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Ranma-m se arrodilla abatida ante la tremenda sima; "Mi única esperanza de recuperar mi hombría...", se lamenta Ranma-m. "Hacer que me enervara y disparara mi energía ha sido mala idea. El monte Hôrai se va a desplomar por mi vuelo del dragón.", murmura Herb; "Es imposible recuperar la tetera.", afirma. Y de repente la tierra vuelve a moverse y la sima comienza a cerrarse, ante la mirada alarmada y desesperanzada de Ranma-m.
Y justo entonces llegan corriendo Lime y Mint, recriminando a Ryôga y Mousse: "¡Eh! ¡Allí no había ningún pecho grande!". Ryôga actúa rápido: coge a Lime y se lanza con él a la sima: "¡Venga forzudo, ayúdame!". Lime queda sosteniendo las dos paredes de la sima, evitando su cierre; "¡Ryôga!", llama Ranma-m. "¡Yo recuperaré la tetera desfijadora! ¡Tú encárgate de Herb! Así estaremos en paz.", le replica Ryôga mientras se lanza al vacío. Ranma-m decide confiar en su amigo y se encara a Herb.
"He conseguido contrarrestar tu ataque del dragón ascendente. No tienes más cartas que jugar.", sonríe Herb. "Aún me queda una...", piensa Ranma-m; "El poder de la energía de Herb es capaz de desgajar la tierra, pero en el aire toda la zona rebosa de la energía caliente que despide... si consigo que gire...", y comienza a trazar la espiral ante la mirada sorprendida de Mousse y la jactancia de Herb, que piensa en volver a usar el truco de inyectar energía fría.
Mientras, Lime apenas puede aguantar la presión de las paredes y Mint le lanza unas cuerdas para ascenderlo; "¡No lo resisto más...!", grita Lime en medio de su sufrimiento... y la sima se cierra justo en el instante que Mint lo empina. "¡Ryôga!", exclama Mousse mirando la cerrada grieta, y vuelve a gritar el nombre de su amigo mientras Lime y Mint expresan su pesimismo... y el suelo estalla al grito de una voz familiar: "¡Punto de presión desmenuzante!". Un chorro de agua caliente sale despedido hacia el infinito ante la sorpresa de los hombres-bestia. Ryôga sale del subsuelo portando la tetera: "¡Ranma! ¡Métete en este chorro! ¡Está calentado con la tetera desfijadora!". Mousse y Ranma-m gritan de alegría al ver sano y salvo a su compañero, pero Ranma-m no puede parar en mitad de la espiral: "¡No puedo dejar este ataque a medias!", grita haciendo caso omiso de las provocaciones de Herb; y lanza su ataque: "¡Ataque del dragón ascendente!", y entonces Herb saca su energía fría, haciendo que sea Ranma-m quien salga despedida hacia el tornado.
Ryôga y Mousse se sorprenden al ver que el ataque no ha funcionado, pero en el tornado Ranma-m piensa otra cosa: "¡Has caído Herb! No quería utilizar el ataque del dragón ascendente, ¡quería que despidieras energía fría!". El tornado se encamina hacia el chorro de agua y lo atrapa; "¡Se habrá convertido en chico!", grita Mousse.
Mientras, Herb está convencido de su victoria: "¡Demasiado tarde! Ranma ha sido víctima de su propio ataque."; pero un punto en el tornado le llama la atención y ve la figura de Ranma-h acercándose. "¡Vuelve a ser un hombre!", exclaman alegres Ryôga y Mousse.
Ranma-h lanza su ataque definitivo: "¡Chúpate esta! ¡Versión mejorada del ataque del dragón ascendente! ¡El cañonazo descendente del dragón!", grita creando una brutal bola de energía desde sus puños y apuntándola a Herb.
Al borde del socavón, Ranma-h mira como Lime y Mint tratan de reanimar a su rey. "Herb, has sido un rival terrible...", piensa Ranma-h. Por detrás llegan Ryôga y Mousse; los tres sonríen y Ranma-h les habla agradecido: "Gracias a vosotros he logrado volver a ser chico."; "Déjalo, sólo te hemos devuelto el favor...", murmura Ryôga azorado; "Que no, hombre, de veras os estoy la mar de agradecido. Bueno, en parte fue culpa vuestra. Me habéis traído bastantes problemas."; "Lo siento.", trata de disculparse Ryôga; "¡No importa!", ríe Ranma-h, y Ryôga, ya mosqueado, le da un puñetazo: "¿Por qué te pones tan gallito si te hemos salvado el pellejo?"; "¡Si ya te lo he agradecido antes!", protesta Ranma-h, mientras Mousse les pide que lo dejen.
Y la tierra empieza a temblar y el suelo se hunde bajo sus pies. Chorros de agua fría salen del subsuelo transformando a los tres chicos, mientras Lime y Mint siguen tratando de reanimar al inconsciente Herb, que no responde; "¡La montaña está a punto de desplomarse por el impacto!", grita Lime. El suelo se hunde bajo Herb ante la llamada desesperada de sus súbditos; Ranma-m, con P-Chan y Mousse-pato a su espalda, ve como el rey dragón cae al vacío y salta hacia él para cogerlo en brazos... y la montaña entera se cae sobre ellos...
En casa de los Tendô, las noticias de la televisión se siguen con preocupación: "El monte Hôrai acaba de hundirse...", relata el locutor. "Akane, Ranma y los demás habían ido allí, ¿no?", pregunta Nabiki; "Hace semanas que no sabemos nada de ellos. Les puede haber ocurrido algo...", murmura Nabiki; "No te preocupes. Seguro que Ranma vuelve enseguida.", dice Akane tratando de simular optimismo, pero Nabiki parece apesadumbrada. Entonces a Kasumi se le rompe un plato, a Sôun casi se le cae el altar familiar encima y a Genma se le rompe la cinta de las sandalias; "Qué malos augurios...", murmuran, mientras Akane insiste en que no va a pasar nada.
Con la mirada preocupada, Akane mira al infinito desde la puerta de su casa; "Ranma, no tardes en volver...", piensa; "Akane, entra.", llama Kasumi; "Seguro que Ranma vuelve sano y salvo.", murmura la hermana mayor con mal disimulado pesimismo; "Seguro...", contesta Akane cada vez más descorazonada; "Hace frío, métete en la bañera.", le sugiere Kasumi. Akane entra en el baño pensando lo peor: "Quizás le ha ocurrido algo y..."
Y al abrir la mampara se encuentra a Ranma-h, Ryôga y Mousse en pleno baño caliente. Akane se queda parada. "¡¿Qué haces espiando en el baño de los hombres?!", se queja Mousse; "¡Akane! ¡Cuánto tiempo!", saluda Ryôga; Ranma-h tartamudea: "Ho... hola, Akane. Acabamos de volver...". Akane aún no sabe cómo reaccionar, pero se gira enfadada: "¿Pero tú de qué vas?", protesta; "Con lo preocupada que estaba y vas y te metes en la bañera sin decir nada.". Ranma-h sale de la bañera ajustándose una toalla a la cintura; "¡Lo que quería era convertirme en chico para darte la sorpresa!", se justifica Ranma-h; "Lo que tú quieras, ¡pero vístete!", grita Akane dándole la espalda.
