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Ranma-h se arrastra por el bosque, magullado y apoyado en una vara. "¿Dónde se habrá metido Akane?", masculla. Y entonces avista una cabaña; "¡Menos mal!", dice aliviado corriendo hacia ella. Mientras, en su interior, Akane sirve el desayuno: "No sé si estará bueno.", comenta dubitativa mientras sonríe a Shinnosuke y el abuelo dormita. "Si no te gusta no te lo tomes.", insiste Akane. Shinnosuke y el abuelo prueban el mejunje... sus rostros se desencajan... "¡Lo siento! ¿Está tan malo...?", comienza a gritar Akane. Y el abuelo y Shinnosuke estallan de alegría: "¡Es delicioso! ¡La primera vez en mi vida que como algo tan rico!". "¿En serio?", pregunta incrédula Akane mientras Shinnosuke pide repetir.
Ranma-h espía desde la ventana: "Vaya...", y reconoce a Shinnosuke: "Ese es el chico de ayer.". De repente, un ruido extraño se extiende por el bosque; todos se alarman, incluso los animales gigantes, y Shinnosuke sale a mirar. "Te olvidas esto.", le llama Akane alcanzándole el cepillo de barrer. Shinnosuke le habla ruborizado: "¿Te importaría hacer la cena esta noche?"; "¿Eso quiere decir que me quede?", pregunta Akane; "Sí.", contesta Shinnosuke y se despide, saltando sobre Ranma-h, que ha observado la escena completa. A Akane aún le resuena en la cabeza la petición de Shinnosuke.
Y Ranma-h se planta ante ella. "¡Ranma! ¿Qué haces aquí?", pregunta Akane. "¡Oye guapa!", se indigna Ranma-h. Ambos empiezan a charlar; "No me he escapado, sólo he venido a derrotar unos monstruos.", le dice Akane; "Ya...", dice molesto Ranma-h; "¿No habrás venido porque estabas preocupado por mí?", pregunta Akane; "¡Eso no te lo crees ni tú!", replica Ranma-h con enfado, y Akane se lo queda mirando de mala leche. "¿Quién es ese palurdo?", pregunta ahora Ranma-h; Akane percibe lo que pasa: "¡Ah! ¿Shinnosuke? ¿Te preocupa?"; "¡En absoluto!", replica tajante Ranma-h y ambos vuelven a enfurruñarse.
"Akane, tenemos que volver. Tu padre está preocupado.", le pide Ranma-h. "Ahora no, me ha pedido que le prepare la cena.", responde ella. "En serio, ¿no te parece raro que le guste lo que cocinas?", insiste Ranma-h. Akane le da a probar el desayuno, y Ranma-h, tras tomar un poco, casi se cae de la sorpresa: "¡Está bueno!"; "¡¿Verdad que sí?!", grita entusiasmada Akane. "Enormes monstruos, Akane aprende a cocinar... ¡este bosque tiene algún secreto!", dice Ranma-h. "¿Si te gusta por qué no lo reconoces y ya está?", grita Akane lanzando a Ranma-h al infinito.
Mientras, Shinnosuke, en el interior del bosque, se sorprende de la gran agitación que reina. Y el abuelo, en su lecho, piensa: "Ha llegado el momento. Se ha despertado.".
Esa noche, en la cabaña, Shinnosuke pide repetir de nuevo en la cena. "¡Eres un genio de los fogones!", le dice a Akane, que le da un nuevo plato llena de alegría. El abuelo llora emocionado: "Hacía tanto que no comía algo con sabor. Shinnosuke siempre se olvida de ponerle miso a la sopa de miso. ¿Te importaría quedarte a vivir aquí? Ya habrás notado que Shinnosuke está por tus huesos."; Shinnosuke apura nervioso su cuenco y entre él y Akane estampan al abuelo contra la pared: "¡Anda ya abuelo!", gritan ambos ruborizados.
En el exterior, junto al pozo, Shinnosuke le pide a Akane que no haga caso al abuelo; "Olvidé preguntarte algo. ¿Cómo te llamas?", pide Shinnosuke. "Akane, Akane Tendo.", responde ella, y Shinnosuke empieza a grabar "Akane" por todas las paredes de la cabaña. "Ahora ya me acuerdo.", sonríe a Akane, que lo mira divertida. "¡Shinnosuke! ¿Has preparado el té?", pregunta el abuelo asomándose. "¡Es verdad, había venido a por agua!", dice Shinnosuke, y ve entonces que ya no queda agua en el pozo. "¡El pozo se ha secado, voy al pantano!", dice saliendo con el cubo.
Al abuelo parece que le dé un pasmo. "¡Abuelo!", llama Akane preocupada; "El pozo se ha secado...", musita el viejo. Dentro de la cabaña, le cuenta la historia a Akane: "¿Has visto sus heridas? Si no llega a ser por el agua del pozo, Shinnosuke habría muerto aquella vez. El agua lo mantuvo con vida, y ahora que el pozo se ha secado, ¡Shinnosuke morirá!". Akane queda horrorizada.
Y Shinnosuke, en el borde del pantano, se pregunta:" ¿Qué he venido a hacer?".
Escenas inolvidables: la reacción de Shinnosuke y su abuelo ante la primera cena hecha por Akane.
