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Ranma-h cae debilitado; es su espectacular cuerpo adulto, Hinako coge al débil Kunô por las solapas de la camisa; "¿Conque niñata, eh?", le reprende, mientras el resto de chicos murmura la temeridad de Kunô. La reacción de Kunô ante tal mujer es evidente: "¡Lo siento! No suelo relacionarme con mujeres mayores, pero ahora no tengo elección. ¡Saldré contigo!", le dice ruborizándose. Hinako le planta una moneda de 50 yenes en la frente y lanza otro Happôataque, dejando a Kunô seco.
Ya en clase, y de nuevo en su pequeño cuerpo, Hinako da una noticia: "A partir de hoy iré visitando vuestras casas. El primero será...".
El panda saca un cartel: "¿Cómo que va a venir la profesora a visitarnos?". "No sé a qué, pero no tardará.", dice Ranma-h a Kasumi; "Habrá que prepararle algo.", dice Kasumi. Hinako viene de paseo con Akane; "¿Así que Saotome está en tu casa?", se sorprende Hinako; "Voy a pedirle a su padre que refrene los impulsos violentos de su hijo.", termina de decir; "Pues creo que los ha sacado de su padre.", dice cínicamente Akane. Y entonces pasa un gatito; "¡Ahhhhh! ¡Qué mooooonoooo!", grita Hinako saliendo tras él, ante la estupefacción de Akane.
Hinako acaba cogiendo al gato en un solar en obras; "Me he perdido...", concluye, y se sienta en un banquito. Entonces una figura familiar aparece: "¿Qué te ocurre, chiquilla?", le pregunta Sôun que vuelve de la compra. "Estoy buscando la casa de los Tendô.", responde ella.
Mientras, Akane sigue llamando a gritos a su profesora, hasta que se encuentra con su padre que la trae consigo. "Akane, tu amiguita se había perdido...", le dice Sôun; "¡Esta mujer no es mi...", replica Akane, pero Sôun no escucha. Rebusca en la bolsa de la compra y saca un chupa-chups; "Toma, me ha tocado en un sorteo.", dice ofreciéndoselo a Hinako, que empieza a chuparlo ansiosa. Kasumi aparece por la puerta agradeciendo la compra a su padre, y Sôun pide a Akane que entre con su "amiga". Hinako está ligeramente ruborizada; "¡Qué amable es tu padre, Tendô!", suspira; Akane no sabe cómo reaccionar.
"¿Y la visita que tenía?", pregunta; "¡Me había olvidado!", y entra con gesto severo a casa de los Tendô; "Casi olvido mi condición de maestra...", y cuando ve al panda salta sobre él: "¡Un panda! ¡Qué mooonooooo!". "Sí que tarda tu maestra.", dice Kasumi a Ranma-h, que observa indeciso la escena. "¿A qué habrá venido?", se pregunta Akane; "Déjala, mejor esto que un sermón.", responde Ranma-h.
Y entonces llega Kasumi con Sôun; Hinako los ve llegar y planta 50 yenes en la frente de Ranma-h, lanzando su Happôataque. "Encantado de conocerla, señorita. Soy el padre de Akane.", dice Sôun entrando, justo en el momento que Hinako ha realizado su transformación; "Soy Hinako Ninomiya, la tutora de su hija.", saluda ella mientras Ranma-h cae exhausto; "Mi madre, que preciosidad...", alcanza a murmurar Sôun.
"Es usted muy joven, señorita. Y se le ve tan responsable.", comenta Sôun mientras toman un refresco en la mesa, junto con Akane y el pobre Ranma-h hecho una piltrafa. "No es el primero que me lo dice.", contesta Hinako ruborizada, y comienza el ataque; "¿Cuáles son sus aficiones?", pregunta. Sôun se sorprende, pero Kasumi le avisa de que tiene una llamada y sale un momento; "¡Qué nervios!", exclama Hinako volviendo a su estado infantil; "¿Pero qué pasa?", pregunta Ranma-h; "No sé.", responde Akane, y Sôun vuelve a entrar, momento en que Hinako vuelve a absorber la energía de Ranma-h.
Llega la noche. Sôun se despide para ir a una reunión de vecinos, avisando de que volverá tarde. Kasumi ofrece a Hinako que se quede a cenar, y ella acepta encantada mientras juega con el panda. Durante la cena, Nabiki se queja: "Quería ver la noticias..."; "Pero es que la profe está viendo los dibujos.", señala Kasumi, mientras Hinako hace efectos sonoros para dar más realismo a las imágenes. Akane vuelve a insistir: "Perdone, pero ¿qué hay de la visita que iba a hacer a Ranma?"; "No me olvido.", disimula Hinako, y se vuelve a Ranma-h mientras abraza al panda: "Saotome, ¿dónde está tu padre?", pregunta; "¡Si lleva horas jugando con él!", se enrabieta Ranma-h; así lo confirma el panda en un cartel... e Hinako vuelve a saltar sobre él con renovado entusiasmo: "¡Qué envidia!"; "Si tanto lo quieres, te lo regalo.", le dice Ranma-h, mientras las hermanas cuchichean preguntándose cuánto tiempo se va a quedar.
Entonces se oye una voz; "Ya estoy en casa.", dice Sôun; Hinako saca sus 50 yenes, pero Ranma-h tapa el agujero: "Ni se te ocurra."; Hinako comienza a gimotear y golpear a Ranma-h: "¡Burro, yo quería que me viera con mi cuerpo adulto!", lloriquea. Sôun entra, y cuando la ve reconoce a la amiga de su hija; "Es muy tarde. ¿Por qué no te quedas a dormir?", le propone Sôun, y a Hinako se le ilumina el rostro y empieza a dar saltos de alegría. "¡No me digas que la profe se ha quedado prendada de papá!", dicen al unísono Kasumi y Nabiki, mientras Akane mira con preocupación.
Hinako y Akane comparten habitación. La profe duerme a pierna suelta, mientras Akane sigue dándole vueltas a la cabeza; "No, imposible...", descarta; pero entonces Hinako se despierta y lanza una pregunta: "Oye, Tendô... ¿no se siente solo tu padre?"; a Akane casi le da un pasmo: "Me voy a hacer la dormida...", piensa.
En el cuarto de invitados, el manoseado y magullado panda sostiene un cartel: "¿Hasta cuándo piensa quedarse tu profe?"; el debilitado y demacrado Ranma-h apenas puede responder: "No sé, supongo que hasta que termine su visita.".
Escenas inolvidables: La cara que pone Akane cuando Hinako le pregunta si Sôun no se siente solo.
El terrible desayuno salpica la mesa: huevos fritos destrozados, zumos volcados, tostadas quemadas. "¿Ha hecho Akane el desayuno?", pregunta con asco Ranma-h; "¡Cómo te pasas!", protesta Akane; "Vais a llegar tarde.", espeta Hinako; "Tengo que saludar al papá Tendô antes de irme...", termina por decir. Y Ranma-h sale huyendo perseguido por ella que busca succionarle la energía.
