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"¿No te lo habrás tomado en serio?", pregunta Ranma-m; "¡Es animación combativa, no tengo otra opción...!"; "¡Me has dicho que me querías, sin saber que era yo!", le replica Akane; "¡Que no...!", dice Ranma-m, pero Akane le golpea antes de que acabe: "¿Que no me quieres? ¡Ya lo sé!".
Pero entonces aparece Mariko saltando sobre ellos; "¡Tienes razón, no es el momento!", concede Ranma-m al ver a Mariko; "¡Vaya, me has hecho caso!", sonríe Akane. "¡Ranma vuelve a estar en forma!", grita el público; "¡Eso es que ha reconocido su amor por Akane!". Y Ranma-m vuelve a saltar y gritar negándolo, momento que Mariko aprovecha para lanzar su ataque y dejarla KO: "¡La flecha del amor!", grita dándole con la vara en la cabeza.
"Mira quien es, la efe, erre, a, ce, a, ese, a, de, a, fracasada del partido de voley.", se burla Mariko. "Hoy voy a ganar; Ranma aceptó este combate para salvar mi honor, ¡y no voy a quedarme cruzada de brazos!", grita Akane, mientras Mariko comienza a lanzarle varas... y Kunô le da un inoportuno abrazo. "¡Bien hecho, mi Kunô!", grita Mariko lanzando el ataque final ante el terror del público... pero el golpe cae sobre la armadura vacía de kendo ante la sorpresa de todos; "¡Akane ha desaparecido!".
Pero Akane aparece vestida de animadora, causando asombro a todos los presentes. "Preferiría no haber llegado a estos extremos...", piensa, y se lanza hacia Kunô con los brazos abiertos: "¡Kunô!"; "¡Akane Tendô!", responde él también dispuesto al abrazo... pero Akane le lanza una patada: "¡Ataque traidor del amor!". Kunô cae inconsciente y Mariko parece dolida: "Kunô... ¿cómo puedes haber respondido a la tentación de otra mujer ante tu querida Mariko?"; el público parece entrever la decepción de Mariko... hasta que dice: "¡Qué eme, a, ese, ce, u, ele, i, ene, o, masculino! ¡Cómo juega con el corazón de las mujeres!". Y a la gente casi le da un patatús.
"¡Kunô ha sido derrotado!", grita Akane; "¡Así que fracasaste!", dice señalando a Mariko. Pero ella pone una mirada diabólica: "Aún no has comprendido el verdadero terror de la animación combativa...", y todas las animadoras cogen al inconsciente Kunô y lo levantan: "¡Ataque en grupo del espíritu resucitador del amor!", y lo lanzan por los aires. Mariko salta tras él y se cubre con su cuerpo: "¡Varas lanzadas desde detrás de una silueta!", grita lanzando su ataque. "¡El cuerpo de Kunô no me deja verlas!", piensa Akane, y no puede evitar que las varas la claven contra el suelo, mientras Mariko se precipita para dar el golpe de gracia...
El público grita alarmado: "¡Levanta, Ranma!", pero Ranma-m sigue inconsciente. "¡Tu amada Akane está en peligro!", y Ranma-m se levanta gritando: "¡No es mi amadaaaaa!". Pero cuando ve el ataque de Mariko se queda lívida. "¡El bombardero atómico oculto del amor!", grita Mariko lanzando el golpe; "¡Ranma!", grita Akane... y Ranma-m logra atrapar a Kunô con las piernas y clavarlo de cabeza en el suelo: "¡La animación final! ¡Cambio de la trayectoria del bombardero con ambas piernas y destrucción del arma enemiga!".
Kunô queda plantado en el suelo; "¡Estás derrotado, Kunô!", grita Ranma-m, mientras Mariko aparece muy decepcionada. "¡Ranma ha vencido!", grita el público entusiasmado. Akane se siente agradecida: "Gracias, Ranma.", pero Ranma-m da una respuesta orgullosa: "¿Cómo te has atrevido a meterte en mi combate y a ponerme palos en las ruedas?"; "¡Si has estado todo el rato inconsciente!", le replica Akane; "¿Y quién te ha salvado al final?", le grita Ranma-m.
Pero Mariko lleva las cosas por su cuenta; "La a, ene, i, eme, a, ce, i, o, ene, animación es amor...", está pensando, y se pone a gritar micro en mano: "¡He perdido ante la fuerza de vuestro amor!"; "¡No grites tantoooooo!", comienza a gritar Ranma-m haciendo aspavientos. Y el rumor se extiende en el públido: "¿Lo has oído? ¡Ha dicho que ama a Akane! ¡Todos lo hemos oído!". Y Mariko toma su decisión: "Desapareceré deportivamente de escena... ¡adiós, Kunô!", piensa, y se aleja del recién despierto Kunô, que la llama, sobre la nube de animadoras que no deja de darle ánimos.
Al día siguiente, el rumor sigue en pie en el Fûrinkan; "¿Sabes que Ranma se declaró a Akane?". Y Ranma-h se queda de piedra, mientras Akane trata de consolarle: "Dicen que los rumores duran 75 días; ya sólo te quedan 74.".
Escenas inolvidables: cómo se pone Ranma-m cada vez que nombran su amor por Akane.
En el cementerio, Akane sostiene un ramo de flores; Sôun llora ante la tumba de su esposa, mientras sus hijas limpian la tumba y ponen las flores. "Así que aquí reposa tu madre...", pregunta Ranma-h a Akane; "Sí, cuando yo era pequeña, ella... Pero me acuerdo bastante; era una mujer muy dulce y bonita.". Y Nabiki y Akane hacen la pregunta al unísono: "¿Y tu madre?"; "Bueno...", responde Ranma-h indeciso, y le pregunta al panda: "¿Tengo madre?". El panda saca un cartel: "Voy a revelarte un secreto. Fui yo quien te parió."; Ranma-h le da una patada: "¡Seguro que huyó de ti como alma que lleva el diablo!"; y las tres hermanas murmuran que la posibilidad del abandono es muy alta.
Ranma-h camina por la valla del canal; "¿Mi madre?", piensa; "Nunca había pensado. Desde que tengo uso de conciencia siempre he estado viajando con mi padre. Para haberse casado con alguien como él tiene que ser una mujer bien rara...". De repente, la valla cede y a duras penas salta a otro segmento; "Por poco...", pero el nuevo segmento también está suelto y cae al canal. "¿Será posible...?", piensa furibunda Ranma-m. Alguien la llama desde arriba: "¿Estás bien, chiquilla?"; Ranma-m se acerca, mientras la mujer que la ha llamado le ofrece un objeto alargado envuelto en tela: "Agárrate aquí..."; Ranma-m lo coge... y arrastra a la mujer al canal. "¡Uaaaa! ¡Lo siento!", grita haciendo aspavientos mientras la mujer ríe: "¡Ja, ja! Pareces un muchacho alocado."; y le acaricia la mejilla sonriendo: "Las chicas tenemos que intentar ser más femeninas."; la mujer se despide y se aleja por el canal, mientras Ranma-m aún está sorprendida: "¡Qué mujer más amable...!".
Ranma-m llega a casa de los Tendô... y su padre la coge: "¡Nos vamos de viaje!"; "¿Qué mosca te ha picado?", protesta Ranma-m; "¡No hay tiempo que perder!", replica Genma, pero Sôun le pone la zancadilla: "No tan deprisa."; en la caída, Ranma-m ve caer una postal. El texto es: "Saludos. Pronto podremos vernos. Afectuosamente, Nodoka.".