"Desde entonces", prosigue el abuelo, "Shinnosuke y yo vigilamos a los bichos para que no vayan al pueblo, hasta que aquel fatídico día...", y el abuelo recuerda su encuentro con el malherido Shinnosuke, al tiempo que Akane recuerda cómo sucedió. "El médico lo dejó por imposible, y sumido en la pena, le di el agua de la vida a Shinnosuke... y se obró el milagro. Shinnosuke se recuperó rápidamente, pero si deja de tomar el agua, comenzarán dolores de cabeza, mareos, fatiga..."; "Entonces, Shinnosuke...", murmura Akane; "¡No puede sobrevivir sin el agua!", confirma el abuelo.
Y Shinnosuke cae entonces en la cuenta al borde del pantano: "¡Había venido a por agua!". Pero un burbujeo sale del pantano y aparece un ornitorrinco gigante con un chichón (un viejo conocido) con cara de pocos amigos. Mientras, Ranma-h descansa sobre una rama, sin dejar de pensar en la escena entre Akane y Shinnosuke; "¿Qué estará haciendo esa cabeza de chorlito?", piensa muerto de celos. Un ruido le distrae y dirige su mirada hacia el origen, viendo cómo Shinnosuke ataca al ornitorrinco. "¡Duerme y déjame en paz!", grita el chico al bicho; "No es moco de pavo...", piensa Ranma-h mirando la escena... y entonces Shinnosuke parece desfallecer. El bicho se da cuenta y lanza su ataque... pero Ranma-h le golpea antes de que roce siquiera al muchacho.
En la cabaña, Akane y el abuelo siguen un curioso ritual: "Practiquemos la sonrisa una vez más. ¡Sí que has tardado, Shinnosuke! ¡Bienvenido a casa!", sonríen... a la puerta cerrada. "No debemos permitir que sepa que va a morir.", tiembla el abuelo; "¿Pero no hay ningún modo de salvarle?", pregunta Akane; "Hay uno, pero es casi imposible...", llora el viejo. "¡Dígamelo! ¡Haré lo que sea!", grita Akane con las lágrimas asomándole a los ojos al recordar que Shinnosuke cayó herido por su culpa.
Y de repente se abre la puerta y aparece Ranma-h cargando al inconsciente Shinnosuke: "Perdón, este chico se ha desmayado en el bosque..."; "¡Shinnosuke!", gritan alarmados y lo tumban en el suelo; "¡Aguanta!", pide el abuelo, mientras Akane mira agradecida a Ranma-h; "No le he tocado un pelo.", dice Ranma-h; "Lo sé. ¡Gracias, Ranma!", le dice Akane con lágrimas de emoción, mientras Ranma-h se sorprende. Akane se vuelve hacia Shinnosuke, que empieza a despertar. "Nada de lágrimas.", murmuran el abuelo y ella. Shinnosuke abre los ojos... "¡Buahhhh! ¡Mi pobrecito Shinnosuke!", llora el abuelo mientras Akane hace lo propio pero gritando que no llore y Ranma-h se siente completamente ignorado.
En el exterior, Ranma-h habla severo a Akane: "¡Yo me vuelvo, y no pienso volver a buscarte!". Akane baja la mirada; "Sí...", y mira a los ojos a Ranma-h: "Me quedaré al lado de Shinnosuke."; a Ranma-h casi le da un pasmo. Akane le da la espalda y empieza a explicarse: "Verás, Ranma. Existe una razón...", y de repente se da cuenta de que está sola.
Ranma-h corre por el bosque, lleno de rabia, con una sola pregunta en mente: "¿Por qué? ¿Por qué? ¡Con que él es más importante que yo, eh! ¡Me parece muuuuy bien!", y se sube a un árbol para pegar un berrido impresionante: "¡Akaaaaneee! ¡Eres tooontaaaaa!".
Y el burbujeo del agua del pantano muestra que el desastre se sigue cociendo en el bosque...
"¡Mierda!", exclama Ranma-h dejando la mochila junto a un manantial, mientras recuerda las palabras de Akane: "Me quedaré con Shinnosuke.". "¡Haz lo que quieras, traidora! ¡Yo me voy a Tokio!", masculla... mientras monta su tienda. Entonces un ruido llama su atención y ve como el manantial se está vaciando; "Es como si la tierra engullera el agua...", piensa, y en ese momento oye pasos.
El trío buscador llega al manantial; "Está seco, abuelo.", confirma Shinnosuke. "No hay duda, está obturando la fuente.", dice el abuelo mientras mira el manantial seco; "¡No hay un minuto que perder! ¡Vayamos a la fuente!", indica el viejo. Akane ve entonces algo familiar: "¡La tienda de Ranma! ¿Pero no se había marchado?", piensa. Shinnosuke la coge de la mano y la lleva consigo, mientras ella echa una última mirada atrás. Cogido a unos koalas gigantes, Ranma-h mira la escena verde de celos: "¿Pero qué confianzas se toma el tipejo ese?".
"Esta zona está llena de trampas que tendí, ten cuidado.", le dice Shinnosuke a Akane; "Tú ves diciendo cosas, pero sobre todo no sueltes la mano de Akane. ¡Estás hecho un playboy!", ríe el abuelo. "¡Basta!", grita Shinnosuke, "¡No es momento de bromas!", exclama Akane, y al unísono lanzan por los aires al abuelo, que cae en una trampa mientras la pareja prosigue el camino... perseguida por el agazapado Ranma-h.
