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Entonces el guía le informa de todo: "Estamos en la cueva maldita, en las fuentes del Zhou Quan Xiang. Los manantiales están en verdadero peligro. Se han secado.". Akane dibuja la preocupación en su rostro; "Se han secado... Luego también se ha secado el que podía volver a la normalidad a Ranma...", piensa. El guía comienza a arrastrarse por la cueva hacia arriba, seguido por Akane; "Los habitantes del monte Fénix han taponado la fuente.", le sigue diciendo; "¿Cómo? ¿Existe alguna manera de que vuelva a salir?", pregunta Akane; "Sí, pero es muy peligroso. Yo estoy dispuesto a morir si es necesario.", asevera el guía.
Mientras, los guardianes del monte Fénix trataban de encontrar a Ranma-m y los demás. "No están. Juraría que se han caído ahí dentro.", dice uno mirando una fuente en forma de pez que da entrada a un largo conducto. Y por dicho conducto seguían su ruta el inconsciente cuarteto sobreviviendo a duras penas al ahogamiento.
El guía y Akane consiguen llegar a la salida. "Este es el auténtico corazón de la cueva maldita.", indica el hombre a Akane, que se sorprende enormemente al asomarse al borde del precipicio que da a la cavidad principal. "¡Un fénix y un dragón!", piensa al ver las enormes figuras del pájaro y el reptil, que como gigantes grifos se alzan en la enorme cavidad. "¿Ve que las colas del fénix y el dragón están unidas a una especia de tubería subterránea?", le indica el guía; "Sólo hay un modo de hacer que vuelva el agua al Zhou Quan Xiang: girando lo que hay sobre la cabeza del dragón.", sigue informando el hombre, señalando a un palo con una media luna en la punta que se alza sobre la cabeza del dragón. "Entonces esto es una especie de grifo.", deduce finalmente Akane. Y el guía la agacha de golpe: "¡Escóndase señorita!".
Unos personajes familiares entran en la cueva; Saffron, portando el círculo de oro, Kima, el viejo y el resto del séquito. "¡Kima!", reconoce Akane; "Y el príncipe del monte Fénix, Saffron .", le indica el guía. Saffron se pone sobre la cabeza del dragón junto con el viejo; "Su alteza, clavad el círculo de oro.", le indica el viejo. El crío encaja la vara en una hendidura de la cabeza del dragón y el círculo de oro comienza a refulgir. "¡Cómo brilla!", nota Akane; "Emite calor. Sirve para calentar agua.", le informa el guía. Saffron gira el círculo y todos bajan a la bañera inferior. "Alteza, preparaos para vuestro baño. Podéis entrar en cuanto salga agua caliente.", dice el viejo.
"Ohhh... demasiado tarde.", se lamenta el guía; "Si sale agua caliente no podremos sacar agua fría.", dice. Akane lo mira con sorpresa; "Sólo hay un conducto de agua, y ahora se calentará toda."; "¡¿Y te limitas sólo a mirar?!", le increpa Akane dándole un puñetazo; "Hay muchos guardias. Es peligroso.", se disculpa el hombre; "¿Pero no estabas dispuesto a morir?", le reprende Akane; "Tengo mujer e hijos.", le recuerda el guía.
Pero algo parece ir mal abajo y les saca de la discusión. "No sale agua caliente.", dice alguien; "¡Qué raro! ¿Estará atascado?", se preguntan dos guardianes subiendo a la boca del fénix... que de repente estalla arrojando a Ranma-h, Ryôga, Mousse, Plum y un montón de agua caliente. "¡Ranma!", grita Akane desde arriba. "¿Qué?", se sorprende Kima al ver a su enemigo.
El cuarteto tose tratando de arrojar el agua de sus pulmones, pero Ranma-h ve pronto una familiar y odiosa figura; "¡Saffron! ¡Te voy a...!", grita saltando hacia el príncipe; el niño no opone resistencia y Ranma-h lo estampa contra el suelo. "¡Majestad!", grita Kima sacando su espada y dispuesta al ataque; "¡Toma!", grita entonces Mousse reteniendo con una de sus cadenas el brazo de Kima, cadena que aprovecha Ryôga para estampar a la mujer pájaro contra la tubería del fénix.
Ranma-h sigue encarado a Saffron. "Nos las has hecho pasar moradas. ¡No creas que voy a ser indulgente porque eres un crío!", le grita; "Qué maleducado...", murmura Saffron con sonrisa pérfida, y entonces Ranma-h nota como Saffron parece estar cambiando bajo el efecto del agua caliente del fénix. "¡Oh, no, la metamorfosis ha empezado! ¡Todos fuera, es muy peligroso!", ordena el viejo. Ranma-h está aterrorizado; "¡No puedo apartar las manos!", piensa al ver que sus extremidades están inmovilizadas, como soldadas a Saffron por hilachos como los que salen de los huevos de apego natal. "Ranma... vas a darme energía.", murmura el crío sonriendo. "¡¿Energía?!", se asusta Ranma-h.
"¿Qué es ese hilo?", pregunta alarmada Akane; "La familia real del monte Fénix puede formar capullos de metamorfosis con sus propias manos.", responde el guía; "Todo lo que caiga en su interior será deshecho y convertido en nutrientes.", culmina ante la atónita mirada de Akane. "¡Es el agua caliente!", exclama Mousse; "¡El chaval ha reaccionado al agua caliente y está tejiendo ese hilo!", confirma Ryôga, y lanza su taladro destructor contra el suelo de la bañera. El nivel de agua desciende y el hilo de Saffron se debilita; "¡Perfecto, el hilo ha cedido un poco!", piensa Ranma-h separándose como puede de Saffron.
"¡No te servirá de nada!", grita furioso el príncipe lanzando una maraña de hilos hacia Ranma-h, maraña que se le enrosca en el cuello y lo estampa con fuerza contra el suelo. "Mientras haya agua de la fuente encantada no podrás escapar a mi capullo.", asevera cruelmente Saffron. "¡Cógete!", grita Mousse a Ranma-h lanzando una cadena salvadora que lo enrolla; pero los hilos comienzan a deslizarse por la cadena en dirección a Mousse. "¡No toques el hilo! ¡Es peligroso!", grita Ranma-h en un titánico esfuerzo. "Maldita sea... no tengo... fuerzas...", piensa el chico tratando de incorporarse para ofrecer más resistencia.
Akane no puede contemplar por más tiempo el sufrimiento de su novio. "¡Tengo que detener el agua!", grita saltando al suelo de la cueva; "¡Señorita!", grita asustado el guía. Akane se encarama al cuello del fénix; "¡Akane!", gritan Ryôga y Ranma-h al verla. "¡Cuidado! ¡Si toca el círculo de oro ahora que está emitiendo calor...!", advierte el guía a voces. Pero Akane ya ha alcanzado la cabeza y coge el círculo de oro; "¡Huye Ranma!", grita girándolo para cerrar el flujo de agua, ante la mirada atónita de Kima, el viejo y los restantes hombres pájaro. "¡No te entrometas!", grita airado Saffron enviándole una maraña. Akane la esquiva dando el giro definitivo al círculo de oro.
"¡Se ha parado!", grita Ryôga al ver que ya no sale agua de la boca del fénix. Los hilos de Saffron ceden y Ranma-h cae semiliberado. Ranma-h alza su mirada ansioso: "¡Akane! ¡¿Estás bie...?!". Y ante sus ojos, el destelleante círculo de oro empieza a emitir una luz intensa que parece barrer a Akane; "¡Akane!", grita desesperado Ranma-h...
Pero Akane ha desaparecido. Sólo se ven sus ropas. Ranma-h se queda lívido, catatónico, viendo caer la vestimenta hacia sus inmóviles brazos, donde la tela se posa suavemente. "¿Akane...?", se pregunta el impactado cerebro de Ranma-h.