Sôun está frente al altar familiar, orando frente a la foto de su difunta esposa... cuando Ranma-h e Hinako irrumpen en la sala; "¡Happôataque de los cincuenta yenes!", lanza ella, pero Ranma-h se aparta y la succión de energía actúa sobre Sôun. El pobre hombre cae hacia atrás sin fuerzas, llegando Hinako, ya adulta, a sostenerle. Sôun se gira y la ve; "¡Ah, es la tutora de Akane!", se sorprende; Hinako le mira ruborizada; "Disculpe, señor Tendô. ¿Ha estado usted solo durante todo este tiempo?". Sôun se pone circunspecto ante la presencia de la foto de su esposa; "Sí, hace años...", y estalla en carcajadas: "¡Qué triste! ¿Verdad?". Y las tres hijas y el futuro yerno miran la escena con preocupación.
"¡Que la profe está colgada por tu padre!", exclama incrédulo Ranma-h; en la terraza del Fûrinkan, Akane habla preocupada con su novio. "Sí, parece dispuesta a casarse con él.", afirma; "¡Chorradas! Tu padre no se liaría con una criaja así.", afirma Ranma-h; Akane admite el razonamiento, pero una voz les sobresalta: "¡Qué ingenuos sois!"; es Hinako, que ha subido a espiarlos. "¡Tendô, me doy una semana para conquistar a tu padre!", reta Hinako desafiante; Ranma-h se acerca a ella con mirada severa... y empieza a darle palmaditas en la cabeza sonriendo: "Veamos de qué eres capaz..."; Hinako se enfada: "¡Hecho, pero me tienes que jurar que no te interpondrás!"; "¡Por supuesto que te lo juro! ¡Pasará de ti!", se burla Ranma-h. Akane se enfada; "¡Yo no le he prometido nada!", piensa.
El resto de la semana se suceden las visitas de Hinako a casa de los Tendô, para jugar con el panda siendo niña, absorber la energía de Ranma-h, cenar en forma adulta con Sôun... tanta obsesión que hasta en la pizarra escribe su nombre mientras los alumnos se preguntan cómo es que aún no ha pasado por sus casas...
Hasta que un día, mientras ve la tele vestida con un camisoncito, Akane le da un toque: "Ya ha pasado una semana, profe..."; Hinako la mira tiernamente: "En casa puedes llamarme mamá."; una voz severa habla desde la puerta: "Estoy hasta el moño de tanto hablar de mamás."; es Nabiki, que prosigue con su estrategia: "¡Una auténtica madre es aquella que te da una paga diaria!", protesta encarándose a Hinako; "Te equivocas...", trata de pararla Kasumi. "Tu futuro como esposa puede peligrar si no le gustas a las hijas del novio...", murmura Ranma-h hundiendo el dedo en la llaga; "¿Futuro como esposa...?", se sorprende Kasumi; "¡Pero si está haciendo el vago todo el día!", protesta Akane; "¿Y así quieres que mi padre se te declare?", culmina Nabiki. Hinako sale corriendo y lloriqueando: "¡Sois muy malas conmigo!". "Ni siquiera he tenido que entrometerme...", dice sardónico Ranma-h.
Hinako piensa sentada en la puerta del dojo; "Está claro que si yo no me muevo él no se me declarará...", concluye; y justo entonces llega Sôun; "La amiga de Akane...", piensa; "¿Qué haces aquí, bonita?", pregunta; "Le estaba esperando.", contesta ella; "Oh, siento haberte hecho esperar.", le sonríe Sôun, y la entra consigo a casa y le desea las buenas noches. "No hay manera...", piensa ella.
Ranma-h respira aliviado pensando que al fin podrá dormir en condiciones. Y así ronca a pierna suelta hasta que en mitad de la noche... abre los ojos para ver a Hinako sobre él sorbiéndole la energía. "¡¿Qué haces?!", grita Ranma-h; "¡No voy a esperar más! ¡Usaré mis armas de mujer para que Sôun se me declare!", responde ella, quedando cada vez más ajustado el camisoncito.
Los gritos despiertan a la familia Tendô, encabezada por Sôun. Y al entrar al cuarto de invitados... ven a Ranma-h sobre la adulta Hinako vestida con un simple y vaposoro camisón; Sôun se queda lívido. "¡Señor Tendô! ¡Tenía que contarle...!", pero Sôun estalla: "¡Esto es el colmo de la impertinencia!". Ranma-h e Hinako casi se mueren del estallido de furia del patriarca Tendô; "¡Se equivoca! ¡Nosotros no...!", tratan de replicar; "¡Se ve a la legua qué hacíais!", exclama Sôun mientras Akane arde de rabia. "¡Idiota, imbécil! ¡Se ha enfadado por tu culpa!", recrimina Hinako a Ranma-h; "¡¿Quién se ha vestido de leona?!", protesta Ranma-h.
Hinako está apesadumbrada, al borde del llanto: "¡Seguro que me odia!", piensa; "¡Señorita!", exclama Sôun en tono elevado y severo... y se arrodilla ante ella: "¡Lo siento, acepte mis disculpas!"; Akane y Ranma-h se quedan de piedra. Sôun agarra a Ranma-h: "¿Cómo te atreves a atacarla estando prometido?", le recrimina; "¡Que no!", protesta Ranma-h. y Sôun vuelve a hablar a Hinako: "Como el padre de familia que soy, ¡asumiré la responsabilidad!", le dice. A Hinako se le ilumina la mirada: "¿¡Asumirá la responsabilidad!?"; y las tres hijas sienten como si el mundo se abriera bajo sus pies.
Escenas inolvidables: La escena en que pillan "in fraganti" a Ranma-h con Hinako, y la espectacular reacción de Sôun.
Unos perros callejeros están peleando... hasta que Hinako llega para absorber su energía; "Me ha ido de un pelo...", murmura mientras los traunseuntes miran anonadados a la mujerona.
Mientras, Sôun está perplejo: "Me ha parecido que encogía...", piensa. Akane, sus hermanas y Ranma-h aprovechan la salida de Hinako para cerrar a cal y canto la casa y poner un cartel de "Nos hemos mudado". Pero Hinako no se deja engañar... y lanza la happôenergía reversible para abrir un boquete en la puerta. "¡Qué fallo! ¡Me vuelvo a encoger!", se da cuenta, y vuelve a por los demacrados perrillos para absorber la poca energía de combate que les queda.
"¡Señor Tendô, tiene que casa...!", exclama mientras entra de nuevo por la puerta... mientras Akane moja a Ranma-h y la viste de ama de casa: "¡Vas a ser nuestra madre!", le gritan las hermanas. Y Ranma-m sale al encuentro de Hinako: "¿Qué pretendes hacer con mi marido Sôun?", pregunta a la perpleja Hinako. "Esta mujer... ¿es la cocinera?", pregunta Hinako; "¡No!", responde la desdibujada Ranma-m. "Es nuestra madrastra.", apoyan Akane y Nabiki; "¡Si no es más que una cría!", dice Hinako, y entonces llegan Sôun y el panda, y Ranma-m se lanza a los brazo de Sôun: "¡Amor mío!".
Y Sôun saca la tetera: "¿Se puede saber qué tonterías haces?", pregunta yendo a mojar a Ranma-m... hasta que una oportuna mano vuelca la tetera hacia el pie del propio Sôun. "¡Bien hecho Kasumi!", se alegra Akane. Las dos hijas menores apoyan a Ranma-m: "¡Es nuestra madrastra!", coaccionan a su padre. Hinako mira al grupo completo; "Es una familia muy unida...", piensa; "¡Pero no voy a rendirme!", exclama, y saca algo de la nada; "¡¿Qué pretende?!", se preguntan Akane y Ranma-m.