Mientras, una figura familiar camina por el bosque. "¿Dónde he ido a parar?", se pregunta Ryôga. En ese momento, su pie pisa algo blando y cae en una de las trampas de Shinnosuke. Magullado por las rocas, Ryôga dirige su pensamiento a lo de siempre: "Quiero ver a Akane...". Y un pie le pisa la cabeza; levanta la vista y ve a Akane con Shinnosuke, cogidos de la mano; "¿Estás cansada, Akane?", pregunta Shinnosuke; "Estoy bien, ¿y tú?", responde ella. Ryôga no sale de su asombro: "¡Le coge la mano con toda confianza a un chico que no es Ranma!". Y justo entonces siente sobre su cabeza a su rival. "¡¿Qué significa esto?!", pregunta enfadado Ryôga cogiendo a Ranma-h de las solapas; "¡Pero si es Ryôga!", exclama el sorprendido Ranma-h; "Me irás de perlas.", dice mojándolo y lanzando a P-Chan por los aires.
Junto a una cascada, Shinnosuke propone descansar a Akane. Un silbido indica que algo cae por el aire... y P-Chan cae a los brazos de su ama. "¡P-Chan! ¿Qué haces aquí?", exclama alegre Akane abrazando a su cerdito. Akane ofrece la comida a Shinnosuke; "¿La has hecho tú?"; "No sé si estará buena.", se disculpa ella; "Tiene buena pinta.", dice Shinnosuke. Ambos pegan un bocado al pastel de arroz... y escupen con violencia el bocado. Akane está confusa: "¿Por qué? Si ahora ya me salía bien...", y entonces se da cuenta: "¡Era el agua de la vida lo que le daba buen sabor!". Shinnosuke, en cambio, tiene otra opinión: "Akane, tus guisos no son malos. Debo ser yo, me está pasando algo. Lo siento, te has esforzado tanto en cocinar para mí."; "¡No digas tonterías!", trata de frenarle Akane, pero las lágrimas le acuden a los ojos, ante la mirada incrédula de P-Chan y la preocupación de Shinnosuke.
El muchacho piensa que ha sido culpa suya y consuela a Akane: "Akane, no llores. Prometo comerme toda la cena que me prepares. Y el desayuno, y la comida de mañana, y la de pasado, y la del otro, y la de toda la vida. Por que me gustas, Akane."; Akane cesa su llanto, mientras P-Chan mira con furia al chico. "Shi... Shinnosuke.", balbucea Akane. "¿Es que no te gusto?", pregunta Shinnosuke con preocupación. Akane siente que debe apoyar a Shinnosuke en todo y que no puede decirle que no; "No es eso, claro que no.", le responde. Y al pobre P-Chan está a punto de estallarle el corazón.
"¡Ranma! ¡¿Qué significa esto?!", grita el enfurecido Ryôga a Ranma-h; "¡Ahora sale con él, desgraciado!", sigue Ryôga. "¡Pesado! ¡Llora, pégame o habla, pero sólo una cosa a la vez!", exclama furioso Ranma-h. Ryôga se da la vuelta y empieza a gimotear, mientras Ranma-h siente cómo el dolor se apodera de su pecho; "¿Irá Akane en serio...? ¡No puede ser!", piensa.
Y mientras, el abuelo llega arrastrándose donde están Shinnosuke y Akane. "Shinnosuke, eres un ingrato.", dice el viejo; "¿Qué te ha pasado?", pregunta el desmemoriado nieto.
Escenas inolvidables: El careto de P-Chan cuando Akane responde no negativamente a la declaración de Shinnosuke.
Mientras, Ryôga está furioso y se dirige al campamento seguido por Ranma-h. "¿Qué piensas hacer, Ryôga?", pregunta Ranma-h; "¡Está claro! ¡Voy a ir a decirle a Shinnosuke cuatro cosas bien dichas! ¡Si tanto le gusta Akane que me lo diga a la cara!", grita el chico. "No sabía que pudieras rebajarte tanto...", murmura cínico Ranma-h; "¡Pues no me sigas!", grita Ryôga tirándolo al infinito. Ryôga prosigue su camino, pero una figura se cruza en él; "¿Quién eres?", pregunta el chico, y al volverse su mirada se inunda de pavor.
Un ruido sobresalta a Akane y Shinnosuke, que se despiertan súbitamente. Akane ve a su cerdito con mirada aterrorizada, junto a un cubo de agua, y dirige su mirada, junto con Shinnosuke, en la misma dirección que P-Chan. "¿Abuelo?", preguntan al unísono... y ven al viejo con un vestido de mujer y una peluca castaña, labios pintados y pestañas postizas. A la pareja casi le da un patatús. "Abuelo, ¿pero qué...?", preguntan intrigados; "¡No os acerquéis! ¡El resto dejádmelo a mí!", grita mientras sale corriendo.
Akane y Shinnosuke quedan mudos, plantados en mitad de la noche. "Akane...", habla Shinnosuke; "¿El abuelo te contó algo sobre el agua de la vida?"; Shinnosuke se vuelve hacia ella y la agarra de los hombros; "¿Tan importante es para que mi abuelo haga algo así?", insiste Shinnosuke. Akane gira la cabeza para esquivar la mirada de Shinnosuke... y entonces aparece alguien. Ranma-h contempla la escena; Shinnosuke agarra a Akane en un gesto semejante a un abrazo; Ranma-h se siente dolido. "¿Qué he hecho mal, Akane?", pregunta en alto; "Si tú quieres podemos romper nuestro compromiso, ¡pero dame al menos una razón!". Akane está en la encrucijada; "No puedo decirle que Shinnosuke va a morir, ¡no delante de Shinnosuke!", piensa, y sale por otro lado: "¡Qué dices, tonto!".