En el salón de los Tendô comienza el interrogatorio; "¿Ha sido leer esto y ponerse pálido...?", pregunta Ranma-h; "¿Qué le pasa?", preguntan las hermanas mientras Genma, atado para evitar la fuga, suplica piedad. "Nodoka es nombre de mujer...", comenta Nabiki. "¿Tienes alguna deuda pendiente? ¿Has robado algo?", pregunta Ranma-h agarrándole del kimono. "¡Seguro que quieres huir por alguna estupidez de las tuyas!", le grita Ranma-h; "Veo que aprecias mucho a tu padre.", responde. Las hermanas, mientras, hacen conjeturas: "Vendrá a cobrar una deuda. ¿O será la dueña de un restaurante donde no pagó? O igual quiere que le devuelva lo que le robó.". "¡Dejadme hablar!", protesta Genma; "¡Ella y Ranma...!", y se calla. "¿Ella y yo qué?", pregunta Ranma-h.
Y alguien llama desde la puerta: "¡Con permiso!"; Genma grita horrorizado: "¡Ahhhh, ya está aquí! ¡Perdóname, mamá, perdónameeeee!". Y todos se quedan de piedra; "¿Mi madre?", murmura Ranma-h... pero la mujer que ha entrado sólo es una repartidora a domicilio que viene a recoger los platos. "Entonces, la que ha enviado esta postal...", pregunta Ranma-h a Genma; "¡Es la madre de Ranma!", grita Nabiki entusiasmada, mientras Genma otorga con su silencio. "¿Mi madre?", piensa Ranma-h, sin saber muy bien lo que siente.
"¡Qué suerte tienes, Ranma!", le sonríe Akane, pero Ranma-h parece frío; "Ha sido tan repentino. ¡Ni siquiera la recuerdo!", contesta Ranma-h. Entonces, alguien llama a la puerta y los Tendô al completo van a recibirla. Pero antes de que Ranma-h se levante, Genma le pone la mano en el hombro: "Es duro, pero no puedo permitir... ¡que conozcas a tu madre!", y se lanza con él al estanque. "¡Qué haces, viejo asqueroso!", grita Ranma-m golpeando al panda mientras éste saca un cartel: "Conocerla te traerá problemas.".
Y mientras, los Tendô reciben a la hermosa mujer que estuvo con Ranma-m; "Buenos días. He oído que aquí se encuentran instalados los Saotome."; "¿Esta es la madre de Ranma?", piensa Akane emocionada; "¡Es la mujer de antes!", piensa sorprendida Ranma-m mirando desde detrás de una puerta.
Nuevos personajes: Nodoka Saotome.
En el jardín, Ranma-m pregunta al panda; "¿Que nos jugamos la vida? ¿En qué sentido? ¿Quién es esa mujer?", inquiere Ranma-m. "Ella es tu madre" contesta el panda en un cartel; Ranma-m le golpea: "¡Esa mujer tan guapa no se casaría con alguien como tú!"; pero el gesto del panda le convence, y se rocía con agua caliente. "¡No pienso esconderme ante nadie!", proclama Ranma-h al panda.
"¿Ha estado sola todo este tiempo desde que Genma y Ranma se marcharon?", pregunta incrédulo Sôun. Nodoka se entristece al recordarlo; "Fue muy triste..."
Nodoka suplica a Genma, que lleva en brazos al pequeño Ranma. "¡Amor mío, no te lleves a Ranma!"; "¡Suéltame!", le pide Genma. Nodoka empieza a golpearle con una zapatilla... con un cubo... con la mesa... El magullado Genma trata de explicarse: "Ranma está destinado a ser el heredero de la escuela Saotome de Musabetsu Kakutô."; "Soy consciente de ello.", responde Nodoka; "¡Hay que criarlo para hacerlo un hombre hecho y derecho, y el amor de su madre es un obstáculo!"; Genma se agacha ante su esposa: "¡Si de verdad lo quieres, debes separarte de él!"; Nodoka se estremece mientras abraza a su hijito...Nodoka llora recordando. "Así que dejo a su hijo en manos de su marido.", comenta Sôun; "¡Qué valiente!", dice Nabiki. "Yo creía en mi marido; antes de marcharse, me hizo una promesa...", continúa Nodoka. "¿Qué promesa?", preguntan intrigados. Pero unas voces suenan en el pasillo: "¡Suéltame, viejo asqueroso!"; Nodoka se sorprende: "¡Es la voz de un chico! ¿Será Ranma?", y al salir al pasillo ve a Ranma-m inconsciente, mientras el panda sostiene un cubo vacío en una mano y un cartel en la otra: "Hola, señora desconocida. Los pandas no podemos hablar". "¡Es la chica de antes!", se sorprende Nodoka.
Ranma-m recupera la consciencia y golpea al panda: "¡Deja de hacer el idiota!"; pero Nodoka la llama: "Una chica no debe hablar así, bonita."; "¡Soy un chico!", replica Ranma-m, mientras el panda pone un "Ay, ay, ay...", en un cartel. Pero Akane consigue distraerla: "¿En qué consistía la promesa?". "¡Ah, sí!", recuerda Nodoka...
Genma levanta al pequeño Ranma; "¡Juro que haré de Ranma un hombre hecho y derecho! ¡Y si no lo cumplo, la única salida será hacerme el seppuku (harakiri) junto a mi hijo!"; Nodoka llora emocionada: "¿Tan seguro estás?"."¡Seppuku!", murmuran los Tendô sorprendidos, mientras Nodoka vuelve a limpiarse las lágrimas y la cara de Ranma-m y el panda es todo un poema. Nodoka continúa su relato en el salón, ahora ya con Ranma-m y el panda presentes. "Antes me llegaban cartas de los sitios donde viajaban. Pero la última me llegó cuando estaban en el Zhou Quan Xiang, en China..."; Sôun recuerda el problema de Ranma: "Estaba tratando de hacerlo un hombre, y se convirtió en mujer...", piensa; "Ahora lo entiendo.", piensa Akane; Ranma-m tira de la cara al panda: "Por ahí iban los tiros, ¿eh?". Akane cree encontrar un atisbo de esperanza: "Señora, ¿cree que lo del seppuku iba en serio?"; Nodoka comienza a desenvolver el objeto alargado que lleva consigo... y deja a relucir una katana envainada, la cual saca de la vaina... para resbalársele de las manos y clavarse ante los aterrorizados Ranma-m y panda. "¡Lo siento, soy tan torpe!", se disculpa Nodoka con una sonrisa, mientras Ranma-m y el panda aún tiemblan del susto.
Nodoka recuerda cómo su marido plantó la huella de su pulgar en el juramento del seppuku, y como el pequeño Ranma plasmó con entusiasmo su mano entintada varias veces sobre el papel. "Su elocuencia me convenció, y como esposa de guerrero que soy, me entrené por si fallaba para poder hacer el kaishaku (cortar la cabeza al que se hace el seppuku) y después rebanarme la garganta con esta misma espada y compartir su destino.", relata Nodoka, llorando y mostrando el papel del juramento. "¡Pues sí que va en serio!", pone el panda en un cartel mientras tiembla, como Ranma-m, del pánico.