Hinako muestra un billete de diez mil yenes... y Nabiki se arroja a sus brazos: "¡Madrastra!", la llama; "¡Qué alegría, Nabiki!", exclama satisfecha Hinako. Y Nabiki le prepara las maletas y el sombrero de viaje a su padre y le hace partir con Hinako. "¡Oh, no, se han fugado!", grita Akane desesperada, y lanza a Ranma-m de una patada hacia ellos: "¡Ves a buscarles, madrastra!".
Sentados sobre un tronco en la playa, Hinako y Sôun esperan el amanecer; "Por fin solos. Ha sido una dura batalla.", piensa Hinako llorando de emoción. "¿Qué es lo que quería decirme, señorita Ninomiya?", le pregunta Sôun; "¿Quiere oírlo?"; "Por supuesto.", insiste él. Hinako se pone como un tomate, y el corazón empieza a latirle fuerte; "Yo... quisiera pedirle que... pedirle que se ca...", y hunde la cara entre sus manos; "...se...". El sol aparece en el horizonte; Hinako saca su rostro de entre sus manos y mira a Sôun... que sonríe; a Hinako le da un vuelco el corazón... y Sôun cae a la arena.
Ranma-m está tras él con un enorme mazo y sonríe con alivio. "Ahora que ya lo tenía en el bolsillo.", se queja amargamente Hinako mientras vuelve a su aspecto infantil; "¿Cómo te atreves a entrometerte?", grita saliendo en persecución de Ranma-m.
Akane llega en su bicicleta a la playa y se acerca para sacudir a su inconsciente padre; Sôun despierta; "¡Papá! ¿No te vas a casar, verdad?", pregunta Akane. Sôun se queda pensativo por un momento... y entonces parece caer en la cuenta.
Ante el altar familiar y la foto de su esposa, Sôun hace su rezo diario: "Hola, mamá. Hoy es nuestro aniversario de bodas."; las hijas miran satisfechas la situación; "Yo creía en él...", dice Nabiki; "Y por eso lo vendiste al ver los diez mil yenes.", le replica Akane. Ranma-m e Hinako miran la escena desde la puerta; Hinako parece rendirse a la evidencia; "Lo entiendo... pero algún día... ¡seguro que lo consigo!".
Y así, Hinako siguió siendo una asidua de la casa de los Tendô, muy a pesar de Ranma-h y el resto.
Escenas inolvidables: Como vende Nabiki a su padre por diez mil yenes y lo linda que está Hinako cuando se declara a Sôun.
Y así espera a Shampoo, tras un poste, vestido de smoking y con el ramo de flores. La chica se acerca con la bici y Mousse sale a su encuentro... pero Shampoo le da un bicicletazo y salta hacia el asustado Ranma-h: "¡Ranma, hacer cita conmigo!", pide ella. Ranma-h la esquiva, mientras Mousse trata de perseguirla; "¡Tienes que salir conmigo!", dice agarrando una figura femenina... que es la bisabuela; "Oye, que estoy muy ocupada."; Mousse se pone las gafas: "¡Una figura de cera!"; y Colonia le pega un bastonazo.
"Ya que te han plantado y no tienes nada que hacer ayúdame con la limpieza.", le pide la vieja, que ha sacado un montón de trastos viejos. De los trastos de un baúl, Mousse saca una especie de antifaz. "¿Qué es esto? ¿Unas gafas?", pregunta Mousse poniéndoselo; "¡No te las pongas, desgraciado!", grita Colonia, y Mousse se encara a ella: "¡De qué vas! ¡No puedes utilizar a la gente a tu antojo!", le replica. Y a Colonia parece que le pase algo y se escucha un fuerte golpe en el "Cat Cafe".
Shampoo vuelve al "Cat Cafe" refunfuñando porque Ranma-h ha huído, y al entrar encuentra a la vieja magullada. "¡Bisabuela!", exclama alarmada; "¿Mousse te vencido haber? No decir bromas de mal gusto...", dice incrédula Shampoo cuando su bisabuela le cuenta lo que ha ocurrido. "Hay que encontrar a Mousse cuanto antes...", afirma preocupada Colonia.
Los Tendô se disponen a cenar... cuando Shampoo aterriza sobre la cabeza de Ranma-h en su bici: "¡Tener problemas, Ranma!". Ranma-h no se cree la historia: "¿Que Mousse se ha vuelto muy poderoso?"; "Vencer a bisabuela.", confirma Shampoo; "¿No será que a la vieja le queda poca vida?", sugiere Ranma-h. Pero alguien replica desde el jardín: "Te lo creas o no, es cierto.", y de entre las sombras sale Mousse; "Y ahora te crees tan fuerte que vienes a sacudirme.", concluye Ranma-h. Mousse sonríe: "Supones bien. Shampoo, si es verdad que te gustan los chicos fuertes, ¡hoy te enamorarás de mí!", exclama señalando a Sôun.
Ranma-h se enfada: "¡Nos has arruinado la cena! ¡Largo!", grita iniciando su ataque... y Mousse se pone el antifaz. A Ranma-h le cambia la expresión, y Mousse le golpea con una maza; Ranma-h cae sobre la mesa, de la que los Tendô ya han apartado la comida. Todos miran con sorpresa a Ranma-h; "¿Qué pasa? ¡Esto no es normal!", le grita Akane agarrándolo; "¡Tener que vengarte!", exclama Shampoo. Pero Ranma-h está llorando como un niño: "¡Lo siento!", gimotea, haciendo reverencias ante Mousse y los ojos incrédulos del resto de la gente. Mousse sigue con las gafas puestas, y Ranma-h le hace un ruego: "¡Perdóname! ¡Pégame más!"; Mousse sonríe: "No me gusta cebarme en los débiles, pero ya que insistes...", y le da una paliza de espanto.
Mousse se quita las gafas y sonríe: "¡Shampoo! ¿Ya te has enamorado de mí?", y Shampoo lo lanza de una patada al infinito: "¿¡Qué hacerle a Ranma!?". Mientras, Ranma-h se está secando las lágrimas... y de repente parece volver a su estado normal: "¡Será posible! ¿Por qué me he puesto a llorar y pedirle disculpas?"; "Un poco tarde.", murmura Akane.
En el "Cat Cafe" hay reunión del grupo. "También ha derrotado al yerno.", comenta Colonia; "¿Por qué Mousse volverse fuerte de repente?", pregunta Shampoo; y Akane comenta un detalle: "Llevaba puestas unas extrañas gafas.". "Eso es.", confirma Colonia, "Esas gafas son un tesoro Nujiezu, las gafas invencibles. Si alguien te mira altivo con esas gafas, te sientes obligado a llorar y pedir perdón.", explica. "Entonces no es que Mousse sea más fuerte.", dice Akane; "Pues no.", concluye Colonia, "La verdad es que esas gafas son un truco para proteger a niños y a débiles.".
Y debajo de la mesa, Mousse escucha la conversación; "Vaya. Me sentía tan superior... ¡soy ridículo!". Pero entonces escucha el comentario de Ranma-h: "Entonces son ideales para Mousse, pues es el tipo más cobarde y ridículo que conozco.", y comienza a reír. "¡Ranma, voy a hacerte llorar tanto que te ahogarás en tus propias lágrimas!", piensa Mousse poniéndose las gafas.