Pero Shinnosuke aparta a Akane y se encara a Ranma-h; "Basta, estás molestando a Akane.", le dice. "No te entrometas.", le replica Ranma-h; "¡No lo repetiré!", amenaza Shinnosuke mientras Akane trata de llamarlos al orden. "¡Vamos, no soy tan blando como los bichos de este bosque!", grita Ranma-h, y se lanzan al primer ataque. "¡Basta!", grita Akane desesperada... pero el primer golpe está dado. Shinnosuke tiene una magulladura en la cara y Ranma-h una en el hombro. Se aprestan a un asalto más... pero Shinnosuke desfallece; "¡Sufre un ataque!", piensa Akane. Ranma-h va a golpear sin piedad con su puño...
Y un bofetón de Akane lo para. Ranma-h siente el dolor del golpe; Akane mira sorprendida de su reacción; Ranma-h cae en estado de shock; Akane se mira la mano. Ranma-h, como puede, se incorpora y evita mirar a Akane mientras inicia la retirada; "Ranma, lo siento. Pégame, vamos...", le dice Akane. Pero Ranma-h parece en trance; "Entendido. Siento haberte molestado.", es lo único capaz de decir. "¡Ranma!", vuelve a llamar ella al borde del llanto; "Adiós, Akane.", es lo único que logra pensar Ranma-h sintiendo como algo se rompe en su interior.
Mientras, en la boca de una cueva, el abuelo travestido llama al causante de todas las desgracias: "Monstruo que obturas la fuente del agua de la vida, ¡sal de donde estés y te daré lo que tanto te gusta!". Del agua de la cueva aparecen en la oscuridad varios pares de enormes ojos rodeados por un extraño pelaje.
Escenas inolvidables: El abuelo travestido y maquillado, para dejar de piedra a cualquiera, y el increíble bofetón de Akane a Ranma-h, con todo el significado que conlleva.
Ranma-h está taciturno junto al pantano; "¿Akane me ha dado calabazas...?", piensa con la mirada triste; y recuerda a Akane pidiendo que le pegara. "Ni siquiera me han entrado ganas de discutírselo...", piensa mientras se incorpora. "Me iré de viaje, a entrenar. ¡Adiós, Akane! No volveremos a vernos.", murmura con aire melancólico. Pero un ruido le saca de sus pensamientos... y ve aparecer una especie de dragón de siete cabezas de dentro de la tierra. "¿Qu...?", llega a decir sin salir de su asombro. Una de las cabezas escupe al cielo una figura de aspecto femenino, que va cayendo hacia Ranma-h... que cuando ve al abuelo maquillado se aparta y lo deja caer al suelo. "¿Estás bien?", pregunta Ranma-h; "Podías haberme cogido.", se queja el abuelo. Y en ese momento las cabezas se abalanzan hacia los dos...
Akane cuida al inconsciente Shinnosuke, pero su pensamiento está con la despedida de Ranma-h: "Entendido. No te molestaré más.", recuerda. "¡Será burro! No ha entendido de la misa la mitad...", piensa Akane con lágrimas en los ojos; P-Chan, junto a ella, ve caer una lágrima sobre él. "Ranma..., ¿no voy a volver a verte?", piensa Akane desconsolada...
Y Ranma-h aparece corriendo, cargando al abuelo, y perseguido por las siete cabezas. "¡Huyamos o se nos merendará!", grita el abuelo. Akane carga a Shinnosuke a su espalda y salen todos corriendo. "¡A esa grieta!", indica el viejo, y se introduce a tiempo de esquivar a las cabezas, que ya no caben y que en el intento de entrar provocan un derrumbe que tapa la entrada.
Akane y Ranma-h recuperan el resuello. "¿Ranma?", llama ella, pero él se vuelve y al ver que coge a Shinnosuke se va a un rincón. Entonces, el abuelo, bajo el peso de Akane y Shinnosuke, empieza a quejarse; "Estoy en las últimas...", murmura; Akane le pregunta qué bicho era ese; "Uno de los más raros que existen. La serpiente gigante de tierra.", responde el viejo. "¿Es el que obtura el agua de la vida?", pregunta Akane. "Sí, y antes de morir debo decir...", musita el abuelo. "¡No abuelo!", grita Akane. Y el viejo se levanta tan fresco explicando la importancia de la serpiente: "La fuente del agua de la vida es el nido de la serpiente. En la piel de la serpiente crece un musgo que mezclado con el agua le da sus propiedades curativas. Normalmente la serpiente está dormida, pero cuando despierta obtura las salidas con las cabezas. ¡Si conseguimos un poco del musgo de la serpiente...!"; "¡Podremos salvarle la vida a Shinnosuke!", concluye Akane. "¡¿La vida?!", se sorprende Ranma-h, que ha estado escuchando.
"¡Lo he oído todo!", dice Shinnosuke despertando. Akane y el abuelo se quedan sin palabras; "¿Me moriré? ¿Cuánto me queda de vida?", pregunta. "No lo sé.", responde el abuelo, "Por eso intenté atraer a la serpiente."; Shinnosuke lo mira de arriba a abajo: "¿Le van los vejestorios feos?"; "No, las chicas guapas.", responde el viejo travestido. "¿¡Chicas!?", piensan Akane y Ranma-h al unísono.
