Ranma 1/2. Tomo 37

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Parte 1. La enviada del Zhou Quan Xiang.


En el Zhou Quan Xiang, Qinghai, China, sopla un fuerte viento. El guía, en su casa, escucha golpes en la puerta. "¿Quién será a estas horas? ¿Un cliente impaciente?", se pregunta abandonando su cena y abriendo la puerta... que deja al descubierto dos amenazadoras y aladas sombras. El guía cierra la puerta rápido y empieza a sudar; "¡No cierres!", gritan los intrusos echando abajo la puerta, y dando así pie a la mayor crisis del Zhou Quan Xiang...

Japón, casa de los Tendô, un par de semanas después. "¡Akane!", llama sonriente Sôun acompañado por Genma y Nodoka. "¿Sí? ¿Qué qu...?", pregunta Akane entrando... y Sôun y Genma se abalanzan sobre ella con una tela; "¿Que demo..?", protesta Akane; "¡Quietecita!", grita su padre.

Kasumi guía a Ranma-h; "¿Que me llama el señor Tendô?", pregunta curioso Ranma-h; "Quiere enseñarte algo.", le responde Kasumi. Kasumi pide permiso para entrar al emocionado Sôun... y Ranma-h se encuentra a Akane, preciosa, vestida en un kimono de boda, con la mirada baja. "¿Qué te parece, Ranma?", pregunta llorando Sôun; "¡Akane es una novia preciosa!", afirma Nodoka, mientras Akane no dice ni pío. Ranma-h está ruborizado, viendo a su novia más linda que nunca; "Ya te has reencontrado con tu madre. Ya sólo te falta casarte.", le dicen Sôun y Genma; "Pe... pero así... tan de repente...", protesta como puede Ranma-h; "¿Es que no quieres?", pregunta Nodoka, y Ranma-h, mirando a la bella Akane, murmura: "No, no es eso...".

Y Akane despierta de su inconsciencia y pega un berrido a su padre y novio: "¡¿Qué narices estáis haciendo?!"; "¡Ha recobrado la conciencia!", se sorprende Genma; "Con lo que me había costado dejarla inconsciente...", se queja Sôun. "¿Y este kimono?", inquiere Akane mirando su atuendo de boda; "Te queda bien.", le dice Ranma-h, provocando su sorpresa, pero como siempre lo acaba de arreglar: "¡Los kimonos japoneses son ideales para las mujeres de pecho plano!". "¡Imaginaba que dirías algo así, imbécil!", grita Akane lanzándolo a través del tejado.

Plantado de cabeza sobre una techumbre, Ranma-h recuerda el incidente; "Vaya susto me han dado... aunque estaba muy guapa.", piensa recordando el delicado rostro de la inconsciente Akane. De repente, algo llama su atención; una gigantesca nube de cuervos aparece en el cielo, y al fijarse mejor ve a una niña corriendo, acosada por las aves; "¡Estoy acabada!", grita la niña con gesto desesperado. "¡Cuidado!", grita Ranma-h saltando hacia ella; la coge en brazos y aprovecha la gravilla de una obra cercana para espantar a los pájaros.

Pero de repente de entre la nube negra aparece una figura de aspecto humano pero con alas y garras de pájaro. "¡Dame a esa chica!", grita lanzándose sobre Ranma-h; "¡¿Quién eres tú?!", inquiere Ranma-h interponiéndose para proteger a la niña. Pero nota algo por detrás y llega a tiempo de coger de nuevo a la chica y esquivar unas plumas de afiladas puntas que se clavan en el suelo. Al alzar la cabeza ve a otro sujeto alado, con alas rayadas. "¿Otro?", se sorprende Ranma-h.

Las nubes amenazan tormenta; Ryôga, paseando por las calles de Nerima, observa el oscuro cielo; "Parece que va a llover...", murmura sacando el paraguas. De repente aparece Ranma-h corriendo hacia él; "¡Ryôga! ¡Tuya!", grita lanzándole a la niña. Justo entonces el humanoide de alas negras agarra a Ranma-h del brazo, elevándolo por el aire; el de alas rayadas lanza un ataque que Ranma-h esquiva a duras penas y el captor de Ranma-h lo coge entonces del cuello y empieza a apretar. Rompe a llover y los dos monstruos parecen mirar contrariados mientras Ranma-h nota la presión sobre su cuello... hasta que la siente desaparecer y caen todos a tierra. Ranma-m tose y mira, sorprendiéndose al ver dos chicos normales con la vestimenta de los alados; "¡Desgraciado! ¡Si no llega a llover te habríamos aplastado!", le gritan; "¡Se han transformado en humanos con el agua fría!", piensa sorprendida Ranma-m; "¡Vamos a luchar, travestido!", gritan lanzándose al ataque... pero Ranma-m les da una buena somanta de palos. Y la niña aparece para rematarlos, sosteniendo a P-Chan en sus manitas. "Gracias por salvarme, señor cliente.", agradece la chica; "¿Señor cliente?", se sorprende Ranma-m.

En el "Cat Café", la reacción de Ryôga, Ranma-h, Shampoo y Mousse es de la misma sorpresa; "¿La hija del guía del Zhou Quan Xiang?"; "Me llamo Plum. He venido a darles una noticia muy importante.", les dice la niña mientras come su plato de sopa. Pero el cuarteto pasa de ella, haciendo cábalas sobre la posibilidad de que el guía estuviera casado y de que la niña sea su hija o un enemigo; "Qué tipos más desagradables.", murmura Plum. La bisabuela aparece para preguntar algo a Ranma-h; "Yerno, antes has dicho que sus perseguidores se transformaron en personas con el agua fría, ¿no?"; "¿Sabes algo?", pregunta Ranma-h; "Puede que se trate de los legendarios habitantes del monte Fénix...", murmura Colonia. "¿Del monte Fénix, esos tipos que parecen pájaros?", insiste Ranma-h.

Sobre la alta chimenea de unos baños, una esbelta figura femenina, con alas a sus espaldas, mira severamente a los dos muchachos perseguidores que se arrodillan ante ella. "Así que se os ha escapado la hija del guía...", repite con mirada severa la hermosa mujer. "Sí, señora Kima.", murmuran atemorizados los chicos; "Da igual, no es tan importante.", sonríe Kima; los muchachos parecen sorprendidos: "¿Nos perdona? ¡Qué generosa!". "Cierto, muy generosa. Pero supongo que le habréis arrebatado el secreto del Zhou Quan Xiang, ¿verdad?", les pregunta; "¡Por supuesto que no!", replican los chicos en un arrebato de sinceridad... y Kima los patea furiosa.

En el "Cat Café" Plum muestra un mapa a los presentes; "Este mapa es el importantísimo secreto del Zhou Quan Xiang. Si esos tipos se hicieran con él, todos los manantiales de la zona, incluídos el Nan Niaoquan y el Nu Niaoquan, el del hombre y el de la mujer ahogada, se secarían.", afirma Plum. "¡¿Qué?!", gritan todos al unísono.

Sobre la chimenea, los legendarios habitantes del monte Fénix son incapaces de descender. Kima y los dos muchachos esperan impacientes el amanecer. "Esto de no ver por las noches es una lata.", comenta uno de los chicos; "Silencio.", replica Kima.

Nuevos personajes: Plum, Corma, Masala y Kima.

Parte 2. Disputa alrededor del mapa del Zhou Quan Xiang.


"En la cordillera de Bayan Har, en Qinghai, al sur del monte Quanjing, en cuya falda se encuentra el Zhou Quan Xiang, se alza imponente el monte Fénix.", relata la bisabuela; "Dicen que en el monte Fénix existe otro Zhou Quan Xiang. Cuenta la leyenda que el manantial está en lo alto de un escarpado pico. Los únicos que acuden allí y se ahogan son los pájaros. Así pues, los habitantes del monte Fénix que durante generaciones utilizaron esa agua evolucionaron hasta convertirse en una raza de hombres alados.", termina de contar. "Así que ese era el auténtico aspecto de esos tipos.", concluye Ranma-h; "Plum, ¿por qué pretenden secar el Zhou Quan Xiang?", pregunta Ranma-h a la niña. "No tuve tiempo de preguntarlo.", reconoce Plum.

"No me importa que tengan alas o cuernos...", comenta Ryôga cogiendo su paraguas; "La cuestión es que si los aplastamos, salvaremos el Zhou Quan Xiang, ¿no? ¡Allí están!", grita lanzando el paraguas sobre un biombo; "¡¿Aquí?!", saltan Mousse y Ranma-h... pero tras el biombo no aparece nadie. "¡Es aquí, alelado!", gritan los muchachos desde la puerta; "Tan inútil para las direcciones como siempre.", murmura Shampoo mientras Ryôga se pone rojo de vergüenza.