Ranma-h empieza a ponerse la ropa mientras masculla una protesta: "Tan bruta como siempre... con el trabajo que me ha costado volver a ser chico. Podrías mostrarte más amable aunque sólo fuera...", le dice girándose mientras Akane también se gira... y se lanza a abrazarle. Ranma-h casi se desmaya al sentir cómo su novia le rodea con sus brazos y queda como muerto; mientras, una lágrima resbala por la mejilla de Akane, que sólo tiene un pensamiento: "¡Bienvenido a casa, Ranma!". Desde la bañera, Mousse cotillea: "Mira eso, Ryôga, no tienen vergüenza."; "¡Yo no veo nada!", grita Ryôga muerto de celos.
En un barco camino de China, Herb aún pregunta incrédulo a sus súbditos: "¿Que Ranma me salvó?"; "Sí, su alteza Herb.", responden Lime y Mint; "Ranma Saotome, puede que al fin y al cabo seas un gran hombre...", piensa Herb. Y una ola cae sobre él, transformándole en mujer; "¡Unos pechos!", gritan alborozados Lime y Mint; "¡Basta ya de hablar de pechos!", exclama exasperada Herb.
En la cabeza de Akane y de todos los Tendô, aquella noche sólo tiene cabida un pensamiento: "Bienvenido a casa, Ranma.".
Escenas inolvidables: El abrazo de Akane a Ranma-h, ¡qué bonitoooooo!
La respuesta está en el despacho del director, el cual está hablando con alguien; "¿Qué me dice miss Ninomiya?", y proyecta una imagen de Ranma-h: "Este es Ranma Saotome, el peor estudiante del instituto. He oído hablar de you, la dominadora de institutos rebeldes, y por eso la he llamado, lady.", dice mirando a la silla donde se vislumbra una figura; "Su única mission será... ¡tumbar a Ranma Saotome!", grita el director... al osito que ocupa la silla. "Ensayo número 45; ¡sí que tarda miss Ninomiya!", se queja el director.
Un suspiro de admiración se escapa de todos los chicos del Fûrinkan al ver entrar por la puerta del patio a una preciosa chavalita. "No lleva uniforme, debe ser una nueva alumna.", murmura alguien. La chica se acerca a los dos amigos de Ranma-h, que sonríen alegres: "Oid chicos...", saluda; y justo entonces va a entrar Ranma-h con su grito de siempre: "¡Llego tarde!"; "¿El despacho del director está...?", pregunta la chica... y Ranma-h le salta sobre la cabeza justo cuando suena la alarma: "¡Lo conseguí!".
"Ranma tío, eres un impresentable.", le recrimina uno de sus amigos mientras Ranma-h carga con la chica escaleras arriba, disculpándose otra vez. Finalmente llega al despacho del director mientras el hombre está acabando otro ensayo más: "Su única mission será, ¡tumbar a Ranma Saotome!". Ranma-h le da una patada y le enseña a la chica: "Traigo a una nueva estudiante."; "What?", pregunta el sorprendido director. Entonces la chica recupera la conciencia y comienza a dar golpecitos a la cabeza de Ranma-h: "¿Cómo te atreves a pisarme? ¡Toma, toma!". Ranma-h se va con sus chichoncitos y la chica sonríe al director: "¡Ya he acabado con uno!". "What? Who are you?", pregunta el director sin dar crédito; "Soy la nueva tutora de primero F, Hinako Ninomiya.". Al director casi le da un pasmo, mientras Ranma-h y sus amigos está anonadados: "Pero si es una cría...". Y mientras el director se sume en la desesperación más profunda al ver que no va a poder acabar con Ranma-h, los tres alumnos y la nueva profesora marchan hacia la clase.
Hinako escribe su nombre en la pizarra y sonríe a sus pupilos: "Bueno, chicos, soy más dura de lo que parece. Los que no se porten bien serán escarmentados."; "¡Vaaaaleee!", responde la clase al unísono. "¡Qué guapa es esta profe!", comenta Akane; "Pues sí.", afirma Ranma-h. Pero un grito en el exterior acaba con la tranquilidad: "¡Devuélvenos los pantaloncitos! ¡Viejo verde!". Naturalmente, es Happôsai que corre con su saco de ropa interior perseguido por la turba de chicas, mientras dice que no es viejo: "¡No veis que llevo el uniforme del colegio!". "Otra vez...", murmura la gente asomándose; "¡Oh, un estudiante rebelde!", exclama Hinako, y salta al vacío: "¡Tú, alto ahí!"; "¡Idiota, que estamos en un cuarto piso!", grita Ranma-h saltando para cogerla en el aire y botar sobre el viejo. La gente de la clase suspira de alivio mientras las chicas le dan una paliza de espanto a Happôsai.
"Maldito Ranma... ¡has vuelto a las andadas y me has arruinado el día!", grita furioso el viejo, irradiando una tremenda energía. "Apártate profe, o saldrás herida.", le dice Ranma-h a Hinako, la cual lo aparta: "¡Los profesores tenemos la obligación de regañar a los estudiantes!"; Ranma-h la aparta entonces a ella, y ella vuelve a apartarlo a él. "¡No seas burra y escóndete tras de mí!", insiste Ranma-h cogiéndola, al ver que Happôsai está sobrepasado de fuerzas; "¡Cómo puedes hablar así a tu profe!", patalea Hinako.
Y el enorme espíritu de lucha de Happôsai se abalanza sobre Ranma-h: "¡Ahora verás!"; Ranma-h salta asustado, pero Hinako no parece inmutarse; "¡Huye Ranma!", gritan Akane y Ukyô desde las alturas. Y Hinako aparta a Ranma-h: "¡Déjame a mí, se me dan bien este tipo de chavales!"; Hinako se encara a Happôsai con una sonrisa: "¡Truco gimnástico de los buenos chicos número uno!", grita mientras porta algo entre sus dedos. "¡Maldad! ¡Ruindad! ¡Dolor! ¡Enfermedad! ¡Diablo!", grita Hinako girando su brazo como un molinete mientras el espíritu de Happôsai se precipita sobre ella. "¡Cuidado estúpida!", grita desesperado Ranma-h.
Y de repente un tremendo fogonazo deslumbra a todos y provoca una ventolera... "Pobrecilla profe... si ese viejo chocho lanza su maléfica aura...", comentan desde arriba. Y entonces ven, completamente atónitos, a Happôsai caer inconsciente. Sobre su cabeza se posa un pie calzado con un zapato de tacón negro, que se prolonga por una larga pierna, culminada en una minifalda que cubre unas caderas y una cintura que sube hacia unos turgentes senos y acaba en la cabeza de una imponente mujer de mirada penetrante y oscuro cabello. "¡Se ha transformado!", gritan todos sorprendidos.