Escenas inolvidables: Los cuatro varoniles muchachos disfrazados como encantadoras mujercitas... ¿Cómo no iba a montar en cólera la serpiente?.
En la cabaña, Akane, Shinnosuke y el abuelo discuten un plan. "Yo haré de cebo.", afirma Akane; "No es tan fácil. ¡Si haces de cebo, se te zampará!", replica el abuelo; "¡Pero soy la única chica!", contesta Akane.
Sobre el tejado, Ranma-h espía la discusión, hasta que Ryôga aparece tirándole de la trenza. "¡Tú eres la solución! ¡Conviértete en chica y muere por Akane!", le dice; Ranma-h le ignora, pero Ryôga dice algo que duele: "Si no me equivoco, Akane te dio calabazas."; Ranma-h está a punto de morirse; "Yo fui testigo. Está colada por Shinnosuke.", prosigue Ryôga recordando las lágrimas de Akane mientras cuidaba de Shinnosuke (lágrimas provocadas realmente por creer que había perdido a Ranma-h). Pero Ryôga sigue con una sonrisa: "Yo protegeré a Akane para siempre, aunque no me quiera de ese modo. No me avergüenza profesarle mi amor, ni me importa que nos haya dado calabazas. No me importa... ¡buahhhhh!", comienza a llorar desconsoladamente. "¡Pues a mí sí me importa!", piensa enrabietado Ranma-h.
"¡No consentiré que des tu vida por otro hombre!", piensa Ranma-h, y entra a la cabaña voz en grito: "¡Yo me encargaré de la serpiente!". Y Shinnosuke y su abuelo lo miran con sorpresa. "¿Dónde está Akane?", pregunta Ranma-h mientras Ryôga asoma tras él.
Akane, con un cepillo al hombro, cruza el bosque recordando las palabras del abuelo: "Confiamos en ti para que traigas el musgo...".
"¿¡Que habéis permitido que Akane vaya sola!?", grita furioso Ryôga mientras apaliza al viejo; "Calma, no es momento de disensiones en el equipo.", dice el viejo. Ranma-h calma a Ryôga de un mazazo y mira al abuelo; "Tienes un plan, ¿verdad? No me lo cuentes, imagino por dónde van los tiros."; "Es un plan perfecto, Akane no se verá en peligro.", dice Shinnosuke, y se queda mirando a Ranma-h: "¡Tú eres...! ¡Me llamo Shinnosuke, encantado!", saluda, mientras Ranma-h no se lo puede creer. "Mi nieto es muy olvidadizo.", recuerda el abuelo.
Akane prosigue su ruta pero nota algo extraño. "El bosque está muy silencioso.", piensa; y entonces ve a un ornitorrinco de tamaño normal; "¡El ornitorrinco ha encogido! ¿Será porque el agua de la vida ha dejado de brotar? ¡Tengo que darme prisa!".
Mientras, el ominoso presentimiento de la serpiente se hacía más fuerte, indicando que el enemigo estaba cerca; enemigo en forma de... Ranma-h disfrazado de colegiala, Ryôga de enfermera, el abuelo de novia y Shinnosuke de chica soldado (todos con un aspecto realmente espantoso). "Ahora tiene que pensar que somos mujeres y venir a atacarnos.", ríe el abuelo. Y la serpiente ataca, montada en cólera, y quién no ante semejantes personajes.
"¡Mira cuántas chicas y alcohol!", grita el viejo-novia. "Si Akane me viera así me daría un patatús.", llora Ryôga-enfermera. "¡Que cada uno se encargue de dos cabezas!", propone Ranma-h-estudiante, secundado por Shinnosuke-mujer-policía. Desde un peñasco cercano, Akane, vestida como un chico, salta sobre la serpiente buscando el musgo. "Con ese aspecto Akane parece un chico. La serpiente no la atacará.", piensa el abuelo; y justo entonces una boca se abalanza sobre él; "¡Abuelo!", grita Akane; "¡No te preocupes, la serpiente no se come a los hombres!", ríe el abuelo... y la cabeza escupe una llamarada de fuego que achicharra al pobre viejo. "¡Quizás comernos no, pero le encantaría matarnos!", grita Ranma-h, esquivando una llamarada junto con Ryôga.
Akane prosigue su búsqueda; "¡No veo el musgo por ningún lado!", se preocupa. Y entonces repara en un detalle: "¡Qué extraño! ¡Por más que miro, esta serpiente sólo tiene siete cabezas!".
A Ranma-h le acude una idea; "¿Un piscolabis? Entonces...", y se acerca corriendo para ver lo que buscaba: "¡Cerveza!". Ranma-h coge una caja y la agita con violencia; lanza unas cuantas botellas al aire y les rompe el cuello, haciendo que la cerveza salga disparada y alcance los ojos de la serpiente: "¡Ataque de espuma cervecera destrozaojos!", exclama Ranma-h. "¡Claro!", grita Ryôga; "El clímax de una fiesta es la ducha en cerveza. Es difícil describir el dolor cuando entra en los ojos. ¡Incluso los jugadores más poderosos sienten dolor!". Ranma-h aprovecha que la serpiente está ciega y confusa para atacar, impactando sin problemas sobre una cabeza. Sus compañeros hacen lo propio y una a una las cabezas caen inconscientes.