Por la puerta aparece Kima con un muchacho a cada lado; "Soy Corma.", se presenta el de negro; "Yo soy Masala.", hace lo propio el de vestimenta rayada; "Soy Kima, del monte Fénix.", dice la mujer. El cuarteto rival mira fríamente a los recién llegados; Kima habla con una lechuza que está fuera: "Gracias por guiarnos. Puedes marcharte.". "Nos ahorráis el esfuerzo de buscaros.", murmura Ryôga; "Acabemos de una vez.", sonríe Ranma-h. "Veo que no tenéis intención de cedernos el mapa del Zhou Quan Xiang.", deduce Kima; "¡El único mapa que os daremos será el que os lleve al hospital!", proclama Ranma-h iniciando su ataque, secundado por Mousse y Ryôga.

De repente, Kima alza sus alas y las impulsa potentemente hacia adelante: "¡Alas de mil filos!", exclama. Unas ráfagas de aire afiladas como un cuchillo cortan todo a su paso; "¡Corrientes asesinas de aire!", grita Ryôga; una está a punto de alcanzar a Plum, que corre con el mapa; "¡Cuidado!", grita Ranma-h abalazándose sobre ella para protegerla. Y el mapa en su mano queda cortado en pedazos por la ráfaga de aire ante sus desesperadas miradas. "¡Corma, Masala!", ordena Kima, y ambos muchachos se lanzan con el mismo objetivo que Ryôga y Mousse, que recogen a toda prisa los pedazos de papel que forman el mapa; "¡Que no se hagan con el mapa, recoged los trozos!".

Kima vuelve a alzar sus alas, pero Ranma-h contraataca con una sartén y un colador: "¡Deja de dar la lata con esas alas!". Pero Kima lanza su ataque: "¡No te va a servir de nada!"; las afiladas ráfagas cortan la sartén y el colador en forma de media luna, y Ranma-h aprovecha para clavar con ambos objetos a Kima en la pared, inmovilizando sus alas. Corma y Masala se ven sorprendidos: "¡Kima la viejales está...!"; y Kima les sacude con ambos objetos, que ha arrancado con facilidad: "¡¿Cómo que viejales?!". Kima mira desafiante a Ranma-h; "Has dañado mis alas, y eso lo vas a pagar caro. ¡Vámonos!", ordena, y el trío sale por la puerta. "¡No tan deprisa!", grita Ranma-h saliendo con el resto tras ellos... pero Kima les pega un remojón y huye volando mientras Ranma-m corre acosada por Shampoo-gato y P-Chan y Mousse-pato miran impotentes junto a Colonia.

En ese momento, en el monte Fénix, en China, alguien protesta: "¡Viejo! ¿Aún no está preparado el baño?"; "Os ruego un poco de paciencia. Pronto volverá el grupo de Kima.", dice un abuelete alado al pie de una enorme bañera redonda. "¡Tardan mucho!", grita la misma voz lanzando un cubilete violentamente contra la bañera, agrietando su suelo. "Entiendo vuestro enfado, alteza Saffron.", dice el viejo inclinándose aún más; "Dejad que al menos vuestro fiel sirviente os consuele.", dice el hombre con un artefacto en su mano, que empieza a frotar para producir una humareda; "Imagine que es vapor del baño, bien calentito.", dice el viejo mientras la oculta figura de Saffron tose espasmódicamente.

Sobre la chimenea de los baños, Kima pregunta a sus subordinados; "Supongo que ya tendréis el mapa."; Corma y Masala se afanan en la reconstrucción y ofrecen ilusionados un papel a su jefa: "Hemos conseguido todos los trozos y los hemos pegado."; Kima lo coge y empieza a mirarlo... "Fideos especiales, 800 yenes; Arroz tres delicias, 650 yenes...". "No entiendo nada.", murmura Masala; "¿Qué será ese secreto?", pregunta Corma. Y Kima les vuelve a patear furiosa: "¡Esto es la carta del restaurante!".

En casa de los Tendô, Ranma-h hace su mochila mientras Shampoo le hace arrumacos. "¿Por qué haces las maletas?", pregunta Akane; "Ranma venir a vivir a Cat Café.", sonríe Shampoo; "Sólo hasta que se solucione el lío.", confirma Ranma-h. "¿Y qué lío tienes con Shampoo?", grita Akane sacudiéndole; "¡No es eso!", protesta Ranma-h; "Esos volverán a por el mapa, y no quiero meter a los Tendô en esto.", piensa Ranma-h. "Ser lío del Zhou Quan Xiang. No tener nada que ver contigo.", le explica Shampoo a Akane; "Bueno, pues ya lo sabes. Volveré en unos días.", se despide Ranma-h de la contrariada Akane. Y el panda también se despide: "Ve con cuidado", le pone en un cartel. "¡Esto a ti sí que te incumbe! ¡Haz las maletas!", protesta Ranma-h golpeando al oso; "¿Panda también venir a casa?", pregunta Shampoo.

Shampoo vuelve en bicicleta al "Cat Café"; "Pues nada. Volver a preparar comida.", va murmurando. De repente, nota algo tras de sí y salta a tiempo de evitar unas flechas. Pero Corma aparece de la nada, lanzándole unos huevos, que al romperse empiezan a formar una malla alrededor de la atemorizada Shampoo: "¡Oh no!", grita.

Un enorme huevo que guarda a Shampoo en su interior yace en la calle, junto a la bicicleta y ante la mirada maliciosa de Corma y Masala. Y sobre la chimenea de los baños, Kima habla con un pajarillo: "Ve al monte Fénix a comunicar que esta noche, el mapa será nuestro.".

Nuevos personajes: El viejo del monte Fénix.

Parte 3. El huevo de Shampoo.


En el "Cat Café", Colonia, Plum, Ranma-h, Mousse, Ryôga y el panda observan el mapa partido en cuatro pedazos. "No tengo ni idea de por qué los habitantes del monte Fénix quieren hacerse con este mapa para secar el Zhou Quan Xiang, pero es posible que el secreto del manantial encantado que indica este mapa sean sus mismas fuentes.", dice la vieja; "Gran respuesta.", confirma Plum; "Si se hacen con él, se acabó todo.", confirma Ranma-h, y hace una propuesta: "¿Por qué no nos repartimos un trozo cada uno? Ryôga, viejo, Mousse...", y de repente se dan cuenta: "¡¿Shampoo no está?!".

Sobre la chimenea de los baños, Kima yace recostada sobre el enorme huevo que alberga a Shampoo, dándole calor. El huevo comienza a quebrarse ante la mirada satisfecha de Kima; un brazo sale de una de las grietas y Shampoo eclosiona finalmente, con los ojos entrecerrados. Va abriéndolos poco a poco, y Kima la sujeta de la barbilla, haciendo que la mire; "Mírame.", ordena.

"¡Shampoo!", llama Ranma-h a la carrera por las calles de Nerima; "¡¿Dónde estás, Shampoo?!", llama Mousse buscando por su lado; "¡Shampoo!", llama el panda con un cartel. Mientras, Ryôga está fregando los platos junto a la bisabuela; "¿Y por qué tengo que quedarme?", se queja Ryôga; "Porque no nos interesa que te pierdas con el mapa en el bolsillo.", le replica Colonia. Y de repente Shampoo aterriza con su bicicleta sobre su cabeza: "¡Ya estar en casa!". La vieja le informa de la noticia; "¿Haber salido todos a buscarme?", se sorprende Shampoo; "Menos mal que estás bien. Toma tu parte.", le dice la bisabuela dándole un fragmento del mapa.

"¡Shampoo!", sigue llamando Mousse montado sobre su bicicleta. Y de repente aparece Shampoo saltando hacia él: "¡Mousse! ¡Sentir mucho haberte hecho preocuparte!", exclama abrazándose a él. A Mousse casi le da un pasmo; "¿Un sueño? Shampoo nunca haría...", y saca una maza: "¡Pégame con esto! Si me duele entonces no es un sueño.", le ordena. Y Shampoo no se corta en sacudirle bien fuerte y huir.

Shampoo le da un toquecito al panda que se vuelve sorprendido; "Haber traído pastelillos para disculpar.", ofrece Shampoo con una sonrisa. Y el glotón panda los devora para percatarse al instante de que tienen paralizante.

En el "Cat Café", Plum sale descansada del cuarto de baño; "¡Qué baño me he pegado!", exclama satisfecha... hasta que llega a la cocina y ve la terrible escena: P-Chan inconsciente y Colonia atada y aturdida; "¡¿Qué le ocurre?!", pregunta Plum alarmada. "Shampoo me ha quitado el mapa. Está hipnotizada, hay que avisar a todos.", le dice la vieja. Plum sale a la carrera por las oscuras calles.