Ranma-h sonríe; "Si eso es lo que quieres... ¡lo tendrás!", exclama lanzando su ataque. Y Mousse se pone las gafas. Ranma-h se arrodilla y comienza a llorar, gimoteando "¡Lo siento!", ante todos sus compañeros; "¡Ranma está llorando y se disculpa! ¡Está a sus pies!", gritan todos; "¿Qué le pasa a Ranma?", le preguntan las chicas a Akane, que piensa en el poder de las gafas. Mientras, Mousse ha aprovechado para golpear con toda serie de objetos contundentes a Ranma-h; "Espero que esto te sirva para no meterte en mis asuntos.", concluye Mousse, y se va por los aires.
Ranma-h, desaparecido el efecto de las gafas, ve como todos murmuran a su alrededor; "¡No lo malinterpretéis, puedo explicarlo!", grita, pero el bramido de la multitud es demasiado fuerte: "¡Te has disculpado ante Mousse llorando! ¡Mousse ha hecho llorar a Ranma!".
Ranma-h entra en el "Cat Cafe" con ganas de venganza; "Hola, Ranma.", saluda Shampoo; "No haber encontrado a Mousse después de huir con las gafas.", pero Mousse asoma la cabeza desde la cocina: "Oh, Ranma. Siento haberte avergonzado en público...", dice. "¡Ven aquí si eres hombre!", desafía Ranma-h... y Mousse se pone las gafas. En medio del local, lleno por sus compañeros del Fûrinkan, Ranma-h llora y se disculpa ante Mousse; "¡Ranma vuelve a disculparse llorando!", gritan todos al unísono.
"¡Mousse, basta ya de...!", le recrimina Colonia, pero Mousse lanza una bomba de humo y aprovecha para huir. Ranma-h sigue arrodillado, contemplado por todos; empieza a temblar de rabia... y sale corriendo soltando un "¡Mecagüen tooo!", mientras sus compañeros le observan: "¡Se va llorando!".
"Lo que haces no está bien, Mousse. Es demasiado cruel.", piensa Akane, que decide pasar a la acción hablando con Shampoo en el "Cat Cafe"; "¿Por qué tener que tocarme a mí convencer a Mousse?", pregunta Shampoo; "Mousse está así porque tú le das calabazas. Y esas gafas no le hacen bien."; "Me niego. No importarme ese chico.", contesta tajante Shampoo.
Akane vuelve a casa pensativa, pero de camino se encuentra a un apesadumbrado Mousse. Ambos se paran a hablar en un banco; "¿Tanto te alegras de dominar a Ranma así?", pregunta Akane; Mousse recuerda las palabras de Ranma sobre que era cobarde y ridículo y se endurece; "No te metas. Es un asunto entre hombres.", responde. Shampoo observa a ambos escondida en un árbol cercano y escucha la conversación. "Si sigues así Shampoo acabará odiándote.", insiste Akane; "Shampoo no me importa para nada.", es la sorprendente respuesta de Mousse; la chica china al oirlo tuerce el gesto, quizás herida en su orgullo; "¡Es mejor ver a Ranma postrado a mis pies haciendo el ridículo! ¡Es el éxtasis!", concluye cruelmente Mousse montando en su bicicleta. "Está ido...", piensa Akane mientras Shampoo mira malhumorada desde el árbol.
Ranma-h escribe una carta de desafío ardiendo (literalmente) en deseos de venganza; "¡Ranma!", llama Sôun, "¡¿Es cierto eso de que te has disculpado llorando ante Mousse?!"; y cuando Ranma-h se vuelve parece un auténtico demonio: "¡¿Y qué pasaaaa?!", grita, haciendo que Sôun se arrodille y se disculpe llorando: "¡Lo siento! ¡No sabía que te afectaría tanto!".
Sobre un tejado, Shampoo ha citado a Mousse; "¿Por qué me has citado?", pregunta el chico; "¿Saber qué tipo de gafas estar utilizando?", pregunta Shampoo; "Sí, son una artimaña para la defensa de débiles y niños.", responde Mousse; Shampoo estalla: "¡Pues si saberlo entonces por qué...!", pero Mousse le corta. "Puedes despreciarme si quieres. Estoy acostumbrado a tu frialdad.". Shampoo pone gesto triste; "Mousse... haberte malinterpretado.", murmura soltando una lágrima. Mousse se queda de piedra, pero Shampoo sale saltando haciendo caso omiso a su llamada; "Siempre me trata como un trapo. Nunca antes había llorado por mí.", piensa Mousse conmovido.
Y en el "Cat Cafe", Ranma-h sigue ardiendo (literalmente) en deseos de venganza, pidiendo a Colonia algún invento más ruin que las gafas invencibles.
Escenas inolvidables: El revuelo que arma todo el mundo cuando ven a Ranma-h llorar pidiendo perdón, y como arde (literalmente) de ansias de venganza Ranma-h.
Mousse se planta frente al "Cat Cafe" recordando a Shampoo y a la lágrima que ella derramó. "Tus lágrimas me hicieron más daño que un millón de puñetazos.", piensa; "¡Lucharé sin las gafas! ¿Podrás perdonarme?". Y Shampoo sale a la ventana y arroja el agua del jarrón para cambiarla, y abajo queda Mousse-pato mirando circunspecto.
Al día siguiente, Ranma-h espera a Mousse en el patio del colegio; toda la gente se reúne alrededor para ver la pelea. "¿Dónde está Shampoo?", pregunta Akane a la bisabuela; "Dice que no quiere verlo.", contesta la vieja; "¿Tanto te ha decepcionado Mousse?", piensa Akane.
Ranma-h se acerca a Mousse; "Han pasado muchas cosas entre nosotros, pero hoy lo haremos lo mejor posible, ¿vale?", dice tendiéndole la mano; "¿Quieres que te estreche la mano a pesar de todo?", grita Mousse, y le da un emocionado apretón... recibiendo una fuerte descarga eléctrica. El público alucina: "¡Una descarga!". Mousse queda en el suelo mientras Ranma-h se quita un anillo: "El generador eléctrico de la amistad.".
"¡Ahora verás!", se apresta Ranma-h; "¡Espera!", pide Mousse; "¡No hace falta que uses artimañas! ¡No pienso usar...!", trata de explicarse, pero Ranma-h lanza un nuevo ataque cubriéndose nariz y boca con una marcarilla: "¡Máscara de polen hiperalérgico!". Y empieza a soltar un polvillo que hace que Mousse se deshaga en toses. "¡Increíble! ¡Es más penoso que Mousse!", grita la gente, mientras Akane se muere de vergüenza ajena.
Ranma-h sigue apalizando al pobre Mousse mientras éste aguanta estoicamente; "No tengo derecho a enfurecerme. Fui yo es que empezó con los trucos sucios.", piensa; Ranma-h sigue pateándole... y saca un mazo para darle un buen golpe en la cabeza. Mousse está al límite y hace gesto de ir a sacar algo; "¡Las gafas invencibles!", creen Colonia y Akane... pero Mousse ataca con sus armas ocultas habituales. "Pretende luchar limpio. No parece el mismo.", se sorprende la bisabuela.