Nodoka sonríe: "Le debo estar dando a este asunto más importancia de la que tiene."; Sôun también se está secando el sudor. "Pero si están de viaje, nada. Pero me gustaría ver tanto a Ranma...", sigue hablando Nodoka con gesto melancólico. "Madre...", piensa Ranma-m, y carraspea. "Dime.", le pregunta Nodoka; "Es que...", murmura Ranma-m mientras el panda hace aspavientos; "Aún no sé tu nombre.", le recuerda Nodoka; "¡Me llamo R...!", grita Ranma-m mientras Sôun y Akane piensan si será capaz... "¡Ranko! ¡Soy la prima de Akane!", dice finalmente con gesto infantil; "¡Y yo soy su panda de compañía!", se apresura a poner el panda en un cartel. "Parece que lo del seppuku le ha afectado.", susurra Nabiki a Akane.
"¡Lo siento!", se disculpa Nodoka; "Vengo cuando mi marido no está y además me invitan a dormir."; "Esta es su casa.", le sonríe Kasumi; "Pronto se les verá el plumero.", comenta Nabiki a Akane en la escalera. "¡Cómo me gustaría decirle que Ranma está aquí!", piensa Akane con gesto triste.
Genma y Ranma-h se están dando el baño caliente de rigor; "¿Cómo pudiste jurarle algo así? ¿Qué clase de matrimonio es este?", recrimina Ranma-h a su padre; "Tu madre es una mujer sincera y cumplidora. ¡Si dice algo lo cumple! Si se entera de quienes somos habrá que cumplir la promesa, ¡así que deberemos ser chica y panda una temporada!", ríe Genma, ante la indignación de su hijo. Pero Nodoka llama desde fuera: "¡Ranko! ¿Estás ahí? ¿Te froto la espalda?", y entra de repente, con lo que padre e hijo se ven el seppuku encima...
Escenas inolvidables: la cara que ponen cuando se enteran de la promesa del seppuku y más aún cuando ven que Nodoka va completamente en serio.
En el dojo, el panda saca un "Por los pelos", mientras Ranma-m le da la espalda con gesto de enfado; "Si quieres decir algo...", pone el panda; "¡Retira el juramento!", le grita Ranma-m con un megáfono; "¿Por qué me metiste en el ajo?", se queja Ranma-m. "Me niego. Di mi palabra.", contesta el panda; "Muy bien.", responde Ranma-m, y le da una espada corta mientras ella se alza con la katana: "Te haré el kaishaku con la katana de mamá. Empieza a rajarte la panza."; y el panda se pone a sudar a chorros... y sale huyendo. "¡Ven aquí!", grita Ranma-m corriendo tras él por el pasillo; Kasumi y Nodoka salen de la cocina con la cena... y el panda choca con Nodoka, haciendo que el bol de caldo caliente vuele por los aires y vaya a caer sobre Ranma-m, provocando el pánico de los Tendô...
Pero Ranma-m consigue sostenerlo haciéndolo girar sobre la katana; "¡Bravo, Ranko!", anima Nodoka entusiamada; "Perdone por haberle cogido la espada.", se disculpa Ranma-m; "¡Qué traviesa eres, chiquilla!", le sonríe Nodoka. Los Tendô y los Saotome se aprestan a la cena, y Nodoka saca el tema: "Akane, ¿tú eres la prometida de Ranma, no?"; "Eh..., bueno.", responde ella tratando de evitar la mirada de Ranma-m; "¿Es según tú un hombre hecho y derecho?"; Akane no puede evitar una sonrisa mientras mira a Ranma-m, que hace gesto de enfado; "Sí.", contesta finalmente. "¿Y es guapo?", sigue Nodoka; Akane vuelve a girar la cabeza para evitar la inquisitiva mirada de Ranma-m; "Sí.", vuelve a contestar. "¿Y es atractivo?", continúa Nodoka. Akane vuelve a girar el gesto; "Me gustaría saber por qué te lo piensas tanto.", le dice Ranma-m.
"Se parece mucho a su madre.", comenta Kasumi; y Nabiki mira a Ranma-m y Nodoka, que están una sentada al lado de la otra, y grita sin apuro: "¡Es verdad! ¡Si los ponemos juntos son como dos gotas de agua!"; y al panda, Akane y Ranma-m casi les da un pasmo. "¿Y cuál es el hobby de Ranma?", sigue Nodoka, mientras Sôun comenta al panda lo ingenuo de su mujer; "Supongo que las artes marciales.", contesta Akane, pero Nabiki mete caña: "¿No es disfrazarse de mujer?"; Akane y Ranma-m casi se mueren, y a Nodoka le cambia el gesto: "¿Disfrazarse de mujer? ¿Algo tan poco masculino?", dice agarrando la katana y provocando el pánico de Ranma-m. "¡Es broma!", pone el panda en un cartel; "¡Menos mal!", dice Nodoka abandonando la espada.
En la habitación de Nabiki, Ranma-m le está echando la bronca: "¡Te voy a...!"; Nabiki se hace la sueca: "¿He dicho algo inapropiado?"; Akane interrumpe: "Ranma, ¿no vas a decirle a tu madre quién eres?"; "¡Si eso implica el suppuku, no gracias! ¡Prefiero que Nabiki me chantajee!", replica Ranma-m. "¿Has dicho chantaje?", corta Nabiki; "¡No hablamos de eso!", grita Ranma-m, pero Nabiki le da la espalda y agacha la cabeza: "No es momento de hacer el primo. Aunque lo deseemos con todas nuestras fuerzas, ni Akane ni yo podremos volver a ver a nuestra madre..."; Akane y Ranma-m quedan sorprendidas; "Siente lo mismo que yo...", piensa Akane. "Ranma..., esta vez lo olvidaré por cinco mil yens.", concluye Nabiki. Y Akane y Ranma-m se quedan de piedra.
"Creía que iba en serio por una vez.", murmura Ranma-m mientras baja a su cuarto... y allí se encuentra a Nodoka y al panda; "¡Ranko! Me han dicho que esta noche duerma aquí. Dormiremos juntas si no te importa.", le sonríe Nodoka; Sôun llega por detrás: "Te encanta la idea, ¿verdad?", y le susurra al oído: "Aunque no lo sepa, es tu madre. Deberíais pasar una noche en familia."; Kasumi alcanza a hablar con Ranma-m: "La señora Saotome se irá mañana.".
Esa noche, los tres Saotome duermen juntos, pero el panda suda aterrorizado y sin dormir, y Ranma-m piensa en que su madre se irá mañana. "¡Ranma!", dice Nodoka entonces bien alto; y Ranma-m pega un salto para ponerse sobre el panda; "¿Se ha dado cuenta?", se pregunta; pero Nodoka se gira dormida y vuelve a murmurar su nombre; "Habla en sueños...", piensa aliviada Ranma-m. "Mi pequeño Ranma...", murmura de nuevo Nodoka, mientras unas lágrimas resbalan de sus ojos. Ranma-m siente que la pena le inunda; "Hasta en sueños me busca..."; se acerca a su madre y le habla: "¡Ma... madre!"... y Nodoka desenvaina la katana y pega un mandoble: "¡Ranma! ¿¡Por qué no te han criado para ser un hombre hecho y derecho!?". Ranma-m salta sobre el panda esquivando la espada, que queda clavada en la pared.
Las hermanas Tendô miran la escena alarmadas, ahora ya Nodoka durmiendo tranquilamente y Ranma-m y el panda aterrorizados. "Pobre mujer, tiene pesadillas.", murmuran. "No puedo dejar esto así. Tengo que hacer algo por ella y por Ranma...", piensa Akane.
Escenas inolvidables: el interrogatorio de Nodoka a Akane por las cualidades de Ranma. Y los sutiles comentarios de Nabiki.