Mousse tampoco sale de su asombro; "¿Ha desaparecido...?"; Ryôga tampoco sabe cómo reaccionar; "¿Akane...?", pregunta al aire. "Imbéciles...", dice Saffron, "Si un humano normal toca el círculo de oro mientras está caliente, toda el agua de su cuerpo se evapora al instante.", explica el príncipe. Ranma-h no sale de su estado. Saffron aprovecha algo de su fuerza para lanzar una maraña hacia el círculo de oro y abrir de nuevo el grifo. El chorro va directo hacia Ranma-h, que no se mueve; "¡Cuidado!", grita Ryôga apartando justo a tiempo a Ranma-h del impacto del agua. Al contacto con el agua caliente, Saffron lanza una gigantesca maraña con renovadas energías. Ryôga salta como puede para esquivarla, cargando a Ranma-h; "¡Reacciona de una vez, Ranma!", grita Ryôga abofeteándole, pero Ranma-h no mueve ni una ceja; "Ranma...", murmura Ryôga notando que su amigo es incapaz de hacer nada. "¡Huye Ranma!", recuerda Ryôga, las últimas palabras de Akane; "¡Akane! ¡Cumpliré tu último deseo!", piensa Ryôga con los ojos arrasados de lágrimas.
"¡Por aquí, señores clientes!", llama el guía al grupo; "¡Papá!", llama Plum; "¡El guía!", reconoce Mousse. Ryôga corre hacia la abertura que señala el guía; "¡No dejaré que Ranma se muera!", es su único pensamiento mientras esquiva los mortales hilos de Saffron...
En lo alto del pico de la cueva maldita, el grupo se toma una pausa. "¿Esto está sobre la cueva maldita?", pregunta Mousse; "Es una sala de descanso para trabajadores.", explica el guía sirviéndole un té a su hija. Mousse mira hacia el rincón donde Ryôga habla al catatónico Ranma-h; "Oye Ranma, supongo que no servirá de nada que te diga que te animes.", le dice Ryôga, tratando de ser fuerte; "Ryôga, tú jugabas a dos bandas, pero te gustaba Akane...", le dice Mousse; "¡Cállate! A mí también me entran ganas de llorar... ¡pero Ranma está tan increíblemente abatido! ¡Debo ser fuerte!", grita, y acto seguido estalla en llanto como un bebé ante la severa mirada de Mousse.
El guía se acerca a Ranma-h. "Enséñeme las manos, señor cliente.", le pide; Ranma-h, sin apenas moverse, hace deslizar los ropajes de Akane que aún sostiene hacia atrás en sus brazos. Plum y Mousse dan un grito de espanto al verlo; "Parece cristal del duro.", se atreve a decir Mousse al ver los solidificados antebrazos de Ranma-h; "El hilo se ha endurecido.", confirma el guía; "Pero no hay mal que por bien no venga. Así no ha podido abrazar el vestido con fuerza.", termina de decir el guía quitando el vestido de los brazos de Ranma-h.
Y Ranma-h salta como accionado por un resorte; "¡Devuélveme eso!", grita lanzándose violentamente sobre el guía, que lo esquiva a duras penas. Ranma-h impacta contra la mesa y se queda bajo ella, agachado, mirando el suelo, con el recuerdo de Akane camino del instituto, sonriéndole en la brisa de la mañana... "¡Akane!", es lo único que es capaz de pensar...
Mientras, el guía rebusca en el vestido y acaba por decir algo: "Menos mal, todavía está...". "¿Está? ¿El qué...?", pregunta el lloroso Ryôga. Ranma-h se gira... y ve una pequeña cabeza con el aspecto de Akane; el guía le ofrece un pequeño cuerpo, como de muñeca, con el rostro de Akane, al sorprendido Ranma-h. "Se ha secado y parece una muñeca, pero existe una manera de salvarla.", asevera el guía; Ranma-h la toma entre sus inmóviles manos mientras la esperanza vuelve a su rostro: "¡Está viva!".
Mientras, en la cueva, el huevo que encierra a Saffron ya está formado y permanece al remojo del agua caliente del fénix. "¡Taladro destructor!", se oye entonces, y se abre un boquete en la pared tras la tubería del fénix. "¡Qué descuidados, ni un guardia!", dice Ryôga mirando la estancia; tras él están el resto del grupo. "Sólo hay un conducto, así que hay que parar el agua caliente para luego poner en marcha la fría.", comenta el guía. "Pero si tocamos el círculo de oro nos pasará como a Akane.", recuerda Mousse. Ranma-h, con Akane escondida en su camisa, tiene una idea: "Ryôga, lánzame tu rugido del león asesino. Así podrás destruir el cuello del fénix, círculo de oro incluido..."; "¡Claro, y la energía seguirá hacia adelante impulsándote hasta la cabeza del dragón!", se percata Ryôga; "Se detendrá el agua caliente sin tocar el círculo de oro.", murmura Mousse; "Dos pájaros de un tiro...", concluye Ranma-h. "Pero señor cliente, tiene las manos inmovilizadas.", le señala el guía. "Sólo yo puedo hacerlo. El más fuerte, el más listo, amable y educado...", se vanagloria Ranma-h; "Ya veo que estás mejor.", se burla Ryôga.
Ryôga se apresta: "¡Muy bien, allá voy, Ranma! ¡Ni se te ocurra desmayarte!"; "Akane, voy a salvarte.", le dice Ranma-h con el pensamiento a su novia. "¡Rugido del león asesino!", lanza Ryôga... y Ranma-h se estampa contra la tubería del fénix ante el desespero de todos. Del huevo de Saffron sale una maraña en dirección al intruso; "¡El hilo del capullo les va a atrapar!", grita el guía; "¡Están en peligro!", exclama Ryôga. Ranma-h esquiva como puede el hilo del huevo y entonces le llega una sorpresita: "¡Segundo rugido del león asesino!"; Ranma-h se ve impulsado velozmente hacia la cabeza del dragón: "¡Perfecto!", piensa el muchacho.
Su veloz vuelo es detenido cuando consigue engancharse a la vara con la media luna en su punta sobre la cabeza del dragón. "¡Llegó!", exclama Mousse; "¡Rompa la cabeza del fénix, señor cliente!", pide el guía a Ryôga, que va a lanzar otro rugido del león asesino... cuando a Ranma-h, debido a la excesiva fuerza, se le queda la vara entre los brazos, arrancada de la cabeza del dragón. Nuevos hilos se dirigen hacia él y enarbola el nuevo objeto en su defensa: "¡No dejaré que me atrapen!". Las puntas de la media luna cortan los hilos... y también el morro del dragón, ante la sorpresa de Mousse y Ryôga. Ranma-h se da cuenta de lo que pasa: "¡Esto es un arma!", concluye mientras ve caer los pedazos del dragón.
"¿Qué es eso?", pregunta intrigado Ryôga; "La media luna de plata, la contrapartida al círculo de oro.", responde el guía. Ranma-h lleva una buena idea de uso; "Si he cortado la boca del dragón podré cortar el cuello del fénix.", piensa batallando contra los hilos que no para de lanzarle el huevo. Pone la vara entre los dedos de sus pies y lanza su ataque: "¡Vamos allá!", grita girando sobre sí mismo y segando el cuello del fénix con la media luna de plata. "¡Lo ha rozado!", exclaman Mousse y Ryôga. Ranma-h escucha el sonido del cuello cediendo... y el pico del fénix cae hacia delante, agrietando el huevo de Saffron con su punta. "¡Te está bien empleado, estúpido capullo!", exclama Ranma-h, y acto seguido habla a su novia, aún en su pecho: "¡Akane, enseguida te...!". Pero el huevo, que parece furioso, lanza un hilo con tremenda fuerza hacia Ranma-h, haciéndolo chocar contra una pared que se derrumba sobre Ranma-h y Akane. "¡Ranma, Akane!", llaman alarmados Mousse y Ryôga.