Kima vuela sosteniendo a Corma y Masala, que portan farolillos para iluminarse en la noche. "¿Seguro que esa tal Shampoo robará el mapa por nosotros?", pregunta Masala; "Cuando un pollito sale del huevo, considera a su madre lo primero que ve.", explica Kima; "¡Shampoo se ha convertido en mi esclava!", proclama.

"¡Shampoo!", grita Ranma-h aún enfrascado en la búsqueda; "¡Ranma!", llama Shampoo corriendo hacia él; "¡Shampoo! ¿Dónde te habías metido?", pregunta Ranma-h cogiéndola; "Ranma, ¿estar preocupado por mí?", pregunta Shampoo con mirada ilusionada; "¡Claro! ¡No deberías esconderte en un mo...!", pero Shampoo se le abraza sin dejarle acabar: "¡Qué feliz ser!".

Justo entonces, por las cercanías del parque pasa Akane en bicicleta, de vuelta a casa; aún recuerda preocupada las palabras de Ranma-h: "¡No te acerques por nada al Cat Café!". "¿Qué estará ocurriendo?", se pregunta. Y a pocos metros, Shampoo acosa a Ranma-h; "No es eso... es que... yo sólo...", trata de zafarse Ranma-h; "¿Por qué ser tan vergonzoso?", pregunta Shampoo con sus continuas carantoñas; mientras, el trío del monte Fénix observa la escena desde unas farolas; "Tenemos que volver al Cat Café...", murmura Ranma-h cada vez más apurado; "Querer estar a solas un rato más.", responde Shampoo, y le acerca los morritos a Ranma-h. "Señora Kima, diría que Shampoo se ha olvidado de lo del mapa.", dice Masala.

Pero Akane llega justo a tiempo de romper la escenita: "¡¿Cómo te atreves a apartarme del medio para flirtear con otras?!", grita pegando un empujón con la bicicleta a los tortolitos. Shampoo sale por los aires y Ranma-h ve que de su vestido salen unos pedazos de papel, que consigue agarrar y reconocer al instante: "¡Son los trozos del mapa!"; Ranma-h se encara a la chica china: "¿Shampoo?"; a Shampoo parece haberle cambiado la cara; "¡Cuidado, Shampoo ha derrotado a los demás!", grita Plum saliendo de detrás de unos matorrales; "¿Estabas espiando?", pregunta Akane; "Lo he visto todo claramente.", replica Plum.

La mirada de Shampoo se ha tornado pérfida; "Haber estado a punto de olvidar las órdenes de la señora Kima...", dice la chica; "¡¿Señora Kima?!", se sorprende Ranma-h. Y Shampoo pega una voltereta en el aire cayendo a la fuente del parque; Ranma-h pega un grito de terror y sale en pavorosa carrera perseguido por Shampoo-gato, hasta que se estampa contra un árbol, dejando caer los fragmentos del mapa. Shampoo-gato coge con su boca los pedazos de papel y se lanza a los brazos de Kima, que sonríe satisfecha con Corma y Masala a sus espaldas.

Entonces llegan a la carrera Colonia, Mousse y Ryôga; "¡Kima!", llama Ryôga; "¡Shampoo! ¡Desgraciada! ¿Qué le has hecho?", pregunta Mousse. "Por fin he conseguido el mapa. No tiene más sentido permanecer aquí.", dice Kima ignorándole. "¡No huirás!", proclama Ranma-h lanzándose al ataque; "¡Devuélveme a Shampoo!", grita Mousse secundándole. Pero Corma y Masala vacían el contenido de un par de teteras sobre sí e inician el ataque con su cuerpo alado, derrotando sin contemplaciones a sus atacantes.

"¡Rumbo al monte Fénix!", proclama Kima alzando el vuelo con sus dos ayudantes; "¡Es el fin del Zhou Quan Xiang!", grita Plum desesperada; "¡Maldita sea!", exclama Ranma-h; "¡Shampoo!", llama Mousse con desesperación. Y Shampoo-gato sigue en el regazo de Kima, con carita de enfermiza satisfacción.

Parte 4. ¡Ranma se va a China!


Akane, despierta pero aún en su cama, recuerda la huída de Kima, Corma y Masala con Shampoo. "Ranma, ¿piensas irte a China?", piensa con mirada triste.

En el salón de los Tendô, Ranma-h organiza su mochila. "Akane, no pienso llevarte conmigo a un viaje tan peligroso. Así que tu foto como mínimo... me servirá como amuleto, cariño."; claro, eso lo dice Nabiki sosteniendo la foto de Akane; "Deja de narrar los acontecimientos a tu bola.", le dice Ranma-h; "Te la dejo baratita, como regalo de despedida.", le propone Nabiki; "No la quiero.", replica Ranma-h; pero Ryôga aparece de la nada: "¿Cuánto?". Y tras la adquisición la pone en una carterita junto a la foto de Akari; "Vaya jeta, la ha puesto al lado de la de su novia.", recrimina Nabiki; "No habérsela vendido.", le contesta Ranma-h.

En el puerto, Plum está sobre una barquichuela; "El viento sopla en la dirección correcta.", dice la niña, mientras Mousse y Ryôga saltan a la embarcación; "Pensaba que sería un viaje largo, pero esto...", murmura Mousse observando la barca; "Al menos está cubierta.", señala Ryôga; "En marcha...", dice Ranma-h acompañando al panda. "Id con cuidado.", pide Nodoka; "Traedme un poco de jabón adelgazante de regalo.", pide Nabiki; Sôun y Kasumi también están, pero Ranma-h echa en falta a alguien, y entonces se percatan los demás: "¿Y Akane?".

Akane está en la parte interior de la playa, con rostro enormemente preocupado; "Debería despedirme de ellos... pero... ¿por qué? ¿Por qué no quiero que se vayan?", se pregunta alarmada. Mientras, Sôun propone ir a buscarla, pero Ranma-h se hace el duro: "No me hace falta verla. Volveremos pronto."; "¡Vamos Ranma!", llama Mousse, y el chico entra en la barca. "¡Zarpamos!", exclaman, y Akane escucha el grito; "¡Ranma!", llama.

En la barca, ya en movimiento, Ranma-h mira con aire de enfado hacia el puerto; "¿De qué va Akane? Y pensar que me voy a un viaje tan peligroso... ¡al menos podría venir a desearme suerte! ¡Es menos femenina que...!", piensa dando un puñetazo al suelo.

Akane llega corriendo a la orilla y ya no ve la figura de la barquichuela. "Ranma... se ha marchado.", murmura; "Akane.", la llama su padre; "Me daba miedo despedirme; este viaje... ¡siento que no va a salir bien!", grita atemorizada. "Pues parece que acertaste.", dice Nabiki; "Aún están ahí.", señala Kasumi; y efectivamente, entre unos pedazos de madera nadan Plum, el panda, Ranma-m, Mousse-pato y P-Chan; "Señores clientes, vayan con cuidado. La barca es vieja y un solo golpe bastaría para hundirla.", dice Plum por los restos de la megafonía; "Demasiado tarde", pone el panda en un cartel. Y así empezó un viaje lleno de dificultades...

Mientras, en el monte Fénix, el viejo recibe en la sala del trono a Kima, Corma y Masala. "Kima, ¿has conseguido hacerte con el mapa que indica las fuentes del Zhou Quan Xiang?", pregunta el viejo; "Sí, aquí está.", responde Kima mostrando el papel; "Partiremos enseguida hacia las fuentes y secaremos los manantiales encantados.", propone la mujer. "No obstante, Kima, antes de eso, recibid de la boca del heredero al trono, su majestad Saffron, unas palabras de agradecimiento.", le dice el viejo mirando a las cortinas que ocultan el trono y una figura humana. "Su alteza Saffron va a hablarnos.", murmura Corma; "Qué inmensa felicidad.", dice Kima inclinándose. Pero nada se escucha tras las cortinas; "¿Majestad?", llama el viejo corriéndolas... y aparece sentado en el trono una especie de arlequín con un tambor. Todos se quedan de piedra al verlo; "Señora Kima, es la primera vez que vemos a su majestad Saffron, pero diría que se parece mucho al muñeco de Osaka.", dice Corma, (refiriéndose al Kuidaore Ningyô, muñeco símbolo del Dôtombori, barrio gourmet de Osaka); "Es que es el muñeco de Osaka.", responde Kima también sorprendida. "¡¿Do... dónde se ha metido su alteza?!", grita el viejo aterrorizado.