Los combatientes resuellan pero están satisfechos. "¡Akane!", llama el abuelo a la chica, que sigue sobre la serpiente; "¡No hay musgo!", informa Akane; "¿¡Qué?!", grita sorprendido el abuelo. "¡Y llevad cuidado, que la octava cabeza de la serpiente no está!", sigue Akane. Entonces se dan cuenta de que sólo hay siete cabezas... pero la serpiente empieza a moverse otra vez. Akane pierde el equilibrio y se agarra como puede a la pelambrera de la serpiente.
De entre las rocas surge una nueva cabeza... ocho veces más grande que las otras y unida a ellas por la cola. "¡De las colas sale otra cabeza!", exclaman confundidos. "¡Las siete cabezas tienen una cola que es una enorme cabeza! ¡Es una especie rarísima!", grita el abuelo, "¡La llamaremos 'Serpiente cabezona de trasero'!", y Ryôga le da una patada para que se calle.
Los chicos ven entonces a Akane colgando de la serpiente; "¡Akane está en peligro!", gritan. Akane aguanta a duras penas, pero tiene su pensamiento dirigido en otra dirección; "El musgo de la vida debe estar sobre esta cabeza de la serpiente. ¡Tengo que alcanzarla!", piensa. Pero entonces a la cabeza gigante se le dibuja una sonrisa y lanza su lengua viperina hacia Akane, atrapándola. "¡Akane!", grita Ranma-h. "¡Su olfato le indica que es una chica!", exclama el abuelo.
La cabeza arrastra a Akane hacia su boca, pero Akane percibe un brillo entre los ojos de la serpiente. "¡El musgo!", se da cuenta. Consigue dar una pirueta y se apoya en el cepillo sobre el morro de la serpiente. Da una raspada y consigue impregnar el cepillo con el musgo; "¡Ya es mío!", piensa, y lanza el cepillo hacia el abuelo: "¡Abuelo!", le grita. "¡Akane!", responde el viejo agarrando el cepillo.
Pero entonces la cabeza cambia de dirección, aún con Akane sujeta por su lengua, y se introduce en el agua. "¡Se lleva a Akane a su madriguera para comérsela!", grita Ranma-h. Akane está ahogándose en el agua, llamando en su pensamiento a Ranma-h, mientras éste y Shinnosuke corren desesperados hacia el agua subterránea.
En la superficie de la cueva, Ranma-h, Shinnosuke y Ryôga se lanzan al agua en busca de Akane. P-Chan se da cuenta demasiado tarde de lo que ha hecho. Ranma-m sólo tiene un pensamiento: "Me da igual lo enamorada que estés de ese tal Shinnosuke. ¡Juro que te protegeré, Akane!". Ranma-m está a punto de alcanzar la boca de la serpiente, que ya cierra sus fauces sobre la inerte Akane... cuando Ranma-m le pone una enorme roca que le impide cerrarlas. Shinnosuke alcanza a Akane junto con P-Chan; y entonces divisa a Ranma-m; "¿Una mujer?", se pregunta. Ambos se miran... y gritan de pavor al notar que la serpiente está reaccionando. El grupo sale a tiempo de evitar el mortal mordisco.
Con los pulmones a punto de reventar alcanzan la superficie del agua y se acercan a la orilla. Akane tose y escupe el agua, recuperando la consciencia poco a poco. Gira la cabeza y ve a Ranma-m; "¿Has venido a salvarme, Ranma?", piensa. Shinnosuke mira curioso a Ranma-m: "¿Y tú quién eres?"; Ranma-m mira lacónicamente a la pareja. "Tú encárgate de Akane.", le dice.
En ese momento, la cabeza gigante emerge del agua, mirando al grupo con cara de pocos amigos. "¡Ven monstruo seboso! ¡Soy una chica de verdad de las que tanto te gustan!", le llama Ranma-m sonriendo. La cabeza ve a la jovencita con traje de colegiala y sale tras ella con la boca abierta; "¡Hace de cebo!", exclama Shinnosuke. Y entonces, las otras siete cabezas despiertan de su letargo y se ven frente a Akane y Shinnosuke, iniciando un repentino ataque que retarda a la cabeza grande. "¡Están tirando de ella!", se percata Ranma-m; "¡Son las otras cabezas! Tengo que hacer que esta tire con más fuerza.", y recurre a un sucio truco: "Te enseñaré mis braguitas...", le susurra.
La libidinosa cabeza grande comienza a tirar con más fuerza, contrariando a sus siete hermanas. Y Ranma-m se levanta la falda... dejando ver sus masculinos calzoncillos. Tal es la desilusión de la cabezota que se deja arrastrar por las otras siete mientras Ranma-m ve desesperada el motivo.
Las siete cabezas reinician más ferozmente el ataque; "¡Algo ha pasado al otro lado!", deduce Shinnosuke a la carrera con Akane. Pero entonces una voz familiar llama: "¡Shinnosuke! ¡Usa esto!", grita el abuelo lanzándole el cepillo con el musgo. "¡Entendido! ¡Gracias, abuelo!", y comienza a atacar a la serpiente. "¡Noooo! ¡Que te olvidas del musgo!", gritan desesperados Akane y el abuelo.
Escenas inolvidables: La carita que pone la cabezota cuando ve que Ranma-m no lleva unas sensuales braguitas, sino unos clásicos calzoncillos masculinos (para quitarle la líbido a cualquiera).
