar la vacuna!", grita Ranma-m atacándole, pero el director coge y se bebe el contenido de la botella ante la cara alucinada de las chicas.
Y la masa de chicos vuelve a reaccionar: "¡Tocinito de cieeeloooo!"; "¡No os acerquéis!", gritan las chicas golpeando a diestro y siniestro; "No aguantaremos mucho...", piensa Ranma-m al ver la cantidad de enemigos; y entonces se le ocurre algo: "Si esto era un lugar de vacaciones, seguro que hay de eso.", y las chicas salen corriendo cargando al director bajo las indicaciones de Ranma-m, mientras Hinako, completamente ignorada, mira enfurruñada desde la caseta.
Los chicos siguen a la búsqueda: "¿Dónde estás, amorcito? Ven conmigo."; y de repente unas voces les llaman. "¿Os venís a bañar?", llama Akane dentro de un lago caliente; "¿O queréis comer antes?", les sonríe Ukyô en la misma laguna. Los chicos saltan en tropel al agua... y recobran la normalidad. "¿Qué pasa?", pregunta Akane a Ranma-h; "El caldo del director contiene gran cantidad de vacuna aloha.", explica el chico, que tiene junto a sí al director metido en el agua caliente.
Y tras acabar las colonias de verano, en el instituto y ante la nueva propuesta del director, Ranma-h le da un golpe: "¡La próxima vez vamos al monte, con las cabras!".
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