A la salida del Furinkan, Ranma-h y Akane se preguntan por qué no habrá venido Ukyo; pasan por "Ucchan's" y la encuentran en la cama, deprimida por que su salsa especial ha sido un desastre. Les da a probar a ambos y casi se caen de lo mala que estás.
Ukyo recuerda diez años atrás, cuando preparaba la salsa junto al impaciente Ranma tras haberle cogido la receta a su padre, y cómo la selló. Ranma-h sonríe al recordarlo, y Ukyo se sigue lamentando y preguntándose por qué ha salido mal. Y Ranma-h recuerda diez años atrás, como por curiosidad destapó la tinaja, volcó accidentalmente su contenido y la rellenó con a saber qué. Akane trata de consolar a Ukyo ofreciéndole una sopa casera que casi la mata.
Esa noche, Ukyo es invitada por Soun a permanecer con ellos hasta estar recuperada. Ranma-h reconoce que la sopa de Akane fue el remate final (ante el enfado de ella). Ukyo dice que se irá pronto, y Ranma-h le dice que cuidará de ella; Ukyo se emociona y le pregunta por qué es tan amable; Ranma-h oculta su terrible verdad y le dice que porque son amigos.
Ukyo se lo toma al pie de la letra y se traslada al cuarto de invitados con Ranma-h, y dice que permanecerá hasta recuperarse por su fallo en la salsa. En el jardín, Akane pregunta a Ranma-h qué va a hacer y por qué es tan amable, y le dice que sospecha que oculta algo. Ranma-h parece claramente afectado, pero le dice que la relación que tiene con Ukyo es muy fuerte. Akane, ya en su cuarto, reflexiona sobre que ella no ha tenido ese tipo de relación con Ranma, pues no le conoce tanto tiempo.
Ranma-h está en el baño, preguntándose cómo se las va a apañar. Al ir a salir, Ukyo entra por sorpresa pidiéndole que le deja limpiar su espalda; Ranma-h se hunde hasta la nariz, y Ukyo le dice que no sea tímido, que son amigos de la infancia. Y entonces entra Akane palo en mano.
Ranma-h se va magullado a su habitación, y al entrar ve a Ukyo ya acostada y le recuerda cuando de niños se acostaban juntos. Akane aparece esta vez con el martillo y Ranma-h le pregunta por qué lo hace. Aparece Soun, y le dice que es un invitado muy desagradecido mientras lo manda al infinito a través del tejado. Ukyo se duerme pensando en lo bien que se porta Ranma-h con ella, Akane pensando "Ranma, idiota" y Ranma-h aguanta el frío en el tejado de la casa de los Tendo.
En clase, Ukyo aún se pregunta por qué Ranma-h actúa así; Ranma-h, destrozado, piensa que no debe decírselo; y Akane piensa en qué estará ocultando. En el descanso, Ukyo y Akane hablan; Akane le pregunta si sabe por qué Ranma actúa así, y Ukyo le dice que sospecha algo: cuando selló la salsa, le dijo a Ranma que sería el primero en probarlo, pero que le tenía que prometer que siempre cuidaría de ella, algo que Ranma aceptó. Ukyo se queda maravillada de que Ranma-h recuerde tal promesa, mientras Akane se lamenta de que su prometido hiciera otra promesa absurda.
Ukyo planta su plancha en la clase y comienza a cocinar con la salsa, dejando a todos apestados; vuelve a tratar de comerse el okonomiyaki, pero Ranma-h se lo vuelve a impedir, quedándose más hecho polvo aún. Y Ukyo le pide perdón, pero Ranma-h le dice que nada que haga ella puede estar malo. Ukyo le dice que antes es cocinera de okonomiyakis que mujer, y lo lanza por los aires diciendo que no necesita su compasión.
Ranma-h y Akane están en la enfermería, y ella le pregunta por qué razón no puede decir que está malo. Akane piensa en la promesa, pero Ranma-h piensa en el estropicio que hizo. Ranma-h le pregunta si se lo imaginaba, y Akane le dice que si se acuerda; Ranma-h dice que nunca lo olvidará, y Akane le recuerda que entonces pensaba que Ukyo era un chico, y Ranma-h le dice que no hay diferencia, y que a pesar de hacerlo cuando era niño, nunca podrá herir los sentimientos de Ukyo.