Akane llega corriendo al "Cat Cafe", donde Shampoo barre, y la llama para ir al instituto. Mientras, Mousse sigue en el fragor de la pelea: "¡Yo que intento pelear lo más limpio posible...!"; pero Ranma-h está con otro truco, poniéndose un chupete en la boca: "¡Chupete de fuego!", y suelta una llamarada que tuesta a Mousse, dándole seguidamente una patada. Mousse cae al suelo dolorido en cuerpo y alma; "¡Ya no puedo más!", piensa; "¡Ponte las gafas!", le dice su cobarde instinto; "¡Haz que Ranma se arrodille y acaba con tus problemas!".
Akane está llegando con Shampoo; Ranma-h saca una artimaña más... y Mousse saca las gafas: "¡Maldito!", exclama, justo cuando Shampoo acaba de llegar; "¡No Mousse! ¡Si lo haces, tu honor como persona y luchador...!", grita Akane. Pero Mousse se pone las gafas. Ranma-h y todos quedan paralizados... hasta que Mousse se arrodilla y empieza a llorar: "¡Lo siento! ¡Pégame cuanto quieras, he sido un cobarde y he caído muy bajo!"; todo el mundo está sorprendido: "¡Mousse se disculpa llorando! ¡Ha ganado Ranma!".
Mousse sigue abrazado a Ranma-h, que no sabe qué hacer. "Has ganado.", le dice Colonia; "Pero si no...", murmura Ranma-h tratando de dar el golpe de gracia a Mousse; "¡Que has ganado!", grita Akane dejándolo inconsciente de un mazazo.
Colonia explica lo que ha pasado; "Las gafas invencibles se pueden usar del otro lado, y acabas disculpándote ante la persona que no quieres. Es decir, sirve para hacer las paces."; "Lo sabías y te las pusiste al revés...", murmura Akane; "Estaba furioso. No sé que hice. Pero creo que no he caído tan bajo.", responde Mousse. Y Shampoo por una vez se muestra compasiva: "Mousse, mañana fiesta ser, podemos hacer cita. Ser regalo por no ser tipo más penoso que haber."; Mousse la mira incrédulo; "No está mal alguna vez...", concluye Colonia mientras Akane sonríe.
Pero la cita en el museo de cera tiene la conclusión lógica: "¡Esto ser horriiiibleeeee!", grita Shampoo pegando a Mousse.
Mientras, Sôun y el panda hablan con el dueño del hotel de la playa; "Se trata de un monstruo que habita desde hace décadas. Cada año en verano ataca chicas jóvenes y se las lleva al fondo del mar.", explica; "No vienen bañistas. Los chiringuitos playeros acabarán...", lloran los dueños de los chiringuitos. "Entendido, es nuestra misión derrotar a los monstruos.", contesta Sôun.
Y le explica la misión a Ranma-m; "Eres el único que puede hacerlo. El monstruo sólo ataca a chicas jóvenes.", le comenta. Ranma-m se sumerge en el mar y va hasta el fondo de la playa donde ve una extraña luz. Y de la nada sale un enorme cabezón de una especie de perro-dragón; el monstruo lanza un zarpazo que Ranma-m esquiva, y contraataca con una patada... que no impacta en ninguna parte: "¡No tiene cuerpo!", se da cuenta Ranma-m. Entonces ve plantado en el fondo una especie de santuario con la imagen del perro y se sumerge hacia él: "¡Este es el perro que buscamos!", piensa Ranma-m y rompe el santuario. Un torbellino enorme se forma y Ranma-m pierde la consciencia.
En el hotel, Ranma-m despierta; "¿Estás bien?", le preguntan; "Te hemos encontrado flotando.", le dice Akane. "¿Dónde está el monstruo? Había una especie de komainu (perro guardián) en un santuario...", pregunta, "¿Como ese?", señalan Akane y Nabiki al pecho de Ranma-m. Y al mirarse ve que el bañador tiene el dibujo del perro; "¡Pero qué es este bañador tan hortera!", grita tratando de quitárselo; "Hemos tratado de quitártelo mientras estabas inconsciente, pero no hemos podido.", le dice Kasumi.
"¿Que no se puede quitar?", piensa Ranma-m, y empieza a dar infructuosos tirones; el panda trae unas tijeras... pero el perro hace emerger su cabeza del bañador y casi se las come; las escupe inutilizadas... y empieza a llorar. "¡El bañador llora!", exclama Akane. La prenda cuenta su historia: "Soy el bañador más desgraciado del mundo. Aquella chica que se me puso por primera vez un día de verano suponía que su novio Natsuhiko se quedaría prendado de mí. Pero él le ofreció otro, y me arrojaron al mar. No puedo volver a la superficie si Natsuhiko no me dice que le gusto."
"Así que si no le alaban, no se lo podrá quitar.", concluyen Nabiki y Akane. "Si no lo logro antes de mañana al anochecer, tu destino será volver conmigo al santuario en el fondo del mar.", termina de decir el bañador. Y Ranma-m, al verse ahogada en el fondo del mar, renueva sus intentos de quitárselo: "¡Fueraaaa!"; "¿¡Qué haces!?", se queja el bañador. "¡Hay que encontrar a Natsuhiko! ¡Natsuhiko!", llaman... y aparece el viejo dueño del hotel: "¿Alguien me llama?". Todos se quedan sorprendidos: "¿Es usted?"; "Sí, soy Natsuhiko.", responde. Y Ranma-m se pone ante él: "¡Alabe a este bañador!"; pero Natsuhiko saca otro y habla con las mismas palabras que en su juventud: "Creo que este te quedaría mejor.", y Ranma-m le da un buen golpe.
Natsuhiko hace memoria: "Sí, pasó algo así en mi juventud. Esto va contra mi amor a las artes, pero si ayuda...", se rinde, mientras Ranma-m quiere darle un buen golpe, pero Sôun la detiene. El viejo mira el bañador y le dice: "¡No está nada mal!". Pero el bañador reacciona de manera sorprendente: "¿De qué vas, viejo?"; Ranma-m no se lo puede creer, y comienza a tirar de la tela: "¡Pero si es él!"; "¡Natsuhiko es más joven y guapo!", grita el bañador; "¡Pero hace la tira de años!", protesta Akane.
"Tenemos que encontrar a alguien que se parezca a Natsuhiko de joven.", sugiere Sôun; "¡Imposible!", exclama Akane, pero la suerte hace que una figura altiva con una melena chorreante sobre el rostro y una espada al hombro entre por la puerta. "Te estaba buscando...", dice; "¡Natsuhiko!", exclama el bañador; "¿Quién es?", se pregunta Akane.
Nuevos personajes: Natsuhiko.
Su melena cae y Akane y Nabiki descubren que son simples algas, que han dejado al descubierto la personalidad del recién llegado: "¿Qué te ocurre, chica de la trenza? He venido de muy lejos para verte.", dice Kunô; "¿Por qué tienes estas algas en la cabeza?", pregunta Ranma-m; "Me caí al agua.", confiesa Kunô. Y entonces el Natsuhiko de verdad habla con sorpresa: "¡Este monstruo de las algas es clavado a mí cuando era joven!"; algo que confirma el bañador volviendo a llamar Natsuhiko a Kunô.