En el baño caliente, Genma sonríe aliviado, pero Ranma-h parece dolido; "¿Qué pasa?", pregunta Genma; "Mi madre parecía triste...", y le da un golpe a su padre: "¡Cómo puedes poner esa cara de felicidad! ¡Ni que hubieras espantado un demonio!". Ya fuera del baño, Genma insiste: "Para mí es como un demonio."; "Un demonio que tú has creado.", le recrimina Ranma-h... y aparece Nodoka: "Lo siento, he olvidado algo...", y se ve a Ranma-m y el panda en el estanque: "Vaya, ¿os estabais bañando?".
La secuencia de despedida se repite, aunque el gesto de Ranma-m y el panda es más forzado ahora. Akane mira a Nodoka con lástima; corre tras ella y la llama; "¡¿Que podré ver a Ranma?!", grita Nodoka entre sorprendida y emocionada mientras Akane sonríe.
"¿Que vaya a ver a mi madre? ¿Pero de qué vas?", pregunta enfadado Ranma-h a Akane en el patio del Fûrinkan; "Se lo he prometido. Este domingo en el parque.", le contesta Akane, y prosigue: "¿Verdad que te gustaría verla siendo chico?"; y Ranma-h se imagina ante su madre, que lo alaba sin medida: "¡Qué masculino! ¡Qué guapo! ¡Qué portento!". "¡Claro! Si no se entera del cambio de cuerpo no pasará nada."; "¡Qué modesto eres, chaval!", dice cínicamente Akane al ver la imaginada escena; "Hay que preocuparse de que no se entere tu padre...", le recuerda Akane; pero el panda ya lo ha oído todo tras un árbol.
El domingo llega; Ranma-h se dispone a salir, pero Akane le llama, ofreciéndole un clavel; "Es un poco tarde para el día de la madre, pero se lo puedes dar."; Ranma-h se gira ruborizado, dándole las gracias. "¡Hasta luego!", se despide; Akane le devuelve el saludo; Ranma-h sigue saludando; y Akane; y Ranma-h; y Akane. "¡Largo de una vez!", le dice Akane; pero Ranma-h muestra una duda: "Es que así de repente no sé si sabrá que soy su hijo."; Akane le cuenta lo que Nodoka dijo en la conversación que tuvo con ella: "Hemos pasado mucho tiempo separados, pero es mi hijo. Seguro que sabré reconocerlo."; Ranma-h parte con la última frase de Akane en sus oidos: "¡Tranquilo! ¡Tu madre te está esperando con ansia!".
Pero alguien se planta ante él; "Si quieres pasar tendrá que ser por encima de mi cadáver.", le reta Genma; "Si tanto deseas ver a tu madre, ¡tendrás que derrotarme!"; y Ranma-h se lo quita de encima de una patada. "¡Espera! ¡Un poquitín de respeto, niño!", suplica Genma mientras su hijo le ignora siguiendo su camino; "¡Imagina que alguien te echa agua!", le dice Genma; "¡No va a pasar!", replica Ranma-h... justo cuando la viejecita del barrio lo rocía de agua; "¿Y si se revienta una tubería?", insiste Genma mientras Ranma-m se remoja en agua caliente; "¡Anda ya!", contesta Ranma-h... justo cuando un obrero revienta una tubería junto a ellos; "¡Puede que un transportista de peces de colores tropiece ante ti...!", vuelve a decir Genma con Ranma-m remojándose; "¡Eso no existe!", tercia Ranma-h... justo cuando un transportista de peces tropieza frente a él. "¡Tu padre no quiere que te veas obligado a hacerte el seppuku!", grita finalmente Genma, cogiendo a su hijo, atándolo y echándolo al canal; "¡Desgraciado!", le grita Ranma-h.
Nodoka espera en el parque; "Sí que tarda...", piensa; el panda está también en el parque preparando un cartel: "Señora, Ranma no va a venir"; pero un pie pisa el cartel, y al alzar la mirada el panda ve a una furiosa Akane: "¡Maldito! ¡Imaginaba que haría algo así!". Pero un grito de Nodoka les distrae: "¡Ranma!". Nodoka corre emocionada, ante la alegría de Akane y el terror del panda... para ir a abrazar a un chaval de pelo rapado y gafas: "¡Eres igual que tu padre!", exclama Nodoka, ante la extrañeza del chico y la sorpresa de Akane y el panda. "¡Ese no es, señora!", la corrige Akane; "¡Ranma no se parece a su padre...!"; "¡No, no me lo digas!", insiste Nodoka, "¡Seguro que lo reconozco!"; aunque ahora Akane ya no se lo cree tanto.
Una figura aparece corriendo; Akane reconoce a su prometido que llega a toda prisa, pero el panda distrae a Nodoka: "¡Es Ranma!", pone en un cartel, y señala en dirección opuesta. "¡Ranma, por aquí!", llama Akane; "¡Señora, es Ranma!", grita Akane alegre al llegar Ranma-h... pero al girarse ve que Nodoka ha desaparecido. "¡Esto es el colmo! ¡La encontraré y me presentaré ante ella pase lo que pase!", piensa Ranma-h, mientras Akane le llama señalando a Nodoka y al panda, que corren por los tejados.
Escenas inolvidables: la bonita escena de despedida en la que Akane le da el clavel a Ranma-h.
Justo cuando una camarera tropieza y derrama los zumos sobre Ranma-h; Nodoka se separa y ve a Ranma-m; "¿Ranko?"; "¡Ja, ja! ¿Qué ocurre, señora?", disimula Ranma-m; "Lo siento, me he confundido.", se disculpa apurada Nodoka. El panda toma ahora la iniciativa: "¿Tantas ganas tiene de conocer a Ranma?", pone en un cartel; "¡Claro que sí!", responde Nodoka sin vacilar; y el panda saca una tetera y trata de mojar a Ranma-m; "¿Qué pretendes?", pregunta Ranma-m; "Si aprecias tu vida sal de aquí", responde el panda. Y Ranma-m le rompe la tetera y ambos inician un ataque de agua caliente, mientras Akane se lleva fuera a Nodoka.
En la puerta del café, Nodoka parece triste: "Akane, ¿no será que Ranma no quiere verme?"; "¡Sí que quiere!", responde Akane; "Es que llevo tanto esperando y no ha venido...", se queja Nodoka, mientras Akane piensa que realmente sí ha venido. Dentro del café, Ranma-h se encara a su padre: "¡Maldito cobarde!"; "¿No tienes miedo del seppuku?", le recrimina su padre; "¡No!", contesta convencido Ranma-h; "¿¡Estás dispuesto a rajarte el vientre?"; y Ranma-h le pega un remojón a su padre: "¡Voy a ver a mi madre y mostrarle toda mi masculinidad!", grita saliendo.
Mientras, Nodoka sigue hablando con Akane; "¿No será que algo se lo impide? ¿No será...?", y comienza a sacar la katana y la desenvaina, "¿... que no es un hombre hecho y derecho?". Y justo entonces sale Ranma-h y el filo de la katana sega el clavel de regalo, haciendo que Ranma-h se pegue un susto de muerte y que Akane se quede lívida. "¡No! ¡Qué tonterías!", ríe Nodoka envainando mientras Ranma-h vuelve a entrar para remojarse. "¿Qué te ocurre, Ranko?", la llama Akane entrando; "Con una mentira tan mal buscada se me verá el plumero pronto, y no quiero decepcionar a mi madre.", responde Ranma-m; "Vamos, que el seppuku te da miedo.", le responde cínicamente Akane, mientras el panda saca un cartel de "¡Este es mi hijo!".