En las cercanías, Ranma-m pedalea sobre una bicicleta, llevando a Plum en la cesta y arrastrando equipajes en un carrito, mientras el panda, P-Chan y Mousse-pato están también subidos sobre el vehículo. "¿Falta mucho?", pregunta la agotada Ranma-m; "Quedan siete montañas más.", responde Plum. De repente el cerdito ve algo y empieza a patear la cabeza de Ranma-m; "¿Pero qué haces?", pregunta Ranma-m, y entonces lo ve: "¡Un balneario!", exclama con una enorme sonrisa; "¡Podré volver a mi forma de chico!", grita a la carrera, seguida por P-Chan, Mousse-pato y el panda. Sólo Plum se queda atrás para ver incrédula una enorme grieta en el suelo; y de repente escucha ruido de una especie de cabina cerca de ella, que se cae abriéndose y dejando salir al encargado; "¿Qué le ha pasado, señor encargado?", pregunta Plum asustada; "El monstruo del balneario...", llega a murmurar el hombre.

En el interior, el cuarteto disfruta de su baño. "Aquí se está de maravilla...", dice Genma; "Aunque...", murmura Ranma-h, "Hay muchos clientes flotando por ahí.", termina de decir mirando a los hombres inconscientes y con chichones que flotan en el agua. "Algo se acerca.", nota Ranma-h; "Ignoro lo que es...", dice Mousse, y Ryôga acaba su frase: "...pero nos servirá de calentamiento antes de llegar al monte Fénix."; y una misteriosa figura se va acercando.

Mientras, Kima, Corma y Masala vuelan llamando a alguien: "¡Alteza Saffron!". "¿Cómo se le ocurre salir con ese cuerpo?", se pregunta preocupada Kima.

Parte 5. El príncipe del monte Fénix.


"¡Sal de una vez, monstruo!", llaman mentalmente los luchadores. Y de repente, algo sale disparado del agua y se acerca zizagueando a una inmensa velocidad hacia ellos. Impacta contra las rocas y las rompe en pedazos. Ranma-h consigue agarrar uno de los fragmentos y lanzarlo hacia el origen del ataque, que se alza en el agua; "¡Es enorme!", exclama Ryôga... y de repente cae; se trata de una gamba gigante, como comprueban los tres incrédulos. Pero Ranma-h la toca sintiendo algo extraño, y Mousse se acerca con una aguja, y al pinchar a la gamba empieza a desinflarse. "De plástico.", hace notar.

Y de repente a su espalda aparece de nuevo el objeto zizagueante. Ranma-h se vuelve a toda velocidad y es capar de parar su trayectoria con las manos, viendo que es un aro metálico con un extraño forjado. Pero el impulso es tan fuerte que le estampa contra las rocas y el aro se desprende, siguiendo su camino cielo arriba, asustando a un panda que pasaba por allí, y aterrizando finalmente sobre el extremo de una vara que es sostenida por una pequeña figura. "¿Quién eres?", llama Ryôga.

El vapor se disipa y la figura queda a la vista: "¡Ja, ja, fantoches! ¡Os habéis metido en este balneario sin mi permiso, y eso os costará la vida!", grita el personaje... que es un niño de unos ocho años vestido con un extraño atuendo y sosteniendo el bastón con el aro y un cubilete con juguetes de baño. "¡Un crío!", se sorprenden los chicos. "¡Círculo asesino!", grita el niño volviendo a lanzar el aro. Ryôga alza una enorme roca con Ranma-h encima: "¡¿Así que todo esto es culpa tuya?!", grita lanzándola. El aro parte la roca al impactar con ella; "¡Idiotas, no tenéis ni idea del poder de mi círculo de oro!", grita el crío... y Ranma-h cae sobre él sobre una roca: "Síiiii, muy bieeeeen.", se burla.

"¿Así que el monstruo del balneario es este mocoso?", pregunta Ranma-h sosteniendo el bastón con el círculo y mientras Plum también mira al niño. "¡Matadme! Prefiero morir antes de pasar por una humillación así.", le dice el crío, atado e inmovilizado. "No seas exagerado. Si te arrepientes no te pegaré más.", le dice Ranma-h, y lo cuelga boca abajo, atado de un pie, de la rama de un árbol, con carteles de "Arrepentimiento" y "Que alguien me baje" y dejándole el bastón con el círculo de oro.

"¡Espera!", llama el crío; "Tenemos prisa.", replica Ranma-h; "Me preocupa Shampoo...", recuerda Mousse emocionado; "Aún quedan dos días para llegar al monte Fénix.", recuerda Plum. "¡Desgraciados! ¿Vais al monte Fénix?", vuelve a llamar el niño; "Pues sí.", replica Ranma-h; "¡No tenemos tiempo que perder con tus travesuras!", le grita Ryôga; "Con mi círculo de oro podríais llegar esta misma noche.", les dice el niño. "¿En serio?", le pregunta Ranma-h palmoteándolo, ya bajado del árbol; "Es un chico muy mono.", palmotea Mousse a Ryôga; "¡Yo no soy un crío!", se queja Ryôga.

El crío, impulsado a gran velocidad por su círculo de oro, guía al resto que van en la bicicleta. "¡Ya veo el monte Fénix!", señala Plum, y todos observan la impresionante figura de la montaña. El niño les deja al pie de una entrada con unas escaleras; "Aquí está la entrada.", les dice; "Gracias por todo. Ve con cuidado al volver a casa.", contesta Ranma-h entrando tras sus compañeros. Pero el niño golpea con su bastón en el suelo y las escaleras comienzan a temblar y se hunden bajo los pies de los exploradores.

"¡Su alteza Saffron!", siguen llamando Corma y Masala, cuando Kima escucha el estruendo del hundimiento; "¡Es la trampa para ladrones!", se percata volando rauda hacia allí.

El crío observa con sonrisa maléfica desde el borde del agujero que se ha abierto. "Eso os pasa por burlaros de mí. Quedaos en este agujero hasta morir.", proclama; pero una cadena se engancha entonces al bastón del niño; "¡Malditos!", grita el crío al ver colgados de la cadena al quinteto; "Ya me extrañaba tanta amabilidad.", dice Ranma-h; "¡Desgraciados, soltaos!", grita el niño; "¡No me soltaré!", proclama Ranma-h tirando, con tan mala pata que el niño pierde el apoyo y se precipita al vacío con ellos.

Pero entonces aparecen unas figuras aladas por el agujero; "¡Kima!", llama el crío, y la mujer pájaro llega para coger al niño y no sale de su asombro: "¡Si son...!"; "¡Kima!", le grita Ranma-h. "¡Corma, Masala! ¡Echadles abajo!", ordena Kima a sus ayudantes, y los chicos alados golpean el bastón donde se agarran el niño y Ranma-h, haciendo que el niño lo suelte y precipitando al resto al negro agujero.

"¡Pudríos en el infierno!", gritan Corma y Masala satisfechos, pero el niño les golpea fuertemente: "¡Estúpidos, esos tipos se han llevado mi círculo de oro!". Corma y Masala patean al niño; "Estúpido crío. Lo salvamos y encima...", y Kima llega para entrechocar sus cabezas; "Os ruego que perdonéis a mis subordinados, alteza.", le dice al crío ante su sorpresa. El trío alado se inclina ante el mocoso; "Entonces este chico es...", dice Masala; "Pues sí, el heredero al trono del monte Fénix y señor de los manantiales encantados, el señorito Saffron.", responde Kima ante la mirada severa del príncipe.

Mientras, en las profundidades del agujero, Ryôga no deja de aplicar su taladro destructor hacia las profundidades de la tierra; "¿Pero de qué sirve el taladro destructor hacia abajo?", le recrimina Ranma-h; "Señor cliente, el monte Fénix está hacia arriba.", le recuerda Plum.

Parte 6. El laberinto subterráneo del monte Fénix.


"¡El círculo de oro es un tesoro de incalculable valor transmitido de generación en generación en la familia real del monte Fénix! ¡No podemos volver sin recuperarlo!", es la orden de Kima. Corma y Masala, en el interior del monte Fénix, están aturdidos en su proceso de búsqueda: "¡Otra vez en el mismo sitio! ¿Qué hace un laberinto como éste en las entrañas del monte Fénix?", se preguntan. Y pronto obtienen la respuesta; "¡Taladro destructor!", oyen mientras una pared cae sobre ellos.

"Otra vez en el mismo sitio...", murmura Mousse saliendo por el agujero; "¿Qué hace un laberinto así...?", se pregunta Ryôga; "¡Tú mismo lo has excavado!", le recrimina Ranma-h. "¡Desgraciados!", gritan Corma y Masala desde las rocas bajo ellos. Salen de su sepultura y se encaran al quinteto; "¡Sois hombres muertos! ¡Devolvernos el círculo de oro!", les grita Masala lanzando su ataque de plumas puntiagudas. Tras esquivar el primer ataque, Ranma-h enarbola el círculo de oro: "¡Imbéciles, esto es demasiado estrecho para luchar!", les grita, y lanza el círculo. El aro comienza a rebotar por las paredes, desprendiendo rocas sobre Corma y Masala... hasta que se encara al grupo.