La tremenda mujer en la que se ha convertido Hinako Ninomiya habla a Happôsai: "¿Has escarmentado, chavalín? Acabas de probar el truco gimnástico de los buenos chicos número uno, una técnica secreta del estilo Musabetsu Kakutô conocida como el Happô-ataque de los cinco yenes.". Ranma-h no sale de su sorpresa: "¡De Musabetsu Kakutô!".
Nuevos personajes: Hinako Ninomiya.
Escenas inolvidables: La primera aparición de Hinako en su cuerpo adulto (eso es un cuerpo y no el de bomberos)
Happôsai parece reaccionar; "Hinako Ninomiya... ¿no será la misma chica de aquella vez?", piensa. Mientras, Ranma-h corre con otro pensamiento: "Si logro dominar esa técnica podré hacer que Happôsai muerda el polvo...", y se gira... para ver como Hinako ha vuelto a su estado de niña; "No Ranma, tenemos que volver a clase.", le dice. "Vuelves a ser una cría...", dice Ranma-h acariciándole la cabeza; "¡Soy una mujer adulta!", protesta Hinako; "¿Tiene eso relación con tu técnica?", inquiere Ranma-h; "Eso lo podemos discutir después de clase.", propone Hinako; "¿Me lo prometes?", pregunta ilusionado Ranma-h mientras le coge de las manos.
Al acabar las clases, Ranma-h se despide en un plis de Akane y sale sonriente al patio, saludando a su profesora que también le espera. "Maldito Ranma...", murmuran sus compañeros; "¿Cómo se atreve a ponerle la mano a una mujer mayor que él?"; las chicas llevan su movimiento por otro lado: "¿No vas a pararle, Akane? ¡Es tu prometido!"; Akane no parece muy convencida: "Bueno, yo no...", pero Ukyô la corta: "No opino lo mismo. Creo que a esa mujer también le gusta Ranma."; "¡Pero si es la profe!", dice Akane con apuro; "¡Pues por eso! ¿Qué hay más romántico que un amor que rompa las barreras de la edad?", proclama Ukyô imaginándose la escena de amor prohibido entre Ranma-h e Hinako; y Akane empieza a despertar: "¡No lo permitiré!", proclama.
Shampoo está ultimando su reparto, pensando en una posible cita con Ranma-h, cuando lo ve pasar acompañado de Hinako; "¿Quién ser esa chica?", se pregunta. Y Ranma-h vuelve a lanzar su pregunta: "Profe, sobre el Happô-ataque...", pero Hinako ha dejado de prestar atención y corre hacia un vendedor de globos, volviendo feliz con su globito; "¿Decías?"; "Bueno, es sobre ese Happô-ataque de los cinco yenes. Si me lo enseñaras, yo haría cualquier cosa...", y entonces Hinako le tira de la manga y le mira zalamera, señalando al carro de boniatos calientes que acaba de pasar.
Sentados en un banco, Hinako se queja del frío y Ranma-h le pone su chaqueta; ambos ríen mientras Akane y Ukyô, a punto de hervir de celos, miran tras unos arbustos. Hinako sigue comiendo y Ranma-h, sobreponiéndose al helor, vuelve a la carga: "Profe, podrías enseñarme lo de..."; "¿El qué?", pregunta Hinako. "¿No te acuerdas?", se irrita Ranma-h. "Era broma. Era sobre el Happô-ataque de los cinco yenes, ¿no?", ríe ella; "Verás, el Happô-ataque de los cinco...", comienza a decir, y le viene un estornudo; "Me salen los mocos...", se queja, mientras Ranma-h trata de sonarle, pero Hinako sale corriendo: "Me voy a casa que hace frío. ¡Hasta mañana!". Ranma-h trata de llamarla: "¡Espera! ¿A partir de hoy podremos...?".
Y Ukyô le suelta un palazo: "¡¿A partir de hoy qué, abusón?!". "¡Utchan!", se sorprende Ranma-h; y un bolazo le impacta en la cabeza: "¿Así que tener nueva amiga, eh, Ranma?", pregunta Shampoo con cara de malas pulgas; "No podía quedarme quieta más rato...", dice la furiosa Ukyô. Sólo Akane mira en silencio, pero suelta un sarcasmo: "No sabía que fueras tan amable, Ranma. Acabo de ver algo realmente valioso.", y se da la vuelta para marcharse. Ranma-h mira a las chicas: "¿En qué estáis pensando?", pregunta incrédulo. "¡Eso deberíamos preguntarlo nosotras!", gritan al unísono Shampoo y Ukyô, comenzando a darle una paliza. Y por si faltaba alguien, aparece Kodachi con las mallas y la cinta, saltando sobre la cabeza de Ranma-h: "Yo, Kodachi de la rosa negra, ¡me llevaré a Ranma cueste lo que cueste!". Y las tres chicas desaparecen mientras Ranma-h yace en el suelo: "¿Pero qué estáis diciendo?".
Una voz lo saca de su letargo: "El Happô-ataque de los cinco yenes es una técnica que tú nunca podrás dominar."; Ranma-h se levanta sorprendido: "¡Viejo! ¿Dónde estás?". Y Happôsai, hecho una piltrafa, aparece arrastrado por el viento. "¿Y eso?", pregunta Ranma-h; "Es por ese ataque."; "¿Lo conocías?", interroga Ranma-h; "¡Pues claro! ¡Yo se lo enseñé en persona a Hinako Ninomiya cuando sólo era una niña! Creía estar haciendo lo correcto; ¡nunca pensé que se convertiría en un monstruo que acabara con el Musabetsu Kakutô!"; "¿De qué hablas?", se alarma Ranma-h. "¡No hay tiempo de explicarlo! ¡Hay que contrarrestar el Happô-ataque de los cinco yenes o ni tú mismo te salvarás!"; "¿Se puede contrarrestar?", pregunta Ranma-h; "Sí, pero yo no puedo, deberás hacerlo tú. Lo primero que debes hacer es no buscar pelea con ella, ¡o estarás perdido como yo!".
Y justo entonces, Ukyô, Shampoo y Kodachi llaman a la profe Hinako en busca de pelea. "Profe, ¿tienes un minuto?".
Escenas inolvidables: La vívida imaginación de Ukyô y Akane respecto al romance entre Hinako y Ranma-h, y el comportamiento infantil de Hinako durante la cita con Ranma-h.
"¡¿Una técnica que succiona energía?!", pregunta intrigado Ranma-h a Happôsai. "Esa es la técnica de Hinako. ¡Arranca de raíz el poder de combate del rival, succionándolo y privándole de pelear!". Y así es como Hinako mujer ha dejado a las tres chicas, que no pueden ni moverse; "Todavía estáis verdes para luchar conmigo.", sonríe la mujer. "Entonces la transformación...", murmura Ranma-h; "Sí, es por la succión de la energía.", confirma Happôsai; "Para luchar se necesita energía, pero ella tiene una técnica que la absorbe...", murmura Ranma-h; "Así que no puede ser vencida por ningún maestro de ninguna disciplina.", confirma Happôsai.