La conclusión es clara: "Si Kunô no alaba el bañador antes de medianoche, se hundirá con Ranma en el océano."; "Pero es difícil que alguien alabe un bañador tan hortera.", dicen Sôun y Nabiki, pero Ranma-m se muestra autosuficiente: "¡Debe hacerlo Kunô, así que es pan comido!". Y empieza a hacerle carantoñas: "Kunô, hazme un favor. Alaba mi bañador.". Kunô sonríe y exclama: "¡Me niego! ¡Ni borracho!".
El perrillo comienza a gimotear: "¿Por qué...?"; "No me gusta.", dice Kunô, "Quítatelo.", le pide a Ranma-m. "¡Pero sólo podré hacerlo si tú lo alabas!", se desespera Ranma-m; "Con lo bien que le quedo...", insiste el bañador; "¡Este es el único bañador que le queda bien a la chica de la trenza!", exclama Kunô sacando uno con su retrato. Todos le miran incrédulos; "Lo encargué para ti.", dice a Ranma-m, a su vez que ella le da un golpe. El bañador mira furioso al nuevo Kunô-bañador... "¡Pero si yo soy mucho más atractivo!", grita saliendo de la tela y destrozando el nuevo bañador.
Kunô parece desolado; "¡Es inaudito!", y sale corriendo con lágrimas en los ojos: "¡Estoy herido!". Todos quedan expectantes, hasta que Natsuhiko recuerda el peligro de la situación: "Si no alaba el bañador vas a tener problemas...", y todo el grupo se lanza en persecución de Kunô.
"¡Ven aquí!", llama Ranma-m; "¡Me voy a casa!", llora Kunô corriendo por la playa; "¡Vale, pero alaba primero el bañador!", insiste Ranma-m; "¡No puedo!", exclama Kunô. Ambos acaban exhaustos por la carrera y tendidos en la arena; Kunô se logra incorporar: "Has conseguido alcanzarme. Eres increíble."; "¡Tú también, Kunô!", pelotea Ranma-m... "Pero no pienso alabar tu bañador.", insiste el chico, y Ranma-m le da un puñetazo. Kunô insiste en irse a casa, y Ranma-m se agarra a él con desespero, y Kunô se aprovecha: "¿No me digas que quieres salir conmigo?"; "¡Sí, me muero de ganas!", sonríe Ranma-m.
Y así van a tomar un helado, corren por la playa, se bañan... hasta que Ranma-m saca el tema: "Una vez acostumbrado a verlo, ¿no te parece mono mi bañador?"; y Kunô se va por los cerros de Úbeda aprestándose a partir sandías. Ranma-m va como loca a darle un espadazo, pero Sôun y Akane la detienen. Pero entonces habla el bañador: "No te enfades. El día que me regalaron iba a ir en una cita, y hoy me lo he pasado muy bien. Soy feliz."; "¡Estás satisfecho!", dice Akane; "¿Dejarás que Ranma se te quite?", pregunta Kasumi, y ven con satisfacción cómo se está poniendo el sol; "¡Justo a tiempo!", murmuran.
Pero Ranma-m se ve arrastrada por el bañador hacia el mar; "¡Tengo que volver al santuario!", explica el perrillo; "¡Pero si tu deseo se ha cumplido!", se queja Ranma-m; "¡Sí y no!", replica el bañador. Y Kunô ve como Ranma-m es arrastrada mientras el bañador le habla: "Adiós y gracias. No has sido capaz de alabarme pero lo he pasado muy bien.". A Kunô le late tan fuerte el corazón que hasta Kasumi y Nabiki lo oyen, y se lanza al agua a rescatar a Ranma-m: "¡Perdóname! ¡Sólo quería hacerte sufrir por haber roto mi bañador! ¡Pero desde que lo vi pensaba que llevabas un bañador estupendo!".
El perrillo tiembla de la emoción: "¿En serio? ¡Qué felicidad!", y se desprende del cuerpo de Ranma-m despidiéndose. Todos suspiran con alivio; "¡Lástima! Con lo bien que te quedaba.", insiste Kunô; "Ya es suficiente.", replica Ranma-m cubriendo su desnudez como puede.
Y en el hotel, Natsuhiko y Kunô ofrencen sendos horribles bañadores a Ranma-m; "¿En serio pensabas que me quedaba bien?", pregunta incrédula Ranma-m.
Escenas inolvidables: Cuando Kunô se niega a alabar el bañador y ofrece uno con su retrato (más ego imposible).
Tras un viaje en tren, Akane, Ukyô y Ranma-h llegan a su destino; "¿Una caverna encantada?", pregunta Akane; "Podemos ir mientras paseamos.", dice Ukyô. Y en la entrada un tétrico individuo llama a la gente: "Pasen y vean. Sólo cien yenes por parejita."; el cartel sobre la cueva pone: "Pasaje natural del terror. Cueva pierdeamor."; las parejas van entrando, ella diciendo que tiene miedo y él diciendo que no se preocupe. "¿Por parejas?", observa Ranma-h; "Sobra uno. Id vosotros y yo os esperaré aquí.", les dice Ukyô. El portero les habla: "Da muuucho miedo. Los chicos suelen aprovechar para arrimarse a la novia.".
Y la reacción de la pareja no se hace esperar; "Pues no me hace mucha ilusión que Akane se me arrime.", dice Ranma-h; "¡No te lo crees ni tú!", replica Akane, "¡Entra con Utchan!"; "¡Vale, tú lo has querido!", replica Ranma-h mientras Ukyô pone cara de írsele los planes al traste.
Pero una pared rocosa adjunta se fragmenta... y del boquete sale el eterno viajero: "¿Dónde estoy?", se pregunta Ryôga. "¡Ryôga!", exclama sonriente Ukyô, y lo coge del brazo y entra con él en la cueva. "Se han ido.", se sorprende Akane; "¡Qué le vamos a hacer! Vamos allá. Pero no te aproveches para hacer cosas que no vienen a cuento.", dice Ranma-h; "¡Eso debería decirlo yo!", se enfada Akane.
En el interior de la cueva, Ukyô y Ryôga hablan; "¿Qué mosca te ha picado?", pregunta el chico; "Has llegado en el mejor momento, mira.", le dice Ukyô enseñándole el folleto de la cueva; "El mejor sitio para citas desastrosas.", lee Ryôga, al tiempo que lee los testimonios de la gente que perdió su pareja tras pasar por la cueva; "¡Y ahora estamos aquí!", le dice Ukyô.
Justo entonces pasa una pareja cerca de ellos; "Tengo miedo, Kabahiko. Dicen que las parejas que pasan por aquí acaban rompiendo...", dice ella; "No tengas miedo, Hebiko. No hay nada capaz de romper nuestro amor.", responde él. Y entonces aparecen los espíritus de tres tíos: "Vaya, que chica más mona. ¿Nos la dejas?"; el chico se cubre con la chica, empieza a temblar... y sale corriendo: "¡Perdóname!"; "¡Eres un cerdo!", responde ella. Ryôga ha contemplado la escena: "Esto no creo que pueda con Ranma."; "Pero el plato fuerte está en la salida. Las parejas que llegan al final acaban destrozadas por los espíritus malignos.", explica Ukyô; "¡Si hacemos que Ranma y Akane lleguen juntos a la salida, su relación acabará de una vez por todas!", exclaman al unísono.