Ranma-h abre los ojos, saliendo de su inconsciencia... y se encuentra en una cómoda cama de una aseada habitación. "¿Dónde estoy?", se pregunta, y entonces echa a faltar algo muy importante: "¡Akane no está!", piensa asustado al ver que ya no está en su pecho. Las dudas le atenazan; "¿La dejaría caer? ¡Akane! ¿Dónde estás?", grita saliendo de la cama... para caer al suelo al no poder mover los pies. Entonces mira y se da cuenta de que una bola de preso inmoviliza sus piernas.
De repente, la puerta del cuarto se abre, y entra una vieja conocida... "¡Shampoo!", llama con sorpresa Ranma-h. "¿Ya te despertar, Ranma?", saluda la chica china, y entonces muestra en su mano derecha a la pequeña Akane; "Tener una muñeca muy interesante.", dice con sonrisa maléfica.
Pero Ranma-h planea otra cosa; aprovecha el pequeño despiste de Shampoo para lanzar una patada doble con la bola de preso incorporada; "¡Toma!"; Shampoo grita sorprendida soltando los huevos y cayendo al suelo. Ranma-h se alza con velocidad pasmosa y consigue coger los huevos con la boca; "¡Serás tú quien se convierta en mi esclava!", proclama Ranma-h escupiendo los huevos sobre Shampoo... que desaparece dejando a la vista sólo el enorme huevo. "¡Lo conseguí!", exclama satisfecho Ranma-h, y salta sobre el huevo para romperlo: "¡Despierta Shampoo!", grita. Pero para su sorpresa sólo encuentra dentro la botella.
Shampoo aparece tras Ranma-h y le estampa una patada en la nuca, incrustándolo contra el suelo. "¡El agua!", grita Ranma-m desesperada al ver que la botella se ha roto con el golpe y el líquido se ha esparcido. Shampoo vuelve a arrear un codazo en la nuca a Ranma-m; "Ya no quedar agua para salvar a Akane. Y tú, si no haberte rebelado, haber tenido oportunidad de seguir viviendo como esclavo... ¡estar muerto!", grita Shampoo lanzando su mortal ataque sobre Ranma-m...
Pero saca una tetera de la nada, rocía a Ranma-m para transformarla y arroja al maniatado Ranma-h sobre la cama, situándose sobre él. "Antes de mandar al otro mundo, querer darte buen recuerdo.", es el arrumaco de Shampoo; "Espera...", murmura apurado Ranma-h; "Si no obedecer, mato a Akane.", amenaza cortante Shampoo.
Mientras, en la caseta de descanso, el resto del grupo se está lamentando; "Ese Ranma...", rezonga Mousse; "¿Dónde estará?", se pregunta Ryôga. "Shh... No gritéis.", pide Plum que está pegada con un vaso a la pared, escuchando. Ryôga y Mousse se acercan curiosos...
Y al otro lado de esa pared, Ranma-h, muy acalorado por los arrechuchos de Shampoo, no hace más que pensar en algo: "Un huevo... si tuviera algún huevo aún podría salvarme..."; entonces se le ocurre la treta: "Shampoo, quiero pedirte algo..."; "No servirte de nada rogar por tu vida.", replica la chica; "Mi último recuerdo... quiero que sea el de tu cuerpo desnudo...", pide Ranma-h, algo que escuchan con plena claridad Plum, Mousse, Ryôga y el guía en la estancia contigua.
Shampoo mira extrañada a Ranma-h... y comienza a desnudarse, soltando a Akane, y sonriendo: "¡Así que necesitar que me sacar la ropa para entrar en juego!". Y cuando Shampoo se queda en ropa interior, Ranma-h ve su salvación en el canalillo de su rival. "¡Son míos!", grita Ranma-h sosteniendo a Akane entre sus inmóviles manos y cogiendo con la boca los huevos del escote de Shampoo... y entonces la pared se quiebra dejando un agujero por el que aparecen el cuarteto espía. "Oye, Ranma...", murmura Mousse ante el alucinado Ranma-h; "¿:Cómo puedes portarte con tal indecencia en un momento así?", pregunta indignado el chico chino. "¡Que no!", trata de excusarse Ranma-h, pero Shampoo le arrea antes de que diga nada más: "¡No molestar, que ser su último recuerdo!"; "¡He venido a rescatarte!", le dice Mousse, pero Shampoo le pega un bofetón: "¡A ti no quiero ni verte! ¡Muere!"; "Shampoo... Si te parezco tan desagradable, adelante, ¡pero quiero que vuelvas a Japón sana y salva!", se arrodilla Mousse.
Ranma-h toma la iniciativa: "¡Ryôga, te confío a Akane!", grita lanzándosela a su amigo. Ranma-h pega un bote y consigue alcanzar de un mordisco el pecho de Shampoo; "¡Los huevos son míos!", piensa. Pero Mousse, sosteniendo la media luna de plata, lo para mostrándole que sólo ha agarrado su sujetador: "Estoy tratando de hablar seriamente con ella... ¡¿qué tienes en la cabeza?!", le grita atacándole con la media luna;" ¡Señor cliente, si le arrea le va a matar!", advierte el guía. Pero el golpe de Mousse impacta sobre las inmovilizadas manos de Ranma-h... y la dura cáscara se quiebra y deja libres las manos de Ranma-h; "¡Soy libre!", proclama sonriendo Ranma-h; "¡Basta de tonterías, consigamos los huevos de apego natal!", grita Ranma-h; "¡Si tanto quererlos, aquí tener!", grita Shampoo lanzándoselos. Pero Ranma-h logra cogerlos al vuelo con el sujetador de su propia atacante y los devuelve; "¡Oh, no!", grita la amazona mientras el envoltorio se cierra sobre ella.
El enorme huevo aparece en la sala. "Shampoo...", murmura Mousse; "Ya está.", suspira Ranma-h, y se lanza a romper el cascarón: "¡Ahora serás mi escla...!", pero Mousse lo aparta de un manotazo: "¡Fuera!"; "¡¿Qué demonios haces?!", se queja Ranma-h; "No pienso dejar que Shampoo sea tu esclava.", replica Mousse; "Entiendo, si te ve a ti primero, hará todo lo que le pidas...", capta Ryôga. Pero a Mousse le sorprende esa posibilidad: "Ahora que lo menciona...", y se imagina a Shampooo aceptando su propuesta de matrimonio recién salida del huevo. Mousse queda emocionado, en silencio... pero un temblor procedente del interior de la montaña llama la atención de todos.
En la cueva maldita, el viejo y Kima corren alarmados; "Viene de la sala de baño.", comenta Kima; "No le habrá pasado nada al capullo de su majestad Saffron, ¿verdad?", insiste la mujer; "No creo. Cualquiera que entre en esa sala quedaría atrapado por los hilos del capullo, nadie podría dañarlo...", contesta el viejo... que tiene que tragarse sus palabras al ver con ojos desorbitados cómo el pico del fénix ha quebrado el cascarón del príncipe. "¡Madre mía!", grita viendo todo el destrozo; el cascarón comienza a eclosionar poco a poco; "¡¿Va a nacer?!", pregunta Kima; "¡Es demasiado pronto!", grita el viejo desesperado.