"Akane, encárgate de la compra, ¿quieres?", pide Kasumi a su hermana, que sale con gesto triste pensando si Ranma-h estará aún con Hinako. Una voz la llama: "Tendô de primero F."; Akane se vuelve y ve a Hinako mujer cargando con sus tres rivales, las cuales arroja al suelo: "¡Ukyô! ¡Kodachi! ¡Shampoo! ¿Qué pasa?", se encara Akane a la profesora. Hinako la mira: "Tendô... no nos quedemos aquí de pie. ¡Vamos, invítame!".
Happôsai sigue con su explicación en el dojo Tendô. "El Happô-ataque de los cinco yenes sólo lo puede efectuar Hinako, que tiene un cuerpo con capacidad para absorber energía."; el viejo enseña un diagrama a Ranma-h; "En este diagrama están los puntos vitales que inhiben esa capacidad. Hay que presionarlos para que Hinako vuelva a ser normal.", comenta el viejo. Ranma-h ve que son cinco puntos, tres en el pecho y dos en la espalda. "¡Te lo dejo, Ranma! ¡El destino de todos los luchadores del mundo está en tus manos!", grita Happôsai saliendo corriendo; Ranma-h trata de pararlo para que le cuente más, pero el viejo le lanza su Happô-círculo vicioso mientras grita que no se va a meter. Ranma-h, levantándose tras las explosiones, empieza a preocuparse: "El viejo está asustado; esto es algo serio.".
En un salón de té, Hinako y Akane conversan mientras Kodachi, Shampoo y Ukyô siguen inconscientes sobre una mesa. "¿Es verdad que eres la prometida de Saotome?", pregunta Hinako; "Bueno, sí...", contesta Akane. E inmediatamente las otras tres chicas se despiertan reclamando que ellas también lo son. Hinako las vuelve a tumbar y baja la mirada. "Entendido; chica, tu novio es un mujeriego.", le dice a Akane con mirada severa. "Hombre...", admite Akane. Hinako cruza una pierna sobre otra en un gesto muy atractivo y se sacude el pelo: "Ya veo. Y ahora también me he metido yo por medio."; Akane se mosquea; "Bueno, no puedo hacer nada si se enamoran de mí. Además, soy tan adulta y tan...", se pavonea mientras vuelve a su estado de niña ante la mirada atónita de Akane.
Hinako sigue comiendo y Shampoo le alcanza a dar el beso de la muerte. "¿Qué haces?", protesta Hinako; "Es el beso de la muerte de las amazonas Nujiezu.", explica Shampoo; "¡Yo tampoco pienso rendirme!", dice Ukyô mientras también se marcha, apoyada en su espátula gigante; "¡Lo mismo digo!", grita Kodachi saliendo y dejando la lluvia de pétalos de rosa negra. "Menuda se ha montado. ¿No se dan cuenta de que Saotome juega con ellas? ¡Qué crías!", dice Hinako con gesto compungido; "Señorita Hinako, no se lo tome como un reproche...", dice Akane; "Habla sin rodeos, Tendô."; "Lleva la boca llena de chocolate.", le indica Akane.
A la mañana siguiente, en el descanso entre clases Ranma-h está ensayando el gesto de los puntos de presión; de repente, Hinako le llama desde la puerta: "Saotome, ven un segundito."; Ranma-h sale tras ella sorprendido, mientras Akane y Ukyô miran recelosas. Hinako y Ranma-h acaban en la sala de consultas; "¿Qué querías, profe?", pregunta Ranma-h; "Debo castigarte porque eres un chico muy malo que juega con las chicas.", le dice Hinako mostrando la moneda de cinco yenes entre sus dedos; "¡Ataca!", pide la chica. Ranma-h ve las intenciones de la profesora y recuerda las palabras del viejo sobre no buscar pelea; "Tengo que controlarme.", piensa. Hinako se muestra contrariada: "Eres bueno. Muy bien, ¡truco gimnástico de los buenos chicos número dos! ¡Happô-ataque de los cincuenta yenes!", grita mostrando ahora una moneda agujereada de 50 yenes.
Ranma-h nota con sorpresa cómo su energía va siendo absorbida a través de la moneda y haciendo que Hinako pase a su forma adulta; "¡Vamos chico! La profe te va a quitar tooodas las ganas de luchar.", sonríe Hinako. Mientras, Akane ayuda a Ukyô a arrastrarse hasta el despacho; "No tenemos por qué espiarles.", insiste Akane; "¡Pues vuelve a la clase!", replica Ukyô. Ranma-h ya tiene sólo un pensamiento: "¡Tengo que presionar los puntos vitales o me vencerá!". Y el ruido hace que Akane y Ukyô abran alarmadas la puerta de la sala.
El ruido hace que Ukyô y Akane abran la puerta de la sala... para encontrarse a Ranma-h casi encima de Hinako, que está prácticamente tumbada sobre la mesa, y agarrándole un pecho. A Akane y Ukyô casi les da un ataque. Akane le pega un patadón en la cabeza a su prometido: "¡Monstruo!", le grita; "¡Ella me ha atacado, no tenía otra opción que...!", protesta Ranma-h, hasta que se da cuenta de qué está tocando con su mano; "¿Otra opción que qué?", pregunta Akane cada vez más furiosa; "¿Qué estás tocando, chico?", dice sarcástica Hinako. "¡No! ¡No es eso! ¡No es eso!", grita Ranma-h mientras sigue dando suaves palmaditas al seno de Hinako. "¡¿Cómo te atreves a negarlo y encima la sigues sobando ante mis narices?!", grita Akane mandándolo al infinito a través de la ventana.
Finalizan las clases; Hinako se despide de unas alumnas; Ranma-h está agarrado al techo esperando que pase; "Es muy peligrosa. Tengo que acabar con ella cuanto antes. Pero si le presiono los puntos vitales desde delante, me absorberá la energía y me tomarán por un pervertido. ¡Así que desde detrás!", piensa lanzándose sobre ella. Pero Hinako lo nota y lanza su ataque de los cincuenta yenes, haciendo que Ranma-h quede agarrando de nuevo su pecho en su forma adulta y encima delante de todos sus compañeros y compañeras. "¡Ranma es un cerdo!", gritan las chicas; "¡Mirad esto!", gritan los chicos; y Ranma-h hace un gesto desesperado. "¡Otra vez!", grita Akane con un nuevo patadón.
Hinako se encara con él: "¿Qué pasa? ¿Crees que puedes tocarme los pechos cuando te venga en gana?"; Ranma-h protesta: "¡Fuiste tú quien...!"; Hinako le corta: "¡¿Insinúas que yo te provoqué?!". Los compañeros de Ranma-h se sorprenden: "Vaya, así que se te ha insinuado. Así cualquiera se comporta como un pervertido."; "¡No, no!", trata de negar Ranma-h; "¿Será culpa mía? ¡No se puede ser tan atractiva!", dice Hinako volviendo a su estado de niña, y sale corriendo y gritando: "¡Eres un pervertido, pervertido!", mientras Ranma-h corre tras ella con la vana intención de hacerla callar.