Y mientras, Akane y Ranma-h pasean por la cueva; "¿Esto es un pasaje del terror? ¡Si no da miedo!", dice Akane; y entonces nota que alguien le agarra el tobillo: "¿Quieeeereesss ser mi noooviaaa?", pregunta un espíritu a Akane, que pega un grito y se abraza a Ranma-h. "¿Qué pasa? ¡Si no hay nada!", se sorprende Ranma-h, y Akane al volverse comprueba que es cierto; "¡Ha desaparecido!", piensa. "Mira que eres burra, ¡vamos!", espeta Ranma-h. Siguen caminando y un espíritu lengüetea a Akane en la oreja, haciéndola gritar, y luego aparece un ahorcado: "Mi mujer se fue de casa..."; Akane vuelve a gritar.
"¿Pero a qué vienen esos gritos?", pregunta extrañado Ranma-h. Akane no se lo puede creer: "¡Mira que llegas a ser atontado! ¿No has visto nada?", grita. Ranma-h la mira y le habla serio: "Deberías dar rienda suelta a tus sentimientos...", y empieza a actuar: "¡Ranma, está oscuro, que miedo, protégeme, porfi, que no puedo!". "¡Qué gracioso que eres! ¡Mira cómo me río!", grita Akane dándole un puñetazo a Ranma-h que lo deja casi KO. Akane se vuelve hacia la entrada; "¡Que eso es la entrada!", le avisa Ranma-h; "¡Sigue tú si quieres! ¡Me voy!", replica Akane. Y Ryôga y Ukyô que lo ven actúan rápido; Ryôga salta y provoca un punto de presión desmenuzante que bloquea la entrada; "Habrá que seguir hasta la salida.", comenta Ukyô; "¡Nos adelantamos!", dice Ryôga avanzando con Ukyô.
"¡Esperad!", llama Akane; "¡Akane!", llama Ranma-h; "¡No pienso confiar en ti otra vez!", responde ella, y sale persiguiendo a Ryôga y Ukyô; "¡Nos alcanza!", se alarma Ukyô; "Perdóname, Akane, soy un cerdo por abandonarte así...", piensa Ryôga, pero Akane hace la llamada definitiva: "¡Ryôga, espera, por favor!". Y Ryôga se para en seco y alcanza a Akane: "Pensaba que os perdería. No me dejes sola, tengo miedo.", le dice Akane con su carita más dulce. Ranma-h les alcanza y le da un ataque de celos: "¿De qué va Akane? Con Ryôga siempre pone esa carita tan mona..."; y Ukyô le da un palazo a Ryôga, el cual se vuelve a ella llorando de felicidad: "¡Ahora ya puedo morirme!", dice sonriendo; "¡Idiota!", le grita Ukyô.
Ranma-h toma una decisión y engancha a Ukyô: "¡Esto es de tontos! ¡Vamos, Utchan!", pero Ukyô le da un palazo y coge a Ryôga de las solapas y se lo lleva aparte: "¿¡Acaso piensas pasar por la salida con Akane, palurdo!?"; Ryôga se echa las manos a la cabeza; "¡Sería un desastre!", reconoce Ryôga.
Las parejas intercambiadas (Ranma-h con Ukyô y Ryôga con Akane) prosiguen su periplo. "Tengo que hacer que Akane y Ranma se reconcilien...", piensa Ukyô; "Ojalá está felicidad durara un poco más...", piensa Ryôga mientras Akane se le agarra y Ranma-h los contempla muerto de celos. Y tras las rocas de la cueva, los espíritus incitando al desastre: "¡Rompeeeed! ¡Cortaaaad!".
Escenas inolvidables: Los celos de Ranma-h al ver que Akane siempre pone su carita linda con Ryôga y las lágrimas de felicidad de Ryôga.
Ukyô le susurra a Ryôga: "¿Has olvidado nuestro objetivo de que salgan juntos por la salida?"; "¡No lo he olvidado!", contesta Ryôga. Y de repente sale un gran espíritu amenazando a Ranma-h: "¡Daammeee a tu chicaaaa!"... y Ryôga se lanza a proteger y abrazar a Akane. Ukyô está con ganas de matar a Ryôga. "Esto es fabuloso, ¡me gustaría estar así toda la vida!", piensa Ryôga, y elucubra un absurdo plan: "Si no salimos no pasará nada. Viviremos en la cueva. ¡Decidido!", y engancha a Akane para irse con ella. "¡Adónde vas!", grita Ukyô, pero la pareja desaparece rápido y Ukyô despierta a Ranma-h a golpes para perseguirlos.
En un rincón desconocido de la cueva, Ryôga y Akane pasean de la mano; "¿Nos hemos perdido?", pregunta Akane; "¿Eso crees?", bromea Ryôga; "No te preocupes, mientras esté a tu lado te protegeré de los fantasmas.", piensa... y cuando abre los ojos se ve sobre un estanque subterráneo. Akane escucha el chapuzón y mira, sin ver a nadie... y de repente sale el fantasma de una mujer. El grito de Akane llega hasta Ranma-h y Ukyô, que corren hacia el lugar de procedencia... donde Ranma-h tropieza con la desmayada Akane y cae al estanque, donde consigue rescatar a P-Chan.
Una vez recuperados, Akane, Ranma-m y Ukyô, con P-Chan escondido en la bolsa, prosiguen su camino; "Estoy harta de este lugar.", dice Akane; "Nos vamos.", indica Ranma-m; "¿Dónde está Ryôga?", pregunta Ukyô, pensando que mejor que haya desaparecido para no liarla, mientras Ranma-m mira al cerdito en la bolsa. Y entonces se encuentran con la puerta de los baños "Corta-tu"; "¡Qué suerte!", sonríe Ranma-m; "Parece que hay que pasar por ahí.", concluye Ukyô.
La parte femenina es sensacional: todo lujosamente decorado y reluciente, con agua limpia y clara. "¡Ojalá Ryôga pueda alcanzarnos!", dice Akane; "¿Pero que dices? ¡Olvídate de Ryôga, sólo puedes confiar en Ranma!", trata de persuadirla Ukyô. "Pero es que es más amable y me inspira más confianza. Creo que le esperaré."; Ukyo pone cara de MUY enfadada; "¡Maldita cría!", piensa.
Y la parte masculina... es la cosa más cochambrosa y antihigiénica del mundo, con agua con aspecto de sangre llena de bichos muertos y basura. "¡Qué suerte que hubiera unos baños, P-Chan!", se burla Ranma-h de Ryôga, que mientras reflexiona sobre su auténtico objetivo: "¡Tengo que hacer que salgan por la salida del desastre! ¡Sólo así alcanzaré la felicidad!", piensa, y llama a Ranma-h: "¡Ranma! ¡A partir de ahora deberás cuidar de Akane!", le dice. Y Ranma-h se queda de piedra.
A la salida, los hombres esperan malhumorados mientras las mujeres salen con cara de amplia satisfacción. Las peleas por la tardanza femenina, o por el abandono masculino, se suceden, y las rupturas crecen por doquier. Ranma-h y Ryôga esperan pacientes, y entonces salen Akane y Ukyô; "¡Ryôga!", llama Akane; a Ukyô se le pone cara de mala leche y golpea a Ryôga: "¡No debías haber vuelto!"; "¡Lo siento!", dice Ryôga. Ambos miran desconfiadamente a Akane y Ranma-h y se van a un rincón a hablar. "¿Qué le pasa a Ukyô? ¡Está rara!", comenta Akane; "Y también Ryôga...", confirma Ranma-h; y Akane cree caer en la cuenta: "¡No me digas qué...!", y arrastra a Ranma-h de la mano hasta llegar a un lugar donde pueden escuchar la conversación sin ser vistos.