"Este temblor no es normal.", comenta el grupo en la caseta de trabajadores, aún junto al enorme huevo; "¿No notas que hace mucho calor?", pregunta Ranma-h a Ryôga; "Ahora que lo dices...", responde Ryôga. Y justo entonces, la puerta se abre y aparece el panda con una bandeja con comida y un cartel: "Aquí tiene su comida señorita Shampoo". El panda deja caer la bandeja y comienza a atacar a todos: "¡Matar a los intrusos!" pone en un cartel; "Un panda...", se sorprende el guía; "Es el esclavo de Shampoo.", recuerda Plum.
"¡Mousse, saca a Shampoo de ese huevo!", le grita Ranma-h saltando sobre su cabeza; "¡Calla, tengo un dilema terrible!", grita Mousse lanzándolo al techo de un puñetazo; "¡Mi viejo sólo obedece órdenes de Shampoo!", le recuerda Ranma-h mientras tratan de retener al panda. "¡Lo sé! Pero... Shampoo será mi esclava...", murmura Mousse emocionado, pensando en todo lo que podrían pasar luego juntos; "Eso es una novia, ¿no?", se pregunta Ryôga sosteniendo al panda como puede. "Pero si me hago con ella de este modo, yo...", proclama Mousse;" ¡Oye, ya vale! Estoy hasta el moño de que...", grita Ranma-h corriendo... pero el temblor provoca la caída de una parte del techo que cae sobre Mousse, haciéndole golpear el huevo, que comienza a quebrarse.
"¡Va a salir!", afirma Ranma-h. Un primer brazo sale del envoltorio; "Shampoo... soy idiota... es una oportunidad única de conseguir el amor de Shampoo...", piensa Mousse llorando. Shampoo, con cara adormecida, asoma del huevo y se topa... con un espejo que muestra su reflejo. "¡Un espejo! ¡Claro, si la primera que ve es a sí misma no se hace esclava de nadie!", se percatan Ryôga y Ranma-h. "¿Qué he estado haciendo?", se pregunta sorprendida Shampoo; "Cuánto me alegro, Shampoo...", le dice Mousse sonriendo; "Mousse...", murmura la chica; "Me está bien así. No necesito un falso amor que...", le dice Mousse... pero Shampoo ya está colgada del cuello de Ranma-h: "Ranma, que miedo haber pasado."; "¡Pues no estás muy distinta!", responde molesto y ruborizado Ranma-h; "¡Dile al panda que se esté quieto!", pide Ryôga mientras el oso trata de llamar la atención de su ama.
El huevo de Saffron sigue imperturbable su proceso de eclosión; "Esta corriente de aire caliente...", murmura Kima; "¡Agáchate!", ordena el viejo. Y justo entonces el huevo acaba de quebrarse y unos potentes rayos lumínicos salen disparados en todas direcciones. Los rayos alcanzan la caseta de personal donde está el grupo y el suelo se hunde bajo sus pies, provocando su caída libre hasta un lugar familiar. Ranma-h se alza con Akane en la mano y ve la familiar figura del grifo del dragón; "Estamos en...", murmura, y entonces ve el huevo ya roto: "¡Es el capullo de Saffron!". Una sombra se aprecia dentro del huevo, que va alzándose mostrando sus alas, su cuerpo adulto masculino y sus garras. "Es...", murmura Ranma-h; y el personaje se gira con ojos malvados hacia él, con la mirada inconfundible del príncipe del monte Fénix.
El recién nacido lanza una potente llamarada que serpentea hasta Ranma-h, que a duras penas es capaz de esquivarla; "¡Qué llamarada!", se sorprende Ryôga; "Desgraciado... ¿eres Saffron?", le pregunta Ranma-h recordando aún al mocoso; "Alteza Saffron, lo siento mucho.", se lamenta el viejo junto a Kima, tras el príncipe. "Mi metamorfosis ha fracasado.", dice Saffron; "¿Fracasado?", pregunta Ranma-h. "Te lo explicaré antes de matarte. Sabrás lo que les pasa a los reyes del monte Fénix. Un auténtico rey emite calor y luz de su cuerpo, y lo controla a su voluntad, como un ave fénix. Da luz en la oscuridad y calor en el invierno, dándoles un ambiente en el que vivir.", le cuenta Saffron. "Así que eres como la electricidad y el gas de esta región.", concluye Ranma-h. "Si todo hubiera ido según lo previsto sería como tú dices. Sin embargo...", responde Saffron, pero Ranma-h le corta: "¡Me importa un comino que seas lámpara o estufa! ¡La vida de Akane está en peligro! ¡Haz que vuelva a brotar agua de la fuente encantada!", ordena Ranma-h. "Si eso quieres, ¡tendrás que derrotarme!", grita Saffron lanzando otra terrible llamarada.
Ranma-h salta esquivando el tremendo fuego y se protege detrás de unas rocas junto con la pequeña Akane. "Confía en mí, pronto te salvaré.", le dice a la muñequita, y entonces nota algo: "¡Está cerrando los ojos! ¿Qué significa esto?", se pregunta.
Saffron permanece desafiante a unos metros; "Ranma, me has obligado a nacer antes de que pudiera completar mi metamorfosis. ¡Así que morirás arrepintiéndote de ello!", amenaza el príncipe. Ranma-h y el resto del grupo lo miran desde su lado con rabia. "No hay nada que temer. Si no ha completado su metamorfosis, no debe tener una fuerza tan terrible.", deduce Mousse; "¡Deja salir el agua de una vez!", exige Ryôga. "¡Os voy a dar el honor de comprobarlo!", grita Saffron respondiendo a la frase de Mousse; y lanza una auténtica ola de llamas que cae sobre sus rivales, que hacen cuanto pueden por evitarla. "Estúpidos.", comenta el viejo desde su refugio; "Para poder proporcionar luz y calor a sus súbditos, el rey del monte Fénix debe ser capaz de regular su fuerza a voluntad. Sin embargo, su majestad Saffron ha nacido antes de adquirir tal capacidad. ¡Es un auténtico lanzallamas descontrolado!", termina de decir en alto, causando la sorpresa en Ryôga y Mousse...
Pero Ranma-h está dando un golpe de efecto: portando a Akane, ha saltado con la media luna de plata en la otra mano hacia la cabeza del dragón. "¿Cuándo ha podido?", se sorprende Kima, mientras el viejo también queda estupefacto. "Si consigo colocar la media luna de plata en la cabeza del dragón podré hacer que vuelva a salir el agua.", es el único pensamiento de Ranma-h. "¡No tan deprisa!", ruge Saffron lanzando una nueva lengua de fuego que impacta sobre Ranma-h y lo estampa contra la pared rocosa, lanzándolo al exterior de la cueva. "¡Le ha lanzado lejos junto a la media luna de plata!", exclama el guía; "¡Sólo podemos destruir la tubería de la base!", gritan Mousse y Ryôga saliendo a la carrera; "¡Ni hablar! ¡A la carga, soldados!", exclama Kima lanzándose hacia ellos. Pero Shampoo la sorprende con su ataque; "¡Kima! ¡Yo te matar!", le dice Shampoo furiosa; "Suerte" le desea el panda en un cartel; "¡Shampoo! ¿Ya no eres mi esclava?", se sorprende Kima; "Por haber esclavizado a una Nujiezu, ¡vas a pagar con la muerte!", amenaza la amazona.
Saffron mientras sale volando al exterior, con un obsesivo objetivo: "¡No escaparás, Ranma!". Desciende un poco en el vuelo; "¿Habrá caído?", se pregunta el príncipe. Pero Ranma-h sorprende desde arriba: "¡Ahora verás!", grita segando una punta rocosa con la media luna de plata; el peñasco cae hacia Saffron; "¡No te servirá de nada!", grita el hombre pájaro lanzando una nueva llamarada hacia su enemigo. Ranma-h aprovecha la roca lanzada como escudo; "Eso es, me protejo de sus llamas... ¡y le corto las alas!", exclama apartándose y haciendo un rápido movimiento con la media luna de plata que siega las alas de Saffron. El príncipe empieza a caer al vacío; "¡Lo conseguí!", proclama Ranma-h, y se lanza ladera abajo siguiendo la caída de su enemigo. "¡Lo siento! ¡No me quedaba alternativa!", trata de justificarse Ranma-h; "¡Ahora te daré el golpe de gracia!".