Ahora espera tras una esquina el paso de su profesora. "He sido un idiota al intentarlo en la escuela. Aquí no hay ni un alma.", piensa; Hinako se va acercando; Ranma-h siente que está a punto de cruzar la esquina. "¡Ahora!", piensa lanzándose... y nota cómo consigue presionar los puntos; "¡Lo conseguí!", piensa... y entonces ve que lo ha hecho sobre una mujer ya mayorcita. "¡Ahhh! ¡Un pervertido a mis años!", grita entusiasmada la abuelita; otras viejecitas que iban en el grupo insisten al avergonzado Ranma-h para que haga lo mismo con ellas, mientras Hinako mira severamente la escena mientras come unas bolitas de pulpo del puesto ambulante: "Es ver a una mujer y perder los papeles. Esto es demasiado.", murmura mientras el tendero le dice que tiene la boca manchada de salsa.
Naturalmente, la recepción de Akane no es precisamente amistosa: "¡Ranmaaaaaa!", grita enrabietada tras haberle dado ya unos cuantos golpes. "¿Qué mosca te ha picado?", pregunta asustado Ranma-h; "¡Sinvergüenza! No sólo en la escuela, también en plena calle. ¡¿Es que cualquier mujer te vale?!". "¡Idiota! ¡Mi objetivo es la señorita Hinako!", le grita Ranma-h, y Akane se queda impactada. Ranma-h da la explicación completa: "La culpa es mía por no explicarme bien. Mira este diagrama; la señorita Hinako pretende robarme la energía y por eso he de presionar estos puntos vitales. ¿Me has entendido?".
Pero Akane ha estado a la suya: "Perfectamente. ¿Tanto te gusta la señorita Hinako?"; Ranma-h no se lo puede creer: "¿Estabas escuchando?"; "Claro, vas detrás de ella. Lo entiendo perfectamente. ¡El problema es que mis pechos no son ni la mitad de grandes que los suyos!", grita Akane a punto de llorar. Ranma-h se ve sorprendido: "¿Pero qué dices? Vale, reconozco que tú tienes los pechos más pequeños, pero...", pero Akane ya ha oído suficiente y lo lanza a través del tejado.
Plantado de cabeza sobre el tejado, Ranma-h se lamenta: "Cabeza de chorlito, no confía en mí ni una pizca..."; vuelve a examinar el diagrama: "Es que si toco cualquiera de esos puntos me tomarán por un cerdo...", piensa, y entonces cae en la cuenta: "¡Hay una manera!".
Mientras, en el "Cat Cafe" el contubernio Ukyô-Shampoo-Kodachi planean su estrategia; "No podemos atacarla de frente, o caeremos víctimas del Happô-ataque de los cinco yenes. Hay que atacarla sin que se dé cuenta.", plantea Shampoo; "Mañana tenemos que jugar al baloncesto en gimnasia.", informa Ukyô; "Entonces podremos disimular nuestra energía de combate entre la energía ofensiva del deporte.", propone Kodachi. El trío ríe malévolamente.
Sobre el tejado, Ranma-m tiene la solución a su problema: "¡Una mujer que le agarre los pechos a otra mujer no será considerada una pervertida!", grita. "¡Mañana rendiremos cuentas!", piensan Ranma-m, Ukyô, Shampoo y Kodachi, mientras Hinako duerme a pierna suelta sin saber lo que le espera.
Escenas inolvidables: La escena de la sala de consultas (Ranma-h presionando los puntos vitales de Hinako) y la interpretación evidente que Akane hace de todo ello; y luego en mitad del pasillo, y luego con la abuelita... y lo que Akane interpreta del discursito de Ranma-h.
La gente empieza a pelotear e Hinako, con su aspecto de niña, pasa lista; "¿Así que Ranma ha hecho novillos? Era una oportunidad única de succionar su energía maligna.", piensa mirando una moneda de cincuenta yenes. Ukyô llega entonces y hace su actuacción: "¡Señorita! ¿Por qué no juega con nosotras? Reconozco que llegué a odiarla, pero me gustaría que fuéramos amigas..."; Hinako se emociona y le sacude las manos impetuosamente: "¿Así que comprendes que te castigué por amor?". Mientras, Kodachi y Shampoo permanecen a un lado; "La pista será un terreno sin reglas.", dice Kodachi; "Siempre considerar un accidente.", comenta Shampoo, y se ponen su disfraz: unas gafas que en nada ocultan su identidad; "Así nunca sabrá quienes somos.".
Y Ranma-m espera en el techo el inicio del partido. Cuando la bola se pone en marcha salta a la cancha; "¡Ahora es mía! Debo presionar sus puntos vitales, y así no sabrá quién soy.". Se va acercando a Hinako por detrás; "Podré tocarla con la confusión y no pensarán que soy un pervertido.", piensa, y simula un tropezón para caer sobre Hinako: "¡Ah, he tropezado!"... pero Akane cae sobre su cabeza: "Si tanto te gusta tocar pechos, ¡confórmate con los tuyos!", le grita mientras le apretuja los senos e Hinako mira con extrañeza.
Hinako recibe el balón y sale a la carrera botándolo; Ranma-m corre tras ella mientras Akane la mira con rabia; el trío de la muerte se acerca a Hinako: "¡Es nuestra oportunidad de tumbarla haciendo como que vamos a por la bola!"; y se lanzan hacia ella: "¡Alineación infernal!"; y justo entonces Ranma-m lanza sus manos hacia los puntos de presión... pero Hinako desaparece de entre sus brazos... y los golpes del trío infernal caen todos sobre la pobre Ranma-m. Las tres chicas miran confusas a Ranma-m; "¿¡Y la profe!?", y Akane la señala tumbada en el suelo: "Se ha caído.".
"¡Maldita mujerona, has usado a Ran-chan como escudo!", piensa Ukyô mientras arde de ira; "¡Anda! Es energía de combate.", detecta Hinako; "¡No, mujer! ¡Es sólo energía ofensiva!", miente Ukyô; "¡Nuestra sangre joven hierve con la furiosa energía!", proclama Kodachi; "¡Se reanuda el partido!", gritan saliendo a la carrera.
Shampoo coge un balón; "Este para ti, profe.", piensa, y lo lanza a Hinako llamándola. Y justo entonces Ranma-m trata de nuevo de presionar los puntos y recibe el balonazo en la cabeza. Hinako mira la bola sorprendida: "¡Un balón medicinal!"; Kodachi llama desde otro lado: "¡Esta es la de verdad!", grita lanzándosela... y Ranma-m vuelve a ponerse por medio y le explota el balón en las narices ante la mirada atónita del resto de la clase... y un montón de trastos le vuelven a caer encima. "Ranma, ¿cómo puedes caer tan bajo?", pregunta Akane a la sepultada Ranma-m; "Te lo llevo explicando desde ayer. ¡Sólo quiero presionar los...!".