El quinteto huye despavorido perseguido por el mortal aro, que desprende rocas y les golpea a partes iguales. En uno de los golpes, penetra en la mochila de Ryôga y dispersa parte de su contenido; Ryôga ve alarmado como cae una de sus posesiones más preciadas: las fotos de Akane y Akari. "¡Esas fotos son más importantes que mi propia vida!", piensa lanzándose a cogerlas... y acaba sobre un tremendo vacío. Empieza a caer pero Ranma-h se asoma a tiempo de agarrar el portafotos por el extremo de Akane y sostener a Ryôga; "¡No lo sueltes!", ordena Ranma-h; "¿Cómo iba a...?", responde Ryôga. Pero entonces el círculo de oro vuelve tras su último rebote y se encaja de nuevo en la vara que porta Ranma-h. El portafotos se rasga y Ryôga cae al vacío mientras Ranma-h cae hacia atrás, golpeando en la pared rocosa y provocando un derrumbe que se le precipita encima...

Ranma-h despierta de su inconsciencia en una total oscuridad; "Chicos... ¿dónde estarán los demás?", llama en su pensamiento. "No puedo moverme.", se percata; su posición hace una figura extraña que sostiene las rocas que cayeron sobre él. Pero en el fondo vislumbra algo; "¿Akane?", murmura al ver la foto de su novia entre unas rocas, y recuerda su imagen en el puerto, antes de partir. "Debería haberme despedido de ella decentemente... Quiero volver... y pelearme con ella otra vez.", piensa. Sigue contemplando la foto de su prometida y cae en la cuenta de algo: "Puedo verla, así que... ¡luz!", grita entusiasmado arrastrándose hacia la foto y emergiendo por ese lugar del montón de rocas. "¡Salvado!", piensa Ranma-h entusiasmado, y vuelve a contemplar la foto de Akane; "Me la quedo.", piensa guardándosela en un bolsillo de la camisa. "¿Qué se ha guardado en la chaqueta, señor cliente?", pregunta entonces Plum, que está tras él; "Vaya jeta, ponerse a descansar él solito.", le dice Mousse que está clavando una estaca; y el panda le contempla indiferente mientras Ranma-h no puede creérselo.

Ranma-h contempla el descubrimiento realizado; Mousse y Ryôga han creado un mecanismo de poleas en la cavidad que han descubierto. "Es un pozo seco.", indica Mousse señalando el agujero que lleva a la superficie; "Akane y Akari nos han guiado hasta aquí, estoy seguro.", murmura Ryôga, subido al cubo que van a usar para elevarse hacia la salida. "Oye Ranma, mi foto de Akane estará a buen recaudo, ¿verdad?", inquiere Ryôga, y Ranma-h salta sobre su cabeza: "No es momento para eso.". Ranma-h piensa en la situación del pozo seco; "Este pozo da a la cima del monte Fénix. Por tanto, el otro manantial encantado del monte Fénix... ¿se ha secado?".

En el palacio del monte Fénix, Saffron duerme apaciblemente en su cama. "Su majestad Saffron duerme apaciblemente. Al parecer ha ido a bañarse a los balnearios de la zona. Estará muy cansado.", dice Kima al viejo; "¿Lo... los balnearios?", murmura el viejo; "Los instintos de su majestad Saffron le llevan a buscar balnearios, lo que significa que... ¡se acerca el momento de su despertar!", piensa Kima; "Hay que taponar las fuentes del Zhou Quan Xiang cuanto antes, o de lo contrario...", termina de meditar. Saffron abre los ojos de repente. "¿Ya os habéis despertado, señorito?", pregunta el viejo; "¿Qué haces?", pregunta Saffron; "Os hago la ilusión de que estáis en un baño de vapor.", le dice el viejo haciendo una humareda dirigida hacia el crío, que empieza a toser y golpea al viejo dejándolo KO. "Kima, hay intrusos en el palacio.", dice el príncipe a la mujer alada.

Entonces se oye una escandalera fuera de la estancia; "¡Malditos!", grita alguien. Como un vendaval, Ranma-h, Ryôga y Mousse van arrasando a todos los guerreros pájaro de la pasarela que lleva al cuarto de Saffron; "¡Fuera de aquí, palurdos!", grita Ranma-h; "¿Dónde está Shampoo?", pregunta insistentemente Mousse. Kima sale alarmada a la pasarela y se queda mirando fijamente a los tres guerreros, que ya han acabado con los guardianes. "Seguís vivos...", murmura Kima; "Pues sí, teníamos cosas que hacer y aquí estamos.", sonríe Ranma-h sosteniendo el círculo de oro y flanqueado por sus compañeros.

Parte 7. Batalla aérea en el monte Fénix.


"¡¡Kima!! ¡Vas a devolverme a Shampoo y el mapa del Zhou Quan Xiang!", programa Ranma-h sobre la pasarela; "Iluso...", murmura Kima desde el otro extremo; "¡Me has ahorrado el trabajo de tener que buscar el círculo de oro!", le grita alzando sus alas; "¡Alas de mil filos!", exclama lanzando su ataque; "Nos lanza su ataque sin pensarlo, por lo que...", piensa Ranma-h, y comienza a defenderse usando el bastón del círculo de oro y el propio círculo. "Lo sabía.", se jacta satisfecho Ranma-h; "Este círculo de oro es más fuerte que tus filos cortantes."; "¿Quieres probarlo?", desafía Kima; "¡Claro que sí!", grita Ranma-h lanzando el aro.

El círculo de oro rebota, gira, parte la pasarela por delante del grupo de Ranma-h, recula, y la parte por detrás de ellos. "¡Ahhhh!", grita Ranma-h cayendo al vacío; "¡Imbécil!", le gritan Ryôga y Mousse cayendo junto a él. Kima salta volando desde su parte intacta de la pasarela: "¡Estúpido! ¡Un animal como tú nunca podrá dominar el círculo de oro!". El aro se reincorpora a la vara; Ranma-h lo voltea y se sienta sobre él como si fuera un monociclo, usando el giro del círculo para moverse rápido hacia Kima, que no sale de su asombro. "¡Toma!", grita Ranma-h asestándole un mandoble con el círculo que Kima esquiva a duras penas. Ranma-h salta entre dos paredes rocosas y se sostiene con sus pies. El aro, que había vuelto a salir despedido, retorna a la vara. "¡Maldito!", exclama furiosa Kima; "Empiezo a cogerle el tranquillo...", sonríe Ranma-h.

Mientras, Ryôga y Mousse han caído a través del tejado de una casa a un nivel inferior. "Maldita sea...", murmuran levantándose del golpe; "¿Dónde estamos?", se pregunta Mousse, y Ryôga es el primero en darse cuenta: "¡Huevos gigantes!", grita al ver toda la estancia llena de huevos. "Incluso la nevera está llena de huevos.", dice Plum, que sorprendentemente está en la misma estancia junto al panda, que llena un saco con esos huevos mientras pone en un cartel "Son provisiones". "¿Provisiones?", se pregunta Ryôga golpeando un huevo, que se resquebraja y eclosiona, saliendo de su interior un abuelete; "Mi amo. Llamadme mayordomo, haré lo que sea por vos. Soy vuestro fiel sirviente.", dice el viejo postrándose ante Ryôga. "Puede que sea apego natal...", murmura Mousse; "Cuando un polluelo nace del huevo tiene tendencia a pensar que lo primero que ve es su madre. ¡Kima debió hacerle lo mismo a Shampoo!", concluye Mousse. "Si tú lo dices...", responde Ryôga no demasiado convencido.

En el exterior sigue la pelea; "¡Alas de mil filos!", vuelve a lanzar Kima; "¡No te servirá de nada!", responde Ranma-h defendiéndose con el círculo de oro; "¡Maldito engreído!", se enfurece Kima; "¡Vamos a poner fin a esta farsa!", proclama Ranma-h lanzando de nuevo el círculo de oro; el aro impacta sobre la pared rocosa, provocando que varios fragmentos vuelen hacia Kima; Ranma-h aprovecha el despiste de la mujer para tratar de atacarla con la vara; "¡Mentecato! ¿Acaso crees que me vencerás en la lucha aérea?", grita Kima desenfundando su espada; pero Ranma-h atrapa la espada con sus pies y voltea sobre sí mismo, dejando a Kima sobre él. Una de las rocas impacta sobre la nuca de Kima y la deja inconsciente, momento en el que Ranma-h recupera el aro en la vara y lo vuelve a usar en plan monociclo para alcanzar la pared rocosa.