Y mientras, por el otro lado, Ranma-m hace lo imposible por reavivar la líbido de la cabeza grande; "¡Tengo que atraerla como sea, Akane está en peligro!", piensa. Se sube sobre la cabeza y le susurra: "Señor, no llevo sostenes..."; los ojos de la cabezota se abren como platos, y Ranma-m vuelve a insinuarse: "Si me persigues igual te lo enseño todito...". La serpiente sale tras ella, mientras Ranma-m corre juguetona.
Así es como el trío Akane, Shinnosuke, abuelo ven cómo las siete cabezas son arrastradas en sentido opuesto. "Abuelo, ¿cómo podemos acabar con ella?", pregunta Akane aprovechando el respiro; "Poderse se puede, pero es imposible...", responde el viejo; "¿En qué quedamos?", pregunta irritada Akane, y el viejo le da la respuesta, que sorprende a la chica: "¡¿Un cuerno?!". "Es un artilugio para dominar a la serpiente y transmitido desde incontables generaciones. Es un cuerno de mangosta, enemigo natural de las serpientes gigantes. Cuando Shinnosuke era un niño, le di uno, pero ese mismo día lo perdió."; y Akane, recordando la escena de su infancia, muestra el cuerno al boquiabierto viejo. "¡Soplaaaaa!", ordena vehementemente el abuelo mientras Akane hincha los carrillos y las siete cabezas tratan de renovar el ataque... y provoca el pitido. Las siete cabezas se paran de repente... y caen como mareadas. "¡Viva!", grita Akane.
Y al otro lado, Ranma-m sigue jugueteando con la cabezota: "¿Te lo enseño?", pregunta pizpireta, y levanta su camiseta para dejar a la vista un seno... momento en el que la cabeza abre su enorme bocaza, cubre con ella a Ranma-m y la coge con su lengua para arrastrarla a sus fauces... La serpiente cierra su boca y muestra un gesto de satisfacción.
"¡Abuelo, encárguese del musgo!", pide Akane alarmada; Shinnosuke despierta de su inconsciencia; "Akane, estoy en las últimas...", murmura; "¡Nada de eso!", sonríe Akane; pero Shinnosuke prosigue: "Pensaba tenérmelo callado para siempre, pero la verdad es... que me gustas mucho.", termina por decir; "Shinnosuke...", piensa Akane, "¿te has olvidado de que el otro día te me declaraste?". Y el abuelo pasa a la acción: quita a Shinnosuke su camisa, lo vuelve boca abajo y con el cepillo empieza a frotar con fuerza la malherida espalda de Shinnosuke, que se queja amargamente... hasta que las heridas desaparecen mágicamente. "¡Las heridas han desaparecido!", gritan; el abuelo se abraza llorando a su nieto; "¡Me alegro tanto Shinnosuke!", piensa Akane, y entonces observa el cuernecillo en su mano, las siete cabezas inertes... y sale corriendo hacia la otra parte. "¡Akane!", llaman Shinnosuke y el abuelo; Akane se gira y responde: "¡Voy a ayudar a Ranma!", y dejando a relucir una maravillosa sonrisa, culmina diciendo: "¡Ranma es mi prometido!".
Akane llega al otro lado, para ver a la cabezota que mira feliz como otra chica está frente a ella. Y entre los dientes de su boca, Akane ve algo que casi la hace desfallecer: "¡Un trozo de la falda de Ranma!".
Escenas inolvidables: La sonrisa de Akane cuando va a rescatar a Ranma-m de la gran cabeza vale su brillo en oro, o en el amor que le profesa a su novio.
Y tras la dentadura de la serpiente, de la cual cuelga enganchada por la falda, Ranma-m reacciona: "¡Akane! ¿Pero no había huído?", y se asoma entre los dientes y grita: "¡¿Qué haces ahí, idiota?!". Akane levanta su mirada y una sonrisa ilumina su rostro: "¡Ranma!". Entonces la serpiente nota que tiene algo entre los dientes y trata de alcanzarlo con la lengua. Ranma-m a duras penas puede esquivar los envites del bicho.
El abuelo y Shinnosuke llegan corriendo; "¡Akane, usa el cuerno!", le piden; "¡No! ¡Si lo hago, Ranma quedará aplastado por sus dientes! ¡Abuelo, caliente agua!", replica ella mientras elabora su plan. Y el plan empieza por quitarse la camisa y mostrar su forma femenina: "¡Yo debo ser más apetitosa!", grita a la serpiente. Shinnosuke y P-Chan miran incrédulos la escena; "¡¿Qué haces?!", le grita alarmada Ranma-m; la serpiente lanza su lengua bífida hacia Akane; "¡Huye Ranma!", grita ella.
El abuelo, que calienta el agua, se da cuenta: "¡Claro! Si el monstruo quiere comerse a Akane tendrá que abrir la boca."; Akane esquiva el primer lengüetazo del bicho. Ranma-m mira con preocupación desde la boca; "¡Maldita sea, así será Akane y no yo la que acabe...! ¿Quiere echar al traste mis esfuerzos?". Shinnosuke entra entonces a combatir la lengua junto a Akane; "¡Shinnosuke! ¡Llévate a esa cabeza hueca y huid!", les grita Ranma-m. "¡¿Y vas a dejar que se te coma?", le replica Akane. "¡Eres una pesada sin pechos! ¡Lárgate!", termina por decir Ranma-m, y entonces se tumba sobre la lengua de la serpiente. P-Chan, Shinnosuke y Akane miran con sorpresa la reacción de Ranma-m, que se va arrastrando hacia atrás en la lengua de la serpiente hasta llega a la parte que da el gusto de los hombres.