Pero Hinako ya está corriendo hacia otro lado; "Este partido me huele a chamusquina.", murmura mientras otras chicas huyen con ella y el trío infernal la persiguen. "¡Vosotras tres!", se encara Hinako apuntando con la moneda de cinco yenes. Pero las tres chicas recuerdan la pelea previa y reaccionan; Ukyo lanza una espátula que hace caer la moneda; Hinako saca otra, pero Kodachi la hace caer con la cinta, y Shampoo, de un golpe de maza, hace que se le caigan todas las monedas de la ropa, que quedan esparcidas por el parquet.
Kodachi, Ukyô y Shampoo ríen satisfechas; "¡Se acabó la farsa!", dicen quitándose las gafas, y entonces las reconoce Hinako: "¡Sois las chicas malas del otro día!". "Bueno, profe, sin moneditas no puedes hacer nada.", dice Ukyô. "¡Eso lo dirás tú! ¡Te vas a enterar! ¡Aún no me habéis vencido!", grita enrabietada Hinako, y sale corriendo mientras lloriquea para subirse sobre el aro de la canasta. Y desde allí comienza a hacerles burlas: "¡Idiotas, burras!".
Las tres chicas se aprestan al ataque, creyéndola acorralada. Pero Ranma-m ve la escena y empieza a pensar: "¿Qué va a hacer? No tiene monedas para hacer el ataque...", y entonces se da cuenta, justo cuando Ukyô, Shampoo y Kodachi se abalanzan hacia Hinako. "¡Cuidado!", les grita Ranma-m.
"Creo que os habéis precipitado, chicas. Me basta cualquier apertura circular para absorber energía de lucha."; Hinako toma una de las monedas del suelo y se acerca a Ukyô: "Voy a succionar vuestra energía hasta que no os quede ni pizca de ella."; pero Ranma-m la hace parar: "¡Basta! ¿¡No ves que están inconscientes!? ¡Yo seré tu rival a partir de ahora!". Hinako la mira con sorpresa; "No te había visto hasta ahora. ¿Eres una chica mala como ellas?"; Ranma-m sonríe: "Supongo que sí. ¡Pero me encargaré de presionar tus puntos vitales que inhiben la capacidad de absorber energía!".
Hinako sonríe: "¿Me estás desafiando?", pregunta mientras apunta con la moneda a Ranma-m; pero Ranma-m lanza otra moneda que impacta sobre la de Hinako y la hace caer al suelo, y se lanza sobre ella; "¡Qué rapidez! ¡La vencerá de un golpe!", gritan todos. Pero Hinako tiene un as en la manga; junta pulgares e índices formando un círculo y lanza un nuevo ataque: "¡Happô-energía reversible!". El chorro de energía sale a través del hueco e impacta sobre Ranma-m, que se estrella en el tablero de la canasta. "¡Ha devuelto toda la energía de golpe!", exclama atónita Akane; Hinako, otra vez niña, pega botes de alegría: "¡He ganado, he ganado!".
Hinako se acerca a coger las monedas; "Ahora el golpe de gracia.", murmura, pero al levantar la mirada ve que Ranma-m ya no está en el tablero. "¡Ahhhhh! ¡La chica mala ha escapado!", patalea Hinako mientras Ranma-m se ha escondido tras el potro. "Se ha convertido en una luchadora temible...", le susurra alguien al oído; "¡Vejestorio!", dice Ranma-m pegándole una patada a Happôsai, que lleva su saco de bragas a la espalda; "¿Cómo te atreves a venir a robar bragas?", pregunta enfadada Ranma-m. "Ya me gustaría a mí presionar los puntos de Hinako, pero no puedo.", dice Happôsai; "¿Por qué no?"; "¡Mis brazos no son lo bastante largos!", vocifera el abuelo mientras un explicativo dibujo así lo pone de manifiesto; "¡No grites!", dice Ranma-m... pero ya es tarde: "¡Te pillé!", dice Hinako mirando desde la esquina del potro.
Ranma-m corre y se encara a Hinako: "Si tanto quieres succionar mi energía de combate toma esta: ¡vehículo celeste del tigre furioso!", le grita lanzándole su bola de energía de confianza. Hinako lanza su Happô-ataque de los cinco yenes y absorbe la energía del ataque de Ranma-m, volviendo a la forma adulta; "¡No ha previsto mi finta!", se alegra Ranma-m y se abalanza para presionar los puntos; "¡Está frente a ella!", gritan todos; pero Hinako sorprende a Ranma-m: "¡Te recuerdo que tengo dos manos! ¡Happô-ataque de los cincuenta yenes!", dice mostrando la moneda en la otra mano... pero Ranma-m es rápida y tapa el agujero de la moneda de cincuenta con un dedo; "¡Este combate será mío!", proclama Ranma-m mientras todos jalean su habilidad.
"¡Lo conseguí!", grita satisfecha Ranma-m apoyando los tres puntos del pecho... y entonces se da cuenta de que le falta una mano para los dos puntos de la espalda; "¡Oh, no! ¡Tengo la otra mano ocupada!", piensa. E Hinako aprovecha para juntar pulgares e índices y lanzar otro ataque: "¡Happô-energía reversible!". Ranma-m sale lanzada por los aires, atraviesa una ventana y cae sobre las chicas del club de la ceremonia del té....
"¡He ganado!", proclama satisfecha Hinako, otra vez niña. "Creo que a Ranma no le quedan más ases en la manga...", comentan sus amigos. Pero Ranma-h no se rinde: "¡Y una porra!", grita entrando por la puerta del gimnasio; "¡La auténtica lucha comienza ahora, señorita Hinako!". Todos miran a Ranma-h con la boca abierta, e Hinako grita de terror...
A Ranma-h casi le da un pasmo. Hinako tiembla de rabia: "¡Encima de sobón, travestido! ¡Y encima viene con pantaloncitos de chica!". Ranma-h tiembla de vergüenza mientras el rubor se le sube a las mejillas... y sale pitando soltando un castizo: "¡Mecagüen toooooooo!"; "¡Espera, chico malo!", le llama Hinako. El comentario es generalizado; "Eso de travestido le ha tocado la moral. Esperemos que logre recuperarse pronto de esta...".
Y Ranma-h vuelve a aparecer con unos pantalones largos: "¡No me rendiré!"; Hinako se apresta a la batalla: "¡Así me gusta, Saotome!"; "He estado al borde del mismo infierno...", murmura Ranma-h, e Hinako muestra sus manos llenas de monedas: "Pienso succionarte toda tu energía maligna y pervertida."; pero Ranma-h le lanza el balón a las manos y hace caer todas las monedas. Ranma-h sale a la carrera haciendo burlas, mientras Hinako le persigue.