Pero Saffron no está acabado; dirige un nuevo llamarazo hacia el suelo y con su impulso se vuelve cabeza arriba y se eleva hasta Ranma-h, momento en el que vuelve a atacarle con otra llamarada que Ranma-h esquiva por poco. "Eres un iluso. El fénix es un pájaro inmortal que fenece y renace de entre las llamas... ¡es imposible herirme o dañarme!", grita Saffron haciendo emerger unas nuevas alas. "¡Le han vuelto a salir las alas!", piensa Ranma-h al borde de la desesperación.
"¡Akane!", grita Ranma-h tratando de alcanzar a la muñeca que cae al vacío; Saffron aprovecha la debilidad de Ranma-h para ponerse bajo él y volver a lanzar un terrible ataque. Ranma-h ve con horror como la bola de fuego impacta sobre su diminuta prometida, pareciendo que vaya a pulverizarla; "¡Akane!", piensa con desesperación. Y cae impactando brutalmente contra el suelo junto con la media luna de plata.
Saffron aterriza para ver en qué estado ha quedado; "Ha ardido hasta los huesos.", murmura jocoso, pero su mirada se nubla de estupefacción cuando ve a Ranma-h aún vivo sobre el duro suelo. Ranma-h abre los ojos a duras penas, y poco puede hacer para moverse, pero Saffron está alucinando: "¿Cómo? ¿Sigue vivo a pesar de haber encajado mi bola de fuego?". Ranma-h reacciona como movido por un resorte: "¡Akane!", grita incorporándose... y nota caer a su prometida junto a él; la coge entre sus manos; "¡Akane!", vuelve a llamarla; Akane ha cerrado aún más los ojos; "¡Está caliente!", se da cuenta Ranma-h. La respuesta se la da Saffron; "Vaya, esa es la chica que quedó deshidratada al tocar el círculo de oro. Nunca habría imaginado que fuera capaz de absorber el calor para protegerte.", le dice el príncipe. "¿Para protegerme?", se pregunta sorprendido Ranma-h, y vuelve a mirar a su prometida; "¡Está a punto de cerrar los ojos!", piensa alarmado.
Saffron sigue a la suya; "Me da lástima la chica, pero no tengo tiempo.", le dice a Ranma-h; "¿Tiempo...?", pregunta Ranma-h, mientras por el rabillo del ojo observa la media luna de plata, hincada en el suelo, tras él. "Para obtener la facultad de controlar mi poder debo volver a bañarme en el agua caliente de la fuente encantada y completar mi metamorfosis; es decir, ¡no pienso dejarte usar el agua fría!", grita Saffron lanzando un nuevo ataque. Ranma-h se lanza hacia la media luna de plata con un solo pensamiento: "¡Tengo que abrir el grifo del dragón!"; pero la mala suerte se ceba en él y el mango de la media luna de plata se quiebra al cogerlo, quedando perpendicular a la figura de media luna; "¡Se ha roto!", se desespera Ranma-h.
Mientras, dentro de la cueva maldita, Mousse y Ryôga ya han dado buena cuenta de los guerreros del monte Fénix; "¡Pandilla de inútiles!", se jacta Ryôga; "¡A destrozar el conducto de agua!", grita Mousse. Mientras, el viejo está pidiendo un favor a Corma y Masala; "Mirad, debéis llevarle el círculo de oro a su majestad Saffron.", les propone; los jóvenes alados ven truco; "Pero... cualquiera que toque el círculo ajeno a la familia real quedará deshidratado, ¿no?"; "Sí; la única solución es... ¡piedra, papel o...!", dice el viejo proponiéndoles el juego, y Corma y Masala lanzan al viejo; "¡Ve tú!", grita Masala; "¡Si te secas un poco más no se nota!", le dice Corma. Pero antes de que el viejo llegue, la pelea entre Shampoo y Kima hace que la mujer pájaro utilice su mejor ataque: "¡Alas de mil filos!", grita Kima. Una de las afiladas corrientes corta el palo que sostiene al círculo de oro, salvando al viejo por los pelos; "¡Lo ha conseguido! ¡Caray con el viejo y la arrugada!", comentan Corma y Masala; "¡Qué arrugada!", les grita Kima dándoles un par de collejas.
En el exterior, Saffron lanza por enésima vez su ataque definitivo: "¡Se acabó! ¡Muere Ranma!", grita arrojando otra llama gigante. Ranma-h suelta la media luna de plata y se pone a cubierto junto con Akane, evitando por poco el impacto. Pero entonces observa algo sorprendente; de la media luna de plata, tras el impacto, empieza a salir un humillo. "¡Eso es vapor! Que yo sepa, no había ahí ni agua ni humedad.", y se le ocurre algo: "¡Puede ser que...! ¡Si la media luna de plata no está realmente rota...!", piensa corriendo hacia el arma. Saffron le grita desde arriba: "¡Idiota! ¿Cómo te atreves a venir hacia mí?". "¡Chúpate esta!", grita Ranma-h lanzándole a Akane; Saffron está sorprendido y molesto; "¿Tanto miedo tienes para lanzarme a la chica para protegerte? ¡Eres patético!", le recrimina... hasta que se da cuenta de que es una ramita con las ropas de Akane; "¡Me has mandado un pelele!", se indigna el príncipe lanzando un nuevo ataque.
"¿Y qué creías?", piensa Ranma-h, con Akane dentro de su camisa y la media luna de plata en una mano, que observa el ataque de su enemigo. Ranma-h lanza la media luna contra el suelo y arranca del mismo un pedazo de roca que hace servir como escudo, enganchado a la propia media luna. El impacto de la llama sobre la roca no tiene efecto; "¡Tal como pensaba! ¡La media luna de plata puede congelar hasta las piedras! ¡Por eso salía vapor de donde no había agua!", piensa satisfecho Ranma-h, y acto seguido despedaza la roca en pequeños fragmentos. "¡Imbécil! ¿Quién se pone a labrar en un momento así?", vuelve a decirle Saffron lanzando un nuevo ataque... ignorando que Ranma-h ha hecho una espiral con la roca helada en el suelo; "Ahora verás lo que es bueno. Al lanzar una bola de fuego sobre la roca helada surge una gran cantidad de vapor y se origina una corriente por la diferencia de temperatura. Con esto acabaré contigo de una vez. ¡Chúpate mi ataque del dragón ascendente!", grita alzando el puño desde el centro de la espiral.
El torbellino de fuego y vapor se eleva en el aire sorprendiendo a Saffron. Dentro de la cueva, el grupo observa sus infructuosos intentos por romper la tubería hasta que algo les llama la atención del exterior: "¿Un tornado?"; la misma sorpresa que se llevan Corma y Masala que llevan el círculo de oro a Saffron.
Y dentro del remolino, Saffron no deja de jactarse: "¡Mentecato! Pensaba que sería algo más espectacular. ¡Un tornado no me afecta, tengo alas!". Pero el ataque de Ranma-h es por sorpresa y por la espalda: "¡Me lo imaginaba!", grita blandiendo la media luna de plata, que clava sin piedad sobre el príncipe. El poder de la media luna inmoviliza uno de los costados de Saffron, congelándolo; "Es obvio que no podía vencerte con un simple tornado. ¡Sólo quería llegar hasta tu posición!", le confiesa Ranma-h. "¡Desgraciado!", grita furioso Saffron. "¡No cierres los ojos, Akane!", pide Ranma-h con el pensamiento.