Nodoka llama desde la puerta; "Akane, me marcho. Seguro que Ranma es un hombre hecho y derecho; confío en él."; y se despide, alejándose con una sonrisa amarga. Akane, Ranma-m y el panda la ven alejarse con una cierta pena; "Ranma...", llama Akane; "Siento haberme metido. Tu madre parecía con tantas ganas de conocerte, pero comprendo que te dé miedo el seppuku. No te echo la culpa."; "¡¿Y qué estás haciendo?!", replica malhumorada Ranma-m. Mientras, a Nodoka le están aflorando las lágrimas, y mientras se las enjuga entra sin darse cuenta a las obras de unas termas; "Ranma... tenía tantas ganas...", murmura sollozando; y sin percatarse se sienta sobre la válvula del agua...
Un ruido llama la atención del barrio entero; un chorro de agua caliente se eleva ante la sorpresa de los vecinos y de Ranma-m, Akane y el panda; y Ranma-m ve una figura familiar elevarse en el agua y caer. "¡Madre!", grita, y salta hacia el chorro de agua caliente. "¡Madreeee!", vuelve a gritar Ranma-h, y Nodoka despierta de su inconsciencia sintiendo una mano que coge la suya. "¡Madre!", vuelve a llamar Ranma-h sosteniéndola; "¿Ranma?", llama Nodoka aún incrédula; "¡Madre!", vuelve a responder él. "¡¡Ranma!!", grita Nodoka abrazando al fin a su hijo; "Madre...", llora Ranma-h respondiendo a su abrazo; Nodoka vuelve a caer desmayada, mientras su hijo piensa: "Madre, al fin puedes conocerme...".
En el solar, Ranma-h aún sostiene a su madre en brazos, rodeado por Akane y el panda; "Me pregunto si mi madre se sentirá decepcionada al conocer quién soy en realidad..."; "Nada de eso. Has estado muy masculino.", responde Akane emocionada. Nodoka empieza a murmurar; "Madre...", la llama Ranma-h... y una inoportuna nube se forma sobre ellos descargando un chaparrón. Nodoka se despierta y ve a Ranma-m sosteniéndola; "Ra...", llama Nodoka, mientras Ranma-m agacha la cabeza dolida... "¡Ranko! ¿Me has salvado tú?". Ranma-m no sabe que decir; "Vaya, ha sido un sueño...", murmura Nodoka; "¿Un sueño?", preguntan intrigadas Akane y Ranma-m. "Ranma venía a salvarme... ¡y era tan masculino!", dice sonriendo y con el rostro iluminado. "¡Señora! La verdad es...", dice Akane, pero Ranma-m la hace callar con un gesto; "Déjalo así, que crea que ha sido un sueño.". Nodoka se despide con una sonrisa de enorme satisfacción mientras Ranma-m piensa en una promesa: "Algún día volveré a ser un hombre hecho y derecho. Madre, ¡acuérdate del sueño de hoy!".
Pero ante cada visita de Nodoka, Ranma-h y Genma volvían a ser Ranko y su panda.
Escenas inolvidables: os juro que cada vez que veo la escena en que Ranma-h rescata a Nodoka y se abrazan me emociono un montón...
En el "Cat Cafe", Colonia ha hecho limpieza y ha dejado un montón de viejas joyas sobre la mesa; "¡Un montón de joyas mucho bonitas!", dice Shampoo. "Puedes coger la que quieras.", le responde la bisabuela yéndose; Shampoo ve una cajita y la coge intrigada al ver que está sellada, pero el cierre se quiebra y deja al descubierto un broche que Shampoo se pone ilusionada.
A la mañana siguiente, Ranma-h y Akane van a la carrera hacia clase, y Shampoo cae con su bicicleta sobre Ranma-h; "¡Otra vez tú!", se queja Ranma-h, mientras Akane dice que sigue para adelante; "¿Qué hacer a mis pies, Ranma?", pregunta Shampoo cortante; "Si nada, querer, ¡fuera de mi vista marchar!", le grita dándole un puñetazo que lanza a Ranma-h hasta el Fûrinkan, ante la sorpresa de Akane que lo ve caer. "¿Ha pasado algo con Shampoo?", le pregunta Akane en clase; "Te habrás negado a concederle una cita...", sugiere; "Shampoo no es como tú; no se enfada por una chorrada así.", responde Ranma-h, y Akane le da un golpe: "¿Cuándo te he pedido yo una cita?".
A la salida de clase, Ranma-h y sus compañeros van al "Cat Cafe" a almorzar, pero Shampoo mira con desprecio a Ranma-h. "Buenas, Shampoo.", saluda Ranma-h, pero ella le ignora; "De servicio estar.", responde cuando Ranma-h insiste. "¿Por qué estás enfadada? ¿De qué vas?", pregunta Ranma-h agarrándola del hombro... y Shampoo se vuelve hecha una furia y empieza a abofetearle sin piedad: "¡No pasarte, pulpo!". Los compañeros de Ranma-h miran con asombro, y el propio Ranma-h, al caer tras la paliza de Shampoo, está anonadado por la fría mirada de la guerrera china; "¿Qué pasa? ¿Por qué me mira tan friamente?", piensa Ranma-h. Y Mousse aparece sobre su cabeza: "¡Qué mirada tan pastosamente helada! La he tenido que soportar toda mi vida; soy el más indicado para hablar de ella. ¡Ranma, te odia cien, que digo, doscientas veces más que a mí!"; y Ranma-h está incrédulo. "¿Por qué?", se pregunta.
"¿Qué cosa rastrera le has hecho a Shampoo?", pregunta uno de sus compañeros, y Ranma-h se gira y ve a toda la gente del Fûrinkan allí; "¿De qué vais?"; "Es que con el shock hemos avisado a toda la clase.", se disculpan. Akane también parece intrigada; "¿Sabe usted algo?", le pregunta a Colonia. Y Colonia se fija en Shampoo y entonces se da cuenta de su broche: "¡La joya cambio de temperamento! Una joya que controla el amor y el odio. Si se pone del derecho la persona gana en amor, ¡pero puesta del revés la convierte en odio!", piensa Colonia; "¿Cómo se la di sin pensar en las consecuencias?", se arrepiente la vieja mientras Akane la mira extrañada.
Aquella noche, Akane cura las magulladuras de un callado Ranma-h; "¿Estás dolido por lo de Shampoo?", le pregunta; Ranma-h hace como que no le da importancia; "Estoy frío con ella desde hace la tira. Mejor que me odie..."; pero Sôun y Nabiki llegan incrédulos: "¡¿Que Shampoo te ha plantado?!". Y a Ranma-h se le rompe algo por dentro; "¿Qué ha sido ese ruido?", pregunta Akane con algo de guasa.
"¿Que yo estoy tocado? ¡Un rábano!", piensa Ranma-h, pero cita a Shampoo sobre un tejado. "¿Por qué citarte aquí conmigo has hecho?", pregunta Shampoo con enojo y desprecio; "Mira, me resigno a que me odies, ¡pero dime por qué!", protesta Ranma-h. Shampoo ladea la cabeza con desprecio, llama a Ranma-h, se acerca a su oído... y le pega un grito ensordecedor. Y acto seguido le pega una paliza: "¡Porque sí te odiar! ¡Nunca más querer verte! ¡¿Entendido, pedazo de escoria?!", y lo lanza al infinito de un puñetazo. Y mientras cae, Ranma-h aún se pregunta el por qué, mientras Colonia mira a su bisnieta desde lejos. "Esa joya es terrible.", piensa, "Pero de lo perdido saca lo que puedas. Si le persiguen, huye. Pero si huyen de él, persigue. Así es mi yerno.".