Corma y Masala ascienden cansados hacia el palacio; "Al fin logramos salir del laberinto...", murmuran, y entonces la inconsciente Kima les cae encima. Ranma-h mira la escena desde arriba y cae en la cuenta de algo; "¡Oh, no! ¡Si se desmaya jamás sabré dónde están Shampoo y el mapa!", grita. "¡Esto me gusta!", grita entonces Saffron desde los restos de la pasarela. "¡Tú eres el mocoso que arrasaba los balnearios!", le reconoce Ranma-h; "¡¿Cómo te atreves a hablar así a Saffron, próximo heredero del trono del monte Fénix?!", le recrimina el viejo, también asomado a la pasarela. "Déjalo.", le pide Saffron; "¡Energúmeno! ¿Cómo te llamas?", pregunta Saffron; "¡Ranma Saotome, de la escuela Saotome del estilo Musabetsu Kakutô!", responde Ranma-h; "Bien, Ranma, ¡fíjate en esto!", le llama Saffron mostrándole algo.

De la mano del príncipe cuelga una jaula donde está encerrada Shampoo-gato; "En reconocimiento a tu pericia con el círculo de oro, te haré entrega de esta.", dice el niño. Shampoo-gato maúlla al reconocer a Ranma-h, pero el chico sólo puede ponerse a temblar. Mousse y Ryôga han podido salir al exterior; "¡Shampoo!", llama Mousse; Ranma-h sigue paralizado y Saffron no entiende nada; "¿Qué pasa? ¡Ven por ella!", insiste. "Claro, ese estúpido de Ranma tiene un miedo cerval a los gatos.", recuerda Ryôga; "¡Ve por ella de una vez!", grita Mousse lanzándole una bola que al golpear a Ranma-h lo impulsa hacia la jaula que sostiene Saffron.

Saffron saca traicioneramente una espada; "¡Una trampa!", grita Mousse; pero la impaciencia de Shampoo-gato salva a Ranma-h: rompe la puertecilla de la jaula y salta sobre la cara de Ranma-h, que empieza a correr y saltar despavorido: "¡Un gaaatoooooo!". En su carrera, tumba a Saffron ante el horror del viejo; y luego patea al viejo, y lanza el círculo de oro sin rumbo. "¡Viene el círculo de oro!", avisa Ryôga; "¡Trataré de atraparlo!", avisa Mousse mientras el resto se agarra a él. Lanza uno de sus garfios y consigue enganchar el aro, que en su impulso los eleva hacia la pasarela: "¡Lo logré!". "¡Desgraciados insolentes!", grita el viejo, pero de nuevo lo vuelven a patear y penetran en el cuarto de Saffron.

Dentro del cuarto, Ranma-h sigue corriendo despavorido perseguido por Shampoo-gato. "¿Esto es el cuarto del crío?", se pregunta el cuarteto recién llegado. Ranma-h finaliza su carrera estampándose contra una pared que resulta ser un armario empotrado, del que salta un papel. "¡Es el mapa!", reconoce Ryôga acercándose e ignorando al inconsciente Ranma-h; "¡Shampoo!", llama Mousse a la gatita. Pero el animal escucha entonces algo y sale corriendo hacia la entrada del cuarto ante la sorpresa de Ryôga y Mousse.

En la entrada, un desafiante Saffron y una magullada Kima, que recoge a Shampoo-gato, miran enrabietados al grupo. "¡Devolvednos el círculo de oro!", grita furiosa Kima, justo cuando Ranma-h vuelve en sí. "¡Ni lo sueñes!", responde Ryôga; "¡Primero haz que Shampoo vuelva a ser la de siempre!", exige Mousse; "Parece que este círculo de oro es más importante de lo que creía.", concluye Ranma-h. Saffron y Kima ponen cara de verse descubiertos... pero Saffron tira de una cuerda que abre una trampilla bajo el quinteto, cayendo todos al vacío. "¡Panda de ingenuos! ¡El mapa está en nuestras manos!", proclama Ryôga cayendo; "¡Pues id adelantándoos!", les grita Saffron desde arriba; "¡Os devolveremos a Shampoo en las fuentes del Zhou Quan Xiang!".

Kima está confusa; "¡Alteza, teníais el círculo de oro al alcance de la mano...!"; Saffron la corta: "No seas tonta; nunca hay que mostrar las propias debilidades al enemigo. Además...", y lanza algo a Kima, "...ese tal Ranma se ha dejado esto."; Kima mira el objeto que resulta ser la foto de Akane. "Esta chica... me suena haberla visto en Japón...", recuerda Kima. "¿Qué te parece si ahogamos a esta chica en el Zhou Quan Xiang?", propone el pérfido príncipe.

Parte 8. Akane va al Zhou Quan Xiang.


"¡Os devolveremos a Shampoo en las fuentes del Zhou Quan Xiang!", recuerda el grupo las palabras de Saffron. Ranma-h y Mousse observan el mapa mientras las huellas de su caída aún permanecen en el suelo. "Un segundo...", se percata Ranma-h, "Para ir a las fuentes hay que atravesar el Zhou Quan Xiang, ¡una oportunidad única de meterse en el manantial del hombre ahogado!"; "¡No perdamos más tiempo!", exclama Mousse; y entonces se dan cuenta: "¿Y Ryôga?". "Se ha ido a comprar provisiones con el círculo de oro" pone el panda en un cartel; "Es que los huevos del monte Fénix no sirven.", señala Plum abriendo uno. "Ryôga... ¿con el círculo de oro?", dicen atónitos Ranma-h y Mousse, y miran acusadores al panda.

Mientras, en Moscú, Ryôga, montado sobre el círculo de oro va preguntándose dónde está.

En Japón, Akane sigue con mirada triste en su cuarto; "Al menos podrían llamar para decir que han llegado bien...", piensa mientras termina de apañarse el uniforme del colegio. En ese momento, percibe algo sospechoso acercándose a su ventana; un fuerte aleteo llama su atención y al girarse ve una extraordinaria multitud de cuervos agolpándose contra el vidrio...

En el salón, Sôun, Nabiki y Kasumi escuchan un escandaloso ruido en el cuarto de Akane. Los tres suben a correprisa: "¡Algo pasa en la habitación de Akane! ¡Akane!", gritan entrando... sólo para ver los cristales de la ventana hechos añicos, una multitud de plumas negras y que Akane ha desaparecido.

"Alteza Saffron, vengo a informaros de que el rapto de la chica japonesa ha sido un éxito.", dice el viejo en el salón del trono al príncipe. "Ahora hay que recuperar el círculo de oro lo antes posible.", insiste el abuelo; "No tengas prisa , viejo. Ese Ranma Saotome me ha hecho pasar tantas humillaciones que merece un castigo ejemplar. No basta con quitarle el círculo de oro, ¡me vengaré cruelmente de él!".

Una nube de cuervos aparece en el Zhou Quan Xiang y va descendiendo, depositando su carga en el suelo antes de dispersarse. Una aturdida Akane va despertando poco a poco y al incorporarse ve el paisaje de los manantiales con cañas plantadas. "¿Dónde estoy?", pregunta al aire; "En el legendario campo de entrenamiento del Zhou Quan Xiang.", le responde Kima tras ella; Akane se gira hacia ella y la reconoce: "Tú eres esa tal Kima."; "Si uno se sumerge en uno de estos manantiales, su cuerpo cambia. Los habitantes del monte Fénix hemos usado los manantiales del hombre y la mujer ahogados para ocultar nuestras alas y pasar desapercibidos entre los humanos.", relata Kima. "Supongo que no me habrás traído para explicarme eso, ¿verdad?", pregunta acusadora Akane.

Kima le lanza algo que Akane recoge al vuelo; es su foto. "La tenía Ranma escondida en su chaqueta.", le dice Kima; Akane abre los ojos como platos; "Ranma... ¿llevaba mi foto?", piensa incrédula. "Todo indica que eres el punto débil de ese engreído.", le dice Kima; Akane caen entonces en la cuenta de las intenciones de Kima y trata de engañarla; "¡Anda ya! Ranma y yo no tenemos nada que...", pero Kima no le deja acabar: "¡Eso habrá que comprobarlo! ¡Alas de mil filos!", grita lanzando su ataque. Akane esquiva como puede las ráfagas de aire; alcanza unos pedazos de caña que hay en el suelo y se los lanza a Kima. Entonces llegan los cuervos apoyando el ataque de Kima; Akane los esquiva y los pájaros caen a uno de los manantiales, de los que aparecen unas ranitas. "¡No te despistes o acabarás como ellos!", le grita Kima atacando nuevamente. Akane sale a la carrera con un único pensamiento: "¡Tengo que escapar! Si me atrapa, Ranma va a...", y de repente, el suelo cubierto de ramas cede bajo sus pies y Akane se hunde en un manantial; "¡Ranma...!", llama en su pensamiento.

Kima mira satisfecha el manantial ya descubierto donde Akane se ha hundido; "Caramba, vas a serme de una gran utilidad, chica...", murmura sonriendo.