La serpiente deja caer flácida la lengua al sentirlo... y Akane aprovecha para subirse a ella y correr hacia la boca del monstruo con la tetera de agua caliente; "¡Akane!", grita Shinnosuke. La serpiente abre su boca y Akane entra para vaciar la tetera sobre Ranma-m, "¡Ranma, ven!", grita ella mientras los dientes se cierran sobre su cuerpo, "¡Idiota, cuidado!", grita Ranma-h y salta... saliendo fuera de la boca justo cuando los dientes se cierran.
Akane y Ranma-h caen abrazados; "Akane...", dice él; "Ranma...", dice ella, "...¡volvamos a casa!".
Escenas inolvidables: La caída abrazados de Akane y Ranma-h y su "volvamos a casa" es de lo más emocionante.
Las mandíbulas se están cerrando sobre ambos; "¡No les dará tiempo!", grita el abuelo. Pero Ranma-h se revuelve... y agarra la mandíbula que cae sobre ellos, evitando el mortal impacto; "¡Pero si eso es imposible!", exclama el incrédulo viejo. Y entonces la presión de la dentadura disminuye, y la serpiente bosteza. Akane y Ranma-h aprovechan para salir, y ven cómo la serpiente se bate en retirada y, arrastrando a sus siete hermanas, se sumerge de nuevo en las profundidades del lago. "Se acabó...", musita el abuelo; Shinnosuke dirige su mirada hacia Akane y Ranma-h; "Akane...", piensa.
La serpiente se vuelve a sumergir en su largo letargo y su musgo comienza a provocar que los manantiales de la vida vuelvan a funcionar. El bosque recupera su vitalidad, llenándose de los bichos gigantes. Sobre la cabaña, un pájaro carpintero gigante picotea el techo; y un extraño roedor ronda la cama del abuelo. Akane está junto a él; "Ya podemos volver a nuestra antigua vida. Shinnosuke y yo somos los guardianes de este bosque, es nuestro destino. Vuelve tranquila."; "¿Seguro que no le importa?", pregunta Akane mientras el roedor muerde la cabeza del abuelo.
Fuera, Ranma-h habla con Shinnosuke; "¿Qué querías decirme?", pregunta Shinnosuke; "Verás, cuando eras niño pusiste en peligro tu vida para salvar la de Akane. Quería agradecértelo..."; pero Shinnosuke le corta: "No fui yo. Te equivocas de persona."; Ranma-h le mira con tristeza. Akane sale de la cabaña y mira a Shinnosuke; "Shinnosuke..."; "Akane... ¿te vas con él?", pregunta. "Akane, me gustas mucho...", es el auténtico pensamiento de él; "Lo siento Shinnosuke...", es la callada respuesta de ella. "Cuídate mucho...", sonríe Shinnosuke.
Ranma-h se da la vuelta para dejar que la despedida sea más privada... y se encuentra de morros con Ryôga, que lo coge del cuello y lo arrastra al bosque. "Tranquilo, no tengo intención de meterme contigo...", le dice; "Akane, volveré a partir de viaje.", piensa Ryôga mientras una desbandada de animales se produce... debido a la paliza que le ha propinado al molido Ranma-h. "Uf, qué caballeroso llego a ser.", piensa Ryôga mientras camina rumbo de un precipicio.
"Adiós, amigos, cuidaos.", se despiden Akane y Ranma-h de Shinnosuke y su abuelo. "Gracias por todo, adiós Shinnosuke...", es el último pensamiento de Akane. "Adiós...", murmura Shinnosuke, "Allí va mi primer amor, que se marcha sin que me le haya declarado."; "Se ha vuelto a olvidar...", piensa el abuelo resignado.
En el camino de regreso, Ranma-h camina delante de Akane. Con la cabeza gacha, la mirada ansiosa y ligeramente ruborizado, Ranma-h no para de darle vueltas a sus pensamientos: "Estoy muy contento de que vuelvas conmigo. Estaba muuuuy preocupado. Para ser sincero, esta vez lo he pasado realmente mal.". Akane mira con extrañeza a su novio por el raro gesto que lleva en su cara; Ranma-h sigue pensando: "Bueno, ¿y qué? De vez en cuando no hacen daño unas palabras amables. Como el que no quiere, le cogeré de la mano...", y poniéndose rojo, rojo, rojo, lleva su mano derecha hacia atrás... Akane sonríe y se la coge. A Ranma-h casi le da un paro cardiaco. "Estoy muy contenta de volver contigo. Siento haberte preocupado.", le dice Akane con un brillo especial en la mirada. Y Ranma-h se encorva y enrojece más aún. "Yo también estoy contento. A partir de ahora trataré de ser más amable. Y no dejaré que te metas en líos. Cuando estoy así, contigo, me siento realmente feliz...", y Akane le corta: "Oye, ¿por qué estás tan callado y taciturno?"; "No puedo...", piensa Ranma-h de nuevo impotente de expresar sus sentimientos.
Escenas inolvidables: Ranma-h poniéndose colorado sólo de pensar en coger de la mano a Akane, y lo patán que es para ser incapaz de decir lo que siente.
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