"¡Ahora lo sé! ¡No puedo confiar en ti!", recrimina Ukyô a Ryôga; "¡Vamos! ¡Podemos volver a intentarlo!", pide Ryôga; "¡Sólo si tú quieres!", contesta Ukyô. Y Akane concluye lo que quería concluir; vuelve con Ranma-h al lugar de espera y lo dice bien alto: "¡Estos dos están saliendo juntos!". "¡Ahora lo entiendo!", exclama Ranma-h.
Ukyô y Ryôga vuelven a por Ranma-h y Akane, que los esperan sonrientes. "¡Qué callado lo tenías!", ríe Ranma-h sacudiendo un puñetazo a Ryôga; "Lo siento, Ukyô, no lo había comprendido antes.", se disculpa Akane, y sale con Ranma-h hacia la salida. "¿Se han reconciliado?", murmuran incrédulos Ukyô y Ryôga. "Parece que los hemos metido en nuestra pelea sin querer.", dice Akane a Ranma-h; "Me sabe hasta mal.", contesta él, y se acercan a la salida. "¡Por fin!", exclaman Ryôga y Ukyô cogiéndose felices las manos.
Los espíritus aparecen: "¡Cortaaad!", gritan mientras se abalanzan... sobre Ryôga y Ukyô; "¡Rompeeed! ¡Cortaaad!", gritan. "¡Os equivocáis!", grita Ukyô; "¡No somos pareja, son ellos!", exclama desesperado Ryôga señalando a Ranma-h y Akane. "¡Vosotros os lleváis mejor!", proclaman los espíritus, mientras en el exterior Akane y Ranma-h siguen discutiendo. "Eso te pasa por arrimarte a Ryôga.", recrimina él; "Y tú todo el rato con Utchan, ¿qué?", replica Akane.
La aventura acaba en un chiringuito, junto al cual discuten los magullados Ryôga y Ukyô mientras Ranma-h y Akane comen y los observan; "¿Qué les pasa?", pregunta Ranma-h; "Por bien que se lleven, en todas partes cuecen habas.", concluye Akane.
Escenas inolvidables: Akane provocando celos al arrimarse a Ryôga y el plan de éste para quedarse en la cueva para siempre... y los espíritus rompiendo la "pareja" Ryôga-Ukyô y pasando de Ranma-h y Akane.
Hinako saca entonces una caja: "¡Daré con el responsable! Se dejó todas estas pistas."; en la caja hay un ukelele, un lei, sandalias playeras, piñas. "¿Quién es el culpable?", pregunta la profesora; "¡Está clarísimo!", grita Ranma-h.
La risa del director Kunô se extiendo por todo el Fûrinkan; "Good morning, my students!", saluda desde la cesta de un globo sobre el instituto. "¿Qué tramará?", se pregunta Ranma-h, asomando a la ventana junto con todos sus compañeros. "¡Los exámenes de everybody están inside este globo! A mediodía estallará y veremos las bad notas de everybody."; la gente grita escandalizada: "¡Eso es invasión de la intimidad!". "Si queréis evitarlo, quitadme el stop system.", dice mostrando un objeto empaquetado entre sus manos.
Ranma-h salta a la cesta, pero el director salta abajo y la hace estallar; "Stupid boy!", se jacta el hombre mientras cae con un paraguas abierto... sobre la horda furiosa de alumnos; "Lo tengo todo pensado.", dice tirando de un cordelito, que provoca que salga propulsionado... y pega un estallido al final. "La ha pifiado.", comentan todos.
Ranma-h, magullado, busca con el resto de sus compañeros al director; hasta que ve un cocotero moviéndose por los pasillos del Fûrinkan. De una patada tumba el ridículo disfraz; "¡Caramba, no has tardado en encontrarme!", se sorprende el director; "¡Incluso you, uno de los worst students, está preocupado por sus notas!", le dice; "A los luchadores no nos preocupan nimiedades así.", responde tajante Ranma-h, ante la sorpresa de sus compañeros; "¡Sólo lucho por el afán de justicia y contra la tiranía del director!", proclama. "Muy bien, aquí tenemos una copia del examen de Saotome. Vamos a decir la nota.", amenaza el director, pero Ranma-h ni se inmuta.
Pero al director le sale un gesto apenadísimo; "¡Oohhh, noooo!", dice y le da unas palmaditas de condolencia al sorpendido Ranma-h; "Esto es demasiado fuerte para alguien que ama a los alumnos como yo... ¡no puedo decirla!", grita huyendo. Ranma-h se queda de piedra, pero pronto la multitud empieza la persecución del director, aunque ahora la gente está más preocupada por la nota de Ranma-h que por la suya propia; "Lo que ha dicho me hace parecer idiota...", murmura Ranma-h indignado; hasta Akane se pregunta qué nota habrá sacado.
Kunô sale de la nada y pretende atacar a Ranma-h con la espada: "¡Saotome! ¡Eres tonto! ¿Verdad?"; "¡Mira quién habla, el sabelotodo!", grita Ranma-h dándole una patada. "¡Saotome, eres tonto! ¿Tan mala nota has sacado?", le grita Hinako; "¡Pero si las pusiste tú! ¿Qué nota he sacado?", pregunta Ranma-h; "Lo olvidé.", contesta francamente Hinako. "¡Tú sí que eres tonta!", se indigna Ranma-h.
Entonces suena la megafonía con la voz del director: "Oidme everybody. Voy a anunciar las bad notas de Ranma Saotome."; y Ranma-h rompe el armarito bajo el interfono, descubriendo al director. El director lanza una bomba de humo y trata de huir, pero las espátulas de Ukyô y una patada de Akane lo impiden, haciendo que el control remoto acabe en las manos de Ranma-h.
"¡Lo conseguiste!", exclama la gente satisfecha; pero el director Kunô tiene un as en la manga. "La fight comienza ahora. En el control hay una frase difícil en inglés. ¡Si no la descifras, el globo no descenderá!", le reta el director. "¿Insinúa que soy tonto y no la entenderé?", replica Ranma-h, y comienza a desenvolver el control remoto mientras la gente le pregunta si está seguro.
Y Ranma-h se queda de piedra al ver lo que es el control remoto. "¿Es muy difícil? ¿No lo entiendes?", preguntan preocupados. Pero lo que ha dejado clavado a Ranma-h no es el inglés, sino ver que el control es un retrato del director, con la frase "Kiss me" (bésame) y una flechita indicando "Here" (aquí) en sus morros. "A que no lo entiendes, tonto.", se ríe el director; "¡El tonto será usted!", grita Ranma-h estampándole el control en la cabeza. Y al romperse el globo comienza a errar, ante la mirada circunspecta de los alumnos; "Ahora no podré demostrar que no soy idiota.", se lamenta Ranma-h.
Y esa noche en las noticias de la tele: "Hemos interceptado un globo con exámenes de bachillerato.", y se escucha: "Akane Tendô, 86 puntos, Ranma Saotome, ... puntos". "Pues no fue tan mal.", concluye Ranma-h mientras Genma le golpea: "¿Te sientes orgulloso de una nota tan mediocre?".
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