Un okonomiyaki le cae en la mano; Ukyo aparece diciendo que es el último, y que si se lo come tirará la salsa, siempre que diga la verdad, o sea, que es horrible. Pero Ranma-h lo prueba y dice que está delicioso (a pesar de que su cara dice lo contrario). Ukyo se emociona al ver cuánto la quiere y se abraza a él. Akane le golpea con la tinaja y le dice que ahora cargará con Ukyo toda la vida; Ranma-h se extraña, mientras Ukyo dice que finalmente sabía que era antes mujer que cocinera.
Akane mientras descarga su rabia rompiendo ladrillos, pero sigue sin creerse que la promesa fuera en serio. Se imagina despidiéndose de la pareja, Ranma-h diciéndole que al fin y al cabo no era la guapa, y yéndose con Ukyo... ¡y se disculpa! Pero vuelve a su cabezona realidad y dice que no lo hará... y Ranma-h cae junto a ella, aún pidiendo perdón a Soun... hasta que se da cuenta y se pregunta por qué debe disculparse.
Y entonces le cuenta la verdad a Akane, y le dice también que no recordaba para nada la promesa. Por tanto decide decirle la verdad a Ukyo y disculparse. Pero cuando llega al cuarto, Ukyo le tiene una deliciosa comida preparada, como si fuera su esposa, y Ranma-h no reacciona. Y aparece Akane gritándole a Ranma-h si le va a decir la verdad. Y así se la cuentan, y confiesa su culpabilidad y pide disculpas. Pero Ukyo se saca un as de la manga: "Es Akane quien te ha hecho decirme eso, ¿verdad?"; y se encara a Akane diciendo que no podrá apartarla de Ranma-h con esas mentiras, a pesar de que Ranma-h insiste que no es mentira.
Pero aparece Nabiki para salvar la papeleta: "Deberíais decirle a Ukyo la verdad."; y le dice a Ukyo que su noviazgo es falso, que en realidad... ¡ya están casados! Ukyo casi se desmaya; Akane y Ranma-h gritan desmintiéndolo, pero Nabiki le susurra a Akane que es la única posibilidad de que Ukyo se rinda, y a pesar de que Ranma-h sigue diciendo que es mentira, Akane se abraza a él diciendo que no lo pueden ocultar más. Y se lo lleva aparte para preguntarle si realmente quiere dejarlos, y Ranma-h reconoce que debe seguir y la ayudará, aunque Akane le recuerda a gritos que es ella la que le está ayudando a él.
Ukyo llega y ellos disimulan diciendo que llevan muy buena relación; Soun llora de la emoción, el panda se siente orgulloso, Nabiki bromea con lo caliente del asunto y Ukyo piensa que no se va a rendir ante tal patraña.
Y Ukyo toma una decisión radical: dejar la cocina. Ranma-h no lo entiende, y Ukyo dice que es una batalla entre mujeres y que por eso debe dejar de ser cocinera. Y en la cena ambas prometidas compiten por el apetito de Ranma-h, que aguanta el chaparrón como puede.
Pero lo bueno está por llegar; Nabiki les dice a ambos que tendrán que dormir juntos; Ranma-h dice que no va a dormir con una tía fea, y Akane le grita preguntándole qué dice. Pero al aparecer Ukyo vuelven a ser la pareja perfecta y se meten a dormir en el cuarto de Akane. Ukyo mira a Nabiki y le pregunta si bromean; Nabiki dice que se lo enseñará si bromean o no a cambio de 1.000 yens.
En la habitación, Ranma-h va a salir a dormir en el jardín para evitarle problemas a Akane; Akane dice que no tiene por qué haber problemas, y Ranma-h le dice que si es eso lo que estaba buscando; Akane le grita. Nabiki aparece por la ventana diciendo que paren y les ofrece un cubo de agua por 500 yens para que ambas sean chicas y duerman tranquilas. Pero la cabeza de Ukyo aparece por la ventana: "Lo sabía, no están casados."; Ranma-h disimula bebiéndose el cubo y Akane pregunta a su hermana de qué parte está, y Nabiki dice que de parte del dinero (cómo no).
