El término "sensor" describe un amplio abanico de instrumentos complejos que detectan y analizan todo tipo de cosas: luz, ondas de radio y otras emisiones electromagnéticas; sonido, movimiento y vibración; campos gravitacionales, nucleares y magnéticos; calor, presión e indicios de productos químicos; e incluso hay otros sensores. Esencialmente, cualquier instrumento que mejore la habilidad de una persona para recibir información sobre su medio ambiente (desde macrobinoculares, a contadores geiger, a radares, a detectores de flujo magnético de largo alcance) es un sensor.
Mientras la mayoría de las naves utilizan los sensores para objetivos pacíficos (navegación, evitar colisiones, investigación y exploración), la Rebelión y la aparición de la piratería en muchos sistemas remotos están forzando que muchas naves compren nuevos sensores o que reconfiguren los ya existentes para adoptar características de combate.
La misión más importante de los sensores militares es la detección de naves. Considerando la enorme potencia de fuego que llevan las naves de guerra, con bastante frecuencia el primer tiro de una batalla decide quién es el ganador. Para encontrarse mútuamente, las naves utilizan sensores que exploran el espacio buscando calor, energía electromagnética, perturbaciones gravitacionales, movimiento, ondas de radio, refracciones de la luz y muchas más cosas.
Muchos sensores analizan un amplio espectro de información a partir de varios terminales sensores; otros se enfoncan en tipos particulares de energía, campos u objetos. Los alcances de los sensores varían desde corto alcance (pocos kilómetros) a extremadamente largo (hasta un millón de kilómetros), siendo los sensores especializados los que tienen mayor alcance. Debido al tamaño y a las limitaciones del computador, las naves pequeñas, como los cazas espaciales, suelen confiar en sensores de amplio espectro; las naves más grandes tienen muchos y diversos sensores especializados.
Aunque esto suele dar ventaja a la hora de detectar las naves más grandes, no todo resulta tan sencillo. Las naves más grandes son objetivos mayores: irradian más energía, reflejan más luz, provocan más perturbaciones gravitacionales. (Aunque un Rancor puede tener mejor oído que tú, tienes tantas probabilidades de oírlo mientras avanza por el bosque destrozando árboles, como él a tí).
Tipos de Sensores
Activo: Un sensor activo emite pulsaciones de energía y examina la energía reflejada o "rebotada" (radar, por ejemplo). Extremadamente efectivo a corto y medio alcance, pero menos efectivo a largo alcance. Como el sensor proyecta ráfagas controladas de energía, a otros sensores les resulta relativamente fácil localizar una nave que tiene sensores activos. Pasivo: Los sensores pasivos examinan la energía emitida por otras fuentes (detectores de calor o simples telescopios, por ejemplo). Aún siendo menos efectivos que los sensores activos, los sensores pasivos gastan menos energía y no incrementas la "visibilidad" de la nave que los utiliza.
Barridos de sensores
Exploración: Mirar todo lo que rodea la nave. Puede ser lenta y minuciosa, o rápida y somera. Búsqueda: Sólo busca un tipo determinado de objetivo, como por ejemplo una nave o una frecuencia de radio determinada. El operador debe especificar qué debe buscar. Enfoque: Concentrar los sensores en un área determinada seleccionada por el piloto. Con esto se consigue una información mucho mejor sobre el área en la que se enfocan los sensores, pero da poca o ninguna información sobre las otras áreas. Cuando varias naves van en formación, los pilotos suelen enfocar sus sensores en áreas que se superponen. Por ejemplo, el piloto de cabeza enfoca sus sensores directamente hacia adelante, mientras los otros pilotos de su ala enfocan hacia los lados y hacia atrás.
Tipos de sensores militares comunes
Existen miles de sensores diferentes. Naturalmente, algunos son más sensitivos que otros. Ninguno de ellos es perfecto; incluso los mejores sensores pueden no detectar algo cuando deberían hacerlo o pueden detectar imágenes "fantasma" que no existen en realidad. La radiación solar, las nubes de hidrógeno, los campos de asteroides, los pozos de gravedad intensos y otros fenómenos naturales pueden interferir e incluso bloquear los sensores. Evidentemente, las interferencias o el ocultamiento deliberado pueden ocultar cosas a la percepción de un sensor.
Aquí tienes una lista de algunos de los tipos de sensores más importantes. Electro-foto-receptores (EFR): Estos son los dispositivos sensores más sencillos. Combinan información de sofisticados telescopios de luz normal, ultravioleta (UV) e infrarroja (IR) para crear un holograma compuesto o una representación bidimensional. Sólo son útiles a corto alcance. La mayoría de los sensores de puntería utilizan EFR. Transreceptores de espectro completo (TEC): Se les llama frecuentemente "sensores universales" porque utilizan una amplia gama de scanners para detectar todo tipo de objetos, energías y campos, pero no son demasiado sensibles. El tamaño de su receptor determina su efectividad; los discos detectores deben ser bastante grandes para detectar con precisión a largo alcance. La mayoría de las naves que no son de combate están equipadas únicamente con TEC. Receptores energéticos especializados (REE): Los REE detectan cualquier emisión electromagnética dentro del alcance de despliegue del sensor, incluyendo transmisiones de comunicadores individuales, balizas de navegación, calor, luces láser, etc. A grosso modo, la fiabilidad de los REE se determina por la habilidad de su operador, sea una persona o un computador: como los REE recogen todas las emisiones de energía, es crucial distinguir la información importante de la inútil. Un mal operador podría identificar equivocadamente rayos cósmicos como una breve señal de comunicaciones enemiga; un operador experto puede filtrarla a través de una pantalla de energía estática para descubrir la identificación de una nave que intente pasar furtivamente. Los REE son los principales instrumentos sensores pasivos de los despliegues militares de sensores. Trampas de cristal de campo gravitatorio (TCC): Estos costosos sensores utilizan una red de cristal sintético para detectar fluctuaciones en el campo gravitacional. Las TCC de alta calidad pueden detectar e identificar cualquier fluctuación en el campo de gravedad a cientos de miles de kilómetros a la redonda.