Pero un objeto familiar se acerca a ellos a toda velocidad; el círculo de oro corta una ala helada de Saffron; "¡Oh, no!", se lamenta Ranma-h; los inconscientes Corma y Masala flotan en el tornado cerca de Saffron, sosteniendo la vara del círculo de oro. Saffron la coge y el círculo regresa a su posición. "¡Se te acabó la suerte! ¡Qué lástima, un golpe más y habrías acabado conmigo!", grita Saffron atacando de nuevo a Ranma-h; "¡Si eso es lo que quieres, allá va!", replica Ranma-h. Y ambos contendientes entrechocan sus respectivas armas, provocando una reacción inesperada...
La luz procede del brutal choque entre la media luna de plata y el círculo de oro, que están reflejando su propia energía hacia su portador. "El frío de la media luna de plata ha rebotado...", dice sorprendido Ranma-h; Saffron sonríe malvadamente; "El círculo de oro y la media luna de plata pueden contrarrestarse mutuamente. ¡Pero a mí el calor del círculo de oro no me hace ni cosquillas! ¡Se te acabaron las opciones!", grita el príncipe girando la vara del círculo e impulsando a Ranma-h hacia fuera. "¡Ahora que estás helado igual te apetece un poco de calor intenso!", grita Saffron lanzando una nueva llamarada sobre Ranma-h que le alcanza de lleno.
Shampoo y Kima se han añadido al grupo observador; "¡Ser tornado de fuego!", grita Shampoo; "¡Huye Ranma!", grita Ryôga. Pero Ranma-h ve que se acerca a la ladera y piensa su reacción; "Me apoyaré ahí...", piensa; "¡Y escaparé!", grita clavando la media luna sobre la roca; "¡Lo consiguió!", se sorprenden Mousse y Ryôga... pero el peñasco se desprende. "¡Idiota! ¿En serio pretendías escapar a mis lla...?", dice Saffron... que no logra acabar la frase porque el pedazo de roca que arrastra a Ranma-h le da en todos los morros. Sorprendentemente, el príncipe empieza a caer y Ranma-h nota algo; "¡La intensidad del fuego ha disminuído!". Y Mousse elabora una teoría: "¿Será que Saffron es un blandengue y no soporta los golpes?"; y Ryôga le da la razón: "¡Claro, lo han criado entre algodones!"; la cara del viejo es muy reveladora del descubrimiento, y Ryôga lanza su taladro destructor y arroja varios pedruscos al remolino: "¡Ahí van refuerzos, Ranma!".
Los pedruscos alcanzan por igual a Ranma-h y Saffron, pero el príncipe parece más asustado y reacciona imprevisiblemente; "¡Malditos entrometidos!", se queja lanzando más llamaradas. "Está muy alterado...", piensa Ranma-h protegido por una roca enganchada a la media luna de plata; "¡No hay duda, su punto débil son los golpes simples y directos, patadas y puñetazos!", concluye. Y así lanza su ataque más simple: "¡Encaja mi patada de la estrella fugaz!", grita balanceándose en la vara de la media luna y golpeando a Saffron en la cara. El príncipe parece desfallecer y caer hacia el ojo del remolino; "Te está bien emple...", le dice Ranma-h... pero antes de que acabe, una luz inmensa sale del centro del tornado y comienza un rápido ascenso; Ranma-h siente la inundación del calor y ve las rocas fundidas ascender hacia él. "¡Las rocas se han convertido en lava!", señala Mousse; "¡Este calor no es comparable con el de antes!", grita Ryôga.
Saffron asciende de nuevo en el tornado con el círculo de oro. "Te veo muy optimista, chaval, demasiado. ¡Tu fin está cerca!", proclama Saffron; "¡Maldita sea! Si esto se alarga mucho, Akane y yo...", piensa Ranma-h. Y Saffron lanza su ataque final: "¡Técnica definitiva de la familia real del monte Fénix! ¡Bola imperial de destrucción absoluta!", grita lanzando una gigantesca bola de fuego que deja atónitos a todos los espectadores. La energética bola llega hasta a segar la punta de la montaña; "¡La montaña ha desaparecido!, dice Mousse; "¡Y Ranma...!", exclama Ryôga...
Pero el pertinaz chico sigue vivo dentro de la enorme bola de fuego; "¡Seguir vivo!", exclama con sorpresa Shampoo; "¡Está congelado!", observa Ryôga al ver que Ranma-h se ha clavado la media luna de plata para aguantar el calor del ataque. "¡No escaparás!", insiste Saffron lanzando el círculo de oro, que alcanza a Ranma-h y vuelve a su origen; "Muy emotivo. Te has congelado a ti mismo con la media luna de plata...", observa Saffron; "Eso sólo te ha servido para escapar momentáneamente. Mi próximo ataque irá directo a tu cuerpo helado.", amenaza el príncipe. Y a Ranma-h se le ocurre que tiene su oportunidad; "Sólo hay un modo de derrotarle. ¡Debo asestarle un ataque del dragón ascendente con mi puño helado! ¡Debo procurar un torbellino lo más delgado posible!", piensa visualizando cómo lanzarlo entre las bolas de fuego de Saffron; "¡Si consigo darle ese único golpe, será el fin!", piensa definitivamente.
"¡Bola imperial de destrucción absoluta!", grita Saffron lanzando de nuevo su brutal ataque. Ranma-h se desespera al darse cuenta de algo: "¡He perdido de vista a Saffron!". Pero en su pecho nota algo: "¿Akane está caliente...?". E inesperadamente Akane sale disparada de su camisa en dirección a la bola de fuego; "¡Akane!", grita desesperado Ranma-h dándose cuenta de que Akane ha generado su propio calor para derretir el hielo. Pero Akane sigue inexorable hacia el centro de la bola de fuego, momento en el que Ranma-h se da cuenta: "Akane me está abriendo un paso con su cuerpo helado."; y finalmente ve al fondo la figura de su objetivo: "¡Ahí está!", piensa al ver a Saffron. "¡Estúpida chiquilla! ¡Vas a morir abrasada!", grita el príncipe al ver a Akane llegar hasta él.
Pero Ranma-h no está dispuesto: "¡Ni hablar del peluquín! ¡Variación del ataque del dragón ascendente!", grita, y lanza su puño helado al hueco que ha abierto Akane: "¡Allá va mi tornado de hielo! ¡Dragón de hielo!". El torbellino sale veloz del puño de Ranma-h... y alcanza fuertemente el cuerpo de Saffron. El príncipe cae desmayado por el dolor; "Yo soy... inmortal...", es lo último que piensa antes de dejarse caer inerte. "¡Alteza Saffron!", grita Kima; "¡Lo consiguió!", proclama Ryôga jubiloso.
"He vencido.", piensa Ranma-h aún flotando en el tornado y con la media luna de plata; "¡Akane!", llama lanzándose hacia abajo, hacia el diminuto cuerpo de su prometida; "¡Abre los ojos, te lo ruego!", pide en su pensamiento mientras trata de alcanzarla; y algo en el rostro de Akane le sorprende: "¡Está sonriendo! ¡Está bien! ¡Akane!", piensa alcanzándola y tomándola en sus manos. "¡Akane, espera un poco! Voy a bañarte en el agua de la fuente encantada para salvarte.", le dice sonriendo a su prometida... pero algo le deja turbado; Akane está a punto de cerrar completamente los ojos; "¡Si cierra los ojos será el fin! ¡Akane!", le grita Ranma-h alarmado.
Desde abajo, Ryôga ve caer la segadora estrella de aire que ha generado Ranma-h; "¿Ataque del dragón majestuoso?", se pregunta anonadado; "¿Qué pretendes hacer, Ranma?", se pregunta Mousse; y el tornado impacta sobre el dragón partiéndolo, ante la mirada atónita del grupo; "¡Ha destrozado el grifo del dragón!", grita el guía; "¡Se ha vuelto loco!", proclama Mousse.
