La familia Tendo al completo presencia la práctica. Genma ataca con rapidez, pero Ranma-h se defiende bien y consigue tumbarlo de una patada. Ranma-h le pregunta a su padre qué le pasa, y éste proclama micrófono en mano que es más débil que su hijo, recordando las veces que de niño consiguió quitarle la comida sin problemas. Ranma-h se le acerca y le dice que no se preocupe, pero le recuerda todos sus incidentes con la comida: le quitó sus patatas con cinco años, sus galletitas cuando tenía siete, su bola de arroz cuando tenía doce... y Genma cada vez se va avergonzando más.
Genma le pide a Soun que le ayude a entrenarse, pero siguen jugando al go sin inmutarse hasta que Genma estalla. El panda no deja de preguntarse qué hacer, y Ranma-h le dice que espera no ser vencido nunca. El panda le llama "Mocoso desagradecido" y Ranma-h le da una paliza de espanto a su padre, un golpe por cada comida robada por él.
Esa noche, hablan Ranma-h y Akane. Ella le dice que no se porte así con su padre, que al fin y al cabo Genma encontrará otra técnica para derrotarle, y Ranma-h concluye que mejor cargárselo de una vez. Al ir a buscarlo a la habitación, se encuentra a su padre en la posición de "Carpa en la tabla de cortar", que significa rendición total. Y Genma le confirma que asume su superioridad, aunque Ranma-h le dice que sólo es que ha perdido práctica.
Pero la paranoia se apodera de ambos y esa noche ambos saltan de su sueño a la vez, acusándose mutuamente de intentar matarse. A la mañana siguiente, Ranma-h se encuentra que su padre le ha dejado una nota: "No me sigas". Kasumi comenta en el desayuno que Soun también ha desaparecido, y Ranma-h se pregunta si su padre está practicando una nueva técnica para vencerle.
En su carrera matinal, Akane ve a Soun y al panda en un solar, donde el panda juega con un neumático. El panda se queja en un cartel, pero Ranma-h también le ha encontrado. El panda empieza a escribir, pero Ranma-h lo transforma y Genma le dice que debe tener algo claro: ya no son padre e hijo, esto es una pelea entre hombres. Genma le amenaza: "En una semana es el duelo, hijo ingrato."; y Ranma-h responde: "Te devolveré cada robo, viejo.". Akane concluye acertadamente que parecen dos críos.
Akane habla con Genma. Akane le insiste en que lo dejen correr, pero Genma vuelve a hablar de una pelea entre hombres, porque Ranma-h ya debe abandonar el nido. Mientras, Ranma-h se entrena en las montañas; piensa que no está mal estar a solas, pero que su padre siempre ha estado con él. Cae en un sueño y recuerda cuando su padre le acogía en sus brazos. Al despertar se ve cubierto por una manta y ve las huellas del panda. "Al fin y al cabo es mi padre", piensa, pero le viene una luz y al mirar la cena que se estaba preparando ve que ha desaparecido.
De repente, unos troncos caen hacia él y los destroza. Pero un pedrusco aparece por detrás, y antes de que le alcance, Genma, con una máscara, lo rompe y le dice que debe tener cuidado que por aquí caen muchas piedras. Ranma-h le grita que deje de disimular, pero Genma insiste en su comedia, incluso cuando Ranma-h lo transforma en el panda.
Al irse el panda, aparecen Akane y Soun. Akane insiste en que Genma se sigue preocupando por él y que debe sentirse solo. Soun le dice que es imposible que odie a su propio hijo. Pero Genma lo observa desde una rama y sigue pensando que debe ganar a su hijo a toda costa para demostrarle lo que es.
El panda sigue jugando con el neumático a la mañana siguiente, rodeado de niños, y Akane al verlo se pregunta qué técnica debe ser. Mientras, Ranma-h sigue entrenando mientras recuerda las palabras de Akane y Soun.
Y llegó el día del combate en el dojo Tendo. Soun da la orden de comenzar la pelea, y Ranma-h comienza a llevar la iniciativa, dando el primer golpe que tumba a Genma. Genma, en el suelo, ríe y se levanta diciendo que ahora ya no va a reservarse en absoluto.
Las hermanas Tendo y Soun se preguntan qué le pasa a Ranma-h para estar tan asustado y cómo Genma ha desarrollado tanta velocidad. Ranma-h está acorralado contra la pared, y ve cómo su padre parece crecido. Akane recuerda ahora el juego del panda con el neumático, pensando que eso debe ser "La cuna del infierno". Ranma-h, inmóvil, se pregunta por qué su instinto le empuja a huir del viejo.
Genma vuelve a intentar el movimento, pero Ranma-h le golpea y lo esquiva. Ambos vuelven a quedar frente a frente, y Soun se da cuenta de que quedarán inmóviles hasta que decidan atacar. Soun aprovecha para comer, ver la tele, tomar un baño... mientras Akane permanece de espectadora de las dos estatuas durante tres horas, y Soun regresa gritando que a pesar de su inmovilidad, existe una dura batalla interior.
Ranma-h suda y se pregunta qué prepara su padre, y de repente se le ocurre algo: le da un capón a su padre y éste despierta del sueño en el que estaba. Y Genma empieza a relatar que estaba en un bello sueño en el que Ranma-h era un niño precioso y que vivían felices. Genma llora de felicidad, pero lanza el último ataque de "La cuna del infierno", que esta vez sí que coge a Ranma-h desprevenido.
Y la familia Tendo al completo contempla sorprendida en qué consiste la técnica: Genma abraza con fuerza a Ranma-h mientras acaricia su mejilla contra la de su hijo, como un panda jugando con un neumático. Ranma-h le grita que le está poniendo malo, que pare ya, y ahí se dan cuenta de que ese es el poder de la técnica. Ranma-h se zafa de su padre y le da una patada, y Genma le grita que, como su padre, no va a dejarle de hacer "La cuna del infierno" mientras pueda, y Ranma-h le grita que ya había dicho antes que ya no eran padre e hijo. Y la pelea sigue, aunque los Tendo ya se van a dormir.
A la mañana siguiente, Genma y Ranma-h siguen de pelea, pero Ranma-h, preguntado por Akane, dice que ya tiene bastante, mientras su padre fanfarronea.
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