Las TCC pueden quedar bloqueadas debido a la presencia de masa. Por ejemplo, una TCC registrará con mucha intensidad la presencia de un planeta cercano, pero quizás no localice una nave en órbita del otro lado del planeta. Interceptores de señales de hiperondas (ISH): Estos sensores detectan fluctuaciones en el hiperespacio. Cuando una nave entra o sale del hiperespacio, el hiperespacio local queda perturbado: el tamaño de la perturbación viene determinado por la masa y la velocidad de la nave. Las naves que se encuentran en las proximidades y llevan ISH pueden detectar la perturbación. El ISH no puede determinar ni el origen ni el destino de la nave, pero puede registrar la salida de o la entrada al hiperespacio.
Además de detectar naves que entran o salen del hiperespacio, el ISH puede detectar transmisiones de hiperradio. Las hiperradios (inmensamente caras y horribles consumidoras de energía y también secreto imperial muy bien vigilado) transmiten mensajes a velocidades superiores a la de la luz provocando fluctuaciones menores en el campo de energía hiperespacial. Un ISH puede descubrir, y a veces pinchar, transmisiones de hiperradio (Descodificar tales mensajes es un asunto a parte). Indicadores de formas vitales (IFV): Los IFV en realidad no son sensores; son sofisticados programas de computador que examinan la salida de datos de otros sensores para determinar si hay alguna forma de vida presente y, si éste es el caso, de qué forma de vida se trata. Por ejemplo, un sensor TEC puede determinar que hay una fuente de calor móvil (emitiendo calor a 30 grados) en tal nave espacial, la fuente tiene una masa de 80 kilos, la atmósfera de la nave contiene una buena cantidad de sulfuro y la gravedad de la nave está fijada a 0.96 Standard; un programa IFV examinaría esta información y decidiría que la nave probablemente lleva un Sullustan.
La calidad del IFV de una nave se determina por la sensibilidad de los sensores de la nave y la inteligencia del computador.
Contramedidas de sensores
Interferencia: La interferencia es la contramedida activa más común. Los generadores potentes pueden llenar grandes áreas con señales estáticas y aleatorias, que confunden y "ciegan" a los sensores. Un defecto de la interferencia es que, aunque oculta la posición exacta de la nave que provoca las interferencias, el interferente está emitiendo su localización general a cualquiera que se encuentre en el área. Además, la interferencia afecta a todo el mundo, sea amigo o enemigo. Señuelos: Las naves pueden engañar a los sensores enemigos enviando pequeñas cápsulas o lanzaderas que emiten las mismas señales que emite naturalmente una nave grande. Sólo los sensores excepcionalmente sensibles pueden distinguir un buen señuelo de una nave real. Sigilo: Reduciendo a propósito todas las emisiones, las naves pueden reducir en gran medida las posibilidades de ser descubiertas. Apagar los impulsores e ir a la deriva suele ser la primera y más efectiva técnica de evasión. Las naves que van a la deriva con baterías o capacitadores de energía son mucho menos detectables, pero evidentemente no pueden funcionar mucho tiempo sin encender los generadores de energía para el soporte vital.Las naves que intentan evadir la detección también pueden apagar sus sensores activos. Aunque hace mucho más difícil que las detecten, también las deja ciegas.
"Correr silenciosamente" es una técnica habitual: mientras se patrulla o se intenta permanecer sin ser detectado, las naves no envían transmisiones. El bloqueo total de las comunicaciones es difícil de mantener cuando varias naves están actuando conjuntamente, ya que entre naves deben transmitirse la dirección, el tiempo y los cambios de misiones. Encubrimiento:
Los dispositivos de encubrimiento son extremadamente raros. Se encuentran entre los más sofisticados y complicados dispositivos que se conocen; sólo un puñado de ingenieros altamente especializados pueden hacerlos funcionar y mantenerlos. No se construyen en serie; cada uno debe ser construido a medida en cada nave. Además, los dispositivos de encubrimiento son enormemente caros; según se dice, a más de mil millones de créditos cada uno. Está claro que sólo las grandes compañías o los gobiernos se los pueden permitir. El Imperio los ha declarado ilegales: contrabando de clase I. La fabricación, venta, compra o utilización sin permiso de un dispositivo de encubrimiento son crímenes cuya pena es la muerte.
Debido al coste y a la dificultad de mantenimiento, muy pocas naves imperiales están equipadas con dispositivos de encubrimiento. Según los rumores, la lanzadera personal del Emperador y posiblemente un nuevo Destructor Estelar experimental lo tienen.
No se sabe de ninguna nave rebelde que esté equipada con dispositivos de encubrimiento.
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