Pero la jugada ha salido redonda; la cabeza del dragón cae sobre el resto de la tubería, dirigiendo el chorro de agua hacia el cielo. "¡Lo conseguí!", grita Ranma-h al ver subir hacia ellos el chorro de agua; "¡El dragón está mirando hacia el cielo!", piensan sus amigos al ver con sorpresa que el plan de Ranma-h ha funcionado.
"¡Aquí tienes tu agua, Akane!", dice Ranma-m sosteniendo a la pequeña Akane entre sus manos; "¡Vuelve por favor!", le grita en su pensamiento. Akane sigue inerte, con los ojos cerrados... y de repente crece volviendo a su tamaño normal; "¡Akane!", sonríe Ranma-m... pero Akane permanece con los ojos cerrados y la decepción y tristeza se apodera del rostro de Ranma-m al notar algo mucho más grave: "¡No... no respira!".
El grupo permanece alejado del borde de la bañera, donde Ranma-h sostiene a la inerte Akane entre sus brazos. "No ha llegado a tiempo...", murmura Mousse con gesto triste; Shampoo también parece afectada; Ryôga está aguantando su llanto como puede; el guía y Plum se secan sus lágrimas; "Cuando por fin consigue que salga el agua de la fuente encantada...", murmura la niña.
Ranma-h sostiene a Akane, cubierta sólo con la camisa de Ranma-h. Habla con ella con voz queda; "Has intentado salvarme, y mira cómo has acabado. Akane, eres idiota."; Ranma-h para, y se da un puñetazo; su rostro refleja una tristeza inmensa. "No... perdona, lo siento... te lo agradezco mucho.", se corrige; "Lo siento, Akane. Soy tan... torpe... tan estúpido... Nunca he conseguido ser sincero... decirte lo que siento...", prosigue mirando el rostro de su amada. "Siempre te hacía enfadar... y te metía en problemas...". Ranma-h sacude un poco a Akane; "Despierta, Akane... quiero decirte algo... Akane, me oyes, ¿verdad?", insiste Ranma-h sin poder asumir su pérdida. Se queda en silencio, y sus lágrimas comienzan a caer sobre el rostro de Akane; "¡Déjame decirte que te quiero! ¡¡Akane!!", llama abrazándola... y una mano se alza hacia su rostro, y el cuerpo de Akane se mueve ligeramente hacia el suyo; "¿Akane...?", murmura Ranma-h; "Ran...ma...", consigue susurrar Akane; "¡Akane!", vuelve a llamar Ranma-h incrédulo al ver de nuevo a su amor con los ojos abiertos y sonriéndole; "Ranma...", vuelve a llamarle ella; "¡Está viva, y me sonríe!", piensa Ranma-h llorando de felicidad. "Lo siento... lo he oído todo... pero no puedo moverme.", se disculpa Akane. Y entonces Ranma-h se queda lívido: "¿Todo?", inquiere atónito; "Sí.", responde sonriente Akane, que ya ha conseguido incorporarse; y Ranma-h empieza a hacerse cruces: "¿Y qué es lo que dicho?", empieza a preguntarse sin recordar qué estaba diciendo y qué estaba pensando mientras hablaba con la supuestamente fallecida Akane.
Pero Ryôga se sube sobre Ranma-h y empieza a llorar de alegría: "¡Cuánto me alegro, Akane!", grita entusiasmado; "Siento haberos hecho sufrir.", sonríe Akane; "Qué dura ser.", comenta Shampoo mirando a su rival. Y los habitantes del monte Fénix están por otro lado; "Qué pena...", murmura el viejo; "Alteza...", dice Kima cogiendo un huevo; "¿Saffron?", pregunta Mousse; "¿Está en ese huevo?", se intriga Ryôga. Y el huevo eclosiona y un bebé con la cara de borde de Saffron aparece gimoteando; Kima le pone un chupete; "¿Y este renacuajo tan desagradable?", pregunta Ranma-h; "Su majestad Saffron ha usado toda su energía calórica en vuestra batalla. No merece la pena luchar. Nos volvemos al monte Fénix.", le informa Kima.
Mientras se alejan volando, Ryôga hace una recomendación: "¡La próxima vez procurad enseñarle modales, a ver si sale más educado!". Pero Ranma-h encuentra un nuevo punto negro: "Esto significa que cuando Saffron vuelva a tener que metamorfosearse..."; y Mousse culmina su frase: "...volverán a invadir la cueva maldita.". Pero una sorpresa aguarda a los hombres alados cuando llegan a la cima del monte Fénix y ven que el manantial ha vuelto a brotar con intensa fuerza; "¡Pero si estaba seco!", exclama la sorprendida Kima; "Puede que como resultado de la lucha entre su alteza y Ranma se haya cambiado el curso de alguna corriente subterránea.", opina el viejo. "El monte Fénix está a salvo.", se emociona el viejo; "La batalla no ha sido en vano.", murmura Kima sosteniendo al pequeño Saffron; "¡Y las víctimas qué!", se quejan los magullados Corma y Masala.
Mientras, en el Zhou Quan Xiang está cayendo la lluvia. Ranma-m se alza ante el campo de entrenamiento; "Vaya, me había olvidado de la posibilidad de volver a ser un hombre completo.", sonríe la chica; "Ha habido un momento en que me importaba un comino...", dice mirando al cielo; "Ranma...", llama Akane tras él; "Yo quería el agua del Zhou Quan Xiang sólo para ti, Akane...", insiste Ranma-m; "Ranma... ¿te estás aguantando?", pregunta Akane; y Ranma-m mira desolada cómo se han desbordado todos los manantiales. "Se han desbordado todos. Es muy peligroso bañarse.", informa el guía a Ryôga, protegido por su paraguas; "¡A mí me lo vas a decir!", se queja el chico, mientras Plum acaricia a Mousse-pato y Shampoo-gato y el panda sostiene un cartel de "Vaya peligro".
Antes de volver a Japón, el panda fue liberado de su esclavitud por Shampoo. Y ya en el dojo Tendô...
Ranma-h cae inconsciente al suelo por los golpes de Genma y Sôun; "¡Aprovechemos que está inconsciente! ¡Por aquí, por allá!", exclaman ambos progenitores. Y al despertar, Ranma-h se ve embutido en un esmoquin blanco; "¡¿Pero esto qué es?!", protesta. "Hemos pensado que ya es hora de que te cases con Akane.", le dice Sôun; "Y no es broma.", asevera Genma; "¡Qué masculino!", llora Nodoka emocionada.
"¡Akane!", grita Ranma-h irrumpiendo en el cuarto de su novia... y se queda paralizado al ver a Akane, preciosa, volviéndose hacia él en su vestido blanco de novia; "Ranma...", le llama ligeramente ruborizada. Ranma-h empieza a notar su corazón acelerado; "Este...", murmura perdiendo todo su aplomo y sintiéndose cada vez más acalorado. "¿Habrías preferido un kimono?", pregunta Akane mirándose el vestido; "N... no, eso me da igual... Estás muy guapa.", consigue decir Ranma-h bajando la mirada y notando el corazón a punto de salírsele del pecho; "¿En serio...?", sonríe Akane; "Me alegro.", acaba de murmurar, y ambos se quedan frente a frente mirando al suelo.