Sobre el tejado de los Tendô, el magullado Ranma-h lanza su grito de guerra: "¡Te acordarás de esto, Shampoo! ¡Tarde o temprano volverás a prendarte de mí como me llamo Ranma!". Y en la cocina, Kasumi se pregunta qué ha sido ese grito mientras Akane rompe un plato con sus manos del ataque de celos que le ha dado.
Escenas inolvidables: Ranma-h congelado por la mirada de Shampoo y cómo se lo toma Akane cuando escucha el "grito de guerra" de Ranma-h.
Shampoo está barriendo en el exterior, alegre por el bonito día. Colonia está por dentro, y de repente ve la joya de cambio de temperamento; "Esa Shampoo... ¡tengo que ponérsela antes de que venga el yerno!". Pero Ranma-h aparece, elegante y con el ramo, y llama a la chica: "¡Hola Shampoo! Tan guapa como siempre."; "¡Ranmaaaa!", exclama Shampoo entusiasmada. "La belleza de estas rosas queda ofuscada por tu resplandor.", dice Ranma-h ofreciendo el ramo, que Shampoo acepta con una sonrisa: "¡Contenta soy!". Ranma-h está alucinando; "Bueno, sobre lo de ayer..."; "¿Qué?", pregunta Shampoo; "Es que... como sin más me dijiste que me odiabas...", murmura Ranma-h volviéndose, momento que Colonia aprovecha para colocar el broche sobre Shampoo, que nota crecer el odio. "¡Da igual! ¡Me marcho...!", se despide Ranma-h... pero la furiosa Shampoo lo agarra: "Si podrás comprarme con un miserable ramo de flores crees... ¡de rabo a cabo equivocarte!", y le pega una paliza de espanto y acaba lanzándolo al infinito.
Mousse ha visto la escena y piensa que hay gato encerrado; "¡Mono reseco!", llama, y Colonia le da un buen golpe. "¡Puedes engañar a todo el mundo, pero conmigo no cuela! ¿Qué le has hecho a Shampoo?". Colonia le cuenta lo de la joya; "Como Shampoo se lo puso del revés, ahora odia al yerno."; pero Mousse ve algo más: "Así que Shampoo, siempre tan fría conmigo, ahora...", y se lanza a abrazarla... recibiendo una paliza. "Qué bien, parece que no te odia tanto.", se burla Colonia, y moja al inconsciente Mousse, metiendo a Mousse-pato en una jaula: "No me gustaría que revelaras el secreto de la joya; sobre todo al yerno; quiero que corteje a Shampoo.".
Y Ranma-h ya está buscando consejos para ligar en una revista en mitad de clase. Primer consejo: "Para abrir el corazón de una mujer hay que hacer que se ría."; Akane lo mira celosa, llamándole idiota mentalmente. Primer ataque; Ranma-h cae sobre la bicicleta de Shampoo, que va de reparto; "Tengo ganas de verte reír, y tengo un chiste. Van dos y se cae el de enmedio."; "Si querer hacerme reír, ¡de mi vista desaparecer!", grita Shampoo mandándole de una patada al infinito.
Segundo consejo: "Hazle sentir celos.". Segundo ataque; Ranma-h propone a Akane volver juntos a casa, cogidos de la mano, y pasando por el "Cat Cafe", algo que Akane no se explica; Shampoo pasa con su bici y Ranma-h la saluda mientras se arrima a Akane... pero Shampoo pasa de largo; "Mierda.", murmura Ranma-h, y entonces se da cuenta de que Akane está ardiendo: "¿Así que Shampoo te hace tilín?"; "¡No, tú no te tienes que poner celosa!", protesta Ranma-h; "¡No estoy celosa!", grita Akane dándole una tunda.
Tercer consejo: "Despierta su instinto maternal y dale pena.". Tercer ataque; "En mi estado actual no hay problema.", piensa el magullado Ranma-h que se arrastra sobre una vara; Shampoo aparece en su bicicleta y Ranma-h empieza a murmurar: "Siento que tengas que verme así. Pero no te apiades de mí..."; y efectivamente no se apiada y pasa sobre él, haciendo que los niños y perros se rían de él y provocando el instinto maternal de las marujas que vuelven de la compra.
En casa de los Tendô, Sôun interroga a Ranma-h: "Me han dicho que persigues a Shampoo."; "Toda la escuela habla de lo mismo.", confirma Nabiki. "Está en juego mi honor.", argumenta Ranma-h, pero Nabiki le replica: "¡Shampoo sólo estaba colada por ti por las normas de su etnia de casarse con alguien más fuerte que ella!". "¡Ya lo tengo!", exclama Ranma-h.
A la mañana siguiente, Ranma-h vuelve a parar en su ruta a Shampoo. "¿Otra vez?", pregunta ella; "Las normas de los pueblos son muy estrictas.", le recuerda Ranma-h, "¡Te reto a un duelo!". Shampoo hace crujir su puño murmurando: "Profundamente odio... ¡a los hombres plastas!". Shampoo inicia un impetuoso ataque en el que Ranma-h retrocede esquivando sus puñetazos hasta que Shampoo impacta en un muro; Ranma-h aparece tras ella y detiene su último golpe, arrinconándola contra la pared. "Te he ganado.", sonríe Ranma-h, "Así que deberás decir que te gusto."; Shampoo gira su rostro, con los ojos inundados de lágrimas; "Hacer lo que quieras conmigo... sin embargo, ¡aunque mi cuerpo conseguido has, nunca con mi alma poder!", le grita. Y Ranma-h se espanta, y toda la gente del Fûrinkan que ha aparecido a su espalda se escandaliza: "¡Ranma pretende poseer a Shampoo por la fuerza! ¡Nunca habría imaginado que Ranma fuera así!"; y Shampoo sigue con su numerito de víctima mientras Akane mira incrédula desde lejos y Nabiki hace un comentario sarcástico: "Yo diría que Shampoo le hace más que tilín a Ranma.".
Sobre un tejado, Ranma-h está maldiciendo su suerte; "¿Por qué me tienen que pasar estas cosas?", piensa. Y Colonia aparece junto a él: "Te veo preocupado...", le dice riendo.
Escenas inolvidables: todos los intentos de Ranma-h por ligarse a Shampoo son memorables, pero sobre todo cuando la vence en la pelea final.
En el Fûrinkan, el rumor se ha extendido como la pólvora: "¡Shampoo le ha dado calabazas a Ranma! ¡Y él sigue tras ella!". Las miradas de algunos se dirigen a Akane, que está pensativa. "Aquí hay gato encerrado.", piensa; "El cambio de Shampoo ha sido poco natural; puede que le hayan tendido una trampa.". Y en ese instante, Ranma-h, sobre el edificio del Fûrinkan, piensa sobre lo que le ha dicho la bisabuela: "Si quieres que Shampoo te diga que te quiere, debes decirle tú primero que te gusta. Así ganas perdiendo."; "Algo muy fácil, ¿no?", piensa Ranma-h.