Ranma-h, montado sobre el círculo de oro, tira del carrito donde va el resto del grupo; "¡Que no tenemos todo el día!", grita el chico mientras Mousse pregunta agriamente a Ryôga: "¿¡Dónde te habías metido?"; "A comprar empanadillas a Pekín.", replica Ryôga cabizbajo. "Después de cruzar esa montaña habremos llegado al Zhou Quan Xiang, señores clientes.", dice Plum; y entonces Ranma-h ve una figura tendida en el camino, y al acercarse más la reconoce. "¡Akane!", grita Ranma-h saltando hacia el cuerpo inconsciente de su prometida; "¡¿Cómo?!", grita incrédulo Ryôga. Ranma-h sostiene a su novia; "¿Qué haces en China?", pregunta sacudiéndola; Akane abre los ojos poco a poco; "Ranma...", murmura al ver a Ranma-h.

En una posada barata, el grupo con su nueva incorporación descansa. "¿Te secuestraron?", pregunta Mousse; "¿Te han hecho algo?", se preocupa Ryôga; "No me acuerdo. No sé porque estaba allí desmayada.", responde Akane, con aire confuso. "Akane, tú te quedarás aquí.", dice Ranma-h; "¡No! ¡Quiero ir con vosotros!", protesta Akane; "¡No!", replica Ranma-h; "¡No harías más que dar problemas! ¿A quien se le ocurre dejarse secuestrar hasta aquí?". Genma, que acaba de volver a su forma humana, salta sobre la cabeza de su hijo: "¿Es que no puedes elegir otras palabras para tu prometida después de no verla en varios días?".

Esa noche, Akane y Plum duermen en la misma habitación; Plum mantiene bien sujeto el mapa en su letargo. Akane se despierta de repente y se incorpora en su cama.

Ranma-h está tomando un baño caliente. "Maldita sea. Han metido a Akane en esto. ¡Esto sí que no se lo perdono!", piensa enrabietado recordando a Saffron, Kima y compañía. De repente, escucha ruido en la puerta; "¿Quién anda ahí?", pregunta enarbolando el círculo de oro, que no deja a sol ni a sombra. Y la puerta se abre, entrando, para su sorpresa, Akane, apenas tapada por una pequeña toalla. "Akane...", se sorprende Ranma-h; "Ranma...", murmura la chica con ojos melancólicos.

Parte 9. El incidente del Zhou Quan Xiang.


Ranma-h aún mira incrédulo y ligeramente ruborizado a su novia. "Tenía tantas ganas de estar contigo.", le dice Akane bajando la mirada. "Pe... pero...", tartamudea Ranma-h cada vez más azorado; "Ran...", dice Akane acercándose al borde de la bañera, y Ranma-h salta, cubriéndose con la toalla, y se encara a la puerta, de espaldas a ella, y rojo como un tomate. "¿Qué te pasa?", pregunta entre sorprendido y avergonzado; "¿Cómo?", responde Akane; "Es que... lo que acabas de hacer no es muy propio de ti...", responde Ranma-h sudando la gota gorda. "¡Ranma!", se lanza Akane, abrazando a su novio por la espalda: "¡Me he caído en un manantial del Zhou Quan Xiang!", confiesa finalmente Akane.

Ranma-h se queda atónito; "Me raptaron, y al darme cuenta ya estaba en un manantial...", sigue diciendo Akane; "No puede ser... incluso Akane...", piensa Ranma-h con el corazón latiéndole fuerte. "Los que caen a esos manantiales se transforman al tocar el agua fría. Seguro que ya no te gusto.", dice Akane aún abrazada a él. Ranma-h reacciona girándose a ella, agarrando con fuerza el círculo de oro: "¡Idiota! ¡Por más que te transformes, yo...!"; "¿En serio?", pregunta Akane; "¡Claro que sí! ¿Se puede saber qué rayos estás...?"; y Akane se lanza a su brazos: "¡Cuánto me alegro!". El cuerpo desnudo de su novia abrazándole es demasiado para el pobre Ranma-h; el círculo de oro se le cae al suelo y pierde el pie, quedando sentado, completamente rojo y sintiendo el abrazo de Akane. "A... Akane...", murmura Ranma-h apenas recuperándose... y la mano de Akane se desliza hacia el círculo de oro...

"¡Ranma! ¡¿Hasta cuándo piensas monopolizar la bañera?!", pregunta Mousse exaltado irrumpiendo en el baño con Ryôga; "¡Habíamos quedado en veinte minutos por persona!", dice éste último. Y los dos se quedan atónitos al ver la escena, mientras Ranma-h pega un respingo de terror. Ryôga está demasiado impactado; "No puede ser, ¡no me lo creo! ¡Akane es una chica muy pura, nunca haría algo tan descarado!", piensa; "¡Esta escena no puede ser verdad!", grita lanzando un puñetazo al lavabo. El golpe rompe la cañería del agua fría y un chorro sale lanzado hacia Ranma-h y Akane.

Ranma-m se gira y ve a Akane en la misma forma; "Akane... ¿no se transforma al tocar el agua fría?", se sorprende Ranma-m. Akane coge el círculo de oro; "¡El círculo de oro!", grita Mousse mientras Ranma-m no sale de su sorpresa. Akane se lanza a la bañera de agua caliente... y aparece Kima: "¡Ju, ju! ¡El círculo de oro vuelve a estar en nuestras manos!", ríe satisfecha la sensual mujer pájaro. "¡Kima! ¿Qué pasa aquí? ¿Cómo es que te transformas en Akane?", pregunta Ranma-m alarmada. Kima sonríe: "Muy sencillo. Los manantiales encantados recuerdan la forma del primer ser que se ahoga en ellos y se la dan a quien caiga dentro. Así que basta con horadar un nuevo manantial y tirar dentro a tu prometida para obtener el manantial de la Akane ahogada."; "Desgraciada...", dice con rabia Ranma-m; "Todo fue idea de su majestad Saffron.", le informa Kima. "Ese crío...", piensa Ranma-m.

Pero Ranma-m llega también a otra importante conclusión; "Eso significa que la Akane de verdad está en China."; "Dejad de inmiscuiros en los asuntos de su majestad y volved a Japón.", ordena Kima. "¡De eso nada!", grita Ranma-m lanzándose al ataque; "¡Alas de mil filos!", contraataca Kima; Ranma-m esquiva a duras penas las ráfagas y Kima aprovecha para romper la ventana y salir volando; "¡Nos vemos!", se despide. "¡Maldita sea!", se lamenta Mousse; "¡No tenemos tiempo que perder!", grita Ryôga vistiéndose junto con los otros chicos. Pero una mala noticia les espera en el cuarto de al lado; "¿Y el mapa de las fuentes?", preguntan; "¡Me lo ha quitado Akane!", grita la maniatada Plum desesperada; "Kima... ¡hay que atraparla!", piensa Ranma-m con rabia.

Saffron, Kima, el viejo y otros habitantes del monte Fénix han llegado a las fuentes del Zhou Quan Xiang, a la cueva maldita. La cascada de agua cae fuerte y las diversas entradas se dibujan en la roca de la montaña. Algunos de los sirvientes van a abrir una; "¡Cuidado! No la abráis antes de que...", grita el viejo, pero llega tarde; al abrirla se produce una explosión; "¡Una trampa!", grita Corma. El viejo pide el mapa a Kima y lo introduce en un caldero de agua hirviendo; el mapa comienza a desdibujarse dejando a la vista unas nuevas figuras; "¡El mapa se borra y aparece uno distinto!", se sorprende alguien. "Estamos en las fuentes del Zhou Quan Xiang, originarias de hace más de cuatro mil años.", relata Saffron; "El interior de la cueva maldita está lleno de trampas y laberintos. Es imposible orientarse en el interior sin el mapa.".

Palabras que parecen resonar sobre la carrera del grupo; "¡Allí está el Zhou Quan Xiang!", grita Ranma-m al verlo a lo lejos; "Pero no tenemos mapa, ¿cómo haremos...?", advierte Ryôga; "¡Eso da igual!", insiste Ranma-m. La carrera lleva al quinteto a las cercanías de los manantiales y un extraño ruido les llama la atención. Se paran y entonces ven como el nivel de las charcas comienza a descender progresivamente. "¡Los manantiales...!", gritan al unísono. Y el nivel baja y baja hasta que el agua desaparece.

Ranma-m, Ryôga y Mousse miran con cara de desolación el paisaje. "¡Los manantiales se han secado!", piensan; "No puede ser...", murmura Ryôga; "¿El del hombre ahogado también?", insiste incrédulo; "Entonces, ninguno de nosotros...", musita Mousse; "¡podrá volver a ser el de antes!", es la estremecedora conclusión.