Ryôga camina por las calles de Nerima mirando un sobre; "Una invitación a la boda... Akane, yo parto de viaje. Sé feliz, por favor.", y entonces piensa en su novia oficial; "Akari, perdóname. Los pasteles que te traje de regalo estaban caducados.". En "Utchan's", con un cartel de "Hoy cerramos" en su puerta, otra de las implicadas cocina sus okonomiyakis con cara melancólica; "Ukyô...", llama Konatsu; "Estoy haciendo okonomiyakis especiales para la boda.", responde Ukyô; "¿Estás bien?", se interesa Konatsu; "Sabía que tarde o temprano iba a ocurrir. Sólo puedo prepararles los mejores okonomiyakis.", responde Ukyô forzándose a sonreír; "¡Qué triste!", solloza Konatsu. Y en el "Cat Café", también cerrado hoy, Mousse habla a Shampoo mientras ella limpia unas mesas; "Shampoo, supongo que no podrás dejar de pensar en Ranma durante un tiempo... pero yo sólo tengo ojos para ti. Tenlo por seguro...", asevera Mousse; "Eso ya saberlo.", responde la chica, y se gira sonriendo: "Ayúdame Mousse, hacer unas empanadillas para la boda."; pero Mousse está ya agarrado a la bisabuela: "¿Me comprendes, Shampoo?"; "¡Que no soy ella!", protesta la vieja.
En la habitación de Akane, los novios siguen arrodillados y mirando al suelo. "Oye...", pregunta Ranma-h; "¿Sí?", responde Akane; "¿Cómo es que has aceptado casarte conmigo, sin poner ningún reparo?", pregunta curioso Ranma-h. Akane se ruboriza y el corazón le late fuerte; "Es que... ¡Ranma, tú me quieres! ¿Verdad?", le sonríe Akane. Ranma-h se queda atónito; "¿De qué hablas?", pregunta comenzando a labrar su camino hacia el desastre; "Bueno, en la cueva maldita lloraste y...", responde Akane sorprendida; Ranma-h se gira, cavila un momento, y se encara a su novia: "¡Yo no dije eso!"; "¡Es como si lo hubieras dicho!", replica Akane. "¡¿Quieres pelea?!", se pone en guardia Ranma-h; "Da igual... no hace falta que te cases por obligación...", se aparta Akane; "Aunque igual te arrepientes.", le dice severamente; y Ranma-h la mira intrigado.
"Oye papá, no deberías esconderle eso a Ranma, ¿no crees?", le dice Nabiki, vestida en kimono como Kasumi, a su padre. Sôun oculta algo que el guía les envió unos días atrás tras informarles con una llamada: "El nivel de los manantiales ha vuelto a la normalidad. Les envío un regalo de agradecimiento: agua para uno del manantial del hombre ahogado."; y eso oculta Sôun, un barril de agua del Nan Niaoquan con su etiqueta puesta. "¡No pienso dárselo a Ranma hasta que acabe la boda y parta la tapa como señal de juramento!", ríe Sôun; "Así has convencido a Akane, ¿no?", inquiere Nabiki.
Y entonces aparece Genma: "¿Cómo te has atrevido a esconderme esto? ¿Pensabas que me la iba apropiar?"; y le arrebata el barril a Sôun: "¡Ya es mía!". Genma sale a la carrera... pero Ryôga penetra a través de la pared y lo tumba; "¿Dónde estoy?", pregunta; y Mousse llega ya con su traje de etiqueta: "¡Ranma, Akane! ¡Casaos antes de cambiar de opinión!", va pidiendo... y el trío se queda de piedra al ver el barril por el aire y leer la etiqueta: "Nan Niaoquan".
Y Ranma-h, que se acaba de enterar por Akane, sale a la carrera dejándola vilmente abandonada: "¡¿Que hay agua del Nan Niaoquan?! ¡Idiotas! ¡¿Por qué no me lo habéis dicho antes?!", grita. Pero en el pasillo, un okonomiyaki llega volando y le estalla en las narices. "¡Oye, que tú haber elegido a Akane!", le recrimina Shampoo; "Tenemos un montón de munición. ¡Okonomiyakis de boda a tutiplen!", proclama Ukyô sosteniendo una pila de sus okonomiyakis, mientras Konatsu la llama colgada desde el techo. Y, lo que faltaba para el duro, Kodachi aparece con traje de novia negro y achucha al magullado Ranma-h: "Cariño, levántate..."; "¡Ser Kodachi!", se sorprende Shampoo; "¡Vaya jeta!", exclama Ukyô.
Pero la fiesta no acaba. Ranma-h despierta a tiempo de esquivar un mandoble realizado por Kunô, que muestra en un abanico su condición de rechazado; "¿Cómo te atreves a celebrar una boda sin mi permiso? ¡Imperdonable!", grita atacando; "¡Imbécil! ¡Que no estoy para...!", exclama Ranma-h, que tropieza con un cubo de agua fría y se transforma. "¡Chica de la trenza! ¡Cásate conmigo, hagamos una boda doble!", se arrastra Kunô mientras Ranma-m le golpea.
Mientras, Akane abronca a su hermana: "¿Fuiste tú la que enviaste todas las invitaciones, Nabiki?"; "Sí, fíjate.", muestra Nabiki; "Hay mucho dinero en regalos.", le indica Kasumi. Y Genma, Mousse y Ryôga no paran de tratar de alcanzar el barril de agua... cuya tapa se parte de repente; "¡El agua del Nan Niaoquan!", grita Ranma-m llegando a la carrera al ver que el agua está a punto de verterse... pero Happôsai llega y comienza a bebérsela: "¡Sake a tutiplen!". Y el cuarteto mira con horror al viejo tragarse el agua. Happôsai rompe el barril después de beberse el contenido: "¡Ridículo, pero si es agua corriente!", grita furioso.
Genma, Ranma-m, Ryôga y Mousse no dan crédito; "Se la ha bebido...", murmuran... y entre los cuatro agarran al viejo y le intentan hacer vomitar: "¡Escupe! ¡Echa esa agua!". Y Happôsai contraataca: "¡Happôcírculo vicioso!", grita lanzando su explosiva bomba.
Los compañeros de clase de Akane y Ranma-h se acercan al dojo; "¡Bien, me pondré las botas con el banquete!", grita entusiasmada la profesora Hinako; "Ranma y Akane se casan, madre mía...", van murmurando; "¿Dónde es? Diría que aquí, pero...", murmuran al ir entrando al destrozado dojo...
Nabiki está en la entrada pidiendo el dinero; Hinako se abalanza sobre la destrozada tarta de boda. Kodachi llama a Ranma-h: "¿Dónde estás, Ranma?"; Kunô acosa a Akane: "¡Akane Tendô, cásate conmigo!"; Akane le da una patada; Happôsai está subido a los faldones de Akane: "¡Qué preciosa novia!". Mousse ha vuelto a confundir a la bisabuela: "¡Shampoo!", la llama. "¡Ranma!", llama Shampoo a la inconsciente Ranma-m; "¡Ran-chan!", insiste Ukyô tambié junto a ella. "¡Ukyô!", llama Konatsu. Ryôga permanece en silencio de espaldas al barullo. El panda juega con un pececito. Nodoka mira todo con sorpresa. Kasumi sonríe: "¡Qué animado!". Y el pobre Sôun está al borde del llanto al ver su mala suerte...
"Bueno, pues queda decidido...", comenta Sôun fumando un cigarrillo en la mesa, frente a Akane y Ranma-h; el panda juega con una pelota y Kasumi tiende la colada; "Celebraremos la boda cuando os sintáis más preparados.", concluye Sôun. "Eres de lo que no hay.", acusa Akane a su novio; "La culpa es tuya.", le replica Ranma-h. Así pues, de ahora en adelante, todo quedaba prorrogado... Akane sonríe a Ranma-h mientras el chico la mira con ligera sorpresa.
"¡¡Hasta luego!!", se despiden Ranma-h y Akane corriendo con sus carteras, camino de clase, por las calles de su barrio...
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