En el "Cat Cafe", Colonia le da la noticia a Shampoo; "¿¡Que Ranma venir a declarárseme!? ¡Entrarme escalofríos sólo de pensarlo!", grita la chica. Colonia se da cuenta y le quita el broche con el bastón, con lo que el gesto de Shampoo cambia: "¿¡Que Ranma venir a declarárseme!?", dice alegre; "Cuando confiese su amor, haremos la ceremonia.", dice Colonia, mientras Shampoo se muestra ya extasiada con la perspectiva de la boda. Pero Mousse-pato sale volando arrastrando su jaula y pasa entre ellas, momento en el que Colonia se da cuenta: "¡Maldito Mousse! ¡Me ha cogido la joya!".
En el Fûrinkan, Mousse habla a la estatua del director: "¡Akane Tendô! ¡Apenas nos queda tiempo!"; "¿A quién hablas?", le grita Akane. Mousse le explica a Akane el comportamiento de la joya del cambio de temperamento; "Así que Shampoo se la puso al revés y se volvió así. ¡Hay que decirle la verdad a Ranma!", dice Akane. Pero una lluvia de cartas empieza a caer sobre el Fûrinkan ante la sorpresa de ambos; el texto sorprende aún más: "Invitación: ¡Ranma Saotome confesará su amor por Shampoo!".
Ranma-h está sobre la rama de un árbol, aún pensando. "Si me declaro y ella no me hace caso, habré perdido. Puede que yo... ¡no sea tan atractivo como pensaba!", reflexiona. Unas espátulas que caen sobre él le sacan de sus pensamientos, y al esquivarlas ve a Ukyô, mostrando indignada una de las invitaciones: "¡¿Qué es esto?! ¡No puedo creer que pases de tu prometida y vayas a declararte a Shampoo!". Mousse y Akane observan la escena tras unos matorrales.
Ranma-h se acerca a Ukyô y se pone serio: "Utchan, ¿yo te gusto?"; Ukyô se queda de piedra, mientras Akane y Mousse experimentan un mosqueo considerable; "Es importante para mí. Sé sincera.", insiste Ranma-h con su penetrante mirada. Ukyô se ruboriza y gira la cabeza: "Pu... pu... pues claro que me gustas...", y se vuelve y empieza a abofetearle: "¿Cómo puedes preguntarle algo así a una mujer? ¡Idiota!", y lo lanza de un espatulazo contra el árbol, tras lo cual huye avergonzada. Ranma-h ríe; "¡Lo soy! ¡Sí soy atractivo! ¡Ahora verás, Shampoo! ¡Te obligaré a confesar que me quieres!". Mousse y Akane no se lo pueden creer: "¡Está ido!"; "¿Pretendes jugar con los sentimientos de Shampoo? ¡Te daré una paliza!", grita Mousse; "Adelante.", aprueba Akane... pero un cubo de agua cae sobre Mousse y un conocido bastón golpea a Akane dejándola inconsciente. Colonia mira a Akane: "No tengo nada contra ti.", y dirige su mirada a Mousse-pato cogiéndole del pescuezo: "Tú eres una amenaza, así que te haré dormir un rato.".
Ranma-h se está poniendo un smoking de alquiler ante la mirada de Kasumi y Nabiki. "¡Listo para la batalla!"; "¿Te vas a la guerra?", pregunta sarcástica Nabiki; "¡El amor es la guerra!"; Sôun, llorando, se abraza a él: "¡Abandona esta guerra inútil...!"; "¡No se preocupe!", asegura Ranma-h, y se va botando por los tejados ante la incrédula mirada de los Tendô. En el "Cat Cafe" están todos los compañeros y compañeras de Ranma-h, preguntándose si esto irá en serio; Colonia mira satisfecha el panorama; "Ya tenemos los testigos.", murmura, y se dirige a Shampoo que está arreglándose para la ceremonia; "Hasta que el yerno no se haya declarado, ni se te ocurra sonreír, ni hablar. Cuanto menos afecto muestres, más se declarará mi yerno.".
Ranma-h corre hacia el "Cat Cafe"; Colonia y Shampoo esperan expectantes su llegada. En el almacen de equipamiento del Fûrinkan, Mousse-pato no para de cúar para tratar de despertar a la inconsciente y maniatada Akane.
Escenas inolvidables: el vanidoso Ranma-h viendo su ego recompensado tras preguntar a Ukyô si es atractivo.
"¡No, Ranma! ¡Es una trampa!", exclama Akane saliendo de su letargo. Akane se ve atada en la sala de equipamiento, junto a Mousse-pato, y recuerda lo sucedido; Mousse-pato no para de cúar alarmado, pero Akane recuerda la decisión de Ranma-h y toma una determinación: "¡Paso de ir a salvarle! ¡Me importa un pimiento lo que le ocurra!"; y Mousse-pato la mira entre sorprendido y desesperado.
"¡Shampoo!", llama Ranma-h al entrar al "Cat Cafe". Shampoo está sobre una especie de columpio grande suspendido a unos metros del suelo. Ranma-h salta a su lado, mientras Shampoo evita mirarle. "He venido a decirte algo importante. Sólo te lo diré una vez. Así que escucha bien."; y todos permanecen expectantes... Pero Ranma-h ve sobre ellos una bola y una cuerda colgando; "¿Qué es esto?", pregunta tirando de la cuerda. La bola se abre dejando caer confeti y la pancarta de "Felicidades", que Colonia retira de inmediato. El sorprendido Ranma-h vuelve a empezar: "Tengo algo importante que decirte. Sólo te lo diré una vez, así que escucha bien. ¡Tú me...!"; pero Shampoo no resiste la tentación de mirarle con tal pasión que Ranma-h se siente abrumado; "¿Qué significa esta tórrida mirada?", piensa. Y en su abrumación se separa tanto de ella que desequilibra el columpio y ambos caen sobre una mesa de la que huyen testigos a otras mesas.
Ranma-h está cada vez más extrañado. De repente, un filo casi le corta y apenas logra esquivarlo; "¡Ranmaaaa! ¡No consentiré que te declares!", grita Sôun persiguiéndolo en su armadura samurai, hasta que Colonia interviene dejándolo fuera de combate. "Disputa tu batalla ahora que nadie lo impide.", le ordena la bisabuela. "¡Shampoo!", vuelve a gritar encarándose a la chica...
Mousse-pato no para de cúar deseperado a Akane; "¡Pesado! ¡No iré! Que Ranma no se haya dado cuenta de que la frialdad de Shampoo es por esa joya... ¡No se lo perdono! ¡Odio a ese desgraciado!". Pero Mousse-pato saca de debajo del ala su última arma: la joya. Y con ella en el pico, se lanza hacia Akane...
Ranma-h sigue a lo suyo: "A ver, sólo te lo diré una vez..."; bajo las mesas se hacen cruces; "¿Cuánto llevamos?"; "57 minutos."; "Me duelen los riñones...". Ranma-h sigue: "¡Verás, tú me..."; "¡Dilo!", piensan todos a la vez; "gu...". Y de repente se oye algo inesperado: "¡Ranma, te quiero!".
Akane se ha puesto entre Shampoo y Ranma-h, y vuelve a repetirlo: "Te quiero.". Todo el mundo sale haciendo volar las serpentinas, aunque todos se muestran confusos por lo que ha pasado; "Parece que al final Akane se ha declarado a Ranma."; Akane abraza a Ranma-h mientras él mira incrédulo a su alrededor y Shampoo mira con odio a Akane. "¡Qué alegría! ¡Todos lo han oído!", exclama Akane, mientras Ranma-h aún se pregunta qué pasa y Colonia maldice su suerte: "¿Qué significa esto?", y de repente lo ve en el cuello de Akane: "¡La joya que cambia el temperamento! ¡Y está en la posición que alimenta el amor!".