"Ranma e Hinako, una lucha a muerte entre mis discípulos más queridos. ¡Y seré testigo de ella!", proclama Happôsai. Y Akane le patea: "¿Qué es lo que has dicho? ¿Tú le enseñaste esas técnicas a Hinako?"; Happôsai corrige a Akane: "No es una técnica. Es la terapia más poderosa del estilo Musabetsu Kakutô.", y Happôsai cuenta la historia. "Hinako y yo nos conocimos hace más de diez años en el hospital de la provincia del Mono. Ella supongo que no se acuerda."; en ese tiempo, el viejo estaba con la pobre niña Hinako, enganchada a goteros y con tos permanente; "¡Te enseñaré una gimnasia que te ayudará a ponerte fuerte!", propuso Happôsai a la agradecida niña; "Así que presioné sus puntos vitales de absorción de energía y le enseñé mi terapia gimnástica. Y al cabo de un mes...", al cabo de ese mes, Happôsai corre con su saco de ropa interior junto a Hinako perseguido por las enfermeras; "¡Ahora Hinako!", indica, e Hinako lanza su ataque de los cinco yenes dejando agotadas a las enfermeras mientras Happôsai huye con su saco a la espalda. "Hinako succionó la energía de combate de los ángeles de la bata blanca y recuperó la salud.".
Happôsai lagrimea; "Hubiera hecho lo que sea por que Hinako recobrara la salud. Yo, el malvado Happôsai, hice por una vez algo bueno en mi vida...", y Ukyô y Akane comienzan a apalizarle: "¡Pero si te aprovechaste de ella para robar bragas!".
Mientras, Hinako sigue persiguiendo a Ranma-h; "¡Ranma, nunca podrás presionar sus puntos vitales si huyes!", le gritan los compañeros. Ranma-h se revuelve y lanza un doble vehículo celeste del tigre furioso; "¡Happô-ataque doble de los cinco yenes!", grita Hinako absorbiendo energía a dos manos; "¡Ha bajado la guardia!", piensa Ranma-h acercándose... pero Hinako adulta junta pulgares e índices y hace una Happô-energía reversible, estrellando a Ranma-h contra la pared.
"¡Qué odiosa técnica encadenada!", grita enrabietada Kodachi; "¡Ya no ser posible presionar puntos vitales!", se lamenta Shampoo. "Esto no puede seguir así; tengo que acercarme a ella...", piensa Ranma-h. Y Happôsai llega dándole un golpe: "¡Burro! ¿Dónde tienes la cabeza? ¡Debes prepararte para atacarla aunque caigas tú también en el intento!"; "¡Cierra el pico!", le replica Ranma-h, pero entonces encuentra una clave: "¡Aunque caiga yo también! ¡Puedo usar eso!".
Ranma-h salta hacia la canasta ante la mirada sorprendida de Hinako y parte el aro; "¿Qué hace?", se preguntan todos; Ranma-h se encara a Hinako con el aro mientras todos le gritan que no lo haga; "¡Intenta chupar mi energía, si puedes!", grita Ranma-h; "¡Happô-ataque de la canasta!", lanza Hinako, y va absorbiendo energía a medida que Ranma-h se precipita hacia ella... y consigue pasar el aro por sus hombros y al crecer, Hinako queda inmovilizada por el aro. "¡Ha dejado que succionara su energía para que se vuelva adulta y así inmovilizar sus brazos!", grita la gente. "¡Prepárate!", grita Ranma-h, y lanza sus manos hacia los puntos vitales: "¡Inhibición de la capacidad de absorber energía!", grita Ranma-h presionando los puntos. "¡Lo consiguió!".
"He... perdido...", piensa Hinako; Ranma-h está recuperando el resuello; "Saotome, he cambiado de opinión sobre ti.", le dice Hinako y lo mira con dulzura: "Eres el primer alumno que se enfrenta a mí con tantas ganas.". "¡Bien hecho, Ranma!", felicita Happôsai apareciendo entre la multitud; "Natural...", se vanagloria Ranma-h; "Si consigues presionar los puntos durante un mes seguido, habrás inhibido por completo su capacidad de absorber energía.", termina de decir el viejo. Y Ranma-h se queda de piedra.
Happôsai recibe una paliza de las novias de Ranma-h mientras el viejo trata de excusarse: "Una terapia es algo a hacer con regularidad..."; Hinako, niña otra vez, trata de animar a Ranma-h: "Mañana pelearemos otra vez, ¿vale?"; "Creo que haré novillos...", contesta el hecho polvo Ranma-h.
Escenas inolvidables: Ranma-h haciendo el ridículo más espantoso con los pantaloncitos de chica y su castizo "¡Mecagüen tooooo!" cuando huye.
En la cocina de los Tendô, Akane toma una muestra del arroz que está cocinando. Se lleva el platillo a los labios, lo prueba... y su mirada cambia. En la sala, el panda, Sôun y Ranma-h notan algo... y escuchan a Akane llegar a la carrera: "¡Esta vez es comible! ¡Me ha salido un arroz normal!". Pero la sala parece vacía, ya que los tres se han escondido bajo la mesa. "Sé un hombre y cómetelo, Ranma.", dice Sôun echando al chico de su escondite. Akane ofrece, Ranma-h se gira y se va; Akane lo sigue; llega un pedido de comida a domicilio que Ranma-h devora y se vuelve a Akane: "Lo siento, ya estoy lleno.". Y Akane lo lanza al infinito a través del techo.
En su soledad, Akane se apresta a comer su arroz viendo la televisión. "Por una vez que me ha salido bien...", se lamenta. La pantalla está dedicada a un programa de misterios: "Los integrantes de nuestro equipo han logrado captar las imágenes del ser gigantesco que les ofrecemos en primicia."; la imagen destaca una figura entre la vegetación: "¡El monstruo del bosque del Higo en Ryûgenzawa!". Akane parece recordar ese nombre, justo cuando Nabiki y Kasumi llegan de la calle.
"¿Ryûgenzawa? ¡Qué memoria!", se admira Kasumi; "Fuimos una vez de viaje allí a un balneario.", le recuerda su hermana mayor. "¿No fue cuando Akane se perdió?", pregunta Nabiki. "Sí, y nos hizo sufrir un montón.", recuerda Kasumi; y entonces a Akane le acude a la memoria el recuerdo de infancia de correr perseguida por un monstruo.
Tras el baño, Akane aún está pensando en sus recuerdos, y pasa junto al teléfono cuando suena. "Sí, es el dojo Tendô.", contesta Akane; "¿Acabar con un monstruo? ¿El monstruo de Ryûgenzawa?", se sorprende. Justo entonces entra Sôun: "¡Hola Akane! ¿Has hecho la cena? Lástima que no estuviera."; Akane disimula y cuelga el teléfono tras confirmar que acudirá.
En su habitación, Akane escudriña una caja con cosas viejas y encuentra lo que andaba buscando: "El cuerno... él me lo dió, y me dijo que era un amuleto.".