En la caseta del guía, el desánimo ha cundido entre el grupo; "Mi papá no aparece desde aquel día.", recuerda Plum mirando el desorden y la suciedad. Todos están cabizbajos, hasta que una frase de Plum parece reactivarles: "Yo les guiaré hasta las fuentes, señores clientes."; Ranma-h salta hacia ella como si fuera un resorte: "¡Plum! ¿Memorizaste el mapa?"; "Miren.", señala la niña, y ven un póster de "Visita turística a la cueva maldita. Las fuentes del Zhou Quan Xiang."; el grupo alucina; "¿Visita turística?", murmura incrédulo Ranma-h. "Es muy fácil llegar, pero dentro de las cuevas sólo sé la mitad del camino. ¿Les sirve?", pregunta Plum. "¡No sé qué significa eso, pero vamos para allá enseguida!", replican Mousse y Ryôga.

Mientras tanto, en la oscuridad, Akane despierta sobre un duro suelo de roca. "¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí?", se pregunta, y entonces recuerda: "Ya lo sé, Kima me tiró a uno de los manantiales..."; "¿Ya has despertado?", llama alguien, y Akane se gira para ver unas rejas y tras ellas a Corma y Masala; "La comida.", dice poniéndole una bandeja... y Akane se lanza y los patea a través de los barrotes de la celda; "¡Malditos!", les grita, hasta que un golpe propinado por una caña le aleja de ellos. "¡Qué bestia es!", se queja Masala; "La señora Kima dijo que nos la guardáramos como un as en la manga por si llegan Ranma y los suyos.", dice Corma. Akane se sorprende; "Ranma... ¿va a venir?".

El quinteto ha llegado al monte de la cueva maldita; "Vaya, la cascada maldita, lo que más atraía a los turistas, se ha detenido.", afirma Plum; "Es como una fortaleza...", comenta Ranma-h. "La cueva maldita parece tener muchas entradas, pero sólo una es la buena. El resto son trampas.", le dice Plum; "¿Y cual es?", pregunta Ranma-h; "No me acuerdo.", reconoce Plum; "¡Pues vamos bien!", replica Ranma-h. Pero Plum les lleva a una puerta con un letrero muy expresivo: "Sólo personas autorizadas". "Usaremos esta.", señala Plum, mientras el resto es incapaz de creer que esto sea tan fácil.

"¡Vamos, no os despistéis!", grita Ranma-h encabezando el grupo y entrando... y les cae encima un remojón de agua fría. Una persona familiar se alza frente a ellos: "Por orden de la señora Kima, ¡tener que matar a cualquier intruso!", proclama Shampoo maza en mano. "¡Shampoo!", grita Ranma-m mientras P-Chan y Mousse-pato hacen aspavientos.

Parte 10. La huida de Akane.


"¡Matar a intrusos!", grita Shampoo lanzando su ataque contra el grupo. "¡Gracias Shampoo, nos has ahorrado el trabajo de tener que buscarte!", exclama Ranma-m dispuesta a la lucha; "Te atraparé sin hacerte daño y revertiré el lavado de cerebro que te han hecho.", piensa Ranma-m mientras esquiva a toda velocidad los golpes de la chica china. En uno de los ataques detiene una de las mazas y se la arranca de las manos. Shampoo sale impulsada hacia atrás y Mousse-pato aprovecha para lanzarle sus cadenas y dejarla inmovilizada. "¡Ahora!", grita Ranma-m saltando sobre ella y frenando su resistencia; "¡Despierta Shampoo! ¡Somos tus amigos!", le exhorta Ranma-m. Pero Shampoo hace un movimiento de resistencia lanzando una patada a la maza que sostiene Ranma-m; el bolinche sale volando hacia el panda, que lo golpea con una de sus garras... y en la rotura de la maza, unos huevos del monte Fénix salen de su interior y al romperse envuelven al panda en un huevo gigante.

Shampoo aprovecha la sorpresa de Ranma-m para darle con la cabeza y saltar hacia el huevo. "¡Es uno de los huevos de apego natal que vimos en el monte Fénix!", advierte Plum; "¡El que haya dentro se convertirá en esclavo del primero que vea al salir del huevo!"; Ranma-m pega un respingo y patea el huevo antes de que Shampoo consiga romperlo: "¡No lo conseguirás!", proclama. Acto seguido lanza un puñetazo rompiendo el huevo; "¡Viejo, serás mi esclavo!", grita sacando al panda... que está inconsciente. "¡Despierta!", se desespera Ranma-m abofeteándole. Y entonces Shampoo salta sobre la cabeza de Ranma-m, el panda despierta, y la ve a ella primero. "Obedecer mis órdenes.", asevera Shampoo mirando pérfidamente a Ranma-m; "Si, señora Shampoo" responde el panda en un cartel mientras sonríe maléficamente.

El panda comienza a atacar sin piedad a Ranma-m, P-Chan y Mousse-pato; "¡Inútil, cuando se te necesita eres un cero a la izquierda, y ahora...!", grita Ranma-m lanzando una patada al panda. Pero Shampoo se apoya en su nuevo esclavo para impactar sobre la chica y estamparla contra una pared junto a sus dos compañeros. "¡Las cosas pintan feas!", grita Plum tirando de una anilla presente en la boca de una figura de un gato. El mecanismo hace que la pared donde está el grupo gire sobre sí misma y los conduzca a un pasadizo interior. "¡Oh, no!", grita Shampoo al ver a sus contrincantes escapar, quedando sólo la pared de desnuda roca ante ella.

En la penumbra, Ranma-m pregunta a Plum; "¿Dónde estamos?"; "En unas escaleras ocultas que puede que lleven a la sala de la fuente.", responde la niña; "¿Hay agua caliente?", pregunta Ranma-m; "Por aquí.", guía Plum.

Mientras, Akane se está cansando de golpear una y otra vez los barrotes de su celda para tratar de salir. Da una patada más en un arrebato de furia; "¡Estate ya quieta!", le grita uno de los guardias. Akane parece rendirse: "No puedo hacer nada contra estas barras. ¡Qué rabia!", se lamenta dejándose caer mientras tira de los barrotes... y la cerradura salta. Akane huye inmediatamente mientras sus guardianes dan la voz de alarma, alarma que llega al comedor donde Corma y Masala están moviendo el bigote.

Ranma-m carga a cuestas con Plum, P-Chan y Mousse en una escalera infinita hacia arriba. "Plum, ¿seguro que se llega a la sala de la fuente por aquí?", pregunta Ranma-m; "Igual nos hemos perdido en un laberinto.", especula la niña. Pero entonces ven el final de la escalera, donde les espera una puerta con el indicador "Caldera". "¡Bien, podré volver a ser un chico!", exclama feliz Ranma-m acelerando el paso, y al abrir la puerta... cae a un abismo bajo sus pies. Sus reflejos le permiten seguir agarrada al pomo de la puerta, sosteniendo a sus acompañantes; "¡Una trampa!", se lamenta Plum; "¿Qué tipo de trampa?", pregunta enfadada Ranma-m.

Pero de repente escuchan la señal de alarma y, en un tronco que transcurre bajo ellos de lado a lado del abismo, ven una figura familiar: Akane huye a la carrera de todos sus perseguidores. Akane se revuelve y con una lanza va rechazando los flechazos que le lanzan sus perseguidores. "¡Akane! ¿Eres la auténtica?", le grita Ranma-m desde arriba; Akane alza la mirada y no sale de su sorpresa: "¡Ranma!". "¡Akane!", grita Ranma-m lanzándose hacia ella, saltando de guardián en guardián; "¡Ran...!", grita Akane subiendo los brazos hacia ellos... pero entonces Corma y Masala aparecen y la cogen al vuelo: "¡Y un cuerno!", gritan los muchachos alados.

Pero Mousse-pato reacciona rápido y lanza una de sus cadenas a uno de los guardianes, y aprovechan su vuelo para balancearse hacia Corma y Masala y golpearlos, haciendo que suelten a Akane. "¡Akane!", grita Ranma-m cogiéndola de la mano en el aire; "¡Ranma!", sonríe emocionada Akane. El impulso les acerca hacia la otra pared; "¡Nos meteremos en ese hueco!", señala Ranma-m acercándose hacia el agujero que hay horadado en la pared... pero sólo entra Akane, y Plum, P-Chan, Mousse-pato y Ranma-m se estampan contra la pared. "¡Ranma!", grita Akane desde dentro, y al asomarse sólo puede ver las figuras del cuarteto inconsciente cayendo al vacío. "¡Ranma!", grita Akane desesperada viendo como las figuras de sus amigos caen y caen hasta desaparecer de su vista, oyendo finalmente un sonido como de chapuzón.

De repente, una misteriosa figura aparece tras Akane... y le sujeta fuerte la boca para que no grite.


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