Y comienza la tensa noche, con Ranma-h a un lado, Akane al otro, y la familia cotilleando en la puerta hasta que ambos salen y los echan. Y deciden acostarse dedicándose amables frases: "Tranquila, no voy a atacar a una chica fea como tú."; "No espero que lo haga un cobarde como tú.". Y se echan a dormir. Ranma-h no se duerme; pero Akane sí. Y Ranma-h se levanta con intención de darle un susto... y Akane lo agarra y lo abraza contra su pecho, mientras dice "Bienvenido, P-Chan". Ranma-h logra librarse de su abrazo y pasa el resto de la noche en vela, concluyendo que esto no puede seguir así.
A la mañana siguiente, se levanta decidido a hablar con Ukyo para que se vaya, pero ella le espera con el desayuno a punto; Ranma-h le dice que tienen que hablar, pero Ukyo no quiere escuchar y le recrimina: "¿No sabes que también tengo sentimientos? ¿Es que me odias?"; Ranma-h le dice que no, y Ukyo sonríe al ver que su comedia ha surtido efecto. Mientras, Akane se despierta y se pregunta dónde está Ranma-h. Y Ukyo sigue con su comedia: "Sobreviviré hasta que vuelvas a mí.". Y Ranma-h pica: "De acuerdo; cuidaré de ti como prometí."; justo cuando entra Akane y le pega una somanta de palos mientras le dice de todo. Ukyo sonríe y piensa que tiene que llorar más a menudo.
Llega la hora de la cena, hecha por Ukyo, y Ranma-h pone en marcha su plan: tira toda la cena por los aires, pensando que Ukyo llorará disgustada. Pero todos los comensales han conseguido coger los platos al vuelo, y Soun le lanza por los aires por despreciar la comida. Lo siguiente en el plan es llegar a casa rociado de alcóhol como si fuera borracho, pero Ukyo le remoja transformándolo y haciendo que vuelva a la "normalidad".
Y sigue. Aprovechando su condición femenina se pinta los labios y se besa la ropa, pero Ukyo la pilla "in-fraganti". Lo siguiente es marcharse diciendo que va a ver a su amante; pero Akane le deja bien claro a base de golpes que ella no es su amante. Pero al fin deja explicarse a Ranma-h, que le cuenta su plan; y Akane le dice que es fácil, que basta que trate a Ukyo como la trata a ella. Ranma-h recuerda sus insultos y le pregunta si le ha herido en sus sentimientos; Akane lo niega, pero cuando Ranma-h dice que para una tía tan corta como ella es normal, Akane lo lanza por la ventana gritándole que se lo diga a Ukyo. Pero Ukyo lo ha escuchado todo tras la puerta y piensa que no ha renunciado a su carrera para perder a Ranma-h.
Cuando Ranma entra al cuarto, se encuentra a Ukyo desfallecida en el suelo, y no puede evitar cogerla y preguntarle qué pasa. Ve la tinaja de la salsa, y Ukyo le dice que nunca podrá tirarla pues la hicieron ambos; Ranma-h insiste en que es sólo su fallo, pero Ukyo dice que la salsa aunque esté mala la hace feliz. Pero Akane llega a tiempo para que Ranma-h no flaquee del todo. Y ambas se le plantan delante diciendo que se aclare.
Ranma-h llega a una conclusión: todo empezó por la salsa, y para corregir errores hay que hacerla desaparecer... ¡y se bebe la tinaja! Ante la incredulidad de todos que casi se mueren del susto. Ranma-h cae, y Ukyo entra en trance: pone a Ranma-h sobre la plancha, y le va añadiendo ingredientes, y dándole vueltas, como si fuera un okonomiyaki. Y Ukyo se despierta, y todos comprenden que Ranma-h, al estar lleno de su salsa, era como un okonomiyaki gigante. Y Ukyo se da cuenta de lo satisfecha que estaba mientras lo hacía. Ranma-h se lo dice: "Hacías lo que mejor se te da. Eres así, Ucchan".
Ukyo toma la decisión de marchar hasta que pueda ser una cocinera y una mujer a la vez; y por entonces volverá. Y la recuperación de Ranma-h será laaaargaaaa.
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