En los días de la Antigua República, un millar de miles de soles florecieron bajo un gobierno común. Líderes sabios gobernaron la galaxia pacíficamente durante generaciones. Ésta fue la era del Senado, de las leyes justas y de la libertad sin bridas. Fue la era de los Caballeros Jedi, defensores de la justicia, protectores del reino, poderosos en la Fuerza.

De manera trágica, incluso en esta utopía había gente sin escrúpulos sedienta de riqueza, poder y dominación; lentamente, astutamente, destruyeron la República desde el interior. De esta manera, de las cenizas de lo que era bueno y puro nació el maligno y corrupto Imperio.

El nuevo autoproclamado Emperador, Palpatine, se movió con rapidez para consolidar su poder. Con la ayuda de Lord Darth Vader, Palpatine cazó y asesinó a los Caballeros Jedi... pocos sobrevivieron a esta terrible purga. El Senado fue disuelto, y los abrumadores ejércitos y flotas del Emperador suprimieron con dureza cualquier inquietud entre los planetas esclavizados. La luz de la libertad estaba casi extinguida.

Alguna gente resistió. Al principio eran pocos en número, desorganizados y mal equipados. Pero luego, a medida que se cerraba el puño de hierro del Imperio, mucha gente decidió que incluso la muerte era preferible a esas horribles garras. Se rebelaron planetas enteros, apuntándose en masa a la Rebelión; incluso se apuntaron miembros de las propias fuerzas armadas del Imperio. Aunque todavía desesperadamente superados en número, la nueva Alianza pasó a ser una fuerza a tener en consideración.

Como respuesta, el Emperador hizo que se construyera un arma terrible, un arma que creía invulnerable y que destruiría a los Rebeldes: la Estrella de la Muerte. Le faltó muy poco para tener éxito.

Sólo los valerosos esfuerzos de un puñado de héroes (Obi-Wan Kenobi, Luke Skywalker, la Princesa Leia Organa y sus compañeros) destruyeron la Estrella de la Muerte y salvaron la Rebelión de ser aniquilada. Ahora, junto con Han Solo, Chewbacca y los droides R2-D2 y C-3PO, estos líderes de la Alianza son perseguidos como criminales y traidores al Imperio.

A lo largo de toda la galaxia, las poderosas flotas de guerra del Imperio, dirigidas por Lord Darth Vader, persiguen a los esquivos rebeldes. Si les llega a encontrar y aplasta la Alianza, la última llama de libertad puede quedar finalmente extinguida...