A la mañana siguiente, Kasumi entra alarmada en la sala con una nota: "¡Papá, mira esto! ¡Akane se ha escapado!". La nota de Akane es escueta: "Me voy a Ryûgenzawa. No os preocupéis por mí."; Sôun comienza a llorar y Nabiki pregunta a Ranma-h si sabe por qué ha hecho eso Akane. "¿No será por lo del arroz?", se pregunta Sôun; "¡Pero si siempre huyo de su comida! No creo que por tal tontería...", se defiende Ranma-h. Kasumi entra con la cazuela del arroz de Akane y sirve platos a Sôun, Ranma-h y el panda. El trío lo prueba... y la sorpresa cunde entre todos: "¡Le ha salido bueno!".
Sôun se encara a Ranma-h llorando: "¿Por qué no comiste?"; "¿¡Cómo iba a saberlo!?", replica Ranma-h. Nabiki echa más leña: "Ella lo hizo con toda su ilusión para ti...". "Irás a buscarla...", murmura Sôun; "¡Mira que irse por una chorrada así!", disimula Ranma-h; "¡Raaaaannnmmmaaaaa!", amenaza Sôun con su aspecto de gigante, y Ranma-h se pone a hacerse la mochila.
Mientras, Akane viaja en el tren camino de Ryûgenzawa; "Los judokas tenemos la obligación de expulsar a los monstruos. Ya se lo diré a papá.", masculla; "Además, tengo la sensación de que tengo un recuerdo muy valioso.", murmura mientras piensa en el cuerno.
En la asociación juvenil de Ryûgenzawa, un grupo de jóvenes con aspecto de haber recibido más de una paliza le comentan el problema: "El monstruo suele aparecer en el bosque del Higo, cerca del pantano.". Akane, ya por allí, observa a su alrededor; "Aquí fue donde me perdí...", piensa, y observa el cuernecillo mientras piensa en la persona que se lo dio; "Era un chico, que me ayudó y me dio este cuerno...", recuerda. De repente, una enorme figura aparece tras ella y Akane queda paralizada por el pánico...
Un golpe se escucha y la figura se perfila como un ornitorrinco gigante con un chichón en la cabeza, que cae insconsciente. "¡Fuera!", dice alguien que se ha plantado, con un cepillo de barrer en la mano, sobre el ornitorrinco.
Escenas inolvidables: La cara que ponen todos al probar el arroz de Akane.
Akane recuerda su huída, perseguida por el ornitorrinco gigante; un tropezón y quedar caída en el suelo; la palma del ornitorrinco acercándose... y un niño con un cepillo golpeando al animalaco. Un ataque con la palma del ornitorrinco, que araña la espalda del niño; "¡Tranquila, no te va a pasar nada!", anima el niño a la llorosa Akane, y acto seguido le pega una paliza al ornitorrinco. "Gracias, ¿estás bien de tu herida?", se preocupa Akane; "¡Vete enseguida! Esto está lleno de trampas...", y acto seguido el niño cae en una de ellas. Akane lo lleva a cuestas a su casa...
Y ahora, ya mayores, se repite la escena; Akane carga con el inconsciente muchacho y llega a una casa; "Esta es la casa del chico.", piensa.
Mientras, Ranma-h ya ha llegado a Ryûgenzawa; "¡¿Que ha ido a derrotar al monstruo?!", exclama ante la información de los jóvenes del pueblo. Ranma-h sale alarmado hacia el bosque; "¿Qué tendrá esa chica en la cabeza?", piensa mientras camina... y de repente ve aterrorizado como una ardilla voladora gigante planea sobre él y se adentra en la vegetación. Y los peces que saltan en el río también son enormes; y también descubre al ornitorrinco con chichón, que se despierta y se desliza hacia el río. "Esto está lleno de bestias enormes. ¿Qué pasa en este bosque?", piensa.
En la casa, Akane y el muchacho permanecen sentados, mientras un anciano dormita en la cama. "¿Vives con tu abuelo en este bosque?", pregunta Akane; "Al abuelo no le queda mucho tiempo...", murmura el chico; "Te agradezco que me hayas traído, pero debes irte. Este no es lugar para una chica frágil como tú.", le dice. "¿Qué era ese monstruo? ¿Y qué hacéis vosotros aquí?", inquiere Akane. El abuelo se incorpora en su lecho: "Shinnosuke, sírvele el té a nuestra invitada. La tetera y las tazas están el segundo estante.", señala mientras Shinnosuke se acerca a la alacena.
"Señorita, ya es tarde. Quédese a dormir y se irá mañana."; Akane va a protestar pero el abuelo la corta: "Los monstruos de este bosque no se pueden derrotar así como así. Me encargo de ello desde que nació Shinnosuke; es nuestra misión como guardianes del bosque."; Akane deduce entonces que Shinnosuke debe ser el chico de sus recuerdos, y vuelve a pasar por su memoria el momento en el que él le regaló el cuernecillo.
"Shinnosuke, ve a cazar algo para cenar.", pide el abuelo; Shinnosuke sale de la casa, y Akane le sigue y le llama; "¿Te acuerdas de esto?", le pregunta enseñándole el cuernecillo; "Me lo diste cuando éramos niños.", le recuerda Akane. Shinnosuke mira indiferente el amuleto y se lo devuelve: "No sé nada, te confundes de persona.", responde secamente. Y Akane se queda contrariada mientras ve marchar a Shinnosuke.
Mientras, Ranma-h sigue con sus pesquisas para encontrar a Akane por el bosque. De repente ve a Shinnosuke y lo llama, preguntando por Akane; "¿Una chica? No sé nada.", responde Shinnosuke; "Siento haberte molestado...", se despide Ranma-h; "¡Ten cuidado! La zona está repleta de trampas que yo mismo tendí...", y Shinnosuke vuelve a caer en una de ellas.
Shinnosuke logra volver y saluda a Akane; "Había olvidado lo de la chica. Lo siento por el chico de antes.", piensa mientras calienta agua en un tonel para el baño; "El baño está listo.", le dice a Akane, la cual va a tomarlo. Shinnosuke se tumba, y al cabo de un momento se incorpora con una intención: "¡Claro! Me daré un baño.".
Akane aparece pensativa y melancólica en el tonel de agua caliente; "¿Confundirme de persona? No parecía que me estuviera mintiendo.", piensa y comienza a salir del baño; "¿Y quién sería ese chico que me salvó?", se pregunta... y entonces se encuentra cara a cara con Shinnosuke. "¡Lo siento!", se excusa el muchacho, pero Akane no reprime la bofetada; Shinnosuke sale corriendo: "¡Olvidé que estabas en el baño!", se excusa, y Akane ve entonces con sorpresa tres largas cicatrices paralelas en su espalda: "¡Esa herida! ¡No hay duda, Shinnosuke es el chico que me salvó!".
El apurado muchacho está junto al lecho de su abuelo; "Shinnosuke, ¿por qué eres tan olvidadizo? Tiendes trampas para los monstruos y siempre caes en todas ellas...", le dice el viejo. Excepto ahora, que Ranma-h ha caído en una y se pregunta enfadado dónde estará su novia.
Nuevos personajes: Shinnosuke y su abuelo.
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