Akane no deja de hacer carantoñas a Ranma-h ante su incredulidad; "Soy tonta. No sé por qué estaba enfadada contigo."; y lo mira con una dulzura tal que Ranma-h se queda prendado; "No lo olvides, Ranma, ¡yo soy la persona que más te quiere en el mundo!". "¿En serio?", dice Ranma-h ruborizado inclinándose ante ella. Y Shampoo le pega un rodillazo a Ranma-h y empieza a berrear: "¡Yo le querer más, mucho más que tú!"; y de repente se da cuenta: "¡Oh, no!". Akane sonríe alegre y le sacude las manos a Ranma-h: "¡Felicidades! ¡Por fin Shampoo ha dicho que te quería!"; "¿Y te alegras por algo así?", pregunta incrédulo; "¡Me encanta mi Ranma, siempre tan atractivo!".
Ranma-h se ruboriza y aparta su mirada; "Bueno, quizás me había excedido... En esto del amor no hay batallas que valgan."; todos miran extrañados su cambio de actitud, y Colonia aprovecha para quitarle el broche a Akane. Ranma-h vuelve a dirigirse a Akane: "La verdad, creía que eras una chica retorcida, pero veo que tienes un gran..."; y Akane lo coge del cuello: "¿¡Qué narices estás diciendo, pedazo de impresentable!?", le grita tirándolo a través del techo.
Ranma-h se recupera en el hospital vendado en plan momia, rodeado por Akane, Colonia, Ukyô y Shampoo. Sus compañeros que llegan de visita no pueden reprimir su envidia: "¡Tanto éxito con las mujeres!".
Escenas inolvidables: ¡como cambia Akane bajo el efecto de la joya!
A la mañana siguiente, un grito ahogado se oye en casa de los Tendô. "¡Ranma!", grita Happôsai remojando al dormido Ranma-h. "¿Qué haces?", contesta Ranma-m chafándolo contra el suelo. El viejo empieza a tirarle papeles recortados en forma de ropa interior: "¡Tú debes de tener algo que ver con esto!". "¿Y estos papelajos?", pregunta Ranma-m; y Happôsai cuenta como fue a "entrenarse" la noche pasada a una residencia femenina y que la ropa capturada ha desaparecido; "¿Dónde la has escondido?", inquiere el viejo; "¡Y a mí que me cuentas!", replica Ranma-m. "Entonces la estarás usando...", dice Happôsai abrazándose a su pecho, y Ranma-m lo manda al infinito.
Una semana después, de camino al Fûrinkan, Ranma-h y Akane comentan lo raro que está el viejo. Mañana tras mañana, los papeles toman el sitio de la ropa interior. "Le veo muy desmejorado.", comenta Akane observándolo; "¿Qué hace por la noche?", pregunta Ranma-h; pero el viejo se acerca libidinoso a Akane: "¿Estará aquí mi ropa interior?". "Estamos muuuuy preocupados.", vuelve a decir Akane estampándole contra el suelo.
Entonces aparece un éter en forma de sujetador flotando en el aire, y el viejo empieza a seguirlo ante la mirada preocupada de Akane y Ranma-h. La persecución les lleva hasta la residencia femenina, que ahora aparece nueva y reluciente. "Esto es muy raro. Hace años que está abandonada.", comenta Akane; pero Happôsai ya se ha puesto a coger las prendas que hay colgadas en el balcón; hace su hatillo y se va con él cargado a la espalda, pero unas enormes bragas aún quedan colgadas en el balcón. Las bragas se iluminan y vuelan hacia Ranma-h y Akane; "¡Una de las misiones de los guerreros es acabar con los monstruos! ¡Así que muéstrate como eres!", grita Ranma-h.
Y tras las enormes bragas aparece la cara de una señora mayor y gordota; "Hola, ¿quieres mis bragas?", pregunta. Ranma-h se queda de piedra y retrocede. "Bragas.", vuelve a ofrecer el espíritu; Ranma-h niega con la cabeza. El espíritu cuenta su historia: "Yo era la encargada de esta residencia. Alguien robaba la ropa interior de las chicas, pero la mía nunca se la llevaban. ¡Y me morí sin que lo hicieran!", llora. "¿Así que no podrá descansar en paz hasta que alguien robe su ropa interior?", pregunta Akane con incredulidad.
El espíritu vuelve a ofrecerlas a Ranma-h que niega otra vez con la cabeza. "¡Si no hay nada más desagradable!", insiste Akane; "¿Ha ti te las han robado? ¡Que raaaabiaaaaaa!", llora el espíritu. "Incluso lancé una maldición para que me las robara. El viejo no pasará de esta noche.", comenta la encargada; "¿¡Qué significa esto, señora!?", grita alarmado Ranma-h, y el espíritu le amenaza: "¡Si no me llamas 'encargada' te pongo las bragas por sombrero!". Y luego explica: "La ropa que ha robado esta semana refuerza la maldición. Sólo hay un modo de salvarle.".
Y así se lo dice Ranma-h poniendo al viejo ante las enormes bragas. "Yo paso.", dice Happôsai; "Si no las robas te mueres.", trata de razonar Ranma-h; "¡No las quiero! ¡Róbalas tú!"; "¡No serviría!", protesta Ranma-h, pero aparece el espíritu: "Me da igual quien las robe.". Y los tres se miran. Ranma-h empieza a pelear con Happôsai; "¡Es tu problema!"; "¡Está en juego la vida de tu maestro!", replica el viejo; "¡No las robaré ni muerto!", grita huyendo, y lanzando un happôcírculo vicioso que explota en las narices de Ranma-h.
"¡Ven aquí! ¡Ahora las robarás como me llamo Ranma!", grita Ranma-h persiguiéndole. Happôsai adopta su actitud de viejo apesadumbrado: "Soy un pobre anciano... ¡deja que me vaya tranquilamente al otro mundo!", y comienza a hacer el pillaje de ropa por todo el barrio. Hasta que Ranma-h consigue arrebatarle el hatillo y huir con él mientras Happôsai lo persigue furioso.
El viejo acaba en la residencia, donde las prendas robadas cuelgan en el balcón; "¡Aquí están!", grita entusiasmado volviendo a cogerlas. Ranma-h, Akane y el espíritu miran desde un rincón; "Has caído.", piensa Ranma-h; "¡He camuflado las bragas de la encargada entre el resto de bragas y sostenes!". Akane nota que está amaneciendo y que queda poco tiempo. Happôsai va a echarle mano a las bragas; todos miran expectantes... pero el viejo se percata y despliega las enormes bragas antes de cogerlas: "¡De poco me ha ido!".
Ranma-h le pega un golpe; Akane apremia: "¡Está a punto de amanecer!". El espíritu llora: "No podré descansar en paz. Y el viejo se convertirá en un alma errante que robará ropa interior todas las noches.". Y tal es el escalofrío que recorre a Ranma-h y Akane que Ranma-h coge el hatillo del viejo y lo mete en las bragas: "¡Y un jamón!", exclama. Happôsai arranca las bragas con el hatillo en su interior por reflejo: "¡Esto es mío!". El espíritu lo ve y grita alegre: "¡Ahhhhh! ¡Un ladrón de ropa interior!", y sale volando hacia el paraíso mientras Happôsai ha quedado petrificado y Ranma-h y Akane lloran del alivio.
Nuevos personajes: El espíritu de la encargada.
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