Uno de los productos residuales de la guerra es el rápido avance de la tecnología. Durante las Guerras Clónicas, la tecnología de diseño de naves de guerra mejoró a grandes saltos a medida que los ingenieros de ambos bandos buscaban desesperadamente construir naves más grandes, más veloces, mejor armadas y mejor blindadas.
Considerando lo que había en juego, la competición era comprensiblemente feroz: así que entraba en servicio una nueva clase de nave, el otro bando tenía que crear otra incluso mejor. A finales de esta era afectada por la guerra, la tecnología naval había avanzado más que en los 200 años anteriores.
Aunque incluso estas naves maravillosas han sido ampliamente superadas por las naves espaciales modernas, la mayoría de éstas puede trazar sus orígenes en las naves creadas o diseñadas durante las Guerras Clónicas. Además, varias naves fabricadas durante las Guerras Clónicas (el Destructor Estelar de clase Victoria, por citar sólo uno) todavía se encuentran intensamente en activo en la actualidad).
Los Destructores Espaciales de clase Victoria, diseñados por el ingeniero de la República Walex Blissex, entraron en servicio muy al final de las Guerras Clónicas. Vieron poca acción durante las Guerras, pero pasaron a formar el grueso de la Marina de la República en los años siguientes. Aunque actualmente están siendo ampliamente sustituidos en la flota de guerra del Imperio por los más grandes y veloces Destructores Estelares de clase Imperial, los Victoria que todavía siguen en activo van siendo relegados a misiones de defensa planetaria, que ciertamente realizan de forma bastante adecuada. Los almirantes de la Marina Imperial y los teóricos militares los pueden considerar anticuados, pero estas enormes naves espaciales, de casi un kilómetro de longitud, tienen una potencia de fuego suficiente para enfrentarse al típico escuadrón de ataque rebelde.
Las naves de clase Victoria, como sus primos más jóvenes de la clase Imperial, están diseñados para realizar tres funciones principales: defensa planetaria, asalto planetario y apoyo a tropas de tierra y combate nave contra nave. Mientras el diseño de los Imperial enfatiza el combate nave contra nave, la función primaria de los Victoria es la defensa y el ataque planetario.
Las principales armas de ataque a tierra de las naves de clase Victoria son sus 80 tubos de misiles. También lleva 10 baterías turboláser montadas en cuádruple configuración y 40 baterías de montura doble; estas están diseñadas para el combate nave contra nave, pero se pueden emplear fácilmente en papel de ataque a tierra.
Una de las ventajas más poderosas de estas fortalezas volantes es su capacidad de entrar en los niveles superiores de las atmósferas planetarias, cosa que no pueden hacer los nuevos Destructores Estelares. Esta característica permite ataques a tierra con precisión y la persecución de vehículos que intentan escapar hacia la atmósfera planetaria.
La principal deficiencia de la nave de clase Victoria es su lenta velocidad sublumínica. Los débiles motores iónicos LF9 (construidos por Ingenieros Reales Alderaan) sencillamente no proporcionan suficiente energía para que los Destructores Estelares igualen la velocidad de otras naves grandes, sin tener en cuenta los sorprendentemente rápidos cazas espaciales modernos.
Sin embargo, la clase Victoria sí tiene rápidas capacidades hiperespaciales. Las naves montan inductores DeLuxFlux de fabricación corelliana que consumen una tremenda cantidad de energía y que les permiten realizar saltos muy rápidamente y hacer los tránsitos hiperespaciales tan rápidamente como cualquier otra nave de guerra del arsenal imperial.
Así, la clase Victoria tiene una ventaja inconfundible cuando reacciona contra la piratería en sistemas cercanos, pero se ve severamente impedida durante acciones de flota y persecución.
Como compensación parcial por su lenta velocidad, los Destructores de clase Victoria llevan 10 generadores de rayos de tracción de alta intensidad para frenar o capturar a los oponentes que huyen. Los generadores están montados en la parte superior de torres bajas y robustas en cápsulas perfectamente blindadas y tienen líneas de visión notablemente claras. Los proyectores se despliegan de tal manera que pueden dedicarse a múltiples objetivos o concentrar sus rayos en una sola nave.
Además, cada nave de clase Victoria lleva cazas espaciales de escolta y patrulla. Las que están en el servicio imperial llevan dos escuadrones de cazas TIE; las naves de clase Victoria adquiridas por poderes aliados o subordinados, como la Autoridad del Sector Corporate, llevan otras naves. No es raro encontrarse con naves de clase Victoria con cubiertas de vuelo anticuadas.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
- Nave: Victoria I de Impulsores Estelares Rendili
- Tipo: Destructor Estelar
- Longitud: 900 metros
- Tripulación: 5.200 (610 oficiales, 4.590 marinos)
- Tropas: 2.040
- Capacidad de carga: 8.100 toneladas métricas
- Autonomía: 4 años
- Multiplicador de hiperimpulsor: [x1]
- Computador de navegación: [Sí]
- Hiperimpulsor de seguridad: [Sí]
- Velocidad sublumínica: 48 MCLI
- Casco: 100 RU
- Armas:
- 10 cuatribaterías turboláser
- 40 bibaterías turboláser
- 80 tubos lanzadores de misiles de impacto
- 10 proyectiles de rayo de tracción
- Pantallas:
Factor: 200 SBD
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